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ARTÍCULOS VIH/SIDA
Colombia: Estudio define factores de
vulnerabilidad al VIH-sida en las mujeres
Por Ángela Castellanos Aranguren

Bogotá, abril (Especial de SEMlac).- Las colombianas


no sólo están en riesgo de adquirir el VIH, causante
del sida, por contacto con el virus, sino por una
confluencia de condiciones de desigualdad, fallas del
sistema de salud y ausencia de autonomía que las
ponen en situación de vulnerabilidad, en algún momento de sus vidas.
Esta es una de las principales revelaciones de la recién terminada investigación
"Factores de vulnerabilidad a la infección por VIH-sida en mujeres", financiada por el
Fondo de Población de Naciones Unidas (UNFPA) y realizada por el Grupo
Interdisciplinario de Estudios de Género y el Grupo de Antropología Médica, ambos de
la Universidad Nacional de Colombia.

Este es el primer estudio en Colombia sobre mujeres y VIH que no se centra en los
llamados grupos de riesgo, es decir, en las poblaciones más expuestas al virus, sino que
analiza las condiciones sociales que generan situaciones de vulnerabilidad en las
colombianas.

Para ello, el estudio se centró en relaciones erótico-afectivas y en la atención en salud


de las mujeres, mediante grupos de colombianas viviendo con el virus de
inmunodeficiencia adquirida y mujeres sin el VIH.

"Existe un 'deber ser' de la sexualidad responsable, como una cuestión que recae sobre
el individuo y sus acciones individuales, desconociendo completamente las condiciones
estructurales y sociales que influyen en el comportamiento de las personas y los grados
de vulnerabilidad en los que se encuentran", afirmó a SEMlac Ángela Facundo, directora
de campo de la investigación.

Una de las condiciones sociales identificada en el estudio es el que las colombianas


tienen una dependencia, con su rol social de esposas y madres, que hace que continúen
dando más protección a los demás que a sí mismas.
"Esa situación no cambiará hasta que estén en condiciones de igualdad social, con
empleos dignos y autonomía reproductiva, que les permitan ejercer una sexualidad
libre y segura", agregó Facundo.

"Es clarísimo que las mujeres anteponen el cuidado de otros al propio", confirmó a
SEMlac Mayerline Vera, directora del colectivo de mujeres viviendo con VIH "Huellas de
Arte", que trabaja por el empoderamiento económico de su colectividad, la formación
de liderezas y también por la prevención entre las colombianas.
El estudio encontró que, prácticamente, las amas de casa no conocen el condón, ni
saben cómo se usa, pese a las campañas nacionales de prevención. Esto se asocia a que
se sienten seguras en su matrimonio y ven al amor como un factor de protección contra
la pandemia.

De hecho, las entrevistadas dijeron que no solicitan el uso del condón a sus maridos o
compañeros permanentes, pero no dudaron en afirmar que sí lo piden en las relaciones
extramatrimoniales.
21-5-2009

"Hemos visto que las mujeres, aunque sepan que su esposo es infiel, no le piden
condón, pues piensan que eso no les va a pasar a ellas. Es como si delegaran el cuidado
a su marido y no asumen su autocuidado", comentó Vera. No obstante, las que siguen
conductas monógamas y de fidelidad también adquieren el VIH.

"Cuando reparamos en la existencia de las heterosexuales que viven con VIH y han
seguido las recomendaciones morales de fidelidad y monogamia, vemos que el esquema
de prevención no funciona. Entonces, aparecen representaciones de las mujeres que
viven con VIH-sida sólo como víctimas de estos 'hombres malos' bisexuales", agrega
Facundo.

Para esta especialista, hay que dejar el análisis victimizante de las mujeres, así como
el moralista, que "no permiten analizar desde una perspectiva social, una ética laica y
desde la salud pública". "No es suficiente pensar campañas para prevenir la
vulnerabilidad frente a la infección teniendo en mente sólo el uso del preservativo;
también es necesario pensar en el empoderamiento de las mujeres que les permita
generar autonomía económica y afectiva", puntualiza Facundo.

La investigación también reveló fallas en el sistema de protección social, a través de


entrevistas con representantes de las entidades oficiales de salud y de encuestas a las
mujeres.

En las relaciones de estas y el personal de salud "hay malos tratos, es muy


jerarquizada, en ocasiones se niega la prueba de Elisa, y la información que se brinda
está muy enfocada a lo epidemiológico, descuidando lo referente a los derechos y la
manera de acceder a los mismos".

"Ya viviendo con el VIH, quise tener otro hijo, y cuando se lo dije al médico, me
respondió: '¿cómo se le ocurre?'", narra Vera, madre de cuatro hijos. "Es que hasta
hemos perdido el derecho reproductivo", agrega. Sin embargo, Vera no sólo tuvo un
hijo sano, sino que aprendió a defender sus derechos ante el personal de salud.
"También me pasaba que, cuando iba a pedir cita para la citología o para odontología,
me daban la última del día. Hasta que le pregunté a la secretaria si era porque no
había otra hora libre o porque yo vivía con el VIH. Desde entonces, ella me incluye en
horarios más temprano". El estudio se realizó en Bogotá, Bucaramanga, Barranquilla,
Medellín y Cali.

Su conclusión es que el modelo para las campañas nacionales de prevención del VIH no
es efectivo, por las enormes diferencias regionales, tanto en la prestación de los
servicios de salud, como en la manera en que cada región incluye temas fundamentales
para analizar la vulnerabilidad de las mujeres al VIH, tales como la familia, el
matrimonio, la fidelidad y el hecho de que una mujer pueda elegir estar sola o no.
Estos hallazgos regionales permitirán pensar en campañas preventivas específicas para
cada zona del país, se informó.

(fin/semlac/09/ac/la/mrc-sm-zp/920 palabras/4.731 caracteres)

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