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Urdaneta
EDICION DE
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GRUPO DE SEGUROS COLOMBIA Y
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IMPRESO EN COLOMBIA
PRINTED IN COLOMBIA
PROLOGO Y NOTAS
VIII IX
y objetos históricos y coloniales. A su muerte, en la liquidación han sido cuidadosamente preservados. Uno de ellos fue publicado
de la mortuoria, ese excelente museo pasó a poder de su herma por el Banco Popular en 1975, bajo el título de Album de Dibujos
el general Carlos Urdaneta, quien lo encerró durante muchos no
de Alberto Urdaneta. Personajes Nacionales. Ese mismo año el
años en unas piezas de su casa de habitación. sin que nadie lo- Banco de América Latina, publicó Ecos de mi Segunda Prisión,
grara volver a ver ni mucho menos conseguir ninguno de aquellos Ediciones Sol y Luna.
preciosos objetos. En diversas ocasiones, y dada la coincidencia
de haber sido yo amigo y vecino del general, solicité de éste me Ha querido la presidencia de Seguros Colombia publicar el
vendiera alguna de aquellas antiguedadcsque para su poseedor tercer álbum inédito de Alberto Urdaneta que se conserva en la
no tenían importancia ni por su valor pecuniario, ni por su mé- Dirección de la Biblioteca Nacional. Contribución valiosa a la
rito artístico, y siempre, con evasivas más o menos fundadas, bibliografía nacional, ya que da a conocer toda la época polí-
Urdaneta contrarió mis deseos sin lograr siquiera que me mos tica, cultural y humana que vivió Alberto Urdaneta en su corta
trara aquellas reliquias de las cuales tanto había oído hablar a y prolifera existencia.
personas que conocieron en poder de Alberto su bella colección.
"A raíz del fallecimiento de don Carlos, vino a habitar su
casa su hijo José María quien había estado muchos años ausente
de su Patria, algunos de los cuales los pasó encerrado en la Car-
tuja de Miraflores, haciéndole compañía a Emiliano Quijano, bo-
gotano que a la fecha todavía extingue su vida de artista santi-
ficándose en los severos claustros del Monasterio. José María,
hombre de carácter retraído, empeorado por su afición a la mor-
fina a la que más tarde se entregó del todo, sacó de los depósitos
donde estuvo recluida por muchos años, la colección artística de
Alberto, la cual en su mayor parte estaba destruida por el en-
cierro y la humedad de las piezas en donde estuvo amontonada.
Los presbíteros Carlos Umaña y José M. Marroquín y yo cn-
seguimos por mediación del distinguido caballero don Rober to
Gómez Saiz, que algo se ros vendiera, pues José María como su
padre, no estimaba la colección, ni trataba de conservarla para
salvarla, pero tampoco la vendía.
"Un buen día la neurastenia de José María estalló del todo
y llamó a sus sirvientas, poco después las únicas herederas tes-
tamentarias de su cuantiosa fortuna, y les regaló todo lo que que-
daba de la famosa colección, con la exclusiva condición de que
todo aquello lo sacaran inmediatamente de su casa. Las sirvien-
tas obedeciendo sus órdenes transportaron en carros los cuadros
y objetos aludidos, llevándolos a un potrero abajo de Paiba donde
una de ellas tenía su modesta vivienda en una humilde casita
de paja. Allí fui con Carlos Umaña, varios meses después, y tan
pronto como supimos la donación que había hecho José María de
las obras de arte. Poco o nada encontramos, todo en su mayor
parte había servido de combustible a la hornilla, y tan solo poquí-
simas cosas logramos conseguir. Umaña, Ricardo Moros y yo re-
cogimos así los restos del mayor tesoro artístico que poseía Bogotá
en poder de particulares. Ese fue el triste fin de la colección a
la formación de la cual el sentido e inteligente artista Alberto
Urdaneta, dedicó su vida. su fortuna y su genio".
Bien poco se puede añadir si no es para lamentar la pérdida
y dispersión de la colección de Alberto Urdaneta que se hubiera
debido conservar como patrimonio de la nación colombiana.
De los álbumes que dejara Alberto Urdaneta, uno de los me-
jores dibujantes de su época, lograron salvarse cuatro de la desas-
trosa dispersión. Uno de ellos se encuentra en una colección par-
ticular y los otros tres pertenecen a la Biblioteca Nacional, donde
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