Está en la página 1de 16

SÓCRATES

CONTROL: CD 1.1 (desde el comienzo) PLANO PRINCIPAL, pasa a fondo.

Pedro
Muy buenas tardes. Son las … - comenzamos un programa más de EL
FILÓSOFO EN SU RINCÓN.
Nuestra visita de los viernes a tu rincón, porque tú eres el amigo, la amiga,
de los sabios, y eso es el filósofo.

Pedro
Para conducirnos en esta peregrinación por las ruinas de nuestra
civilización contamos hoy

En la locución Mercedes Marco, Amparo Alijas………….. (buenas tardes)


en el control, Isabel Calzada
Y quien les habla: Pedro Herráiz
Gracias, siempre, a la Asociación Aula Pública, que nos cede este espacio,
a Radio Laguna, al Departamento de Filosofía de la Universidad de
Valladolid.
Vamos, ya , a recibir en nuestro rincón a: SÓCRATES: EL HOMBRE
MÁS BUENO, MÁS JUSTO Y MÁS SABIO

CONTROL: CD 2. plano principal y pasa a fondo

Mercedes

Yo sólo sé que no sé nada; pero procuro saber un poco más

Preocúpate menos por Sócrates y más por la verdad.

1
Temed el amor de la mujer más que el odio del hombre.

Sólo el conocimiento que llega desde dentro es el verdadero


conocimiento.

Si alguien busca la salud, pregúntale si está dispuesto a evitar en el


futuro las causas de la enfermedad; en caso contrario, abstente de
ayudarle.

Reyes o gobernantes no son los que llevan cetro, sino los que saben
mandar.

Mi consejo es que te cases: si encuentras una buena esposa serás


feliz, si no, te harás filósofo.

CONTROL: CD 2. plano principal y pasa a fondo


Pedro

Estos son algunos dichos atribuidos a Sócrates, al que identificó su


discípulo Platón como “el hombre más bueno, más justo y más sabio”.
Vivió toda su vida en Atenas, entre 470 y 399 a. de C. Su padre fue
Sofronisco, escultor, y su madre Fenareta, comadrona –mayeuta, que es
como se llamaba en Grecia a las que ayudaban a las mujeres en el parto.
Parece que Sócrates en principio se dedicó al mismo oficio que su padre
y colocó un conjunto de estatuas de las tres Gracias en la entrada de la
Acrópolis de Atenas que permanecieron hasta el siglo II a. C.

CONTROL: CD 2. plano principal y pasa a fondo

2
Amparo

Los jóvenes hoy en día son unos tiranos. Contradicen a sus padres,
devoran su comida, y le faltan el respeto a sus maestros.

La única cosa que sé es saber que nada sé; y esto cabalmente me


distingue de los demás filósofos, que creen saberlo todo.

La mejor salsa es el hambre.

Habla para que yo te conozca.

Filosofía es la búsqueda de la verdad como medida de lo que el


hombre debe hacer y como norma para su conducta.

El pasado tiene sus códigos y costumbres.

Decir que algo es natural, significa que se puede aplicar a todas las
cosas.

El amigo ha de ser como el dinero, que antes de necesitarlo, se sabe


el valor que tiene.

Cuatro características corresponden al juez: Escuchar cortésmente,


responder sabiamente, ponderar prudentemente y decidir
imparcialmente.

Si tu mejor amigo te clava un puñal por la espalda, desconfía de su


amistad.

Después de la tormenta, viene la lluvia. (Dijo a sus discípulos


después de que su mujer le tirara un cubo de agua, tras una fuerte
discusión).

CONTROL: CD 2. plano principal y pasa a fondo


3
Pedro
Se casó con Jantipa, con la que tuvo tres hijos, mujer de mal humor por lo
que parece según hemos podido oír. Pero la ocupación vital de Sócrates fue
la conversación en el Ágora –la plaza de Atenas. Pronto cambió el oficio
paterno por una variante del de la madre: Sócrates se dedicó a ayudar a
sacar la verdad desde dentro de sí a todo el que se le pusiera a tiro en el
Ágora, especialmente los tenidos oficialmente por sabios: los sofistas. En
esto consistió su método: la “mayéutica”. Sócrates buscaba dar a luz la
verdad de la que estaban preñadas las palabras. Para ello se valía de la
“ironía”, que consistía en hacer ver a su interlocutor –normalmente uno de
los grandes sabios del momento, como Hipias- que verdaderamente no
sabía tanto como creía., para después guiarle hacia el alumbramiento de la
verdad.

CONTROL: CD 2. plano principal y pasa a fondo

AMPARO (Sóc) -Respóndeme ahora brevemente sobre esta cuestión,


pues me lo has recordado con oportunidad.
Recientemente, Hipias,
alguien me llevó a una situación apurada en una conversación,
al censurar yo unas cosas por feas y alabar otras por bellas,
haciéndome esta pregunta de un modo insolente:
«¿De dónde sabes tú, Sócrates, qué cosas son bellas
y qué otras son feas?
Vamos, ¿podrías tú decir qué es lo bello?»
Yo, por mi ignorancia,
quedé perplejo y no supe responderle convenientemente.
Al retirarme de la conversación estaba irritado conmigo mismo
y me hacía reproches, y me prometí que,

4
tan pronto como encontrara a alguno de vosotros,
los que sois sabios, le escucharía, aprendería y me ejercitaría,
e iría de nuevo al que me había hecho la pregunta
para volver a empezar la discusión.
En efecto, ahora, como dije, llegas con oportunidad.
Explícame adecuadamente qué es lo bello en sí mismo y, al
responderme, procura hablar con la máxima exactitud,
no sea que, refutado por segunda vez,
me exponga de nuevo a la risa.
Sin duda, tú lo conoces claramente
y éste es un conocimiento insignificante
entre los muchos que tú tienes.

MERCEDES (Hip) -Sin duda insignificante, por Zeus, Sócrates,


y sin importancia alguna, por así decirlo.

AMPARO(Sóc)- Luego lo aprenderé fácilmente y ya nadie me


refutará.

MERCEDES(Hip)- Ciertamente, nadie; de lo contrario, sería mi saber


desdeñable y al alcance de cualquiera.

AMPARO (Sóc)- Buenas son tus palabras, por Hera, Hipias,


si vamos a dominar a ese individuo.
Pero, ¿no hay inconveniente en que yo lo imite
y que, cuando tú respondas, objete los razonamientos?
En efecto, tengo alguna práctica de esto.
Si no te importa, quiero hacerte objeciones
para aprender con más seguridad.

5
MERCEDES (Hip)- Pues bien, hazlo. En efecto, como decía ahora,
la cuestión no es importante
y yo podría enseñarte a responder a preguntas
incluso mucho más difíciles que ésta,
de modo que ningún hombre sea capaz de refutarte.

AMPARO (Sóc)- ¡Ay, qué bien hablas! Pero, puesto que tú me animas,
me voy a convertir lo más posible en ese hombre
y voy a intentar preguntarte.
Porque, si tú le expusieras a él este discurso que dices
sobre las ocupaciones bellas, te escucharía
y, en cuanto terminaras de hablar,
no te preguntaría más que sobre lo bello,
pues tiene esa costumbre, y te diría:
«Forastero de Élide, ¿acaso no son justos los justos por la justicia?»
Responde, Hipias, como si fuera él el que te interroga.

MERCEDES (Hip)- Responderé que por la justicia.

AMPARO (Sóc)- Luego ¿existe esto, la justicia?

MERCEDES (Hip)- Sin duda.

AMPARO (Sóc)- Luego también los sabios son sabios por la sabiduría
y todas las cosas buenas lo son por el bien.

MERCEDES (Hip)- ¿Cómo no?

6
AMPARO (Sóc)- ¿Acaso las cosas bellas no son bellas por lo bello?

MERCEDES (Hip)- Sí, por lo bello.

AMPARO (Sóc)- ¿Existe lo bello?

MERCEDES (Hip)- Existe. ¿Cómo no va a ser así?

AMPARO (Sóc)- Dirá él: «Dime, forastero, ¿qué es lo bello?»

MERCEDES (Hip)- ¿Acaso el que hace esta pregunta, Sócrates,


quiere saber qué es bello?

AMPARO (Sóc)- No lo creo, sino qué es lo bello, Hipias.

MERCEDES (Hip) - ¿Y en qué difiere una cosa de otra?

AMPARO (Sóc)- ¿Te parece que no hay ninguna diferencia?

MERCEDES (Hip)- Ciertamente, no hay ninguna.

AMPARO (Sóc)- Sin embargo, es evidente que tú lo sabes mejor.


A pesar de eso, amigo, reflexiona.
No te pregunta qué es bello, sino qué es lo bello.

MERCEDES (Hip)- Ya entiendo, amigo; voy a contestarte qué es lo


bello
y es seguro que no me refutará.
Ciertamente, es algo bello, Sócrates, sábelo bien,

7
si hay que decir la verdad, una doncella bella.

AMPARO (Sóc)- ¡Por el perro, Hipias, que has contestado bella y


brillantemente!
¿Es cierto que, si respondo eso, habré contestado a la pregunta
correctamente y que no hay riesgo de que se me refute?

MERCEDES (Hip)- ¿Cómo podrías ser refutado, Sócrates, en una cosa


en la que todos los hombres piensan lo mismo
y todos los oyentes confirmarían que tienes razón?

AMPARO (Sóc)- Bien, ciertamente lo harán.


Deja, Hipias, que yo examine para mis adentros lo que dices.
Nuestro hombre me hará, poco más o menos, esta pregunta:
« ¡Ea!, Sócrates, contesta. ¿Todas las cosas
que tu afirmas que son bellas, sólo son bellas
si existe lo bello en sí mismo?»
Yo diré que si una doncella hermosa es una cosa bella,
hay algo por lo que estas cosas son bellas.

MERCEDES (Hip). - ¿Crees, en efecto, que él intentará aún


argumentar que no es bello lo que tú dices
y que, si lo intenta, no quedará en ridículo?

AMPARO (Sóc)- Sé bien que lo intentará, admirable amigo.


El resultado nos mostrará si va a quedar en ridículo al intentarlo.
Quiero manifestarte lo que él nos va a decir.
«¡Qué agradable eres, Sócrates!, dirá él.
¿No es algo bello una yegua bella a la que, incluso, el dios

8
ha alabado en el oráculo?»
¿Qué le contestaremos, Hipias?
¿No es cierto que debemos decir que también
la yegua, la que es bella, es algo bello?
¿Cómo nos atreveríamos a negar que lo bello no es bello?

MERCEDES(Hip)- Tienes razón, Sócrates,


puesto que también el dios dice esto con verdad.
En efecto, en mi tierra hay yeguas muy bellas.

AMPARO (Sóc)- «Sea, dirá él. ¿Y una lira bella no es algo bello?»
¿Decimos que sí, Hipias?

MERCEDES (Hip)- Sí.

AMPARO (Sóc)- Él dirá a continuación,


y lo sé casi seguro fundándome en su modo de ser:
« ¿Y una olla bella, no es acaso algo bello?

MERCEDES (Hip)- Pero, ¿quién es ese hombre, Sócrates?


Un mal educado para atreverse a decir palabras vulgares
en un tema serio.

AMPARO (Sóc)- Así es él, Hipias, grosero,


sin otra preocupación que la verdad.
Pero, sin embargo, hay que responderle…

CONTROL: CD 2. plano principal y pasa a fondo


Pedro

9
Sólo salió de Atenas para combatir en las batallas durante la guerra del
Peloponeso que enfrentó a Atenas con Esparta. Estuvo en las batallas de
Potidea, de Delos y de Anfípolis, actuando con gran valor. De la primera
de ellas deriva su amistad con Alcibíades, a quien salvó estando herido en
el combate. Pero esto fue su perdición, porque cuando la democracia
sustituyó en Atenas al gobierno de los treinta tiranos al que pertenecía
Alcibíades, Sócrates prefirió mantenerse fiel a la amistad de Alcibíades, y
finalmente Meleteo, apoyado por personajes importantes de la democracia
restaurada, presentó denuncia contra él en estos términos: “por no
reconocer a los dioses de la ciudad e introducir otros nuevos, además de
corromper a la juventud, pedimos la pena de muerte”. Probablemente
esperaban que fuese enviado al exilio, como había ocurrido antes con
Protágoras y Anaxágoras, pero Sócrates no abandonó la ciudad y fue
ejecutado.

CONTROL: CD 2. plano principal y pasa a fondo

En el diálogo titulado “Felón”, por ser el narrador, Platón –sin haber estado
presente- presenta la conversación de Sócrates con sus discípulos, que
comienza por la expulsión de Jantipa. Ésta, con el hijo pequeño en brazos,
con sus lloros y lamentos no muestra un actitud propicia para la escena de
la logia filosófica que Platón monta en torno a la muerte del maestro. Los
comentarios derivan hacia el tema inevitable de la muerte y de la vida tras
la muerte, sobre todo del filósofo. Tras la expulsión de Jantipa todos
guardan la compostura, pero en el momento cumbre la emoción brota
incontenible en los discìpulos.

CONTROL: CD 2. plano principal y pasa a fondo

10
MERCEDES- Hasta este momento la mayor parte de nosotros fue lo
suficientemente capaz de contener el llanto; pero cuando le vimos
beber –la cicuta- y cómo lo había bebido, ya no pudimos contenernos.

A mí también, y contra mi voluntad, me caían las lágrimas a raudales,


de tal manera que, cubriéndome el rostro, lloré por mí mismo, pues
ciertamente no era por aquél por quien lloraba, sino por mi propia
desventura, al haber sido privado de tal amigo.

Critón, como aún antes que yo no había sido capaz de contener las
lágrimas, se había levantado. Y Apolodoro, que ya con anterioridad no
había cesado un momento de llorar, rompió a gemir entonces, entre
lágrimas y demostraciones de indignación, de tal forma que no hubo
nadie de los presentes, con excepción del propio Sócrates, a quien no
conmoviera. Pero entonces nos dijo:

AMPARO-¿Qué es lo que hacéis, hombres extraños? Si mandé afuera


a las mujeres fue por esto especialmente, para que no importunasen de
ese modo, pues tengo oído que se debe morir entre palabras de buen
augurio. Ea, pues, estad tranquilos y mostraos fuertes.

MERCEDES- Y, al oírle nosotros, sentimos vergüenza y contuvimos el


llanto. El, por su parte, después de haberse paseado, cuando dijo que
se le ponían pesadas las piernas, se acostó boca arriba, pues así se lo
había aconsejado el hombre.

Al mismo tiempo, el que le había dado el veneno le cogió los pies y las
piernas y se los observaba a intervalos. Luego, le apretó fuertemente el

11
pie y le preguntó si lo sentía. Sócrates dijo que no. A continuación hizo
lo mismo con las piernas, y yendo subiendo de este modo, nos mostró
que se iba enfriando y quedándose rígido.

Y le siguió tocando y nos dijo que cuando le llegara al corazón se


moriría.

Tenia ya casi fría la región del vientre cuando, descubriendo su rostro -


pues se lo había cubierto -, dijo éstas, que fueron sus últimas palabras:

AMPARO- Critón, debemos un gallo a Asclepio. Pagad la deuda, y no


la paséis por alto.

MERCEDES- Descuida, que así se hará - le respondió Critón -. Mira si


tienes que decir algo más.

A esta pregunta de Critón ya no contestó, sino que, al cabo de un rato,


tuvo un estremecimiento, y el hombre le descubrió: tenía la mirada
inmóvil.

Al verlo, Critón le cerró la boca y los ojos.

Así fue, oh Equécrates, el fin de nuestro amigo, de un varón que, como


podríamos afirmar, fue el más bueno, el más justo y el más sabio de los
hombres de su tiempo.

CONTROL: CD 2. plano principal y pasa a fondo


Pedro

12
Sócrates no escribió nada, se dedicó a hablar de todo aquello a lo que sus
interlocutores estaban dispuestos, pero creó escuela. De los que le
acompañaban en sus últimos momentos, Aristipo volvió a su tierra y dio
origen a la escuela Cirenaica, aunque a diferencia de su maestro él cobraba
importantes cantidades por sus enseñanzas, que estaban entre Sócrates y los
sofistas. Euclides también regresó a su tierra después de la muerte de
Sócrates, junto con otros discípulos, y allí, en Megara enseñó una mezcla
del pensamiento de Parménides y de Sócrates; su escuela se distinguió por
el uso del argumento de reducción al absurdo. Fedón fue uno de los que
fueron a Megara tras la muerte de Sócrates, pero después volvió a su tierra:
Elis y allí fundó su propia escuela, que siempre tuvo muchos vínculos con
la de Megara. Antístenes, otro de los testigos de la muerte de Sócrates, era
ateniense, y enseñó en la zona de los que no eran atenienses de pura cepa,
fundó también su propia escuela –cínica-, que era muy parecida a los
sofistas salvo por que pretendía enseñar que la sabiduría tiene como meta la
virtud. Finalmente, el gran ausente en los últimos momentos de Sócrates:
Platón.
Platón pretendió poner por escrito las enseñanzas de su maestro Sócrates,
hasta casi apropiárselo en exclusiva, como también hizo con Parménides.
Puso a Sócrates como el protagonista de sus obras, que pretendían poner
por escrito el diálogo socrático, haciendo de Sócrates el vehículo de su
propio pensamiento. Por el final de su diálogo Hipias –el mayor-
descubrimos que Sócrates no logró alcanzar su objetivo y Platón tomó a su
cargo alcanzar la definición de lo que es.

CONTROL: CD 2. plano principal y pasa a fondo

MERCEDES (Hip.) -Pues, ciertamente, Sócrates, ¿qué crees tú que son


todas estas palabras? Son raspaduras y fragmentos de una
conversación, como decía hace un rato, partidas en trozos.

13
Pero lo bello y digno de estimación
es ser capaz de ofrecer un discurso adecuado y bello ante un tribunal,
o ante el Consejo o cualquier otra magistratura
en la que se produzca el debate, convencer y retirarse
llevando no estas nimiedades, sino el mayor premio,
la salvación de uno mismo, la de sus propios bienes y la de los amigos.
A esto hay que consagrarse, mandando a paseo
todas estas insignificancias, a fin de no parecer muy necio,
al estar metido, como ahora, en tonterías y vaciedades.

AMPARO (Sóc.) -Querido Hipias, tú eres bienaventurado porque


sabes en qué un hombre debe ocuparse
y porque lo practicas adecuadamente, según dices.
De mí, según parece, se ha apoderado un extraño destino
y voy errando siempre en `continua incertidumbre
y, cuando yo os muestro mi necesidad a vosotros, los sabios,
apenas he terminado de hablar,
me insultáis con vuestras palabras.
Decís lo que tú dices ahora, que me ocupo en cosas inútiles,
mínimas y dignas de nada.
Por otra parte, cuando, convencido por vosotros,
digo lo mismo que vosotros: que es mucho mejor
ser capaz de ofrecer un discurso adecuado y bello
y conseguir algo ante un tribunal o en cualquier otra asamblea,
entonces oigo toda clase de insultos de otras personas de aquí
y de este hombre que continuamente me refuta.
Es precisamente un familiar muy próximo y vive en mi casa.
En efecto, en cuanto entro en casa y me oye decir esto,
me pregunta si no me da vergüenza atreverme

14
a hablar de ocupaciones bellas y ser refutado manifiestamente
acerca de lo bello, porque ni siquiera sé qué es realmente lo bello.
«En verdad, me dice él, ¿cómo vas tú a saber si un discurso
está hecho bellamente o no, u otra cosa cualquiera, si ignoras lo bello?
Y cuando te encuentras en esta ignorancia,
¿crees tú que vale más la vida que la muerte?»
Me sucede, como digo, recibir a la vez vuestros insultos y reproches
y los de él. Pero quizá es necesario soportar todo esto:
no hay nada extraño en que esto pueda serme provechoso.
Ciertamente, Hipias, me parece que me ha sido beneficiosa
la conversación con uno y otro de vosotros.
Creo que entiendo el sentido del proverbio que dice:
«Lo bello es difícil.»
CONTROL CD 1.2 Plano principal y fin
Pedro
Para saber más sobre Sócrates: El más sabio de los atenienses : vida y
muerte de Sócrates, maestro de filosofar / Miguel Pérez de Laborda. -- Madrid :
Rialp, 2001
Ya sabéis que vuestras observaciones, sugerencias o preguntas, podéis
dirigirlas a la cuenta de correo-e: elfilosofoensurincon@yahoo.es.
Temas que se pueden tratar al hilo de la figura de Sócrates: el diálogo como
método del conocimiento, el reconocimiento de la ignorancia como actitud
propicia para conocer, la verdad que se encuentra en lo más profundo de
uno mismo, la realidad de las cosas más allá de las palabras que las
nombran, la bondad y el conocimiento, la racionalidad como guía de la
vida. Traer algunas intervenciones preparadas:
(2) ¿Qué nos dice a nosotros, amigos de la sabiduría, en este siglo XXI,
en este rincón? Para los cortes:

CONTROL CD 1. (sigue) Plano principal y fin.

15
CONTROL CD 1.6 fondo. Cuando falten 30 segundos para acabar

El tiempo se nos ha acabado por hoy, gracias Mercedes,


Amparo…………………………………. (locutoras),
gracias Isabel.
En el próximo programa Dios mediante volveremos a tu rincón con:
RECOPILATORIO

Feliz fin de semana.

CONTROL CD 1.6 Plano principal

16

También podría gustarte