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Alberto

Urdaneta

EDICION DE

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GRUPO DE SEGUROS COLOMBIA Y
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IMPRESO EN COLOMBIA
PRINTED IN COLOMBIA

EDICIONES SOL Y LUNA - BOGOTA - 1976 - APARTADO AEREO 798


LA COLECCION DE
ALBERTO URDANETA

PROLOGO Y NOTAS

Por PILAR MORENO DE ANGEL


de la Academia Colombiana de Historia

ARGA agonía, llevó al fin a Alberto Urdaneta el


29 de noviembre de 1887. Su vida fue breve en
tiempo ya que al morir habían transcurrido tan
solo 42 años de su existencia. A tan corto lapso
vital puede aplicarse la frase de Rodó: "No vive
más quien más años vive, sino quien con supe-
rior maestría multiplica y reparte los elementos
de su actividad espiritual".
Tal fue el caso (le Alberto Urdaneta hombre
polifacético : periodista, dibujante, artista, hu-
manista, agricultor, militar, fundador de la E.9-
cuela de Bellas Artes, creador de la escuela de
grabado para la cual trajo al país a don Antonio Rodríguez, co-
laborador de Le Monde ilustré. Y corno si esto fuera poco, había
ya producido la obra clásica dcl periodismo colombiano, los cinco
tomos del Papel Periódico ¡lustrado. Gabriel Giraldo Jaramillo
lo distingue como el "animador entusiasta de vastas empresas
de cultura que enmarca una de las épocas más brillantes del arte
nacional y señala el advenimiento de un auténtico resurgimiento
de la pintura colombiana".
Una de las múltiples actividades de Urdaneta fue la de co-
leccionista de gran calidad. Con maravilloso criterio artístico y
Pg conciencia nacionalista logró reunir en pocos años lo que reque-
ría generaciones para lograrlo. Sería inadecuado establecer com-
paraciones, aunque, en la personalidad de Urdaneta se encuen-
tran muchos aspectos que recuerdan a los grandes señores del
Renacimiento: sensuales, ardientes, mecenas y artistas.
Reunió Urdaneta en su casa la mejor colección particular
de obras de arte y objetos históricos que existió en el país du-
rante el siglo XIX.
Dos pequeños volúmenes nos enseñan cuán rica fue la co-
lección de Urdaneta : El primero publicado en la imprenta de
Zalamea en 1886 es la Guía de la primera exposición anual or-
ganizada bajo la dirección del rector de la Escuela de Bellas Artes
general Alberto Urdaneta. Y el segundo impreso también por
Zalamea en 1888 es el titulado El museo taller de Alberto Ur-
daneta, estudio descriptivo por Lázaro María Girón, secretario
de la Escuela de Bellas Artes de Colombia, quien nos relata una en la plaza mayor de Bogotá. Este perfil tomado del natural se
detallada descripción de la casa-museo cantada por José Asunción salvó ya que Urdaneta se lo había regalado a doña Soledad Román
Silva en su poema Taller Moderno cuando dijo: "por el aire del de Núñez y se conserva actualmente en poder de la familia
cuarto saturado, de un olor de vejeces peregrino". Es una poesía Román en Cartagena. La colección del director del Papel Perió-
nostálgica y melancólica como una premonición del triste fin de dico Ilustrado estaba enriquecida, además. con el cuadro llamado
Urdaneta. Ultimos días del general Bolívar en Santa. Marta donde aparecía
en primer término el Libertador vestido de negro, con guante
Girón nos habla de una famosa biblioteca única en Bogotá, blanco y sombrero de paja. A lo lejos la bahía y una panorámica
que contenía ediciones elzeverianas, obras de los cronistas de de la ciudad. Esta obra de inestimable valor histórico, la había
Indias, almanaques de la imprenta de Espinosa de los Monteros, adquirido Urdaneta, por compra efectuada al doctor Próspero Re-
colecciones de periódicos ilustrados, lujosas ediciones europeas y vérend y perteneció, posteriormente, a don Alvaro Restrepo Ca-
americanas de historia, literatura, viajes, filosofía, ciencias y lancha. Se conserva hoy en el Muso Bolivariano de Caracas. Si
artes. Esta biblioteca estaba clasificada. se analiza la suerte de la colección de Urdaneta se encuentran al-
En pintura adquirió Urclaneta varios cuadros de escuelas gunos objetos que aparecen en la actualidad, como el tintero que
españolas y americanas y entre ellos once óleos de Vázquez y tres usó el Libertador y que donara el doctor Eduardo Santos a la
atribuidos al mismo pintor. Entre ellos se destacaba un tríptico Quinta de Bolívar o el curioso cuadro de Policarpa Salavarrieta
con marcos de marfil y carey, en cuyo centro se veía una Piedad marchando al suplicio que pertenece al Museo Nacional. Otros,
y en los costados aparecían las imágenes de varios. santos. A su al parecer, desaparecieron para siempre como el retrato de Ma-
respaldo se podía leer una curiosa inscripción donde relataba la nuela Sáenz, firmado por Salas en Quito en el año de 1825.
historia de la salvación milagrosa, durante un viaje a Cartagena, Don Francisco García Rico propuso a don Pepe Urdaneta,
de don Francisco Lezcano Terancas de Garnica, vecino de Santafé padre de Alberto, después de muerto el director del Papel Perió-
y natural de la ciudad de Córdoba. Llevaba la firma de Vázquez dico lustrado, que la colección completa se conservara en la casa
y la fecha de 1696. Este tríptico aparece en el catálogo de Pizano que había habitado el artista, con el nombre de Museo Urdaneta.
y A rgáez como perteneciente a doña Isabel Malo de Nieto. Esta idea no fue acogida por la familia. Imaginemos lo que re-
Entre las primeras pinturas elaboradas por Vázquez y que presentaría para el país esta muestra conservada en una mansión
pertenecieran a Alberto Urdaneta se encontraban la serie Las señorial del siglo XIX. En varias ciudades europeas y ameri-
Estaciones, uno de los escasos ejemplos de temas no religiosos del canas se pueden visitar esas casas particulares, más o menos es-
artista. De ellos los titulados Primavera. Estío y Otoño pasaron pléndidas, donde una época parece haberse detenido para con-
primero a la colección de don Carlos Pardo. El Otoño fue poste- servar el espíritu y la personalidad de su dueño y ofrecer al vi-
riormente comprado para el Museo Colonial. La Primavera y el sitante más calor humano que un frío y gigantesco museo.
Estío, desafortunadamente se consumieron en un incendio. Según El gobierno de Núñez pensó comprar las colecciones de Al-
el catálogo elaborado por don Roberto Pizano y don Pablo Argáez berto Urdaneta y de Rafael Pombo como parte del tesoro cul-
la obra el Invierno llegó a París y pertenecía a don Enrique J. tural y artístico de la nación. La comisión encargada del estudio
Eder, actualmente se encuentra en Cali donde forma parte de la de la colección Urdaneta dijo: "...Todo es digno de conservarse
colección Harold Eder. con el mayor esmero y en orden, pues de otra manera veríamos
Se salvaron también entre los cuadros de Vázquez que per- acontecer con tan interesante colección lo que en otras épocas
tenecían a Alberto Urdaneta el titulado El martirio de Santa ha acontecido con las que varios particulares han llegado a
Ursula y sus compañeras, conservado actualmente en el Museo formar con inteligencia y laboriosidad. es decir, las veríamos
Colonial, y el San Francisco que perteneció a don José Manuel desaparecer". Desafortunadamnte no culminaron las negociacio-
Marroquín. No se conoce la suerte corrida por los otros cuadros nes para que el gobierno adquiriera estas dos colecciones.
de Vázquez que hicieran parte de la colección de Urdaneta. Al estudiar la figura y la obra de Urdaneta para la biogra-
Tenía además el primer Director de la Escuela de Bellas fía que publicó el Instituto Colombiano de Cultura en el año de
Artes ricas piezas arqueológicas. Algunas de ellas estudiadas en 1972, no pude menos de preguntarme, en repetidas ocasiones,
los artículos que.con el nombre de El dorado publicó, en el Papel qué suerte habían corrido tantos objetos y obras artísticas que
Periódico Ilustrado, el doctor Liborio lerda. habían pertenecido a mi biografiado. Esta duda me la resolvió
el doctor Gabriel Giraldo Jaramillo, cuando con generosidad sin
El héroe sin par para Urdaneta fue Simón Bolívar sobre límites que compromete mi gratitud, me obsequio una fotocopia
quien elaboró un cuidadoso ensayo iconográfico que imprimió en de un escrito, que, aunque no tiene firma; se sabe fue elaborado
el Papel Periódico Ilustrado. Entre los interesantes retratos del por el pintor Roberto Pizano, documento que es de propiedad del
Libertador había un grabado que Urdaneta consideraba como Patronato de Artes y Ciencias.
una de las joyas de su colección, ahora desaparecido. También
pertenecían a Urdaneta un retrato del Libertador ejecutado por Este escrito lleva por título El fin de una colección y dice
Gil de Castro y el célebre perfil de Bolívar, trazado por Roulin, así : "El distinguido pintor don Alberto Urdaneta, durante la
que sirvió de modelo para la estatua de Tenerani que se encuentra mayor parte de su vida reunió con esfuerzos de dinero y con su
prestigio de artista, una numerosa y escogida colección de cuadros

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y objetos históricos y coloniales. A su muerte, en la liquidación han sido cuidadosamente preservados. Uno de ellos fue publicado
de la mortuoria, ese excelente museo pasó a poder de su herma por el Banco Popular en 1975, bajo el título de Album de Dibujos
el general Carlos Urdaneta, quien lo encerró durante muchos no
de Alberto Urdaneta. Personajes Nacionales. Ese mismo año el
años en unas piezas de su casa de habitación. sin que nadie lo- Banco de América Latina, publicó Ecos de mi Segunda Prisión,
grara volver a ver ni mucho menos conseguir ninguno de aquellos Ediciones Sol y Luna.
preciosos objetos. En diversas ocasiones, y dada la coincidencia
de haber sido yo amigo y vecino del general, solicité de éste me Ha querido la presidencia de Seguros Colombia publicar el
vendiera alguna de aquellas antiguedadcsque para su poseedor tercer álbum inédito de Alberto Urdaneta que se conserva en la
no tenían importancia ni por su valor pecuniario, ni por su mé- Dirección de la Biblioteca Nacional. Contribución valiosa a la
rito artístico, y siempre, con evasivas más o menos fundadas, bibliografía nacional, ya que da a conocer toda la época polí-
Urdaneta contrarió mis deseos sin lograr siquiera que me mos tica, cultural y humana que vivió Alberto Urdaneta en su corta
trara aquellas reliquias de las cuales tanto había oído hablar a y prolifera existencia.
personas que conocieron en poder de Alberto su bella colección.
"A raíz del fallecimiento de don Carlos, vino a habitar su
casa su hijo José María quien había estado muchos años ausente
de su Patria, algunos de los cuales los pasó encerrado en la Car-
tuja de Miraflores, haciéndole compañía a Emiliano Quijano, bo-
gotano que a la fecha todavía extingue su vida de artista santi-
ficándose en los severos claustros del Monasterio. José María,
hombre de carácter retraído, empeorado por su afición a la mor-
fina a la que más tarde se entregó del todo, sacó de los depósitos
donde estuvo recluida por muchos años, la colección artística de
Alberto, la cual en su mayor parte estaba destruida por el en-
cierro y la humedad de las piezas en donde estuvo amontonada.
Los presbíteros Carlos Umaña y José M. Marroquín y yo cn-
seguimos por mediación del distinguido caballero don Rober to
Gómez Saiz, que algo se ros vendiera, pues José María como su
padre, no estimaba la colección, ni trataba de conservarla para
salvarla, pero tampoco la vendía.
"Un buen día la neurastenia de José María estalló del todo
y llamó a sus sirvientas, poco después las únicas herederas tes-
tamentarias de su cuantiosa fortuna, y les regaló todo lo que que-
daba de la famosa colección, con la exclusiva condición de que
todo aquello lo sacaran inmediatamente de su casa. Las sirvien-
tas obedeciendo sus órdenes transportaron en carros los cuadros
y objetos aludidos, llevándolos a un potrero abajo de Paiba donde
una de ellas tenía su modesta vivienda en una humilde casita
de paja. Allí fui con Carlos Umaña, varios meses después, y tan
pronto como supimos la donación que había hecho José María de
las obras de arte. Poco o nada encontramos, todo en su mayor
parte había servido de combustible a la hornilla, y tan solo poquí-
simas cosas logramos conseguir. Umaña, Ricardo Moros y yo re-
cogimos así los restos del mayor tesoro artístico que poseía Bogotá
en poder de particulares. Ese fue el triste fin de la colección a
la formación de la cual el sentido e inteligente artista Alberto
Urdaneta, dedicó su vida. su fortuna y su genio".
Bien poco se puede añadir si no es para lamentar la pérdida
y dispersión de la colección de Alberto Urdaneta que se hubiera
debido conservar como patrimonio de la nación colombiana.
De los álbumes que dejara Alberto Urdaneta, uno de los me-
jores dibujantes de su época, lograron salvarse cuatro de la desas-
trosa dispersión. Uno de ellos se encuentra en una colección par-
ticular y los otros tres pertenecen a la Biblioteca Nacional, donde

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