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101 Poetas • 101 Pintores

RaulBañuelosJoséBrúDanteMedinaJorgeSouza
Primera edición, 2009. Equilátero
a Anabel
D.R.© Poemas: Los poetas.
D.R.© Obras: Los pintores.
D.R.© Edición: Los antologadores.
a Lupita
D.R. Secretaría de Cultura
Gobierno del Estado de Jalisco
Av. de La Paz 875, Zona Centro a Amy
44100, Guadalajara, Jalisco, México

ISBN: 9789706245656
a Paulina
Impreso y hecho en México
Printed and made in Mexico y María

101 Poetas • 101 Pintores


Un poeta es como cualquier hombre, Pues, Señor, están las grandes ciudades perdidas y disueltas [...]
pero cualquier hombre no es un poeta. Allí se abren muchachos a los desconocidos y echan de menos
Raúl González Tuñón la tranquilidad de la infancia; pero allí no está aquello
por lo que ellos ardieron, y temblando se vuelven a cerrar.
Eliot pensaba que las tres cualidades que distinguen a un poeta Rainer Maria Rilke
son la excelencia, la abundancia y la diversidad.
Juan Gustavo Cobo Borda Atravesamos una época denigratoria, con extraño resentimiento
que se produce hacia lo excelente.
Un viaje de ida es la vida; un viaje de regreso es la muerte. Javier Marías
Lao-Tsé
Permanecemos en la distancia. Aquello que nos ama,
El arte nos permite reconocernos una dócil fibra del universo. nos tiene a la distancia. No a distancia,
Giuseppe Ungaretti sino a la distancia.
Roger Munier
Los hombres viven en el tiempo: el artista vive en el arte.
César Vallejo Hay muchas maneras en que lo que estoy tratando en vano
de decir puede tratarse en vano de decir.
Sólo tiene derecho a la ironía o el sarcasmo quien ya no tiene Samuel Beckett
ninguna esperanza.
E. M. Cioran Ser poeta no es ambición mía.
Es mi manera de estar solo.
El poeta es un espía de Dios. Fernando Pessoa
William Shakespeare
Ver en el día o en el año un símbolo de los días del hombre
Casi no hay joven que no tenga genio. Lo que pasa es que y de sus años, convertir el ultraje de los años
unos cuantos trabajan, lo acrecientan y finalmente lo revelan; y en una música, un rumor y un símbolo.
otros, los más, lo dejan perder por falta de constancia y de fe. Jorge Luis Borges
José Vasconcelos
Llamar al pan el pan y que aparezca
La poesía y el poema pactan por un instante, sobre el mantel el pan de cada día [...]
como el fruto y los labios. saber partir el pan y repartirlo,
André Breton el pan de una verdad común a todos,
verdad de pan que a todos nos sustenta.
Octavio Paz

Y qué pasa en el palomar


si aprenden canto las palomas?
Pablo Neruda

101 Poetas • 101 Pintores


101 Poetas • 101 Pintores

Cuando estábamos terminando el libro Poesía viva de


Jalisco (Secretaría de Cultura, 2004), Dante Medina nos propuso
que hiciéramos una muestra de 101 poemas que dialogaran con
101 pintores.
La idea nos pareció excelente y la adoptamos de
inmediato. Primero hicimos la selección de los 101 poemas, los
releímos cuidadosamente, y fuimos eligiendo al artista plástico
con el que se percibía una afinidad.
Después nos entrevistamos con los autores, para que cada
poeta le entregara personalmente a “su” pintor el poema que le
correspondía, y le pidiera elaborar una obra con la que dialogara
y se acompañaran el poema y el cuadro. Fuimos muy claros en
que no se trataba de una ilustración, sino de una creación artística
destinada a ser exhibida, en un libro, compartiendo “pared” con
un poema.
Nuestra intención artística se basaba en la constatación
de que la pintura y la literatura han caminado juntas muchas
veces en nuestra historia. Queríamos que pintores y escritores de
Jalisco se conocieran, y trabajaran en un proyecto común.
La aceptación, respuesta, colaboración, de los artistas de
Jalisco fue estupenda y generosa: todos aceptaron participar en
el proyecto.
De este libro, pues, nosotros somos únicamente los que
invitamos al convivio. Que el aplauso sea para los artistas de
Jalisco: ellos organizaron el espectáculo y la fiesta que se disfruta
en estas páginas.

Los antologadores

101 Poetas • 101 Pintores


101 Poetas • 101 Pintores

101 Poetas • 101 Pintores


L
almas se ven reflejados en las aguas turbias de los ríos de sangre que van cubriendo la
tierra.

REAL: LEJOS DEL MUNDO, HABERTE VISTO. Arrancarte del mundo no ya en mis pupilas, sino

L
en mi alma, y pensar en el prodigio de las insospechadas fuentes donde ha de encontrarse Waldo Saavedra
la belleza, y para qué.

¡QUÉ CUADRO MISERABLE FUE PINTANDO MI DOLOR sobre los limpios colores de esa
imagen! A veces pienso en la oleada de cieno que anega las visiones luminosas como esos
retratos de la infancia donde nos vemos a nosotros mismos deslumbrados por el sol, solos
sobre la superficie del mundo como hermosos animales sin lenguaje, y luego nada, la
conciencia, la destrucción de todo paraíso. Así fue: dejé arrastrar la belleza entre las
piedras y accidentes de la tierra hasta terminar con ella hecha jirones, tendí un velo sobre
ese paisaje ajeno al mundo donde viví, soñé‚ respiré‚ mientras fui capaz.

LA FUENTE DEL SILENCIO NO LA TOQUÉ NUNCA. Te imagino libre de este amor y este deseo
y descubro entonces que no logro siquiera imaginarte, así que nunca existió tal amor sobre
este mundo y tengo entre las manos una concha vacía, una pregunta, un eco donde no hubo
sonidos. Dónde están entonces los jardines infinitos que yo vi lejos del mundo, quietos
bajo un cielo sin mancha donde un viento hecho de luz arrastraba nubes, pájaros, y dónde
los árboles y los frutos magníficos y el olor del jazmín. Uno de esos frutos maduró dentro
de mí y era mi corazón. Pero no temas: el mundo sigue intacto, nada he ensuciado con mis
sueños, por no hablar de mis manos que jamás se han detenido en ti. Hablo de frutos que
no son para nosotros; le hablo a un cuerpo de cristal, a un retrato que cuelga de un muro
blanco y no tiene rostro y no eres tú; perdida estoy en un laberinto de ecos donde camino
sola. Pregunto por un jardín y te cuento una historia, si quieres escuchar, si estás en ti
cuando te hablo; digo que había un fruto maduro y era mi corazón; que en este amor
inconsecuente buscaba la transparencia de un río que corre manso, infatigable, entre rocas
silenciosas, eternas, pulidas por esas aguas limpias desde siempre. Buscaba quizá la
grandeza de mi amor, y un mar generoso y amplio que abría litorales en otros mundos y
quería contemplar eternamente, sin alejarme de su orilla ya nunca. No era amor: sólo la
revelación de otra existencia con una pureza y nitidez que no había conocido en mis
visiones del amor. Quería entender, pues supe detenida en tu imagen que el mundo estaba
hecho de prodigios, maravillas, y aún eran reflejos sólo de una fuente que está lejos del
mundo y cuyas aguas no cesan nunca de manar.

Y LA PASIÓN QUE ERA DESEO DEL CUERPO ERA UN CARRUAJE hecho de fuego que encontraba
tu cuerpo como un puente, pues quería cruzar esos mares, ese cielo, y no estar atado ya por

411

Adriana Díaz Enciso


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L
L
Balo Pulido

os desmemoriados La noche
Es comida por los murciélagos

Los desmemoriados
LOS DESMEMORIADOS QUIZÁ CONOCEN SU SOLEDAD
Pero también ignoran las voces justas
para describirla

Los desmemoriados
no han venido a hacer nada
No encuentran tiempo
en el tiempo que sea
Van desde lo imaginario
y vienen soñando la palabra que los salvará cada día

Buscan el zumo de las flores


en el corazón de nadie

Los desmemoriados sueñan a voluntad


y nunca recuerdan nuestros nombres
nuestros rostros
son para ellos un espejo
nuestras voces
son como el aleteo de los pájaros
Su mirada
permanece como una huella
una huella en el polvo visible
y el silencio que nos llama

Red cazamariposas
CUANDO YO TENGA MI POEMA
Sabré si los sueños se hacen polvo.
Si lo escrito se vuelve hallazgo.
Nada más cruel en otras palabras.
Sólo veo esa poderosa pared rosa.
Tengo las alas del filósofo.
Soy y me duermo horas siéndome.
Entro y salgo del verso libremente.
Ahora.
Aquí.
Hasta entonces.

Alberto Meillón
375
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B
Una botella al mar…
La pluma que uso es marca "pentel" (creo que así dice)
Dos botellas al mar…
Mientras existan hombres tercos, no hay que detenerse en pendejadas.
Tres botellas al mar…
Dejo la pluma y me rasco una axila (así es esto de la comezón)

B
Cuatro botellas al mar… Margarita Pointelín
Hace mucho que no escribía de mí (esto es una prueba, ¡probando, probando!)
Seguimos odiando el tamaño promedio impuesto al cajón de la razón, al sí tajante, al no rotundo, odiar las
extremidades sociales hasta el extremo. Cualidades que no tengo o que he ido perdiendo, y me río de eso
iografía porque cada que lo pienso me defraudo un poco más. Por ejemplo: no nací el 17 de julio de 1971 sino hasta
el siguiente día, ahí empecé a tener muchos problemas.

Biografía
DE LOS ÚLTIMOS
De los que nadie escogía
De los que por mala suerte (decían los amigos)
Estás en nuestro equipo.
Mal tino en las canicas
Suerte de ¨chiras pelas¨
Y dueño de un trompo con amnesia
Que se volvió piedra truena cristales de doña Alpidia
Goleada en el futbol
Descalabro en la riña
Llorón de la chingada, risa fácil,
¡Ponte en paz!
¡Pincheloco!
Entre los locos de su familia
Hijo cuarto de entre seis
Papá y mamá (le viven)
Impresor
Tonto sueña…
a veces canta.

LA VIDA ES UN CIRCO

546

Alejandro González González


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B
éstos revelaron padecimientos insufribles y extraños: diabetes mellitus II, hipokalemia, hiperlipidemia,
insuficiencia renal, y otras que con el tiempo se irán develando. Ha viajado y, por ello, conoce los mejores
hospitales de la ciudad, a saber: El Carmen, San Javier, San Francisco de Asís, etcétera. Famoso por su
polidipsia, polifagia y poliuria —evidencias del padecer diabético—, nunca se acalambra, a menos que pierda
excesivas cantidades de potasio. Ha viajado.
Nunca ha publicado un libro propio, aunque en su carácter de editor ha llevado de la mano a otros —

B
en temas como ciencias sociales, derecho, literatura, etcétera— a hacerlo. Ejerció el fascinante mundo de la Humberto Baca
divulgación científica. Actualmente trabaja en la edición de un libro que tiene como temas las cartas
rogatorias internacionales en materia civil y mercantil. Sufre y aprende. Nunca ha publicado un libro —por
pudor excesivo—, pero ha viajado y conoce, metro a metro, los pasillos de los mejores hospitales, siempre
arras acompañado de la lámpara de Diógenes que, en esas circunstancias, contiene suero y otras sustancias
medicamentosas.

Barras
SILVESTRE NO ES PRECISAMENTE LA RAMA DE DONDE PENDE
El brazo que anulará
Tanta soberbia

Y cuantimás que ahora es sábado y disfruto


La mañana y sus maldades aberrantes

Nunca dije compasión a nadie pues Caridad


Es el nombre de una tía nublada y gélida
Allá en lontananza

Mientras retumben los palos sobre los tambores


Y eso sea el presagio ineluctable
De la muerte
Mi palabra dará la vuelta a la sustancia enorme
De bulevares y avenidas

Imposible, inútil, tirano es exigirle al hombre


Una conducta diferente en este mundo que habita

La civilización es siempre el plasma derramado


Sobre arena desértica
Y ¡aguas!, dentro de la aorta, vena suprema,
Viene condensado el misil que habrá de retornarnos
A un planeta primitivo. Tal es la guerra.

254

Alejandro Vargas
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P
P
Rigoberto Soltero

PIDO EL MECENAZGO DEL ODIO


el empleo de enterrador de cadáveres
mal vecino que poncha balones,
francotirador de los pájaros en la plaza.

Ruego ser testaferro de todos los dolores


un hombre moviendo los cuchillos,
quien pica tus pupilas tranquilamente
la orden de soltar a los leones.

Busco convertirme en el albacea de las enfermedades


en tu cuello ante la horca
la luz en la silla eléctrica
la bomba en Jerusalén.

Brindo por mi buena suerte


como becario del miedo:
kamikaze, bonzo, sicario, paramilitar, antimotín, carcelero
de la prosa nostra.
Agigantado y pudoroso
tiemblo al poner mi primer
pie sobre la tierra.

Gatié y sudé sobre ella.


Vi y saludé escarabajos
que pasaban junto a mí.

Lloré ante el desamparo de los brazos.

No está claro;
pongo mi segundo pie sobre la tierra:

ahora soy el último soldadito de plomo


que marcha en el tiro al blanco de la feria.

El caracol hacia la oreja


EL TELÉFONO INTERVENIDO
la flecha atravesando al corazón invisible
ningún toc-toc de puerta en el vecindario.

La lengua hinchada de peces


apagón de luz,
Alejandrosigiloso
Zapallanto del cantante bajo la mesa.
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D
D
Alexandra Parachini

e la cama

De la cama
LA CAMA TIENE LA VOZ CANTANTE
puede contradecir mi concepto de éxtasis
o armarme una fiesta para el alma.
Inventa complicidades morbosas con las manos
pero sabe siempre cuándo desaparecer.

Se cree dueña de la casa.

Puede ser causante de divorcios


de malos y buenos entendidos
de autoflagelaciones
de lecciones de amor.

La cama es una réplica de la creación


con cielo, infierno y especies acuáticas
Puede ser un documento de fe sin copias, ni testigos
el espejo de transformaciones
el paraje de la trascendencia
un cepo de la inquisición
un mar inmenso
una mina
un capelo
una catapulta
un ataúd
un cajón vacío.

(La cama tiene memoria femenina


por eso nadie le confía sus secretos.)

Álvaro Salvador Morales Hernández


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397
S
S
Lula
AMADO AURELIO PÉREZ

G uadalajara, Jalisco, 27 de abril de 1954.

Libros de poemas: Espejo y abismo, Guadalajara, Saeta, 1988. En el viudo oscilar del trapecio, México, DF,
Comermex, 1999.

SOY UN HOMBRE DESORDENADAMENTE


impuesto a las mudanzas.

Nací forcejeando
como el último animal
parido en una estufa.

(Perdona, madre,
pero soy una infernal
larga e incurable bestia:
como tus mil besos ingenuos.)

Hoy a mis cuarentas


trago lágrimas
como una puta impresionista.
Emigro de las salas cinematográficas
encendiendo cigarros anónimos
y en un café de chinos
voy desinfectándome el alma
mientras tú vienes a predicar
aferrándote a mi sangre de varón.

La noche es la orfandad
furia de vencedores
que exterminan hasta la última exhalación.

EL SOL ES UNA LAGRIMA NEGRA


domesticada por el fastidio de la luna.

En el burdel, las niñas caminan


y a cada paso, la complicidad
de su cuerpo desnudo
despoja al mar de su furia.

Voluptuosas hijas del escándalo


fáusticas niñas esperando por Manet.
La luna no tiene infancia:
errante como una jauría

Amado Aurelio Pérez 229

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I
I
Juan Carlos Robles Oscos

VIVIMOS A LA ESPERA DEL MILAGRO


del fulgor que nos dará
la pauta
recuerda:
hay una luz que no
se agota
en la oscuridad finge apagarse

(en tu ojo derecho cabe el mundo


y los significados
recientes que le dimos
en el izquierdo
un pabilo
imperceptible casi
arde)

El sol
entre tus párpados
amanece

Ana Claudia Zamudio


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L
y así mata

EL VÉRTICE ES LA LUNA EN UN CRÁNEO DE INSECTO


se suicidan los muebles, las cajas

L
cumplen años bocabajo sobre el suelo Susana Soto Poblete
¿Te brotará un reloj?
apidación de
La luna siembra árboles de giros
la actriz iraní

Lapidación de la actriz iraní


QUEDAN LIBRES LOS BRAZOS, LA CABEZA,
el cuello, los hombros, las axilas
(seguramente como detalle estético)

la mujer manotea
(35 años y escaso talento dramático)
Los jueces imaginan
el olor de su sexo enterrado.
Recuerdan.
Las escenas, los jadeos de la cinta pornográfica.
Según la ley islámica
la mujer será libre si consigue
desenterrarse durante el suplicio. 495

Corrupción en la tierra y adulterio, los cargos.

Kenia
En Kenia, según creencias milenarias vigentes
en algunas tribus, la manifestación masiva de
mujeres desnudas es considerada como una
maldición contra aquellos que va dirigida.
(Cable de la Agencia EFE)

ESTO NO DICE NADA. NO PODRÍA.


Las huríes son vírgenes por la bondad del opio
cuya mano —chino de utilería,
largos dedos que son tan sólo uñas—
se vuelve madre nuestra dolorosa.

Esto no dice nada.


Deben ser oncemil, tener cuchillos a manera
de enloquecidos marcapasos tiernos
y cuidarnos la fiebre: concebirnos
intactas.

Esto no dice nada, ya no hay tiempo.


Una jauría y alguna otra vana
alusión mitológica
que se atora entre los dientes.

Ángel Ortuño
Miedo número uno

26
EL CUERPO SE DIVIDE EN DIMINUTOS /
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huesos/ todos dentro del pie que la mujer/
ha metido en las medias./ El zapato/
es una catedral sobre la mano/
G
que significaba hasta que tuve diez años y presentí la amenaza de la que vive conmigo. Soy la mayor de
tres hijas y la única de mi familia que la ha visto. No hay palabras para ella (son ella), es como cuando miras
directamente al sol y la belleza de tal percepción saturada en un instante te ciega y multiplica a la vez, ella es
mi promesa. Tenemos una relación: ella en mí y yo en busca de ella. Me obligó a entrar en la carrera de
Letras Hispánicas. Pero ella no era del todo feliz. Tiene delirios mesiánicos y me uní a El viaje, para
encontrar a otros que la conocen e intentan describirla. Yo no soy ambiciosa, nadie sabe qué hacer con algo

G
así, sé que la pitonisa ha hablado: hay una promesa.
Maruca Etienne

Guía en taxi
uía en taxi
LAS PANTALETAS NEGRAS CAEN
vuelan a la ventana en destellos metal
el niño que equilibra al aire las naranjas
recibe en pantaletazo en la cara
y herido
arroja al suelo la sombra húmeda.

La nariz del perro busca


y montada en el hocico adquiere 4 patas
toma un taxi, viaja a
96 pulgas
48 pelos
24 gotas de saliva animal por km.

Un hombre maduro ofrece


su artesanía bajo demanda y oferta
y la experiencia asiente al caos
y juega a la doble moral comercial

Un ciego a ciegas palpa


el muro frío del teatro
y los dedos encuentran la filarmónica
y apaga los claxon
los humos
los besos homosexuales

Una mujer discrimina basura, encuentra


un reloj que marca las 12
hora en que se detiene el taxi roñoso
llega a lamer piadosamente
a los 6 hijos
3 desnutridos
3 acocándose el cráneo en inhaladas

Alguien que se empeña en olvidar, observa


desde la ventana corrosiva, todo
tres juegos de papel-moneda, deposita 652
y amargamente
pantaletas negras, caen.

Habitación
ME ENFRENTO A LA DEVASTACIÓN DEL INVISIBLE PASO CANSADO,
Las paredes ya no me hablan de las hojas rotas del naranjo,
AntonietaMis cabellos no se posan en el precipicio urbano del balcón
Bethsabé
A escuchar lasOrtega
historiasCalderón
morbosas que susurra el viento,
Ya no bailan con sus loas hechiceras de libertad. Devastación virginal.
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Ahora me acurruco sobre la costilla del atardecer
Donde los pedacitos de abandono no me devoren por completo.
PP
¿la madre de su hijo en la cal
viva del poema Sally
preservada para eternidad de tinta?

oema con Poema con nombre propio


nombre propio
PERPLEJIDAD FRENTE A EVIDENCIAS
irrefutables como el suelo
que pisas, te preserva
del horror vacui
y contactos con nada,
imágenes de nada,

tan verosímil, compacta


realidad suplicante de nombres, ironía.

Perplejidad por obvias


formulaciones del hacer o decir,
"tengo hambre", "desnúdate",
"me voy",
arte cortés que hilvanándose
y cobrando estilo, densidad, calor,
será un es, un soy,
¿cómo escribirlos?

Perplejidad de saber:
estar es respirar,
estar y escribir:
"soy antonio lópez mijares,
testigo infiel".

Perplejidad, pobre asombro,


instrumento de un oficio,
incrustar signos perdurables
en nada, precisamente.

Perplejidad de la tinta
con la escritura, del escribiente
con las fábulas
de la escritura, de las fábulas...

¿quién pone la ironía?


¿el cantor?
¿ironía donde se escribe "nada"?

160

Antonio López Mijares

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H
por eso esté locamente enamorado de la vida.

Rito de fertilidad

H
TENDIDO A RAS DE TIERRA, BAJO UN ÁRBOL MORIBUNDO, Héctor Javier Ramírez
cavar mi tumba
Perder entre ramas y espinas mi destino
Bajo de mí romperse hojas secas
de un perenne otoño
Echar raíces —los huesos son raíces—
esperar

HOY ESTÁS SOLO SOLO SOLO


pasabas junto a ese cine escondido,
una película pospuesta, en espera del avance decidido a la penumbra.
Era una sala vieja: olía a motel y soledad.
Uno va al cine a esconderse
a dejarse llevar por la película y llorar llorar o reír de cuando en cuando.
Ahí en la sala, con la ausencia a derecha e izquierda,
no queda nadie más
y estamos sentados con el nudo en la garganta
y los recuerdos a flor de ojo
con el temblor que va de la mano al cuello
inútil resistencia, lágrimas desbordadas
mientras el suspiro se ahoga en un falso murmullo.
Así se va el tiempo, así se abraza uno mismo
y después: volver a esas calles tan lejanas
y llueve, llueve, llueve
y pienso que no hay nadie más solo
solo solo

619

Antonio Marts
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D
D
Gustavo Alvarado

DE TANTO SER Y NO SER YA NO PUEDO.


De tanto estar cargando esta conciencia
que va y lame quedamente los huesos,
de tanto estar y no estar sin tu juego.
Sin el pasado que yo asesiné
y con lentitud eché bajo el brazo.
Bendice ahora este tarro de vino
que acompaña el pan sentado en lo muerto,
en el plato de sopa hecho ceniza,
en el trago que jamás quita la sed
y, aun siendo así, en silencio tomamos.
Hoy, de tanto velar pan y recuerdo
mientras gira el estridente rosario,
de ti y de mí nos fuimos olvidando.

Bar Corona
ESTRELLAN SUS BEBIDAS
arqueados en reducida mesa
por un mariachi que desteje de sus cuerdas
las notas de Chapala
sin de vista perder al minutero
que irremediable
acerca su paso
a la hora
de otra vez a lo diario

Siete motivos
UNA DIMINUTA FLAMA QUE BAILA
ante la estampilla de un santo

Una mesa de orillas golpeadas


y su cara de vidrio

Una desesperación que ya no cabe en las bolsas


Arnulfo Sepúlveda
Un olor a cigarro que abraza
por completo la lengua
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Una incertidumbre acechando en la esquina
C
Un olor a algodón borra los límites
y lo que ya no vive es lo que vive.
La aridez de lo eterno ya no duele...
De tan oscura ya la noche es clara.

C
en la plana que cae a la intemperie Gustavo Castillo
de una pluma quirúrgica
que le abre las arterias al tintero
ima del fin y pasa sin estela y sin historia
por la blanca anestesia de la página...

Cima del fin


EN DONDE EL SER REVIENTA SUS RAIGAMBRES,
yo vi cerrarse en sepulcral candado
el alcatraz del mundo anonadado
sobre la cima de la piedra de hambres.

Se destejió la luz en los estambres


de la noche. Quedó incomunicado
el túnel a la vida, y liberado
el vacío se sostuvo sin alambres.

Cima del fin. Lo humano de consumo


lo consumí al menú del desterrado,
y me siguió de comensal el humo.

Cuando cedió lo urdido a lo acabado


y la materia evaporó su grumo,
el espacio volvió por su candado.

67

Artemio González García

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D
y rajaduras así del tronco despiertas
como si heridas gritaran

cada vez menos fronda y oscilaciones del día


cada vez menos nidos y mariposas
cómo atraviesa la luz

D
la dureza altiva de la araucaria
José Luis Malo
cómo la llaga
se fue secando con los crepúsculos de un invierno
anzón y mi pesar un hueco frente a la ausencia de pájaros
con diva qué gris se posa
el alboroto ninguno entre sus ramas.

Danzón con diva


BAILO CON MI SOMBRA UN MARTES DESDE EL AMANECER
hasta la embocadura con la trama
de esa circunstancia tan gris de mi cumpleaños cincuenta y uno.
Ven para acá, tesoro, me dice buscando una oreja
en la pausa de la seducción,
por qué tan solo.
Ella, la muy amante, diva en mis brazos,
sortea mi talla de rabo verde en ayunas cuando se inserta en cada
fisura de la edad como en el tiempo de un beso más en mis arrugas.
Su lengua me ata. No es de ayer sino de siempre el apego
de esta fidelidad entre su fondo y mi espina por más que su reiteración
anual sedimente la luz de mis fotografías.
Con un pacto de iniciación
bailamos la primera vez en la fuente más lúcida de una fiesta y su fervor
no me deja. Respira desde mi aliento. Se deja ver en cada víspera
con la oportunidad de un ajuste de cuentas mientras se adhiere
a mi presión arterial y en cada veintiocho de sagitario en noviembre
se enreda en mis brazos hasta saciarme. Muchos días de éstos, me dice
lamiéndome el cuello con una destreza de medio
130 siglo en el ajo,

¿quieres otro?

Esta vía de la Madre Teresa


ES LA SERENIDAD DE QUIEN TOCA EL SENTIDO.

Ningún escándalo vemos en la comisura


de su fragilidad en prenda para tensar el alma justo
en la búsqueda de su vocación. Simplemente se da.
Con la apariencia de su levedad sonríe fraterna al rostro
de un paria en agonía
como si dolerse del otro
en el trance de su partida tuviese la fuerza
de un misterio terriblemente gozoso.
"Da hasta que duela", dijo fundiéndose en la sentencia
que su espíritu pronunció como consigna.

Lava las úlceras de un leproso como signo


de esa analogía y ora en silencio con la serenidad
Arturo
de quienSantana
roza el sentido;

38 de quien toca y vive el sentido. 101 Poetas • 101 Pintores 39


M
M
Margarita Páez
pasear por la calle
yo con mi frigidez
adokiana
a tú con mi impotencia.
vuelo de pájaro

Madokiana a vuelo de pájaro


EN EL YA PINTADO CAFÉ (VERDE SANATORIO MATERNO-INFANTIL)
una risa a lo belcebú (batuta de disonancia ambiental)
era punto de referencia a la galería retroalimentaria
de rostros lombrosianos (modelos involuntarios de el bosco)

en la mañana hubo cónclave de vendedores de seguros


cuya suficiencia alcanzaba las alturas superiores a las del ejecutivo junior
más tarde y esperando la utópica llamada de las 2:45
el express doble empezó a perforar mis paredes intestinales
y me dediqué a observar al hombre que discute problemas
y a veces resuelve (de psicología profunda y política internacional
con su taza)
pronto hicieron su entrada los personajes con derecho de corcho:
la detallada relación que hacía de la segunda guerra mundial
el señor de apellido alemán contrastaba con la euforia
marca herradura del jefe de la mesa directiva

a las 5:45 las várices de las meseras lanzaban un angustioso sos


en la barra los aficionados a las pasiones bajas
no dejaban de comentar un gancho al hígado un autogol
el mezzanine ocupado por la fantasmagoría editorial marginalista
apenas dejaba traslucir los endebles auxilios de las metáforas
de poetas que hubieran sido malditos con un poco más de gramática
por la noche las frustradas musas amadas iniciaron el desfile
con sus poemarios dedicados bajo el brazo
(esfuerzo inútil por un beso totalizador)

al final el saludo de rigor al despedirse


mi saco seductor y el crédito todavía vigente.

Crazy Horse del subdesarrollo


NO ERA EL CASO DE QUE KAFKA CANTARA
noa noa
en San Juan de Dios
no se trataba de ingresar a un caesar's
palace
de vigésima categoría

Arturo Suárez 99

40 101 Poetas • 101 Pintores 41


E
ARTURO VERDUZCO

N o soy ningún tal palo de ninguna tal astilla / ni siquiera el sufragio emitido por algún efectivo. / Mi papá
se hacía trenzas con una botella mientras mamá se depilaba la ceja... el fatalismo con utopía es saliva de
donde hago mis regadas en el seco terreno en que me desquicio, fui de fuegos en el hocico y pegados mocos,
el miedo me normaliza la velocidad del habla el no dar la cara oficios varios el aro pasado tingo tango. Me
llamo como me dicen Arturo Verduzco Godoy nacido en Guadalajara el 15 de mayo de 1962. Omar Nava

E
Arturo Verduzco es cofundador y director de la revista Juglares y Alarifes y ha publicado en
diversas revistas académicas y culturales como Renglones, La Oveja Negra, Rollos de la Calle,
Trashumancia, Presencias. Ha sido colaborador de los periódicos Siglo 21, El Financiero y El Occidental en
stá muy perrona el que fue responsable de literatura del suplemento cultural Armario. En Radio Universidad de Guadalajara
(XHUG, 104.3 FM) fue productor, conductor y colaborador de diferentes programas.
mi cielo
Está muy perrona mi cielo

CUANDO LE RESUCITARA MIS ASPAVIENTOS


más
fuera lenguado o marlyn es mi amor charaleado
a caviar de rellenos gustos la tesonería de arranque y rasga
pez blanco gritado por las calles
a paredes caleadas a gatos a gallos

nada de dubitarse
nada de crucigramear recorridos
nada de fines del mundo peliculsismas
nada de testamentos bíblicos bibliográficos
nada de nado dorsal saltos a las carreras

Aquaman sí y Birdman
por las contingencias sin precaución del miedo
pero estando a disposición esas posturas

muy perrona mi cielo estrella mostrada


susurro portátil telaraña in fraganti
marítima en aletas dedos bien puestos
extremidades
detallada hasta las remotas
acurruco del más animales

perrona mi cielo
más
fuera
el menguante me rebasara.

ME ANTECEDIÓ EN LA PALABRA LO QUE YO NO DIJE


y aún así

381

Arturo Verduzco

42 101 Poetas • 101 Pintores 43


E
encendidos

AMOR
Luis Rubio

E
(uno de los dos se apagará
statuas primero)

Estatuas
UNO CREERÍA QUE REALMENTE NO SE MUEVEN
ya que soportan
con la gravedad que modeló sus rostros
a las aves que se posan en sus narices
o en sus dedos admonitorios
y les ponen nuevas formas orgánicas a sus cabezas

Uno pensaría que realmente son felices


pues sonríen permanentemente

o que son en verdad adustas y solemnes 305


ya que siempre nos vencen en un duelo de miradas

Sin embargo, tanta perseverancia en un rasgo


es del todo sospechosa

Acaso algún día puedan decir entre sí


en amable conversación:
"hablamos y salvamos nuestras almas"

Mientras tanto
sin duda sobrellevan su destino
con estoicismo y sentido del humor
sin pestañear

Nombrarlos
NOMBRARLOS
hablarles de tú
con sus nombres de pila

Poner una taza extra para el café


Incluirlos en la conversación
aunque siempre se queden callados
Platicarles de nuestras cosas
aunque no estén ahí

Cortésmente abrirles la puerta


de la casa o del coche
para que entren primero
Baudelio Lara
Invitarlos a comer si se hace tarde
y no enfadarnos si sorben
44 101 Poetas • 101 Pintores 45
sonoramente la sopa

No asustarse con los ruidos chocarreros


X
Ya subes, Blanco Amor, la escalinata

X
para iniciar su místico martirio... Juan Carlos Macías
La sinfónica lluvia se desata;

y yo sobrecogido, en la estupenda
Liturgia, soy el pan y soy el cirio,
soy el agua y el vino de la ofrenda.

X
SOBRE TU MISMA CRUZ, CRUCIFICADO;
con tus mismos dolores, dolorido,
te tengo entre mis manos renacido
y me siento nacer de tu costado.

Tu rostro está en mi rostro dibujado.


Tu voz suena en mi boca, mi latido
en tus flores de fuego está encendido
y todo estoy en Ti transfigurado.

¡Qué me queda de mí si ya la hoguera


del Paráclito ardió sobre mi muerte
con una claridad desconocida...!

¡Mi vivir eres Tú! De esa manera


ni podrás de mi vida deshacerte
ni podré separarme de tu vida.

Jesús se abraza a la cruz

ACÉRCATE, BIENAMADA,
la de los brazos abiertos.
A ti corro enamorado
con un ciclón de deseos.
Tengo sed de tu regazo
para morir en silencio.
Amada, la presentida
desde los montes eternos,
la elegida por el Padre
para el Varón Unigénito,
eres morena de sol
y tienes olor a cedro;
yo pondré sobre tus hombros
el lino en flor de mi cuerpo
y un rojo manto prendido

35

Benjamín Sánchez Espinoza, “Fr’Asinello”


46 101 Poetas • 101 Pintores 47
S
mientras que los blancos del Mississippi se estremecen
al escuchar que el americano oscuro, vaya
a colgarse la presea olímpica y paradearla, sin
la debida genética, pues tiene olor, además, a barro.

S
Jesse, se tensa en el arco de la palabra Owens, Jorge Monroy
en la lejana Alemania, pero su alma ha viajado al sur
norteamericano entre las cañas y el agua del río milláceo,
mientras corre como la punta de una flecha,
erranilla del Tren
camino a la meta ante la salida del césar ario.
ligero, estación
Sta. Filomena
Serranilla del Tren ligero, estación Sta. Filomena

LO ROJO DE TUS MEJILLAS


yo vi, tan lozanas, cuando
subías, dejando el tren
que se alejaba,

por aquellas escaleras


quedeeran,
salidas o de entrada,
velozmente, como
que eran, yovelozmente,
las bajaba. como
yo las bajaba.
Cuando te 438 vi, tuve ganas,
Cuando te vi,
las ganas tuve ganas,
inesperadas
las ganas así,
de cortar inesperadas
una flor
de cortar
tan de así, una flor
mañana.
tan de mañana.
"Hola ¡y tú! ¿Cómo te llamas?"
"Hola ¡y tú! ¿Cómo te llamas?"
Me dijo: "Me llamo Laura",
yMe dijo: "Me
agregó que erallamo Laura",
estudianta,
y agregóesa quemañana.
era estudianta,
esa mañana.
Yo te juro, lozana,
Yome
que ya te juro, lozana,
eras licenciada,
yque ya me
hasta eras licenciada,
doctora, en aquella
y hastabreve
doctora, en aquella
parada.
breve parada.

Calle Montevideo
Calle Montevideo
[Fragmentos]
[Fragmentos]
ASÍ SUPE QUE TENÍA FUNDADA UNA CIUDAD
ASÍmi
en cabeza
SUPE QUE luego
TENÍAde perder una
FUNDADA UNAcasa,
CIUDAD
en mi
una cabeza
calle, unaluego de perder
colonia, una casa,
una manzana, un mapa.
una calle,
Porque una
dije micolonia, una manzana,
casa, partiendo mapa.
desde un centro
Porque
del que dije mi casa,toda
se sostenía partiendo desde urbana.
una plancha un centro
del que se sostenía toda una plancha urbana.
Supe que la tenía fundada, y con imprenta
Supe que
puesta, la tenía
pues lleguéfundada, y condespreocupado.
y bebí agua imprenta
puesta,
Supe quepues llegué
todos sus yhombres,
bebí agua despreocupado.
todas sus mujeres,
Supe que
suben todosdesus
y bajan hombres,
autos todas sus
y autobuses al ir,mujeres,
subenyysalir
venir bajandedesus
autos y autobuses
soledades al ir,
urbanas.
Blassoledades
venir y salir de sus Roldán urbanas.
Supe, entonces, que no sólo existía una calle,
Supe,exactamente
sino entonces, que unanofamilia
sólo existía una calle,
de callesas, 101 Poetas • 101 Pintores
48 49
sino exactamente
callejones y calles;una
unafamilia
unión de callesas,
avenidas
callejones
y boulevares;y calles; una familia
una gran unión dedeavenidas
calles
y boulevares;
que amanecía una paragran familia
millones, de todos
para calles
L
L os poetas cantan
(Fragmentos)

(Divertimento sobre la
estructura del poema
“Los Amorosos” de
Jaime Sabines)
LOS POETAS CANTAN
sólo después de haber aprendido a callar.
Solamente después de haber aprendido
a usar el borrador del silencio afirman
que soñar y callar son dos vocablos homónimos casi,
e intuyen así una muy sencilla y majestuosa corte,
un imperio apuntalado por la más clara palabra,
allende el túnel de su soledad indiscutible,
donde para ellos todo lo que canta y habla
es la inefabilidad más cercana a lo inefable.

Su silencio es el misterio de las cosas:


el azul misterio de la luz,
el misterio de la carne y del espíritu.

Los poetas viajan a la velocidad de la luz de la palabra;


se ven llegar al verso igual que un beso
prodigado por el mar, al alba,
Hugo E. Villalobos S.

se ve llegar a noble playa.


Su momento de tomar aliento
es como el sobresalto luego del transporte
en las alas del ensueño,
y al caer, su parpadeo.
(…)
Los poetas nunca se despiden
porque apuestan por la realidad del movimiento elíptico:
“todo lo que ya pasó estará esperando ya adelante”;
porque anhelan retornar mostrando el verdadero rostro
y montando el unicornio de la exaltación.
“Anhela bien y sé poeta,
siempre sé poeta”;
pareciera ser la frase que en sueños
pone el dios entre sus labios;
y a ellos, rehenes de la ambigüedad y de la víspera,
no les queda otra que partir al día,
como también se ven partir del verso:
insatisfechos, inconclusos,
arañando las caderas de la realidad,
arañando las caderas de la tan maravillante vida,
tan fotógrafos:
los poetas son humanamente la presencia más cercana a los milagros.

Carlos Alberto Cortés


50 101 Poetas • 101 Pintores 51
IV
IV
Toni Guerra

HAY UN HOMBRE 7 A.M. ANTE EL ESPEJO.


Recién bañado, recién hombre.
Y sabe que cruzar el umbral implicará una lucha a muerte.
“Me juego el pellejo c/segundo”, se dice.
“Mi vida es ciertamente una vela encendida.
Soy el único responsable de mi vida y mi muerte.”
7 a.m. ante el espejo con los bigotes de morsa.
El pelo a la mitad partido, el músculo preciso.
No hay lugar en la nave para los cobardes,
para los que juegan al papá y a la mamá a sus 30 años,
para los que tienen de valor una apipizca,
para los que en el tranvía no les pica una pulga
para los que guardan compostura ante las damas
para los que saludan de lleno porque buscan un pan
para los que piden mamadera y no se la consiguen
para los que quieren decir y se desarman
para los que tienen mujer avergonzados
para los que la vergüenza impide la erección
para los que sufren porque vieron a Liza Minelli en vez de a Gary Cooper
para los que leen por atracción de la buena vecina
para los que nunca se han machucado un dedo
para los que trabajan para el gobierno y acusan a los otros que trabajan
para el gobierno
para los que tienen un hijo de no se sabe quién
para los que sabiendo de quien otro es el hijo lo mantienen
para los que teniendo mujer sueñan con hombre
para los que teniendo moral les falta mujer
para la mujer que con hombre es un témpano y con dedo lumbrera
para la mujer que despide al hombre a la mañana con buena ropa
y se queda comprando su propia abnegación
para la mujer que quisiera una verga y se da con un carro
para el marido imponente que en vez de dar semen da dinero,
en fin, no hay lugar sino para el guerrero que se juega la vida y la
nave ha partido con personal dispuesto a la mayor batalla de un
hombre cualquiera:
acabar la ignorancia, matar al ego.

Carlos Prospero
52 101 Poetas • 101 Pintores 53
A
CARLOS TREJO PECH

1 968, 29 de mayo. Yucateco. Radica en Guadalajara desde 1990. Ha vivido también en Yucatán, Estado de
México, Venezuela y Mississippi, EU.
Desde principios de los noventa participa en actividades poéticas en Jalisco. Asistió a los talleres de

A
poesía en el Instituto Cultural Cabañas, bajo la coordinación de la poeta Érika Ramírez Diez y en el
Departamento de Estudios Literarios de la Universidad de Guadalajara bajo la coordinación del poeta Raúl
Alejandro Colunga
Bañuelos. Cursó el diplomado en literatura en el Centro de Educación Continua y Abierta de la Universidad
de Guadalajara. Ha participado en diversas lecturas de poesía en la ciudad.
En periódicos, ha publicado poesía en el suplemento cultural de El Informador, en el suplemento
Armario de El Occidental, en el periódico Siglo 21, en el suplemento ea! de El Jalisciense, y en el
suplemento Hablapalabra del periódico El Informador. En revistas, ha publicado en Trashumancia, Juglares
y Alarifes y Diserta, revista cultural de la Escuela Preparatoria Número 7 de la Universidad de Guadalajara.
Comparte con el oficio de poeta el de profesor universitario de agronegocios y finanzas.

AL POSARSE EL SOL
en cada objeto
va nombrando.

Dice lluvia,
manzana,
dice sol.

Todo se entiende
y se vuelve amarillo.

La piel
recibe
la carne
del sol.

El sol se posa
y nombra,
va nombrando.
Pero al posarse en el mar
no dice nada:
El mar lo nombra todo.

AQUEL SONIDO INDÍGENA DE LA VAQUERÍA sólo lo volveré a escuchar con los ojos cerrados
de frente al mundo. En Yucatán se irán las tardes y arrastraremos las manos mientras
miremos volar los papagayos. No el croar de ranas nos despertará ni el olor de mar
inquieto de ventana, si no el tambor tímido y la mano perdida entre tanto llanto que se
lleva en los ojos. Vendrán muchos meses que se llamen julio y los recordaré con goteras,
con ninguna flor en la mesa, pero con la certeza que mis ojos estarán en las vaquerías, y en
la tarde oscureciendo en mis esquinas. Volverá sin duda esa luna que queremos y ese olor a

489

Carlos Trejo Pech


54 101 Poetas • 101 Pintores 55
N
Una estrella mira las luciérnagas bajo el farol:
descubre en ellas la danza que deseó para sí.

N
ME CUBRO DEL FRÍO con el manto del verano, Adolezco la fiebre de los elefantes en agonía.
Benito Zamora
Mas voy hacia la vida. No sé cuánto dure en la senda, cuántos dioses me mostrarán sus
espinas. He sido bajo como un pozo, oscuro y húmedo. Viví mi temporada de
desconciertos y ahora soy una nota más. El vientre del mundo me espera, le llevo mi
corazón como una vasija donde bebió el arca entera de mis días. Me dirijo al árbol
fundamental; no veo pasar la serpiente frente a mis zapatos. Me he purificado en el veneno,
Ya vendrán mejores épocas. Bajo un tibio arco de oro, de espaldas al dragón de viento,
camino.

NINGUNA PALABRA PODRÍA sumergir mis pies en la arena, podría ser mis pisadas, mi
lengua, mis ojos frente al mar. Estoy en la orilla y me mantengo despierto. No es de noche,
aunque la presiento, respiro los astros o los olvido. Cojo una guayaba en mis manos y mc
distiendo, el olor moja mis nervios. Como de mi sangre en esa fruta, cohabito en cada
semilla el universo, una hoja, una flor. Mi paladar sabe ya lo que es el tiempo. Y miro
hacia el oeste. ¿Qué asumo? La luz que me quema y se perfilará en mi lengua, que será río
de afluente y melodía en mis venas, para el momento que ingrese en la vigilia.

UNA SÍLABA VIBRA; quizá detento una voz. ¿O es una luz, una pobre luz entre estos ríos
que sólo transcurren (todos los ríos corren por mi voz; menos el del olvido, ese río escapa a
mi recuerdo)? He muerto en el Arbia, y no he resucitado en el Calore. Hay ríos en mi vida,
los importantes nadie los conoce... Y esas aguas, esa voz que permea mis huesos, me
ahoga, me convierte en nada, son las aguas que salvan, la corriente: permanezco.

605

Carlos Vicente Castro


56 101 Poetas • 101 Pintores 57
Z
Z
María Fernanda Matos

ona de fumar
El cigarro es la soledad Zona de fumar
que uno elige El cigarro es la soledad
que uno elige
César Luis Menotti César Luis Menotti
MIRO A ESAS MUJERES QUE FUMAN SUS CIGARROS
como si hicieran el amor.
Una de ellas desprende la cintilla de celofán
con la gravedad de quien desabrocha un cinturón
o desanuda una corbata.
Otra acaricia con tres dedos la lisura blanca
anticipando un fuego conocido,
queriendo retrasarlo.
Hay la que lo detiene con los labios
disfrutando su peso,
su seca desnudez
y después lo humedece para volverlo propio.
La primera lo absorbe hasta el abismo,
se hace un poco de daño
para sentir que existe.
La segunda lo mira iluminarse
y consume en secreto sus recuerdos.
La tercera sacude la ceniza,
mira el humo
como quien se despide en una calle solitaria.
Una lo apaga con pequeños golpes,
sabe de espasmos.

Otra lo tira al piso, lo tritura


y esa violencia la desquicia suavemente.
La tercera lo deja consumirse
porque no le gusta apresurar ningún desprendimiento.
Parece que platican,
desayunan en este restorán,
piden la cuenta, así, como si nada.
Pero sus cuerpos habitan otra realidad,
sus almas vibran,
su soledad salvaje las denuncia.

Manuscrito
LAS PALABRAS
que nunca llegaron a la última versión
tal vez eran mejores.
Tienen la gracia de las cosas perdidas:
Carmen laVilloro
puerta que no abrimos,
el amor olvidado.
58 101 Poetas • 101 Pintores 59
290
M
de barro, posteriormente editada por la Secretaría de Cultura de Jalisco, 1996.
Es autora de más de una decena de libros entre poesía, teatro, artes plásticas, cuento, ensayo y
novela. Textos suyos han sido traducidos al inglés, coreano y francés, y ha publicado libros en Cuba, Estados
Unidos y México, entre los que destacan: Sin mí me muero (cuentos), Sólo basta cerrar las piernas para ser
sirena (poesía), Linaje de barro (teatro), Mujer de cabellos cortos y buenas piernas (novela), Las fronteras
del erotismo y otros ensayos (ensayo), De ángeles y cegueras (poesía), Elías Nandino o la nostalgia del

M
origen (ensayo), y su novela inédita de próxima publicación Doña Juana Tenorio.
Maricarmen Gutiérrez
Libros de poemas: Las sombras que reflejé mañana, Guadalajara, UNED, 1987. De ángeles y cegueras,
Guadalajara, La Luciérnaga Editores, 1993. Canonicemos a las ciegas, Guadalajara, 1993. Sólo basta cerrar
las piernas para ser sirena, Matanzas, Ediciones El Vigía, 1996.
onólogo de
piernas cruzadas
Monólogo de piernas cruzadas
ARRÁNQUENME UNA A UNA
estas escamas,
después los senos y el brazo izquierdo;
que me amputen las piernas
de una vez por todas,
y que inútilmente me busque el corazón
una espada puntiaguda y quieta.

Las Sirenas se escapan del mar


y gritan y danzan y enloquecen;
con los brazos en cruz
se hunden como anclas
en cada puerto
y con cada amante.
Sólo una,
la del cuento que oí en la playa,
la de cabellos verdes,
hoy preserva esta especie
a punto de extinguirse.
Ella ejerce el amor a solas, dice el cuento,
mientras los marineros duermen
abandona su corona de espinas en la arena
y en una sinfonía de mujer a medio cuerpo,
fornica con ella misma
a solas.

258
Luego se escucha un lamento de tierra adentro:
¡Cuántos hombres viudos de Sirena!
Ya basta de atisbar senos erectos,
señores empachados de burdeles:
déjenla con su monólogo de piernas cruzadas,
con la humedad escurriéndole del sexo
y su lacra soledad ya de milenios.
Ignórenla como se ignora a un Cristo Roto.
¡Que así luce mejor, crucificada!

Muerte de una sirena


LLEVA DE NUEVO MI CUERPO AL CEMENTERIO
pero antes tira mis piernas a este río
y no volveré a fornicar con ningún muerto.
Cristina Incinera
GutiérrezmiRichaud
vulva de algas y jacintos
y no habrá más agujas penetrando
mi manzana.
60 Deja que el perro de la casa 101 Poetas • 101 Pintores 61
siga siendo mi consuelo.
No es a ti a quien amo:
L
de la sangre y ver dentro
los ojos de esa luz que mira hasta dejarte ciego;
después, ser cobijado
por tu semblante de oscuro vegetal,
de árbol en movimiento en perpetua caída:

L
con esos millares de hojas Gustavo Peralta
tuyas darás reposo mas no quietud.

a montaña negra El alma es distancia, es instante que se mete debajo de la piel,


es poema perfecto al que le han desaparecido las palabras y regresa al silencio.

La montaña negra
SE PETRIFICA EL DIBUJO DE LA LETRA. QUEDA
la tinta rígida de las palabras
pero su aliento sigue prendido al aire
como una pluma. En la oscuridad,
los caracteres son antorchas
que se apagan.

La oscuridad abre su boca. Es su negro tan duro,


tan sólido que cubre o llena los espejos.

En la espera, los que velan en la noche,


los despiertos, encienden en las sombras venas
de un fuego sagrado. Miran a través
de la mirilla de la flama tenue.
Éste es un instante. No empieza ni termina.

La sombra pudre tu piel mientras te roza. 270


La luz cava en las heridas el abismo del blanco
y unas palabras blancas te hacen permanecer
un poco menos en el mundo.

La ola rubia
Para Luis Vicente de Aguinaga

Colmadas arenas mitológicas


sustentan la cumbre duplicada
de las mitades de la ola de oro.
Rubén Bonifaz Nuño

VIENE. ATRAVIESA ENTRE LOS INVISIBLES PÁJAROS EL DURO cielo y abre el aire
como si se tratara de una carne lenta y moribunda.
Es una corriente de mariposas azules. Congeladas astillas de luz que tiemblan.
Como fuego o nube pierde gravedad.
Viene a ignorar los nombres que pronuncian los muertos desde una boca que es
espina enrojecida. También a dejar inscrito su nombre en dársenas blancas

Cuauhtémoc Vite
62 101 Poetas • 101 Pintores 63
N
N
Luz Elena Arellano

o te besaré
en París

No te besaré en Paris
NO ROZARÉ EL DIAMANTE
que enciende tu falda
Ni te haré el amor
en un hostal de barrio

Cuídate, amor
porque no tendré el pecho dispuesto
ni los labios húmedos
bajo ese escote

Esta noche París no es luz


Quiere ser mi arcano golpe
de sal amarilla
que hurga heridas en la Rue Moreau

A lo lejos, donde tu palma de diosa


no llega,
los hombres se arrastran por un café amarillo
tres niñas se prostituyen
y la boca del metro se llena de harapos

El cielo, boca abajo, destila agujas


sobre el perfil doliente de tu sombra

No quiero amarte, amor, en París,


hace frío y nuestro frío
se ampara en el plomo
que la lluvia deja.

La noche, en su angustia
LA NOCHE, EN SU ANGUSTIA, CALCINA NUESTRO RUMBO;
es harta la ciudad, sobrado el miedo,
la luna un mazapán que se desprende a tajos.

Cuerpo adentro la fragua de dos.


Mi sangre en tu sangre: trepadora mar,
rabia de hierro que nos ancla
que nos deja heridos.

Dante Alejandro
He aquí tuVelázquez
muerte, Limón
tu llama caída de mujer,
64 101 Poetas • 101 Pintores 65

570
D
D e lo rico que
huelen las mamás
LAS MAMÁS HUELEN A SOPA Y
Uno quiere a su mamá porque huele a sopa
Primero de muy niño uno quiere a su mamá
porque huele a leche
A leche, y a miel
Luego las mamás huelen a jabón porque nos bañan
Y despuecito las mamás huelen a verdura fresca
y a frutas de la estación
Las mamás huelen en el recuerdo durante toda la vida de los hijos
Porque las mamás huelen en la piel y en la memoria
huelen a sopa, dije, a leche, a miel y
a hierbabuena huelen
Las mamás
Muchas mamás
Casi todas
Huelen a fresas recién cortadas
y las hay que huelen a guayaba
Sofía Crimen

y a ciruela y a melocotón
y a frutos que aún
no se nos ha ocurrido inventar
Y las hay, hermosísimas
que huelen exclusivamente a mango
Pero eso sí que nadie diga que las mamás no huelen
porque
nomás cerrar los ojos
y saber que este mundo huele bien todavía
porque las mamás son las dueñas del aroma:
por donde pasan su olor hace
crecer las flores
resurgir el oxígeno
salir recién bañado el aire fresco
Todo el tiempo que viven
y luego cuando ya no
las mamás se la pasan metidas
con su olor en el olfato
de nuestro pensamiento
Nada, sino la propia muerte,
nos quita de la piel el olor de mamá
Y las mamás huelen a miel
y a leche
y a sopa
y al jabón que nos baña
y a la fruta fresca
de cuando éramos hijos
El olor a mamá originó la vida en el planeta.

Dante Medina
66 101 Poetas • 101 Pintores 67
C
C
Adriana Luna
sentir el aire,
el sitio privilegiado
ualquier pájaro donde el pez y el pájaro complementan
su cosmicidad refleja.

Cualquier pájaro
CUALQUIER PÁJARO PUEDE INICIAR EL VUELO
a la edad de su muerte
a la luz desdibujada de unas hojas
o en la persiana al aire
de extremos bruñidos,

sólo sabemos a dónde miran las ventanas


cuando un pájaro se estrella contra el aire
y vuelve
y ese hueco por donde mira el lente
captura
nos trae de regalo lo irrepetible.

En el fondo del cántaro


Para Raquel, mi tía Rendón y García

ALLÁ EN EL FONDO DEL CÁNTARO DONDE DUERME NUESTRA TIERRA


y el agua sabe a barro y fresco sembradío,
nace la raíz que nos enreda y nos echó a volar
de bungambilia a malecón desbordado.

En alguna grieta aún está la huella,


los sombreros y chaquetas del hombre que nos guió
por el Verano ardiente,
la mujer sin tregua en el amor,
sus hijos,
los nietos,
y luego otra vez barro,
la raíz y el ramaje de las venas,
el río piel adentro, su cuna y canto.

En ese espacio nos creció la ausencia y cosechamos


este amor de pueblo y flor en la ventana
este amor de madre e hija bienamada.

360
Enoé Eréndira Zárate
68 101 Poetas • 101 Pintores 69
C
reparo los cascos del caballo encorajinado
con mis todavías y ni para cuándo
avanzo aúllo tropiezo

C
con mis fantasmas fraternales Enrique Oroz
me tiendo en el suelo
muerto
sobre un mar negro urbano de incertidumbres
antos del dentro de mi celda
abandono

Cantos del abandono


MOJÁRONSE LAS CALLES
de mis cofres
y todo fue soledad (cómo chingo)
y calles mojadas
y soledad
(dale otra vez)
y calles mojadas
y rabia y miserias planetarias
y los papeles húmedos despedazados
por la tormenta
revueltos sin pie ni cabeza
la magia de la poesía
a lamparazos limpios
de labio a pulmón a pecho desesperado
con una sinfonía noctámbula revueltiana
(de Silvestre)
el cerebro revuelto encharcado de
mortales recuerdos
la sed en 1a garganta acuchillada
de la que te conté (y tú siempre te repites)
los despojos esbirros de día con día
la chaqueta con olor a muerte enmezclillada
el parpadeo segundo a segundo
cuando los asesinos en todas las 24 horas
el sigilo a punta de oreja
de cañón
de ráfagas
contra la muerte
pólvoras hoy mojadas

LAS VISITAS VINIERON A EMBORRACHARSE


sonrientes saludaron
y fueron sigilosos penetrando

148

Enrique Macías
70 101 Poetas • 101 Pintores 71
N
(Tú que te asomas, no revuelvas el agua,
lo disuelves todo con tu palabra.)

N
Lo Fernando Aranguren
disuelves
todo.

aturaleza muerta
Naturaleza muerta
LA LLAMA DE CRISTAL CON MARGARITAS.
La bandeja de plata. Un blando lienzo.
Dos tazas de café.
Un cenicero con un mundo,
sus fantasmas escapando entre sombras;
las huellas de unos labios
y de unos dedos ávidos, ausentes.
Una fuente con dátiles e higos
que el tacto alcanzaría
con gula,
y unos ojos que todo lo coloran.
El rincón y el cuadro áspero y escarapelado.
El frutero y sus morados racimos.
En la sombra, serenas,
las manzanas rugosas abuelas de tus labios,
y aromas: la caoba
de la color frutal de los mameyes.

Queda todo, por siempre


en el rincón testigo.

Del agitado sauce de la lluvia,


allá el cristal en que Ámsterdam se asoma.
Abísmate en mis ojos derruidos
emergen los amores del pasado.

Espejo ante un espejo, las caricias


por siempre se repiten.

La amada y el amante se desnudan


y olvidan la ceniza en la mejilla.
Hoy eres mía, oscura, entre mis brazos:
aspírame en el último segundo.

45

Ernesto Flores
72 101 Poetas • 101 Pintores 73
R
R
El último de la tarde Luis Pablo Polanco
apareciendo como una saeta por el carril de rápidos:
Un Cugard con guadaña
esidentes a través de la luz
en busca de un blanco.
del humo

Residentes del humo


ALGUIEN TARAREA UN CORRIDO MEXICANO
el agua que bebemos nos vislumbra
nuestro sueño se bifurca lentamente esquivando secoyas;
la luna de zinc se extiende
del suburbio de cristal a barrio mestizo.
Soledad borrando nombres.

En el Colorado van nuestras guitarras


la carta de Julio
una postal regateada en español
y algunos dólares;
nosotros no vamos, allá abajo el país se deshidrata
—hace calor—.

Por ahora la noche gringa huele a whisky


a cabellera rubia como una bandera de todos.
La noche gringa es una carrera sin obstáculos
un jonrón a bases llenas
es rápida como hot dog en avenida
y fresca como el viaje de Acapulco en el verano.

Sin embargo, la noche latina es una botella de angustia


una prostituta negra pagada en coperacha
un autogol en el primer minuto de juego.

Comercio nocturno
1
Se duda de la sombra, amor del cuerpo.
Tienes los pies calientes
la llovizna te borra el sueño
la noche te besa junto al lunar azul.
Pides un cigarrillo, un trozo de metal
una lámpara sin flama
a todo hombre pides un deseo no concedido
mientras escuchas tu corazón a través de las vitrinas.

470

Ernesto Lumbreras
74 101 Poetas • 101 Pintores 75
U
Tal vez la ocasión que pidió su mano.
O cuando se amaron en el elevador.

U
Piensa eso. Gabriel Mariscal
Lo recuerda.
Cualquiera de estos dos hombres
n poco de encuentra la forma de un corazón
en lo que se come.
elegancia

Un poco de elegancia
¡QUÉ FELICIDAD!
Me queda un octavo de Absolut.
Si ustedes me vieran en este momento
comprenderían por qué no me atrevo
a salir a la calle y comprar siquiera una anforita
de aguardiente.
No voy a entrar en detalles.
Todavía conservo un poco de elegancia.
Este octavo a las nueve de la mañana
es como una moneda de oro en el fondo
de un wáter atascado.
Porque el problema es semejante:
¿qué comprar con la moneda de oro?
O ¿por quién brindar con un octavo?
Por los calzones de Lucy, que vivía
en la calle de Mexicaltzingo y traje
en la bolsa de mi chamarra como un mes,
y que terminé sonándome
con ellos
y arrojándolos a la alcantarilla.
Por el brasier de Amida,
en el que apunté el teléfono de Ariadna.
Por los ojos de Patricia
que nunca hizo nada más que eso: sólo mirarme.
Por mi madre,
que en este momento está agonizando.
Quién sabe.
Todas las mujeres se merecen un brindis.
Un octavo de Absolut es suficiente.

Hágase tu voluntad
RECARGO EL PIE EN EL TUBO.
No hay nadie.

155

Eusebio Ruvalcaba

76 101 Poetas • 101 Pintores 77


N
LANZO UN POEMA
se vuelve piedra
le salen alas

N
y luego vuela
Manuel García Díaz

CAE LA TARDE
y en uno de mis brazos
se posa un pájaro

EL PÁJARO CON SU VUELO


escribe
el viento lo dice

NUNCA SE PARTE PORQUE NUNCA SE VA A OTRO LADO. El lugar al que se va siempre es el


mismo, todo transporte ha salido de mi pueblo con destino a mi pueblo. Nunca he conocido
a ningún forastero, nunca he dormido en ningún cuarto que no sea el mío; camino y
camino y nunca he visto mi celda desde fuera. ¿Quién dijo que se camina con los pies?,
con ellos no se va a ningún lado, con mis pies he hecho de mi pueblo otros pueblos, con
mis pies he soñado tierras, gramas, lodos, asfaltos; pero yo sigo en el mismo pueblo, en mi
misma celda. Sólo hay un pueblo en el mundo, y cuando camino en el mundo camino en
mi celda; el mundo sale de mis pies, y mis pies no salen del mundo. Quiero salir de mi
celda, del mundo; quiero que me palpe el aire, pero el de afuera, no el que sale de mis pies,
porque a ése lo conozco desde mucho antes. Quiero divisarme, caminar hacia mí y
palparme.

¿QUÉ LE FALTA A LA REALIDAD PARA ALCANZAR LA SOLIDEZ DE LOS SUEÑOS?, ¿por qué
apagamos la luna si queremos mantenerla encendida?, ¿qué me cuesta aplastar la tecla que
sueño?, ¿por qué he de usar el jabón que sé que me provoca sarpullido? Se comprende que
Adán haya mordido la fruta, pero yo ya sé. Soy el albatros que planea arriba del pescador y
de todos modos muerde la carnada. Me pregunto y digo lo que ya me he preguntado y
dicho. A la realidad no le hace falta nada, los sueños no son proyectos de realidad, están en
la realidad; si sueñas con quedarte en tu casa y te vas con un amigo, la realidad es que
sueñas con quedarte en tu casa y que te vas con un amigo; la realidad no concuerda con los
sueños de la misma manera que tu cuerpo no puede concordar solamente con tu mano. No
se trata de transformar la realidad sino de mirarla; en el mirar no hay juicio, sino
apacibilidad. Contempla tu cáncer en el pecho, su belleza no es mayor o menor que la del
clavel. Aprende de Hitler así como has aprendido de Buda.

283

Febronio Zataráin
78 101 Poetas • 101 Pintores 79
T
SE ME ENTREGA LA HOJA EN BLANCO EN TODA SU BLANCURA:

(en la hoja en blanco no veo ningún vacío,


su transparencia es tanta que lo llena todo)

pero no tengo nada que escribir Jors

T
(tomo un lápiz y sólo hundo la punta en la superficie blanquísima,
ecali bar la hoja en blanco está llena de palabras invisibles)

ya todo está escrito en la hoja en blanco:


soy lujurioso, la lujuria
me concierne
François Villon Tecali bar
soy lujurioso, la lujuria me concierne
François Villon

QUERIDA GORDA MARGOT PURÍSIMA ZORRA


hechizaste irremediablemente el pequeño mundo
la zona franca del tecali esta noche

te has permitido desdeñar a una veintena


de cazadores furtivos
ningún sardo ni borracho ha tocado tu soberbia
no saben el precio de tus cejas orondas

nos has dejado un puntiagudo dolor en los cojones

no te conmueves viendo entre la caterva 575


a los hombres desesperados
con la impaciencia del buscador de orgasmo
allá tú pero también estás sola

cincuenta y con los tres dice la voz de una puta ebria

es cierto Villon
debemos tenerte por tonto
nunca creíste que hubiera tanta bondad en el amor

la porquería nos gusta bien dijiste

GUADALAJARA LA PERRA
guadalajara la santa
la frívola la lerda
la timorata la puta
la injusta la boba

guadalajara decente
glotona impúdica
persignada glamorosa
francesa gringa provinciana

guadalajara con artritis


con almorranas con tumores
con fiebre acatarrada mocosa
Felipe Ponce
guadalajara tan robusta
80 tan miope tan nalgona 101 Poetas • 101 Pintores 81
tan pedorra

guadalajara fea traicionera


E
FERNANDO TORIZ

G uadalajara, Jalisco, 22 de septiembre de 1973. Huérfano a los dos años de edad, es el menor de una
familia de cinco hermanos. Cursó los primeros tres grados de primaria en el internado Nueva España a
cargo de religiosas. A los 14 años egresó de la Ciudad de los Niños del Padre Cuéllar, con la secundaria

E
terminada y el oficio de zapatero. Reencuentro con los hermanos mayores, estudia preparatoria y licenciatura
en contaduría pública en la Universidad de Guadalajara. Fue miembro del Antitaller de poesía César Vallejo
Carlos Torres Barragán
que coordina Raúl Bañuelos y del taller de creatividad de Ricardo Yáñez. Poemas suyos aparecieron en las
revistas Trashumancia, Pasto Verde, Juglares y Alarifes.
Es autor de El dócil vértigo, Ediciones Arlequín (1998) y ha sido antologado en Tiro al blanco,
Ediciones Arlequín (1988). Actualmente es miembro del consejo editorial de Ediciones Arlequín y colabora
como director administrativo en esa editorial. Se casó en 2002, su hija tiene cuatro meses.

Libros de poemas: El dócil vértigo, Guadalajara, Ediciones Arlequín, 1998.

ES CUESTIÓN DE IMAGINAR
dígale a la gente que heredó de sus abuelos el aliento alcohólico
que gusta de mirar la calle sólo para esconderse del asombro
y que se recarga en los semáforos para que juzguen su riqueza
muy en el fondo
usted sabe que jamás contestará mentiras

fume un puro debajo de un árbol


aclare sus diferencias con la locura
o dígale a su novia que le gustaría hacerle el amor
a las tres de la mañana en la avenida principal
aunque no tenga el automóvil

camine aprisa y regale una limosna


o tome un autobús y reflexione en el trayecto
puede que usted sea verdaderamente bueno

baje la mirada y no repruebe su actitud


no busque otro semblante
su expresión le viene bien
nadie sabría vivir mejor el destino que usted tiene

Futuro inolvidable
IME PUEDO CONVERTIR EN GATO
si quiero
pero primero tengo que aprender a esconderme del sol
tengo que cerrar los ojos hasta que se haga de noche
y no decirle a nadie
que ya soy gato

580

Fernando Toriz
82 101 Poetas • 101 Pintores 83
L
N ació en Culiacán, Sinaloa, el 16 de noviembre de 1962. Hijo de Filemón Hernández Quiroz,
comerciante, padre de doce hijos, dulce como la capirotada y más sensible que un sismógrafo; y de la
Liche Meza, admiradora de Juan de Dios Peza, Luis G. Urbina y el "Mantequilla" Nápoles.
Desde muy pequeño tuvo la certeza de que la realidad no estaba hecha a la medida de su deseo, este
primer desencanto lo vuelve un niño tramposo, malcriado y taciturno, así como un gran lector de Alarma y

L
Lágrimas y risas. Estas primeras lecturas lo conducirán por los caminos de la cursilería, la fascinación ante el
horror, y la estética erótica tipo Isela Vega y Claudia Islas, páginas centrales junto al crucigrama. Más tarde,
Carlos Díaz
en la adolescencia, se entrega casi por completo a las fantasías más cachondas con las muchas amiguitas de
sus hermanas, y el tiempo libre lo dedica a espiar a sus vecinas mientras se restregaban el estropajo por todo,
todo, toditito el cuerpo. Posteriormente, realiza estudios de medicina, los que abandona luego del quinto
desmayo ante el espectáculo de la sangre y las jeringas hipodérmicas. Actualmente, es maestro de literatura,
matemáticas, psicología, inglés, y lo que caiga es bueno en la Universidad de Guadalajara.

Libros de poemas: Obstinación del fuego, El Hermoso Delirio, 1997.

LOS QUE HABLAN POR NOSOTROS


y piensan y sueñan y sienten y nombran por nosotros
y enarbolan banderas
y despliegan paisajes como consignas del tedio
no van a impedir el amor gratuito en las aceras
ni el impulso congénito de la carne
ni la fascinación del hermoso delirio
ni el certero aguijón de la palabra develada
ni el fuego hambriento de los que huyen del hambre
ni la destrucción de la cruz y sus innumerables astillas
ni la pasión del agua por su origen
ni la defenestración de la usura y su reino milenario.

Cosmogonía
MIRA LA LLUVIA, BERENICE,
el roble
el encino
la rana
él, los perros
el alacrán
la ballena
el naranjo
el paraíso
el jaguar, el tigre y el venado
la bugambilia intensa
tú y yo, descendientes de la nada,
desprendidos de Dios,

386

Filemón Hernández
84 101 Poetas • 101 Pintores 85
S
Alrededor de mí se endulzan los frutos.
Las personas son como silbidos lejanos
que vuelven nítidos desde la retaguardia.

S
3 Irma Gutiérrez
LOS PARIENTES VAN Y VIENEN, AMIGOS NOS ABRAZAN.
La procesión de primates representa
la tinta de estas palabras, el silbido social,
ubterráneo imagina tú el goce de la niña entre nosotros.
Hidalgo

Subterráneo Hidalgo

ANCIANOS DE 12 AÑOS LLENOS DE OLVIDO COMEN COMO PÁJAROS


habitan las alcantarillas del túnel Hidalgo.
Muchachos huraños de uñas carcomidas
que sin ayuda de nadie
aprenden pronto que su lugar es un pozo sin puertas.
Duermen en gargantas de concreto asfixiantes,
estrepitosas e incómodas como las cataratas del fin del mar.

Juegan limpio donde se unen el humo del petróleo


y el tibio orín casero. Hay un líder y otros cuatro confían en él.
Esparcen ahí un olor a ámbar prehistórico.
Luces siempre vivas culebrean,
mientras un par de perros delgados como modelos bostezan
zumbando los autos en el techo de las cavernas de aire

donde se refugian del adulto enrojecer y respiran a sus estrechas.

Uno de esos parias aviesos y desconfiados


tuvo claro un pensamiento: se veía aislado
de su pozo. Amanecía y en vez del zarzal urbano,
de los motores omniscientes y por eso inaudibles;
en vez de las paredes de hormigón de su refugio nuclear,
se encontraba en un accidente geológico
tranquilo como una turbulencia verde cuesta abajo.

578

Francisco Partida Hoy

86 101 Poetas • 101 Pintores 87


H
H
Patricia García

erramienta
agua:cortar
para magnetismo de la noche que por ósmosis deja pasar lo oscuro, balsa imperceptible de
movimiento irregular que nos recorre el plasma con su oriflama de fuego, mensajeros que
borran las lindes, alucinación de seres reales que viajaron en el hoyo del relámpago.
Tenemos, muy escondido dentro, un alacrán.

Herramienta para cortar


EL AMOR ES UNA YEMA QUE ACERCAS DE NOCHE. No tarda en hacerse instrumento
de acariciar a la altura de los labios (escurres una leche; parpadea lo blanco; me abro de par
en par). Ahí instalas el perfume, me inoculas (nada que ver con la sangre). Lo recibo de
quemadura benigna, como si unos vapores de aguardiente me cubrieran las llagas.
Eso que llamas numinoso me penetra (¡vaya rito de seducción!). Lo que te queda de
blanco se me acumula como nieve ante una puerta y se vuelve grumoso. Luego me duermo
y sueño con un ataúd pequeño, demasiado corto para nosotros.
Como tienes completa la parafernalia de boca, sabes hacer de todo: besar, hablar,
gritar. Yo me enamoro al instante de tu lengua. Espero tu beso, sabiendo que tal vez me
vas a amputar algo, y se escurren de nuevo tus labios como esponjas. ¿Por qué siento que
me cortan en el lugar más tierno?
Me resigno. Tus palabras son suaves como ramas recién salidas, de corteza joven,
no esa piel dura de los árboles viejos. Cuando el diluvio menor llega a su fin, la sangre casi
es violeta: gotea como savia de arce perforado.
Tu boca es capullo: no la veo en tu rostro sino más abajo.

Soltar lastre
ESE GLOBO LLENO DEL SOPLO DE DIOS QUE SOY se balancea como metrónomo,
dibujando en el légamo de la tierra suelta una medialuna.
Los vientos de buena navegación me esperan en la exósfera, donde la voz amarilla
de los ángeles resuena, asomada al calado de los altocúmulos, viendo cómo me quedo al
ras de la materia. Es un problema de peso.
Mi alma sale de mí misma en forma de amor, se alza en vilo, se detiene a la altura
de los ojos, y me dice, con su boca acorazonada y pulposa, que eche lastre.
Bajo la mirada: todo lo que está en el fondo de la canasta resplandece.
Tomo tu rostro, que estaba tirado a mis pies como hoja seca en los últimos días de
equinoccio, lo acuno en mis manos con cuidado de no desgarrarlo, y lo tiro por la borda.
Repito el gesto con tus manos, que parecían estrellas de mar en el piso de bejuco, tus
palabras, que habían muerto en mi oído después de interminables zumbidos, los ladrillos
de poemas apilados como libros viejos en una biblioteca abandonada, y una hoja
amarillenta, fechada en octubre, no nacida de árbol sino de plomo.
Voy subiendo. Parece la brisa soplar desde labios ocultos, germinados en los surcos
de labranza que recorren la campiña.

Françoise Roy
88 318 101 Poetas • 101 Pintores 89
E
El poeta, enamorado, escribe a su amada una carta en la que le confiesa que
Mario Cinquemani

E
no le importa perder su libertad
[Fragmentos]

l poeta, SI NO HUBIERA TENIDO JUNTO A MÍ TU BOCA


enamorado, ni me hubiera perdido ante tus ojos,
escribe a su o si tan sólo mi cursilería, tan simple,
no saltase ante ti los breves diques de mi pasión (¿lo ves?),
amada una carta tal vez no hubiera tenido nunca necesidad
en la que le de escribirte estas líneas.
confiesa que no Pero el amor toca a la puerta y tú, ¡oh, tú! ,
le importa perder eres la culpable.
su libertad
Desgraciadamente el tiempo de la inocencia
ha pasado ya para los dos; no puedo prometerte,
(Fragmentos)
como antes lo hubiera hecho, la felicidad,
no ya la Felicidad con mayúsculas
sino tan sólo la simple felicidad de los amantes;
y es que la vida, ya lo ves, nos va decepcionando cada día que pasa.

Ya no somos tú y yo los simples seres


que creyeron fundar en cada beso el mundo;
nuestra tristeza y decepción es tanta
que ni siquiera nos podemos mentir
(nos vence el pesimismo),
aunque sabemos que habría que continuar,
pero ahora sin propósitos finales.

Estamos en el mundo igual que todos,


con tan poca originalidad
que un poco de tristeza nos volvería ridículos.
Lo único que nos queda ahora es la libertad,
la triste incierta libertad que defendemos
como un tesoro, sin siquiera pensar que es también quizá
tan ilusoria
como nuestro pesimismo.

Por eso ahora suelto el lastre. De una vez por todas


suelto el lastre de amores indecisos,
de otros frustrados por circunstancias
que no son las nuestras, y de cabeza quiero dejarme ir
hasta el fondo amoroso de tus brazos,
perder mi libertad para encontrarla
en la vana pasión de cosas simples.

221

Gilberto Meza
90 101 Poetas • 101 Pintores 91
C
C
Salvador Santana

anto VII
(Díptico Homenaje)

Canto VII
(Díptico homenaje)

I
TOCA EL MINUCIOSO INSTRUMENTO DE TU ALMA, de tu voz de viento, escucharé en silencio
tu cantar. Generosa luz de tu mirada emana: "Atraviesa el tiempo sin que pueda tocarte la
desgracia". Li Tai Po, ¿han hecho la guerra tus antepasados y en torno a ti quedó la
edificación quemada de tu infancia? Después de conocer el alma de la hierba silvestre hoy
flores de artificio cercan tus ojos sabios y cansados, sé que no hay homenaje que merezca
alzar su nota insípida frente a ti.
Li Tai Po, desde tu diáfana sonrisa desdeñas mi solemnidad y entierras los dedos de
tus pies en el lodo tibio mientras recuerdas los oscuros sueños, que, de tarde en tarde,
resquebrajaban tu paz. ¿Qué diría Becket? Te alumbraría con sus afiladas sílabas y una
serie de sombras arrancarían tus vestidos miserables, dulce filósofo, para alimentar al
viento de las desgracias; pero Becket calla, como debiera yo.
Sonríes agazapado en mi pecho, diminuta criatura de dimensiones verdaderas
infinitas. No hablarás, lo sé, sonríes, Li Tai Po, roza tu nariz deshecha por el viento contra
mi silencio, contra mi pecho que entibiar quisiera tu pequeño cuerpo de sabio silencioso; y
si la luna vuelve a tocar tu frente como aquella noche junto al río, cuando hiciste barcos de
papel con tus poemas, no le digas que te quise prisionero, no le digas que esconderme
quise en tu sonrisa, para no vivir.

II
LI TAI PO CANTA. LI TAI PO SONRÍE, y en medio del millar de arrugas que atraviesan su
rostro bondadoso, su mirada consuela mi corazón atormentado. Alguien a mi espalda mira
estas líneas. No ha de abrazarme, ni en sus labios besos tibios encontraré. Mientras tanto Li
Tai Po sostiene su báculo de bambú. (Sabio sereno, protégeme del miedo al desamor,
guárdame de ser pasto del cinismo, del impulso enloquecedor de la sangre.) Inmóvil, veo
un anillo en mi mano, estudio la oscuridad de unos ojos sonrientes y lamento como nunca
que el tiempo de mi vida no sea otro, callo un nombre e inicio en mi pensamiento la letanía
que ha de llevarme lejos, aunque permanezca quieta: Sabio de mirada suave, tócame con tu
sabiduría, Anciano de lodosos pies, cántame tu silencio al oído, Li Tai Po, florecita,
estrella, guárdame de la muerte, de la vida, guárdame del dolor.

Canto XII

LA HERIDA ES EL CORAZÓN. EL TRAZO ENÉRGICO que un Leonardo dejó en su pecho, el


rasgo al carbón que evidencia la fuerza del artista, su talento. Porta la herida que como
suntuosa joya brilla, aunque a veces, en noches frías, pese a su resplandor, una cierta
neblina opaca sus contornos firmes, definidos.
Basta mirar de cerca para comprender que esa luminosidad emerge, no es reflejada
de ningún brillo exterior.
Nada dice Guadalupe Ángeles
de la herida, sólo la siente, entrecierra los ojos para desentrañar con
mayor exactitud la maquinaria secreta que preside sus sensaciones, el mecanismo exacto
92 101 Poetas • 101 Pintores 93

390
E
Rocío Sáenz

E n vísperas ¿Has visto que la luz


no se mira siempre con los ojos?

En vísperas
YA NO LOS LIRIOS NI EL ALCATRAZ ALTÍSIMO
ni siquiera el geranio y mucho menos la rosa
tan sólo el diente de león
tan sólo el viento
con el diente de león entre los labios
tan sólo esa flor
efímera y vencida
que nadie arranca del todo de las huertas
tan sólo el diente de león
avanza hasta mis manos y me besa

persistente vigilia me sostiene


en el vilo del alba
ya no los lirios ni el alcatraz
el geranio y la rosa

como el diente de león


efímera y eterna
la palabra sacude sus excesos
y echa a volar tras las puntas

del silencio

en un cono de luz
sus filamentos
hacia el hogar aspiran
con su danza.

De luz y sólo luz se vive y muere


DE LUZ Y SÓLO LUZ SE VIVE Y MUERE
porque la noche es honda
retrasada el alba
y en las tinieblas surge un cazador
devoto y obstinado
de esa abreviatura de la luz que es la luciérnaga.

El golpeteo de la ola abre mundos líquidos


en la planicie de la ciénaga.

Guadalupe Morfín
192
94 101 Poetas • 101 Pintores 95
H
espiga los islotes al alcance
de un sueño que se sueña en el otoño
y mata lo que toca o lo que mira.)

H ablando a
Hölderlin
Hablando a Hölderlin
ACUDIR AL LLAMADO DE LA NOCHE
que se consume en la hoguera sagrada.
Oír el canto inútil del arroyo
Carlos Maldonado

presentido al través de la ventana


que fija su ojo muerto en el paisaje. 55

Se siente palpitar un mundo extraño,


un trastabillar en la cuerda insegura
de las cosas que fueron y serán
una manzana ajada en nuestras manos,
soñándose a sí misma y un silencio
que grita en las oscuras galerías
de la sangre, clavando su alarido
en la sombra febril de lo aguardado.

La palabra —indigente en mina oscura—


calla lo por callar y por sabido.
La carne es más profunda y tensa su arco
desde la erguida torre del deseo,
oteando lo posible y lo imposible
—exiliada quietud en su tiniebla.

Acaso una silueta en extravío


se asoma, temerosa, a nuestro pozo
de agua viva y angustia fermentada,
sonriendo la inocencia más remota
al espejo letal de la caída:
hechizo de sorpresa que retiene
un momento —designio poderoso—
y súbita se lanza al laberinto
donde yerran aullando los deseos
disfrazados de sí mismos y antiguos
como el nombre terrible de los dioses.

(Inmensa pena anónima deambula


por las aguas tranquilas de la noche
y extiende sus límites fronteras
hasta rozar los labios del arcángel
atrapado en las redes de la angustia.)

Tiende el ala con vuelo deslumbrado


Amor, en los espectros del horóscopo,
en paz con el recuerdo y el olvido.

Guillermo Fernández
56
96 101 Poetas • 101 Pintores 97
L
Piedra sal de
la tierra

Hombres picando siempre piedra


hasta que algún día

L
el de todos los días Francisco Preciado
no haya
piedra sobre piedra
os locos
sobre la faz de la piedra
A Leonel Magaña

Los locos
A Leonel Magaña

LOS LOCOS AMANECEN DE LA TIERRA LEVE


porque de ella el alba es tan sólo
una absolución hipnótica
Los locos son los albatros que recogen nada
y sólo lo necesario buscando un inexistente sol
Los locos son la lluvia que viene del mar
para silenciar la sed de los desahuciados
y fraguar el horizonte aferrado
asimismo de los locos

Son la música que no pertenece


a partitura alguna
Son el ángulo y la intersección
del tiempo y del espacio
en ese ritmo donde se juntan y se detienen
como un espejo apocado entre su vida y su muerte
Son el suspenso anónimo y el escándalo
cuando se atreven a flotar inmaculados
sobre las calles desnudos y misericordes

Los locos trazan signos inanimados


donde ellos quieren
tanto en el cielo como en la tierra
sin que nadie lo sepa
para avistarnos otras vidas
en esta muerte
Y caminan por ahí con los zapatos
desabrochados en la obscuridad del día
y sus calcetines son422
siempre una incógnita

Los locos habitan en los vientos y los puentes y los parques

Gustavo García
98 101 Poetas • 101 Pintores 99
E
Empezar por decir
"a que no me matas"
y prestarle la pistola.

E
Empezar por decir Sergio Garval
"no tengo hambre"
y abrir la boca.

Empezar por decir


"buenos días"
y volverse a dormir.

EN ESTA CIUDAD
que no es la tuya
¿cuántas calles
que no has caminado
no te conducen
a barrios
que no conoces,
llenos todos con las casas que no habitas,
con camas
donde no duermes,
baños
que tú no encharcas,
espejos
que no te reflejan
y roperos cuidando las camisas
que no te pones?

¿Cuántas camisas no tienes


en las que no hay
mil bolsillos para no echar
las llaves que no abren
las chapas del cofre que no tienes
en donde no guardas
un tesoro que no posees?

516

Gustavo Hernández
100 101 Poetas • 101 Pintores 101
P
florido discurso a sus amantes
pretextos más para ver la luz de distinto modo
apostar a lo que dijo
¿o no lo dijo?

P
y se quedó en el aire Luis Valsoto

Pedalea la bicicleta
edalea
la bicicleta PEDALEA LA BICICLETA
que el diamante de la mañana se abre:
hasta aquí llegan los gemidos de los pájaros
y la sangre fresca corre por la pila
Acaso la existencia es un laberinto
un pedernal
la poesía
arde con la brizna y esperaba este
momento
del amor y la ceguera:
es la hora precisa de los fusilamientos:
anda levántate y amarra los zapatos
nunca estuviste bebiendo las mil y una noches
como un simple borracho
que canta boleros
Tú nunca prometías nada
y hoy estabas distinto:
hablabas de poesía
con esa claridad de los amantes perdidos
Así es como se olvida la estirpe
la leche espesa de las dragonas
el terror porque a las puertas se asoma el
colibrí
Lo sabes tarde:
las precisas reconsideraciones de la luz
perdida
en el inicio de la historia
se vuelven por la rendija más insospechada
Ya ni la sombrilla te cubre del granizo de las últimas
estrellas
corre abajo cuidando que la puerta se cierre suavemente
aguanta los quejidos que dejó la noche de amor desenfrenado
y si no vuela tu murciélago portátil
pedalea la bicicleta
pronto
que el vampiro se escapa
pero no siempre se escapa de la claridad.

310

Hermenegildo Olguín
102 101 Poetas • 101 Pintores 103
N
El ojo de la magia les daba una iluminación irrepetible,
y sucedió después que el paraíso era un engaño de la luz,
que a los amigos les bastaba un segundo para morirse,
que los amores llevaban dentro una almendra agria.
En la noche el paraíso sigue abriendo su rendija,

N
un fantasma de la luz, Martín Trigueros
el que hace que los amigos estén siempre aquí,
que los amores se conformen con su almendra agria,
ota roja que el corazón no rompa a aullar en la montaña.
A Cesare Pavese
Nota roja
A Cesare Pavese

SALIR UNA MAÑANA DE LA CASA


sin tomar el café, sin decir nada,
sin besar ni a la esposa ni a los hijos.
Salir e irse perdiendo por las calles,
tomar aquel tranvía,
recorrer el jardín sin ver que el sol
va colgando sus soles diminutos
de la rama del árbol.
Recorrer el jardín
sin ver que un niño nos está contemplando,
sin ver las cabelleras rubias, morenas, pálidas.
Pasar cargando una sonrisa muerta
*
Losla
con poemas
boca numerados pertenecen
cerrada hasta haceradaño.
distintas series de textos de libros diferentes.
Entrar en los hoteles,
hallar uno silencioso y lejano, 69
tenderse entre las sábanas lavadas
y sin decir palabra, sin abrir la ventana
para que el sol no meta su esperanza
apretar el gatillo.

He dicho nada.
Ni el sol,
ni la flor que nos dieron las muchachas.

I
YO TE SOÑÉ, CIUDAD,
formé tus calles,
disipé tus ruinas,
levanté catedrales en el viento
y coloqué tus piedras inmortales.
Inauguré un planeta
para verte, rota y encanecida,
levantada para volver a ser.
Mucho me iba en esta loca empresa.
Pensé que si existías
mi ser sería de nuevo.
En esta tarde,
con un sol llagado
al que niegan las nubes,
Hugo Gutiérrez Vega
te contemplo.
Ciudad de sueño,
cómo pesa tu piedra contra el tiempo,
104 101 Poetas • 101 Pintores 105
qué pequeña la piedra que me aplasta;
cómo mi ruina es un pájaro mínimo
perdido entre la niebla.
N
La oscuridad se posa ante mis ojos
y pese a ello
vuelvo a mirar el rostro aquel de hace unas horas.
La oigo reír y tiemblo desde adentro,
aún no la toco y ya me pertenece.

N
Xavier Córdoba
Hoy es sábado de fiestas
y yo festejo a la mujer
adie sino por la que soy
el centro más oscuro de la noche.
los débiles

Nadie sino los débiles


LAS GRANDES TRAGEDIAS SE ABATEN SOBRE LOS CORAZONES DÉBILES.
Son ellos los que soportan las más terribles desgracias.

¿Alguien puede soportar la soledad


sin ser seriamente lastimado?

Nadie sino los débiles


tienen la fuerza oculta en su miseria,
en su silencio solo.
Nadie sino los débiles
guardan el secreto de su quemante amor
hecho de hielo.
Nadie sino los débiles son los que se salvan,
los invencibles.
198

La dama
SE PUSO HOY SU TRAJE AZUL
zapatos rojos
guantes
y un perfume discreto detrás de las orejas

La dama juega a cubrirse el sol con un gorrito


y pasea su sonrisa y un ramo de rosas
a la luz de los ojos que la miran

Camina segura por las calles


mientras en el lejano mar
al ritmo de sus pasos
alguna barca le aguarda anclada al puerto

Ella sabe que la espero


por eso cambia de rumbo
se entretiene
tarda

Yo me juego todo por sus ojos


su sonrisa
sus caderas de cadencioso oleaje
aunque sé que finalmente
Javier
el Ramírez
corazón habrá de ganarme la partida.

106 101 Poetas • 101 Pintores 107


Decisión
CAMINO BAJO EL SOL IMPECABLE
4
4
Niño tragafuegos,
y fuego punzante de siglos que propaga esa miseria.
Autor de canciones populares.
Negociante parafraseador de la tonada de los sordos. Carmen Alarcón
Burócrata y trailero.
Soy el metro y sus rieles y sus gentes:
Desde ahora hasta el dos de octubre
y hasta mil quinientos veintiuno
y hasta mil cuatrocientos noventa y dos.

4
HOY NO VALGO POR MÍ MISMO,
o valgo todo lo que valen todos por sí mismos.
Hoy soy el único motivo de la luna
en su equívoca persecución de soles.
Soy duda y maleficio
y soy vida entre las horas que cuentan sólo los segundos
y no saben de la vida entre las horas.

Mi canto es de todos los hombres a golpe de ausencia.


Y por eso canto:
Porque no soy yo el que canto y soy el único cantante.
Y mis manos son guitarras y mi pecho
es la boca de los campos y los hombres.

Y canto a la vida en mi afán de distraer su paso


para decirle que pido espacio en sus andares,
que soy parte de sus alas,
de esas alas que duelen
porque abrigan libertades.

Y la vida me ve y se ve y nos ve
y se es en mi canto.
Canto a la vida.
Canto a los hombres.
Canto a mí mismo.

400

Javier Verea
108 101 Poetas • 101 Pintores 109
E
La noche tiende horizontes de fuego
como este vaso
que implora luz para reflejarnos.
Y tú al alcance de mi brazo,
fruto de la fe que guardo
Postof

E
bajo esta mesa sin mantel,
alma sola en la palma de mi mano.

l niño Dime tu nombre verdadero


y no serás más desconocida tú que yo.
Netzahualcóyotl

El niño Netzahualcóyotl
MADRE, CUANDO CREZCA MÁS,
como aquel tule a la orilla del lago,
cuando pueda soplarte a los ojos
y sacarte una basura
con el mismo aire triste
que sale por tu boca;
cuando pueda fabricar una canoa
con el alma errante de tus muertos
para que navegues por la salada neblina...
En fin, cuando crezca, trabaje y gane el mínimo,
podré rentarte una puerta,
una ventana
un cristo
y un poco de patio con una flor de dalia.

357

Jesús de Loza Páiz


110 101 Poetas • 101 Pintores 111
L
XI
XLI
Enrique Ruiz Rojo

que acicalas al volátil y terrible espíritu acuático


y que te ahogas de sed que nunca alcanzas.

XLI
Metido en mi nave, avanzo por meridianos
al sitio horario en donde reposan los huesos del tabachín y la jacaranda.
Algunos semáforos como espinazos podridos reposan sobre el césped.
Por la mañana las nubes se van acercando a la ciudad como un resfrío.
Los trolebuses tragan y escupen el vivo nombre de la gente,
ante la escrupulosa paciencia de la Minerva.

Yo avanzo por meridianos y veo a los mercados meter los pies a la sombra,
y los panteones y circos a su manera festejan la lluvia dorada del día:
Naranjas de arpillero en las trocas,
los espectaculares de Kodak,
el macizo hiper-real color de los taxis,
guiño infinito,
cuadras largas con líneas alimonadas
estado luminoso de la prisa y el deseo,
jugo vital derramado en avenidas,
bandera de fiesta en los uniformes de los niños,
basura maloliente, sangre amarilla de la mañana,
nombre amarillo del ficus benjamina y de los cítricos de Juárez
a la altura de los Arcos,
donde a la puerta reverbera su escudo leal,
ictéricas manchas del tiempo en las ventanas viejas y
manchas del fluor
en los salitrosos baches de la fresca ciudad,
y en los mil rangos del mango y la piña,
amarillos corredores del tiempo,
los meridianos de Guadalajara.

XLIV
CON TANTOS AUTOS Y LLUVIA Y FRONDAS DE FIERAS CAMPANADAS
con cohetes, taconeos y el sonido de los motores fabriles
o la marcha de un auto,
con los cláxones y el mecanismo quebrado de los semáforos, cómo no oírte calle
avenida, trozo de bosque llevado a la ciudad.

Jorge Octavio Ocaranza


509
112 101 Poetas • 101 Pintores 113
S
Libros de poemas: Animalías, Guadalajara, Secretaría de Cultura de Jalisco, 1994. Telescopios de papel,
México, DF, Fondo Editorial Tierra Adentro, 1996. Por demás la lluvia, Guadalajara, Ediciones Arlequín,
1996. Ciudad a cuatro ríos, Guadalajara, Universidad de Guadalajara, 1999.

Ricardo Godoy

S
Pulpo
TANTA POSIBILIDAD DE ABRAZOS
ueños del tren y siempre solo en un rincón del mar

Sueños del tren


EL SUEÑO DEL TREN VIAJA EN LA LLUVIA
Lo descubrimos en el espejo
escuchando su imagen
que se interna en cada ojo

En el tren viajan todas las noches


y oculto lleva un vuelo
para las aves cansadas del sur

En la memoria llevamos un tren


en dirección opuesta a los sueños

De Dios sabemos que en el tren


llora su distancia con el cielo
y reza con un crucifijo en silencio

El tren cruza ciudades inventadas


Se detiene en cada llanto de nosotros
Busca un viento para volar su papalote 473
por si llegara un mar en su viaje

No hay tren que no resucite en el silencio


No hay silencio que no espere a su tren

Paradoja en rana

LA RANA MIRA DESDE SU PIEDRA


venir la lluvia.
Se sumerge en el estanque:
no se moja.

De tanto mirar el árbol


fui árbol un instante

Me queda un nido de pájaros


para recordar

Coleccionista de sombras
A don José, el de Todos los nombres
Jorge Orendáin
LOS COLECCIONISTAS ANDAN POR LA VIDA
114
en su intento constante de ordenar el mundo.
101 Poetas • 101 Pintores 115
Los hay que gustan de hojas de árboles,
estampillas postales, llaveros, monedas,
jarrones antiguos, pelos de gato, miniaturas,
S
español Leo Geo.

Libros de poemas: Levantarás esta tumba, Guadalajara, edición de autor, 1996.

S
Signos
Joao Rodríguez
ignos ESTOY SECO DE PERSONA.
(Fragmento)
En mí no sé qué habla,
No sé qué primitivo eco
se refleja.

Desconozco la semántica de mi esqueleto,


La ortografía de mi vida.

Desconozco por qué habito


Esta cáscara de grafito y humo;

Crecí enfermo.
Nací y crecí en la oscuridad de Dios,
Sin orden,
Sin arterias que pudieran decirme:
Somos de este hombre
Y en él concebimos nuestro propio rojo,
En él amamos la injuria
Que domina su sangre...

Crecí viendo lo irrepetible,


Viendo sombras y relámpagos,
Viendo el vacío de lo fijo,
El lleno de lo diverso.

Vi los puntos cardinales


Que definen la unidad del hombre,
Vi una columna de signos
Que marchaban y se desvanecían callados.

Vi el corazón repetido de Jesús,


Vi la vida palpitando entre ajenos nombres, 562
Vi el dolor que transitaba en calma entre cristales,
Vi el dolor, sus gritos que dejaban ecos infinitos.

Oí una cicatriz cerrando en la cabeza de un sordo,


Escuché los hilos que usa la vida
Para soldar llagas que hace la propia vida.
Oí el dolor que no dolía,
Y oí mi propia memoria
Mientras tocaba el abismo de mi muerte.

Olí la humedad que yace en un ojo vacío,


Olí cavidades cuyos perfumes en la memoria
Son inseparables de sus quicios.
Olí mi muerte
Y no era dulce como decían.
Olí las hierbas y los campos
Jorge Raúl DíazenB.dos la vida
Y corté
Para contaminar los signos
Que hace el hombre
116 101 Poetas • 101 Pintores 117
Y así distinguir al olor
De su reflejo en la conciencia,
Y no confundirme en su mar nauseabundo.
T
Folé

T ú que desciendes
a la en
aquí última raízizquierdo
mi lado
me demuestra otra vez, querida Circe
que hay que buscar en otros laberintos.

Tú que desciendes a la última raíz


TÚ QUE DESCIENDES A LA ÚLTIMA RAÍZ, LA QUE DESCRIBE los nuevos hemisferios, no la
mujer ahora, la espuma eres de la turbia marea que se alza en el destierro.

Tú que ofreces a mi frente el otro paraíso, el instante sellado, la llave de esplendores, el


sueño del poder y del olvido; y a mis espinas, la luz y la esperanza, acércate de nuevo.

Amo ahora mi boca que es capaz de nombrarte. Mi lengua que repite tus sílabas como un
bosque tendido sobre el agua

Amo mi piel que te retiene y mis manos que te construyen a ciegas cada noche.

¡Oh, tú!, que en la caída encontraste mi cuerpo sin aliento, mi tacto sin un eco que le
alumbre, mis miembros encharcados, unta en mi ser tus bálsamos y marchemos; junto a mi
oído nombra la otra ciencia, con tus palabras abre mi memoria y llénala de pájaros.

Dale a mi cuerpo el fruto codiciable, entrégale el veneno del hambre que no acaba, la
sombra que al final logre vencerlo.

Y ama en mi voz el alba y en mis ojos el mapa de los nuevos agostos; y déjame amarte a ti,
en la amargura de esta hora final, cuando la tarde duele, mientras llega el olvido y nos
levanta.

para Irma Gloria Pérez

La canción del amor y los amantes


I
CUMPLE
sus ritos el otoño: no amanece.
(Las cigarras tejen sus argumentos sobre la luz dormida).
El violeta destiñe la ventana y es una mancha que pierde sus contornos. La noche se abre,
como un río, bajo una sábana de lluvia. Lo demás casi calla.

Afuera
el resplandor del alumbrado se encharca en las banquetas, traza sus vetas de oro sobre el
piso.

Jorge Souza Jauffred


118 101 Poetas • 101 Pintores 119
138
Ll
Ll
Miguel Angel López

LLEGA LA MUERTE PEGADA A LA EPIDERMIS DEL ADOBE. El


tiempo no se ha ido. Hoy es 1988 y 89. La cama acuesta a
los muertos que hoy vienen a visitarme

Tengo miedo de no saber qué tiempo es hoy


La abuela dobla su silencio con la escoba
Mi abuelo sentado espera la muerte

La cama duerme a ambos. Ambos son el mismo


cuerpo que tiembla. El mismo cuerpo que se toma
de la mano. La tía que ha sido tía desde siempre
mira desesperada

Hay noticias
Los parientes que viven lejos preguntan
Su pésame se ha hecho cartas
El adulto que lo puede todo está desamparado

José Antonio Neri Tello


120 101 Poetas • 101 Pintores 121
L
L
(a mi padre) LA FELICIDAD ES UNA PISTOLA CALIENTE
la eta mató a estudiantes guardias choferes enfermeras ministros
el ira a señoras que iban al súper
idi amin a congresistas campesinos jardineros obreros militares jockeys
pederastas sacerdotes
augusto mató las relaciones diplomáticas
nn mató a kennedy
la cia mató a jimi hendrix al wilson jesucristo karen carpenter
janis joplin john lennon beavis & butthead
el fbi a ma baker vincent vega
tommy larrin al capone felix pappalardi
la kgb a maïakovski trotsky y bukowski
la bbc mató a lady di
y a la madre teresa de calcuta
(a mi padre)
Manuel Sandoval

y a 1551 pasajeros del titanic


y a 17 tribunas de la liga premier
la kraft mató a la heinz
la pepsi a la coca
la coca a los gringos
el ddt a los piojos
el lsd a los protestantes
el pvc al poliestireno
al quaeda a sí mismos
el kkk a malcom x bob marley martin luther king garrincha y otelo
jp ii mató a jp i
aburto a colosio
yolanda a selena
camelia a emilio
fuenteovejuna al comendador
el aburrimiento a syd vicius
o jota simpson no mató a nadie
la policía mató indígenas en chiapas
el manchester con gol de último minuto mató las esperanzas del bayern
la emi mató a the beatles
la us army mató a miles de agresivos ancianos y niños
de korea japón vietnam nicaragua panamá irak yugoslavia
y a 140 de un edificio en oklahoma
el video mató a la estrella de radio
el pri mató 1 972 545 kilómetros cuadrados
la pgr mató dos pájaros de un tiro
la sep mató la ortografía
william burroughs a su esposa

la vida es un invento del dinero

451
José Eugenio Sánchez
122 101 Poetas • 101 Pintores 123
H
Sin mencionar nombres:
el techo puede ser blanco e infinito

Segunda (carta) declaración de principios

H
Tolentino
ME CUESTA TRABAJO SER SENCILLO
Me cuesta trabajo pararme de repente
asta es posible Hablar sobre eso que tienes en la mesa
sin meter en la conversación la teoría de los derechos humanos
una tercera
Me cuesta trabajo ser sencillo
entre montes y lagunas de tu cuerpo,
entre la relación de tu jefe y la explotación de tus riquezas naturales;
en el chatear no se puede ejercer el delito de crimen ecológico

Hasta es posible una tercera


Después de observarte toda la semana, día a día, hora a hora,
he tenido la noción de las formas,
líneas clásicas en tus ojos,
tonalidad armónica

La conclusión tomada:
Escala de Do en garganta cual anuncio dentífrico perfecto blanco.
Me cuesta trabajo
Tu doble moral es ensayo de orquesta.

¿Y qué decir de las relaciones internacionales?


De la neutralidad de los países
De los accesos comerciales, si en ascensión puedo oler hasta donde
se realiza la unión plena de tus piernas

Insistencia sobre un tema difícil de explicar


Te lo digo. Te lo canto. Te me lo explico
Observa cómo se desnuda el grifo con sus gotas

225

José Ruiz Mercado


124 101 Poetas • 101 Pintores 125
Y
y de toda la mitad del mudo
por la condenada embolia.

Tres años anduvo sólo cuidado del silencio.


Tres años anduvo medio vivo llevándose a todos lados
Rafael Sáenz

Y
quejumbrosamente
Tres años que esperó morirse cada noche,
hasta que lo consiguió el domingo
pero por la tarde.

YO SOY EL VERDADERO.
El que se mira de este lado del reflejo incendiarse.

Soy
El que se hace piedra para soportarme
y poder jugar un ajedrez a ciegas infinito.

Yo soy el que me espero.


El que me grito. El que me olvido.

Soy el desmemoriado de mí.

El intransigente,
El metamorfo,
El homonizado.

El que busca al dios de dios atrás del cielo,


y que ha hecho todo en silencio.
Al que no vive y no muere y no perdona y no ama,
al que simplemente es
sin serlo.

Soy el hombre del alma de mercurio


El desgeométrico
El que se funde y se fragmenta,
herido por las flechas en fuga circular.

Soy el presentido,
El prejuzgado,
El ahorcado,
El arquetipo.

Soy la visión del objeto,


la polvareda del antílope urbano.
587

Juan Antonio Cervantes


126 101 Poetas • 101 Pintores 127
P
Nada sé de los niños que se queman la carne
sus dedos se aproximan
para conocer el fuego.

P
Mis dos hijos
nunca se han quemado Abel Galván
bien necesiten un poco
para saber que es cierto
or la noche que el incendio está en cada esquina
de la habitación .

Por la noche
EL SUCIO ESTÁ MUY PISO
no pies con el pises
te bañas de acabar
y no ensucio que te quiero
cénense a sentar
está cena la lista
chile con quesadillas 525
un choco de pocomil
y luego caman a la van
ya es tarde
son casi las diez
once doce trece
escalérense en la subida
sin correr
bésenme el dar
acuéstense
día es otro mañana.

Mesa
QUIERO HORNEAR PAN
ser una mujer ordinaria
decir vete que te quiero vete
y en sollozos dejarte ir

pero no

me entretengo en lavabos
y en el instante voy tras la planta
riego el patio
voy vengo
hago análisis de ventanas y molduras
soy como una cocina desahuciada
llena de panes tristes
empacados
lacios
que se vuelven duros
de tan airosos

y llena de hijos
Karla Sandomingo
sólo dos
pero tantos
128 101 Poetas • 101 Pintores 129
cada noche quiero amasarles pan
pero sólo extiendo platos de cartón
y ofrezco mesas de plástico.
C
Jis

(CG
LAURA SOLÓRZANO

elan)
uadalajara, 20 de septiembre de 1961.
He estado escribiendo y leyendo poemas a lo largo de mi vida como una actividad independiente de
otras a las que me he dedicado. Estudié psicología en la Universidad de Guadalajara. Estudié Artes Visuales
en la UNAM, en México. Tengo tres hijos y trabajo haciendo artesanía. Sin embargo es en la poesía donde he
sentido un proceso constante de descubrimiento, enfrentamiento conmigo misma y placer ante nuevos
alcances.

Libros de poemas: Evolución, Guadalajara, Universidad de Guadalajara, 1976. Semilla de Ficus, Tlaxcala,
Rimbaud, 1999. Lobo de labio, Guadalajara, Filodecaballos, 2001.

(celan)
SEMBRAR A ALGUIEN PARA QUE ESTRECHE SUS TALLOS (DE CEREBRO NOCTURNO)
Sembrar a alguien en la desembocadura de la vía y separar
la construcción de los ejes, de las constantes de los imprevistos constelados.

Selva del sí, selva de la situación, la selva suda.


Se puede subir en síntesis. Alguien hace la síntesis del sol.
Alguien es sembrado en su siembra. Tu raíz de espina en silencio.
Sembrar lo que silba. El sentimiento que suelta su certeza de tajo. Surcos
adentro se empiezan a oír, en la simiente. Separar la simiente del sustantivo.

El sustantivo de alguien ha echado raíz. La rotura impera, la rueda ronda en el rastro.


Separar una acción salvaje, una acción silvestre, una acción que aguijonea en el cerebro
del tallo. Subir a alguien al tallo.

(pisada)
LA INCOMPRENSIÓN DEL PIE DENTRO DEL ZAPATO.
La caja de cuero negro alrededor de la piel.
La piel porosa del empeine plástico.
La infatigable envoltura de la pisada.
El pie que piensa en su palpitación prisionera.
El zapato en la respiración del césped.
El segundo en que el pie, pierde su pasado.
La suela de la simpleza que marcha.
La movilidad del tarso.
La movilidad del metatarso
(inconsciente laguna de calzado)
El desplazamiento de las riendas apretadas.
La planta del pie.
La planta que no se plantea.
La planta sin raíz.

Laura Solórzano 361

130 101 Poetas • 101 Pintores 131


B
6
TIEMBLAN ESTAS LÍNEAS,
un gozo
salta por la escotilla.

B
Allá José Benítez
en ese extremo de la noche
Paquito D' Rivera sopla su alegría.
arton Fink para Gaspar Aguilera,
quien también conoce estas latitudes

Barton Fink
POBRE GORDO, QUIÉN IBA A DECIR QUE FUERA UN MULTIASESINO
y guardara en su caja un dragón
o la cabeza de su víctima; y el otro
Fink, Barton,
escritor,
flaquísimo como el aire,
vecinos los dos en un sueño
en donde las paredes segregan pus
y todo arde,
incluso los fantasmas.
Éste es un hotel, un laberinto azul.
En la máquina las manos
de Fink teclean únicamente: Fade in,
como si el mundo
se aclarara en una botella de alcohol tirada por Faulkner
o en las fauces de Hollywood
y en un Ford que parte por Sunset Boulevard hacia el averno.
Un subterráneo gris son los oídos
de Charlie Meadows;
un pájaro en abril la habitación vacía,
y allá al fondo,
en un close-up a media luz,
la mujer dentro del cuadro,
¿recuerdo de Edward Hopper
o mera ilustración de un vacío?
En la playa las gaviotas son el reloj de la tarde
y esa mujer tan extraña se levanta
hundiendo sus hermosísimos dedos en la arena.
Son los ojos de Barton
los que han entrado al cuadro 487
junto con su figura. Un sueño.
Fade out. Punto Final.

León Plascencia Ñol


132 101 Poetas • 101 Pintores 133
2
¿ES USTED CONCIENTE?

2
¿Qué hora es?
¿Sabe lo que es un agujero de gusano?
Revise su pantalón: El bolsillo mide dos pesos y a mano,
Pero: Moná
¿Cree usted en pamplinas?
Un día de éstos lo pueden convertir en lactante.

¿Sabe usted respirar?

2
QUE SE MUERE DESPACIO
entre tanta prisa,
más leña,
que somos bárbaros pacientes,
que si se almuerza por adelantado,
que si callas pero te confiesas,
que descubres la tiranía de tu sonrisa
a cada matrimonio,
que escribes con color ajeno
y no recuerdas el código
de tu último infierno.
Así te olvidas de memoria
como espuma de caracol
que cae a tu suelo,
permites la visita
de tu representante
y lo veneras para dar crédito
a la mierda de su quijada y voz de campeonato.
Que se resbala en la huída
y sólo así te ciega la mariposa
y su lógica
pues no se huye por fuera y con miedo
cuando se está de urgencia
que todo es con calma:
somos los bárbaros pacientes.

459

Leonardo David de Anda


134 101 Poetas • 101 Pintores 135
E
se hace escarabajo.

Entreabierto

E
Al hombre de la mirada color herida
Homenaje a Sabines
Rocío Coffeen
ntreabierto UN OJO, UN LABIO, UN CORAZÓN.
Ningún latido. Mi mano, un ala.
La ausencia, como siempre, y yo,
Al hombre de la mirada con hambre de compañía,
color herida una taza, un café.
Homenaje a Sabines Hay muchos fríos afuera, en todas las esquinas,
y al final del tiempo, Él.
Hay manecillas de agua, alma de tierra,
pájaros estáticos en el cielo,
pájaros durmiendo a medio vuelo bajo el cielo.
Aquí, no hay nadie.
Me falta646alguien.
Mis lágrimas desde hace días quieren llorar
bajo un párpado.
La noche es corrugada. Contra la pluma, el papel
lento como el tigre
muerto se arrastra.
Ese hombre y yo estuvimos pegados con tristezas.
Sus labios sobre mis muslos
y mis labios dentro de sus ojos.
Nos matamos varias veces,
muchas veces morimos
nos gustaba morir
al pie de la lluvia.
Recuerdo que olvidé su nombre,
su piel encarbonada,
su transparente
e infiel corazón.
Recuerdo que tiene un metro cincuenta y siete
de alcance con los ojos verde aceituna,
que, en lugar de boca, tiene tatuados algunos nombres.
Y siempre,
entre los corazones, había mucha distancia.
De su pezón a mi pezón, había una mujer.
De su nombre al mío, el mar.
Yo sé que lo quiero
con sangre escarmentada,
hasta la última lágrima de la última catarata,
hasta el último aleo de mi último verso,
también cuando el alma no sea completamente alma.
Es importante querer con precisión.
Desamparada la noche, de nuevo vuelve.
Mi tabaco sufre de insomnio.

Instrucciones para recordar


Homenaje a Cortázar
A ti, por ayudarme a recordar

GENERALMENTE SE COMIENZA CON UN QUEJIDO MUY PEQUEÑO que proviene de la parte más
Leticia Cortés
interna del corazón, la que suele doler cuando en un suspiro se nos arranca la memoria.
Para recordar sólo es necesario precisar un momento, un instante, un lugar determinado.
136 101 Poetas
Cerrar los ojos con mucha fuerza o dejarlos abiertos pero• 101 Pintores
siempre voltear hacia arriba, 137
hacer un gesto infantil, tener los puños cerrados pero totalmente relajados. Luego viene
que la frente se medio arruga, es normal. Recordar es arrugar el presente para ver hacia
T
Gil Garea

T iempo desierto
(de cierto tiempo) Tiempo desierto
(De cierto tiempo)
(Fragmento) [ Fragmento]

EL GUÍA
Los beduinos desiertan el desierto
temen perder la memoria
Las caravanas se han establecido
De tiempo en tiempo
Tiempo desierto
los nómadas
vuelven
Han vuelto a bordar sus alfombras
han vuelto a tejer paraísos entre el Éufrates y el Tigris
Buscan el Delta
Hay un indicio
en su pasar
un joven
con cuentos de almas persas
de tiempo en tiempo
tiempo desierto
los guía
Rompen el sello de algún papiro del mar muerto
y aún en su decir
"Qué pequeños, Tobías, los beduinos
cuánta oscuridad"
Él sabe que las hojas del Pergamino
amparan los Secretos de Dios Alá, Jehová
Yahvé

Salmos de Gante
In memoriam
a mis hermanos muertos
en la calle de Gante

Salmo primero
EL SOL ABRASA COMO UNA PROFECÍA

Encandiladas
emergen por el albañal
algunas ratas
Pululan
Tiene que pesar el hedor
Leticia Villagarcía
90
138 101 Poetas • 101 Pintores 139
2
Tengo que partir
vamos a mirar la luna

2
el choque en la panamericana
como crece la parra
vamos a despedir
Luciano Rodríguez
el barco que te trajo es el que me lleva
de la azotea donde zarpé
volar para siempre
y nunca regresar demasiado.

VERTICAL SOBRE EL BARRIO


los vecinos riegan los malvones
sacan la basura y charlan
sobre unos gatitos abandonados
las manos saludan al barrilete
con los colores del campeón
a otra cosa mariposa
más lejos
hay un destino por construir

alando me despido
Buenos Aires una bandera gigante
hecha de levitas de murgueros
madre padre me vieron partir
la vida en dos pedazos
el tilín de tango
dejo mi cagadita de semicorchea
sobre los cien barrios porteños
Don Pérez del bar El Refugio
mira azorado
el gato de Don Pérez
indiferente y sutil
sabe que nunca
volveré
tanto como ahora.

3
LA PALABRA RESPLANDECIENTE
jirón de camino alo
sigo aleteando

302

Lisi Turrá
140 101 Poetas • 101 Pintores 141
L
procurarme esos momentos de mundodiferente que da, por ejemplo, picarse los ojos.
Cerca de mis veinte años supe de la poesía y desde entonces la leo, la agradezco y la escribo. Se me
hace fácil comunicarme así, mucho más que cuando tengo que hacer una carta importante, una nota con
indicaciones claras o una autobiografía. Y yo voy así, viviendo una vida que no es de poeta pero que tiene
una crónica y una historia contada en versos, sé que en esos retazos voy dejando migajas de pan para cuando
quiera o necesite volver a encontrarme.

L
Soy una mujer de pocas casas, de una ciudad y de muchas libretas guardadas.
Tengo publicados poemas en las revistas de todos: Trashumancia, Juglares y Alarifes. He María Rostro
participado en los talleres de Carmen Villoro, Raúl Bañuelos, Jorge Orendáin y alguna clase con Raúl
Aceves.
En estos años —como diez— he conocido muchas personas con las marquitas que dejan estas
a costilla de Dios comezones, y estos encuentros son, probablemente, lo que más agradezco a la poesía.
Me gusta escribir, me gusta que me lean: se cierra el círculo.
(Fragmento)
La costilla de Dios.
TENGO DORMIDO EL TIEMPO,
busco algo que lo despierte,
inventar con suspiros,
construir mi deseo.
Éste es el momento de nada.
Aparece,
Rescátame.

Él descansa,
agotado de crear mundos.
Sopla una brisa que le hace humano,
contempla su juguete
se arrulla.
Olores recién nacidos le asaltan
y entre ellos, uno,
dulce, temible,
el de Eva.

II
ME TIEMBLAN LAS MANOS QUE NO TENGO
si te recuerdo,
asustado de esta angustia de carne.
Frío de tu ausencia,
de él tendrán huella los vientos.

Creó un escenario que se mueve ya sin él.


Rueda biológica que ya no alcanza.

589

Lucía Rostro Rivera


142 101 Poetas • 101 Pintores 143
S
área de investigación literaria de 1996 a 1998. Entre sus libros de investigación se encuentran: Cuentos de
Rafael de Alba, Cuentos de Manuel Puga y Acal, Obra poética reunida de Miguel Otón Robledo, Poesía
completa de Alfonso Gutiérrez Hermosillo y Agustín Yáñez, cuatro libros, prosa inicial y artículos
periodísticos. Ha publicado notas bibliográficas, entrevistas, poesía y ensayos en Revista de la Universidad
de México, Revista de la Universidad de Guadalajara, Varia, Memoria de Papel, Periódico de Poesía,
Magia Menor, Péñola, Blanco Móvil, La Jornada Semanal, Los Universitarios, Punto, Vuelta, Nostromo,
Siglo 21, Público, Mural y La Cultura en Occidente. Fernando Arredondo

S
Libros de poemas: Recuerdos memoriales, Guadalajara, Departamento de Bellas Artes de Jalisco, 1980. Las
livianas, Guadalajara, Hora Absurda, 1983. Cautivas de la luna, México, DF, Premiá, 1985. Piedras
an Juan de Dios inscritas, México, DF, INBA-UNAM-ISSTECULTURA, 1987. Teatro nocturno, México, DF, UNAM,
1999. Monzón en llama, México, DF, Conaculta-Instituto Veracruzano de Cultura, 1999.
5:45 A.M.

San Juan de Dios 5:45 A. M.


SAN JUAN DE DIOS SE HA QUEDADO CALLADO
cuando el otro Juan de Dios comienza hablar
y el ruido de los autos y camiones
se mezcla con el olor de las primeras fritangas
y el menudo de rigor para aligerar los alcoholes.

Rosy ha cerrado la habitación y también sus piernas


suaves y libres los senos descansan sobre el colchón
y retorna a ella la dignidad que siempre se queda en casa.

Desnuda ya de esa angustia disfrazada en risas


al presentirse sin paga
o saberse al garete en la carretera
cogida y golpeada gratis
Rosy descansa a la hora en que algunos
ya mastican otro día de fábrica y oficina.

Entonces la sonrisa ya no aparece al dar vuelta la piel


y reposa sus palabras resolviendo lentamente
cómo deben salir de su boca.

Toma del buró su espejo rajado


se mira los ojos vidriosos escupiendo su amargura
y frente al espejo cerrando los ojos se cubre el sexo.
277
Rosy cuerpo laxo y tibio
apaga la luz y duerme.

Ligero será el sueño.

Tres de la mañana
EN ESTE MOMENTO EN ALGUNA PARTE
está naciendo alguien
matan
algunos fornican
otros tienen la daga

El mundo bien puede ser un girasol


o una rosa que en su belleza
Luis Alberto
comoNavarro
en la piedra
recae la muerte
144 101 Poetas • 101 Pintores 145
Quizá tiembla
llueve
corre agua o se detiene
L
L
Hugo Noé

audes

Laudes
CREO QUE ESTÁN TUS OJOS
en los ojos de mi padre
bienamado.
En sus ojos, mi abuela
que parece mirar el infinito.

El sol deja los árboles maternos


y al extender sus alas
ahuyenta a aquellos buitres
que me han dicho
morir.
El aire
me hace poner de pie
y abandonar la piedra de la palabra piedra
con la sed de exclamar
el nombre que he guardado
para que llegue el día.
En este sol en laúdes
No caben las palabras
que hacen sombra.
En tus ojos, Señor
miro nacer mi nombre.

DE LA PALABRA PRECISA, EL SILENCIO ES LA MÁS SABIA:

no me atrevo a decir
que la muerte se oculta entre los labios
y aguarda a que la nombre

En el canto hay silencios que no callan

la palabra precisa de la mujer


para que el hombre sea

Luis Armenta Malpica


146 101 Poetas • 101 Pintores 147

345
M
rendija pobre para mirar la espalda
ojo bueno en la ceguera

la mina navega bajo la ciudad en tu busca


en tu nombre

M
anuncia el salitre: dolor sanante: curare Leonora Ramal
en tu piel
cada arruga es tatuaje ilegible
ujer con lluvia dardo o carta con albricias de su arribo

Mujer con lluvia


LLEGANDO DE DONDE LLEGUES, NO TERMINAS NUNCA DE LLEGAR,
te ha traído la lluvia hasta mi cuarto de estudiante
y como para descansarme los ojos: sonríes.
Dejas caer el peso de la ropa humedecida
y disipando amargas sensaciones,
te desnudas la flor salvaje que madura intensa en el aire.
Igual que la lluvia,
me avanzas diversa de piel por el olfato
y porque llegas de tan lejos
transparente es esa línea de agua que me ofreces.
¿De dónde llegas diabla del cielo
que ya tengo los ojos azules de tanto mirarte?
Diabla del río,
tus pechos son la dirección del viento,
afuera que los llevas contra el frío,
quién te construye ese frío
que endurece tus pezones, sino las manos,
la lengua filosa donde cortas la respiración y el tiempo.
La calzada divide a la ciudad como un presentimiento
de que todo se aleja,
nosotros hemos caminado de un lado al otro lado de la calle
para estar hoy bajo techo conocido
ya sin esperar a que pase y llegue y te vistas...
Tan tibia te siento entre sábanas dormida
que apago el incienso para que nada te toque.
y tu sonrisa entonces
es apenas memoria del temporal pasado.
La piel empieza en las manos.
Así reposo,
bajo la sombra de una mujer calma
que da significado a todo el frío de las lluvias.
274

Poema de María de los Ángeles


LEJOS DEL MAR, EN LA CIUDAD ATARDECIDA,
sopla un viento que refresca los cuerpos y las calles.
La falda guarda la mejor sombra para guarecerse de la tarde.
Por las calles,
el calor nos confunde, nos hace torpes
y hastiados nos alejamos cada uno con su horario.

Luis Fernando Ortega


A simple vista, el mar se vuelve la falda de la muchacha que saluda.
Y mi mano en alto, es un barco que llega de muy lejos,
148 un barco de tripulación sonriente101por llegar• 101
Poetas a puerto conocido.
Pintores 149
En la playa, que son sus piernas blancas cruzando la calle,
hay una bienvenida en forma de encajes que ondean amorosos.
C
Javier Campos Cabello

C cantina 101

I
SALIR DE LA CANTINA ES ENTRAR DE NUEVO EN UNO MISMO.
No se sale igual que se entra a una cantina. Se sale otro, muy de
adentro. Viene uno ya sin soledad, como si hubiera depositado en
un lugar seguro la compañía. La vida entera pasa por el umbral de
la cantina en el instante en que salimos. Hemos de regresar, nos
prometemos, porque algo de nosotros olvidado queda siempre en
la cantina.

II
Tú no sabes de esto, Terminator, tu cerebro metálico, las
chispas de tus ojos, las mariposas que arden en tus manos, te han
impedido amar; tampoco conociste la luz del abandono que te
obliga a encontrar una y otra vez, al fondo de la copa, las palabras
que todavía te duelen.

III
El templo de la sed de absoluto reparte vasos de vacío. Y la
copa llena del vino de los inmortales se vacía intermitentemente.
Cien años de vuelo tengo y veinte más. Y mil y mil
bebedores han entrado y salido por sus pies o en manos ajenas: a
oscuras o con el alto sol en las alturas de la calle.

Lulú Castañuela Relingo


150 101 Poetas • 101 Pintores 151
T
LUZ BALAM

N ació en Guadalajara, Jalisco, el 25 de diciembre de 1955. Fue miembro del taller literario del
Departamento de Estudios Literarios de la Universidad de Guadalajara que coordinaba Raúl
Bañuelos, también del taller Mala Estrella de Víctor Pazarín y del taller Gabriela Mistral de Ricardo
Javier Arévalo

T
Yáñez. Ha publicado en la revista El Hoyo, Trashumancia, Diserta, Revista de la Universidad de
Guadalajara, Luvina; en el periódico Siglo 21 y en los suplementos: Armario, de El Occidental, y en la Hora
Cero de Tiempo de Jalisco.

Libros de poemas: Patio de la noche, Guadalajara, Ediciones Arlequín, 1994.

TITO
Pico, pico
De Tucán
Tico, tico
Rataplán
Pájaros
Quetzal

Quedan ¿Cuántos?

Tita mi calaca
Mi calaca baila can can
Rataplán
Tintán, Tuntún
Quetzal
Guaca, guaca, guacamaya
Primavera: tucán

Bumerán que no regresa

Cha cha cha

Tita, Cuquita
Tatata tararara, tatata tararara
Yo soy el rul, el ruletero

¡Que sí Señor!

tucán, los tucanes


crías para traficar

si no tocaran, Tata
si no tocaran

Tan tán

247

Luz Balam
152 101 Poetas • 101 Pintores 153
T
dice la hojita que me dieron) y fui colaborador en el tríptico literario el Che Araña, 1997. Editor del tríptico
literario Hongos a la hermana luna, 1998; Coeditor en la revista literaria La Urbe, 2000, y entré a la
licenciatura de letras hispánicas por la Universidad de Guadalajara. Editor de la revista literaria Espejo

T
Humeante, 2002, y director del grupo de promoción y difusión cultural El Viaje.
Después, lo que pase será literatura (en el peor de los sentidos).
Carlos Cortés
TE SOSTIENES DE LIBRO Y TINTO
como insecto
que gota a gota
encuentra la miel,
que mientras sonríe
busca a tientas
la noche que le pertenece.

Te sostienes del tintillo de la tarde


fácil fragancia que no encuentras
buscas entre tus dedos de zeta
y nunca/ jamás encuentras.

Te sostienes
a pan y vino
a libro y sol
a vino y soledad
a embriaguez sacada
de otras partes
que no aciertas a decir.

Te sostienes
mientras el péndulo flota
con su silbido de navaja.
Mientras las olas
destrozan el mar
y todo lo que alguna vez
nombraste,
la búsqueda.

Y el brazo cansa
mientras el cuadro 629
busca otro marco
otra luz que no puedes derrumbar.

Al estarse leyendo
tarde o temprano
da su golpe mortal
asesta/
y mientras
la noche
llegue cada noche
encuentras el justifico
por los días, de los días,
de los días.

Soneda
Marco Antonio Gabriel García
¡OH! AMANTES COMPLETAS
154 salid• 101
101 Poetas como nardos
Pintores 155
en campo agreste.
Recias en primavera
virginales en diciembre.
L
si el silencio es cálido
es olvido

abuelo mío
tierno padre que fecundaste a enjambres de mariposas

L
en una noche parda Lorenza Aranguren
y dulce
con el único propósito de hacer feliz
a ventana por un instante
a un desconocido.

A Gabriel Hernández
La ventana
A Gabriela Hernández

SOBRE LA CUCHARA CAMINA LA LENGUA


el puño de su padre es fuerte
la cintura de Luis, espuma
los ojos de mamá no son historia

Una sonrisa de cuervos carcome la tarde


aire venido de lejos levanta lutos que la madre limpia con su delantal de cielo
y la hermana
borda en oscuros ropajes

La lengua de Luis espera sentada en la ventana


una gota de saliva espera a la maleta
al beso
juntos el plato y la cuchara se derriten
371
La ventana no es puerta
ni circo
ni ventana
es pequeña figura que las uñas delicadas no alcanzan
es la ventana un ojo miope que destila —noche y día—
canciones blancas recogidas en naranjos tras los muebles

La muerte de la lengua es inminente


los ojos conversan en silencio la maldad de las nubes y los tronos
y el pañuelo del muchacho
bordado de silencios
se humedece.

I (Cavilaciones en el baño)
TRAS LA PUERTA DE CRISTAL
te miro
desnudo de ruidos
de palabras
de luz

Eres como el tiempo


que cuando niño
Estrellé con mi pelota
Mario Heredia —aquella pelota roja que no ha dejado de botar en mi cabeza—
Tiempo que se quiebra sobre un lavabo percudido
vidrio deforme
156 101 Poetas • 101 Pintores 157
eres

L
durante los primeros años, mi confidente. El mundo se fue develando en la forma —antes atípica— de una
familia: sin padre y con mamá sólo un día por semana. Rodeado de adultos, aprendí a que sus preocupaciones
fueran mías. Así, cubrir las necesidades más elementales fue un primer horizonte, y la lectura un refugio y un
arma para defenderse y ver a través de la ventana. Desde una noche en que la abuela desmayó sin pausa, no

L
he podido acabar con la certidumbre de que algo —incontrolable— está por sucederme. Quizá a eso se deba
un gesto de tristeza que me domina, y que sólo la lectura, más que la escritura, amaina. Estas líneas que
vienen, y que ahora son materia de juicio a tus ojos, han sido —en el mejor de los casos— instantes de Roberto Pulido
completitud: un encuentro con quien no conozco y sin embargo habito.
oLibros
másdemismo
poemas: Cada vez que luna, Guadalajara, Secretaría de Cultura de Jalisco, 1997. Canto
irrevocable, México, DF, Fondo Editorial Tierra Adentro, 2003.

Lo más mismo
(A Silvia, por compartir este desafío)

DECIDIMOS APENAS SE CONSUME LA PALABRA


cambiarlo todo,
trajiste tus cuadros contenedoras ventanas
medí el espacio y el mueble quedaría en su justo volumen;
preferiste lámparas blancas y circulares por aquello de la fuga de energía.
La casa nueva se levantaba cada noche, caminata o llovizna;
deberían ser muebles de todas las edades compartidas,
viejos dijiste, viejos dije,
seremos dos viejos entre las anchuras de estos muebles
—recuerdo confesé—
y echaste a reír frente a la mesa resignada a lucir el centro de una sala
tan ajena
distante de la calle vacía.
Una chimenea intocable alumbrada por las viejas cosechas
de la cava
la cava,
dijiste,
la cava que en otros tiempos hubiera perdonado
y que a cada paso
blanco
y tinto
fuiste llenando.
Quién hablará de esta casa
que cuando estamos se queda sola,
que la lluvia se vierte en óleo magnético detrás del cristal por nuestros ojos deslumbrado.
La casa con fervor se construye,
un teléfono la suena y la hace suya
las sillas tan pensadas y elegidas me alertan que habitaba ya
desde antes, desde atrás de la noche
esta casa que se construye contra la voluntad del tiempo
sola y tan llena conteniendo la sonata de Mozart que se estira
y desliza por la tarde de sábado donde hemos 538
decidido
apenas la palabra se consume
cambiarlo todo
hasta lo más mismo.

Cuatro
DESPERTAR LA FLAMA
y sugerir la altura de su cuerpo
Martín Almádez
deberán crearse pues
los extremos
158 101 Poetas • 101 Pintores 159
—como todo lo que es inevitable—

la flama
CK
ahora todo es tierra vil con huesos líquidos y adivinanza
la tierra son figuras humanas: frondosas negras bailando en grabado, gordas sentadas
mirando sincrónicas, señorones dormidos y otros en guerra, grandes tribus sentadas
fumando pipa de paz

CK
Ricardo Alemán
luego orangutanes,
enrebozadas en rezo, nubes embarradas hechas gis
y
fantasmas
puros
fantasmas

CK
RADIO MUJER TRANSMITE

desde un «sé» entre muslos


difusión de uvas pasas
que destilan un fino jugo
en el 69.2 de la frecuencia en llamas

la media luna, mi cielo,


que volvió al camino
como potro purarruga
461
a sintonizar la abreviatura modulada

en saber de primera persona, presente


a primeras de cambio
y en saber
de sexo seco como manantial apaciguado
de espaldas al suelo en posición de plancha pacífica y lucha
de transmisión húmeda a las 12 en punto en casa
de letras arrinconadas.

Ceka, en sabiduría de sílaba suave sin pretexto de cacofonía,


Ceka, mitad de empresa y tribulaciones de muebles,
Ceka, en la cama de la misma fábrica que desarruga fantasías,
Sea lo que Ceka para evitar regaños.

O seca planta vegetal recostada, para siempre, en espera del agua del animal.
Seca mujer de esquina transmite desde el último piso su programa.

Pecas
PECAS EN LA CARA
de tu capilla
con tu andar íntimo
ante el gran público de bancas,

Manchas en la piedra bendita de limosna


contoneando la alfombra
que te lleva
Mauricio Ramírez
a recibir tu redondo premio,
hipocresía y caricia:
160 101 Poetas • 101 Pintores 161
ese algo que deja rezando puntos negros
y despierta silencios,
D
estuvieron al pendiente de nosotros.

Alguien afirmó:
existir no basta para desandar la vida.
Otro dijo:

D
en ocasiones la realidad no coincide con el amor. Humberto López Trejo, “El Brujo”
La de ojos tristes
de quietud en las manos y en la ropa
ios enmudece nomás comentó:
en la noche la bondad nunca deja inconclusos a los seres.

A Anubis, dios egipcio Dios enmudece en la noche


de los embalsamadores A Anubis, dios egipcio de los embalsamadores

HAY NOCHES QUE MORIMOS SIN VIGILIA


que digieren la luna en su cruz de nubes
caen de ebriedad en cualquier azotea
de luz entre sus sombras

con qué espejo peinar la voz


del que junta sus pedazos de hombre
antes del alba

para zurcir el último abandono


de noche el dolor se aloja
a la altura de mis calcetines

"silencio
esta noche es hospital":
de qué muerte recuperarme
con qué estertor
conseguirle ganas a la vida

para llorar le sobra tristeza al cuerpo


marcapasos a los pies

la muerte no sabe de minutos


cuando agoniza el alba

de buena luz sé
que la oscuridad va por sus rumbos:
dios ilumina todo
pero enmudece en la noche

123

Miguel García Ascencio


162 101 Poetas • 101 Pintores 163
E
"Pero recuerda —aunque a mi puerta toques abriéndome la mona—
Mañana sabrás todo... Inocente vuélvete a dormir" [palabra de Gastón Baquero]
Después de esa noche de alcohol y estaño en que Papo Luca desapareció

Para Héctor Caro


Salvador Rodríguez

E
—teatrero y titiritero—
que en menesteres de peda
le robaron a Papo

xtracciones de
dura piedra de luna
Extracciones de dura piedra de luna

MAESTRO, USTED QUE LO CURA,


estoy enfermo del antiguo mal de luna.
Opéreme en seguida;
mi nombre es Albert Das.
Alguna luz mala,
alojada en los ojos,
sembró el grano que hiere la palabra
y, por mi voz, me ha vuelto un extranjero. 266
En el cráneo escucho la cal de las estrellas
calcificándose duras como biliares del sueño.

Por esta luz de mal de luna,


me he alimentado con el albar de almendras
quebradas hasta extraerles el nevado mármol,
más fino que la farina nefasta de las estrellas
o más limpia que la creta carne de las langostas;
me he alimentado de esta carne láctea
y, como un San Juan incoherente en las arenas,
mi palabra se ha convertido en un almendro
sólo penetrable a golpes con la testa de la incomprensión.
¿Cree usted que la nieve, concentrada en el grano óseo,
escrutará, entre las graderías del sueño,
la perla visionaria de la vigilia
y nos resuelva esta nostalgia por las ceibas,
este mal de luna
que sólo se enfiebra en las almas de pálidas arenas?

He llegado hasta su sombra,


hasta la resolana de su luz.
Usted tiene el embudo en la cabeza,
el bisturí en la mano
y la nieve anestésica de la vigilia:
Maestro, opéreme en seguida
de este duro mal de luna;
mi nombre es Albert Das.

Miguel Reinoso

164 101 Poetas • 101 Pintores 165


F
F
OLGA MARGARITA RIVERA Fernando del Paso

uria infancia N ació en Guadalajara, el 2 de noviembre de 1969.

Furia infancia
RUEDO EN ESPIRAL,
bajo a gatas
hasta la infancia.
Sopla un aliento
de chiquilla
que hace gestos
tenebrosos.
Camina con alacranes
patea el montón
de ternura
que le ofrezco:
le hace un orificio
en la piel por donde
le duele el mundo.
Aquí dentro hay una niña
que me arroja serpientes
del tamaño del odio.

Umbrales
BROTÉ DEL ALBA
entre precipitadas formas.
Con fuego en la voz,
surgí del silencioso latir
de los cuerpos vivos,
con un grito destinado a emerger
como el rumor del río
que no decrece.
Aún estoy aquí
esperando a que venga
el pálido invierno
y acabe con esta historia.

512
Olga Margarita Rivera
166 101 Poetas • 101 Pintores 167
T
Cuadras. Universidad de Guadalajara, 1997. Participó en la antología Poesía última de Guadalajara.
Colección Canto de Sátiro, Ediciones Arlequín, 1998.
Ha publicado en diversas revistas y suplementos periodísticos: Juglares y Alarifes, Luvina, Dosfilos,
Trashumancia, Tierra Adentro, Universidad de Guadalajara, Renglones y Armario.
Colaboró como editorialista del periódico Público y como editor de noticias en el grupo
Promomedios Radio.
Kraeppellin

T
Libros de poemas: Performance travesti de la noche oscura con percusiones, Guadalajara, Ediciones
Arlequín, 1995.

equila Sunset
Tequila Sunset
Imaginación y memoria
Imaginación y memoria ambas son sueño
Luis Cardoza y Aragón
ambas son sueño
Luis Cardoza y Aragón
DE TU ZAPATO NEGRO
y tacón alto bebo
líquida luz de sol cayendo

brindo crepúsculos
veo la pared blanca
como un enorme lienzo virgen

empiezo a deletrearte
levanto tu vestido
mi mano penetra tu sombra

luz de luna en molcajete


muelo luciérnagas chapulines enyerbados
cantos de coyote tuesto hormigas grandes rojas

hasta que llego a tu color mezclo


grana grosella neón en raíces
escupitajos de bengala
masco cáscaras de cactus

prendo el humo que me lleva a ti


ya veo tus ojos
tus pechos parpadeando

amanece ahora
bailas sin control

424

Óscar Tagle
168 101 Poetas • 101 Pintores 169
E
trajino en geografías non sanctas.

A tu dedicación asceta
se opone lo percudido de mi sábana.

E
Lucía Maya
El pan invertebrado
l pan
invertebrado DÍA LOS HOMBRES QUE LA MUERTE
no es sólo una palabra
ni aquello que se abre entre un instante y otro
y todos especulan como la minúscula hendidura
por la que se hace Dios.

Diles que sus ondas atraviesan el tiempo


y nos alcanzan
si la hacemos memoria
(un día, al abrir un libro
frente a tus ojos huele a permanencia
zumba tu corazón
queda muda tu piel
y cuando cierras nuevamente el libro
ya no reconoces tus zapatos
y todo lo que tocas te produce
un escozor extraño.)

Diles, Inkla, que al centro de la estrella


se mece el punto oscuro
que crece imperceptible en cada hombre
en cada hormiga
en cada brote hijo de la lluvia.

No les mientas jamás


porque la certidumbre que han llamado amor
les disfrazó la casa
y a su sombra inventaron
las lámparas
el vino
y un pan invertebrado.

Se borró el horizonte
pero luego
levantaron los muros.

No les mientas a aquellos


que ya viven la ausencia
convídales un trozo de tu muerte
que la amen en ti 102
que te vivan en ella
aunque caigan los puentes.

XIII

Patricia PMedina
AGUÉ PUNTUAL AL SIAPA
por cierto cuota fija
con mi derecho al baño diario
170 101 Poetas • 101 Pintores 171
el café mañanero
y la sonrisa fresca de mi casa.
E
Porque escucho la isla
solitaria y distante del reposo
crecer como remanso de nubes amantísimas
entre el sueño y el alba.
“Peque”

E
Y la oigo crecer y levantarse,
relámpago de playas,
y diestra en llanto y sales a socorrerme
ste sueño con la fresca merced y el refrigerio
de un ala sosegada.
insumiso

Este sueño insumiso


ELLA, LA OTRA QUE ME HABITA,
la que vela, loca, ataúdes vacíos
y dice palabras que yo ignoro;
la que su duro cautiverio exalta
con fiero don de lenguas
y en el pecho, ejército de heridas, 28
le combaten el sueño y la tormenta;
la que puede llorar aún
cuando yo callo,
ella, la mujer que me habita,
ciega sufre mientras yo la miro
con mi rostro prestado
y mis ojos discípulos fieles de las piedras.
Y yo le digo:
"Quedémonos aquí;
dura milicia, interminable guerra
son sólo nuestros días,
puerta de polvo el corazón sin ecos.
Quedémonos aquí, ya quietas,
y que la ruina acabe
por comernos los huesos".
Un pulso de fantasmas lento enfría
el licor de mis sienes,
pero ella, la otra que me habita,
llora rebelde aún, y huye,
y a su sueño insumiso mis palabras
son endebles barricadas de arena.

El regreso
YO VENGO DESDE UN LEJANO PAÍS
situado al borde eterno de los ríos
con mis ojos adultos y mi sueño,
a guerra y claridad predestinada.
Vengo a habitar la orfandad de las piedras,
a gritar mi palabra en el silencio
de los muros hostiles;
vengo a buscar mi rostro en los espejos
de las habitaciones olvidadas
y en las furtivas máscaras que el sueño,
Paula Alcocer
preceptiva de polvo y rebeldía, inventa
sobre el rostro más cerrado y fiel
de la ceniza.
172 101 Poetas • 101 Pintores 173

Una secreta enemistad de espadas y presagios


borra hallazgo y retorno, y me defiendo apenas,
D
D iez

CIUDAD DE CANTO GRIS O ENROJECIDO, de aviones parpadeantes.


Humaredas en tus esquinas, escalas donde el aire se deposita para volverse
ruido o centella. Pasan tus hijos, tus nietos transparentes y te saludan con
Laura Elena Valencia Lomelí

una mirada oblicua, cegados por tu belleza, ciudad destruida y vuelta a


construir con cenizas propias o ajenas. Una palabra y explotarías, ciudad.
Una palabra es tu zócalo aunque el agua pasee entubada en tu noche de
ratas. Manos confiadas te levantan y te sacuden con un ronco buenos días,
te sepultan como botín o como semilla bajo tu puñado de efemérides. Diosa
joven, nacida apenas este día que por tu gracia corre y se estanca como
una avenida sembrada de semáforos. Alzas tu pupila un instante, diosa
sin párpados, y todos callamos y nos saludamos llenos de confianza y de
dulce barbarie. Arrojas tu moneda al aire, diosa lila, y todos tus ladrillos se
apagan y se prenden como queriendo prevenirnos de sucesos inmedibles.
Míranos caminar por tu palma enrojecida y decirnos nuevamente que nada
pasa, que tu sangre invicta da una maroma perfecta y se detiene en el
viento de la tarde como una visión terrible. Míranos sacudirnos nuestros
apellidos, nuestros números todos y solicitar a un dios taciturno la ceguera
buena. Míranos silbar y mover cuellos y rodillas y no sostenernos en
articulación alguna. Ciudad de ríos desterrados, de campos de antenas, de
valles constelados, de distancias posibles, de caminantes grises y a veces
enrojecidos por tu tosca y entrañable sangre.

Pedro Goché
174 101 Poetas • 101 Pintores 175
G
Niño temeroso
AL CHARCO DE AGUA NO SE ACERCA.

G
Si allí cayera nunca saldría.
Inmóvil en el fondo acecha
el cielo. José Fors
uanatos
Guanatos
(Fragmento) [fragmentos]

1
EN LAS PRIMERAS TARDES DE PRIMAVERA RECORDÉ MIS LLANOS
perdidos.
Míos y de todos los niños que alzaban su corazón
en el lomo de papalotes,
soltándoles cuerda para que llegaran al cielo.
Esas tardes se llenaron de vacas lecheras,
las milpas de los sembradíos de maíz manotearon
el viento
y el azul se manchó de parvadas.
Algunas y algunos todavía recuerdan aquellos
buenos tiempos.
Recuerdan el fluir de los arroyos y el canto de las
ranas,
el aire de las arboledas que aspiraban
profundamente
y levantaba la hojarasca de sus pechos.
Recuerdan que cortaban flores silvestres al caminar
descalzos sobre pastos húmedos
viendo a cada tarde bajar el sol por el horizonte.
Regresan a esos años y se miran las bolsas del177
pantalón gordas de canicas,
muñecas de trapo duermen a todas horas con los ojos
abiertos.
Pero el trenecito de juguete donde viajaban se salió
de casa y encarriló su ruta en rieles de acero,
las muñecas cerraron los ojos y lloraron al abrirlos
y ellos y ellas fueron a la deriva por un mundo nuevo
pero sin aventuras;
allí cambiaron por baratijas los buenos tiempos.
Muchos olvidan ese ayer y siguen adelante con unas
cuantas memorias,
parecen decir con su actitud "tenemos que seguir los
pasos del tiempo".
Es verdad y creo que andamos en las mismas,
pero en el fondo intentamos recuperar
lo que dejamos en aquellos años perdidos.

He andado mucho entre los cerros


HE ANDADO MUCHO ENTRE LOS CERROS.
No sé qué me hace recorrer distancias;
Rafael González Velasco
tal vez adelante me lo digan.
Sigo un sendero cuesta abajo,
176 al final encuentro una corriente101dePoetas
agua, • 101 Pintores 177
es momento de hacer alto.
Descalzo mis pies y se los entrego al arroyo
y el se lleva con tenue fluir mi gran cansancio.
U
Si amanece nos vamos,
lo consuelan.
A la noche volvemos, amenazan.

U
Antonio Ramírez
MEJOR LOS OJOS QUE UN LENTE FOTOGRÁFICO
para ver
np(r)o(bl)ema,tres
,,
comas como palomas al atardecer
de amor

Un p(r)o(bl)ema de amor
AMOR AMOR AMANECÍ MUY MAL
No puedo levantarme
Soñé que un camaleón me seguía a todas partes
que no tenía parientes ni amistades
que me quedaban sólo una hoja de afeitar las venas el paisaje
Amor creí que al despertar besaría tus pechos como siempre
pero no reconozco las cosas de este cuarto
183
no huelo la canela de tu pubis
Amor amor tengo que destrozarle al animal su baúl de disfraces
Una noche es bastante para esos carnavales
Déjame un rato más en esta cama tan alta como un puente
aguardando que pase para lanzarlo al río en una limpia llave
No quiero averiguar cómo vine a parar en un hotel como éste
Sólo quiero cazar al camaleón
El resto se endereza con su muerte

TE DIJE QUE NO QUIERO MÁS ROPA QUE TU PIEL.


Por qué me das esas camisas blancas,
las planchadas palomas de la despedida.

Observando cómo al sudar el vaso de agua fresca


que acalorado apuro
reduce sed y arena a transcurso sin tino,
en tan vacío segundo te convoco:
escucha aunque te vayas,
asiste a la polémica que parado sostengo
con la bóveda azul desde el desierto
en que esto concluyo:
duro lecho tendrás si me abandonas: olvido,
y agua, para beber, hirviendo.

Antes del trago


POR POCO ME ARREPIENTO DE MIRAR,
de tener tantos huesos,
tanta mujer e hijos,
tanto país carajo,
tanto trapo,
tantos menudos objetos.
Rafael Torres Sánchez
Por poco, por muy poco,
me entrego a los estragos del sofoco.
178 101 Poetas • 101 Pintores 179
Por un pelo de calvo, caigo.

Al rato, por un futuro nieto,


N
N
Davis Birks

NADA TE DARÁ ESCRIBIR UN POEMA.


A ningún lugar llegarás.
No hay Ítaca. No hay camino.
Habrás de inventar el tuyo.

No alivias el aburrimiento de los días,


ni conquistas la estima de los otros,
ni el amor, ni el pan.
El mundo no cambia, y nadie defiende tus versos.

No ahuyentas el cansancio de tus hombros machacados


ni entiendes el lenguaje de las olas;
los pájaros no cantan para ti
porque hubieses escrito un poema.

No evitas tu muerte.

La poesía no hace nada por ti ni por los tuyos.


Nunca retribución obtendrás: abismos.
Te señalarán: "ese malparido escribe poemas".

Cuando estés en medio de la noche


solo con tu alma
y sientas tu respiración al ritmo del universo
entenderás lo único que la poesía puede darte.

HABITADO POR LA INDEFINICIÓN,


la nada,
solo, pensativo y rodeado
de libros que no he leído
y forman, si acaso,
un camino a transitar antes de morir;
estoy aquí: reinicio mi vida,
continúo el poema que todos,
cada uno a su manera,
escribimos.
La vida, en ocasiones, no deja vivir;
pero siempre alguien escribe,
lo que a él toca
de ese poema
Ramiro Aguirre
de todos.

180 101 Poetas • 101 Pintores 181


Q
Historia universal
EL AGUA TAPATÍA CAE SOBRE SU ESPALDA PERLANDO SU PIEL,
riachuelos verticales resbalan espirales por el torso,
los glúteos y las piernas del hombre;

Q
un chorrito cae por su pene, Viviana Martínez
parece una de esas fuentes de niños quietos de piedra
orinando.
uinta lección En Washington, el presidente Bush dice que su propósito
de Año Nuevo es comer menos hamburguesas con queso.
de moral

Quinta lección de moral


TANTO IGNORAMOS DE UNA CONGUITA NERVIOSA EN LAS RAMAS
de un árbol que yo vi, y también tanto de Dios, todo.
El poeta escribe sus sueños, pero ignora qué ocurriría
si se cumplieran; sueños y más que sueños, temores,
pronósticos de todo tipo. Ha ganado humildad.
Su escritorio es ahora una pantalla electrónica,
como un trozo de un Muro de Berlín de luz.
El mundo es lo que es.

435

Ramiro Lomelí
182 101 Poetas • 101 Pintores 183
H
desde su otro allá

Mujer usa ser Dios


cuando el alma se le sale
y ya no quiere volver

H
a su cuerpo al fin vacío René Linares
como estrella en la carne de la noche

Mujer es el Universo
omenaje donde Dios vino a nacer.
al gitano
de la tierra
Homenaje al gitano de la tierra

AL OBSERVAR EL HILO DE SEDA


que va dejando embarrado sobre el cristal
comprendo que las rutas del caracol son misteriosas:
sólo el caracol sabe a dónde va.

El caracol en su tienda de campaña


acampa donde sea, es un nómada perpetuo,
es un solitario empedernido
que ni siquiera procede del país de los caracoles;
165
es un hermafrodita promiscuo
tal vez el modelo del Andrógino
que ya no suspira por su mitad perdida.

Las constelaciones espirales


son los caracoles que dejan un hilo de luz
al deslizarse lentamente en la tierra negra de la noche.
Si escuchamos al caracol
oímos el sonido más antiguo del mundo,
el corno de la primera orquesta
que se escuchó en la profundidad del aire.

Si tuviéramos paciencia suficiente


un día llegaría el caracol hasta nosotros
y nos revelaría su secreto,
pero siempre estamos huyéndole
pues sabemos que su secreto nos desbarataría
igual que la sal a su cuerpo de gelatina fría.

Homenaje a una niña en su columpio


LA NIÑA BLANCA BALANCEA SU CUERPO FELIZ
borrándolo y pintándolo en la ráfaga del tiempo
Su ave se acuesta en la espalda del paisaje
a esperar que se abra la puerta violeta
por donde ha de cruzar en su caballo alado
Alguien desde lo alto conocerá su nombre
y la llamará con las voces del relámpago.
Aquí la Tierra la verá irse en silencio
como las flechas de los venados azules.

Raúl Aceves Lozano


Torre de Jamay
En Madrás hace un tiempo largo
184 101 Poetas • 101 Pintores vi una pirámide azucarada 185
una torre de dulcería.
Pablo Neruda
V
para el álbum de las cosas que viven
y mueren.

V
Ver un colibrí Pancho Madrigal
A Alfredo Zitarrosa
y a Carlos Pellicer

er un colibrí VER UN COLIBRÍ ES TENER UNA VISIÓN.


Pájaro en dos alas temporales,
llega del futuro a volar sobre el es y el qué será.

A Alfredo Zitarrosa Tiene largo el pico para caber siempre en una flor.
y a Carlos Pellicer Hace su actuar en un dos por tres
que nada tiene que ver con la prisa.

Su cuerpo es del tamaño de un pajarito.


Su interioridad es visible en el aire.
Su canto se escucha con los ojos abiertos.

Lo mismo que el salmón y la ballena,


el colibrí es un milagro vivo.

El día se puede dividir en antes y después del colibrí.

Ver un colibrí es ver una aparición.


No se puede tocar con las manos.
Algo se trae con el misterio.

Da todo lo que tiene y es en un momento,


llevándose al partir su propio sabor en el pico.
Y al volar a otro espacio que uno desconoce,
el asombro parece aguardar otra sorpresa:
la lluvia, el arcoiris sobre el patio, o algo semejante.
Pero él se va y no vuelve cuando lo esperan.
Siendo una presencia absoluta,
el colibrí está por verse siempre.

Cuando se va deja algo de sí permaneciendo.


Y deja el recuerdo de haber visto el mediodía
encarnado en dos alas, un pico y unos colores rápidos
parados en la punta del aire.

Un día vi muerto un colibrí.


Y vi la muerte arrodillada en sus dos ojos sorprendidos
y no lo pude creer muerto.

Sigo sin creerlo:


Este amanecer me pareció verlo entrar por la ventana.
210

Una vida
UN PEZ ME DIJO DEL RÍO COSAS LARGAS Y TREMENDAS.
Me dijo que a sus piedras la dureza
Raúl Bañuelos
les vieneSalcedo
del agua que las golpea.
Y que la lluvia le duele y le entusiasma
186
más que cualquier cosa cualquiera.
101 Poetas • 101 Pintores 187

Un pez me dijo del mar cosas anchas y tremendas.


Me dijo que a sus aguas el río le duele y le entusiasma
T
norte de Texas, vivimos en Carrollton, una ciudad al norte de Dallas (donde nació nuestra pequeña hija) y al
este de Fort Worth, ciudad donde trabajo como subdirector de La Estrella, un periódico editado en español.
Publico apuntes cada semana también en La Opinión de Los Ángeles, el Hoy de Nueva York y en La Grilla
(revista mexicana "en línea").

T
Viajo con cierta frecuencia de regreso a Guadalajara para encontrarme con mis hijos.

Libros de poemas: El agua inmóvil, Monterrey, Gobierno del estado de Nuevo León, 1992. Blanca Félix
ita sin fin, blues
Tita sin fin, blues
BIENVENIDA MÚLTIPLE CONCÉNTRICA
llegarás con tu carga de aventuras y desventuras en el corazón
pero sabrás que tu sitio lo tienes siempre en éste que se me agolpa;
a todas partes llevas a este loco que te ama

La casa ha sido obscura e inmensa.


Sin ti su multiplicidad es un infinito
tú eres el centro de sus dimensiones,
el eje de mis evocaciones
donde te encuentras está mi hogar perfumado entre tus piernas
vagabundo en Nueva Orleáns

Has llegado maletas en mano


bolso al hombro 174
postales con Monet: itinerarios coincidentes,
como tus besos y tus lágrimas
infaltable equipaje de tus viajes

Reminiscencias del trompetista de Austin a orillas del Mississippi


el viento te golpeaba tanto como la canción del solitario
como el viejo y sucio sombrero en el piso
vacío a las siete de la mañana tu corazón lejos de mí
tus pasos hacia el Café du Monde donde mi sombra se sentó a tu lado
tu destino que se quedó en las cartas del tarot en Jackson Square

Saltimbanquis aturdiendo el aire/


payasos con metáforas en versos y manos/
trovadores jazzistas dándole un concierto callejero a ti y a tus amigas después de la cena/
el nieto del blues y su abuelo negros que te hicieron llorar en la plaza/
el canto de los niños que te iluminó en la catedral/
la soledad del hotel/
Todo, cada escena, es equipaje para este blues

Tus pasos que me devolvieron


tu proximidad que llevó mi mano a encender luces y abrir persianas
para que tus ojos miraran la Casa Alta iluminada
desde un taciturno taxi doblando la colina del cementerio
tú a punto de concentrar tu multiplicidad
en mi abrazo de nuevo por ti apaciguado.

Nuestra tristeza siempre ondeará por el mundo


NO ES QUE ME HAGA DAÑO AMOR MÍO, SINO QUE TE AMO,
zorra esteparia.
Raúl Caballero
Siento tus mordiscos dentro de mis libros, en el sonido de mis canciones,
en los actos de mis amigos.
188
Tu aliento me golpea el rostro cuando llueve. 101 Poetas • 101 Pintores 189
Me dueles lejana. La bondad de unos tragos secos
nada tiene que ver con la dulzura de mi apego
las palabras ebrias no tienen indicios del olvido
M
HERMESAURIOUROBOROS
CRIPTOSAURIO
SACROSAURIO
Investido de copal y penacho estelar en los cachetes.
Pareces ejote tiernito como larva de papalote.

M
¡ Eyta, ahí te llega! Alfredo Langarica
Molcajete, el tejolote.
Para dar chilito al paladar contento del falo cuadrúpedo de sedosa y resbaladiza estética
verdigris; penetrando dulce doncella del agua.
afuko
¡ Ajó, Ajó, Ajó, Ah, jodido!
Chimbombo
El ajolote cantó y olvidándose del sol se acurrucó en la inmortalidad.

Mafuko Chimbombo
MAFUKO CHIMBOMBO SE PUSO BIEN BOMBO,
sin bombo y platillos, maraca y tambor.
Bailando un buen mambo extravió tornillos.
Se puso chirongo con dos-tres potrillos.
Zumbó como trompo y cayó redondo; como entre las nubes y las cordilleras de una
suripanta empezó a cantar:
Ahora sí ando zumbo, jeringo y mondongo.
Estoy como quiero, Mafuko Chimbombo.
Muy Pedro Yerena, bien Javier Solís, sin pena y con gloria en este desliz.
Chaquichaqui-chariquichá, chaquichaqui-chariquichá
Chaquichaqui-chariquichá, chaquichaqui-
chariquichá
Mafuko sin bombo y platillos, púsose bien bombo.
Para disvariar un tallón de 80 —sin meter las manos—
Sexy-sexy-sexy
Zas y zas y zas hasta por atrás en el
Junior´s Bar o en El Kalimán.
Con una oxigenada y una morenota, filósofo etílico se puso a cantar:
La tele es la tela que arropa la idea con mucha tutela, de faldas más largas que
tu pobre abuela.
Mafuko Chimbombo, bombo bien se puso y gastó unos pesillos
—lo de sus camiones, lo de su familia, todo su salario—
Hay sabrá después.
Chaquichaqui-chariquichá...

245

Raúl Ramírez García


190 101 Poetas • 101 Pintores 191
S
pero le reprocharon la alegría
y se compró un chaleco color rata

Consideró que el sol era la luna


y que la luna nada finalmente
Ismael Vargas

S
y se quedó mirando su presente

como quien ve llover y no se moja


i no hay amor como quien huevos fritos desayuna
mientras la rosa suya se deshoja
entonces qué carajos

Si no amor soy entonces qué carajos


SI NO AMOR SOY ENTONCES QUÉ CARAJOS
qué nube de pesar qué estrella herida
bandera por qué vientos abatida
conversación resuelta en qué estropajos
114
vengo del corazón a mis trabajos
y voy de mis trabajos a la vida
vida que se te entrega inmerecida
pero que sabe dar sus golpes bajos

no sé ni qué decir pero me digo


que al fin y al cabo soy un buen testigo
y voy a atestiguar que estoy amando

todo lo que perdí mejor ahora


que cuando lo tenía llora llora
no dejes de cantar te estoy mirando

Giro la perilla abro


AH UN ESPEJO DIGO
y cierro y me regreso
y me detengo atónito
al recordar de pronto
mi voz al otro lado
ah un espejo digo
y cierro y me regreso
y me detengo atónito
al recordar de pronto
mi voz al otro lado
ah un espejo digo
y cierro y me regreso
y me detengo atónito

SI ALGUIEN ME DIJERA QUE ESTO ES UNA LLUVIA


yo le imprecaría diciéndole: ¡es una pecera!
Entonces él se desconcertaría, claro,
y llamaría a tres agentes policíacos
que, girando sus macanas, me invitarían a contestar:
Ricardo ¿es
Yáñezesto una lluvia?
¡No! Es una pecera, ya lo he dicho.
y ellos, después de propinarme101soberbia golpiza,
Poetas • 101 Pintores
192 193
se irían muy orondos, nadando.
M
al derecho y revés de mi cabeza.

8
NUBES BLANQUÍSIMAS FLOTAN EXTRAVIADAS.
El olor a vida se me impregna.

M
Taza humeante de café en el desayuno. Cornelio García
7 A.M. de un lunes temerario.
Seguiremos atizando el incendio
otivos en este violento
y próximamente inhabitable espacio.
verdaderos

Motivos verdaderos
LA FAMILIA SE ENCUENTRA CONMOCIONADA.
Había amor: todo se ha perdido.
Las valiosas pertenencias
quedaron anegadas en el cieno.
Las gratas memorias convertidas en fantasmas
rumorean por las habitaciones de la casa.
Un tenebroso eco
revela antiguos pasatiempos familiares.
El polvo se ha tornado intrínseco al ambiente.
Fue un hogar: ya no lo habitamos.
Lo grave es que la familia, como dije,
se encuentra conmocionada.
Se culpó de ello a la hipoteca
gravitante sobre la finca.
La verdad nunca nadie quiso
encontrar los motivos verdaderos
que causaron la tragedia.

Bajo la saeta solar


BAJO LA SAETA SOLAR DEL MEDIODÍA
la sombra de cualquier árbol

172

Rubén Hernández
194 101 Poetas • 101 Pintores 195
A
hay algo en ella de vértigo
y de arena su tiempo
es el ritmo de la sangre
entre nosotros sabe
de lejanías

A
de noches profundas Paula Santiago
y de peces aéreos
como hombres sueña
yer enterramos entre pájaros y regresa
a sus cristales
a la abuela

Ayer enterramos a la abuela


AYER ENTERRAMOS A LA ABUELA
entre cirios de pitayos
deletreadas campanas
silencio de pájaros
y un llanto frío que movía
las hojas de los árboles 314

Por muchos años aquí no pasó el tiempo


pero ayer lo vi subirse al tren
y perderse lejos
como luciérnaga en mi infancia

Una banda de música


nublaba de luces las palabras
mientras los jóvenes
con ojos de infinito presente
detenían con asombro su juego
en el silencio

Papalote
¿QUÉ HACE VOLAR AL PAPALOTE?
¿Sus alas y su cola?
¿El viento?
¿O la prisión del hilo y de mi mano?

Mi tío Juan
MI TÍO JUAN ES UNO DE LOS HÉROES
de mi infancia: jugaba de tarde en tarde
al cuatro, a las vencidas o al rebote
rodeado de amigos; hombres olvidados,
desnudos desde los sueños hasta la cintura
y repletos de historias y palabras.
Tomó cerveza sin rencor y sin límite.
Soportó el rumor iracundo de su colmena
y las miradas de avispas sonámbulas
en los vecinos.
Educó a sus múltiples hijos como pudo
Salvadory Fong Fierro
los metió hasta el cuello de la vida.
Nunca doblegó su libertad
196
a la enfermedad del trabajo definitivo, y •por
101 Poetas gusto
101 Pintores 197
se anotó en el olvido mucho antes de muerto.
Yo tuve un tío que fue un don nadie
(y cantaba).
C
N neoclásico y danza contemporánea; con participaciones teatrales (1985-2000). Obtuve el diplomado de
escritores en la SOGEM Guadalajara en 1992. Asistí al taller literario de cuento de Carolina Aranda en 1993,
el Antitaller de Poesía César Vallejo de Raúl Bañuelos de 1994 a 1998; al taller y curso de poesía portuguesa
del siglo XX con el maestro Francisco Cervantes en 1997. Con la maestra Carmen Villoro asistí a un curso
de poesía mexicana del siglo XX; a uno de literatura española contemporánea por parte de la Universidad de
Guadalajara en el CEDUCA, en 1998, y por último al taller multidisciplinario con la maestra Patricia

C
Medina, de 1998 a 2002. Obtuve un reconocimiento en la Semana Cultural Letras 2mil2 de La Sociedad de Carlos Vargas Pons
Alumnos y el Departamento de Letras Hispanas, de la Universidad de Guadalajara, como ganadora del
concurso Cuento y Poesía, en la modalidad de poesía, el 31 de mayo de 2002, con el poema "Raíces de la
ciudad". Actualmente finalizo la licenciatura en Filosofía en la Universidad Guadalajara.
asi una casa
Libros de poemas: Esta casa que soy, Guadalajara, Literalia, 2002

Casi una casa


TU MIRADA TIENE ALGO DE CASA
de lámpara encendida en la ventana
que restaura los espacios de la noche

yo miro desde afuera tu casa


como un poema límpido
de verdor de palabra
que nace de algún río cercano

si pudiera quedarme
si tuviera el valor de pedirte posada
desataría rompería mis cadenas con esta llave
plantaría un naranjo en tu pecho
y qué pronto
los colibríes vendrían
a abrevar de nuestra agua.

Intemperie
I
LA CASA SE ACOSTÓ A BEBER SUS PALABRAS
dijo tantas casas
que de un solo trago
se empinó la noche

347

Selene Bueno
198 101 Poetas • 101 Pintores 199
P
Dejará de dolerme la cabeza
y volveré a sentir calor o frío
pero emociones no.
Terminará esta envidia de raíces

P
donde el árbol espera para darse
y yo para pedir. Carlos Larracilla

rovincias Provincias
1
LA LUZ, ATRAVESANDO LAS ARCADAS,
inaugura pasajes y descansa
como si se tendiera en la palma de la mano.

Vengo de una ciudad donde es ciega la carne


y las mujeres escuchan un frustrado caballo de madera
en el triste crujir de sus camastros.

Despierto: las campanas volaron y su eco


es un espíritu que avanza por encima de Dios.
354
2
NO CONTEMPLES A LOS PERSEGUIDORES DE UNA VOZ QUE FUE SUYA;
no debes saber nunca que miraron tu afluente y se quedaron sin reflejo
porque ese canto dibujaba un ritmo,
un contorno de ola que descubre la cima donde siempre me dejan las palomas,
me persiguen los niños y, al final de la plaza,
tú me esperas.
Amiga, escribamos la historia de ese lugar que duerme en tu niñez,
desanda el empedrado
como si recogieras en tus ojos la humedad de las sombras.
Olvida esas provincias que repudian tu huella.
No podría soportar que nuestro cuarto ya sólo fuera mío
y los ruidos huyeran murmurando por la puerta entreabierta.

3
CUANDO NOSOTROS ESTAMOS SEPARADOS,
en las calles que renovó la lluvia camina la profunda figura de un viajero.
Dormía en los asilos del monólogo —porque no hay otro nombre
para esos callejones donde el frío es una forma de callar y herirse—
y, en el umbral de una sonrisa cándida,
relata los detalles de la autobiografía
con un calor de sílabas tocadas como uvas o senos.
No pregunta jamás si ego te absolvo.
Y cuando se levanta,
cuando nace sola, ciegamente, a caminar desnuda por las calles,
va iluminando los callados sitios donde nos encontramos
con esa luz de litoral propicio a las celebraciones.
Lo sabemos: ha llegado el momento de empezar otra vez.

Sergio Cordero
200 101 Poetas • 101 Pintores 201
S
vientre la luna hierve, llaga. Como un moribundo de orejas erguidas, lanzo mi última
mirada al cielo y bramo con ojos plenos de fuego. Cada barra de la alcantarilla es hierro
fundido, una a una ciñen mi carne. Presa de un enrejado lustroso entigrezco; las rayas
vuelven arisca la piel, el viento eriza mi pelo. Henchido, mi nuevo oficio es ser insumiso,
pariente lejano del que fui. Goloso devoro las llanuras de asfalto, merodeo fuera de las
Amado Franco

S
casas, miro y no me detengo en las ventanas. Dentro un misterio inexpresivo, rasgo de
anaqueles cerrados, deja penetrar mis ojos de oro que arden con su terrible luz hasta
posarse en el interior insondable. Ahora sé que no hay nada de extraño. Indócil, invalido la
posesión humana del orden. Soy un jeopardo de sonrisa maligna, único félido feo que
conoce como pocos los códigos odiosos de los armarios cubiertos de polvo. De ellos
extraigo hieles, trucos y saña; desde aquí marcho cauteloso por el canto de las puertas
abiertas.

SU OLOR VENÍA DE LEJOS


de un camino largo
se paró a mi lado
cristalino era
sus manos tocaban las raíces de las cosas
como si tuvieran algo de mar dentro
era una figura azul su silueta
rodeaba mi cuerpo
como si bajara una cañada
y sus manos se hacían seda
hilos de luz
aquella tarde supe que el amor
no es un balcón donde uno sonríe y suspira
un sorbo de su cuerpo
me tembló en los labios
un temblor que vació mi corazón
y luego lo llenó de pájaros.

LA LUZ PUEDE LLEGAR A GOTAS


como una súplica
detenerse entre los labios
y unir la piel a la oscuridad
la luz puede nacer desde la noche

402

Silvia Eugenia Castillero


202 101 Poetas • 101 Pintores 203
N
N
Un río emplumado penetra en la selva
Un río de lumbre ensancha su cauce.

uevoNuevo
mileniomilenio Iñaki Beorlegui
A Éva Töth A Éva Töth

EL PRIMER DÍA
la mujer repitió en voz baja las palabras: "Hágase la luz"
al abrir las persianas,
descolgó una botella de suero semivacía
la puso en el cesto con los algodones, gasas y cinta adhesiva
y la luz se hizo en la recámara.
Encendió una grabadora, las notas de una flauta dulce
nombraron al día por su nombre
entonces ella se atrevió a nombrarlo también
segura de que la noche había terminado.
83
El segundo día
recogió agua de lluvia y la calentó con sus manos
hasta hacerla mansa como el cuerpo del hombre que yacía en la cama
sus dedos lo humedecieron despacio
después de secarlo
lo envolvió en sábanas lavadas con manzanilla y luna.
El tercer día
ungió sus yemas con sábila para alisar cada surco
amasar con savia blanca la flacidez de brazos y piernas
para dar fuerza a los músculos en esa tierra aún fértil.
El cuarto día
mientras pasaba el rastrillo por las barbas jabonosas
le habló del sol y de las estaciones
hasta que él retomó el tiempo que parecía haberse detenido.
El quinto día
cerró los periódicos con fotografías de guerras y temblores,
al romper una receta que había quedado sobre el buró
rogó que los años por venir se multiplicaran como las aves y los peces
y poblaran la casa que había estado un tanto abandonada.
El sexto día
pulió con paciencia de alfarero el torso varonil, el cuello, la cabeza,
repasó una y otra vez el bordo de la oreja
presionó con firmeza las plantas de los pies.
Acercó su boca hasta infundirle su aliento
ayudó a incorporarse a ese hombre
cuya imagen no era semejante a ella
y vio que lo hecho era bueno.
El séptimo día
el olor a café y pan recién horneado la fue trenzando a él
se tendió a su lado
antes de descansar decidió contar de nuevo los dedos uno a uno
pasó su lengua entre ellos
encontró gozo en moldear con sus manos
un poco del barro que había quedado blando hasta darle forma
el séptimo día no hubo reposo.

Teresa Riggen
204 101 Poetas • 101 Pintores 205
P
dignidad y la vergüenza —¡oh, virtud y visión de los borrachos!— además es un comentador incansable y
exhaustivo de las cosas sin importancia; poeta irresponsable de tiempo completo; aviador en trámite de la
Facultad. Padece: weba congénita, personalidad múltiple (en sus manifestaciones de: psicólogo, papá,
confidente (amante, evidentemente, no). Fiel del rock & roll y sus derivados, que sirven de fondo —es al
revés, en verdad— para sus poemas (que no son poemas, pero ¿cómo llamarles de otra manera?).

P
Ha colaborado con la revista Espejo Humeante y en los Jueves Literarios del café Epicúreos con
mediana (nula) asistencia, cuestión de la que se aprovecha para empezar la borrachera desde el jueves y no Laura García Rulfo
dejarla hasta bien entrada la semana. Participó en los filmes El verano de la señora Forbes (1987) y
Clandestino destino (que dicen que es chafona, chafona) de Jaime Humberto Hermosillo, algunos
cortometrajes, así como en diversos talleres de actuación y video.

Now I' m the imposter


Now I’m the &
imposter & the real the real one' s gone forever.
one’s gone forever Radiohead
Radiohead
Pasos pasos
Pies de ceniza
Y dibujando la ciudad
Con el escombro cotidiano
Ése que me fui ayer
Y hoy rastro de palabras
Y gotitas de música evaporada y dos o tres
Alcoholes
Y mañana pasos pasos
Ahogados en edificios que
Formo todavía al compás del cigarrillo
Y la silueta del humo

Cae en fugas
Y chimeneas
Y no me entero
Sigo de paso y me paso
Sin cruzar la puerta
Que está ardiendo
Y no me nombra
(no es zarza divina)
Que es fogata y viaja
A mi costado
A mi costilla
Ésa que me duele tanto
Ésa que no se escucha 631
Y que es como un poema
Por no tener
Visa ni pasaporte
Para este lado

Robafaros
GUARDAFANGOS Y CAFÉ DE OLLA
seducido así con la conciencia vacía
un montón de botones para eyectar
en un momento
sóngoro compongo
y me sale
la aplicación de la flora intestinal
Víctor César Villalobos, “Chiva”
celestial alivio
supongo
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pero habrá quien
bajo el influjo crédulo
del conejo del péndulo o pleniluna
I
Poesía, Renglones, Si Scrive, La Tempestad y El Zahir. Pertenece al consejo de la revista Tragaluz.
Está incluido en El manantial latente. Muestra de poesía mexicana desde el ahora: 1986-2002.
En el periodo 1999-2000 obtuvo la beca Conaculta–Fonca para Jóvenes Creadores.
Desde 1997 ha trabajado en el periodismo cultural. Actualmente es editor de la sección de Cultura
del periódico Público.

Tarcisio Navarro

I
Libros de poemas: Escrúpulo del minutero, Guadalajara, Secretaría de Cultura de Jalisco, 1994. La sal de los
lucientes, México, DF, Fondo Editorial Tierra Adentro, 1997.

nstrucciones
Instrucciones

1
ENCUENTRAS LA TRAMPA AL REINO DE LA ARENA
donde el cristal suelta el silbo
y es un sueño irrepetible del halcón.

Las nubes son alianza entre las rocas,


remolino salobre cuando llueve,
látigo para pieles jóvenes.

Inversión salina del rasgo virginal:


"Sólo conozco sus ojos,
de tanto verlos se olvidaron de mí".
Fiel a su manto,
la paseante da a entender una sonrisa
mordedura, reflejo albo
ánima del papel vacío.

Ante la magia del contorno


aíslas el espectro.
Jalas su hilo en busca de un camino recuperable.
Bajo cada guarida un túnel grabado,
en cada balcón una llave recargada a la espera.

Recreación de la paciencia,
inflama un párpado su gozo reclamado.
Se vislumbra el ojo,
saeta en este corredor de amparados.
"No siempre estamos aquí los que soñamos.
En la otra orilla del ensueño
algunos fundan ciudades
para un despertar más amplio".

¿Cómo aproximar esa orilla? 541


2
NO ES SÓLO TRASLADARSE,
todo debe reconstruirse bajo la cúpula
de la transfiguración.
Piedra a piedra
reconocido el mito,
se afianzará el soporte.
Tenemos dos manos
y memoria para la ciudad nueva.
Víctor Ortiz Partida
(Sueño encerrado en una ampolleta,
¿dónde el venero?)
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Construir no es superar el derrumbe,
olvidar el fabuloso reino de la arena
S
con la savia trágica modelando la orfandad de las orillas.
Hasta la muerte es imprecisa al pronunciarse
pero su hiedra nos escama en toda nuestra amplitud, diminuta
El sauce aún se lija las entrañas en el río,
bifurca el rigurosos bocado de luz
Sergio Bustamante

S
y lo estila en la sombra infranqueable que exige su oficio
El sauce espera y se aletarga
Sueña que huye en la estampida del viento
El río lame con aguas viperinas
el estallido de legiones verduscas y aves
que se constelan para ilustrar
las dudas de los esperanzados.

SOY ENFERMA QUE RESPIRA LA MOSTAZA DE LOS DÍAS


Tersa me regalo a la amplitud del seto;
y en el jardín fecundo del exterminio perpetuo
no me conozco hierba o raíz
Soy enferma en la hora guillotina de la anunciación nocturna
hora blanda
úlcera de luz en el costado del tiempo
Soy enferma de seminal nombre
víctima rústica en la sintaxis del viento:
idea que se pudrió antes de madurar al fruto
Soy enferma y final
\un helecho crujiente en las manos de un niño/

CUANDO LA NOCHE SE HACE EN CAL


lo mejor que puedo hacer es abrir la boca hasta escaldarme
Escribir una vela
Pensar que soy sola en la punta de un lápiz
Jugar a asfixiarme con la brutalidad de un cabello

657

Xitlálitl Rodríguez Mendoza


210 101 Poetas • 101 Pintores 211
Indice

Adriana Díaz Enciso 10 Waldo Saavedra 11 Jorge Octavio Ocaranza 112 Enrique Ruiz Rojo 113
Alberto Meillón 12 Balo Pulido 13 Jorge Orendáin 114 Ricardo Godoy 115
Alejandro González González 14 Margarita Pointelín 15 Jorge Raúl Díaz B. 116 Joao Rodríguez 117
Alejandro Vargas 16 Humberto Baca 17 Jorge Souza Jauffred 118 Folé 119
Alejandro Zapa 18 Rigoberto Soltero 19 José Antonio Neri Tello 120 Miguel Angel López 121
Álvaro Salvador Morales Hernández 20 Alexandra Parachini 21 José Eugenio Sánchez 122 Manuel Sandoval 123
Amado Aurelio Pérez 22 Lula 23 José Ruiz Mercado 124 Tolentino 125
Ana Claudia Zamudio 24 Juan Carlos Robles Oscos 25 Juan Antonio Cervantes 126 Rafael Sáenz 127
Ángel Ortuño 26 Susana Soto Poblete 27 Karla Sandomingo 128 Abel Galván 129
Antonieta Bethsabé Ortega Calderón 28 Maruca Etienne 29 Laura Solórzano 130 Jis 131
Antonio López Mijares 30 Sally 31 León Plascencia Ñol 132 José Benítez 133
Antonio Marts 32 Héctor Javier Ramírez 33 Leonardo David De Anda 134 Moná 135
Arnulfo Sepúlveda 34 Gustavo Alvarado 35 Leticia Cortés 136 Rocío Cofeen 137
Artemio González García 36 Gustavo Castillo 37 Leticia Villagarcía 138 Gil Garea 139
Arturo Santana 38 José Luis Malo 39 Lisi Turrá 140 Luciano Rodríguez 141
Arturo Suárez 40 Margarita Páez 41 Lucía Rostro Rivera 142 María Rostro 143
Arturo Verduzco 42 Omar Nava 43 Luis Alberto Navarro 144 Fernando Arredondo 145
Baudelio Lara 44 Luis Rubio 45 Luis Armenta Malpica 146 Hugo Noé 147
Benjamín Sánchez Espinoza, “Fr’Asinello” 46 Juan Carlos Macías 47 Luis Fernando Ortega 148 Leonora Ramal 149
Blas Roldán 48 Jorge Monroy 49 Lulú Castañuela Relingo 150 Javier Campos Cabello 151
Carlos Alberto Cortés 50 Hugo E. Villalobos S. 51 Luz Balam 152 Javier Arévalo 153
Carlos Prospero 52 Toni Guerra 53 Marco Antonio Gabriel García 154 Carlos Cortés 155
Carlos Trejo Pech 54 Alejandro Colunga 55 Mario Heredia 156 Lorenza Aranguren 157
Carlos Vicente Castro 56 Benito Zamora 57 Martín Almádez 158 Roberto Pulido 159
Carmen Villoro 58 María Fernanda Matos 59 Mauricio Ramírez 160 Ricardo Alemán 161
Cristina Gutiérrez Richaud 60 Marycarmen Gutiérrez 61 Miguel García Ascencio 162 Humberto López Trejo, “El Brujo” 163
Cuauhtémoc Vite 62 Gustavo Peralta 63 Miguel Reinoso 164 Salvador Rodríguez 165
Dante Alejandro Velázquez Limón 64 Luz Elena Arellano 65 Olga Margarita Rivera 166 Fernando del Paso 167
Dante Medina 66 Sofía Crimen 67 Óscar Tagle 168 Kraeppellin 169
Enoé Eréndira Zárate 68 Adriana Luna 69 Patricia Medina 170 Lucía Maya 171
Enrique Macías 70 Enrique Oroz 71 Paula Alcocer 172 “Peque” 173
Ernesto Flores 72 Fernando Aranguren 73 Pedro Goché 174 Laura Elena Valencia Lomelí 175
Ernesto Lumbreras 74 Luis Pablo Polanco 75 Rafael González Velasco 176 José Fors 177
Eusebio Ruvalcaba 76 Gabriel Mariscal 77 Rafael Torres Sánchez 178 Antonio Ramírez 179
Febronio Zataráin 78 Manuel García Díaz 79 Ramiro Aguirre 180 Davis Birks 181
Felipe Ponce 80 Jors 81 Ramiro Lomelí 182 Viviana Martínez 183
Fernando Toriz 82 Carlos Torres Barragán 83 Raúl Aceves Lozano 184 René Linares 185
Filemón Hernández 84 Carlos Díaz 85 Raúl Bañuelos Salcedo 186 Pancho Madrigal 187
Francisco Partida Hoy 86 Irma Gutiérrez 87 Raúl Caballero 188 Blanca Félix 189
Françoise Roy 88 Patricia García 89 Raúl Ramírez García 190 Alfredo Langarica 191
Gilberto Meza 90 Mario Cinquemani 91 Ricardo Yáñez 192 Ismael Vargas 193
Guadalupe Ángeles 92 Salvador Santana 93 Rubén Hernández 194 Cornelio García 195
Guadalupe Morfín 94 Rocío Sáenz 95 Salvador Fong Fierro 196 Paula Santiago 197
Guillermo Fernández 96 Carlos Maldonado 97 Selene Bueno 198 Carlos Vargas Pons 199
Gustavo García 98 Francisco Preciado 99 Sergio Cordero 200 Carlos Larracilla 201
Gustavo Hernández 100 Sergio Garval 101 Silvia Eugenia Castillero 202 Amado Franco 203
Hermenegildo Olguín 102 Luis Valsoto 103 Teresa Riggen 204 Iñaki Beorlegui 205
Hugo Gutiérrez Vega 104 Martín Trigueros 105 Víctor César Villalobos, “Chiva” 206 Laura García Rulfo 207
Javier Ramírez 106 Xavier Córdoba 107 Víctor Ortíz Partida 208 Tarcisio Navarro 209
Javier Verea 108 Carmen Alarcón 109 Xitlálitl Rodríguez Mendoza 210 Sergio Bustamante 211v
Jesús de Loza Páiz 110 Postof 111
LCP. Emilio González Márquez
Gobernador Constitucional del Estado de Jalisco

Lic. Fernando Antonio Guzmán Pérez Pelaéz


Secretario General de Gobierno

Arq. Jesús Alejandro Cravioto Lebrija


Secretario de Cultura

Arq. Francisco José Belgodere Brito


Director General de Patrimonio Cultural
Terminó de imprimirse en marzo de 2009 en los talleres de Equilatero, Desarrollos Impresos de México, S.A. de C.V.
Guadalajara, Jalisco, México. Se imprimieron 2,000 ejemplares más sobrantes para reposición.
Cuidado de la edición: Raul Bañuelos, José Brú, Dante Medina, Jorge Souza. Cuidado del texto: Silvia Morales Pérez
Diseño Editorial: Fabricio Ramírez Rojo.

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