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Inocencio Medina Vera se marcha a la Argentina

No sabemos si influenciado por Vicente Medina o


por sus deseos de conocer otros mundos y triunfar, lo
cierto es que el pintor accede en 1911 a la invitación
poeta sevillano Juan Antonio Cavestany para asumir
durante un año la dirección artística de la revista «La
Semana Universal»; publicación auspiciada por el
Circulo Español de Buenos Aires, contó con la
colaboración de destacados escritores argentinos y
españoles allí emigrados, competiendo a su vez con las
más importantes revistas de aquel país.
Argentina vivía unos años de bonanza económica coincidiendo con el “Primer
Centenario de la Independencia”. El ambiente de celebraciones que se vivía en la capital bonaerense le
fue propicio para que Medina Vera celebrara una Exposición en el Salón Costa en Junio de 1912 y
aprovechando la buena acogida que mereció, le sirvió para darse a conocer.

En los algo más de tres años de la primera estancia Inocencio Medina Vera en Argentina, tuvo que
afrontar grandes contratiempos. El primero, la muerte de su hijo menor y la ausencia de su familia hasta
principios del verano de 1912 que pudieron
viajar a la Argentina gracias a los cuadros
vendidos en la Exposición del Salón Costa y de
algunos trabajos realizados a particulares.
Tratando de fijar el lugar donde murió el
hijo, casi con toda probabilidad sería en Madrid,
donde quedaría enterrado. Buscado en el
Registro Civil de Archena, no se encontró nota
de su defunción y consultadas algunas personas
mayores del pueblo dicen no saber nada de ello.
En páginas siguientes nos ocuparemos del viaje
tres meses que realizó a España en 1914. Efectuando
ese paréntesis, de su vida en la Argentina, podemos
decir que es escasa la información que se tiene de ese
periodo.
En 1913 monta una Tienda de Antigüedades y
Arte Decorativo en la calle de Santa Fe de Buenos
Aires. Se llevó para ayudarle en el negocio a su
cuñado, el ebanista y artesano Enrique Salas Coll y a
su sobrino Laureano Medina Alcaraz, hijo de su
hermano de padre Laureano Medina Sabater.
Por entonces pinta un magnífico retrato de
Chueca, tal y como dice el periódico ABC de 8 de
Julio de 1913. Tal género pictórico le haría llevar al
lienzo a importantes damas pertenecientes a la alta
sociedad Argentina.

Hace tres años, como detallaremos más adelante,


«La Ribera Galería de Arte» adquirió, entre otros
dieciséis más, un cuadro a los herederos de Vicente
Medina titulado ‘Retrato de una archenera
desconocida’. Posiblemente fuera pintado entre 1912
y 1914. Se descarta que fuera de una hija del poeta.
MADRID CÓMICO de 22 de Diciembre de 1900
Antes de la marcha de Inocencio Medina Vera
a la Argentina sus amigos y compañeros le
ofrecieron una Cena de Homenaje como despedida
en un salón de los altos del Café Fornos de
Madrid. La fotografía que reprodujo «Blanco y
Negro» y «Mundo Gráfico» el día 2 de Noviembre
de 1911, nos muestra, entre otros, a Luis de Tapia,
Sancha, Xaudaró, Méndez Bringa y a Enrique
Salas, éste sentado a su izquierda.
Los periódicos y revistas como «ABC»,
«Blanco y Negro» y «Mundo Gráfico» se
hicieron eco del acontecimiento. Estas noticias,
así como la que le sitúa ya en Buenos Aires a la
muerte de su hijo, no hacen más que
confirmarnos las sospechas, contra lo que se
creía, de que su partida sería entre noviembre y
diciembre de 1911 y no en enero de 1912.
El hueco de su ausencia se dejó sentir sobre
todo en la revista «Blanco y Negro» donde
aparecería su último trabajo, de esta primera
etapa, el titulado ‘Cosas de niños’, en el número
de 26 de Noviembre de 1911.
BLANCO Y NEGRO de 29 de Octubre de 1911.
MUNDO GRÁFICO de 2 de Noviembre de 1911
Inocencio Medina Vera
vista España en 1914
Nuestro pintor vino cargado de notables
cuadros con la intención de celebrar una nueva
Exposición en el Salón Vilches. Que inaugurada a
los doce días de su regreso y resultó todo un
éxito al vender gran parte de las obras a un buen
precio. Su gran amigo Luis de Tapia efectuó los
preparativos para acogerle y desde las
redacciones de «ABC» y «Blanco y Negro» se
dio cumplida cuenta de su llegada y del anuncio y
desarrollo de la Exposición preparada.

En una revista de «La Esfera» de Enero de


1914 aparece un artículo sin firmar, posiblemente
de José Francés, entonces Crítico de Arte de
dicha revista, que aporta un juicio de la
Exposición y sobre todo nos habla de la
evolución del pintor y del uso de nuevas técnicas
mezclando metales con las pinturas. Tal éxito le
dio en Argentina dicha técnica que le llamaban
“El pintor de oro y plata”.
LA ESFERA de Enero de 1914.
‘El restaurador de santos’ fue uno —
como dice Manuel E. Medina Tornero en su
libro «Vicente Medina / El poeta y su
obra»— de:
«Hasta un total de 58 cuadros (que)
tenía Vicente Medina en su casa, procedentes
del pincel de Medina Vera. Los cuadros
estaban debidamente inventariados e
identificados y además el poeta los
conservaba con la factura de compra
correspondiente.»

De ellos, los herederos de Vicente


Medina y concretamente su hijo Iris, se
desprendieron de un total de diecisiete. El
galerista Emilio Morales —al que vemos en la
fotografía inferior, en la casa de Iris y de su
hija en Rosario junto a José Luis Blanco— se
hizo de ellos en noviembre de 2005 y los trajo
a Murcia, vendiendo aquí prácticamente la
totalidad a muy buen precio.
Iris Medina y el galerista Emilio Morales en Rosario de Santa Fe en el verano de 2007
‘Retrato de una archenera desconocida’

Óleo/Lienzo 54 x 43,5 cm.


Relación de obras de Inocencio Medina Vera que pertenecieron a la Colección de Vicente
Medina y que fueron puestas a la venta por «La Ribera Galería de Arte» de Balsicas (Murcia)
durante los meses de Marzo y Abril de 2007.
BLANCO Y NEGRO 18 de Enero de 1914.
‘A la hora del crepúsculo’ – Óleo de Medina Vera con enmarcación de Enrique Salas.

Inocencio Medina Vera y Enrique Salas en la Tienda de Antigüedades y Arte Decorativo de Buenos Aires.
‘Varadura de embarcaciones en el Mar del Plata’

Este óleo de 1913 estuvo colgado en la Exposición, siendo adquirido por «Prensa Española, S.A.»
para publicarlo en el N.º 1.119 de la revista «Blanco y Negro» del 10 de Mayo de 1914. Desde entonces
pertenece a la “Colección Artística de ABC”.
Como postre del Banquete de Despedida de España, Medina Vera dejó este dibujo rápido —hecho en
tinta y acuarela— y cargado de un fino humor, dedicado a sus amigos, antiguos compañeros y lectores
habituales de «Blanco y Negro»; revista ésta que lo publicó el 7 de Abril de 1914, día en que partiría
desde Cádiz con rumbo a Buenos Aires.
Inocencio Medina Vera lo que realmente deseaba
era triunfar en España y regreso a la Argentina con la
intención de volver, y así lo hizo. Un año más tarde
regresa de nuevo para participar en la Exposición
Nacional de Bellas Artes de 1915, como ya vimos en
el capítulo dedicado a su ‘Fuensantica’.
Aunque tenía asuntos pendientes que resolver en
aquella nación, sobre todo los derivados de la mala
marcha del negocio de antigüedades, su decisión de
quedarse definitivamente aquí parece inequívoca.
Pensamos que el último viaje a la Argentina en 1917,
ya con la salud quebrada, fue motivado por el
llamamiento que le hizo Vicente Medina para que
guardara reposo en su finca de Hume y en tanto
dibujara y pintara para ilustrar los libros que el poeta
ya tenía esbozados, como “La compañera” y
“Abonico” y también para liquidar el negocio de
antigëdades.
Queda por apuntar que aunque la Exposición fue
un éxito de ventas, de las más de las más cuarenta
obras que trajo no todas se vendieron y algunas serían
adquiridas después por Vicente Medina.
Medalla Conmemorativa del 1er. Centenario de la República Argentina.
Acuñaciones regaladas a Inocencio Medina Vera y a Juan Antonio Cavestany
por el “Círculo Español de Buenos Aires”.

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