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LEY INTEGRAL SOBRE VIH-SIDA

EXPOSICIÓN DE MOTIVOS

El Proyecto de Ley Integral sobre VIH-SIDA, que se pone a consideración,


constituye una propuesta de abordaje del problema del VIH-SIDA desde una
perspectiva de desarrollo humano, que busca superar la fragmentada visión
médica o biomédica de esta realidad hasta ahora imperante en el país, y
proporcionar respuestas integradas que atiendan tanto la epidemia del VIH
como la infección, lo cual implica modificar nuestra forma de percibir el
problema y sus implicaciones.

La propuesta es producto de un proceso de creación colectiva, paciente y


riguroso, extensamente discutido y validado, que comprometió esfuerzos de
instituciones del Estado, organizaciones de la sociedad civil y especialistas de
distintas formaciones académicas. Por iniciativa de las ONGs con trabajo en
VIH-SIDA, cuya experiencia y constatación práctica de las limitaciones de la
normativa vigente les impulsó a determinar la necesidad de generar una
nueva legislación, es que ahora se cuenta con un proyecto elaborado
participativamente y que incluye una visión integral para el abordaje del
tema relacionado con el VIH-SIDA. Sus borradores han sido sometidos al
estudio y análisis de diferentes ministerios y en la última fase, a la validación
de múltiples actores y actoras en dos talleres en que se aprobaron los textos
finales.

DATOS DE LA EPIDEMIA

La epidemia del síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA), es


considerada una de las más destructivas de la historia de la humanidad.
Desde 1981 hasta el 2007 se han contabilizado aproximadamente 25 millones
de personas fallecidas en el mundo a consecuencia del virus. Solo en el 2005
murieron 3,1 millones de personas de las cuales más de medio millón (570.000)
eran niños.
El número total de personas que viven con el virus de la inmunodeficiencia
humana (VIH) ha alcanzado su nivel más alto: se estima que 40,3 millones de
personas viven en la actualidad con el VIH y cerca de 5 millones contrajeron
el virus en el 2005. Se estima que en el mundo, cada día se infectan con el
virus 14.000 personas y de ellas 6.000 tienen entre los 15 y 24 años de edad.
La epidemia del VIH-SIDA está presente en todos los países del mundo.

El crecimiento de la epidemia se mantiene y no ha podido ser revertido, a


pesar de los avances científicos en la materia y de la extensión en el acceso

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al tratamiento antirretrovírico tanto en países del primer mundo como en vías
de desarrollo. El crecimiento exponencial de la misma constituye una
amenaza para la humanidad por la mayor capacidad de multiplicación y
dispersión que adquiere la enfermedad en la medida que el número de
portadores crece.

El Ecuador registró oficialmente sus primeros casos en 1984, con la detección


de 8 personas portadoras del virus, cinco hombres y tres mujeres. En 1994 se
conocieron 224 casos nuevos; y en el 2005 se reportaron 1539 casos de los
cuales 67 eran niños y niñas menores de 15 años. El acumulado de casos a
octubre de 2007, suman 10.911 personas viviendo con VIH-SIDA, de los cuales
6626 son VIH positivas y 4285 están en fase SIDA. El siguiente gráfico muestra
el comportamiento de la epidemia en el Ecuador desde 1984 hasta el 2007,
según datos oficiales:

CASOS DE VIH/SIDA DE NIÑOS Y ADULTOS NOTIFICADOS DESDE


1984 A OCTUBRE 2007

1400

1200
NUMERO DE CASOS

1000

800

600

400

200

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AÑOS

VIH SIDA

Fuente y elaboración: Programa de VIH-SIDA del MSP

Las personas entre 20 y 39 años de edad son las más afectadas por la
epidemia ya que representa el mayor porcentaje de portadores y enfermos
de VIH-SIDA en el país. Las consecuencias son evidentes, la enfermedad
afecta en mayor porcentaje a la población económicamente activa y en
etapa reproductiva.

Otro fenómeno que la epidemia presenta, es el creciente número de mujeres


afectadas. Al 2006 las mujeres alcanzaron la tasa máxima registrada en la

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historia con un 0,23% de casos del total conocido. Del mismo modo, llama la
atención el hecho de que las amas de casa o mujeres que realizan
quehaceres domésticos constituyan el segundo grupo de vulnerabilidad,
luego de los obreros/as, visto desde la ocupación y sexo de los y las
afectadas. Estos datos modifican totalmente los grupos de atención
prioritaria para detener la epidemia, ya que inicialmente los esfuerzos se
concentraron en los grupos que se consideraban de mayor riesgo, esto es,
poblaciones específicas de hombres que tienen sexo con hombres y
trabajadoras sexuales.

Los cambios que ha vivido la epidemia constituyen una alerta para las
autoridades nacionales, porque evidencia que la enfermedad cada vez
penetra y amenaza a toda la población. Los datos muestran que los casos se
registran en todas las clases sociales, en población homosexual como en la
población heterosexual, en personas de todas las edades, cada vez más se
notifican casos de niños, niñas y adolescentes portadores del virus.

Estos aspectos dan cuenta de que el fenómeno no es asunto de unos pocos,


sino de que la población en general es vulnerable y por tanto es necesario
adoptar medidas para evitar que los efectos de la epidemia afecta la vida
de la población en general, de las ciudades, los gobiernos, la capacidad
estatal de enfrentarla y el tejido social.

Si miramos, la prevalencia de la epidemia, es decir el número de casos


acumulados en la población a partir de una fecha determinada, sigue
creciendo, según los siguientes datos:

• Año 2002 3 por 10.000 habitantes


• Año 2003 4 por 10.000 habitantes
• Año 2004 5 por 10.000 habitantes
• Año 2005 6 por 10.000 habitantes
• Año 2006 7 por 10.000 habitantes

Como se puede observar el incremento en la prevalencia es creciente y


constante, cada año se tiene un mayor número de personas viviendo con
VIH-SIDA en relación a un determinado número de habitantes, es decir, la
capacidad de multiplicación de la epidemia crece indefectiblemente
extendiéndose el riesgo de transmisión en la población.

Pero más preocupante aún es el hecho de que estos datos solo muestran
parte del problema, puesto que si se aplican las proyecciones para
contabilizar el subregistro, la cifra de personas viviendo con VIH en el Ecuador

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ascendería a 109.110, de las cuales el 90% desconoce su estatus serológico y,
si se aplican las tendencias de la epidemia en el mundo, se puede prever en
los próximos años un aumento drástico de las infecciones por VIH-SIDA, con
niveles de afectación significativos a adolescentes y mujeres, y debido a la
transmisión vertical madre-hijo/a.

LAS RELACIONES DE GÉNERO, FACTOR DETERMINANTE PARA EL INCREMENTO


DEL VIH-SIDA

Los patrones culturales de género que imperan en el país, la construcción de


la masculinidad y feminidad constituyen factores determinantes de
vulnerabilidad de hombres y mujeres ante la infección por VIH-SIDA. Los
distintos roles y funciones atribuidas a hombres y mujeres de conformidad con
su “esencia”, determinan una visión bipolar de la sexualidad que materializa
relaciones inequitativas de género.

En las mujeres la sexualidad está ligada a la procreación y se espera de ellas


un comportamiento socialmente aceptado de esposas fieles, madres
abnegadas, cuidadoras. Por tanto la vivencia de su sexualidad no está
asociada al placer sino sublimado por el rol de la procreación. De las mujeres
se espera desconocimiento de la sexualidad y con sus parejas incluso debe
aparentarse dicho desconocimiento o al menos un conocimiento limitado
sobre aspectos sexuales. Por el contrario, la vida sexual de los hombres se
levanta sobre la base de “su” derecho a sentir placer durante las relaciones
sexuales. Al hombre le “corresponde” aportar con su experiencia para el
desarrollo de la sexualidad en la pareja, no se exige ni se valora en él la
fidelidad y la abnegación sino sus conquistas que, en gran cantidad de casos
derivan en promiscuidad, rasgos que además se justifican en la naturaleza de
los varones.

El conjunto de imaginarios culturales, las valoraciones jerárquicas y las


prácticas basadas en el género, inciden en la propagación de la epidemia
tanto en hombres como en mujeres. En hombres porque su masculinidad
sucumbe a la presión de tener múltiples parejas, consumir alcohol, drogas,
sexo pagado y establecer varios hogares paralelos, es decir, la masculinidad
está asociada a la promiscuidad y, la práctica de múltiples relaciones
sexuales sin debida protección, aumenta el riesgo de infección. Y en las
mujeres, porque su vida con la pareja está cargada de inequidades sumada
a la falta de conocimiento sobre la sexualidad y sobre el VIH, especialmente
en las jóvenes, les impide negarse a tener relaciones sexuales, exigir fidelidad
o negociar el uso del preservativo. Actúan desde la sumisión y bajo el
dominio de sus parejas varones. La confianza y el afecto dentro del

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matrimonio y otras relaciones a largo plazo también constituyen factor de
riesgo puesto que parten del supuesto de que sus parejas “las cuidará”. Las
mujeres casadas o que viven en unión de hecho, pese a que cumplen el rol
socialmente asignado de esposas o convivientes fieles, están expuestas a la
infección, no se libran de la vulnerabilidad a la epidemia. En conclusión, los
esquemas, mitos y creencias de género, ponen a las mujeres en situación de
vulnerabilidad ante la infección por VIH-SIDA.

Desde el punto de vista de las consecuencias que conlleva la epidemia, son


las mujeres las que asumen la mayor carga debido a que como cuidadoras,
esposas, madres y abuelas, se encargan de la asistencia y cuidado de los
enfermos, y enfrentan en mayor medida la pobreza y la muerte que rodea
este fenómeno.

En años pasados, la epidemia afectó casi exclusivamente a hombres


homosexuales, pero paulatinamente se vieron involucrados más
heterosexuales y mujeres. Actualmente la relación hombre –mujer es de 2.1
hombres infectados por cada mujer (2005), mientras que a inicios de la
epidemia la relación hombre-mujer era de 7 a 1. De las mujeres infectadas,
solo el 5.5% corresponde a trabajadoras sexuales, el 94.5% de las mujeres
infectadas no ejercen trabajo sexual y son profesionales, comerciantes,
obreras o amas de casa.

La principal causa de este giro en la epidemia son las inequitativas relaciones


de género entre hombres y mujeres y la falta de conocimiento sobre
sexualidad y VIH. Factores que aborda la propuesta de ley, con la intención
de revertir esos efectos y modelar el cambio social en las relaciones de
género, que si bien no dependen de una ley, ésta puede incidir en la
generación de políticas públicas orientadas a modificar esos patrones y por
tanto ser modeladora del cambio social.

OTRAS CAUSAS QUE APORTAN AL INCREMENTO DE LA EPIDEMIA:

En el Ecuador existe una falta generalizada de conocimiento sobre la


realidad de la epidemia. La población y las instituciones no la consideran
una amenaza, persiste la idea de que es un problema de grupos específicos
como homosexuales o trabajadoras del sexo, se desconocen las estadísticas
e incluso se niega su existencia. En consecuencia, no se desarrolla
investigación sobre la realidad del VIH-SIDA en el país, ni se estudia su
incidencia real, no se adoptan programas de prevención dirigidos a la
población heterosexual, ni se pone en discusión las relaciones de poder en la

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pareja, es decir, no se adoptan políticas integrales para prevenir la
propagación de la epidemia.

En la esfera individual, el inicio precoz de la actividad sexual, las bajas tasas


de uso de preservativos, la falta casi absoluta de conocimiento sobre el VIH-
SIDA, la falta de conciencia de que se está en una situación de riesgo
cuando se tiene relaciones sexuales sin protección, las prácticas sexuales en
adolescentes, jóvenes y adultos, la migración, el ocultamiento de la
condición de ser VIH positivo o de ser persona viviendo con sida debido a la
discriminación de que son objeto y el machismo expresado en las formas
anteriormente descritas, son factores que contribuyen a la propagación de la
epidemia.

EFECTOS DE LA EPIDEMIA

Los estudios demuestran que los efectos de la epidemia para las sociedades
son muy graves: causa empobrecimiento acelerado, pérdida de
conocimientos ancestrales, debilita las estructuras sociales-familiares y tiene
consecuencias en la economía de los países.

En el Ecuador, el significativo y creciente número de mujeres portadoras del


VIH, preocupa aún más, puesto que culturalmente, son ellas las que sostienen
la familia, por tanto, por cada mujer infectada, hay una familia afectada,
crecen los índices de orfandad y de capacidad humana para atención a sus
niños y niñas. Así, la epidemia del VIH afecta al país, no solo en el ámbito de
salud pública sino, también, en el ámbito social, económico y humano en
general.

POR QUE UNA NUEVA LEY?

Desde la identificación de los primeros casos de VIH-SIDA en el Ecuador hasta


la fecha las respuestas, los esfuerzos y la legislación han apuntado
mayormente a la infección y no a la epidemia del VIH y se han concentrado
en el ámbito de la salud: acceso a tratamiento, medicación, mejoramiento
de los servicios de salud, control, vigilancia epidemiológica, promoción de la
salud y prevención.

La ley vigente, relativamente nueva, no responde a las necesidades


normativas requeridas para enfrentar la epidemia desde una perspectiva de
desarrollo humano y para atender adecuadamente el sinfín de hechos
concretos derivados de la epidemia que afectan a las personas; la normativa

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vigente resulta restringida, por ejemplo, para la eliminación y erradicación de
la discriminación en contra de las personas que viven con VIH-SIDA y sus
familias y para la prevención y enfrentamiento de una epidemia que crece
de manera exponencial cuyos mayores rasgos de afectación a nuestra
población, fueron descritos en párrafos anteriores.

Está demostrado a través del análisis de los resultados de programas y


políticas adoptadas en algunos países, que solo la prevención puede
contribuir al eficaz detenimiento y control de la epidemia. Ello no implica
descuidar las acciones de tratamiento, atención y alivio del impacto. Las
recomendaciones provenientes de los entes especializados, señalan que es
necesaria la aplicación de las tres de manera simultánea, no consecutiva o
una aislada de la otra.

El Proyecto de Ley Integral sobre VIH-SIDA plantea un conjunto de normas


que abordan de manera integral esos componentes y conjuga la prevención
con la atención a personas que viven con VIH-SIDA. Plantea una respuesta
que otorga el primer nivel de prioridad a los derechos humanos de los
ecuatorianos y ecuatorianas en general como el derecho a la información, a
la confidencialidad, a la salud, a la educación, al trabajo, entre otros;
protege los derechos de las personas que viven con VIH-SIDA y busca eliminar
la discriminación, desigualdad por razón de sexo y otras violaciones de los
derechos humanos de las personas infectadas y las afectadas; establece las
responsabilidades del Estado, con determinación específica de las
obligaciones por sector; incluye mecanismos para contrarrestar las
inequidades de género y para incidir en la modificación de patrones
socioculturales en las relaciones entre hombres y mujeres; busca responder a
la infección por VIH con garantía de disponibilidad de medicamentos,
atención gratuita y obligatoria en todos los establecimientos de salud
pública; busca la prevención a través del establecimiento de medidas de
bioseguridad en ciertas actividades y profesiones de riesgo de transmisión no
sexual; promueve la ampliación de la oferta y disposición de información y
servicios; establece normas para atender a las personas que viven en
situación de riesgo por pertenecer a poblaciones más expuestas como las y
los profesionales del sexo, los consumidores de drogas inyectables, los reclusos
y los varones que tienen relaciones sexuales con varones, entre otras;
determina las sanciones para quienes no cumplan con sus responsabilidades
en esta materia y proporciona una serie de mecanismos institucionales para
el diseño de la política en materia de VIH-SIDA.

La propuesta de ley hace énfasis en la educación sexual y reproductiva,


como el mecanismo prioritario de prevención, puesto que constituye una

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herramienta que facilita el acceso a la información, mayor formación de
criterio, empoderamiento y conciencia sobre los riesgos.
La propuesta de ley sobre VIH-SIDA, como un aporte a la prevención, hace
énfasis en la necesidad de eliminar conductas de riesgo que constituyen la
práctica de tener múltiples parejas sexuales sin usar protección con
preservativos. Para ello se establece la responsabilidad del Estado de
incorporar la educación sexual y reproductiva en el sistema educativo,
generación de políticas y programas; programas de educación e
información a los ciudadanos y ciudadanas que los conduzca a actuar con
responsabilidad en la vida sexual y la obligación de entregar gratuitamente
preservativos en los servicios de salud públicos y privados. Se promueve en el
país a través de la norma el establecimiento de políticas que favorezcan la
entrega masiva de preservativos para los grupos poblacionales con prácticas
de riesgo y garanticen el acceso de la población que ejerce su sexualidad
de manera generalizada a preservativos.

Por otro lado se determina la implementación de servicios de atención


integrada e integral en VIH/SIDA/ITS, como un elemento fundamental en la
respuesta, tanto en la prevención, como en el acompañamiento a las
personas viviendo con VIH-SIDA. Si las personas infectadas no reciben algún
apoyo social o psicológico, existe un alto riesgo de que sigan su vida con las
mismas conductas de riesgo que les han expuesto a la infección.

Lo expuesto constituyen cambios fundamentales a nivel legislativo, puesto


que la ley abre el marco normativo para el trabajo de prevención ampliado
a toda la población además de contribuir a mejorar los niveles de
coordinación interinstitucional e intersectorial indispensables para potenciar
las acciones, los recursos y mejorar los resultados, a través de intervenciones y
productos de calidad, que constituyan políticas públicas integrales, de largo
plazo y articuladas entre sí. En lo institucional, se ubica al tema de VIH-SIDA en
un alto nivel de decisión del Estado cuando se propone la creación de una
Comisión Especializada dentro del Consejo Nacional de Salud y la elevación
a Dirección del actual Programa de VIH-SIDA e Infecciones de Transmisión
Sexual –ITS- del Ministerio de Salud Pública.

Finalmente, señalamos que el proyecto se enmarca en las normas


constitucionales y en los compromisos asumidos por el país en
instrumentos internacionales, en las convenciones, declaraciones y
compromisos políticos mundiales, que de ser convertido en ley para la
República nos ubicará como uno de los países que aporta en el mundo
para la prevención de la epidemia.

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LA ASAMBLEA NACIONAL CONSTITUYENTE
CONSIDERANDO

Que, los derechos humanos de las personas deben garantizarse y ejercerse


sin discriminación ni limitaciones de ningún tipo, al amparo de los instrumentos
internacionales y la legislación nacional;

Que, el Ecuador no es ajeno a la realidad mundial de la propagación


acelerada y exponencial de la epidemia del VIH-SIDA y ello se desprende de
las cifras con las que se cuenta a nivel nacional.

Que, es deber primordial del Estado asegurar la vigencia de los derechos


humanos, respetarlos y hacerlos respetar a través de legislación específica
que combata las formas de discriminación y estigma presentes entre sus
ciudadanos y ciudadana;

Que, la Constitución determina que “El Estado garantizará a todos sus


habitantes, sin discriminación alguna, el libre y eficaz ejercicio y el goce de
los derechos humanos establecidos en esta Constitución y en las
declaraciones, pactos, convenios y más instrumentos internacionales
vigentes. Adoptará mediante planes y programas permanentes y periódicos,
medidas para el efectivo goce de estos derechos”;

Que, el Estado reconoce y garantiza a las personas, la igualdad ante la ley.


“Todas las personas serán consideradas iguales y gozarán de los mismos
derechos, libertades y oportunidades, sin discriminación en razón de
nacimiento, edad, sexo, etnia, color, origen social, idioma; religión, filiación
política, posición económica, orientación sexual; estado de salud,
discapacidad, o diferencia de cualquier otra índole”;

Que, el derecho a la intimidad personal y familiar, está protegido por la


Constitución.

Que, el trabajo es un derecho y un deber social, que goza de la protección


del Estado;

Que, “la educación es derecho irrenunciable de las personas, deber


inexcusable del Estado, la sociedad y la familia; área prioritaria de la inversión
pública, requisito del desarrollo nacional y garantía de la equidad social…” e
inspirada en principios éticos, pluralistas y democráticos, humanistas y
científicos, promoverá el respeto a los derechos humanos;

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Que, la Constitución Política de la República establece que el Estado
garantizará el derecho a la salud, el fomento de ambientes saludables en lo
familiar, laboral y comunitario, y la posibilidad de acceso permanente e
ininterrumpido a servicios de salud, conforme a los principios de equidad,
universalidad, solidaridad, calidad y eficiencia;

Que, las personas que adolecen de enfermedades catastróficas y de alta


complejidad, merecen atención preferente, prioritaria y especializada;

Que, el Estado ecuatoriano ha ratificado varios instrumentos internacionales


en materia de Derechos Humanos como la Declaración Universal de
Derechos Humanos; el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos; el
Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales; la
Convención Internacional para la Eliminación de Todas las Formas de
Discriminación; la Declaración Americana sobre Derechos y Deberes del
Hombre; la Convención Americana de Derechos Humanos y el Protocolo de
San Salvador sobre Derechos Económicos, Sociales y Culturales;

Que, el Estado Ecuatoriano además de ser signatario de los instrumentos


internacionales en materia de derechos humanos anteriormente señalados,
ha adquirido compromisos internacionales específicos en materia de VIH-
SIDA; en particular en relación con La Declaración de Compromiso en la
Lucha contra el VIH-SIDA, en agosto del 2001, y las Directrices Internacionales
de las Naciones Unidas contra el VIH-SIDA y los Derechos Humanos, en
septiembre del 2002;

Que, la Asamblea General de Naciones Unidas, en el 2000, a través de la


Declaración del Milenio, adoptó los Objetivos de Desarrollo del Milenio
(ODM), entre ellos, el objetivo seis que hace referencia al “Combate al VIH-
SIDA, el paludismo y otras enfermedades” sobre el cual el Estado ecuatoriano
debe rendir cuentas hasta el año 2015.

En ejercicio de sus facultades Constitucionales y legales, expide la siguiente:

LEY ORGÁNICA INTEGRAL SOBRE VIH-SIDA

TITULO I
NORMAS Y PRINCIPIOS GENERALES

Capítulo I

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Ámbito, objetivos y definiciones

Art. 1.- Ámbito de aplicación.- La presente ley tiene como finalidad


establecer las normas y los procedimientos en el ámbito de la promoción,
prevención, atención integral, el respeto y la protección de los derechos
humanos en relación con el VIH-SIDA a favor de la población en general y en
particular de las personas que viven o son afectadas por VIH-SIDA.

Art. 2.- Objetivos.- Se declara de interés nacional la lucha contra el VIH-SIDA y


sus impactos, para lo cual el Estado ecuatoriano establece como prioritarios
los siguientes objetivos:

a) Garantizar e implementar políticas públicas de prevención de esta


condición de salud en los ámbitos público y privado;

b) Promover el mejoramiento de la calidad de vida de las personas que


viven o son afectadas por el VIH-SIDA;

c) Promover la no-discriminación en relación con VIH-SIDA, así como la


lucha contra los estigmas y prejuicios asociados o derivados de esta
condición de salud;

d) Garantizar en el Sistema Nacional de Salud, un adecuado y eficiente


sistema de diagnóstico, registro, atención integral, vigilancia
epidemiológica, asesoría y consejería en este tema;

e) Garantizar el acceso y la disponibilidad de todo tipo de servicios y


oportunidades, en los ámbitos público y privado, para las personas que
viven o son afectadas por VIH-SIDA y personas en situación de
vulnerabilidad;

f) Garantizar servicios de protección social a las personas que viven o son


afectada por VIH sida y que se encuentren en situación de
vulnerabilidad.

Art. 3.- Definiciones.- Para efectos de esta Ley y de otras normas que hagan
referencia a la problemática de VIH-SIDA, se entiende por:

Antirretroviral.- Es un fármaco activo que se prescribe para el


tratamiento del virus de inmunodeficiencia humano VIH, que interfiere
en la forma en que el virus se reproduce a sí mismo dentro de las
células humanas.

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Asesoría - consejería.- Son mecanismos que tienen por objeto
proporcionar información actualizada, científica y oportuna sobre VIH-
SIDA y sobre los procedimientos y acciones relacionados con esta
condición de salud, así como brindar apoyo emocional, psicológico y
legal a las personas que viven o están afectadas por VIH-SIDA.

Atención integral.- Es el conjunto de políticas y acciones para la


promoción, prevención, educación, salud, orientación, apoyo,
tratamiento, rehabilitación e inclusión social, con un enfoque de
derechos humanos. La atención integral incluye a la población en
general y en especial a las personas que viven o están afectadas por
VIH-SIDA.

Enfermedades asociadas.- Son enfermedades causadas por el


consumo de fármacos y antirretrovirales que forman parte del
tratamiento del VIH-SIDA.

Enfermedades oportunistas.- Son enfermedades que se presentan a


consecuencia de la presencia del VIH-SIDA, infecciosas o no
infecciosas, que se manifiestan cuando el sistema inmunológico se
debilita.

Personas que viven con VIH-SIDA (persona viviendo con VIH-SIDA).- Son
los niños, niñas, adolescentes, jóvenes, hombres y mujeres adultas,
personas adultas mayores o de la tercera edad, a quienes se les ha
detectado el VIH-SIDA según los procedimientos diagnósticos
establecidos en las guías para la atención a las personas viviendo con
VIH-SIDA, expedidas por el Ministerio de Salud Pública, que se
encuentren vigentes.

Personas afectadas por VIH-SIDA.- Son aquellas que sin haber sido
diagnosticadas con VIH-SIDA, por sus vínculos familiares, personales o
laborales con persona viviendo con VIH-SIDA resultan afectadas por
esta condición. Se refiere también a aquellas personas que por
estigmas sociales son asociadas al VIH-SIDA.

Personas y grupos en situaciones de riesgo y vulnerables.- Son aquellas


y aquellos que por situaciones biológicas, sociales, económicas,
culturales y/o de discriminación podrían estar expuestas a un mayor
contacto con la infección por VIH.

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Ruptura de Stock.- La ruptura de stock se produce el momento en que
hay insuficiencia de medicamentos para cubrir la demanda de
pacientes que los requieren.

Transmisión vertical.- Es la transmisión del virus de VIH de la madre al hijo


o hija, ya sea durante el embarazo, el parto o la lactancia.

VIH-SIDA.- Es la infección causada por el virus de inmunodeficiencia


humana (VIH). Es una condición de salud que debilita el
funcionamiento del sistema inmunológico. Su expresión clínica última es
el síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA) que se caracteriza
por una profunda inmunodepresión y/o presencia de enfermedades
oportunistas.

Capítulo II
Principios Generales

Art. 4.- La presente ley se rige por los siguientes principios de carácter general:

1. No-discriminación.- Ninguna persona puede ser discriminada por vivir con


VIH-SIDA, estar afectada o fallecer por esta causa. Ninguna persona o
institución, en los ámbitos público y privado, puede negar atención,
acceso, servicio u oportunidad a una persona viviendo con VIH-SIDA o
una persona afectada por VIH-SIDA, menos aún basándose en dicha
condición.

2. Inclusión social.- Las instituciones, organizaciones y personas jurídicas de


derecho público y privado, promoverán, a través de medidas de acción
positiva, la inclusión y permanencia de personas que vivan o estén
afectadas por VIH-SIDA, como un mecanismo para eliminar las prácticas
discriminatorias y de exclusión

3. Confidencialidad.- Ninguna persona natural o jurídica puede revelar ni


utilizar información sobre la condición de una persona viviendo con VIH-
SIDA. Toda la información personal relacionada con VIH-SIDA es
absolutamente confidencial, no puede obtenerse ni darse a conocer sin
contar con consentimiento previo, informado, libre y expreso de la
persona, salvo en los casos establecidos por ley. Este principio incluye el
uso obligatorio de codificación para la historia clínica y todos los
exámenes complementarios, así como el manejo confidencial de esta
información en todos los ámbitos, como el laboral, educativo u otros.

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Ninguna persona puede revelar ni utilizar información sobre la condición
de salud de una persona viviendo con VIH-SIDA.

TITULO II
DE LOS DERECHOS, OBLIGACIONES Y PREVENCION

Capítulo I
De los derechos de las personas

Art. 5.- Garantía del Estado.- El Estado ecuatoriano garantiza a la población


en general y en especial a las personas que viven o están afectadas por VIH-
SIDA, el ejercicio y goce de todos los derechos humanos, sin discriminación
alguna en particular por su condición de salud. Para efectos de la
problemática de VIH-SIDA tienen especial relevancia los siguientes, sin
perjuicio de los demás derechos establecidos en ésta y otras leyes:

a) Igualdad ante la Ley.- Todas las personas son consideradas iguales y


gozan de los mismos derechos, libertades y oportunidades, sin
discriminación de ningún tipo, ni por opción sexual, género o estado de
salud u otras que establezca la Constitución.

b) Privacidad.- Todas las personas tienen derecho a la privacidad e intimidad


personal y familiar y a que se guarde reserva sobre su condición de salud.

c) A ser informado/a.- Todas las personas tienen derecho a recibir


información científica, oportuna, suficiente, en idioma y términos
comprensibles, respecto a la prevención de VIH-SIDA. Las personas
viviendo con VIH-SIDA adicionalmente tienen derecho a ser informadas
sobre su diagnóstico, pronóstico, tratamiento, cambios de esquema,
riesgos a los que están expuestas, y cualquier otra información, de manera
que pueda adoptar, junto con su médico/a tratante, decisiones libres y
voluntarias sobre el procedimiento a seguirse.

d) Sexuales y reproductivos.- Todas las personas tienen derecho a tomar


decisiones libres y responsables sobre su vida sexual y reproductiva,
incluidas las personas viviendo con VIH-SIDA. Este derecho incluye la
participación en procesos de promoción de los derechos sexuales.

e) Vivienda.- Toda persona tienen derecho a acceder y conservar una


vivienda digna; no podrá negársele la compra, venta, o alquiler de un
bien inmueble o expulsarla del mismo por su condición de salud.

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f) A la propiedad privada.- Todas las personas tienen derecho a la
propiedad privada, a acceder a los recursos productivos y al crédito.

g) Debido proceso y garantías judiciales.- Las persona viviendo con VIH-SIDA


y las personas afectadas por VIH-SIDA tienen derecho a acceder a las
garantías y los recursos judiciales y administrativos para la protección de
todos sus derechos.

h) Libre circulación.- Toda persona tiene derecho a circular libremente por el


país y a acceder a todo tipo de establecimientos o servicios públicos o
privados. El Estado garantiza que puedan ejercer este derecho en
especial las personas de diferente opción sexual, género o condición de
salud.

i) Derecho de personas en situaciones especiales.- Las autoridades


correspondientes deben asegurar los derechos y garantías inherentes a la
condición humana de las persona viviendo con VIH-SIDA internas en
centros tutelares, religiosos, de salud mental o privadas de libertad,
dictando para ello las disposiciones necesarias.

De igual manera todo niño, niña y adolescente cuyo padre y madre


hubieren fallecido por efecto del sida, tienen derecho a planes y
programas específicos de atención integral

j) Trato digno después de la muerte.- Nadie debe ser discriminado en sus


honras y servicios fúnebres por haber fallecido como consecuencia del
sida, enfermedades oportunistas o asociadas.

k) Consentimiento previo informado.- Toda persona tiene derecho a expresar


su consentimiento previo, de manera informada, libre, expresa, autónoma
para todo tipo de procedimiento o acción, en especial respecto de los
exámenes diagnósticos de VIH-SIDA, los que serán siempre voluntarios,
individuales, confidenciales y codificados.

Capítulo II
De las obligaciones del Estado

Art. 6.- El Estado garantizará el cumplimiento de esta ley a través de


acciones de prevención, promoción y atención integral a la población en
general.

16
De la misma manera garantizará los recursos suficientes para este fin, para
lo cual el Ministerio de Economía y Finanzas incorporará dichos recursos en
el Presupuesto General del Estado.

Art. 7.- Responsabilidad de información pública.- El Estado está obligado a


informar y promover los derechos humanos en relación con VIH-SIDA y a
priorizar la prevención de la transmisión en la población en general.

La información estadística y epidemiológica sobre VIH-SIDA deberá ser


actualizada, veraz, desagregada, oportuna y pública.
El Ministerio de Salud Pública en coordinación con otros entes
involucrados, recopilará a nivel nacional la información estadística y
epidemiológica, la misma que servirá de referente para la elaboración,
reforma y aplicación de políticas públicas y fiscales.

Art. 8.- Responsabilidad de coordinación.- El Ministerio de Salud


Pública y la Comisión Nacional de VIH-SIDA del Consejo Nacional de
Salud tienen la obligación de coordinar acciones de cuidado y apoyo,
promoción, prevención y tratamiento del VIH-SIDA con los distintos sectores
y actores involucrados en el Plan Estratégico Multisectorial de la
Respuesta Nacional al VIH-SIDA 2007-2015.

Art. 9.- Obligación de servicios de consejería.- Los servicios de salud


públicos y privados, habilitados para realizar pruebas diagnósticas de VIH-
SIDA, o que brindan tratamiento para esta condición de salud, están
obligados a incorporar en sus servicios consejería sobre VIH-SIDA y a
capacitar al personal para cumplir estas funciones.

Capítulo III
Políticas y programas de prevención

Art. 10.- Programas de prevención.- Es obligación del Estado diseñar


programas y mecanismos en todos los ámbitos que tengan como su principal
objetivo la prevención del VIH-SIDA, con base en información objetiva,
científica, actualizada y desagregada de acuerdo con criterios de diversidad
por edad, género, condición socio-económica, cultura, etnia, orientación
sexual, entre otras.

Se entenderá por prevención el conjunto de acciones de información,


educación y comunicación, tendientes a evitar la transmisión y reinfección

17
del VIH incluyendo la asesoría-consejería pre y post prueba, educación sexual
en el sistema educativo, la profilaxis post exposición por violencia sexual y
prevención de transmisión vertical.

Art. 11.- Prueba Voluntaria.- El Estado promoverá la cultura del auto cuidado,
así como la realización de la prueba voluntaria para la población en general,
para lo cual diseñará y ejecutará programas de información, comunicación y
educación sobre la prueba voluntaria, en particular para las personas en
situación de riesgo.

Los exámenes para diagnosticar el VIH-SIDA serán voluntarios, individuales,


confidenciales, codificados y gratuitos, debiendo constar por escrito el
consentimiento previo informado expreso del usuario/a. El Sistema Nacional
de Salud deberá ofrecer servicios de consejería o asesoría pre y post prueba.

Se prohíben las pruebas obligatorias tanto individuales como grupales para


diagnóstico de VIH-SIDA, llevadas a cabo en cualquier ámbito público o
privado, salvo las excepciones establecidas por ley.

Los resultados deben ser entregados con consejería-asesoría post prueba, de


forma individual, confidencial y personal. No se los puede entregar a terceros
salvo autorización expresa y por escrito del usuario/a.

En caso de haber una prueba positiva que no haya sido retirada, se puede
localizar personalmente al/la usuario/a por un medio previamente autorizado
por éste/a, para hacer la entrega del resultado.

Art. 12.- Obligatoriedad excepcional de la prueba.- Excepcionalmente se


podrá exigir la realización de pruebas diagnósticas para VIH-SIDA
únicamente en los siguientes casos:
a) Cuando se trate de donación de sangre y hemocomponentes, leche
materna, semen, órganos y tejidos.

b) Cuando se requiera para fines procesales y con previa orden de la


autoridad judicial competente como en el caso de delitos sexuales para
determinar si el agresor es portador de VIH-SIDA.

Art. 13.- Pruebas de diagnóstico para mujeres embarazadas.- El Estado


garantiza el acceso y disponibilidad de pruebas diagnósticas de calidad

18
para VIH-SIDA, sin costo para la mujer embarazada, para prevenir la
transmisión vertical.

En base al interés superior de la niñez, toda pareja de una mujer embarazada


que resultare vih positiva tiene la obligación de realizarse la prueba
diagnóstica de VIH-SIDA.

Art. 14.- Responsabilidad individual de prevenir.- Todas las personas tienen la


obligación de prevenir la transmisión de VIH sida a otras personas. Todas las
personas deben informarse sobre el VIH sida y los mecanismos de prevención
incluyendo la adopción de prácticas sexuales seguras y la utilización de
métodos de protección confiables y científicamente recomendados.

Es responsabilidad de las PVVS, que han sido notificadas de su condición de


ser vih positivas, recomendar a sus contactos sexuales sobre la necesidad de
realizarse las pruebas.

El/la especialista, médico/a tratante, trabajador/a social, consejero/a,


asesor/a o cualquier otro personal de salud capacitado, guardando la
confidencialidad, deberá advertir a la persona viviendo con VIH-SIDA sobre
la necesidad de informar y proteger a su pareja o contacto. En caso de
negativa de informar a la pareja, y luego de realizar sesiones preparatorias, se
podrá invitar a la pareja a una sesión conjunta o individual.

Art. 15.- Acceso a métodos de prevención.- El Estado garantiza el acceso, la


disponibilidad y la venta de métodos científicamente probados para la
prevención de VIH, sin discriminación de ningún tipo.
En los servicios de salud públicos y privados, se garantiza la entrega de
preservativos de calidad para las personas viviendo con VIH-SIDA y otros
grupos en situación de vulnerabilidad o riesgo en relación con el VIH-SIDA.

En los lugares de venta de preservativos se contará con información científica


y actualizada sobre su uso e importancia como medio para prevenir la
transmisión.

Art. 16.- Responsabilidad de los medios de comunicación social.- Es


responsabilidad de los medios de comunicación escrita, televisiva, radial y
electrónica, difundir de manera sistemática y permanente información
actualizada, científica y objetiva, basada en fuentes especializadas en VIH-
SIDA, dirigida a la prevención de la epidemia, orientada a todos los sectores
y grupos de población, desde un enfoque de derechos, sin discriminación ni
estigma.

19
La información debe ser concordante y no violatoria con la normativa
vigente en VIH-SIDA.

TITULO III
RESPONSABILIDADES POR SECTOR

Capitulo I
Responsabilidades en ámbito de la salud

Art.- 17.- Obligatoriedad de atención.- Los servicios de salud, públicos,


semipúblicos y privados no pueden negar atención a una persona viviendo
con VIH-SIDA por su condición de salud o estatus serológico.

De acuerdo al nivel de complejidad, brindarán la atención requerida, caso


contrario se deben aplicar de manera obligatoria los mecanismos de
referencia y contrarreferencia para garantizar la atención.

Art. 18.- Acceso y disponibilidad de métodos de diagnóstico y control.- El


Sistema Nacional de Salud, a través de sus entidades integrantes, garantizará
el acceso y disponibilidad a métodos actualizados y de calidad para
diagnóstico, control y seguimiento de VIH-SIDA. De la misma manera
garantizará la entrega oportuna y confidencial de los resultados de las
pruebas realizadas, con asesoría-consejería pre y post prueba.

Los laboratorios públicos y privados que realicen pruebas diagnósticas y de


seguimiento de VIH-SIDA deberán estar certificados y autorizados por el
Ministerio de Salud y cumplir con los estándares nacionales e internacionales
de funcionamiento.

Las personas o colectivos en situación de riesgo y vulnerabilidad tendrán


acceso preferente, prioritario y gratuito a las prestaciones de diagnóstico y
de control, a través del Ministerio de Salud Pública, el sistema de seguridad
social y los sistemas de salud de Fuerzas Armadas y Policía Nacional. Los
seguros privados no podrán excluir a sus afiliados de sus beneficios por su
estado serológico.

Art. 19.- Los bancos de sangre están obligados a implementar los protocolos
establecidos por la autoridad sanitaria nacional para determinar la presencia
del VIH, previa la utilización de unidades de sangre en receptores.

20
Es responsabilidad del Ministerio de Salud Pública establecer las normas y
mecanismos para garantizar que los tejidos, órganos y semen, no contengan
presencia de VIH, previo a su trasplante o utilización.

Art. 20.- Disponibilidad de medicamentos e insumos- El Estado garantiza a la


población el acceso a la atención, cuidados y la disponibilidad de
medicamentos, insumos y medios de diagnóstico, seguimiento y control para
VIH-SIDA, enfermedades oportunistas y asociadas, en forma oportuna y
gratuita.

Esta obligación se realizará priorizando la compra de medicamentos


genéricos de calidad y precalificados.

Se garantiza la disponibilidad de medicamentos de acuerdo a los avances


científicos y tecnológicos, así como en presentaciones para adultos y
pediátricas.

La garantía de provisión suficiente y oportuna de los medicamentos, insumos


y medios señalados en el inciso primero, es responsabilidad de las entidades
integrantes del Sistema Nacional de Salud en su conjunto.

Los servicios de salud deberán disponer de condiciones adecuadas para la


conservación óptima de los medicamentos e insumos para prevención y
tratamiento; y disponer de aquellos que consten en el cuadro básico de
medicamentos.

El Estado priorizará la negociación de convenios comerciales con otros


Estados y gobiernos para la compra de medicamentos genéricos de calidad,
en el marco de la Declaración de DOHA y otros instrumentos internacionales
en esta materia, priorizando los intereses de la salud pública sobre los
comerciales y económicos.

Art. 21.- Entrega de antirretrovirales.- La entrega de medicamentos


antirretrovirales y el seguimiento de las persona viviendo con VIH-SIDA, como
parte de la atención integral, debe hacerse de forma gratuita, ágil, expedita,
continua, desconcentrada, desprovista de prácticas basadas en estigmas,
garantizando la confidencialidad, sin interrupciones y cumpliendo con la
normativa técnica emitida mediante acuerdo ministerial por la autoridad
competente.

Cuando la persona viviendo con VIH-SIDA es una persona menor de edad o


en situación de discapacidad, la responsabilidad de la recepción y

21
administración de los medicamentos es de la madre, el padre o de la
persona a cargo del niño/a, adolescente o persona con discapacidad.

Art. 22. - Entrega oportuna de medicamentos e insumos.- Las instituciones y


entidades del Sistema Nacional de Salud, en el ámbito de sus competencias,
son las responsables de garantizar la entrega de los medicamentos e insumos
de forma permanente, oportuna y gratuita para lo cual se debe asegurar el
abastecimiento y la conservación óptima de los mismos.

Los servicios de salud que atiendan a persona viviendo con VIH-SIDA, deben
contar con un plan preventivo y extremar las previsiones de manera que
eviten en todo tiempo la ruptura de stock de los medicamentos e insumos
necesarios. Contarán además con un plan correctivo que permita suplir
cualquier faltante.

Art.- 23.- Prohibición a los médicos tratantes y funcionarios del servicio de


salud.- En ningún caso, el/la médico/a tratante o los/las funcionarios/as del
servicio de salud, podrán disponer de los medicamentos antirretrovirales
asignados a un/a paciente registrado/a. No se podrá aducir que la decisión
no persiguió fines de lucro.

Art. 24.- Notificación obligatoria.- El VIH-SIDA en los ámbitos público y privado


es de notificación obligatoria a la la autoridad sanitaria nacional, para
efectos estadísticos y epidemiológicos, con utilización de códigos y
manteniendo la confidencialidad. Es responsabilidad del/la profesional que
atiende a la persona cumplir con la obligación de notificación.

Art. 25.- Garantía de confidencialidad.- El subsistema de notificación y registro


garantizará, con la utilización de codificación, la confidencialidad para la
persona viviendo con VIH-SIDA, o afectada por esta condición de salud.

Art. 26.- Situaciones de emergencia.- Como mecanismo de prevención de la


transmisión vertical, se deberá suministrar anticoncepción de emergencia, a
solicitud y previo consentimiento informado, cuando la mujer sea una
persona viviendo con VIH-SIDA, cuando haya sido violada, o haya mantenido
relaciones sexuales en condiciones de riesgo, en los términos y condiciones
señalados en el protocolo respectivo, sin perjuicio de otro motivo o la simple
decisión de la mujer que la requiera.

Art. 27.- Profilaxis de emergencia.- Los servicios de salud públicos y privados,


proporcionarán tratamiento de emergencia post-exposición en forma
oportuna mediante sistemas adecuados de referencia para prevenir la

22
posible transmisión del VIH en casos de violencia sexual, práctica sexual de
riesgo y accidente laboral.

Art. 28.- Protocolo clínico.- Para los tratamientos y prescripción de


medicamentos, para combatir el VIH-SIDA y/o las enfermedades oportunistas
y concomitantes, el/la medico/a tratante, debe remitirse a la guía de
protocolos clínicos aprobada por el Ministerio de Salud Pública.

Art. 29.- Obligatoriedad de medidas de bioseguridad.- El personal de los


servicios de salud públicos y privados, inclusive los servicios odontológicos; las
personas que practican acupuntura; quienes manejen órganos, líquidos
orgánicos y hemoderivados; las personas que realicen perforaciones en el
cuerpo, tatuajes o cualquier otro procedimiento que implique riesgo para la
transmisión del VIH-SIDA están obligadas a acatar las medidas de
bioseguridad universalmente aceptadas y establecidas por el Ministerio de
Salud Pública, contenidas en las guías para la atención a persona viviendo
con VIH-SIDA, así como las de profilaxis de la infección por VIH en unidades
de salud.

Art. 30.- Prohibición de reutilización.- Se prohíbe la reutilización de equipos,


jeringas, agujas y otros materiales desechables o descartables en todo
establecimiento público y privado, como norma esencial de bioseguridad en
relación con VIH-SIDA.

Art. 31.- Responsabilidad del/la empleador/a.- Es obligación del/la


empleador/a en los términos establecidos por esta ley, adoptar las medidas,
normas y mecanismos de bioseguridad para prevenir la transmisión de VIH-
SIDA en su ámbito. El/la empleador/a deberá garantizar la provisión de
materiales e insumos para este fin, así como la información pertinente.

Art. 32.- Manejo de órganos, partes del cuerpo y cadáveres.- El manejo de


órganos, partes del cuerpo humano y cadáveres, de personas que fallecen
por SIDA, enfermedades oportunistas o concomitantes, debe realizarse
observando estrictamente las normas de bioseguridad.

Art. 33.- Investigación en materia de VIH-SIDA.- Las investigaciones relativas al


VIH-SIDA deberán respetar la condición y particularidades del/la paciente.
Por esta razón, el protocolo de investigación, los médicos y científicos quedan
sujetos a las disposiciones de esta ley, el Código de Salud y la Declaración de
Helsinki, dictada por la Asociación Médica Mundial, así como cualquier otra
normativa, nacional o internacional, dictada para el efecto.

23
Ninguna persona afectada por VIH-SIDA, y de manera particular las personas
viviendo con VIH-SIDA, podrá ser objeto de experimentos ni sujeto de
investigación, sin que medie su consentimiento previo, libre, informado y por
escrito. En todo caso, las personas responsables de la investigación o
experimento deben advertir de forma clara y detallada sobre la condición
experimental de los procedimientos y todos los riesgos que impliquen.

Art. 34.- De la información derivada de la investigación.- El fin principal de la


investigación sobre esta materia será producir información objetiva y
científica para el mejoramiento de la calidad de la atención integral y la
capacidad de prevención y respuesta por parte del Estado en relación a VIH-
SIDA.

Las investigaciones cuyos resultados contribuyan a la detención de la


epidemia, obligatoriamente deberán ser difundidas y publicados su
resultados a través de los medios de comunicación .

Esta información como todas las que disponga la Autoridad Sanitaria


Nacional es pública y en esa condición debe estar a disposición de cualquier
persona que necesite consultarla, de conformidad con lo establecido por ley.

Art. 35.- Indicadores relacionados con VIH-SIDA.- Los Ministerios de Salud,


Educación, Cultura, Inclusión Económica y Social, Trabajo y el Consejo
Nacional de Educación Superior CONESUP en coordinación con otras
entidades competentes, con apoyo de la Dirección del VIH-SIDA del MSP,
incluirán en el Sistema Nacional de Indicadores, aquellos relacionados con
incidencia y prevalencia de VIH-SIDA, en forma desagregada por sectores de
población, edad, sexo y situación geográfica de manera que puedan
evaluar anualmente el estado de la temática y definir políticas de mediano y
largo plazo.

Capítulo II
Responsabilidades en el ámbito laboral

Art. 36.- Definición de ámbito laboral.- Para efectos de esta ley, el ámbito
laboral se refiere a todas las personas que presten sus servicios o trabajo, de
manera permanente, ocasional, temporal o por horas, a una empresa,
entidad, organización o institución privada o pública, nacional o extranjera,
de manera directa o indirecta, a cambio de cualquier tipo de remuneración.
Se utilizarán en este sentido, como genéricos, “empleador/a” y
“trabajador/a”.

24
Art. 37.- Derecho al Trabajo.- Las personas que viven o están afectadas por
VIH-SIDA tienen derecho al trabajo sin discriminación y en condiciones de
igualdad.

El Estado garantiza el respeto de sus derechos en el ámbito laboral, sin


importar el mecanismo o modalidad de contratación, conforme a lo
establecido por la Constitución y los instrumentos internacionales sobre
derechos humamos de los cuales el país es signatario.

Art. 38.- Reubicación, seguridad y flexibilidad.- Todo empleador/a está


obligado/a a prevenir el VIH-SIDA a través de información para sus
trabajadores/as. Igualmente deberá adoptar todas las medidas necesarias
para proteger eficazmente la vida y la salud de sus trabajadores/as que
viven con VIH-SIDA. De ser necesario y contando con dictamen médico se
facilitará el cambio de funciones para proteger la salud del/la trabajador/a y
propiciar un mejor desempeño en las funciones de las persona viviendo con
VIH-SIDA.

Así mismo concederá los permisos necesarios a sus trabajadores/as viviendo o


afectados por VIH/SIDA, con el fin de que acudan regular y oportunamente a
los controles y exámenes médicos, y a recibir los medicamentos necesarios
para el tratamiento, sin que estos sean imputados a los ingresos o beneficios
del trabajador/a.

Art. 39.- Derecho de organización.- Las personas que viven o están afectadas
por VIH-SIDA tienen derecho a organizarse, a ser parte de organizaciones de
trabajadores/as previamente establecidas y a no ser discriminadas al interior
de las organizaciones por su condición de salud.

Art. 40.- Vacaciones de ley.- Las vacaciones anuales son irrenunciables y no


pueden ser asimiladas a los permisos médicos que soliciten los/las
trabajadores/as que viven con VIH-SIDA.
Art 41.- Ascensos y beneficios.- Ningún empleador/a puede negar a los/las
trabajadores/as viviendo con VIH-SIDA los beneficios económicos laborales
de ley a los que tienen derecho, así como dificultar su ascenso o promoción
dentro de la empresa o institución.

Art. 42.- Remuneración.- El principio de que a igual trabajo corresponde


igual remuneración es obligatorio para los/las trabajadores/as viviendo con
VIH-SIDA o afectados por esa causa, sin que sea admisible discriminación en
razón de esa condición de salud.

25
Art. 43.- Prohibición de pruebas obligatorias. Se prohíbe solicitar o llevar a
cabo pruebas de VIH-SIDA como requisito para postular, obtener o mantener
un puesto de trabajo. Ningún empleador/a puede solicitar de forma directa
o indirecta, individual o grupal, a los/las trabajadores/as, pruebas o
certificaciones médicas para detectar o diagnosticar VIH. Esto incluye a las
instituciones de las Fuerzas Armadas y Policía Nacional.

A más de las sanciones administrativas establecidas en la ley, el


incumplimiento de lo dispuesto en el inciso anterior será considerado, despido
intempestivo en los términos señalados por el Código del Trabajo.

Art. 44.- Derecho a la seguridad social.- La seguridad social es un derecho


irrenunciable de los/las trabajadores/as, no pudiendo ser discriminados/as por
su condición de salud. Las persona viviendo con VIH-SIDA tienen derecho a
ingresar, acceder y recibir los beneficios del sistema sin limitaciones y de por
vida, dado el carácter crónico de la infección.

Art. 45.- Derecho a beneficios.- La condición de salud del/la trabajador/a, no


puede ser motivo de exclusión en relación con bonos, premios, capacitación,
actividades de recreación y otros beneficios o actividades de una
determinada empresa o institución.

Art. 46.-Información voluntaria.- El/la trabajador/a no está obligado a


informar a su empleador/a ni compañeros/as de trabajo acerca de su
condición de salud.

Si voluntariamente el trabajador/a informa a su empleador/a, que es una


persona viviendo con VIH-SIDA, éste deberá guardar estricta
confidencialidad en el manejo de esta información. El incumplimiento se
sancionará de acuerdo con esta ley.

Capítulo III
Responsabilidades en el ámbito educativo

Art. 47.- Educación para la prevención del VIH-SIDA.- El Estado, a través de


las instituciones del Sistema de Educación General, el Ministerio de Educación
y las instituciones del Sistema de Educación Superior en forma
desconcentrada, garantizará a toda la comunidad educativa: directivos,
trabajadores/as, estudiantes, docentes y más personal que labore en las
instituciones educativas, información, comunicación y educación para la

26
prevención del VIH-SIDA, así como en el marco de la inclusión, no
discriminación y ejercicio de los derechos humanos.

Art. 48.- Prioridad de aplicación de la presente ley.- Para el tratamiento de los


temas relacionados con VIH-SIDA, la presente ley y su reglamento tienen
prioridad sobre otras leyes en el Sistema Educativo Ecuatoriano. Las normas
aquí contenidas deben formar parte de los planes y programas de estudio de
todos los niveles y modalidades de las diferentes entidades e instituciones
educativas públicas, privadas, particulares, municipales y fiscomicionales.

Art. 49.- Abordaje en el ámbito educativo.- La temática de VIH-SIDA debe ser


abordada en el ámbito educativo, en todos sus niveles, utilizando
información científica, actualizada, desagregada, libre de estereotipos y
prejuicios, para contribuir a la promoción de calidad de vida, prevención,
educación, erradicación de estigmas y discriminación por VIH-SIDA, teniendo
en cuenta las condiciones particulares de la población objetivo de la
información.

Las instituciones del Sistema de Educación General, incluyendo el Ministerio


de Educación, y el Sistema de Educación Superior en sus respectivos ámbitos
de acción, deben asegurar que los lineamientos curriculares incluyan el
enfoque de derechos, equidad de género y diversidad, para la toma de
decisiones responsables respecto a la prevención y transmisión de VIH-SIDA,
teniendo en cuenta la prioridad y particularidades de los distintos grupos
etarios.

Art. 50.- Responsabilidad con la comunidad educativa.- Todos los centros


educativos del país tienen la obligación de promover espacios abiertos a la
comunidad orientados a la prevención sobre VIH-SIDA, como una
responsabilidad social, promoviendo la participación estudiantil. Las acciones
que se emprendan en este sentido, deben cumplir con las disposiciones de
esta ley.

Art. 51.- Ningún integrante de la comunidad educativa será excluido o


separado de la institución por ser una persona viviendo con VIH-SIDA, o
persona afectada por VIH-SIDA.

Se prohíbe a las autoridades y docentes de los centros y entidades


educativas de todos los niveles, exigir pruebas de VIH-SIDA como requisito
para cualquier procedimiento o trámite, como la matrícula, pase de año,
graduación o permanencia, entre otros.

27
Art.- 52.- La institución educativa, en caso de conocer la condición de
persona viviendo con VIH-SIDA, persona afectada o en situaciones de riesgo,
debe apoyar y referir a esta persona a servicios de consejería, salud, y grupos
de apoyo, dentro o fuera de la institución, para lo cual se coordinará con las
instancias correspondientes, con estricto respeto al principio de
confidencialidad y sin tomar acciones que puedan afectar su normal
desempeño en la institución.

Las instituciones educativas concederán los permisos que sean necesarios a


las personas de la comunidad educativa que viven con VIH, con el fin de que
acudan regular y oportunamente a los controles y exámenes médicos, y a
recibir los medicamentos necesarios para el tratamiento. De la misma
manera establecerán mecanismos compensatorios para los permisos y
ausencias ocasionados por esta condición de salud.

TITULO IV
INSTITUCIONALIDAD Y FINANCIAMIENTO

Capítulo I
De la Comisión Nacional de VIH/Sida

Art. 53.- Comisión Nacional de VIH-SIDA.- Dentro del Consejo Nacional de


Salud, créase la Comisión Nacional de VIH-SIDA, como instancia de
coordinación, concertación y asesoría, de conformidad a lo dispuesto por la
Ley Orgánica del Sistema Nacional de Salud.

Art. 54.- Integración de la Comisión.- La Comisión Nacional de VIH-SIDA


estará conformada por delegados o delegadas técnicas/os en VIH, con
poder de decisión de cada una de las entidades del Sistema, además de:

El Director o Directora de VIH-SIDA del Ministerio de Salud Pública, o su


delegado/a, quien la presidirá;
Un delegado/a del Ministerio del Trabajo;
Un delegado/a del Ministerio del Inclusión económica y social;
Un delegado/a del Ministerio de Educación;
Un/a delegado/a del Consejo Nacional de la Niñez y la Adolescencia;
Un/a delegado del Consejo Nacional de las Mujeres;
Un/a delegado del Consejo Nacional de Universidades y Escuelas
Politécnicas;
Un/a representante de los grupos organizados de personas viviendo con VIH-
SIDA;

28
Un/a representante de las organizaciones privadas sin fines de lucro que
trabajan en temas de VIH-SIDA;
La Comisión Nacional de VIH-SIDA, para su actuación se regirá de acuerdo a
la Ley del Sistema nacional de salud, a los reglamentos y a su estatuto interno.

Art. 55.- Funciones.- La Comisión Nacional de VIH-SIDA, cumplirá las


siguientes funciones:

a. Proponer al Directorio del Consejo Nacional de Salud, políticas, planes y


programas de prevención y respuesta integral al VIH-SIDA;
b. Presentar al Consejo Nacional de Salud, propuestas relacionadas con la
problemática del VIH-SIDA, que permitan cumplir los objetivos de esta ley;
c. Coordinación y concertación intersectorial de políticas, planes y
programas sobre VIH-SIDA;
d. Proponer y apoyar el desarrollo, seguimiento y evaluación de los
compromisos establecidos en el literal a) de este artículo;
e. Presentar al Ministerio de Salud Pública y otras instancias oficiales
competentes, propuestas de investigación científica relacionadas con el
VIH-SIDA;
f. Promover la utilización coordinada de recursos y la identificación de
fuentes de financiamiento nacional e internacional para planes,
programas y proyectos en esta materia;
g. Prestar la asesoría que se le solicite para la elaboración de proyectos,
acuerdos o convenios internacionales;
h. Presentar públicamente informe anual de la gestión realizada;
i. En el marco de las competencias de los integrantes de la Comisión
difundir, cumplir y hacer cumplir la ley; y,
j. Las demás que la ley o el reglamento le asignen.

Art. 56.- La Comisión Nacional de VIH-SIDA, podrá conformar subcomisiones


técnicas para el desarrollo de sus actividades.

Capítulo II
Presupuesto

Art. 57.- Financiamiento.- Para el cumplimiento de los fines y objetivos


establecidos en esta ley se asignarán recursos provenientes del Presupuesto
General del Estado y de la Cuenta Especial denominada “Reactivación
Productiva y Social, del Desarrollo Científico-Tecnológico y de la Estabilización
Fiscal (CEREPS), establecida en la Ley Reformatoria a la Ley Orgánica de
Responsabilidad, Estabilización y Transparencia Fiscal.

29
Los Ministerios del Sector Social, los Consejos Nacionales existentes y los que se
crearen en el área social, deberán presentar en los ámbitos de su
competencia y conforme a los procedimientos administrativos y
presupuestarios vigentes, planes, programas y proyectos en materia de VIH-
SIDA para ser incluidos en su plan de inversión anual, dentro del Presupuesto
General del Estado. Otras instituciones públicas y organismos seccionales
autónomos incluirán también asignaciones en sus presupuestos para este fin.

Art. 58.- El Estado ecuatoriano destinará para VIH-SIDA un total mínimo de


US$5 millones (cinco millones) de dólares, que se incrementará anualmente a
partir de la vigencia de esta ley en al menos un 5% (cinco por ciento) y/o en
la medida de las necesidades, planes y programas presentados.

TITULO V
COMPETENCIA, PROCEDIMIENTO, INFRACCIONES Y SANCIONES

Capítulo I
Competencia

Art. 59.- Para conocer, juzgar e imponer las sanciones administrativas previstas
en ésta ley y demás normas vigentes son competentes las siguientes
autoridades:
1. El Ministro/a de Salud Pública;
2. El Ministro/a de Trabajo y Recursos Humanos;
3. El Ministro/a de Educación;
4. El Director/a General de Salud;
5. El Director/a General del Trabajo;
6. El Director/a Nacional de Educación; y,

Art. 60.- La Fuerza Pública está obligada a colaborar con las autoridades
para hacer cumplir las disposiciones de esta ley, cuando se requiera su
intervención.

Capítulo II
Del procedimiento

Art. 61.- Para la garantía de todos los derechos humanos señalados en esta
Ley se podrá recurrir a las acciones y garantías establecidas en la
Constitución Política del Ecuador. Se contará además con la participación
de la Defensoría del Pueblo.

30
Art. 62.- Las sanciones administrativas establecidas en esta ley deberán seguir
el procedimiento interno establecido en el ámbito específico de
competencia de Ministerios e instituciones públicas.

Art. 63.- En lo referente a responsabilidades civiles y penales se estará a lo


determinado por el Código Civil, el Código de Procedimiento Civil, el Código
Penal y el Código de Procedimiento Penal.

Capítulo III
De las infracciones y sanciones

Art. 64.- Las infracciones a lo dispuesto por esta ley y sus reglamentos, se
sancionarán de conformidad con sus disposiciones, sin perjuicio de otras
sanciones administrativas, civiles y/o penales a que hubiera lugar.
Art. 65.- En concurrencia de más de una infracción la persona será juzgada
por todas las cometidas. La reincidencia será reprimida con el doble del
máximo de la sanción para cada caso.

Art. 66.- El incumplimiento de lo dispuesto en el art. 24, será sancionado con


multa equivalente a dos salarios básicos unificados del trabajador en general,
la reincidencia con el doble de la multa; y, si persiste en el incumplimiento
con la remoción del cargo.

Art. 67.- El incumplimiento de lo dispuesto en los artículos: 12 y 19 será


sancionado con multa correspondiente a cinco salarios básicos unificados
del trabajador en general; la reincidencia con el doble de la multa y la
clausura temporal; y, de persistir en la comisión de la infracción con la
clausura definitiva; sin perjuicio de las acciones civiles y penales a que
hubiere lugar en contra de los responsables, representantes legales y
administradores del servicio.

Art. 68.- El incumplimiento a lo dispuesto en los artículos: 9, 23, 25 y 30, será


sancionado con la suspensión temporal del puesto de trabajo, así como
multa equivalente a diez salarios básicos unificados del trabajador en
general; la reincidencia dará lugar a la suspensión definitiva y al doble de la
multa, sin perjuicio de las acciones civiles o penales a que hubiere lugar.

Art. 69.- El incumplimiento a lo dispuesto en los artículos: 17, 18, 20, 21, 22, 26,
27, 31, 43 y 51 será sancionado con multa equivalente a cuatro salarios
básicos unificados; la reincidencia se sancionará con el doble de la multa y
la clausura temporal de la institución; y, de persistir en el incumplimiento con
la clausura definitiva del servicio o negocio, dispuesta por autoridad

31
competente, sin perjuicio de las acciones civiles y penales a que hubiere
lugar.

Art. 70.- Si una PVVS dona sangre a sabiendas de su condición, ese hecho se
considera una acción dolosa que dará lugar a las sanciones penales y civiles
que correspondan.

Art. 71.- Se considera negligencia del personal de salud, transfundir sangre


infectada, como consecuencia de no haber realizado las pruebas
obligatorias señaladas en la ley, lo que da lugar a las sanciones civiles y
penales contempladas por ley.

Disposiciones Generales

Primera.- Los fondos provenientes de las multas impuestas por el


incumplimiento a las disposiciones de la presente Ley, se destinarán al
establecimiento de programas de prevención, capacitación, educación e
información en lo relacionado con VIH-SIDA.

Disposiciones Transitorias

Primera.- El Ministerio de Salud Pública, en el plazo no mayor a seis meses


desde la publicación de la presente ley, elevará a Dirección, el Programa
Nacional de prevención de VIH-SIDA e infecciones de transmisión sexual.

Segunda.- En el plazo de noventa días, contados a partir de la vigencia de


esta Ley, el Presidente de la República dictará el reglamento
correspondiente.

Disposición Final
Derogase expresamente la Ley 2000-11, publicada en el Registro Oficial Nro.
58, de 14 de abril del 2000.

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