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CAPITULO I
LA INVESTIGACIÓN EMPÍRICA DEL TURISMO:
CIENTÍFICO Y PROCESO DE INVESTIGACIÓN
1.1. Introducción
2.1. Introducción
1ª) Que los sistemas de medición utilizados son siempre indirectos y, por tanto,
inferiores en capacidad y precisión a los que utilizan las ciencias naturales.
1ª) El desarrollo del Estado moderno. La idea que relacionaba el tamaño del
Estado y su potencial bélico o económico necesitaba de una herramienta que
permitiera contabilizar la población y construir un sistema fiscal que pudiera
controlar la actividad económica.
2ª) El cálculo de riesgos que las primeras compañías de seguros del período
mercantilista del siglo XVIII debían realizar con objeto de valorar las tasas a cobrar
en función de las rutas y el valor de las cargas de los barcos.
C.- El tercer elemento diferencial tiene que ver con la construcción del objeto de
investigación y con la muestra que se va a estudiar. Esta cuestión está directamente
relacionada con el tipo de representatividad que busca cada enfoque de
investigación.
El investigador cualitativo está interesado en la representatividad estructural. Lo
que pretende es que la mayoría de las diferencias que intervienen en la comprensión
del fenómeno quedan reflejadas en su investigación. En consecuencia, la
construcción del universo y de la muestra a seleccionar se basa en la inclusión de
estas diferencias cualitativas que producen la información relevante que le permita
abordar más dimensiones del fenómeno.
BLOQUE II
EL ENFOQUE CUANTITATIVO
CAPITULO III
EL MUESTREO METODOS Y APLICACIONES
3.1. Introducción
No obstante, cubrir este ideal suele ser inviable, atendiendo tanto a criterios
económicos como de inversión temporal. Sólo organismos como el Instituto
Nacional de Estadística puede abordar aventuras tales como la realización del Censo
de Población y Viviendas, donde se recoge información, con fines claramente
administrativos.
El propio INE suele optar por la elaboración de encuestas basadas en muestras
extraídas de la población, que gozan, no obstante, de una gran credibilidad.
La Encuesta de Presupuestos Familiares o la de Morbilidad Hospitalaria son
otros ejemplos del uso de muestras con fines administrativos.
Las encuestas de opinión pública son un medio para estimar las actitudes y
opiniones de los ciudadanos en un momento concreto del tiempo.
Los resultados obtenidos al aplicar varias encuestas al mismo tiempo también
pueden ser diferentes. Son muchos los factores que influyen en este aparentemente
desconcertante fenómeno.
Con las muestras sólo podemos tener una certeza estadística (probabilística),
nunca certeza absoluta. De forma que no podemos esperar que dos encuestas
simultáneas sobre el mismo tema produzcan exactamente los mismos resultados.
Éstos varían de una muestra a otra y no tienen por qué coincidir para ser válidos.
Las muestras a las que se aplican las encuestas se construyen fijando un margen de
error.
La clave del éxito del proceso de muestreo radica en garantizar la fidelidad
del reflejo de la población en la muestra. Esta última ha de ser una especie de
“maqueta” reducida de la población en su tamaño original. Es decir, se trata de
extraer correctamente una parte de la población para someterla a observación
científica en representación de dicha población, a fin de obtener resultados válidos y
aplicables al universo de la investigación en curso. La teoría de las probabilidades es
el fundamento principal de la teoría del muestreo.
Las muestras, para ser consideradas como tales, han de cumplir una serie de
requisitos:
1. Que comprendan una parte del universo, pero no su totalidad: si muestro
objeto de estudio se circunscribe a las prácticas turísticas de los jóvenes de una
población de trescientos habitantes, es factible trabajar con toda la juventud de la
localidad, pero en ese supuesto, sería viable entrevistar a la población o universo. Si
nuestro objetivo es el de la juventud española, suele ser más factible trabajar con
muestras de entre 1000 y 2500 jóvenes.
2. La amplitud de la muestra ha de ser proporcional a la magnitud del
universo: si bien las muestras han de ser un parte de la población, deberán guardar
una proporcionalidad con ésta que garantice la recogida de la heterogeneidad que
presente dicho universo con respecto a las variables fundamentales. Esto es, si
emprendemos una investigación sobre los jóvenes españoles no podremos extraer
una muestra de veinticinco de ellos para aplicarles un cuestionario, pues en ese
subgrupo no podrían quedar reflejados los perfiles fundamentales que deberían fijar
las variables edad, sexo, situación ocupacional y hábitat de residencia.
3. Debe estar garantizada la ausencia de distorsión en la elección de la
muestra: por ejemplo, no sería correcto llevar a cabo una encuesta telefónica en un
país muy pobre, pues quedaría sesgada al no estar incluidas en los listines
telefónicos las capas de población más desfavorecidas sin acceso a ese bien. En
definitiva, se trata de evitar que una parte de la población que sometemos a
observación no esté incluida en el marco muestral.
4. Que sea representativa del universo poblacional: esto es, que reproduzca
las características básicas del mismo según los principios teóricos de la
investigación. Por ello, el empleo de las muestras requiere de un conocimiento
previo de la estructura del colectivo a observar. La muestra ha de representar a la
población cualitativa, además de cuantitativamente. A modo de ejemplo, piénsese en
el caso en que se lleve a cabo un estudio sobre la satisfacción de los estudiantes de
las Escuelas de Turismo. Además de incluir todas las existentes en el país, a la hora
de extraer la muestra habrá que tener cuidado para que queden incluidos estudiantes
de todos los cursos.
Una muestra aleatoria simple de tamaño “n” está compuesta por n elementos
elegidos entre la población, de modo que todas las muestras de ese mismo
tamaño tienen la misma probabilidad de ser elegidas.
1. Muestreo por cuotas: se trata de uno de los más conocidos, pues es muy
utilizado en el mundo de la empresa y de los estudios de opinión. Encuentra su
fundamento en que sí se conocieran todas las características del universo y sus
proporciones correspondientes, sería posible organizar una muestra que estuviera
“cuotificada” en todas sus dimensiones, de tal manera que fuera representativa del
universo, sin necesidad de extracción aleatoria individual de sus unidades.
Las cuotas más habituales en la investigación social vienen definidas por el sexo y
la edad, pues la mayoría de los marcos o bases muestrales recogen ambas variables.
Se confeccionan una matriz donde se calculan las proporciones relativas para cada
celdilla, cuya base será la proporción que representa cada categoría de las variables
seleccionadas en la población total. A continuación se proporciona a cada
entrevistador el perfil y el número de personas que habrá de entrevistar para
completar cada cuota. Aunque parezca similar al estratificado, la diferencia estriba
en la libertad que goza el entrevistador para la elección de las unidades finales de
observación. Y dicha libertad es su fuente principal de sesgo, pues el entrevistador
puede dejarse llevar por la sencillez del reclutamiento de los entrevistados en su
propio entorno familiar o entre aquellos que pueden parecer más proclives a ser
encuestados. Para solventar algunos de estos inconvenientes se ha recurrido a la
aplicación del sistema de rutas aleatorias.
El uso de este sistema de rutas aleatorias ha provocado que en muchas ocasiones se
haya considerado el muestreo por cuotas como de tipo probabilístico. Nada más
lejos de ello, pues no puede calcularse el error mediante aproximaciones
estadísticas. Un buen control del trabajo de campo es decisivo para frenar los sesgos
de los entrevistadores.
4. El margen de error muestral permitido: existe una fuerte relación el tamaño del
error muestral y el volumen de la muestra. A medida que aumenta esta última,
decrece aquél.
Los errores comprendidos entre el 2 y el 2,5% son muy habituales en la
investigación social. El error muestral va a ser fijado por el investigador en función
de sus intereses de precisión, salvo cuando el presupuesto sea tan reducido que
venga impuesto por la disponibilidad económica. Por ejemplo, si en un estudio se
desea conocer la edad media en la que se inician, los jóvenes al consumo de drogas,
nos interesa un error muy reducido.
El error muestral, por tanto, es el resultado del hecho de trabajar con una muestra y
no con la totalidad de la población. Existe, no obstante, otro tipo de errores no
debidos al muestreo. En muchas encuestas, el error de muestreo que queda reflejado
puede llegar a ser despreciable al lado de los errores no muestrales.
* Una muestra puede producir información fiable a un coste infinitamente más bajo
que un censo. Con muestras probabilísticas se pueden cuantificar el error de
muestreo de un encuesta.
* Los datos se recogen más rápidamente y, por tanto, pueden difundirse con mucha
celeridad.
* Las estimaciones obtenidas a través de encuestas aplicadas a muestras
probabilísticas frecuentemente ofrecen datos más exactos que aquéllos derivados de
censos porque se puede poner más celo en la formación de los entrevistadores, de
cara a que obtengan la información más fidedigna posible.
4.1. Introducción
Por tanto, la utilidad de las encuestas es diversa y puede estar orientada hacia
la exploración, la descripción, la planificación, la intervención o la evaluación en
función de los objetivos. Sin embargo, no garantiza que esta técnica permita al
investigador indagar sobre cualquier problema objeto de estudio, sino que su
utilidad es limitada. Por ejemplo, mediante el cuestionario de la encuesta, es difícil
acceder al marco interpretativo que puedan ofrecer los demandantes del turismo
acerca de distintos fenómenos de interés.
4.3. Diseño de la encuesta
6ª FASE: Planificación
La fase de la planificación es tan necesaria como cualquier otra en la
investigación científica. Al planificar se concreta la gestión de los recursos con los
que cuenta el investigador y se marcan los plazos temporales que se deben seguir en
el proceso de la investigación. En definitiva, la planificación ha de estar presente en
todas y cada una de las fases del estudio; de forma que todas aquellas lo estarán en
ésta.
7ª FASE: Precodificación y codificación
Para que al final de todo el proceso de indagación el investigador puede
proceder a la exploración estadística de los datos obtenidos con la encuesta, éste
debe contar con una matriz de datos.
Dicha matriz se construye introduciendo en una base de datos las categorías
de respuesta que se den a cada una de las preguntas, y que estarán relacionadas con
las propiedades y dimensiones de los contenidos y las variables de la investigación
que conforman los instrumentos de medida de la encuesta.
Es decir, es imprescindible asignar códigos, numéricos o no, a cada una de las
posibles categorías de respuesta de las variables representadas en las preguntas de la
encuesta.
Si el instrumento de medida utilizado por la encuesta es un cuestionario
estandarizado, es imprescindible codificar con la finalidad de identificar. Cuando en
el cuestionario de la encuesta dichos códigos se han asignado antes de proceder al
trabajo de campo, el cuestionario estará precodificado. No siempre es posible
proceder a la codificación antes de la recogida de los datos.
Ahora bien, el establecimiento de los códigos no puede hacerse de una
manera aleatoria, sino que conviene seguir ciertas indicaciones. A la hora de
codificar las categorías de una variable, ha de tenerse en cuenta el nivel de medida
de la misma. Es decir, los códigos o números asignados se organizarán de una u otra
manera dependiendo de que las variables a las que se asignan sean de tipo nominal,
ordinal o de intervalo.
En una fase final del estudio se realiza el análisis del material empírico
derivado de la investigación. Para ello, se utilizarán las medidas más adaptadas al
nivel de medición de las variables que han orientado el proceso.
La interpretación de los resultados empíricos obtenidos es una tarea delicada
que requiere de cierta precaución metodológica por parte del investigador. Sin duda,
la calidad de la información obtenida en una investigación mediante encuesta estará
condicionada por el diseño y la elaboración de la misma.
Según cuál sea el contexto que elija el investigador como el más ajustado para
aplicar el instrumento de recogida de los datos, en función de sus intereses y de los
recursos con los que cuenten se distinguen varias modalidades de encuesta.
Podemos diferenciar entre encuestas personales, las telefónicas o las
realizadas por correo cada una caracterizadas por las circunstancias y del contexto
en el que se aborden.
- Estudios de panel: las encuestas de panel se emplean para conocer los cambios la
población, respecto al fenómeno analizado, en momentos sucesivos del tiempo.
- Estudios de tendencia o cohorte: estos estudios, se destinan a muestras distintas
en cada momento de la recogida de datos.
5.1. Introducción
Las mismas reglas que se aplican al diseño de las preguntas, han de emplearse
en la formulación de las respuestas estandarizadas. Igualmente conviene que éstas se
caractericen por su claridad y relevancia. Las posibles categorías de respuestas
dadas a las preguntas estandarizadas tienen que ser exclusivas, han de abarcar todas
las opciones de respuestas posibles. Dichas categorías tienen que formularse de
manera sencilla con la finalidad de que las comprendan todos los encuestados. Y han
de ser excluyentes.
No deben darse muchas alternativas de respuesta para evitar que el
encuestado haya olvidado las enunciadas al principio y se limite a seleccionar sólo
entre las que recuerda del final.
A su vez, es necesario añadir en algunas la “no respuesta”: no sabe y no
contesta. Ambas son categorías distintas, pero a veces es difícil interpretar. La
elección de cualquiera de ellas siempre será un indicador a tener en cuenta por parte
del investigador por lo hay que buscar alguna explicación.
Conviene, además, prescindir de la deseabilidad social en las respuestas. Es
decir, en ocasiones pueden formularse preguntas cuya respuesta puede que no refleje
fielmente lo que piensan o sienten los encuestados.
Por tanto, hay que evitar enunciar categorías de respuesta que lleven a elegir
las opciones cultural y socialmente aceptables en lugar de las que se corresponden
con la realidad social del encuestado.
B.1) Preguntas cerradas dicotómicas: son preguntas explicitas que dan dos
opciones de respuesta y el encuestado se adscribe sólo a una de ellas. Normalmente
las alternativas de respuesta a este tipo de preguntas son: si y no; además de las de
no respuesta. Por ejemplo, ¿Ha realizado usted algún viaje con destino al
extranjero durante los meses de junio a septiembre?, donde las posibilidades de
respuestas solamente podrían ser: Si o No.
6.1. Introducción
6.5. Directorios
6.8. Síntesis
7.1. Introducción
8.1. Introducción
El investigador tendrá que sortear esta tensión entre normas cuando pretenda
conseguir la apertura total del entrevistado o cuando intenta disfrazar su imagen ante
el investigador/entrevistador.
La entrevista cualitativa tiene, un destacado carácter complementario
con respecto a otras técnicas de investigación social. Baste resaltar que la
reconstrucción que hacen los observados del sistema de representaciones sociales en
su vida cotidiana mediante entrevista puede encontrar complemento en las
representaciones de carácter colectivo que surgen de los grupos de discusión. Del
mismo modo hay que señalar su complementariedad con la observación
participante.
Para entender esta afirmación Bronislaw Malinowski daba cuenta detallada,
en sus notas de campo, de las entrevista de distinto rango que llevaba a cabo a lo
largo del día. Si bien es difícil llegar a ver la realidad social a través de los ojos del
otro observado.
Podemos acercarnos a las interpretaciones y motivaciones que conceden
dichos individuos a sus comportamientos, ya que al ser tan intensa la interacción
entre entrevistador y entrevistado ambos habrán de tener “en cuenta quién es el
otro, lo que la otra persona podría presumir que sabe y dónde podría situarse esa
otra persona en relación al mundo del que hablamos”.
No podemos olvidar que es imposible hablar de un solo modelo de entrevista
cualitativa.
Todas las formas citadas son usadas con mayor o menor éxito, pero sin duda
la que engloba mejor a todas es la de “entrevista abierta o en profundidad”.
6. Tácticas de aclaración: cuando las tácticas de elaboración fallan suele ser útil
requerir al entrevistado que arroje luz sobre algún asunto tratado a lo largo de su
intervención. Esta petición se hace preguntando por algún detalle cronológico o
utilizando preguntas directas.
3. Los fragmentos del texto que han sido destacados como relevantes para la
investigación deben ser sometidos a evaluación, teniendo en cuenta el posible
impacto que haya tenido en ellos la propia situación de entrevista. Existe una
relación inversamente proporcional entre la medición reconocida y el peso de lo
expresado.
9.1. Introducción
10.1. Introducción
Afirmar que existen grupos sociales parece una trivialidad. Sin embargo, lo
grupal no es algo tan manifiesto como cabe pensar. No siempre hay conciencia de
que la vida social y las experiencias individuales se desarrollan siempre en grupos.
Todo grupo está constituido por “un conjunto de personas interrelacionadas
que se han reunido con diversas razones: vida familiar, actividad cultural o
profesional, política o deportiva, amistad o religión …”.
Según esta definición, la interdependencia y la intencionalidad de los sujetos
es lo que caracteriza a estas formaciones sociales que estarían a medio camino del
individuo y el todo (comunidad, partido, organización, etc.).
La intencionalidad es lo que distingue al grupo de los agregados o
agrupaciones donde no existe otro motivo de unión que aquellos intereses o
circunstancias ajenos a los propios sujetos agrupados.
La interdependencia de los sujetos hace referencia a una cuestión
fundamental en los grupos que es su número o tamaño. La forma sociológica más
simple es el grupo formado por dos sujetos. Sin embargo, los grupos varían por
mucho de tamaño y forma. Una clasificación muy utilizada es la que diferencia
entre grupos primarios y grupos secundarios.
En el grupo primario las relaciones que establecen las personas integrantes
son más cálidas y emocionales que las que podemos encontrar en un grupo
secundario, donde hay unos objetivos y una organización externa que se impone y
supedita los intereses particulares del grupo.
Todas las personas forman parte de algún grupo primario y/o secundario.
Pueden pertenecer al grupo familiar o un grupo de amigos que viaja. Los sujetos se
encuentran acompañados y protegidos dentro de los grupos, pero también el grupo
entra a formar parte de lo que sienten y piensan los sujetos.
El grupo impone a sus propios integrantes (in group) una manera de ver las
cosas que puede ser diferente, e incluso contrapuesta, a cómo lo ven otros miembros
de otros grupos (out group).
Por otro lado, la conducción del grupo persigue provocar, no forzar, las
conversaciones de los participantes, a la vez que las canaliza por los temas objeto de
la investigación. En función de estos requerimientos hay unas formas de intervenir
deseables y otras evitables en lo posible:
- Evitar hacer preguntas cerradas, tipo encuesta, porque son contrarias al
tipo de conversación espontánea y natural que se quiere provocar.
- Adoptar formas de preguntas abiertas que estimulen la conversación, y sean
lo suficientemente difusas como para implicar al entrevistadado y su punto de vista
sin temor a influenciarlo.
- Intervenir en el grupo al hilo de la conversación.
- Aprovechar los derroteros de la conversación espontánea, reconduciendo y
recabando más información a partir de los comentarios que traen los participantes.
El cierre final
Dicho grupo puede definirse como una reunión de personas, entre seis y diez,
desconocidas entre sí, y previamente animadas a discutir un tema bajo la dirección o
control de un moderador. La reunión recrea artificialmente una situación micro
grupal con la intención de investigar una situación macro-grupal donde se localiza la
problemática de estudio.
11.1. Introducción
1) Las dificultades para el acceso a los mismos los sitúa insertos en el espacio
privado, por lo que se puede encontrar con resistencias de la gente a ofrecerlos.
2) Se suscitan dudas sobre la representatividad de los mismos.
1. Definir el universo de material documental. Por ejemplo: los tres diarios con
más lectores de ámbito nacional durante los últimos cinco años.
2. Diseñar la muestra documental que se va a analizar. Hay que tener en
cuenta que pocas veces es posible analizar el total del universo señalado como
objeto de la investigación, dado su gran volumen.
3. Definición de las unidades básicas que se van a recoger: palabras, frases,
párrafos, unidades textuales enteres (editoriales, crónicas, reportajes, etc., en
un diario, por ejemplo).
4. Definición de las categorías y, por lo tanto, de las variables. Hay que
recordar que las categorías o valores, dentro de las variables, han de ser
excluyentes entre sí.
5. Testar el código que se va a utilizar o conjunto de variables, con sus
categorías. Para ello, se utiliza una pequeña muestra del material documental
sobre el que se va a utilizar.
6. Revisar, en su caso, de las formas de establecer las categorías al material
documental.
7. Volver a testar el nuevo código y, si surgen nuevas dudas, realizar otra
revisión.
8. Aplicar el código a todo el material documental.
9. Establecer (contar) las frecuencias (palabras, frases, párrafos, etc., según
la unidad de análisis utilizada) en que el contenido se encuentra en cada
una de las categorías establecidas. Cuando se trata de material audiovisual,
puede optarse por unidades temporales, como los segundos o minutos de
emisión.
10.Analizar los resultados, Análisis que nos conduce directamente a la
utilización referencial de la estadística y sus posibilidades.
12.1. Introducción
Para el estudio de una imagen turística puede tomarse una de las siguientes
vías, que han de considerarse como complementarias. Nos apoyaremos en un
ejemplo: una Comunidad Autónoma ha decidido que va a centrar su promoción
turística en un popular cantante, muy conocido en el conjunto del territorio español.
Con una determinada imagen del mismo, se harán inserciones publicitarias en
prensa y vallas.
1) Una de la vías puede consistir en sondear entre un perfil de la población
que corresponda al del turista o visitante potencial de las restantes Comunidades
Autónomas cómo se recibe tal imagen. Es decir, qué cadena de connotaciones
provoca entre tales receptores y cómo éstas se vinculan con la motivación
turística. Para tal vía, lo habitual es diseñar una investigación -denominados
estudios pre-test en la medida que el sondeo es previo a la puesta en circulación de
las imágenes en particular y de la campaña publicitaria en general- a partir de
entrevistas en profundidad o grupos de discusión, prácticas de investigación cuyo
desarrollo se ve en otra parte de este manual. Ésta es la vía que puede considerarse
emic, en la medida que se fundamenta en el propio sentido que da la gente al
fenómeno social abordado, aun cuando en este caso tal fenómeno se reduzca a una
imagen.
Esta vía de investigación se justifica por la multiplicidad de significados que
es capaz de generar una imagen. Así, la imagen de la playa del Sardinero puede
leerse como: la playa del Sardinero (reconocida), otra playa de nombre distinto
(falso reconocimiento, tal vez por un error inducido).
El estudio puede tener por finalidad establecer la relación entre este amplio y
abierto código de las imágenes y el relativamente reducido código de la publicidad
turística: invita a ir o a no invita a ir.
2) La otra vía consiste en analizar la imagen, es decir, observar
separadamente cada uno de los elementos de la misma. Por lo tanto, partimos de
un objetivo global. De una síntesis. La primera escisión que realizamos es entre
elementos que pueden considerarse puramente icónicos y los elementos verbales:
frases, eslóganes, etc., que además de su significado no hay que olvidar que son
componentes materiales. Es decir, sus “letras” también constituyen imágenes con:
un cuerpo o tamaño de letra, un tipo de letra, un color del soporte material (tinta o
similar), etc. La combinación de estos elementos puede dar resultados muy diversos.
Quizás, en el momento en que se desee emitir la campaña convenga un
mensaje que signifique seriedad, con su derivación en sensación de compromiso y
generación de confianza. Los ejemplos pueden llevarse hasta el infinito jugando con
estos pocos elementos.
Por cierto, cabe jugar con otros elementos del mensaje lingüístico, como: la
utilización de varios tipos, cuerpos y colores de letra; dar más o menos sensación de
“grosor”, “movimiento”, etc. a las mismas o la propia situación del mensaje o los
mensajes lingüísticos dentro del conjunto.
Recordemos al lector que, en el ejemplo que se sigue, nuestra imagen
principal es la de una figura, una persona, aun cuando habría que decir que se trata
de un personaje. Pues bien, piénsese ahora en las decisiones que hay que tomar y
los posibles significados que pueden producir tales decisiones:
• El nivel de la figura. Es el más rico para el análisis. Aun cuando existe una
comprensión inmediata de lo que es una figura, no es fácil su definición. De
hecho, puede definirse como figura la que se reconoce como tal. La figura y
figura (de algún objeto o referente) que reconocemos. La figura es, así, una
entidad reconocible. Un nivel, el de la figura, que, a su vez, puede estar
incluido en supraentidades o suprafiguras: conjunto de figuras. Ejemplos de
estas supraentidades que engloban la figura son: una familia, un grupo de
amigos, una banda de posibles figuras humanas. A su vez, tal entidad puede
englobar subentidades o figuras que son también reconocibles: cabeza, cara,
piernas de figuras humanas. Es principalmente en las subentidades donde se
establecen las marcas, que nos permiten reconocer de una manera determinada
-calificada- a la figura, adjudicándola a un tipo. Así, determinada vestimenta
adjudica la figura al tipo de, por ejemplo: los bomberos, los futbolistas, los
turistas. Del mismo modo, unos rasgos (marcas) en la cara (nariz, ojos)
posibilita la adjudicación aproximada a un grupo (tipo) étnico, que facilita la
identificación de la figura con un lugar y una cultura: nariz prolongada con los
franceses, ojos rasgados con los asiáticos. Otro ejemplo, marcas (ojos, nariz,
labios, pómulos, etc.) en una figura de cara femenina permite clasificar ésta
entre los tipos: anciana, sensual, joven e, incluso una especie de inexistente
tipo del no-tipo: como mujer “normal”. En el nivel de la figura, el uso del
color cobra también especial relevancia, susceptible de ser convertido en marca
y, por lo tanto, en instrumento que transforma la figura en un tipo. Por
ejemplo, en: el gris en un traje masculino, el negro de unos zapatos femeninos.
• El nivel del texto: cuya materialidad visual ha sido referida más arriba: tipo de
letra, tamaño del cuerpo, color. En cuanto a su contenido, hay que tener en
cuenta reducir las amplias posibilidades de interpretación de la imagen. El
texto tiene por misión cerrar el significado del conjunto del mensaje visual. De
lo contrario, éste puede decir mucho. Tal vez tanto que, termine por no fijar
significado alguno. Aun cuando es poco frecuente en los mensajes
publicitarios, ha de recordarse que no todo mensaje visual requiere texto; ni,
por supuesto, la producción y circulación de imágenes turísticas se reduce a las
presentes en la publicidad.
• El nivel del fondo: a diferencia de la figura, el fondo se define como lo
indiferenciado del mensaje icónico, lo que carece de límites o, con mayor
precisión, lo que no tiene otro límite que el marco del soporte del mensaje
visual. Puede tratarse de fondos prefigurativos: paisajes, objetos, paredes, etc.;
o fondos sin referencia inmediata alguna, definidos casi exclusivamente por el
color. Como dice el título de una obra de Miguel Delibes, el fondo es un
ambiente que termina imponiéndose: Mujer de rojo sobre fondo gris.
– Entre figura y fondo, que nos habla de la profundidad del campo: pero que,
sobre todo, establece los significados de proximidad-distancia e identidad.
– Entre figura y texto. Las variedades de significación son amplias; pero las
más generales: texto (palabras) atribuible a la figura o figuras (relación
expresiva), texto atribuible a un tercero (institución emisora) que describe
la figura o figuras (relación descriptiva), y palabras de tercero sin
vinculación directa con la figura (relación distante).
– Entre texto y fondo, donde no sólo se establece el grado de legibilidad del
texto, sino que también pueden producirse significados a través de:
A) La ubicación del texto con relación al fondo, que es casi
como decir -aunque esto no siempre ha de cumplirse- la situación
del texto en el conjunto del mensaje.
B) El grado de superposición del texto sobre el fondo, en la que
están implicados tamaño y tipo de letra.
C) La utilización de elementos que unan o separen el texto del
fondo: uso de recuadros, globos como en el lenguaje de los
cómics, etc.
12.3. El análisis de imágenes en la investigación social
Puede decirse que la investigación social comienza con el diseño del corpus:
con la definición del material que va a formar parte de la muestra que se va a analizar.
Manteniéndonos en el ejemplo anterior -campaña promocional turística de una
Comunidad Autónoma- este análisis puede estar incluido en:
Todas las dimensiones analíticas anteriores (tipo de plano, colores, etc.) habría
que tenerlas ahora en cuenta como una especie de rasgos de las imágenes, es decir,
como variables de las imágenes, utilizando el lenguaje propio de la metodología. Así,
el color de la imagen puede constituirse en una o varias variables, según se decida en
la investigación. Por ejemplo, puede decidirse una variable para el color dominante
en la imagen, reservando para una variable con múltiple selección para cada
aplicación, para el resto de colores.
Pues bien, el mismo proceso ha de darse con respecto al brillo, los tipos de
plano, fondo, etc., siempre que se decida que son susceptibles de ser convertidas en
variables para la investigación y que, por lo tanto, la comparación entre las imágenes
de distintas unidades tomando en cuenta tales características nos dé información para
interpretar.
En la caracterización de la imagen, para su posible comparación con las
imágenes utilizadas por otras Comunidades Autónomas. Se trata de la propia
caracterización de la figura para su posterior clasificación. Dificultad que viene dada
porque, aparece como un intento de clasificar toda la realidad posible, ya que toda
realidad -material o producto de la imaginación- es susceptible de ser convertida en
figura.
Situándonos en campañas turísticas de países, regiones, Comunidades
Autónomas o ciudades, los elementos más distintos de sus respectivas realidades
(paisajes, monumentos, personajes, historia, bandera, autoridades, etc.) podrán ser
seleccionados para formar parte de las mismas. Por otro lado, elementos que, además
de su más inmediato significado, lo que Barthes denomina denotación en sus
Elementos de semiología, arrastran connotaciones o segundos significados en el
mundo o sistema de los valores. Por esto, se recomienda una doble codificación.
La primera línea de clasificación va a atender a ese significado segundo. En
principio pensarse en una variable abierta -dispuesta a recoger toda la multiplicidad
de valores posibles- pero lo más seguro es que pronto se concentrase en los valores
señalados, pudiéndose cerrar alrededor de los mismos, dejándola sólo semiabierta con
una categoría disponible para las frecuencias mínimas, como un “otros valores”.
¿Cómo se atribuye un valor de la variable connotaciones a la imagen
estudiada?. En algunos casos, la atribución puede ser sencilla. Por ejemplo, en las
imágenes que evocan naturaleza. Pero, otras, tal vez no lo sea tanto. Por ello,
conviene que la atribución sea realizada por un conjunto de jueces. En previsión de
tales casos, puede optarse por una de las siguientes soluciones:
A) Optar por la atribución hecha por la mayoría de jueces, para lo que
suele convenir que el número de los mismos sea impar y, así, evitar al mínimo los
posibles empates.
B) Establecer una categoría en la variable que significase tal dificultad
de atribución, como algo parecido a “valor sin definir”.
C) Conjugando las dos opciones anteriores, de manera que cuando no
existe una mayoría cualitativamente importante de jueces que se inclinan por la
misma atribución, haya que utilizar la categoría previamente señalada para recoger tal
situación de dificultad de atribución. De esta manera, la variable, ya codificada,
podría quedar de una manera semejante a la siguiente:
CAPÍTULO XIII
MARCO CONCEPTUAL
Y DIMENSIÓN DEL TURISMO
13.1. Introducción
El turismo comprende “las actividades que realizan las personas durante sus
viajes y estancias en lugares distintos al de su entorno habitual, por un período de
tiempo consecutivo inferior a un año con fines de ocio, por negocios y otros
motivos”.
El “turismo” incluye a los “turistas” (visitantes que pernoctan) y a los
visitantes del día (excursionistas).
La definición general del viajero es: “toda persona que se desplaza entre dos o
más países distintos o entre dos o más lugares dentro de su país de residencia
habitual”.
Se define al viajero internacional como: “toda persona que se desplaza fuera
de su propio país de residencia (cualquiera que sea el motivo del viaje y utilizando
cualquier medio de transporte, incluso a pie)”. Se define al viajero interno como toda
persona que se desplaza dentro de su propio país de residencia (cualquiera que sea el
motivo del viaje y utilizando cualquier medio de transporte incluso a pie)”.
El término visitante es el concepto básico para el conjunto del sistema de
estadísticas del turismo. La expresión “visitante” se divide además en dos categorías:
“turistas (visitantes que pernoctan)” y “visitantes del día (excursionistas)”.
El concepto visitante designa a “toda persona que se desplaza a un lugar
distinto al de su entorno habitual, por una duración inferior a doce meses, y cuya
finalidad principal del viaje no es la de ejercer una actividad que se remunere en el
lugar visitado”. Las notas conceptuales básicas son:
Visitante interno designa a: toda persona que reside en un país y que viaja, por
una duración no superior a doce meses, a un lugar dentro del país pero distinto al de
su entorno habitual, y cuyo motivo principal de la visita no es la de ejercer una
actividad que se remunere en el lugar visitado. Los visitantes internos incluyen:
Tipos de turismo:
Categorías de turismo:
• el gasto final del visitante (total), tanto el gasto efectivo del consumo
final del visitante (que es el componente más importante del consumo
total y es el que sufraga no en especie el propio visitante) y el gasto en
especie del consumo final del visitante. En esta categorías incluido, por
ejemplo, las operaciones de trueque del visitante; y
• las transferencias sociales turísticas en especie (por ejemplo: las vistas
a los museos, cuyo coste total no se atribuye completamente a los
visitantes o los servicios de salud proporcionados al visitante).
La oferta
14.1. Introducción
A) Comportamiento de la demanda
B) Los precios
15.1. Introducción
Para el año 2020 se estima que el turismo internacional generará casi 720
millones de llegadas en la región europea, es decir, un 46 por ciento del total mundial.
Supone que habrá perdido 16 puntos respecto a la cuota de mercado de 1990. Entre
1995 y el año 2000 el turismo internacional creció en Europa un 4 por ciento anual,
frente al 4.5 por ciento mundial, en la primera década del siglo XXI el turismo en la
región europea crecerá el 3.0 por ciento, un punto por debajo de la media de
crecimiento mundial.
El turismo intrarregional europeo continuará siendo el mercado emisor más
importante para la región. En el año 2020 se espera que alcance un 85% del
conjunto de llegadas.
La población mundial para el año 2020 se estima en 7750 millones de
personas, es decir, 2250 millones más que en 1995. El 94 por ciento de dicho
crecimiento se registrará en países en desarrollo. La población residente en áreas
urbanas, que es la principal proveedora de turistas, pasará del 45% al 62%.
Continuará registrándose un fenómeno de envejecimiento de la población en los
países industrializados; así pues, se espera que el número de europeos mayores de 60
años se incremente en el 50 por ciento, mientras que la población más joven se
reducirá ligeramente.
El producto interior bruto mundial se doblará entre los años considerados, si
bien es posible que no se reduzca la diferencia entre países ricos y pobres.
Los resultados del estudio sobre previsiones de la OMT muestran que en el
siglo XXI el turismo seguirá creciendo, confirmando también las previsiones
hechas para el año 2010. Se estima que el turismo internacional crecerá un 4.1 por
ciento, entre 1995 y 2020, hasta alcanzar los 1561 millones de llegadas (2020). En
ese año, Europa recibirá 717 millones de llegadas y la región americana más de 280
millones. Será la tercera región turística más importante al situarse también tras Asia
Oriental y el Pacífico que con sus casi 400 millones de llegadas ocupará el segundo
lugar como región receptora.
El turismo de larga distancia aumentará en los próximos 25 años. No sólo el
turismo se hará en destinos más alejados, sino que se profundizará la tendencia a
la fragmentación de las vacaciones. La estancia media de las vacaciones de salidas
turísticas.
15.2. Megatendencias
Desde la perspectiva del lugar de destino, la elección del turista está influida
por la diversidad y la categoría de las atracciones específicas del lugar de destino.
El sector de las vacaciones “todo incluido” a destinos cercanos seguirá
expandiéndose, aunque a un ritmo más lento que en años anteriores.
Una parte notable de quienes viajan a destinos de sol y playa lo hacen con
motivo de viajes de novios. Hay una clara tendencia a organizar viajes de novios más
orientados a la realización de actividades, que incorporan otros elementos (cultura,
deportes, naturaleza) y a combinarlos con actividades al borde del mar, Una parte
creciente de esta demanda está optando por viajar a destinos urbanos, quizás un poco
más cortos a ciudades como París, Nueva York y Venecia. La popularidad de los
centros turísticos “todo incluido” (principalmente en el Caribe) seguirá aumentando.
Turismo deportivo
Turismo de aventura
Los viajes de aventura probablemente sean cada vez más cortos, de tal forma
que las aventuras de una semana de duración sean habituales en Europa. Los viajes de
aventura en su propio país realizados por los americanos ya son relativamente cortos,
y ha mejorado la calidad de las comunicaciones y la organización del transporte.
Europa podría dar prioridad a destinos en el Norte de África, por la cercanía tanto
geográfica como temporal.
En el futuro, las familias preferirán cada vez más viajes con un cierto componente de
aventura, es decir, viajes combinados que incluyan senderismo, paseos en camello y
actividades en granjas especialmente orientados a familias.
Turismo de naturaleza
Los turistas motivados por elementos culturales han viajado por el mundo, por
lo que buscan constantemente nuevos destinos. Por lo general, esperan un
alojamiento de calidad, aunque, para muchos, el atractivo del destino es más
importante que esta exigencia, cuando el destino objeto de su interés sólo puede
ofrecer instalaciones modestas. Los turistas jóvenes, cuyos viajes obedecen a
propósitos educativos, también constituyen un segmento en expansión. Si bien las
visitas de escolares o universitarios cada vez son más habituales en sitios de interés
turístico cultural, un gran porcentaje de los mismos son turistas nacionales, aunque el
turismo internacional está experimentando igualmente una fuerte expansión.
Muchos turistas interesados en cultura y patrimonio comparten con el
ecoturista un interés genuino por la sociedad y la cultura de los destinos, y están
profundamente motivados por la adquisición de conocimientos, presentada de un
modo accesible y ameno.
Turismo urbano
Con la aparición y gran desarrollo de las líneas aéreas de bajo coste en Europa,
la popularidad del turismo urbano aumentará a medida que se reduzca el coste del
transporte. Actualmente se encuentran con facilidad billetes de ida y vuelta por 100
dólares de los Estados Unidos entre las capitales europeas, por lo que los viajeros
están descubriendo que gastan más en aparcamientos que en los vuelos a los destinos
propiamente dichos.
Los destinos europeos adaptarán sus estrategias de marketing para atraer a los
turistas urbanos durante un corto período de tiempo. Algunas organizaciones
turísticas, como Turespaña. Están reestructurando su estrategia de marketing para
atraer nuevos flujos de turistas urbanos.
Turismo rural
Parques temáticos
Reuniones y conferencias
16.1. Introducción
16.2. Metodología
Para la selección de hogares que van a formar parte del panel se utiliza un
muestreo bietápico de conglomerados con submuestreo y estratificación de las
unidades de primera y segunda etapa.
Esto quiere decir que dentro de cada Comunidad Autónoma se seleccionan, en
primer lugar, las secciones censales y posteriormente, en cada sección censal, se
seleccionan los hogares.
Estas selecciones de secciones censales y de hogares no se efectúan de
manera aleatoria, sino atendiendo a distintos criterios de estratificación. De este
modo, se consigue, una muestra más representativa del conjunto poblacional.
En términos cuantitativos el proceso es el siguiente: se elige determinado
número de secciones censales en cada Comunidad Autónoma, que en total suman
1550 secciones. Posteriormente, en cada sección censal se seleccionan 8 hogares. Por
lo tanto, en conjunto hay un total de 12.400 hogares.
Este tamaño muestral permite que se puedan ofrecer datos a nivel regional.
La muestra total se divide en tres submuestras de 4.133 hogares cada una, estas
submuestras se denominan A, B y C.
En cada mes se encuesta a una de las submuestras, y se pregunta acerca de los
viajes realizados los tres meses anteriores.
Se trata, por tanto, de una encuesta mensual con períodos de referencia
trimestrales. Por ejemplo, en el mes de mayo, se pregunta a la submuestra A sobre los
viajes que han realizado en los meses de febrero, marzo y abril. En junio, se pregunta
a la submuestra B sobre los viajes realizados en marzo, abril y mayo, y así
sucesivamente.
Para los usuarios de las estadísticas, saber la periodicidad de un encuesta es
muy útil, ya que permite saber cuándo se va a disponer de la información.
Este diseño temporal de la estadística Familitur se implantó en 2005 y se ha
hecho de esta manera para poder ofrecer información de carácter coyuntural. Antes se
encuestaba a todos los hogares a la vez tres veces al año. De esa manera, se daba
información sobre el comportamiento turístico de los españoles únicamente tres veces
a lo largo del año. Ahora, con este tipo de encuestas mensuales, se puede hacer un
análisis más conyugal del turismo nacional.
Por ejemplo, en el mes de mayo se realiza la encuesta sobre los viajes de los
tres meses anteriores. El trabajo de campo, duran aproximadamente cinco semanas, lo
que permite disponer de datos sobre los viajes de febrero, marzo y abril en el mes de
junio.
En Familitur hay dos publicaciones de datos:
16.2.3. La encuestación
Se define como “viajero” a una persona que realiza al menos un viaje durante
el período de referencia, independientemente del número de viajes que haya
realizado. Se trata de una unidad de análisis muy útil, ya que ofrece una información
distinta a los “viajes”.
Por ejemplo, sabemos que los residentes en la Comunidad de Madrid
realizaron, en 2004, 27.1 millones de viajes pero, ¿eso significa que todos los
residentes en la Comunidad de Madrid han hecho muchos viajes o son sólo unos
cuantos residentes los que han viajado mucho?. La variable “viajero” es la que
permite responder a esta pregunta. Según los datos de Familitur del año 2004, de los
5.7 millones de habitantes de la Comunidad de Madrid, viajaron 4.1 millones. Este
ratio entre el número de viajes y el de viajeros, se denomina “frecuencia viajera”, y es
el número medio de viajes que realiza cada persona que viaja (viajero).
Hay algunas variables, como la mayoría de las sociodemográficas, cuyo
análisis es más rico si se realiza utilizando la variable “viajero”. Por ejemplo, si se
quiere analizar a las personas que viajan en función de la edad, el sexo, el nivel de
estudios o la ocupación, se recomienda utilizar la variable “viajero”.
En términos absolutos esto quiere decir que de los cerca de 42 millones de
habitantes que tenía España, viajaron 20 millones de personas.
Además, se observa que el nivel de estudios es una variable muy explicativa
del comportamiento viajero, ya que según aumenta el nivel de estudios de las
personas, más viajeras son. Entre la población sin estudios, no llega al 30% la gente
que viaja, mientras que entre las personas con estudios superiores, viajó más del 70%.
En las tablas de Familitur, que se encuentran al final de los informes anuales,
es importante fijarse en la información que viene debajo del título, en la que pone
“Base: individuos, o Base: viajes”. De esta manera, sabremos de qué información se
trata en cada ocasión.
http://epp.eurostat.cec.eu.int/portal/page?_pageid=......
España es el país en el que un mayor porcentaje de sus viajes son internos o,
visto desde el otro punto de vista, es el país en el que una menor proporción de sus
viajes se realizan al extranjero. La mayoría de la información suministrada por
Eurostat se refiere a viajes de cuatro noches o más de duración, con el objetivo de
mejorar la comparabilidad entre los datos de distintos países.
17.1. Introducción
Por lo que se refiere a las estadísticas en el ámbito del turismo, como no podía
ser de otro modo, no han permanecido ajenas a este impulso general, y su desarrollo,
como el del resto de las estadísticas en España, discurre en buena medida
condicionado por la evolución de los procesos anteriormente descritos.
17.3.1. El proceso de descentralización de competencias
Al igual que para las estadísticas del sector exterior la libertad de capitales y
mercancías supuso la pérdida de buena parte de sus fuentes de información, en el
caso de las estadísticas de turismo la firma del Tratado de Schengen en 1993, por el
que España se adhiere al área de libre circulación de personas dentro de la UE,
supuso la desaparición de la que hasta entonces era la principal fuente de información
existente para conocer la evolución del número de turistas llegados a España
procedentes del extranjero, el registro sistemático realizado por las Fuerzas de
Seguridad del Estado en las aduanas de los distintos pasos fronterizos de carretera y
aeropuerto.
Esta nueva situación forzó a la administración turística, a través del Instituto de
Estudios Turísticos, a poner en marcha la que se ha convertido, con más de un lustro
a sus espaldas, en el principal referente de las encuestas a la demanda turística, la
estadística de Movimientos Turísticos en Fronteras (Frontur).
El enorme impulso dado a las estadísticas de turismo durante los últimos años,
tal y como reflejan las páginas del presente capítulo y que culmina con la elaboración
en el año 2001 por parte del INE, de la Cuenta Satélite de Turismo de España
(CSTE).
Tal y como la propia Organización Mundial de Turismo establece un Sistema
de Estadística de Turismo (SET) se define como “aquella parte del sistema general de
estadística que proporciona información estadística fiable, consistente y apropiada
sobre la estructura socio-económica y el desarrollo del turismo, integrado dentro de
las estadísticas económicas y sociales relacionadas con otros campos, en diferentes
niveles territoriales (estatal, infra-estatal e internacional).
18.1. Introducción
En relación con el perfil de los turistas que viajan por España es necesario
destacar su cada vez mayor propensión a viajar sin paquete turístico, un mayor
número de turistas independientes que contratan los servicios directamente sin el
recurso a los intermediarios permite no sólo un mercado más competitivo y
transparente sino también mayores efectos multiplicadores socio-económicos sobre
los destinos.
En 2004 el 57% de los turistas extranjeros que llegaron a España no habían
comprado un paquete turístico frente al 43% que sí lo habían adquirido.
18.5.2. El tipo de alojamiento
18.5.4. La estacionalidad
Al igual que en el resto del mundo se constata año tras año la cada vez mayor
propensión del turista extranjero por organizarse de forma independiente el viaje. El
39% de los turistas extranjeros que llegaron a España en 2004 utilizó Internet para
consultar, reservar o pagar alguno de sus servicios, lo que supone más cerca de 20
millones de turistas internautas, de los cuales nueve de cada diez turistas internautas
llegaron por vía aérea, un sector donde Internet se ha implantado en los últimos años
como uno de los canales de distribución de mayor crecimiento.
La mayor parte de los turistas extranjeros llegan a España por vía aérea, que
supuso en 2004 el 72% de las llegadas, prácticamente tres de cada cuatro turistas, un
total de 38,5% millones de turistas extranjeros. El 23% utilizaban la carretera, lo que
supone un total de 12,1 millones de turistas, el 5% la vía marítima, 3 millones de
turistas, y el 1% restante el ferrocarril, 400.000 turistas.
Por lo que respecta a su evolución, es necesario destacar el fuerte dinamismo
de las llegadas por vía aérea gracias al auge de las compañías de bajo coste.
Hoy en día las compañías de bajo coste transportan uno de cada tres pasajeros
en avión procedentes del extranjero, principalmente del Reino Unido, Alemania,
Holanda, Italia y Bélgica, con destino a Cataluña, Baleares, Andalucía y Valencia.
18.5.8. La fidelidad
Uno de los rasgos más significativos del turismo extranjero con destino a
España es su fuerte concentración geográfica en unos pocos destinos nacionales, en el
año 2004 seis Comunidades Autónomas concentraron el 90% de las llegadas
(Cataluña, Canarias, Baleares, Andalucía, Comunidad Valenciana y Comunidad de
Madrid).
El primer destino nacional del turismo extranjero es Cataluña con cerca de 13
millones de llegadas, habiendo experimentado un ritmo de crecimiento muy fuerte
durante los últimos años, le siguen en importancia los archipiélagos canario y balear.
Los tres primeros mercados turísticos extranjeros con destino a España son el
Reino Unido (16.4. millones de turistas), Alemania (10 millones) y Francia (7.5.
millones), conjuntamente concentran el 63% de la demanda extranjera hacia España.
El ranking de los tres principales mercados no ha experimentado ningún
cambio, pero mientras el Reino Unido y Francia no han dejado de ganar peso,
Alemania no ha dejado de perderlo.
Con un peso menor se encuentran los países nórdicos (2.8 millones), Italia (2.6
millones), Países Bajos (2.3 millones). De ellos, los más dinámicos en los últimos
cinco años ha sido Italia y Países Bajos.
Durante estos años la importancia del mercado británico en España no ha
dejado de crecer.
Resumiendo, a lo largo del presente capítulo se ha tratado de ofrecer al alumno
de forma muy sintética los principales rasgos que configuran la demanda turística
extranjera con destino a España.
19.1. Introducción
El contexto de la demanda
Los antecedentes
El diseño de investigación
El programa
20.1. Introducción
Se requiere una mínima reflexión previa sobre cuáles son los objetivos del
informe dentro de la investigación. Destacaremos aquí sólo dos.
El primero, sobre el que se ha plateado cierto debate en las ciencias sociales
de los últimos años, es dar existencia a la investigación. Al hacerla pública, el
informe permite que la observación-investigación sea observada y evaluada, dando
fe así de lo hecho. Puede decirse que el informe es una especie de acta o certificado
de la investigación realizada: convierte la investigación en cierta.
La investigación va a ser evaluada, por lo que se dice en el informe,
estableciéndose el grado de satisfacción con el cumplimiento de la obligación
contraída en el momento de la aceptación de la demanda de investigación.
La segunda finalidad parece la más obvia, aunque se olvide con cierta
frecuencia: informar sobre la observación empírica realizada. Un objetivo
informativo que ha de regir la estructura y selección de los contenidos del informe.
Un objetivo de informar que, a su vez, se rige por algunos de los principios de
economía informacional:
Parece conveniente que el lector tenga una idea conjunta del mismo desde su
inicio. Así, si se toma cualquier informe de investigación y se pasan sus páginas con
alguna atención, se podrá encontrar, sucesivamente con:
– Título: ha de responder de la forma más neutral posible al contenido del
informe. Neutralidad en el título que da un tono general al informe. En esta
línea, es aconsejable evitar títulos como, por ejemplo: “La mala/buena
opinión de los turistas extranjeros sobre las playas españolas”. Pues bien,
el título ha de señalar el conjunto de la investigación y no sólo uno de sus
resultados, por importante y concluyente que éste sea.
– Comparten la primera página o portada del informe:
• El nombre del centro o instituto de investigación que ha llevado a
cabo el estudio, teniendo en cuenta que si ha sido realizado por un
investigador o investigadores sin encontrarse referidos de manera
conjunta a una institución, se incluye directamente el nombre de éste
o éstos.
• La fecha en la que se ha terminado la redacción del informe, siendo
suficiente con la mención del mes y el año.
– Índice del contenido del informe, realizado a partir de la denominación de
sus distintos capítulos y apartados y la señalización de la página del informe
en la que comienzan. Su finalidad es clara.
– Introducción: presenta el informe, destacando las razones de la
investigación.
– Contexto de la investigación: define el marco desde el que parte la
investigación. Puede estar dividido en diversos capítulos o apartados: marco
teórico, desarrollo histórico del fenómeno, contexto social, situación actual,
etc.
– Metodología: responde a la pregunta sobre el cómo se ha hecho
investigación.
– A partir de aquí, el lector del informe topa con una serie de capítulos o
apartados, con la más variada denominación, destinados a dar cuenta de
los resultados de la investigación. Este conjunto de apartados constituye el
cuerpo principal del informe y su parte más extensa.
– Conclusiones: destacan los principales resultados de la investigación y, lo
que es más importante, el sentido que ha de darse al conjunto de los
mismos.
– Recomendaciones: destinado a establecer las actuaciones que se derivan de
las conclusiones presentadas.
– Anexo o anexos: espacio final reservado para incluir aquello que, siendo
informativamente relevante, por su extensión (larga) o características
(imágenes, tablas estadísticas, cuadros, etc.) era de difícil inclusión en el
texto del informe, a pesar de que éste haga referencia a tales materiales.
20.3.1. La introducción
Es recomendable que todos los informes, por limitada que sea su extensión,
cuenten con una introducción en la que se sitúe al lector sobre aquello que va a leer a
continuación. Se tiende a empezar por uno o varios párrafos dedicados a expresar las
razones que han llevado a la realización del estudio.
Los siguientes párrafos de la introducción intentan marcar el tiempo y el
espacio del estudio. Sobre todo, las fechas en que se ha llevado a cabo el trabajo. Se
hace así una mínima referencia a las prácticas de investigación utilizadas.
Aun cuando suele estar ausente en los informes más breves y con un destino
más ejecutivo, es conveniente redactar algunas líneas sobre los elementos o
dimensiones del objeto de investigación que se han abordado.
Abordando ya la parte final de la introducción, se exponen los distintos
apartados (capítulos, títulos, secciones, etc.) en que se divide el informe. Información
sobre la estructura del informe que puede acompañarse con una mínima explicación
sobre la misma, sobre el porqué se ha optado por tal estructura, que puede ir de lo
más general a lo más particular, desde el pasado hacia el futuro, o cualquier otra.
Las últimas líneas de la introducción pueden dedicarse a expresar los
agradecimientos a aquellas personas o instituciones que, han ayudado al investigador
o equipo de investigación en la realización concreta del estudio.
20.3.2. Contextos
20.3.3. Metodología
20.5.1. Conclusiones
20.5.2. Recomendaciones
Todo informe cuenta con una serie de elementos distintos al discurso, más o
menos, lineal del investigador o instancia investigadora. La mayor parte de ellos
tienen una finalidad ilustrativa.
20.6.3. Gráficos
20.6.4. Fotografías
20.6.6. Referencias
Las últimas líneas señalan hasta qué punto la redacción del informe puede estar
condicionada por la forma de recepción del mismo. El resultado final, el informe, con
su lenguaje y escritura, no sólo depende de la investigación.
Un proceso de escritura y un orden de la redacción que no tiene por qué
coincidir con el orden final, de lo redactado. Es más, la introducción suele ser lo
último que se redacta.
No obstante, más habitual es redactar el conjunto de capítulos de los resultados,
para derivar posteriormente en las conclusiones.
La propia entrega de la información sobre la investigación puede consistir en
un proceso que conlleva, sucesivamente, la entrega de varios tipos de informe.
La sucesión de informes puede seguir con un informe operativo y, por último,
el informe analítico definitivo, donde queda desplegada toda la investigación
realizada. Informe final que integrará un sustancial contenido de los informes
previos; pero que, sobre todo, desarrollará los resultados.
El modelo paradigmático de informe es, por lo tanto, el analítico, de manera
que los otros se constituyen en pasos previos hasta el mismo. Por lo tanto, sólo puede
ser un modelo referencial destinado a cubrir las más variadas concreciones. Reflexión
que señala la excesiva constricción y rigidez generada por los informes-formularios,
aquellos en que el investigador se limita a completar los sucesivos apartados
prefijados. Formulación previa del informe que tiene sentido para los informes
intermedios, para recoger la información sobre el proceso realizado y con un fuerte
carácter burocrático-administrativo. Cobra sentido como control de la investigación;
pero no como reflejo de la investigación.