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BLOQUE I: INVESTIGAR EL TURISMO

CAPITULO I
LA INVESTIGACIÓN EMPÍRICA DEL TURISMO:
CIENTÍFICO Y PROCESO DE INVESTIGACIÓN

1.1. Introducción

La delimitación del campo de investigación es un acto necesario para la


constitución de cualquier disciplina científica. Además del establecimiento inicial de
esta frontera, la concreción del modo en que aborda su objeto de estudio y la
construcción de un marco teórico o paradigma capaz de ofrecer una base sobre la
que la investigación pueda buscar explicaciones del fenómeno que estudia son
acciones imprescindibles para garantizar una identidad disciplinar propia.
El turismo es un fenómeno social complejo que opera en múltiples niveles y
que tradicionalmente ha sido abordado por distintas disciplinas adscritas a diferentes
campos de estudio de las ciencias sociales.
Por este motivo, definir los límites del turismo como objeto de investigación
social y son objetivos necesarios para un primer acercamiento a su estudio.
En concreto, una descripción del método científico y su modo de operar, y
una reflexión sobre, las características que convierten a la investigación social en un
proceso abierto, reflexivo y acumulativo.

1.2. El turismo como objeto de investigación social

El turismo es un fenómeno social complejo con capacidad para producir


cambios sociales profundos. Como explica Callejo y otros estudiosos.
Tanto el turismo como la investigación social son dos elementos centrales de
este proceso de transformación social. Ambos deben ser considerados.
En consecuencia, observar el turismo es observar la sociedad, lo que nos
induce a plantear que el marco teórico sobre la investigación del turismo podría
desarrollarse desde la perspectiva sociológica y así concretar un espacio disciplinar
propio.
Desde un punto de vista pragmático, conocer las motivaciones de los turistas
y sus comportamientos o comprender las características concretas de sus
necesidades y demandas.

Posibilita a los poderes públicos, por ejemplo, el fomento de aquellas


formas de turismo más respetuosas con los recursos básicos o el medio ambiente y
la mejora de las condiciones de vida. También el ordenamiento de la actividad
turística en general, además de la reducción de sus efectos negativos.
Desde una perspectiva económica, la investigación social de la demanda nos
ayuda, por ejemplo, a adecuar la oferta, reducir los riesgos de los inversores o elegir
las formas de turismo con mayores probabilidades de éxito económico.
Otros campos del consumo insertos en mercados más competitivos como la
alimentación o la comunicación realizan mayores inversiones en investigación para
conocer su demanda. Excepto algunas de las grandes compañías del sector del
transporte, como Iberia o RENFE, o algunas cadenas hoteleras, como Sol Meliá o
Paradores Nacionales comprendieron las necesidades reales de la investigación de la
demanda turística.
Por otro lado, las investigaciones que se realizan desde organismos públicos
especializados como el Instituto de Estudios Turísticos (IET), el Instituto Nacional
de Estadística (INE) o algunas oficinas de estadística de Comunidades Autónomas,
se orientan hacia el registro del volumen de la actividad turística que a la
investigación de la demanda.
La explicación de este abandono es posible que se halle en las particulares
condiciones y ventajas de las que ha disfrutado el mercado turístico español.
España disfrutó siempre de una posición económica muy competitiva respecto
a otros países de la zona. España era un destino muy barato para los turistas
europeos. Junto con la estabilidad política española otorgó ventajas como destino
turístico seguro. A estas situaciones históricas hay que añadir que las condiciones
medioambientales y climatológicas han proporcionado también ventajas
comparativas para el desarrollo de la actividad turística. Asimismo, la tradicional
especialización en el turismo de sol y playa ha provocado que la organización de su
demanda haya sido gestionada por grandes tour-operadores de la Unión Europea.
Sin embargo, algunos de los cambios surgidos en los últimos años están
transformando estas necesidades de información. Así, la generalización y el
abaratamiento del transporte aéreo, la irrupción de Internet como modo de
promoción y consumo de una oferta global, el crecimiento masivo en España de la
segunda residencia y la transformación y diversificación de las necesidades de un
tipo de turista más extransformación y diversificación de las necesidades de un tipo
de turista más experto, exigente y con mayores alternativas de elección nos
muestran la necesidad de un conocimiento de la demanda turística global y local
será imprescindible.
En este nuevo contexto es en el que la necesidad de obtener respuestas que
nos permitan comprender el turismo para adecuar las decisiones será imprescidible.
En consecuencia, adoptar el modo de obtención de conocimiento seguido por
las ciencias sociales para comprender sus ámbitos de actuación será la mejor salida.
A través de la investigación científica se podrá acontar el campo de conocimiento
concreto del turismo, se podrá acumular conocimiento que permitirá afrontar otros
problemas de investigación.
El mejor modo de responder a estas respuestas se encuentra en el modo de
producción de conocimiento científico.
1.3. Método científico y ciencias sociales

En general, un método es un modo de proceder o un camino que sirve para


alcanzar un determinado fin planteado de antemano. En función de los objetivos
propuestos, un método puede estar relacionado con la organización de acciones de la
vida cotidiana de las personas o con la obtención de algún tipo de conocimiento.
Por ejemplo, el modo en que se organizan unas vacaciones seleccionado
previamente el tiempo y lugar de la estancia, la elección del modo de transporte,
las visitas, el cálculo del coste e, incluso, la preparación de la ropa que debemos
llevar puede atender a un método personal que nos permita prever las necesidades
básicas del viaje y, por tanto, ordenar esa acción de nuestra vida.
Sin embargo, tanto la organización de nuestras acciones cotidianas como la
producción de conocimiento popular no pueden ser consideradas científicas.
Lo que diferencia la producción de conocimiento científico de la producción
de conocimiento popular es que se ciñe a un método guiado por una lógica de acción
y unas características normativas comúnmente aceptadas por los miembros que
constituyen el sistema de la ciencia.
Las características que predominan y conforman la lógica del método
científico se podrían resumir en las siguientes:

A) Búsqueda de un conocimiento de carácter universal que atienda a leyes


que expliquen y permitan su generalización.
B) Imposición del carácter empírico en el modo de observar y comprobar los
planteamientos teóricos de partida (hipótesis) que organizan la investigación.
C) Posibilidad de acumulación del conocimiento producido.
D) Sometimiento del proceso a la comprobación y crítica por parte de otros
miembros de la comunidad científica, lo que implica la publicación del modo en
que se han ofrecido los resultados del conocimiento producido.

Desde un punto de vista normativo el método científico es un compromiso o


contrato del investigador con la comunidad científica. Es decir, el método científico
actúa como una ley básica de comportamiento en el proceder de la ciencia.
El ideal del método científico es hallar un modo de proceder común a todas
las formas del saber y a todos los casos que investigar.
En cualquiera de los casos, lo que pone de manifiesto la rebeldía del hombre
por aceptar el libre albedrío al cambiarlo por un planteamiento metódico de
obtención de conocimiento que se centra en la razón.
Los únicos puntos de fractura podrían venir dados solamente por las
particulares condiciones de sus objetos de investigación.
Cuando la investigación social reduce sus objetivos a los niveles descriptivo o
exploratorio, los diseños de las ciencias sociales se pueden apoyar en perspectivas
teóricas, técnicas de investigación e instrumentos de análisis que pueden producir
resultados generalizables, similares a los que se ofrecen desde las ciencias naturales.
La utilización de encuesta como técnica de investigación y la estadística como
instrumento de análisis a partir de las teorías del muestreo, permiten producir
resultados desde perspectivas similares al método dominante en las ciencias
naturales.
Ahora bien, cuando lo que se persigue es la comprensión de los fenómenos
sociales, la generalización pierde sentido y el uso del método se particulariza.
El lenguaje de las matemáticas ha de ser sustituido por el lenguaje, cotidiano
en el que se expresan las personas que son objeto de la investigación.
La complejidad sustituye a la reducción y cosificación del objeto de
investigación y del proceso.
En síntesis, la estructura de producción del método científico sirve como
marco normativo, pero la particularidad del objeto y de los objetivos necesita de
instrumentos particulares.

1.4. El proceso de la investigación social

Las fases que se suelen enunciar habitualmente proceden de una concepción


positivista, produce un grado de formalización mucho mayor del que se da en la
práctica real de la investigación científica.
Se pare de una teoría general de la que se extraen algunos conceptos que
pueden explicar el fenómeno a estudiar. A continuación, se toman estos conceptos y
se plantean las hipótesis de partida que se quieren comprobar.
La formulación de estas hipótesis se lleva a cabo mediante un proceso de
operacionalización de estos conceptos. Posteriormente, se producen los datos, se
analizan y finalmente se interpretan los resultados.
En síntesis, no se aleja demasiado de los métodos de producción de
conocimiento popular. Lo que hace diferente este proceso de producción de
conocimiento científico es la introducción de dos momentos analíticos, la deducción
y la inducción.
La deducción comienza con el primer paso del proceso investigador. Es el
momento en el que se parte de teorías o supuestos teóricos de los que se quieren
comprobar su grado de certeza empíricamente. La inducción se produce en sentido
inverso. Es decir, se parte de la evidencia empírica para enunciar teorías o supuestos
teóricos que expliquen la realidad observada.
Ahora bien, desde un punto de vista práctico, las etapas del proceso de
investigación social suelen ceñirse mejor al siguiente esquema:

1) Delimitación del campo de investigación


2) Planteamiento del problema a estudiar
3) Justificación de su relevancia social
4) Elaboración de un modelo de discusión teórica
5) Diseño metodológico del plan de investigación
6) Recogida de la información prevista
7) Análisis de la información prevista
8) Elaboración de las respuestas al problema formulado en la investigación
9) Nuevas ideas, experiencias y motivaciones reformuladotas de la problemática
investigada

La delimitación del campo de investigación incluye una clara acotación de los


aspectos de la realidad que se quieren estudiar y una exposición de los motivos por
los que se ha optado por establecer las fronteras entre lo que es objeto de estudio y
lo que no es objeto de estudio. Esta delimitación está relacionada con la definición
del problema sobre el que se va a centrar la investigación.
La justificación de la investigación viene dada por la relevancia social del
problema a tratar.
Además de esta explicación, también se suele justificar la relevancia
presentando los efectos negativos que podrían derivarse de la falta de resolución del
problema.
El modelo de discusión teórica debe incluir una explicación de los conceptos
y definiciones teóricas que se van a utilizar. Es importante intentar exponer con
claridad la relación existente entre esos conceptos y la realidad del problema que se
va a tratar.
Por este motivo, el trabajo de recuperación de todos los antecedentes
empíricos relacionados con el problema a tratar es un acto necesario.
El diseño metodológico es un nuevo esfuerzo por acotar con mayor precisión
el objeto de investigación y programar todas las tareas que nos van a permitir
obtener la información necesaria.
Desde un punto de vista instrumental, en esta fase también se deben definir
cuestiones como el calendario o los plazos, el programa el equipo de investigación,
el presupuesto y el material necesario.
Con todos estos elementos definidos es el momento de las conclusiones, de la
interpretación del problema a la luz de los resultados, de la elaboración del informe
y de las nuevas propuestas.
Lo habitual es que la ejecución de la investigación y su diseño se realicen
superponiendo etapas y considerando distintos elementos del proceso
simultáneamente. Esto significa que la investigación social en la práctica se tiene
que alejar del modelo teórico propuesto por el método para poder ser ejecutada.
CAPÍTULO II
FUNDAMENTOS DEL ENFOQUE
CUANTITATIVO Y CUALITATIVO

2.1. Introducción

La complejidad de la realidad social es un hecho que pone de manifiesto la


incapacidad de cualquier técnica de investigación para abarcar por sí sola todas las
dimensiones de un fenómeno social.
Una vez aceptado entre los investigadores sociales que sus problemas de
investigación son inabarcables sociales, el sentido práctico ha acabado por
imponerse.
Así, la utilización simultánea y articulada de todas las técnicas y perspectivas
de investigación disponibles en las ciencias sociales, se ha convertido en una
solución cada vez más utilizada.
En consecuencia, la experiencia empírica demuestra que la utilización
conjunta de técnicas provenientes del enfoque cuantitativo y cualitativo de
investigación permite mejorar los resultados.

2.2. El problema de medir en las ciencias sociales

La medida ocupa un lugar central en la actividad humana. Para hacerlo, tres


sistemas de medida son puestos en relación. Los dos primeros, el peso y la altura,
son mediciones directas. El tercer resultado se obtiene de una operación matemática
derivada de los dos primeros sistemas.
Además de no ser ya una media directa, este nuevo sistema de medición se ha
construido a partir de supuestos teóricos propios del sistema médico que están
condicionado a partir de supuestos teóricos propios del sistema médico que están
condicionados a su vez por el contexto cultural que define el canon de obesidad.
Es decir, la cualidad de una observación también puede convertirse en un
sistema de referencia. De hecho, la aparición de síntomas conocidos por nuestra
experiencia cotidiana previa son los que nos conduce habitualmente a tomar la
decisión de medir numéricamente nuestra temperatura para corroborar la situación
de enfermedad.
Un último ejemplo, si calculamos nuestra renta, el valor de nuestros bienes y
el de nuestro consumo y comparamos esos datos con las dimensiones que de estas
variables habitualmente publica el INE podemos conocer si nuestra posición
respecto del nivel de vida conjunto de los españoles es buena, mala o similar.
En suma, es indudable que la acción de contar o medir atiende a necesidades
prácticas de la actividad humana. Es decir, contar y medir son actos relacionados
con la experiencia empírica, que nos sirven de referente valorativo y que nos
influyen en la percepción de nuestra realidad.
En ellos se condensan algunos de los elementos claves que pueden ayudarnos
a definir la medida y a observar los problemas que se produce en las ciencias
sociales cuando queremos medir.
Aun cuando las definiciones de medida son múltiples, para nuestros intereses
nos sirve con decir que, la medida se deriva de la relación entre una dimensión o
cantidad obtenida empíricamente y un determinado patrón o sistema de referencia
creado al efecto.
Lo que nos indica, como expresa Callejo y otros, medir es siempre un proceso
deductivo porque necesita de un sistema conceptual teórico del que partir. Es decir,
aun cuando la división de los sistemas de medición se han elaborado según
derivasen de:
A) Las leyes de la naturaleza (como el peso y la altura de la báscula de la
farmacia).
B) La relación derivada de leyes de la naturaleza (como la que surge de la
fórmula que calcula “la masa corporal” aunque luego se concrete más al atender a
otras variables como el sexo y la edad).
C) Por atribución indirecta de medidas a conceptos (como el caso de la
atribución de la clase social según nuestra posición relativa, o la enfermedad en
función de la temperatura o los síntomas previos): medir es siempre una acción
comparativa basada en una definición construida por un sistema cultural concreto.

La crítica sobre la medida en las ciencias sociales se ha planteado en torno


a dos cuestiones:

1ª) Que los sistemas de medición utilizados son siempre indirectos y, por tanto,
inferiores en capacidad y precisión a los que utilizan las ciencias naturales.

2ª) Que la respuesta de los individuos ante los instrumentos de medición de


medición varía según la flexibilidad y la reactividad. Es decir, la medida no es
fiable porque conocen de antemano la teoría social y anticipan el uso que pueden
hacer los investigadores de sus respuestas, o porque la propia situación de
investigación o los instrumentos de medida les producen rechazo y cambian su
comportamiento.

Estas dos críticas han sido superadas. Ha quedado demostrado que la


relatividad cultural de los sistemas de medición también afecta a los otros dos tipos
utilizados para construir sistemas de medida. Sino en la práctica investigadora que
proporciona el cumplimiento del método científico. En segundo lugar, la influencia
de los efectos de los instrumentos de medición no es un hecho que afecte sólo a las
ciencias sociales.

2.3. Fundamentos del enfoque cuantitativo

El enfoque cuantitativo de investigación en las ciencias sociales se ha basado


desde su origen en el paradigma positivista. La certeza de la existencia de una
realidad social objetiva, externa al individuo y cognoscible por un tipo de
investigación que aplicara un método científico único fue el punto de partida de sus
primeras propuestas.
Era el momento en que se institucionalizaba la ciencia. Las ciencias sociales
se encontraban a la búsqueda de objetos que les permitiese su diferenciación. El
referente de desarrollo de las ciencias sociales naturales era incuestionable para
estos primeros esbozos.
Los resultados obtenidos de esta manera podían producir conocimiento
verdadero.
Del mismo modo que las leyes de la naturaleza, el camino para llegar a las
leyes sociales era también el del cálculo probabilística
Por otro lado, aunque la objetividad de la actividad científica seguía siendo un
punto de referencia incuestionable, ya se aceptaba que tanto el investigador como
sus instrumentos de medida podían influir en los resultados de sus observaciones.
Aunque todas estas transformaciones han ido afectando a la forma en que el
enfoque cuantitativo ha sido concebido, hay algunas cuestiones que han
permanecido desde su concepción original. Entre otras, sus características son:
A) La utilización de la estadística como instrumento principal para realizar
el trabajo de investigación.
B) La consideración de un sistema de medida basado en la transformación
de conceptos mediante procesos de operacionalización que permiten objetivar los
fenómenos sociales estudiados.
C) El uso de la encuesta como técnica de investigación sobre la que se ha
articulado su práctica.

A.- La estadística es el campo de las matemáticas que estudia las


características comunes de cualquier conjunto de dimensiones que se puedan contar
o medir de un fenómeno. A través de ella, la investigación social puede clasificar,
ordenar y analizar las regularidades que se producen en los fenómenos
estudiados. Su uso se extendió debido a dos necesidades sociales:

1ª) El desarrollo del Estado moderno. La idea que relacionaba el tamaño del
Estado y su potencial bélico o económico necesitaba de una herramienta que
permitiera contabilizar la población y construir un sistema fiscal que pudiera
controlar la actividad económica.
2ª) El cálculo de riesgos que las primeras compañías de seguros del período
mercantilista del siglo XVIII debían realizar con objeto de valorar las tasas a cobrar
en función de las rutas y el valor de las cargas de los barcos.

B.- La operacionalización es otro de los elementos que define este enfoque.


En la práctica, este proceso no es más que la transformación de un concepto en
dimensiones que puedan ser cuantificadas numéricamente. Es decir, convertir un
concepto en variables. Por ejemplo, el concepto de sexo puede operacionalizarse al
descomponerlo en sus dos dimensiones (varibles): hombre y mujer.
Del mismo modo podemos operacionalizar el concepto de consumo turístico
definiendo sus dimensiones en una serie de indicadores, como por ejemplo: el
número de viajes, el tiempo de estancia, tipo de alojamiento utilizado, tipo de
transporte, gasto en actividades culturales, ocio, etc.
Si observamos este proceso, pronto nos daremos cuenta de que las opciones
de contar y medir muestran diferencias entre las variables creadas. En el lenguaje
estadístico esta diferencia se explica en función de los niveles de medición. Según
sea el tipo de operaciones matemáticas que se puedan realizar con las variables
creadas se definen tres tipos de niveles:

* El nivel nominal: que como su nombre indica sólo permite nombrar y


contar las características de cada variable, es decir, clasificar.
* El nivel ordinal: que además de nombrar permite establecer un orden.
* El nivel cardinal o intervalar: que permite nombrar, ordenar y establecer
diferencias numéricas entre las variables. Por ejemplo, el gasto o el tiempo de
estancia.

C.- El uso de la encuesta como instrumento de investigación es el tercer


elemento que define el enfoque cuantitativo. Además, la utilización de un
cuestionario de preguntas más o menos cerradas parece garantizar una
producción objetiva de información. No obstante, la formulación de críticas a la
objetividad ha sido muy contundente.
Así, aunque el investigador elabore el cuestionario, se retire a la espera de la
obtención de resultados y regrese para realizar el trabajo de análisis, la reflexividad
y la reactividad siempre estarán presentes.
Todas estas características se apoyan en una concepción bastante rígida del
proceso investigador. Aunque en la práctica profesional el grado de cumplimiento de
las etapas de la investigación sea más flexible. Las etapas del método científico
parecen una guía que se cumple de manera inflexible.

2.4. Fundamentos del enfoque cualitativo

La perspectiva cualitativa de investigación ha basado su desarrollo en las


ideas propuestas por el paradigma interpretativista de las ciencias sociales. Para esta
perspectiva no existe una realidad social universal, objetiva y única, sino que existen
múltiples realidades que son construidas según las distintas formas de observar e
interpretar el mundo que tienen las personas.
Las corrientes más radicales de esta perspectiva proponen la existencia de
tantas realidades sociales como construcciones realicen los individuos. En la
práctica, este subjetivismo extremo supondría la incapacidad de comprensión de los
fenómenos sociales, su posible transmisión y acumulación. El mismo investigador
se convertiría también en un constructor más de la realidad que observa.
Otras visiones más moderadas proponen que la cultura compartida por los
diferentes grupos sociales sea el vínculo que sirva para interpretar la realidad social
de forma colectiva.
Es decir, la realidad será interpretada por el grupo a través de la cultura
compartida y los individuos que lo integran asumirían esa visión. Pero esto
supondría la eliminación de la autonomía de interpretación individual de la realidad
social, lo que en la práctica, no sucede.
Una solución pragmática viene dada por aquellas propuestas que, aun
admitiendo la autonomía individual en la interpretación, asumen que el grupo de
pertenencia y la posición en la estructura social de las personas influyen en la forma
en que se interpretan la realidad social en la que se hallan inmersos.
En la práctica, esto significa que existen múltiples realidades sociales que
tienen sus referentes interpretativos en las trayectorias vitales de los individuos, en
los grupos sociales que tienen de referencia y en la posición que ocupan en la
estructura social.
Para poder interpretar estas múltiples dimensiones, la perspectiva cualitativa
entiende que la realidad no puede ser reducida, objetivada y cosificada, sino que su
estudio debe ser abordado de forma comprensiva.
Para ello, su trabajo empírico toma como objeto de análisis el estudio del
lenguaje, la comunicación simbólica, las intenciones y motivaciones que se
producen en la interacción entre los observados. Con este objetivo, el observador se
sitúa junto al observado y convive, si es necesario, en muchas de sus prácticas de
investigación para que desde la proximidad pueda comprender sus actos.
Esta búsqueda de la comprensión de los fenómenos es su referencia teórica
principal.
Las características básicas de la investigación cualitativa son las
siguientes:
A) Concepción global y flexible de la investigación.
B) Relación directa entre el observador y el observado.
C) Construcción del objeto de estudio y el muestreo atendiendo a las
diferencias estructurales básicas.

A.- El enfoque cualitativo concibe la investigación como un concepto global,


abierto y flexible. La búsqueda de la comprensión exige al investigador una
entrada en el campo de investigación con las mínimas precondiciones.
Pero no hay que entender por esto que el investigador cualitativo no elabore un
mínimo guión de partida. Lo que sucede es que los planteamientos son más abiertos
a la crítica y a la modificación.
La búsqueda abierta de información para comprender los fenómenos provoca a
veces la necesidad de incluir técnicas de recogida de información sea muy
heterogénea.
Sin duda, el hecho de abordar la complejidad del objeto ha provocado el desarrollo
de un mayor número de técnicas. Pero no hay que entender que la utilización de
técnicas sea absolutamente abierta. En la práctica, la aplicación de cualquier
instrumento lleva consigo un coste económico y temporal que limita también el
campo de acción del investigador.
B.- La segunda característica diferencial del enfoque cualitativo es la relación
directa entre el observador y el observado. Esta condición también viene dada por
la necesidad de comprensión. La consideración de todos los factores que pueden
condicionar el modo de actuar del observado necesita a veces de la inmersión en su
mundo. El conocimiento del contexto cotidiano se hace necesario para comprender
las claves que le hacen producir el discurso en el que nos describe la interpretación
de su realidad. El contexto social, familiar, laboral, etc., es clave para esta
comprensión.

C.- El tercer elemento diferencial tiene que ver con la construcción del objeto de
investigación y con la muestra que se va a estudiar. Esta cuestión está directamente
relacionada con el tipo de representatividad que busca cada enfoque de
investigación.
El investigador cualitativo está interesado en la representatividad estructural. Lo
que pretende es que la mayoría de las diferencias que intervienen en la comprensión
del fenómeno quedan reflejadas en su investigación. En consecuencia, la
construcción del universo y de la muestra a seleccionar se basa en la inclusión de
estas diferencias cualitativas que producen la información relevante que le permita
abordar más dimensiones del fenómeno.
BLOQUE II
EL ENFOQUE CUANTITATIVO
CAPITULO III
EL MUESTREO METODOS Y APLICACIONES

3.1. Introducción

A) Delimitación de los objetivos (comprendemos el problema y sabemos lo


que estamos buscando) y formulación de hipótesis (redactamos respuestas
plausibles al problema, elaboradas a partir de los planteamientos teóricos iniciales).
B) Identificación de la población: si queremos trabajar con muestras, en
imprescindible delimitar la población que queremos someter a observación, de
forma que sea posible extraer, si es necesario, un subgrupo que proporcione
información ajustada a las características de dicha población.
C) Especificación de indicadores de las características o variables a las que
hemos asignado un mayor potencial explicativo, esto es, determinación de lo que
vamos a medir y cómo lo vamos a medir.
D) Aplicación de un diseño estadístico: la plasmación de todo ello en
preguntas que han sido incluidas en un borrador de cuestionario. Ahora nos surge un
nuevo problema: ¿a quién aplicamos el cuestionario?.
E) Recogida de datos: si el diseño contempla la realización de una encuesta
cabe la posibilidad de recoger información de toda la población (censo) o de optar
por una muestra, más pequeña que la población.

El ideal de cualquier investigador es poder abarcar a toda la población que


teóricamente podría ser objeto de observación.

No obstante, cubrir este ideal suele ser inviable, atendiendo tanto a criterios
económicos como de inversión temporal. Sólo organismos como el Instituto
Nacional de Estadística puede abordar aventuras tales como la realización del Censo
de Población y Viviendas, donde se recoge información, con fines claramente
administrativos.
El propio INE suele optar por la elaboración de encuestas basadas en muestras
extraídas de la población, que gozan, no obstante, de una gran credibilidad.
La Encuesta de Presupuestos Familiares o la de Morbilidad Hospitalaria son
otros ejemplos del uso de muestras con fines administrativos.

Las encuestas de opinión pública son un medio para estimar las actitudes y
opiniones de los ciudadanos en un momento concreto del tiempo.
Los resultados obtenidos al aplicar varias encuestas al mismo tiempo también
pueden ser diferentes. Son muchos los factores que influyen en este aparentemente
desconcertante fenómeno.
Con las muestras sólo podemos tener una certeza estadística (probabilística),
nunca certeza absoluta. De forma que no podemos esperar que dos encuestas
simultáneas sobre el mismo tema produzcan exactamente los mismos resultados.
Éstos varían de una muestra a otra y no tienen por qué coincidir para ser válidos.
Las muestras a las que se aplican las encuestas se construyen fijando un margen de
error.
La clave del éxito del proceso de muestreo radica en garantizar la fidelidad
del reflejo de la población en la muestra. Esta última ha de ser una especie de
“maqueta” reducida de la población en su tamaño original. Es decir, se trata de
extraer correctamente una parte de la población para someterla a observación
científica en representación de dicha población, a fin de obtener resultados válidos y
aplicables al universo de la investigación en curso. La teoría de las probabilidades es
el fundamento principal de la teoría del muestreo.

3.2. Requisitos de las muestras

Las muestras, para ser consideradas como tales, han de cumplir una serie de
requisitos:
1. Que comprendan una parte del universo, pero no su totalidad: si muestro
objeto de estudio se circunscribe a las prácticas turísticas de los jóvenes de una
población de trescientos habitantes, es factible trabajar con toda la juventud de la
localidad, pero en ese supuesto, sería viable entrevistar a la población o universo. Si
nuestro objetivo es el de la juventud española, suele ser más factible trabajar con
muestras de entre 1000 y 2500 jóvenes.
2. La amplitud de la muestra ha de ser proporcional a la magnitud del
universo: si bien las muestras han de ser un parte de la población, deberán guardar
una proporcionalidad con ésta que garantice la recogida de la heterogeneidad que
presente dicho universo con respecto a las variables fundamentales. Esto es, si
emprendemos una investigación sobre los jóvenes españoles no podremos extraer
una muestra de veinticinco de ellos para aplicarles un cuestionario, pues en ese
subgrupo no podrían quedar reflejados los perfiles fundamentales que deberían fijar
las variables edad, sexo, situación ocupacional y hábitat de residencia.
3. Debe estar garantizada la ausencia de distorsión en la elección de la
muestra: por ejemplo, no sería correcto llevar a cabo una encuesta telefónica en un
país muy pobre, pues quedaría sesgada al no estar incluidas en los listines
telefónicos las capas de población más desfavorecidas sin acceso a ese bien. En
definitiva, se trata de evitar que una parte de la población que sometemos a
observación no esté incluida en el marco muestral.
4. Que sea representativa del universo poblacional: esto es, que reproduzca
las características básicas del mismo según los principios teóricos de la
investigación. Por ello, el empleo de las muestras requiere de un conocimiento
previo de la estructura del colectivo a observar. La muestra ha de representar a la
población cualitativa, además de cuantitativamente. A modo de ejemplo, piénsese en
el caso en que se lleve a cabo un estudio sobre la satisfacción de los estudiantes de
las Escuelas de Turismo. Además de incluir todas las existentes en el país, a la hora
de extraer la muestra habrá que tener cuidado para que queden incluidos estudiantes
de todos los cursos.

Las unidades del universo acotado forman el marco o base de la que se va a


extraer la muestra. Se trata de disponer de un registro de los elementos del universo
para poder hacer una selección adecuada de aquellas unidades que habrán de
componer la muestra elegida.
Esta base hace posible la identificación de los elementos que pasen a formar
parte de la muestra, porque cada uno de ellos debe de tener un número y un
identificador exhaustivo en el registro.
Pero la base de la muestra, en este sentido estricto, no siempre existe. Hay
universos difíciles de catalogar o que no están registrados. Y habremos de
desarrollar soluciones imaginativas para poder acercarnos a este colectivo mediante
algún tipo de muestreo no precisamente de carácter probabilística. Por otro lado,
también habremos de verificar si la población que deseamos entrevistar (universo
teórico) y aquella de la que se toma de hecho la muestra (universo trabajo) o a la que
se refiere el marco de la muestra, coinciden, porque pueden existir discrepancias
más o menos extremas entre ellas.
Cada uno de los elementos comprendidos en la base o marco muestral y que
figuran enumerados e individualizados en la misma se conocen como unidades
muestrales. Representan y remiten a las unidades de observación que forman el
universo a investigar. Las unidades de la muestra no tienen que corresponderse
siempre con individuos, sino que también pueden ser colectivas (familias, hogares,
grupos, pueblos, ciudades, organizaciones no gubernamentales, empresas,
movimientos sociales). El número de unidades que comprende la unidad de la
muestra cuando ésta es colectiva, se llama talla de la muestra. La talla nos informa
del nivel de agregación de la investigación.

3.3. Tipos de muestreo

La representatividad de la muestra no depende sólo de su tamaño, sino


también del procedimiento utilizado en su extracción. Principalmente podemos
hablar de dos grandes categorías: los tipos de muestreo probabilístico y no
probabilístico.
El principio básico del muestreo probabilística reside en el hecho de que cada
elemento de la población tenga la misma probabilidad de ser elegido. Conocer esta
probabilidad de elección implica la existencia de una seguridad estadística conocida,
no absoluta, pero razonablemente probable, mientras que en las muestras no
probabilísticas la seguridad estadística ni existe ni se conoce y, por tanto, no se
podrán evaluar, a partir de ellas, los márgenes de error, lo que imposibilitará la
generalización. No obstante, el muestreo no pobabilístico tiene la ventaja de no
necesitar marco muestral y de ser más simple y económico, siendo especialmente
apropiado cuando trabajamos con poblaciones marginales de difícil registro y
ubicación.
3.3.1. Tipos de muestreo probabilístico

Una muestra probabilística puede ser extraída mediante diversos


procedimientos algunos de los más conocidos son los siguientes:

1. Muestreo aleatorio simple: es el muestreo probabilístico más sencillo y


prototipo. El investigador no necesita investigar a cada miembro de la población.
A partir de él se desarrollan las fórmulas de cálculo del error y del tamaño
muestral. Las condiciones para este tipo de muestreo son las siguientes:

A) Cada elemento de la población tiene idéntica probabilidad de ser


incluido en la muestra.
B) Cada posible combinación de N elementos ha de tener la misma
pobabilidad de constituir la muestra.

Una muestra aleatoria simple de tamaño “n” está compuesta por n elementos
elegidos entre la población, de modo que todas las muestras de ese mismo
tamaño tienen la misma probabilidad de ser elegidas.

Existen varias formas de obtener una muestra aleatoria simple (m.a.s.). El


método más popular es el que se basa en el uso del bombo de lotería. Cada
elemento de la población queda reflejado en una bola con un número específico. Se
introducen todas las bolas en el bombo y se van seleccionando bolas, una tras otra,
hasta completar el tamaño de la muestra elegido.

2. Muestreo aleatorio sistemático: al igual que en el anterior, se parte de un


listado de la población, pero difiere en que solamente se elige por sorteo la
primera unidad de la muestra, que ha de ser inferior al coeficiente de elevación
(valor resultante de dividir el tamaño de la población entre el tamaño de la
muestra; esto es, el número de veces que está contenida la muestra en la
población), y en que los elementos restantes de la muestra se obtienen sumando,
sucesivamente a dicho número inicial el coeficiente de elevación, hasta obtener
todos los números necesarios para reunir la muestra. Cuando el coeficiente de
elevación es decimal se puede alternar el redondeo por exceso o por defecto, con
objeto de no eliminar la probabilidad de salir de determinadas unidades.
Este tipo de muestreo debe ser evitado cuando existe una naturaleza periódica
en el orden de los datos de la población. Por ejemplo, si queremos hacer un estudio
en la Secretaría de Estado de Turismo (supuesto fictício) y las secciones están
compuestas por veinte personas, cada una de ellas encabezada por el o la Jefe de
Sección y si estableciéramos un muestreo sistemático en el que extrajeramos del
listado o marco muestral, donde están registrados por secciones, a uno de cada
veinte, estaríamos seleccionando a los jefes de sección, in visibilizando al resto. En
este caso, los resultados quedarían distorsionados.
3. Muestreo estratificado: hay que decir que la mayor parte de las veces los
muestreos aleatorios simple y sistemático no pueden ser utilizados debido a la
dispersión de la muestra. Cuando esto ocurre, la equiprobabilidad se consigue por
otras vías más sofisticadas, como estratificación de la muestra.
La estratificación consiste en “encasillar” el universo en tantas celdillas como sea
necesario para garantizar que las fuentes de diferencia van a estar
adecuadamente representadas y ponderadas en la muestra, y construir el proceso
aleatorio (el sorteo) de la muestra partiendo de la casilla y no del conjunto.
Normalmente, se utilizan criterios de estratificaciones tales como las Comunidades
Autónomas o el tamaño de hábitat de los municipios. Este tipo de muestreo se
utiliza cuando el universo es muy heterogéneo en función de determinadas
características que han de quedar incluidas en la muestra o cuando se desea
información precisa de algunas subdivisiones de la población. Entonces se trata a las
subpoblaciones en concreto como una población única. También cuando se desean
aplicar diferentes tipos de muestreo probabilística en los distintos estratos de la
población. La complicación del procedimiento se acusa en el momento de obtener el
tamaño muestral dentro de cada uno de los estratos. En líneas generales, puede
llevarse a cabo proporcionalmente o de forma no proporcional.
En los casos de estratificación no proporcional se hace necesario ponderar la
muestra, asignando pesos a cada estrato, de forma que se logre compensar la
desigual probabilidad de selección asignada a cada unidad de población incluida en
el estrato.
Sin embargo, de forma más concreta, la distribución del tamaño muestral
global entre los estratos que hemos establecido (afijación) se lleva a cabo de tres
maneras distintas:

* Mediante afijación simple: se asigna el mismo tamaño de la muestra a cada


estrato. Tiene el inconveniente de que favorece a los estratos más pequeños.
* Mediante afijación proporcional: la distribución de la muestra se lleva a
cabo de forma proporcional al peso específico del estrato en el conjunto de la
población.
* Mediante afijación óptima: añadimos al peso específico del estrato en la
población la variabilidad del estrato respecto a la variable tenida en cuenta en la
estratificación. Así los estratos más heterogéneos y con mayor peso poblacional
estarán más representados en la muestra. Se calcula multiplicando el porcentaje que
representa cada estrato por su varianza. A continuación, se suman todos los
productos y se calcula la proporción que representa cada producto en el total.
Después se multiplican dichas proporciones por el tamaño de la muestra, con lo que
se obtiene el número de unidades muestrales en cada estrato.
4. Muestreo por conglomerados: de forma simple, se refiere al supuesto en el que
las unidades de la muestra no sean simples, sino colectivas, esto es, cuando la
talla es superior a la unidad. El muestreo de estos colectivos se puede realizar por
sorteo, mediante la tabla de números aleatorios, etc.
En el muestreo por conglomerados extraemos una muestra aleatoria de los
mismos, porque en el muestreo estratificado la unidad es el individuo, la unidad
la representa cada conglomerado.

Cuando a partir de la muestra de conglomerados se extrae una nueva muestra,


referida a cada conglomerado elegido y, así sucesivamente, hablamos de muestreo
en varias etapas o polietápico. En este caso, la unidad de observación final deja de
ser el conglomerado para pasar a ser una subdivisión de los mismos. Lo más
corriente es que el muestreo polietápico se dé en tres o cuatro fases, combinando
muestreo estratificado y por conglomerados.
Las ventajas de este tipo de muestreo por conglomerados es que no requiere
de listados de toda la población, sino únicamente de las unidades del conglomerado,
reduciéndose el coste al concentrarse el trabajo de campo en menos puntos de
muestreo, fijados dentro del propio conglomerado. Sin embargo, resulta mucho más
complicado la estimación del error muestral.

3.3.2. Tipos de muestreo no probabilística

Entre los más conocidos destacan:

1. Muestreo por cuotas: se trata de uno de los más conocidos, pues es muy
utilizado en el mundo de la empresa y de los estudios de opinión. Encuentra su
fundamento en que sí se conocieran todas las características del universo y sus
proporciones correspondientes, sería posible organizar una muestra que estuviera
“cuotificada” en todas sus dimensiones, de tal manera que fuera representativa del
universo, sin necesidad de extracción aleatoria individual de sus unidades.
Las cuotas más habituales en la investigación social vienen definidas por el sexo y
la edad, pues la mayoría de los marcos o bases muestrales recogen ambas variables.
Se confeccionan una matriz donde se calculan las proporciones relativas para cada
celdilla, cuya base será la proporción que representa cada categoría de las variables
seleccionadas en la población total. A continuación se proporciona a cada
entrevistador el perfil y el número de personas que habrá de entrevistar para
completar cada cuota. Aunque parezca similar al estratificado, la diferencia estriba
en la libertad que goza el entrevistador para la elección de las unidades finales de
observación. Y dicha libertad es su fuente principal de sesgo, pues el entrevistador
puede dejarse llevar por la sencillez del reclutamiento de los entrevistados en su
propio entorno familiar o entre aquellos que pueden parecer más proclives a ser
encuestados. Para solventar algunos de estos inconvenientes se ha recurrido a la
aplicación del sistema de rutas aleatorias.
El uso de este sistema de rutas aleatorias ha provocado que en muchas ocasiones se
haya considerado el muestreo por cuotas como de tipo probabilístico. Nada más
lejos de ello, pues no puede calcularse el error mediante aproximaciones
estadísticas. Un buen control del trabajo de campo es decisivo para frenar los sesgos
de los entrevistadores.

2. Muestras intencionadas: la selección de las unidades muestrales atiende a


criterios subjetivos relacionados con el objeto de estudio. Se suelen utilizar en los
estudios cualitativos donde, por ejemplo, se puede recurrir al juicio de personas
expertas o de informantes clave que puedan aportar luz al problema de
investigación.

3. Muestras accidentales: consiste en tomas los casos que “salen a nuestro


encuentro”, continuando el proceso hasta que la muestra adquiere el tamaño que
hayamos precisado.
Si usamos muestras accidentales, solamente podemos desear que los errores no
sean muy elevados. Un ejemplo nos lo proporcionan los entrevistadores que
recogen informaciones para programas de televisión entre la gente que encuentran al
paso en la calle.

3.4. El tamaño de la muestra: factores que influyen en su fijación

Si bien existe una relación el aumento del tamaño muestral y el de la


fiabilidad de las estimaciones que podamos realizar, conviene recalcar que, a partir
de un determinado tamaño muestral la mejora de las estimaciones requieren de un
incremento descomunal del número de elementos de la muestra. Por eso, conviene
encontrar un equilibrio en el que el tamaño muestral ofrezca fiabilidad sin suponer
un aumento innecesario en los costes económicos y temporales.
Existen varios factores a tener en cuenta para conseguir dicho equilibrio:

1. La disponibilidad de recursos: el tiempo para llevar a cabo la investigación y,


especialmente, el presupuesto disponible son los dos factores que más van a influir a
la hora de determinar el tamaño muestral.

2. El diseño muestral elegido: los diseños muestrales no probabilísticas suelen


exigir un tamaño de muestra más reducido que los probabilísticos. Y dentro de estos
últimos, por ejemplo, un muestreo al azar simple requiere de menos elementos
muestrales que uno estratificado o por conglomerados.

3. La varianza poblacional: cuanto mayor sea la heterogeneidad de la población,


más elevada será su varianza y, en consecuencia se hará necesario un mayor tamaño
muestral para reflejar más certeramente las características del universo. En algunas
ocasiones, la existencia de estudios pilotos previos al permitir desarrollar cálculos
sobre las varianzas de las variables claves para nuestro objeto de estudio. Pero en
muchas ocasiones no existen estas informaciones previas y ha de jugarse con el
supuesto de máxima variabilidad. Éste es el supuesto más desfavorable y el que
requiere mayor tamaño muestra.

4. El margen de error muestral permitido: existe una fuerte relación el tamaño del
error muestral y el volumen de la muestra. A medida que aumenta esta última,
decrece aquél.
Los errores comprendidos entre el 2 y el 2,5% son muy habituales en la
investigación social. El error muestral va a ser fijado por el investigador en función
de sus intereses de precisión, salvo cuando el presupuesto sea tan reducido que
venga impuesto por la disponibilidad económica. Por ejemplo, si en un estudio se
desea conocer la edad media en la que se inician, los jóvenes al consumo de drogas,
nos interesa un error muy reducido.
El error muestral, por tanto, es el resultado del hecho de trabajar con una muestra y
no con la totalidad de la población. Existe, no obstante, otro tipo de errores no
debidos al muestreo. En muchas encuestas, el error de muestreo que queda reflejado
puede llegar a ser despreciable al lado de los errores no muestrales.

5. El nivel de confianza: es la probabilidad con la que el investigador afirma que el


error no será superior a un valor que prefija. Habitualmente se utiliza el nivel de
confianza del 95%, lo que quiere decir que de cada cien muestras que podamos
extraer teóricamente de una población dada, al menos 95, van a ofrecer datos que
estén dentro de los niveles de error establecidos. O explicado a la inversa, sólo cinco
de cada cien muestras pueden superar los niveles de error que esperamos. Algunas
veces, cuando se necesita una precisión muy alta, como en algunos estudios
preelectorales, se puede incrementar el nivel hasta el 99,7%.

3.5. Razones para el uso de muestras

Podemos barajar tres principales justificaciones para el uso del muestreo:

* Una muestra puede producir información fiable a un coste infinitamente más bajo
que un censo. Con muestras probabilísticas se pueden cuantificar el error de
muestreo de un encuesta.
* Los datos se recogen más rápidamente y, por tanto, pueden difundirse con mucha
celeridad.
* Las estimaciones obtenidas a través de encuestas aplicadas a muestras
probabilísticas frecuentemente ofrecen datos más exactos que aquéllos derivados de
censos porque se puede poner más celo en la formación de los entrevistadores, de
cara a que obtengan la información más fidedigna posible.

La muestra no es la simple sustitución de un todo por una parte. La extracción


de muestras ha sido concebida como la ciencia o el arte de controlar y medir la
fiabilidad de información estadística útil, mediante la aplicación de la teoría de las
probabilidades.
CAPITULO IV
LAS ENCUESTAS DE OPINIÓN

4.1. Introducción

Los cambios observados durante las últimas décadas en el comportamiento


del sector turístico español, influenciados por la variedad de transformaciones
acaecidas en este período sobre diversas dimensiones sociales, hacen necesaria la
aplicación de diferentes instrumentos de medidas capacitados para analizar algunas
de las propiedades de los factores relacionados con este cambio. La centralidad que
caracteriza el turismo en una sociedad moderna como la española, sin duda,
demanda la investigación de este fenómeno social. En particular, el investigador
social del turismo, con la finalidad de responder a algunos objetivos de estudio
relacionados con este ámbito concreto de la realidad social, ha de recurrir a aquellas
técnicas de investigación que permitan su análisis. Las encuestas cuentan con
herramientas que proporcionan información empírica ajustada acerca de diversas
características del turismo en general.
A grandes rasgos, cabe afirmar que las encuestas constituyen una de las
principales fuentes de información empírica utilizadas en investigaciones de carácter
cuantitativo de los estudios del turismo. Algunas de las realizadas por distintos
organismos, públicos o privados, ofrecen información tanto de la oferta como de la
demanda del mercado del sector turístico, así como de sus componentes,
propiedades y características.
Por mencionar algún ejemplo de encuestas mencionar la encargada de los
Movimientos Turísticos de los Españoles -Familitur- que informa sobre la
evolución de la demanda turística de los españoles. Esta encuesta es administrada
por el Instituto de Estudios Turísticos -IET-. También el Instituto Nacional de
Estadística -INE-, entre otros, realiza encuestas que pueden ser utilizadas con la
finalidad indicada por ejemplo como las Encuestas de Coyuntura Turística Hotelera
y Ocupaciones en Alojamientos Turísticos Extrahoteleros, van dirigidas a los
alojamientos turísticos.
El investigador social recurre a este tipo de técnicas tanto para poder evaluar
un fenómeno concreto de la vida social, como para poder actuar sobre el mismo.

4.2. Utilidad de las encuestas en el sector del turismo

El material empírico que proporciona la encuesta permite indagar sobre


algunas de las características y propiedades del fenómeno social del turismo y de sus
componentes.
Esta técnica de investigación social es de las más utilizadas en el ámbito del
campo turístico. No es una herramienta nueva de la investigación social, sino que su
origen se remonta hacia finales del siglo XIX, pudiendo relacionarse el mismo con
el del proceso de industrialización, por los rasgos que caracterizan a ambos
procesos: el de la industrialización y el de la investigación mediante encuesta.
La utilidad de la encuesta es de lo más variada dependiendo de cuáles son los
intereses de la investigación entre las que nos encontramos:

A) El investigador social puede recurrir a esta práctica cuando quiera indagar


sobre algo del pasado y no pueda acceder a ello a través de la observación. Por
ejemplo, imaginemos que se quieren analizar cuáles fueron las causas que en el año
2004 hicieron que se produjera un descenso, respecto al año anterior, en la duración
de la estancia- medida por el número de pernoctaciones- de los extranjeros en el
conjunto de los alojamientos turísticos españoles. Para conocer cuáles fueron los
factores que provocaron esta situación, se podrá diseñar una encuesta orientada con
ese objetivo. Los resultados obtenidos de la encuesta permitirán, por tanto, proceder
al análisis que se solicitaba.

B) También es útil cuando el interés del investigador se oriente hacia la


exploración de algunas características propias de colectividades a las que es
imposible acceder de otra manera, debido a la extensión y las dimensiones de
las mismas. En este caso se analizarán dichas características, aplicando una
encuesta a una muestra representativa de tal colectividad que permita generalizar los
resultados obtenidos a través de la misma a los demás elementos de la población
objeto de estudio. De modo que, para proceder al análisis de las características de
esta población, será conveniente elaborar y administrar una encuesta a una muestra
de la misma, que sea representativa del conjunto de la demanda turística de
extranjeros en nuestro país.

C) Además, la investigación mediante encuesta podrá orientarse hacia la


evaluación. La indagación mediante encuesta, dirigida hacia el sector de la
población objeto de estudio permitirá al profesional evaluar los resultados de la
evaluación una vez concluida. A través de la encuesta se podrá indagar acerca de
las expectativas del potencial visitante del lugar. También esta técnica ofrecerá
información sobre cuáles son las preferencias, los hábitos y los gustos de la
población analizada, futuros demandantes turísticos del lugar. El conjunto de toda la
información empírica, servirá de base a los agentes del sector para planificar un
cambio de imagen del territorio y hacerlo más atractivo.

Por tanto, la utilidad de las encuestas es diversa y puede estar orientada hacia
la exploración, la descripción, la planificación, la intervención o la evaluación en
función de los objetivos. Sin embargo, no garantiza que esta técnica permita al
investigador indagar sobre cualquier problema objeto de estudio, sino que su
utilidad es limitada. Por ejemplo, mediante el cuestionario de la encuesta, es difícil
acceder al marco interpretativo que puedan ofrecer los demandantes del turismo
acerca de distintos fenómenos de interés.
4.3. Diseño de la encuesta

El diseño de la encuesta en la investigación social en general, y en la del


turismo en particular, ha de estar pautado en una serie de etapas, y orientado con la
finalidad de obtener una visión global del fenómeno social que se pretendía analizar
a través de la misma. Este diseño se elabora en función de los objetivos. De modo
que, dichos objetivos han de definirse con precisión antes de proceder al diseño de
la encuesta.
Las investigaciones de carácter cuantitativo, como son aquéllas realizadas a
partir de la encuesta mediante cuestionario, se efectúan a través de un proceso que
se presenta como una progresión pautada de etapas previamente establecidas. Las
distintas etapas de una encuesta están interrelacionadas entre ellas, y las primeras
decisiones tomadas en el diseño determinan, de alguna manera, los procedimientos
finales. El proceso a través del que se organiza el análisis debe partir de un marco
teórico general como, por ejemplo, el relacionado con la teoría social de la demanda
turística, En el inicio de la indagación este proceso es de carácter deductivo. Es
decir, a partir de un marco -teórico- relevante se precisan los objetivos y las
hipótesis de partida de la investigación que guiarán las decisiones a tomar en la
misma, teniendo siempre como referencia la formulación de éstos.
En la última fase de la investigación, relacionada con al interpretación de los
resultados, el proceso pasa a ser de carácter inductivo. Ahora bien, es en medio de
todo este procedimiento donde tiene lugar la planificación metodológica, esto es, el
diseño de la encuesta, su elaboración y administración.

4.3.1. Fases de la investigación mediante encuesta

1ª FASE: Delimitación de los objetivos de estudio y selección de la muestra


representativa de la población
El diseño y el desarrollo de una encuesta estará orientado a partir de los
contenidos del estudio y de los objetivos que se demandan en la investigación, que
han de estar definidos de una manera clara y concreta.
Las unidades seleccionadas para el análisis a partir de las técnicas de
muestreo conformarán una muestra representativa de la población objeto de estudio
sobre la que hay que indagar a través de la encuesta. Los resultados obtenidos con la
aplicación de la misma a las unidades de análisis seleccionadas serán, si el diseño
muestral ha sido el adecuado, generalizables al resto del universo poblacional objeto
de estudio.

2ª FASE: Formulación de hipótesis


El siguiente paso consiste en que el investigador debe proceder a formular las
hipótesis de partida del estudio. Es en esta fase donde se plantean las suposiciones
teóricas provisionales que se van a probar a lo largo de la investigación para
determinar finalmente su validez. Las hipótesis de la investigación, son las que se
establecen las supuestas relaciones que existen entre aquellas variables sobre las que
se indagará en el estudio.
3ª FASE: Operacionalización de los contenidos
No podemos pasar por alto la fase del proceso que se corresponde con la
operacionalización de la variables. Es decir, hay que definir los objetivos de la
investigación en forma de variables para que puedan ser operativos. Con ello, al
final de todo el proceso, las distintas dimensiones de las variables analizadas se les
aplicarán las técnicas estadísticas convencionalmente utilizadas para interpreta la
información empírica obtenida mediante la administración de las encuestas.

4ª FASE: Diseño del instrumento de recogida de los datos


Cuando todos los contenidos de la investigación hayan sido operacionalizadas
en forma de variables, el investigador contará con el material necesario para diseñar
un cuestionario, una entrevista u otro instrumento de medida, y podrá proceder a la
recogida de los datos. En definitiva, ésta es la fase del estudio en la que el
investigador tiene que decidir cuál es la herramienta más adecuada para recoger la
información empírica sobre el fenómeno social que está abordando y pasar a la
siguiente fase, la del diseño del mismo.
En encuesta mediante cuestionario, el diseño del instrumento de recogida de
los datos es la fase central de la investigación. Por tanto, el cuestionario es el
instrumento fundamental del que se sirve esta técnica para proceder a la recogida de
los datos.

5ª FASE: Estudio previo


Ahora bien, si el investigador quiere comprobar que el instrumento que ha
diseñado para la recogida de la información es el más apropiado y proporciona los
resultados esperados con su aplicación, puede realizar un ensayo previo, a veces
denominado estudio piloto.
Se trata de una prueba que se aplicará a unas cuantas unidades de análisis de
iguales características a las de la población de estudio. El instrumento empleado
para la recogida de los datos en dicha prueba, será idéntico al que se pretende
aplicar después sobre las unidades de análisis seleccionadas.
En general, con el estudio piloto se pondrá a prueba la técnica de la encuesta
mediante cuestionarios, que ha sido diseñada por el investigador para recoger la
información empírica que se busca mediante este procedimiento. De modo que, a
través de dicho ensayo se podrán validar todas y cada una de las fases del diseño de
la encuesta.

6ª FASE: Planificación
La fase de la planificación es tan necesaria como cualquier otra en la
investigación científica. Al planificar se concreta la gestión de los recursos con los
que cuenta el investigador y se marcan los plazos temporales que se deben seguir en
el proceso de la investigación. En definitiva, la planificación ha de estar presente en
todas y cada una de las fases del estudio; de forma que todas aquellas lo estarán en
ésta.
7ª FASE: Precodificación y codificación
Para que al final de todo el proceso de indagación el investigador puede
proceder a la exploración estadística de los datos obtenidos con la encuesta, éste
debe contar con una matriz de datos.
Dicha matriz se construye introduciendo en una base de datos las categorías
de respuesta que se den a cada una de las preguntas, y que estarán relacionadas con
las propiedades y dimensiones de los contenidos y las variables de la investigación
que conforman los instrumentos de medida de la encuesta.
Es decir, es imprescindible asignar códigos, numéricos o no, a cada una de las
posibles categorías de respuesta de las variables representadas en las preguntas de la
encuesta.
Si el instrumento de medida utilizado por la encuesta es un cuestionario
estandarizado, es imprescindible codificar con la finalidad de identificar. Cuando en
el cuestionario de la encuesta dichos códigos se han asignado antes de proceder al
trabajo de campo, el cuestionario estará precodificado. No siempre es posible
proceder a la codificación antes de la recogida de los datos.
Ahora bien, el establecimiento de los códigos no puede hacerse de una
manera aleatoria, sino que conviene seguir ciertas indicaciones. A la hora de
codificar las categorías de una variable, ha de tenerse en cuenta el nivel de medida
de la misma. Es decir, los códigos o números asignados se organizarán de una u otra
manera dependiendo de que las variables a las que se asignan sean de tipo nominal,
ordinal o de intervalo.

Los códigos que se le asignan a las categorías de las variables nominales no


indican un valor numérico; aunque sean un número, su función es clasificatoria, de
identificación. De modo que a cada una de las categorías de respuesta debe
asignársele un código. Por ejemplo, si se le pregunta a un turista extranjero: ¿en qué
tipo de alojamiento turístico pasó su estancia cuando vino a España por última vez;
las posibles respuestas serían: establecimientos hoteleros, apartamentos turísticos,
campings o alojamientos de turismo rural.

A diferencia de las anteriores, las categorías de respuesta de las variables


ordinales sí que representa un orden de mayor a menor, o de menor a mayor. Por
tanto, para su codificación deben asignárseles valores que representen un orden
jerárquico. En este caso, el valor asignado a cada categoría, además de identificar
una categoría determinada, representa un orden y tiene un significado jerárquico.
Por ejemplo, si ahora le preguntamos al turista extranjero sobre su grado de
satisfacción (desde muy satisfecho hasta muy insatisfecho, según la clasificación de
la página siguiente) con respecto a la calidad de los servicios ofrecidos en los
establecimientos hoteleros españoles: el grado de satisfacción se refiere a una
variable de tipo ordinal cuyas categorías de clasificación deben respetar una
jerarquía.
Por último, queda por señalar cómo proceder a la codificación de las
variables de intervalo, cuyas categorías de respuesta se sitúan a la misma distancia
unas de otras. Por ejemplo, si nos referimos a la estancia en alojamientos de turismo
rural de los extranjeros en nuestro país, la duración de la misma se mide a través del
número de pernoctaciones de los turistas extranjeros en ese tipo de alojamientos.
Tales números se corresponderán con las categorías de la variable que
describen la duración de la estancia. De manera que el código numérico asignado a
cada categoría (1,2,3 o 4) atañe al número de pernoctaciones (1,2,3, o 4
pernoctaciones) que indica dicha duración.
Para simplificar el análisis, suele ser conveniente agrupar las categorías de
respuesta de este tipo de variables en intervalos. Los valores de los códigos de
dichas categorías representarán a cada intervalo de la variable y han de estar
situados a la misma distancia unos de otros. La agrupación en intervalos permita
trabajar con este tipo de variables igual que se hacia con las ordinales y su
codificación quedaría ordenada.
Además, en este último ejemplo observamos cómo se suelen codificar las
categorías de respuesta: no sabe, no contesta. Tales, generalmente entendidas como
“no respuesta”, son tan indicativas e informativas como las demás. Sean cuales sean
los valores que se les asignen, es conveniente que la codificación de ambas
“categorías de silencio” sea la misma en todo el cuestionario, esencialmente para
saber que representan la ausencia de respuesta en todos los casos.

4.3.2. Análisis de los resultados obtenidos a través de la encuesta

En una fase final del estudio se realiza el análisis del material empírico
derivado de la investigación. Para ello, se utilizarán las medidas más adaptadas al
nivel de medición de las variables que han orientado el proceso.
La interpretación de los resultados empíricos obtenidos es una tarea delicada
que requiere de cierta precaución metodológica por parte del investigador. Sin duda,
la calidad de la información obtenida en una investigación mediante encuesta estará
condicionada por el diseño y la elaboración de la misma.

En su elaboración entran en juego varios componentes: el encuestador, el


encuestado y el cuestionario o instrumento de recogida de datos utilizado. A todos
estos componentes debe atender el investigador a la hora de interpretar la
información obtenida.
En general, todas las fases de la encuesta determinan la calidad de los
resultados finales de la investigación. El investigador social debe tener en cuenta
todos estos elementos a la hora de interpretar los resultados empíricos de cualquier
investigación.
Al presentar la modalidad de encuesta personal se especificará que en
aquellas situaciones en las que la presencia del encuestador es necesaria, la
influencia que éste pueda tener en las respuestas dadas por el encuestado es crucial.
De modo que tal proyección ha de tenerla en cuenta el investigador a la hora de
interpretar la validez de los resultados.
En ocasiones, el investigador debe sospechar de la veracidad de las respuestas
por los encuestados. Ya que hay preguntas referidas a hechos subjetivos ante las que
es difícil comprobar la aparente sinceridad de las respuestas. Se daría al preguntar
sobre los sentimientos, los valores o la opinión del encuestado acerca de un
determinado hecho social. Dicha respuesta puede estar contreñida a la deseabilidad
social, de éste, conformada por las normas sociales que imperan en un entorno
cultural concreto. De modo que la carga subjetiva que caracteriza a este tipo de
información impide al investigador comprobar cuán de sincera es la respuesta dada
por el encuestado.
Otras veces, en lugar de contestar erróneamente de manera intencionada a la
pregunta que se le plantea, el encuestado opta por no responder a la misma. Corbetta
denomina a esta situación: falta de opiniones y señala que se dan en escenarios ante
los que los encuestados están presionados para responder y optan por hacerlo al azar
o directamente no dan respuesta alguna.
Otro factor a tener en cuenta por el investigador tiene que ver con el contexto
en el que se lleva a cabo la respuesta de los datos. Este contexto, a su vez, se
corresponde con el instrumento de medida utilizado en la encuesta. Un buen diseño
y una adecuada aplicación del cuestionario, o de cualquier otro instrumento
utilizado para la recogida de los datos, contribuirá a lograr una mayor eficacia en la
exploración de los resultados a través de las técnicas estadísticas requeridas para tal
fin.
Una limitación más de la encuesta es que a través de ella el investigador no
alcanza a conocer nada sobre la individualidad que distingue a cada uno de los
encuestados, sino que ha de conformarse con la uniformidad que distingue a cada
uno de los encuestados, sino que ha de conformarse con la uniformidad de todos
ellos.

Ahora bien, la fase de análisis de los resultados no es la apropiada para


subsanar este tipo de errores, sino que es a la hora de diseñar el instrumento de
medida cuando hay que evitar formular cuestiones ambiguas que puedan inducir al
error en la interpretación y en la respuesta del encuestado.
En definitiva, la sutileza que caracteriza a la fase final de análisis de la
investigación es la que permite al investigador comprobar las hipótesis de las que se
partía al comienzo del proceso y a través de las que se relacionaban los contenidos
(variables) de la investigación. Finalmente se tratará de verificar empíricamente
cuán de generalizables son los resultados obtenidos, a partir de una muestra al resto
de la población objeto de estudio.
Además, en esta fase se valorarán la validez y la fiabilidad de los
instrumentos de medida que se han utilizado en la investigación. Estos últimos será
fiables si la información que ofrecen es consistente. De forma que, cuanto más
estandarizado sea el instrumento de medida utilizado, mayor será la fiabilidad del
mismo.
Ahora bien, la fiabilidad del instrumento no garantiza su validez. Esta última
dependerá de la precisión de la información obtenida finalmente. En último lugar, a
partir de todo lo anterior, y tras hacer todos los cálculos estadísticos requeridos y
que le sean permitido, el investigador contará con la información necesaria para
poder redactar el informe final de la investigación mediante encuesta.

4.4. Tipos de encuestas según su modalidad

Según cuál sea el contexto que elija el investigador como el más ajustado para
aplicar el instrumento de recogida de los datos, en función de sus intereses y de los
recursos con los que cuenten se distinguen varias modalidades de encuesta.
Podemos diferenciar entre encuestas personales, las telefónicas o las
realizadas por correo cada una caracterizadas por las circunstancias y del contexto
en el que se aborden.

4.4.1. Encuestas CARA A CARA

Las encuestas personales son aquellas en las que el encuestador y el


encuestado interactúan cara a cara, de manera que el primero interroga al segundo a
partir de un guión de entrevistas o de un cuestionario estandarizado previamente
diseñado. La interacción entre ambos es el rasgo que caracteriza a esta modalidad.
La presencia del encuestador en la encuesta personal es determinante, es
fundamental la posición que toma éste al dirigir la entrevista o administrar el
cuestionario. Más allá de establecer una interacción neutral como sería “el ideal” el
encuestador sólo con su presencia puede condicionar la respuesta que los
encuestados den. Por tanto, la calidad de la información obtenida a través de
encuestas realizadas cara a cara puede verse influida por la presencia del
entrevistador.
En la medida de lo posible deben controlarse todos los sesgos. El encuestador
ha de enunciar las preguntas de la encuesta de la manera más imparcial posible.
Éste, tiene que estar permanentemente en alerta y siempre atento a cualquier
distracción del encuestado y reclamar su atención de manera estratégica en caso de
que sea necesario.
Una de las ventajas de esta modalidad de encuesta, es que el contacto directo
entre el encuestador y el encuestado hace que el porcentaje de respuestas sea más
elevado. Incluso habrá determinados tipos de preguntas, por ejemplo, el sexo, que
en la aplicación de la encuesta personal podrán ser obviadas por su evidencia.
Por tanto, alcanzar un elevado porcentaje en las respuestas y la máxima
veracidad en las mismas depende, en buena medida, del encuestador, de su
experiencia y preparación para esta tarea en concreto. Desde el principio le
corresponde crear un clima de confianza en el que el encuestado se sienta cómodo
para responder a la mayoría de las preguntas, incluso a aquellos más delicados y
comprometedoras. Además, el encuestador debe ayudar al encuestado a entender
correctamente la pregunta que se le formula, dándole las explicaciones requerirán en
cada caso.
Es imprescindible que antes de proceder a la formulación de las preguntas, el
encuestador presente el estudio que se está realizando, indique cuál es la institución
que patrocina el mismo, garantice el anonimato y la confidencialidad de la
información, y haga hincapié en la importancia que tiene la cooperación del
encuestado para alcanzar buenos resultados en la investigación. En definitiva, el
encuestador debe despertar estratégicamente el interés del encuestado para que este
último colabore en la elaboración de la encuesta.

4.4.2. Encuestas TELEFÓNICAS

Otra modalidad de encuestas es la referida a aquellas que se realizan por


teléfono, a cuyo uso se ha recurrido en mayor medida en el último tercio del siglo
pasado, debido a la expansión de este medio a casi todas las capas de la población
en las sociedades avanzadas. Tal expansión permite acceder a la información que
ofrecen algunos sectores de la población dispersos geográficamente sobre
determinados fenómenos sociales.
La encuesta telefónica se lleva a cabo con un menor coste y tiempo. Sin
embargo, la representatividad de la población con cobertura telefónica es cada vez
más dudosa. Es decir, es más difícil el acceso a los registros de los teléfonos móviles
que tienden a sustituir a los anteriores. Más complicado aún es identificarlos con un
usuario en concreto. Por tanto, se hallan registros accesibles a través de las guías de
teléfonos fijos, pero no para los teléfonos móviles. Este último medio está cada vez
más extendido y sus usuarios se identifican, con perfiles más heterogéneos y
difíciles de delimitar.
Además otra ventaja que ofrece este sistema es que su elaboración
directamente al ordenador evita algunos de los errores derivados del registro de los
datos. Nos referimos al método de encuesta telefónica asistida por ordenador: CATI
(Composer asisted thelephone interviewing). Este método permite grabar los datos
directamente en el ordenador a la par que el encuestado responde a las preguntas
que le hace el encuestador a través del teléfono. De manera que se administran las
preguntas y se almacenan las respuestas sistemáticamente en el ordenador. Además,
el empleo de este procedimiento permite al investigador consultar los resultados
provisionales de la investigación sin necesidad de esperar a que concluya el proceso
de recogida de los datos. Lo que puede ser muy ventajoso para valorar la adecuación
de la técnica empleada para la indagación.
Otra de las ventajas, es la mayor garantía de anonimato que ofrece la misma.
Sin embargo, la mayor desventaja que limita su uso se relaciona con la
inaccesibilidad a determinados sectores marginales de la población que no disponen
de este medio, o a aquellos que han sustituido el mismo por el de la telefonía móvil.
Ambos estratos de la población quedarán excluidos de los estudios realizados.
4.4.3. Encuestas por CORREO

A diferencia de las dos modalidades anteriores, la situación que caracteriza a


la encuesta realizada por correo está determinada por la ausencia del encuestador.
En este tipo de encuestas las preguntas se formulan por escrito el cuestionario es
auto cumplimentado por el encuestado resultan poco costosas para el investigador.
Sin embargo, se precisa de una serie de requisitos imprescindibles que son
los siguientes:

1) El investigador debe contar con un amplio fichero de direcciones, completo y


debidamente actualizado, donde mandar los cuestionarios de la encuesta.
2) Debe corresponderse con la población objeto de estudio.
3) Es obligatorio que la población destinataria del cuestionario de la encuesta sepa
leer y escribir.

La modalidad de encuesta por correo, disfruta de una serie de ventajas y


limitaciones. Entre otras, ventajas son las siguientes:

* La ausencia del entrevistador, cuando el encuestado responde a las preguntas del


cuestionario, evita las distorsiones o sesgos que puedan derivarse de la presencia de
éste.
* Con el empleo de esta modalidad es posible llegar a algunos sectores dispersos de
la sociedad y a los que sería imposible acceder directamente o por teléfono.
* El encuestado cuenta con mayor libertad y flexibilidad para responder a las
preguntas del cuestionario. De manera que puede tomarse el tiempo que necesite
para responder a las mismas y puede hacerlo en el lugar que más cómodo le resulte.
* Esta modalidad de encuesta es apropiada para tratar determinados temas, que por
su complejidad o extensión, es más conveniente tratarlos por escrito.
* Supone un menor coste en comparación con el requerido en las otras modalidades.
Entre las limitaciones de la encuesta mediante cuestionarios enviado por
correo destacan las siguientes:

* Un bajo nivel de participación. No todos devuelven el cuestionario


cumplimentado.
* La ausencia del encuestador deriva en que el control sobre las respuestas que
envía el encuestado no exista, de manera que éste puede responder, sin ser el peor de
los casos, influenciado por otras personas que le ayuden a cumplimentar el
cuestionario.
* En este caso el encuestador tampoco guía el orden en la formulación de las
preguntas. Este comportamiento puede alterar el sentido de algunas de las preguntas
y, por tanto, la veracidad de las respuestas.
* Inevitablemente, el investigador desconoce el contexto en el que el encuestado ha
respondido al cuestionario.
* No es un método de recogida de datos apropiado para aplicar en los sectores de
población no alfabetizados.
Finalmente, en el envío del cuestionario es necesario adjuntar una serie de
documentos:

1) Una carta de presentación del cuestionario donde se especifiquen algunas de las


características del estudio, la institución que lo patrocina y una pequeña explicación
de los objetivos perseguidos con el mismo. Esta carta es crucial para despertar el
interés de encuestado y motivar su colaboración en la investigación. Su redacción
debe ir dirigida a cumplir dichos objetivos.
2) De igual modo, junto al cuestionario se enviará una hoja con las explicaciones
necesarias para que el encuestado responda a las preguntas de la encuesta sin
encontrar problema alguno.
3) Se deben enviar, las instrucciones precisas para que el encuestado, una vez
cumplimente el cuestionario, lo envíe de nuevo por correo al investigador o a la
empresa encargada de procesar los datos. De manera que se remitirá, también junto
al cuestionario, un sobre franqueado con la dirección de destino ya impresa en el
mismo.
Pasado un tiempo del envío del cuestionario es conveniente que el
investigador realice otro envío que sirva de recordatorio para aquellos encuestados
que aún no han remitido sus formularios cumplimentados. En este envío, se debe
indicar la fecha establecida para la recepción de los cuestionarios una vez
completados.

Cuestionarios VÍA INTERNET


Las nuevas tecnologías de la información y la comunicación ofrecen diversas
maneras de aplicar las técnicas destinadas a recoger información empírica sobre el
fenómeno social que se trate de analizar. Otra manera de hacer encuestas es a través
de Internet, bien enviando un cuestionario por correo electrónico o bien colgándolo
en una página Web.
De esta modalidad se derivan problemas para los que aún se ofrecen
soluciones viables. Es el caso, del bajo porcentaje de respuestas obtenido con este
tipo de aplicación, del error de cobertura o de la construcción y representatividad de
la muestra cuyo control no se ha logrado todavía.
En los estudios del campo turístico es probable que se utilice este tipo de
técnicas para los expertos del área. Todavía es difícil acceder a una población
extensa a través de este medio, queda concentrado en aquellos sectores sociales que
disponen de estas tecnologías, cada vez más extensos pero aún reducidos.

4.5. Clasificación de las encuestas dependiendo del momento en que se realizan

Las condiciones sociales y económicas de la investigación que se vaya a


llevar a cabo, así como el contexto en el que ésta se dé, determinarán cuál será la
modalidad de la encuesta por la que deba optar el investigador del sector turístico
para indagar sobre un determinado fenómeno social. Ahora bien, otro factor
importante a tener en cuenta para la clasificación de las encuestas tiene que ver con
el período de tiempo en el que se van a administrar las mismas.
De manera que cuando el cuestionario, o el instrumento de recogida de datos,
se aplique a la población objeto de estudio en un momento determinado del tiempo,
el diseño de la encuesta será transversal. Se aplica en sucesivos períodos del tiempo,
dicho diseño, será longitudinal.
Por tanto, dependiendo de su proyección en el tiempo, pueden clasificarse, de
manera general, en transversales y longitudinales. Las encuestas longitudinales se
clasifican en dos tipos según se utilicen en:

- Estudios de panel: las encuestas de panel se emplean para conocer los cambios la
población, respecto al fenómeno analizado, en momentos sucesivos del tiempo.
- Estudios de tendencia o cohorte: estos estudios, se destinan a muestras distintas
en cada momento de la recogida de datos.

En ocasiones, es probable que la situación de la encuesta pueda variar en las


diversas aplicaciones de la recogida de los datos.
Por ejemplo, en la Encuesta de Movimientos Turísticos de los Españoles
-Familitur-, la información se recoge alternando, en la toma inicial y en las
posteriores, en los casos en que sea posible y lo prefiera el encuestado, la encuesta
personal en el domicilio de los panelistas con la telefónica.

4.5.1. Los estudios DELPHI

Finalmente, dentro de la clasificación de encuestas longitudinales nos


detendremos, en los estudios Delhi por la posible utilidad en el campo turístico.
A partir del primer cuestionario, éstos reciben un informe de los resultados
obtenidos a partir del conjunto de los datos del mismo antes de realizar el siguiente.
Los cuestionarios que se aplican en los distintos períodos de recogida de los
datos pueden incluir alguna modificación y variar en función de los resultados
obtenidos en cada una de las fases. Por supuesto, la información ofrecida por los
encuestados en los estudios Delhi es anónima, de manera que pueden responder al
cuestionario con total libertad.
Las nuevas tecnologías pueden facilitar todo este proceso, a través del correo
electrónico o mediante una página Web.
En definitiva, la metodología delphi ofrece la posibilidad de hacer estudios de
carácter prospectivo, mediante los que el investigador social puede atisbar
tendencias de futuros comportamientos en un ámbito social concreto, a partir de la
opinión conjunta de los expertos consultados.
TEMA V
EL CUESTIONARIO

5.1. Introducción

El cuestionario de la encuesta es uno de los instrumentos de medida


utilizados para la recolección de los datos de la investigación que se aplica a la
población de estudio de la misma. Esta herramienta es de gran utilidad para el
investigador del campo turístico.
Con el cuestionario, la encuesta alcanza el máximo grado de
estandarización. El hecho de que frecuentemente se identifique a la encuesta con
las preguntas de un cuestionario, hace que se caiga en la confusión.
Sin embargo, el cuestionario se utiliza para indagar acerca de un ámbito
concreto de la realidad social. Es decir, la encuesta puede administrarse bien
mediante cuestionarios estandarizados o bien mediante otros instrumentos menos
estandarizados.
De modo que el cuestionario es uno de los instrumentos de los que se vale la
encuesta a la hora de estudiar sobre algunas de las prácticas relacionadas con el
comportamiento turístico. Esta técnica contribuye a dicha indagación a través de un
listado de preguntas referidas al objeto de estudio de la investigación, con las que se
recoge información relativa a dicho objeto de las unidades de análisis seleccionadas
para la explotación.
En definitiva, la encuesta mediante cuestionario estandarizado ofrece al
profesional del sector turístico una información detallada de las propiedades y
características de un ámbito concreto de su interés, le facilita tanto a la
planificación, como a la evaluación o la intervención en el sector de la manera más
ajustada posible.
Por ejemplo, la Encuesta de Movimientos de Familitur es, en general,
recoger información acerca de los viajes turísticos de los españoles, tanto de los
realizados dentro de España como de los que tienen destino extranjero.

5.2. Clasificación de los cuestionarios a partir de su aplicación

Esta herramienta de investigación se administra en la fase de la indagación y


suele aplicarse a una muestra representativa de la población que constituya el objeto
de análisis.
El contexto social en el que se desarrolla el estudio, las características de la
población a analizar, así como los objetivos, determinan el instrumento de medida
para la recogida de los datos. En función de cuáles sean esas circunstancias, el
investigador tendrá que decidir si aplicar:

A) Un cuestionario administrado por un encuestador: cuando la recogida de la


información empírica.
B) O un cuestionario auto administrado por el encuestado: siempre y cuando los
elementos manifestados antes lo permitan.
Por tanto, dicha elección será lo más ajustada posible al contexto y a las
circunstancias que rodean a la investigación. Ahora bien, según se opte por uno u
otro tipo, el diseño será distinto y conformado por las características de cada uno de
ellos.
Además de las propiedades de la población se debe aplicar el cuestionario y
otros condicionantes: el tiempo, los medios económicos y el número de
colaboradores en el estudio, serán determinantes para decidir un cuestionario
administrado por el encuestador o a cumplimentar por el encuestado. El primero se
utiliza en las encuestas telefónicas y personales. Mientras que el segundo es propio
de la encuesta por correo postal o electrónico.
Asimismo, el cuestionario es auto administrado por el encuestado cuando se
entrega directamente en lugares concretos (hoteles, aeropuertos, agencias de viaje,
etc.) o bien en aquellos casos de entrega y recogida. Es decir, cuando el encuestador
reparte los formularios en determinados hogares u otros lugares e indica la fecha en
que pasará a recogerlos. También el cuestionario lo auto cumplimenta cuando se
administra a través de otros medios de comunicación distintos al teléfono y al correo
postal. Por ejemplo, del cuestionario administrado vía Internet.
La aplicación del cuestionario estandarizado de la encuesta cuando es
administrado por un encuestador, demanda de éste la misma estandarización. Es
decir, el entrevistador debe comportarse de la manera más neutral posible. Ahora
bien, el encuestador ha de adoptar todas las preocupaciones que estén a su alcance.
Éste ha de estar preparado previamente por el investigador.
Cuando el encuestador proceda a la recogida de los datos ha de presentar al
encuestado el instrumento a utilizar. Éste es el momento de utilizar la institución que
lo financia o la finalidad que se persigue. El encuestador ha de informar sobre la
pertenencia y la relevancia de la investigación y, hacer hincapié en la importancia
que tiene la colaboración del encuestado.
Sin duda, es elemental la función que desempeña el encuestador al
administrar un cuestionario. Por tanto, debe reproducir las preguntas tal cual están
en el cuestionario. Igualmente debe recurrir a emplear las estrategias que sean
oportunas para conseguir la colaboración del informante. Al mismo tiempo, para
lograr una participación sincera debe dejar claro el anonimato y la confidencialidad
de las respuestas.
De otro lado, la influencia del encuestador en la información obtenida no
tendrá cabida en los cuestionarios autoadministrados. Es decir, los cuestionarios que
hayan de rellenar los encuestados sin la presencia del encuestador tienen que ser
sencillos y fáciles de cumplimentar. Obligatoriamente, irán acompañados de las
instrucciones básicas necesarias para que el encuestado no tenga ninguna duda al
responder a las cuestiones planteadas en el mismo.
Irán precedidos de una carta de presentación, desempeñe la misma que el
entrevistador. De modo que se han de indicar por escrito presentación, anonimato y
agradecimientos. Para no cansar o desmotivar, la carta no debe de ser muy larga
para captar su atención y motivar su participación.
En síntesis, la situación social en la que se administra el cuestionario de la
encuesta estará definida por la presencia o la ausencia del encuestador que
determinará el diseño más adecuado para que sea rigurosa y responda a los objetivos
planteados en la investigación.

5.3. Diseño del cuestionario

Una vez que el investigador ha optado por utilizar el cuestionario ha de


proceder a la elaboración -al diseño- del mismo.
Pues bien, el investigador comienza a elaborar y organizar las preguntas
definidos en la investigación. Por ejemplo, en la encuesta de Familitur el
cuestionario se ha diseñado con el fin de cuantificar, a partir de los resultados
obtenidos con su aplicación, los flujos de viajeros españoles entre las distintas
Comunidades Autónomas y el extranjero. Asimismo, con las respuestas dadas se
pretende conocer la caracterización de los viajes realizados en función de los
aspectos más relevantes de los mismos: el motivo del viaje, la duración de la
estancia, el tipo de alojamiento utilizado y el destino, entre otros. De manera que
dicho cuestionario recoge los objetivos de la investigación encaminados, en general,
hacia la indagación sobre los tipos de movimientos turísticos de los españoles.
En la investigación, cuantitativa realizada a través de encuesta con
cuestionario estandarizado, el diseño y la elaboración del instrumento de recogida
de los datos empíricos se corresponde con la fase central del proceso.
Este instrumento de recogida de datos se aplicará a la población seleccionada
para el estudio, de manera que la formulación de las preguntas del mismo ha de
elaborarse y su redacción, debe estar adaptada a las características de los
encuestados: a su lenguaje a su manera de expresarse.
El diseño de un cuestionario puede variar dependiendo de la situación en que
vaya a ser aplicado.
Un factor importante a tener en cuenta en el diseño es la extensión del
cuestionario. Esto es, para no colmar la paciencia del encuestado y conseguir que
colabore respondiendo hasta el final, no debe excederse mucho más de treinta o
cuarenta minutos en las encuestas personales, o de veinte o veinticinco minutos en
las telefónicas. Por tanto, la extensión estará condicionada por el contexto en el que
vaya a desarrollarse. Por ejemplo, si la recogida de los datos se lleva a cabo
mediante encuesta telefónica, la extensión del cuestionario debe ser inferior a la del
que se realiza de manera personal.
Antes de comenzar a hacer las preguntas del cuestionario, es preciso que el
encuestador presente al encuestado el instrumento que se va a utilizar a continuación
para la recogida de los datos.
La presentación también es el medio a través del cual se dan a conocer
algunas características de la investigación en general. Si el cuestionario es
administrado por un encuestador, la hará éste de manera oral y se dirigirá al
encuestado de la forma más apropiada posible para ganarse su confianza. Ahora
bien, si el cuestionario va a ser auto administrado por el encuestado, la presentación
ha de hacerse por escrito, a través de una carta elaborada de una serie de directrices.
En definitiva, es imprescindible despertar la motivación del encuestado para
rellenar el formulario. Además, junto al cuestionario auto-cumplimentado, el
investigador debe elaborar una hoja de instrucciones donde se especifique cómo
proceder para responder a aquellas preguntas que por su complejidad lo requieran.
Otra parte central del instrumento estandarizado a diseñar por el investigador
son los bloques temáticos de las preguntas. Es fundamental cuidar el orden en que se
formulan las preguntas. Dicho orden debe de obedecer tanto al factor temporal como
al de contenidos temáticos. Por un lado, los bloques de preguntas han de
configurarse atendiendo a la organización temporal de la secuencia de períodos a los
que se hace referencia en el cuestionario.
Por ejemplo, supongamos que en un cuestionario se pregunta por el conjunto
de los viajes turísticos que ha efectuado la población española mayor de 65 años a
lo largo de un año de referencia. Los bloques de preguntas estarán pautados de
manera que se respete la diferenciación temporal de cada uno de los viajes
efectuados evitando solapar la información que corresponda a cada uno de ellos.
En cuanto a los contenidos y a los objetivos de la investigación traducidos a
preguntas del cuestionario, es fundamental que la organización de los distintos
bloques temáticos responda a la agrupación de las preguntas en torno a una temática
concreta en el marco de los objetivos del estudio. La configuración de cada bloque
de preguntas representará la diversidad de temas a tratar en el cuestionario.
Cada uno de estos bloques, se relaciona con un área del cuestionario y recoge
la información demandada de las unidades de análisis seleccionadas.
Por ejemplo, el bloque de viajes indaga sobre los viajes realizados por los
miembros del hogar en el período de referencia analizado: destino, número de
pernoctaciones, fecha de viaje, motivo del viaje, medio de transporte, tipo de
alojamiento, forma de organización del viaje, subvención del viaje y gasto
realizado.
Para pasar de un bloque de preguntas a otro es conveniente que entre cada uno
de ellos, se intercalen frases de transición referidas al tema que se va a tratar a
continuación. Dichas frases prepararán al encuestado para responder al siguiente de
los contenidos, evitando cambios bruscos de temas en el cuestionario.
El primer bloque de preguntas del cuestionario tiene que ser introductoria y
fácil de responder. En general, el orden de las preguntas del cuestionario presentará
una forma de embudo.
Normalmente, se debe empezar haciendo preguntas generales para pasar, a las
más específicas. En algunos cuestionarios las primeras preguntas sobre las
características de los encuestados -edad, situación laboral o cualquier otra variable
relacionada con el estudio- y, dependiendo de la respuesta éstos serán incluidos o
excluidos de la muestra. Lo normal es la situación inversa y las preguntas más
personales se dejan para el final.
La operacionalización de las variables permite que el cuestionario se diseñe a
partir de las mismas, configurando preguntas que sirvan para indagar acerca de cada
una de ellas.
Las categorías de respuestas de cada una de las preguntas han de estar
codificadas para proceder posteriormente a su análisis. En el cuestionario pre-
codificado los códigos, numéricos o no, de las categorías de las variables analizadas
se suelen asignar en una fase previa a la aplicación del mismo. Cuando algunas de
las preguntas del cuestionario son abiertas y no están estandarizadas, no se conocen
las posibles categorías de respuesta y la codificación tendrá que hacerse en una fase
posterior a la de la recogida de los datos.
Habitualmente, uno de los bloques temáticos, se configura en torno a las
variables sociodemográficas. Son aquellas referidas a la edad, al sexo, al estado
civil, al lugar de nacimiento, al nivel de estudios, al empleo y a las particularidades
del mismo, entre otras. Las características de la población analizada, pueden ofrecer
información útil para explicar algunos comportamientos de la población.
Por ejemplo, con la intención de obtener información relevante acerca del
ámbito familiar y de los componentes de dicho núcleo, en el cuestionario de
Familitur se incluyen sobre preguntas sobre las características sociodemográficas
de la población seleccionada para el estudio.
La importancia de dicha información es de tipo analítico, en el sentido de que
sirve para explicar el comportamiento turístico de los españoles.
Con el fin de evitar incomodar al encuestado, es conveniente que el bloque
aparezca al final del cuestionario. Igualmente, han de plantearse cuidadosamente las
preguntas más delicadas, es decir, aquellas referidas a temas más comprometedores
y que pueden suscitar rechazo del encuestado.
En último lugar, se deben reiterar los agradecimientos al encuestado por haber
colaborado con sus respuestas en esta fase del proceso de la investigación. Incluso,
al final, si la investigación lo requiere, se puede preguntar a la población si estaría
dispuesta a colaborar en otras fases donde se aplicarán otros instrumentos de la
encuesta u otro tipo de técnica de investigación.

5.3.1. Fase de prueba. Evaluación del cuestionario

Una vez diseñado el cuestionario, constatar la validez del cuestionario


mediante un ensayo previo. Igual de pertinente resulta comprobar la consistencia
interna del mismo, es decir, la fiabilidad del instrumento de medida.
Una buena manera de evaluar la calidad del diseño del cuestionario es a través
de un estudio piloto o de prueba. Con el que, en una fase intermedia entre el diseño
y la aplicación del instrumento, se aplique un test previo, o pretest.
El instrumento utilizado en el estudio previo para la recogida de los datos,
será idéntico al que se pretende administrar después. Los resultados que se obtengan
con esta aplicación permitirán comprobar la validez y la fiabilidad del cuestionario
estandarizado de la encuesta, anteriormente diseñado.
Inmediatamente después de aplicar el test previo, el investigador podrá
advertir cuáles son los puntos débiles del cuestionario y se dispondrá a reformularlo
en caso de necesidad.
Tras hacer las modificaciones necesarias en el diseño del instrumento
estandarizado, se procederá finalmente a aplicar el mismo a muestra seleccionada
para el estudio.
Posteriormente se aplicarán a esos datos las técnicas estadísticas necesarias
para obtener la información empírica requerida por la inversión, que de manera
concluye se plasmará en un informe final.

5.4. Preguntas de un cuestionario

El cuestionario recoge las preguntas de la encuesta, aquellas que indagan


sobre los contenidos y los objetivos de la investigación. La elaboración de las
preguntas es una tarea laboriosa.
Además se darán algunas indicaciones sobre su elaboración y su especificarán
los diversos tipos que pueden constituir un cuestionario.

5.4.1. Formulación de las preguntas

La calidad de los resultados de la investigación en general, y de la encuesta en


particular, está supeditada a la proporción de respuestas dadas a las preguntas del
cuestionario, así como a la veracidad de las mismas.
Con el fin de lograr un diseño satisfactorio del enunciado, el empleo de una
redacción adecuada es requisito imprescindible. Es necesario que conozca el
lenguaje y la manera de expresarse de los encuestados a los que se dirige el estudio,
que estará determinado por el ámbito social y cultural al que pertenezcan los
mismos.
En general, los enunciados de las preguntas formuladas en el cuestionario han
de caracterizarse por su relevancia y claridad. Dichas preguntas han de estar
relacionadas con los contenidos objeto de estudio y conviene que sean entendidas de
la misma manera por todos los encuestados.
Las expresiones utilizadas en los enunciados tienen que ser sencillas, exentas
de jergas y abreviaciones. Asimismo, se deben evitar las expresiones ambiguas y
universales. También hay que prescindir de aquellas formulaciones que, por
ejemplo, hagan dos preguntas en un mismo enunciado.
Las preguntas que constituyen el cuestionario han de ser pertinentes y
comprensibles para la población encuestada. Además hay que tomar la precaución
de no formular preguntas que den lugar a varias interpretaciones y evitar aquéllas
redactadas con expresiones negativas que puedan inducir a la confusión. Todas ellas
han de tener sentido para los encuestados. El enunciado de la misma tiene que ser
neutral.
Por último, señalar que cuando en un cuestionario se introducen enunciados
que indagan acerca de los hechos ocurridos en el pasado, hay que especificar bien
cuáles son las preguntas que se refieren a cada hecho en concreto. Sin duda, las
respuestas a este tipo de preguntas requieren del encuestado un esfuerzo de memoria
importante.
Diseño de las respuestas a preguntas estandarizadas

Las mismas reglas que se aplican al diseño de las preguntas, han de emplearse
en la formulación de las respuestas estandarizadas. Igualmente conviene que éstas se
caractericen por su claridad y relevancia. Las posibles categorías de respuestas
dadas a las preguntas estandarizadas tienen que ser exclusivas, han de abarcar todas
las opciones de respuestas posibles. Dichas categorías tienen que formularse de
manera sencilla con la finalidad de que las comprendan todos los encuestados. Y han
de ser excluyentes.
No deben darse muchas alternativas de respuesta para evitar que el
encuestado haya olvidado las enunciadas al principio y se limite a seleccionar sólo
entre las que recuerda del final.
A su vez, es necesario añadir en algunas la “no respuesta”: no sabe y no
contesta. Ambas son categorías distintas, pero a veces es difícil interpretar. La
elección de cualquiera de ellas siempre será un indicador a tener en cuenta por parte
del investigador por lo hay que buscar alguna explicación.
Conviene, además, prescindir de la deseabilidad social en las respuestas. Es
decir, en ocasiones pueden formularse preguntas cuya respuesta puede que no refleje
fielmente lo que piensan o sienten los encuestados.
Por tanto, hay que evitar enunciar categorías de respuesta que lleven a elegir
las opciones cultural y socialmente aceptables en lugar de las que se corresponden
con la realidad social del encuestado.

5.42. Tipos de preguntas

En la elaboración del cuestionario, el investigador puede emplear distintos


tipos de preguntas dependiendo de cuáles sean las características de las variables
sobre las que se pretenda indagar.
A continuación señalamos varios tipos, clasificados en función de las
características formales de las mismas:

A) Preguntas abiertas: la calificación de abiertas les viene dada por el carácter de


sus respuestas. Es decir, la respuesta que se da a este tipo de preguntas es
completamente libre. El encuestado la elabora con sus propias palabras de manera
espontánea.
Puede ser útil para el investigador formular preguntas abiertas para indagar
sobre un tema acerca del que no tiene mucha información,
Una vez responden a las preguntas abiertas, el investigador tiene que
clasificar las respuestas y codificarlas.
En un cuestionario no conviene abusar del uso de estas preguntas, pues la
codificación de sus repuestas es una tarea laboriosa. La información dada en las
mismas tiende a ser poco precisa.
No es recomendable incluir este tipo de preguntas en las encuestas
telefónicas, es más adecuada en la encuesta personal y por correo o en otros tipos de
cuestionarios auto-administrados.
B) Preguntas cerradas: son aquellas en las que las posibles categorías de respuesta
están previamente establecidas. Ante una pregunta de este tipo, el encuestado optará
por alguna de las alternativas de respuesta que se le proponen. De manera que la
libertad de respuesta es menor.

B.1) Preguntas cerradas dicotómicas: son preguntas explicitas que dan dos
opciones de respuesta y el encuestado se adscribe sólo a una de ellas. Normalmente
las alternativas de respuesta a este tipo de preguntas son: si y no; además de las de
no respuesta. Por ejemplo, ¿Ha realizado usted algún viaje con destino al
extranjero durante los meses de junio a septiembre?, donde las posibilidades de
respuestas solamente podrían ser: Si o No.

B.2) Preguntas cerradas categorizadas: a diferencia de las preguntas


abiertas, éstas están estandarizadas. En ellas, todas las posibles categorías de
respuesta están previamente establecidas y el encuestado puede elegir una para
contestar. Dependiendo de cuál, se distingue entre aquéllas referidas a variables de
tipo nominal, ordinal o de intervalo.
* Las preguntas sobre variables nominales: se identifican con aquellas cuyas
categorías de respuesta se basan en el principio de clasificación y no dan
información jerárquica ni numérica. Por ejemplo, soltero/a, casado/a, divorciado/a
o pareja de hecho. No indican orden ni dan información numérica sino que indican
la posesión o no de un atributo.
* Las preguntas sobre variables ordinales: representan un grado u orden de
preferencia. Las opciones de respuesta irán dentro de una escala con dos extremos,
entre las que se podrá elegir una u organizar todas en distinto orden, según se
especifique en el enunciado de la pregunta.
* Las preguntas sobre variables de intervalo: indican la distancia exacta que
existe entre los intervalos que representan cada una de ellas. Si en el cuestionario se
pregunta por la duración de la estancia del encuestado en un alojamiento turístico
determinado del viaje de referencia, las posibles categorías de respuesta intercalares
podrían ser las siguientes:
1. Menos de dos noches
2. Entre dos y cuatro noches
3. Entre cinco y siete noches
4. Entre ocho y diez noche
5. Más de diez noches
6. No sabe
7. No contesta
B.3. Preguntas evaluativos categorizadas: ofrecen varias opciones de
respuesta entre las que el encuestado seleccionará una de ellas para contestar. Pero
además se caracterizan porque en ellas se solicita la valoración del encuestado
respecto a un objeto en concreto. En este tipo de preguntas la posición de las
categorías de respuesta es fundamental. Por ejemplo, en las que se indaga acerca
del grado de acuerdo, cuyas posibles respuestas serían: muy de acuerdo, de
acuerdo, ni de acuerdo no en desacuerdo, en desacuerdo, muy en desacuerdo.
B.4. Preguntas de respuesta múltiple: en las preguntas de respuesta múltiple
el encuestado puede elegir más de una categoría para responder a las mismas. En el
cuestionario se debe especificar cuál es el máximo de opciones que pueden
seleccionarse.

B.5. Preguntas categorizadas semiabiertas o semicerradas: las


posibilidades de respuesta a este tipo de preguntas son algo más amplias que las
proporcionadas en otras preguntas cerradas. Es decir, además de ofrecer varias
categorías de respuesta estandarizadas, éstas brindan la oportunidad de dar una
respuesta distinta a las anteriores.

B.6. Preguntas filtro: asumen la función de organizar el recorrido de las


preguntas del cuestionario. A través de la respuesta dada por el encuestado en una
pregunta filtro, éste será seleccionado no excluido como unidad de análisis de una
parte determinada del cuestionario. Podrá servirnos como ejemplo de pregunta
filtro, la pregunta cerrada dicotómica, a través de la que se trataba de averiguar si
el encuestado había realizado algún viaje con destino al extranjero en un período
de referencia determinado.

B.7. Preguntas de contingencia: son las preguntas que dependen de las


respuestas que se den a las preguntas filtro. Siguiendo con el ejemplo anterior, estas
preguntas son las que se aplicarían sólo a los que realizaron algún viaje al
extranjero entre los meses de junio y septiembre. Es decir, serán las preguntas que se
apliquen a las unidades de análisis que hayan sido seleccionadas mediante la
respuesta a la pregunta filtro precedente.

B.8. Preguntas atenuantes: es conveniente, a veces, introducir en el


cuestionario alguna pregunta que no tenga nada que ver con el objeto de estudio. La
función de las preguntas atenuantes es crear un ambiente relajado donde no se hable
solamente del problema de estudio. Se administran con la intención de evitar saturar
al encuestado haciendo referencia siempre a los mismos contenidos.

B.9. Preguntas de control o de consistencia: existe la posibilidad de


controlar la veracidad de la información dada por el encuestado en algunas
preguntas. Sirven para detectar inconsistencias o mentiras en los entrevistados. Se
distribuyen estratégicamente en el cuestionario.

B.10. Batería de preguntas: se trata de varias preguntas agrupadas en torno a


una temática determinada que mantienen la misma estructura de categorías de
respuesta, normalmente formuladas en forma de escala. Conviene que las preguntas
de la batería conformen un mismo bloque temático, de manera que los distintos
enunciados que se plateen hagan referencia a contenidos similares. Cada pregunta se
corresponde con una variable distinta, aunque todas ellas pertenezcan a una misma
batería y traten una temática semejante. También componen una batería un grupo de
preguntas sobre el mismo tema pero con distinta estructura de respuestas.
TEMA VI
EL USO DE FUENTES SECUNDARIAS
PARA EL TURISMO

6.1. Introducción

El enorme impulso dada a las estadísticas de turismo los últimos años ha


permitido configurar un marco de producción estadística perfectamente delimitado y
coherente, que nos permite hoy día hablar de un verdadero Sistema Español de
Estadística de Turismo (SEET).
Se van a explicar brevemente todas las fuentes estadísticas. Antes de pasar a
explicar cada una de las fuentes estadísticas se cree necesario explicar cuál es la
diferencia entre las estadísticas elaboradas por el Instituto de Estudios Turísticos
(IET) y por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
- El IET: realizar las fuentes estadísticas desde la óptica de la demanda, es
decir, encuestas dirigidas a las personas que realizan los viajes. Las tres estadísticas
que realiza el IET son: Familitur, Frontur y Egatur.
- El INE: por su parte, es el organismo responsable de realizar las estadísticas
turísticas desde la óptica de la oferta. Son encuestas dirigidas a los establecimientos
turísticos. Además, utilizando la información procedente de estas encuestas, el INE
elabora toda una serie de Índices Turísticos, cuyo conocimiento es básico para el
análisis de la evolución del turismo en España.
Además, se hará una relación de las principales fuentes disponibles para el
análisis del empleo en el sector turístico.
Otro de los puntos a los que se va a hacer referencia, es al uso de los
Directorios. Se tratan de una herramienta fundamental para el estudio de la oferta
reglada del país.
Por último, dentro de las estadísticas de ámbito nacional, no se pueden dejar
de mencionar las estadísticas de síntesis, como la Balanza de Pagos (elaborada por
el Banco de España) y la Cuenta Satélite de Turismo (responsabilidad del INE).
Estas fuentes ordenan y unifican de manera coherente toda la información
estadística existente en el ámbito del turismo en España y la ponen en relación con
el resto de la economía.
Para concluir, a estas operaciones estadísticas de ámbito nacional habría que
añadirles las que se realizan en ámbitos territoriales distintos al nacional, formado
parte de lo que podríamos denominar el plano regional.

6.2. Encuestas de ocupación en alojamientos turísticos colectivos

En la actualidad el INE dispone de una amplia variedad de encuestas


coyunturales de ocupación en alojamientos turísticos colectivos entre las que se
encuentran las encuestas de ocupación en establecimientos hoteleros y similares,
acampamentos turísticos, apartamentos turísticos y alojamientos de turismo rural:
- Encuesta de Ocupación Hotelera (EOH)
- Encuesta de Ocupación en Acampamentos Turísticos (EOAC)
- Encuesta de Ocupación en Apartamentos Turísticos (EOAP)
- Encuesta de Ocupación en Alojamientos de Turismo Rural (EOTR)

El objetivo fundamental de estas encuestas es medir el número de viajeros


alojados en establecimientos colectivos y el número de pernoctaciones que éstos
generan, así como calcular el grado de ocupación y la estancia media por viajero.
Además, se recoge información sobre el número de empleados o los precios
aplicados en cada tipo de alojamiento y tipo de cliente, permiten derivar importantes
indicadores relativos al sector.
Estas encuestas reflejan la evolución de los turistas nacionales y extranjeros,
es decir, el turismo interno y el receptor, en los alojamientos colectivos, pero no
recogen ningún tipo de información en relación con el alojamiento extrahotelero
cuya aproximación requiere acudir a las fuentes de demanda.
A continuación se van a ofrecer una serie de ejemplos sobre los datos que
ofrecen estas estadísticas como la información publicada por estas cuatro encuestas
es muy similar, en los ejemplos propuestos se ha optado por mostrar, para cada una
de ellas, tablas diferentes.
Todos los resultados de estas cuatro encuestas se publican mensualmente a
través de la página Web del Instituto Nacional de Estadística (www.ine.es).

6.2.1. Encuestas de ocupación en alojamientos hoteleros (EOH)

Se consideran establecimientos hoteleros a todos los establecimientos


inscritos como tales en el correspondiente registro de las Consejerías de Turismo
de cada Comunidad Autónoma. Son establecimientos hoteleros aquellos
establecimientos que prestan servicios de alojamiento colectivo mediante precio
con o sin otros servicios complementarios (hotel, hotel-apartamento o apartohotel,
motel, hostal, pensión, etc.).
El resultado básico que puede obtenerse de la Encuesta de Ocupación
Hotelera es el número de viajeros y de pernoctaciones por lugar de residencia. La
estancia media es el cociente de una variable por otra (las pernoctaciones divididas
por los viajeros).
Existe un mayor número de viajeros residentes en España que de extranjeros,
sin embargo, el hecho de que la estancia media de estos últimos sea mayor hace que
en términos de pernoctaciones tengan mayor importancia las generadas por los
viajeros extranjeros.
La Encuesta de Ocupación Hotelera ofrece también resultados por destinos,
desagregados a nivel provincial e incluso municipal en el caso de los puntos
turísticos más importantes de España en términos de pernoctaciones.
6.2.2. Encuestas de ocupación en acampamentos turísticos (EOAC)

Se entiende por Acampamentos de Turismo, también denominados


“Campings” aquellos espacios de terreno debidamente delimitados dotados y
acondicionados, destinados a facilitar a las personas, de modo habitual y
mediante el pago de un precio estipulado, un lugar para hacer vida al aire libre
durante tiempo limitado con fines vacacionales o turísticos y utilizando como
residencia, albergues móviles, caravanas, tiendas de campaña u otros elementos
similares fácilmente transportables.

6.2.3. Encuestas de ocupación en apartamentos turísticos (EOAP)

Se entiende por establecimiento de apartamentos turísticos toda unidad


productora cuya actividad exclusiva o principal es la de alojamiento de turistas,
distribuidos en unidades amuebladas (apartamentos, chalets, villas, bungalows,
etc.). Se considera apartamento turístico (unidad) al inmueble cuyo uso se cede
en alquiler de modo habitual para hospedaje ocasional.

6.2.4. Encuestas de ocupación en alojamientos rurales (EOTR)

Se consideran alojamientos rurales aquellos establecimientos o viviendas


destinadas al alojamiento turístico mediante precio, con o sin otros servicios
complementarios y que estén inscritos en el correspondiente Registro de
Alojamientos Turísticos de cada Comunidad Autónoma. Estos establecimientos
suelen presentar unas características determinadas:

A) Están situados en un medio rural


B) Son edificaciones con una tipología arquitectónica propia de la zona o están
situados en fincas que mantienen activas explotaciones agropecuarias
(agroturismo), y
C) Ofrecen un número de plazas y habitaciones para el alojamiento de huéspedes
limitado, además de reunir ciertos requisitos de infraestructura y dotaciones
básicas.

6.3. Índices turísticos

Se entiende cómo Índices Turísticos a los indicadores que nos permiten


seguir la evolución inter temporal de aspectos muy coyunturales como pueden ser
los precios y los ingresos de un sector. En el caso del turismo, que se caracteriza
por un poderoso componente estacional y una gran vulnerabilidad a cualquier
cambio en las condiciones de sus mercados de origen, este análisis coyuntural es
aún más interesante que el de otros sectores de la economía.
Es importante dejar claro que los índices se utilizan para analizar la
evolución, y no el nivel de precios o de ingresos.
6.3.1. Índice de precios hoteleros

El INE define el Índice de Precios Hoteleros (IPH) como una medida


estadística de la evolución mensual del conjunto de las principales tarifas de
precios que los empresarios aplican a sus clientes.
El IPH es un indicador desde la óptica de la oferta, ya que mide la
evolución temporal del nivel de precios que efectivamente perciben los hoteleros
en aplicación de las distintas tarifas por las que facturan.
El IPH permite comparar la evolución de los precios facturados por las
tarifas mencionadas con anterioridad, si bien no posibilita realizar
comparaciones entre las distintas regiones en cuenta a precios absolutos.
Sus resultados se publican mensualmente al tiempo que se publican los
resultados de la Encuesta de Ocupación Hotelera.

6.3.2. Índice de ingresos hoteleros

También de reciente creación y procedente de la Encuesta de Ocupación


Hotelera es el Índice de Ingresos Hoteleros (IIH) que tiene por objeto la medición
de evolución mensual de los ingresos percibidos por los hoteleros, a partir del
ingreso medio declarado por habitación en base a los precios aplicados y al
porcentaje de aplicación de cada tarifa.
El propio INE lo define como la relación entre el ingreso obtenido por la
prestación del servicio de alojamiento en una habitación doble con baño, en el
período de estudio y en el período base, considerando los diferentes porcentajes de
aplicación de cada una de las tarifas.
El IIH puede variar también como consecuencia de los cambios en la
aplicación de las distintas tarifas a los clientes y de la ocupación que se produzca en
los establecimientos.
Al igual que el IPH sus resultados se publican mensualmente al tiempo que
se publican los resultados de la Encuesta de Ocupación Hotelera.

6.3.3. Índice de precios de consumo

El Índice de Precios de Consumo (IPC) tiene como objetivo medir la


evolución mensual del nivel de precios de los bienes y servicios de consumo
adquiridos por los hogares residentes en España, por lo tanto a diferencia del IPH
se trata de un índice de precios puramente de demanda.
Entre los productos y servicios que consumen los hogares españoles,
necesariamente se incluyen, entre otros muchos, la hostelería, la restauración y los
viajes organizados, tres partidas de consumo característicamente turísticas, cuyo
seguimiento en términos de la evolución de su nivel de precios debe formar parte
obligada de cualquier sistema de estadísticas de turismo.
6.4. Fuentes estadísticas de empleo turístico

Por lo que respecta al análisis del empleo en el sector turístico y su evolución


a lo largo del tiempo, existen cuantiosas fuentes estadísticas, siendo las dos que se
proponen a continuación las más utilizadas.
- Encuesta de Población Activa (EPA): elaborada por el Instituto Nacional de
Estadística (Ministerio de Economía y Hacienda).
- Afiliación de Trabajadores al Sistema de Seguridad Social (ATSS):
Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales.
Estas fuentes estadísticas no son exclusivas del turismo, sino que analizan el
empleo en todos los sectores económicos. La EPA es una encuesta a hogares, y la
ATSS se basa en los registros administrativos procedentes del INEM.
Otra información que se puede obtener de la EPA es si se trata de personas
autónomas o asalariadas, la forma de contrato (indefinido o temporal), el tipo de
jornada (completa o parcial), la nacionalidad (españoles o extranjeros), etc.

6.5. Directorios

Un elemento esencial de todo sistema de estadísticas de un país o región


son los Directorios, principalmente de empresas y establecimientos.
Se trata de un tipo de fuente de información no sólo valiosa en sí misma, sino
valiosa también como marcos poblacionales de referencia en los que diseñar
muestras, a los que dirigir encuestas y sobre los que expandir resultados.
En el caso de España, y dentro del ámbito específico del turismo es necesario
señalar el Directorio Central de Empresas (DIRCE) del que se dispone desde
principios de los años noventa, y que contiene información elemental de origen
administrativo de un conjunto de más de dos millones de empresas clasificadas
por su actividad principal y con datos que permiten su estratificación y la
determinación de su importancia relativa.
La existencia del DIRCE ha permitido al INE la puesta en marcha de un
amplio conjunto de encuestas económicas, entre ellas la actual Encuesta Anual de
Servicios y sus distintos módulos.
Otro importante grupo de directorios o censos continuos dentro del ámbito del
turismo es el que conforman los directorios de establecimientos que prestan
servicios de alojamiento colectivo bajo la responsabilidad de las Consejerías de
Turismo de las Comunidades Autónomas, de los que forman parte tanto los
directorios de hoteles, como de apartamentos, campings o casas rurales.
Estos directorios de establecimientos de alojamiento colectivo proporcionan
al INE, desde el año 1999, y a través de las actualizaciones mensuales que remiten
las delegaciones provinciales, el marco de referencia idóneo sobre el que elaborar
sus encuestas de ocupación, además de las direcciones a las que serán remitidas los
cuestionarios.
Según estos datos, se observa que el alojamiento turístico con más
importancia en número de plazas es el hotel, seguido de los acampamentos
turísticos. En términos de establecimientos, los apartamentos son los más
numerosos, aunque en número de plazas son el tipo de alojamiento que dispone de
menor oferta.
También la Administración General de Turismo tiene a su cargo un directorio
propio de establecimientos de alojamiento que cada año actualiza a partir de la
gestión de los Registros oficiales de Hoteles Acampamentos y Apartamentos
turísticos de TURESPAÑA que se encuentran bajo su responsabilidad.

6.6. Estadísticas de síntesis

Las estadísticas de síntesis son el resultado de unificar fuentes estadísticas


diversas . Una operación de síntesis permite ordenar y unificar de manera
coherente toda la información estadística en el ámbito del turismo en España,
poniéndola en relación con el resto de la economía.

6.6.1. La balanza de pagos

La Balanza de pagos es una estadística elaborada por el Banco de España,


de periodicidad mensual y derivada de registros administrativos. Recoge todas las
transacciones económicas llevadas a cabo entre los residentes y los no residentes
en España durante un período de tiempo dado.
La Balanza de pagos es una estadística de “síntesis” básica para el análisis
de la economía del turismo, ya que permite cuantificar tanto las cantidades gastadas
por los residentes en España en el extranjero (Pagos por turismo), como las
cantidades satisfechas por los extranjeros que visitan España (Ingresos por turismo).
Estas cantidades se recogen dentro de la sub-balanza de servicios de la cuenta
corriente, en las rúbricas de viajes y de transporte de pasajeros (marítimo, aéreo y
otros transportes). Estas dos rúbricas comprenden:
1) los bienes y servicios que los viajeros adquieren en una economía durante
su estancia en ésta por un período menor de un año
2) el transporte internacional de viajeros
La Balanza de pagos no recoge por ejemplo, el gasto realizado previo al
viaje, sino lo que “los extranjeros se gastan en España o en compañías
extranjeras”, y viceversa.

6.6.2. La cuenta satélite de turismo de España

La Cuenta Satélite de Turismo (CSTE) es un sistema de información


económicos relacionada con el turismo, satélite del Sistema principal de Cuentas
Nacionales, pero estrechamente relacionada con él en la medida que comparte las
clasificaciones, definiciones, criterios para su registro y métodos de elaboración
del mismo.
Según la define el INE, se puede describir como un conjunto de cuentas y
tablas, basado en los principios metodológicos de la contabilidad nacional, que
presenta los distintos parámetros económicos del turismo de manera
interrelacionada para una fecha de referencia dada. Esas cuentas y tablas se refieren
a distintas variable, tanto de la oferta como de la demanda turística.
La necesidad de realizar una Cuenta Satélite de Turismo se debe a que el
turismo no es considerado en la Contabilidad Nacional como una actividad
económica en sí misma. El turismo es un sector que comparte actividades con
otros muchos.
Lo mismo ocurre con el transporte o el alojamiento. En términos muy
simples, se podría decir que el objetivo de la CST es recopilar de todas estas
actividades “características del turismo” cuánto consumo y producción ha sido
efectivamente destinado al turismo.
La CST ofrece cuantiosa información sobre el impacto del turismo en
distintos aspectos de la economía de un país, pero el indicador más importante
que de ella se obtiene es el peso del turismo en el Producto Interior Bruto (PIB).

6.7. Estadísticas turísticas regionales

El desarrollo durante la pasada década de las competencias en materia de


turismo por parte de las Comunidades Autónomas ha supuesto la aparición y
posterior desarrollo de un considerable número de fuentes estadísticas turísticas a
nivel regional. Estas fuentes vienen a satisfacer la demanda creciente de un mejor
conocimiento de la realidad turística de sus territorios.
La responsabilidad de la elaboración de las estadísticas turísticas a nivel
regional recae, dependiendo de los casos. En los Institutos Regionales de
Estadística, en otros servicios regionales de estadística y, en centros de
investigación autónomos creados con la finalidad específica del análisis del turismo
como puede ser el caso de SAETA en Andalucía.
En relación con las fuentes estadísticas turísticas regionales es posible
establecer dos grandes tipos de fuentes de información: directorios y estadísticas
derivadas de encuestas. Dentro de este último tipo de investigaciones es necesario
distinguir, entre encuestas dirigidas al estudio de la ocupación en alojamientos
colectivos y encuestas encaminadas al estudio de los visitantes a través de su
comportamiento turístico y gasto.

6.8. Síntesis

A lo largo de los últimos años, se ha dado un fuerte impulso al Sistema


Español de Estadística de Turismo, existiendo en la actualidad un gran abanico de
fuentes estadísticas, elaboradas por distintas instituciones, que permiten el análisis
del turismo desde todas sus perspectivas.
El Instituto de Estudios Turísticos IET, elabora las estadísticas desde la óptica
de la demanda (Familitur, Frontur y Egatur), mientras que el Instituto Nacional de
Estadística INE, lleva a cabo las de oferta (Encuestas de Ocupación). El INE
también elabora toda una serie de indicadores (IPC, IPH e IIH) que permiten
analizar la evolución de los precios y de los ingresos en las actividades turísticas.
Además, realiza la Encuesta de Población Activa, que permite el análisis del empleo
en el sector turístico.
La mayor innovación en las estadísticas de turismo ha consistido en la
elaboración de la Cuenta Satélite del Turismo (CST), estadística de síntesis llevada
también a cabo por el INE que recopila toda la información existente y permite
conocer el impacto del turismo en la economía del país. España ha sido uno de los
primeros países en llevar a cabo la CST, con una metodología consensuada con los
organismos internacionales.
Otros organismos como el Banco de España o el Ministerio de Trabajo,
realizan también sus propias estadísticas que, aunque no traten de manera exclusiva
el turismo, si permiten analizarlo desde otras vertientes.
BLOQUE III: EL ENFOQUE CUALITATIVO
CAPITULO VII
OBSERVAR EL TURISMO:
OBSERVACIÓN PARTICIPANTE
Y NO PARTICIPANTE

7.1. Introducción

La comunicación o relación directa entre investigador e investigado fue y


sigue siendo aún el elemento distintivo principal de la forma de investigar
propuesta desde esta perspectiva de investigación.
La observación participante fue la primera de estas técnicas que trató de
formalizar una metodología distinta a la que se proponía desde el cuantitativismo
desarrollado por el enfoque positivista.
Además, fue en su ámbito de actuación donde se comenzaron a analizar de
manera sistemática fotografías, vídeos, cartas privadas, registros documentales
oficiales y todo tipo de material producido bien por el observador en su acción
investigadora o bien por los observados en su vida cotidiana.
Algunos ejemplos que se acomodan perfectamente a esta práctica de
investigación son: los estudios sobre los tipos de demanda turística, sus
necesidades, su adecuación a la oferta y al medio en que se desarrolla esta
actividad, o las investigaciones que permitan anticipar los efectos que los
programas de intervención turística puedan tener sobre comunidades o grupos
sociales concretos.

7.2. Elementos para una definición de la observación

La observación desempeña un papel central en la investigación social. La


observación científica se organiza a través de una estrategia o método hecho
público y lleva consigo un examen atento y reflexivo de la información que
recoge.
Asimismo, observar científicamente implica que la información que se va a
recolectar esté relacionada con la contratación de una teoría o un planteamiento
hipotético del que se suele partir previamente.
Ahora bien, el hecho de que se cumplan estas condiciones no significa que
todos los campos de creación de las ciencias sociales utilicen la observación del
mismo modo.
En concreto, la observación es la fase que sigue a la elaboración de hipótesis
y se utiliza fundamentalmente para su contraste. En consecuencia, la aplicación de
la encuesta tiene lugar en un momento temporal del proceso de investigación muy
específico y la función de la información que produce también está muy acotada.
Sin embargo, en el enfoque cualitativo la observación no tiene fronteras
temporales y funcionales tan claramente definidas. En este caso, la observación
puede abarcar todo el período investigador o aplicarse en diferentes momentos de
la investigación según se vayan obteniendo resultados y aparezcan nuevas
necesidades.
La elección de los momentos es muy flexible. Es decir, la observación en este
enfoque siempre cumple una labor de apoyo a la teoría que va más allá de la
contrastación.
Otro grupo de factores de especial relevancia que afectan a la observación
tiene relación con la fractura que se produce entre su definición teórica y su
aplicación real.
En consecuencia, además de los presupuestos teóricos expuestos en los
párrafos iniciales, las condiciones prácticas, la elección de la perspectiva
metodológica y los instrumentos de obtención de información son algunas de las
claves que se han de controlar al diseñar la observación de cualquier investigación
social.
La complejidad de esta elección y las consecuencias que tiene sobre los
resultados explica que la observación sea uno de los ejes principales sobre el que
se organiza la investigación social.

7.3. Observación y participación

Algunos de los elementos sobre la construcción teórica de la observación en


la investigación social son:

A) Los efectos que los instrumentos o la acción del propio investigador


pueden tener sobre los observados y la información producida, es decir, lo que se
conoce por reactividad.
B) El control para la reducción de errores y sesgos.
C) El cuestionario de la capacidad de observar objetivamente en las ciencias
sociales.

Los dos primeros grupos tienen un carácter más instrumental. De hecho, la


división entre los enfoques cuantitativo y cualitativo de investigación sigue
encontrando en la participación del investigador una de las diferencias básicas.
La reactividad se refiere a los cambios de actitud o comportamiento que se
pueden producir en las personas que se hallan en situación de observación debido a
los instrumentos o a los investigadores, Una de sus causas principales es la
deseabilidad social. En este caso, el motivo que produce el cambio en la conducta y
condiciona las respuestas de los observados es su intento por adecuarse a lo que
consideran que el investigador espera de ellos. Otras causas pueden deberse a
reacciones negativas ante la situación de observación o a la incomprensión de los
instrumentos de recogida.
En la práctica, la reactividad es una muestra más de las dificultades que
tiene en las ciencias sociales, para plantear observaciones en situaciones
experimentales creadas artificialmente.
La comisión de errores o la introducción de sesgos en el diseño de la
investigación o en la propia observación son dos de las cuestiones que con más
frecuencia afectan a los resultados de la investigación social.
Según su naturaleza, los errores pueden ser aleatorios o sistemáticos. Los
errores aleatorios son variaciones de la medida de las que no se conoce el
momento en que se producen durante la investigación, ni las causas que los
provocan.
Los errores sistemáticos son aquellos que se mantienen constantes en todas
las observaciones y producen sesgos al modificar siempre la medida del mismo
modo. Afectan a la validez de la investigación y suelen tener su origen en el
diseño de la investigación.
Siguiendo a Corbetta las fuentes de errores de la observación son: el
observador, el instrumento y los modos de administración de los instrumentos. El
observador puede cometer errores en el registro de la información, en la forma
en que su comportamiento condiciona a los observados, en la elección de los
momentos, etc. El instrumento de recogida de información puede que sea
incomprensible para el observado, que tenga preguntas mal formuladas, que
induzcan las respuestas, que se pregunten varias cosas al mismo tiempo, etc. El
modo de administración puede que no sea el idóneo porque no se mantengan los
ritmos que requiere el instrumento, porque no se elaboren guiones de conducción
de las entrevistas adecuados, no se utilice un lenguaje comprensible, etc.
La exigencia de separación en el momento de la observación entre el
investigador y su objeto de investigación de las corrientes positivistas, como
condición indispensable para garantizar la objetividad de la producción científica,
sirvió como punto de partida a un falso debate que se mantuvo durante décadas en
las ciencias sociales. Pero esta condición era imposible de cumplir dada la
naturaleza del objeto de la investigación social.
Las claras demostraciones de incapacidad para mantener el objeto de
investigación inalterable ante los instrumentos de medida o la imposibilidad de
existencia de una realidad externa al hombre comprensible en su esencia real, dieron
paso a la aceptación de la imposibilidad de conocimiento objetivo y verdadero. Las
nuevas atmósferas filosóficas producidas por el desarrollo de las ciencias naturales a
principios del siglo XX y, las propuestas de la física con la mecánica cuántica o la
relativización del tiempo y del espacio que propuso Einstein. Mostraron que lo más
sólido en la producción de conocimiento científico se hallaba en el desarrollo de un
método comúnmente aceptado.
En la práctica, podríamos decir que sólo nos queda “el método” como norma
de aproximación a una búsqueda de certeza. La diferenciación entre los enfoques
cualitativo y cuantitativo se ha alimentado en gran parte de similares hipótesis sobre
la posibilidad de objetividad.
La cuestión clave para las ciencias sociales siempre ha sido la
imposibilidad práctica de separar al observador del sujeto de observación.
Todos compartimos el mismo hábitat y estamos impregnados de las mismas
preocupaciones relaciones, posiciones ideológicas, etc., que a los que observamos.
Es decir, el anclaje en la búsqueda de métodos compartidos que nos permitan
producir conocimiento verificable es aún más necesario si cabe.
En consecuencia, si aceptamos que la observación científica se define como el
momento o momentos del proceso de investigación en los que se recoge la
información necesaria, si esta recogida se realiza de acuerdo con las reglas básicas
de un método científico comúnmente aceptado y, además, convenimos que el
sentido de esta acción se debe remitir en teoría exclusivamente a los objetivos de un
diseño de investigación previamente definido y publicado, la participación directa o
no del investigador en el proceso mismo de observación, es decir, la acción de tomar
parte o compartir con quién se observa el momento de la recogida de información,
no debería ser una cuestión que afectara no a los resultados, ni lógicamente, a la
producción de conocimiento científico; claro está, siempre y cuando se tomen las
debidas precauciones y cautelas metodológicas.
Si este planteamiento teórico sobre la observación se cumpliera, la cuestión de
la participación o no del investigador durante este proceso se convertiría en una
cuestión irrelevante.
En síntesis, lo único que podría afectar a la producción de conocimiento
científico no es la participación directa del investigador, sino su práctica
profesional o los instrumentos de recogida de información que utiliza.

7.4. La observación participante en la práctica

La observación participante es una forma de investigar que se diferencia de


cualquier otra porque requiere de:

A) Inmersión del investigador en el ámbito de convivencia cotidiano de las


personas a las que va a observar, incluyendo habitualmente su traslado durante
largos períodos de tiempo a ese hábitat.
B) Participación más o menos teatralizada del investigador en la vida
cotidiana de aquellos a los que observa.
C) Utilización simultánea de múltiples técnicas o prácticas de obtención de
información y análisis.
D) Reflexión dialéctica constante y comprensiva con lo observado para poder
deducir de los resultados que va obteniendo los nuevos caminos y métodos de
búsqueda de información que debe elegir para continuar.
El objetivo final de la observación participante suele ser la comprensión de
múltiples y complejas dimensiones de los grupos sociales a los que se estudia.
Una de las garantías que permiten esta separación es que, el investigador sea
ajeno al grupo que estudia. Otra, que el investigador muestre empatía, es decir, que
comprenda el sentido de lo que observa que se aleje en la medida de lo posible de
sus posiciones culturales previas.
En la observación participante, no hay “recetas” que se puedan aplicar de
antemano. La experiencia de trabajo práctica de los investigadores resulta ser en
muchos casos el elemento que condiciona en mayor medida la calidad y relevancia
de los resultados de la investigación. La necesidad de combinar varias técnicas y de
relación directa con los observados exige del investigador una formación académica
y personal madura.
En consecuencia, ya podemos avanzar algo que otros como Denzin o
Corbetta ya han definido como “estrategia”. Es decir, el observador participante
debe generar un plan o estrategia que le permita introducirse en su campo de
observación. En suma, el mayor crítico de su trabajo debe ser él mismo.
El primer paso del observador participante debe ser dejarse guiar por algunas
consideraciones teóricas iniciales flexibles y evitar normas rígidamente
prediseñadas: como se suele decir en el argot profesional hay que dejarse
sorprender por el campo y evitar las preconcepciones.
La inmersión conlleva también una avalancha de estímulos que no pueden
inundarle porque seguramente le confundirían. No hay que tener prisa ni extraer
conclusiones de situaciones iniciales.
No todo lo que le rodea es relevante para poder distinguirlo necesitará
conseguir un establecimiento de respuesta adecuado de los observados.
Poco a poco, irá desapareciendo la reactividad en los observados y el trabajo
de observación permitirá acceder a temas más delicados o a situaciones previamente
ocultadas, que sólo se harán manifiestas cuando aparezca el establecimiento efectivo
de la confianza entre observador y observado.
Pero lo más importante es que el propio investigador haya dejado de
considerar al otro como un objeto de investigación y lo acepte como un sujeto al que
debe comprender.
Las herramientas con las que cuenta son múltiples, es la práctica de
investigación cualitativa que cuenta con más experiencia metodológica.
Como ya se habrá podido anticipar, las tres principales dificultades con las
que cuenta el trabajo del observador participante son:
A) Su acceso e integración en el campo de observación
B) El registro de la información
C) La comprensión de lo observado

Con independencia del tipo de escenario, la primera aproximación al campo


se suele efectuar a través de una revisión de la bibliografía existente y mediante
consultas a expertos que hayan trabajado ya en espacios similares.
Siguiendo la clasificación propuesta por Taylor y Bogdan, clasificaremos
los espacios en públicos o casi públicos, privados y organizaciones.
Los espacios públicos son aquellos en los que el acceso no debe ser
negociado con las personas que observamos. Una playa, un parque, un aeropuerto
o la cafetería de un hotel serían ejemplos de ellos. La entrada se realiza libremente
y nuestro comportamiento, forma de vestir, actuar, etc., se debe adecuar al contexto
en el que estamos. Estos espacios son los más adecuados para hacer observación
encubierta.
Los espacios privados son aquellos en los que nuestro ingreso deberá ser
negociado y aceptado de forma individualizada por las personas a las que vamos a
observar. La dificultad mayor estriba en conseguir la confianza suficiente.
Conseguir el acceso suele ir unido al conocimiento de alguien muy próximo a
las personas que queremos observar. Contactar con las redes de amigos, familiares o
conocidos íntimos puede ser lo más adecuado. Una vez conseguido el acceso, el
efecto bola de nieve puede ser la mejor manera de ir entrando en los espacios
privados de otros miembros del grupo que nos interesen. En estos casos nuestro
comportamiento debe ser extremadamente cuidadoso con los observados. Las
garantías de intimidad y la salvaguardia de la información debe extremarse y ser
expuesta con claridad a los observados.
La organizaciones o instituciones son el tercer espacio en el que podemos
entrar. Estas suelen ser bastante cerradas y temerosas ante extraños que informen
de sus prácticas o actividades cotidianas. La entrada se consigue normalmente a
través de personas responsables de la organización (porteros); directores, gerentes,
jefes de área, etc..
El acceso a datos, personas o espacios privados de la organización pasa
muchas veces por el mandato o el permiso expreso de los responsables que nos han
facilitado la entrada.
Repasaremos unas palabras de Pío Navarro en las que se resumen dos
cuestiones básicas que franquean transversalmente estos procesos.
El punto clave de la recogida de datos es la actitud previa sobre el conocimiento
en las ciencias sociales, si lo que se cree que hay que buscar es la realidad misma,
el hecho social, o si se piensa que éste es inaprensible y sólo se puede recoger el
hecho etnográfico, la información. En el primer caso estaríamos ante el príncipe
que quería una esfera terráquea tan perfecta y detallada como la tierra misma, por lo
que hubo que hacerle otra tierra; lo cual era imposible. Los hechos que puede
manejar el investigador en ciencias sociales son los significativos, o lo que él crea
que lo son, y esto implica una selección y remodelación de los mismos, que los
convierte en hechos etnográficos, en nuestro caso. Por esto, parece que el afán de
almacenar la realidad es un poco inútil.
Registrar la realidad de forma global es imposible e innecesario. La actitud,
conocimientos y selección de lo que se registra es una decisión que sólo puede
tomar el investigador. El investigador debe registrar todo lo que considere relevante.
Utilizar estrategias de ocultamiento para registrar en situaciones difíciles no es una
práctica ética. El observado tiene derecho a saber que se le está observando y decidir
si permite o no el registro de lo dicho. Sin embargo, nuestra capacidad de memoria o
de improvisación puede resolver alguno de estos problemas.

El instrumento de recogida con más tradición en la observación


participante es el diario de campo. En esencia, es un registro escrito que recoge lo
sucedido en la observación. El diario de campo debe recoger con minuciosidad y
detalle descripciones de los actores que han actuado en él, las actitudes de éstos
ante el observador, sus comportamientos y toda clase de actos considerados
relevantes.
Los instrumentos de grabación de sonido e imagen son bastante usados en
la observación participante. La grabadora de sonido se asocia a la situación de
entrevista individual o grupal. Sus efectos sobre el observado son muchas veces
evidentes: solicitudes de desconexión para hablar con más libertad del discurso
no admitido socialmente, incomodidades ante el registro literal, etc.
El registro de la imagen a través de las cámaras fotografías o cámaras de
vídeo son instrumentos utilizados, pero su efecto de transformación en el
observado puede ser mucho mayor. Es posible que el uso cotidiano de estos
instrumentos reduzca en el futuro su efecto sobre el material obtenido.
La selección de los instrumentos de registro deberá ser muy cuidadosa y
adaptada al campo. El caso del turismo puede ser esencial. Por lo tanto, la
adecuación vendrá dada más por el contexto que por nuestras necesidades.
Acabar el trabajo de campo no significa ni el fin de la investigación ni el
comienzo del análisis. Respecto al análisis y la interpretación tampoco se puede
decir que comience en el momento en que abandonamos el campo. Por lo tanto, y
sólo para facilitar la comprensión, separaremos estas fases.
Lo primero que nos encontramos después de la observación participante es
con un cúmulo de materiales heterogéneos, tanto por su cualidad como por su
calidad. Datos secundarios, transcripciones de entrevistas o grupos, notas de
campo, grabaciones de imágenes o vídeo han de ser organizadas inicialmente
para poder elaborar un pequeño informe, que nos permita situarnos ante los
materiales recogidos y que nos sirva, para anotar todas las cuestiones que al
organizarlos nos puedan ayudar a recordar lo sucedido. Este informe ha de
realizarse lo antes posible, antes de perder las impresiones todavía frescas del
trabajo de campo.
Elaborado este informe, comenzaremos con la lectura, revisión y
clasificación de todos los materiales. Éste es el momento de organizar por temas y
crear un índice en el que se puede ubicar todas las cuestiones relevantes para los
objetivos de la investigación. El método para analizar la información obtenida se
hará en función de sus características. Análisis estadísticos descriptivos para los
datos cuantitativos y del resto del material, hasta conseguir tejer una primera
redacción con los análisis y la interpretación de los materiales obtenidos.
La lógica de esta elaboración nos hará pasar por una serie de niveles. Un
primer nivel descriptivo e informativo en el que podamos situar la investigación,
un segundo nivel que pasaría por comprender la realidad desde los presupuestos
teóricos del investigador (nivel etic). Un tercer nivel en el que pudiésemos
interpretar y reconstruir los presupuestos de los observados desde su posición (nivel
emic), y por último, un nivel en el que se pudieran explicar las razones o las
causas de los observado.
CAPITULO VIII
LA ENTREVISTA
ABIERTA

8.1. Introducción

La conversación es, la forma de interacción social más popular y en la que


nos sentimos más cómodos, dada la experiencia que adquirimos con su práctica a
lo largo de la vida.
No obstante, la universalización de la entrevista puede conducirnos a engaño.
Y esto nos conduce a reflexionar sobre el hecho de que no se pueden aplicar los
mismos esquemas en todas las situaciones que se puedan presentar. La intuición
suele ser, buena consejera, pero su uso no es infalible. El contexto social en el
que se desarrolla la entrevista y el objetivo de la interacción nos orientarán sobre
las estrategias más convenientes a seguir a fin de obtener el éxito.
El aprendizaje de estas tácticas es un paso ineludible y primordial para el
investigador social. El control de los gestos, del lenguaje corporal, es tan necesario
como el que estamos acostumbrados a ejercer con el lenguaje verbal.
La sociedad en la que vivimos ha “sacralizado” la entrevista, de forma que
es prácticamente inconcebible nuestro mundo sin ella. Nos entrevistan
telefónicamente para conocer nuestra opinión, para conocer nuestra intención de
voto, etc.
Incluso nos preguntan mediante cuestionario cuando abandonamos un hotel,
para conocer la opinión que nos merecen sus servicios e instalaciones. En definitiva,
la entrevista se ha convertido en lo que Holstein y Gubrium denominan “modo
universal de cuestionamiento sistemático”.

8.2. Peculiaridades de la entrevista cualitativa

En el capítulo actual nos vamos a centrar en la entrevista cualitativa, definida


por Alonso como “… un proceso comunicativo por el cual un investigador extrae
una información de una persona -el informante, en término prestado del
vocabulario básico de la antropología cultural- que se halla contenida en la
biografía de ese interlocutor, entendiendo aquí biografía como el conjunto de las
representaciones asociadas a los acontecimientos vividos por el entrevistado. Esto
implica que la información ha sido experimentada y absorbida por el entrevistado y
que será proporcionada con una orientación e interpretación significativas de la
experiencia del entrevistado. Orientación, deformación o interpretación que
muchas veces resulta más interesante informativamente que la propia exposición
cronológica o sistemática de acontecimientos más o menos puntuales.”
Es decir, en realidad, representa los puntos de vista del grupo social al que
pertenece o con el que se identifica.
Esta interpretación no es más que un indicador de la existencia de diferencias
notables entre una conversación ordinaria y una entrevista cualitativa. Pero
enumeremos algunas diferencias más:
A) La entrevista cualitativa es iniciada, por el investigador, que anima al
entrevistado a hablar, evitando contradecirle y organizando y sosteniendo la
interacción, de forma que queda explícitamente claro que el entrevistado habla y el
investigador escucha.
B) La entrevista cualitativa tiene un objetivo de conocimiento (no se
habla por hablar) controlado por el entrevistador y cuyo cumplimiento puede
llevarse a cabo con diferentes grados de direccionalidad.
C) Los entrevistados son elegidos cuidadosamente de acuerdo a perfiles,
excluyendo cualquier tipo de reclutamiento azaroso.
D) El entrevistado reconoce la situación de desigualdad con el
entrevistador y busca en él, durante la interacción verbal, aquello que es aceptable
en ese contexto.
E) La entrevista cualitativa tiene un sentido pragmático inequívoco: es un
habla para ser observada, en la que habrá que buscar el conflicto enriquecedor
entre lo que está legitimado (lo que hay que decir) y las prácticas reales alejadas de
la norma dominante.
F) La entrevista cualitativa suele tener una duración prolongada e,
incluso, puede desarrollarse en varias sesiones, especialmente cuando el objetivo
es una reconstrucción de carácter biográfico.
Si queremos profundizar en las peculiaridades de la entrevista en profundidad,
debemos recordar su similitud con el acto de confesión tan arraigado en la cultura de
los católicos.
En el acto de la entrevista se estimula al interrogado para que proporcione
una confesión a un extraño, que desempeña una posición dominante (de
confesor).

El investigador tendrá que sortear esta tensión entre normas cuando pretenda
conseguir la apertura total del entrevistado o cuando intenta disfrazar su imagen ante
el investigador/entrevistador.
La entrevista cualitativa tiene, un destacado carácter complementario
con respecto a otras técnicas de investigación social. Baste resaltar que la
reconstrucción que hacen los observados del sistema de representaciones sociales en
su vida cotidiana mediante entrevista puede encontrar complemento en las
representaciones de carácter colectivo que surgen de los grupos de discusión. Del
mismo modo hay que señalar su complementariedad con la observación
participante.
Para entender esta afirmación Bronislaw Malinowski daba cuenta detallada,
en sus notas de campo, de las entrevista de distinto rango que llevaba a cabo a lo
largo del día. Si bien es difícil llegar a ver la realidad social a través de los ojos del
otro observado.
Podemos acercarnos a las interpretaciones y motivaciones que conceden
dichos individuos a sus comportamientos, ya que al ser tan intensa la interacción
entre entrevistador y entrevistado ambos habrán de tener “en cuenta quién es el
otro, lo que la otra persona podría presumir que sabe y dónde podría situarse esa
otra persona en relación al mundo del que hablamos”.
No podemos olvidar que es imposible hablar de un solo modelo de entrevista
cualitativa.

Podemos distinguir tres tipos fundamentales:

1) Entrevistas no dirigidas abiertas: se convierte en el paradigma de las


entrevistas cualitativas, aunque en la tradición cuantitativa siempre se ha intentado
relegar al campo específico de los fines esporádicos.

2) Entrevistas semiestructuradas o intensivas: el investigador cuenta con


el guión bastante desarrollado, pero se puede alterar el orden del tratamiento de los
temas en función del contexto espacial, social, temporal, etc.

3) Entrevistas completamente estandarizadas: no permite ningún margen


de espontaneidad ni al entrevistador ni al entrevistado. Se trata de preguntas
inamovibles que han de ser contestadas por el entrevistado sin salirse de un guión
de respuestas alternativas incluidas en el cuestionario.

Todas las formas citadas son usadas con mayor o menor éxito, pero sin duda
la que engloba mejor a todas es la de “entrevista abierta o en profundidad”.

8.3. La aplicación de la entrevista

Aunque no existen dos situaciones de entrevista iguales, podemos hablar de


una serie de elementos básicos comunes al diseño y a la aplicación de las
entrevistas en profundidad.

1. Preparación de la entrevista: la falta de estructuración de la entrevista


en profundidad no conlleva una ausencia de preparación previa de la situación de
entrevista. Es conveniente que el entrevistador haga una contextualización previa
del individuo para conseguir iniciar de manera adecuada un proceso comunicativo
en el que el actor principal es el entrevistado, que ha de sentirse completamente libre
a la hora de crear su propia interpretación de la realidad. El investigador debe ser
ágil, flexible y experto para poder hacer frente a los posibles contratiempos que
puedan ir apareciendo a lo largo del proceso.

2. El inicio: hemos de hacer hincapié en la trascendencia del momento de


arranque de la entrevista. El planteamiento del control inicial de la “conversación”
supone, concebir distintas reacciones posibles por parte del entrevistado y las
consiguientes réplicas del investigador para neutralizar las adversidades. No se
pueden ofrecer “recetas” específicas. El objetivo es, alcanzar el rapport que haga
posible que la entrevista discurra por los canales apropiados, gracias al
establecimiento de una buena y fluida relación con el entrevistado. El papel del
entrevistador ha de ser el de estimulador del habla del observado, huyendo de
cualquier intento de canalización o conducción de la misma.
3. La interacción: es fácil para el investigador caer en el vicio de intervenir
en exceso durante la situación de entrevista. Es difícil calibrar el sesgo que estas
prácticas nefastas pueden producir en el discurso del propio entrevistado, pero lo
que sí es cierto es que éste se verá influido por el referente valorativo impuesto
por la figura del investigador/entrevistador.

La participación del investigador debe quedar limitada a ofrecer estímulo


al entrevistado, manifestando interés por informaciones que proporciona éste.
Durante el proceso de interacción comunicacional, debe ir haciendo una
evaluación/interpretación crítica que le permita profundizar y hacer
indagaciones de cara a conseguir respuestas más exhaustivas y clarificadoras.

La entrevista se asienta en la existencia de un acuerdo, trato o “contrato”


comunicativo entre investigador y entrevistado. Con este acuerdo tácito se
consensúa el hecho de que el discurso del entrevistado pueda ser conocido por otros
siempre que sea bajo cierto grado de anonimato. El pacto funcionará si existen
ciertas reglas culturales compartidas por los dos actores que participan en la
situación de entrevista, a las que habrá que añadir las informaciones que debe
aportar el investigador, tales como el tema a tratar, el objeto de la investigación o los
motivos y el modo de abordaje de la misma por parte de la persona o institución que
la esté llevando a cabo.

8.4. El papel del entrevistador

El juego del entrevistador debe ir encaminado directamente a la


consecución de un discurso rico y centrado en la temática planteada. El
investigador ha de controlar la situación y saber reaccionar ante cualquier
sorpresa que pueda presentarse.
No podemos pasar por alto la importancia de la imagen ofrecida por el
entrevistador. Teniendo en cuenta el contexto social en el que se desarrolle la
entrevista, el investigador habrá de ejercer control sobre su apariencia, que va
íntimamente unida al rol que desempeña.
En algunos casos en los que, por ejemplo, por la forma de vestir se pueda
ofrecer cierta sensación de superioridad con el entrevistado, el investigador tendrá
que ser capaz de valorar si esta percepción le favorece o si debe “renegociarla” o
transformarla a lo largo de la entrevista.
Por último, hacer referencia a la influencia de la comunicación ejercida
mediante gestos: “La coherencia expresiva requerida para toda actuación señala
una discrepancia fundamental entre nuestros “sí mismos” demasiado humanos y
nuestros “sí mismos” socializados. Como seres humanos somos, presumiblemente,
criaturas de impulsos variables, con humores y energías que cambian de un
momento a otro. En cuanto caracteres para ser presentados ante un público, sin
embargo, no debemos estar sometidos a altibajos. Como lo señaló Durkheim, no
permitimos que nuestra actividad social más elevada “siga la huella de nuestros
estados corporales, como lo hacen nuestras sensaciones y nuestra conciencia
corporal general”. Contamos con una cierta burocratización del espíritu que
infunda la confianza de que ofrecemos una actuación perfectamente homogénea en
cada momento señalado”.
Quizá resida en esa burocratización del espíritu de Goffman la clave para que
en la situación de entrevista los gestos, los movimientos del cuerpo y las palabras
del investigador muestren coherencia y sean utilizados como un espejo en el que
llanamente se acepte y refleje el discurso del sujeto observado.
Si el investigador logra cumplir los requisitos que se señalan, estará cerca de
conseguir la empatía controlada.

8.5. El guión de la entrevista

La formulación de un guión favorece el control del proceso de recogida de


información mediante entrevistas en profundidad, máxime si han de ser
realizadas por distintas personas de un mismo equipo de investigación. En este
caso, el guión es la garantía de que todos los aspectos fundamentales para abordar el
objeto de estudio van a ser incluidos en todas las entrevistas llevadas a cabo.
La guía de la entrevista recoge los temas o preguntas relevantes para el
objeto de estudio y el investigador irá adaptando la secuencia al ritmo del
entrevistado.
Durante el desarrollo de la entrevista es preferible mirar el guión en contadas
ocasiones, con objeto de mantener en la medida de lo posible la ilusión de una
conversación cotidiana. Lo más apropiado es volver al guión cuando la entrevista
esté en su última fase, a modo de repaso o recapitulación de ciertos momentos de
la conversación. Por supuesto, el lanzamiento de la pregunta ha de ser adecuado al
contexto temático y dinámico de la entrevista.
En cuanto al rol del entrevistado, conviene apuntar que no existe una
persona ideal para ser objeto de esta situación. Por supuesto, hay entrevistados
fáciles y entrevistados difíciles o reacios.
Para resolver parte de esta problemática volvemos a reclamar la figura del
entrevistador habilidoso. No obstante, conviene dejar bien claro que no existen
entrevistas desechables. Todas las entrevistas en profundidad pueden aportar algo
nuevo o relevante al investigador experimentado.

Kvale propone los siguientes criterios para evaluar la calidad de la entrevista:

1. Las contestaciones del entrevistado han de ser espontáneas, ricas y específicas,


dando amplia respuesta al entrevistador.
2. Las preguntas serán breves y las respuestas amplias.
3. El entrevistador sigue y aclara los significados contenidos en las respuestas.
4. La entrevista ideal se interpreta en gran medida durante la entrevista misma.
5. El entrevistador intenta verificar sus interpretaciones de las respuestas.
6. La entrevista es comunicable por sí misma; no requiere muchas descripciones ni
explicaciones adicionales.
8.6. Cómo registrar las entrevistas

La práctica totalidad de las entrevistas son grabadas en formato de audio, si


bien pueden requerir registro de vídeo. Sin embargo, no debemos descartar la
imagen del investigador tomando notas de aquello que dice el entrevistado. En estos
casos la memoria del investigador vuelve a ser importante. Nunca podemos estar
seguros de la posible duración de una entrevista.
En el lugar de la entrevista es conveniente conseguir la invisibilidad de la
grabadora. Por ello, es recomendable usar aparatos de pequeño tamaño, de forma
que el entrevistado pueda llegar incluso a olvidar que se está grabando la
conversación.
Aun estando garantizada la máxima calidad de la grabación, siempre resulta
aconsejable que el investigador o entrevistador tome notas rápidas y frecuentes.
Por último, conviene hacer referencia a la necesaria revisión de las notas de
cara a la conducción de la entrevista, aún cuando esta tarea tenga que ser abordada
dándola gestualmente escasa importancia.

8.7. Estrategias desplegadas durante la situación de entrevista

A pesar del desprecio de los que hacen investigación cualitativa por la


estandarización, rescataremos algunas estrategias utilizadas con frecuencia y éxito.
Recogiendo las revisiones más conocidas de las propuestas tácticas para la
entrevista, señalamos las siguientes:

1. Táctica de la pausa o del silencio: se aplica cuando se pretende que el


entrevistado haga memoria, o reflexione sobre acontecimientos o situaciones que
haya citado o evocado con anterioridad. Conceder tiempo al entrevistado se
convierte en una muestra de respeto, además de garantizar la no directividad del
instrumento de investigación. Es conveniente evitar, caer en situaciones de silencios
prolongados que puedan resultar embarazosos y que, sólo marcan la pérdida de
ritmo de la entrevista.

2. Tácticas de estudio o animación: se trata de mostrar interés y atención por el


discurso del entrevistado. Gestos, miradas, expresiones orales y ruidos
congruentes entre si bastan para mantener la narración y estimular al
entrevistado a continuar. El uso adecuado de expresiones como “¿sí?”, “ujum”, o
“ya” pueden resultar muy útiles con este objetivo.

3. Táctica de elaboración: se aplica cuando se pretende mayor profundidad o


detalle en las respuestas del entrevistado para facilitar la interpretación del tema
de estudio. El entrevistador debe invitar al entrevistado cuando da por finalizada
su intervención. Las expresiones más clásicas son parecidas a “¿y después?”,
“entiendo”, “¿qué pensó en ese momento?”.
4. Táctica de repetición: en este caso el entrevistador suele contar con dos vías,
una que consiste en reformular una pregunta anterior y otra, más deseable, que
se basa en repetir sólo alguna expresión o palabra de la respuesta inmediata del
entrevistado.

5. Táctica de recapitulación: se pide a un sujeto, mucho después de que haya


emitido alguna expresión interesante para el investigador, que haga una
reelaboración de lo que ha dicho, en la mayoría de los casos, de forma
retrospectiva. De este modo, se evita hacer preguntas más concretas que podrían dar
la impresión de directividad en la entrevista.

6. Tácticas de aclaración: cuando las tácticas de elaboración fallan suele ser útil
requerir al entrevistado que arroje luz sobre algún asunto tratado a lo largo de su
intervención. Esta petición se hace preguntando por algún detalle cronológico o
utilizando preguntas directas.

7. Táctica de cambio de tema: se recurre a ella cuando se hace necesario


completar los temas que están incluidos en el guión de la entrevista, dado que se
hace patente que el entrevistado no los va a tocar a lo largo de la interlocución. Es
la táctica a evitar y suele ser resultado de la saturación en el tratamiento de alguno
de los puntos de la conversación, de que se haya producido alguna situación
embarazosa o de la falta de experiencia del entrevistador. Sólo ha de utilizarse en
casos extremos, pues, el entrevistado puede percibirlo como un indicador del escaso
interés que despierta su intervención.

8. Post-entrevista: con ella evocamos ese momento crítico en el que se apaga la


grabadora y se da por finalizada la versión formal de la relación entre
entrevistador y entrevistado. Off the record los papeles se transforman. Los
actores se relajan pues la presión de la grabadora ya no condiciona el discurso. Las
charlas que pueden surgir entre ambos a partir de ese momento han demostrado, en
incontable ocasiones, que pueden ser muy productivas. Esta situación es muy
habitual cuando en la entrevista se han rememorado recuerdos o situaciones
dolorosas. Lo informal de la post-entrevista invita al individuo a la confesión y el
investigador ha de aprovecharlo tomando las notas adecuadas. Además puede ser el
momento para fijar una nueva cita con el entrevistado o de conseguir nuevos
contactos relevantes que proporcione el propio entrevistado.

8.8. Diseñando investigaciones con entrevistas

En la investigación cualitativa no existe una relación exhaustiva e


inamovible de los pasos o fases de un diseño.
En ese momento iniciático, teniendo en cuenta el problema de investigación a
tratar y las implicaciones éticas del mismo, se ha de decidir si procede o no el uso de
entrevistas en profundidad.
La opción dependerá de las cuestiones que han de ser sometidas a estudio.
Luis Enrique Alonso considera que existen cuatro amplias áreas temáticas
vinculadas al uso de la entrevista en profundidad:

1. Reconstrucción de acciones pasadas, enfoques biográficos, archivos orales.


2. Estudio de las representaciones sociales personalizadas, sistemas de normas y
valores asumidos, imágenes y creencias prejuiciales, códigos y estereotipos
cristalizados, rutas y trayectorias vitales particulares.
3. Estudio de la interacción entre constituciones psicológicas personales y
conductas sociales específicas, estudios, por ejemplo, sobre agresividad. Violencia,
etc.
4. Prospección de los campos semánticos, vocabulario y discursos arquetípicos de
grupos y colectivos sobre los que luego vamos a pasar un cuestionario cerrado.

Su aplicación se asienta en un pilar fundamental: el análisis de los objetos


de estudio a partir de las interpretaciones subjetivas emitidas por los
entrevistados, distanciándose de la aplicación de cualquier criterio de validez o
fiabilidad marcadamente cientifista.
La definición de la población sometida a estudio o ciertos criterios temporales
también pueden inducir al uso de entrevistas en profundidad en un diseño de
investigación. Si estamos interesados en hacer un diagnóstico de cara a la
preparación de un programa de turismo alternativo a los que actualmente organiza el
INSERSO, destinados a la tercera edad, una de las mejores vías para conocer las
posibles fisuras de los programas actuales y las potenciales demandas no satisfechas
por los mismos, que conformarían el ideal del yo de los entrevistados, es la
entrevista en profundidad.
A continuación deberíamos plantearnos la siguiente pregunta ¿cómo se
construye la muestra de individuos a entrevistar?. Un cuestionario se aplica sobre
una muestra reducida que es representativa y cualitativamente de la población que
deseamos observar.
El investigador empieza plasmando en un diseño teórico los sujetos a
entrevistar que, pretende ser reflejo de los sectores sociales, económicos o
culturales relevantes para nuestro objeto de estudio. El comienzo queda fijado,
pero el espectro de personas a entrevistar va a ir sufriendo cambios a lo largo de la
puesta en marcha del trabajo de campo.
Los primeros análisis de las entrevistas iniciales van a ir condicionando el
número y el perfil de los incluidos en esta muestra cualitativa.
En otros casos, la existencia de un discurso empobrecido o la saturación del
mismo en un número muy reducido de entrevistas, nos aconsejará reducir el
volumen de sujetos seleccionados en otro sector.

Después de diseñar teóricamente la muestra, el investigador habrá de


establecer una serie de estrategias que, afectarán de forma práctica a la selección
de las últimas unidades muestrales:
1. Accesibilidad máxima: son las poblaciones disponibles a través de registros
formales, tales como las fuentes estadísticas oficiales (censos, padrones,
encuestas, etc.), estudios previos, listados de organizaciones o empresas, etc. El
objetivo es obtener la caracterización más fidedigna y ajustada de la variedad de
la población, mediante el conocimiento y supervisión de los ejes principales que
permiten establecer los tipos o perfiles clave en el tema a estudiar.
El análisis de los discursos producidos nos irán orientando sobre la necesidad de
aumentar o reducir el número de personas entrevistadas en cada uno de los perfiles,
estrategia que no tiene parangón con el criterio cuantitativo de cubrir el número de
entrevistas fijadas en cada cuota, aun a costa de hacer un elevado número de
sustituciones.
Un ejemplo de aplicación de registros formales se nos puede presentar si nuestro
estudio se centra en los hogares con cabezas de familia mayores de 65 años de un
municipio X. Podríamos extraer esta información gracias al Censo de Población, lo
que nos permitiría la elaboración de algunos tipos sociológicamente relevantes.

2. Accesibilidad media: existen poblaciones que no constan en ningún tipo de


registro formal, aunque sabemos, a ciencia cierta, de su existencia y de su
situación espacial. Pensemos en aquellas poblaciones teóricas de informantes clave
sobre tradicionales o folklore en determinadas zonas geográficas. Pensemos en los
más veteranos del lugar o en otros personajes que pueden haber acumulado ciertos
saberes tradicionales, muchas veces transmitidos unicamente de forma oral y que de
no ser por ellos, se perderían. También se incluyen en este grupo los perfiles
sociológicos de normalidad o excepcionalidad.

3. Accesibilidad mínima: es el nivel más complejo, pues se basaría en el más


desfavorable de los supuestos, esto es, en el de las poblaciones indeterminadas
numérica y espacialmente. Un caso claro lo constituyen los colectivos más
marginales (delincuentes, prostitutas, drogodependientes, personas con
enfermedades que son consideradas como un estigma, individuos que viven en la
calle, etc.). No puede olvidar el alto grado de movilidad de los mismos. Si se
consigue una buena interacción con alguno de ellos, es posible que el investigador
pueda servirle del entrevistado como contacto para captar nuevos elementos para la
muestra. Esto es lo que se conoce como “efecto bola de nieve”. El criterio de
saturación nos indicará cuándo debemos parar en la selección de ese perfil de
entrevistados o rediseñar la muestra.

Debe destacarse el rol de evaluadores que habrán de desempeñar los


investigadores a la hora de valorar la relevancia de la información potencial de los
futuros entrevistados, así como su grado de disponibilidad y su capacidad para
comunicar información con cierta precisión.
Pero este hecho conlleva un riesgo: abre la posibilidad de que se lleguen a
convocar a muestras algo sesgadas e, incluso, a contar en algunas ocasiones con
entrevistados profesionales.
Asumiendo el riesgo de caer en rígidos formalismos, nos atrevemos a
formular, a continuación, algunos pasos fundamentales que pueden orientar al
estudiante-investigador del fenómeno del turismo, a la hora de investigar con
entrevistas abiertas o en profundidad.

8.9. Analizando entrevistas

Ofreceremos algunas indicaciones generales y a modo de orientación, acerca


del procedimiento de análisis de las entrevistas en profundidad:
1. Se ha de proceder a la trascripción de la información grabada y de las
sucesivas anotaciones que haya tomado el investigador durante las situaciones de
entrevista, con objeto de contextualizarlas. Con ello ya contamos con el material
básico para iniciar el análisis.

2. Consiste en realizar una primera lectura de las transcripciones. En caso de que


se trate de un proyecto de gran envergadura, es recomendable que cada uno
proceda a la lectura de las entrevistas que realizó personalmente. Durante este
proceso, se irán anotando códigos tentativos con objeto de agrupar expresiones que
irán apareciendo en el resto de las entrevistas, incluyendo comentarios a las
categorías creadas y a algunas de sus dimensiones, cuyo valor analítico será
revelado con posterioridad.

3. Los fragmentos del texto que han sido destacados como relevantes para la
investigación deben ser sometidos a evaluación, teniendo en cuenta el posible
impacto que haya tenido en ellos la propia situación de entrevista. Existe una
relación inversamente proporcional entre la medición reconocida y el peso de lo
expresado.

4. El investigador deberá ubicar bajo una misma rúbrica los fragmentos


discursivos que correspondan a un mismo código o tema relevante para el
estudio. La clasificación puede hacerse mediante programas informáticos de análisis
cualitativo o de forma manual, pero nunca debe perderse la identidad de los actores
que generaron los diferentes fragmentos o párrafos.

5. A continuación se hace un análisis interno en cada código.

6. Se confrontan y conectan las diferentes interpretaciones dadas acerca de las


distintas dimensiones y de los temas reseñados. Es el punto en el que han de
afianzarse los diferentes perfiles sociales sometidos a estudio, integrando todas las
partes y el conjunto global de la investigación.

7. Se procede a hacer una última revisión de las entrevistas, con objeto de


refrescar el hilo discursivo de los entrevistados a la hora de consolidar las
posiciones fijadas en el informe. Un hilo argumental congruente debe guiar la
organización de las distintas parte del informe.
Durante el proceso de elaboración del informe no debe tenerse el encuentro
con contradicciones o contrasentidos entre el discurso de los sujetos y los
planteamientos iniciales del estudio.
Es éticamente reprobable excluir del informe aquellos fragmentos que
contradigan los presupuestos iniciales del investigador. Reconocer que la praxis
subvierte nuestros presupuestos de partida no viene más que a reforzar la
conveniencia de haber llevado a cabo la investigación emprendida.
CAPITULO IX
TIPOS DE ENTREVISTA

9.1. Introducción

Los estudios de turismo han sabido incorporar a su abanico de herramientas


metodológicas algunas de las más clásicas utilizadas en el ámbito de la
investigación social cualitativa, sometiéndolas a una revisión crítica que ha
permitido una adaptación óptima de las mismas a las necesidades específicas de la
disciplina.
A continuación se relacionan los tipos de entrevista cualitativa más
prometedoras para el estudio de la demanda turística:
- Historia oral (entrevistas sobre hechos y experiencias del pasado)
- Entrevistas motivacionales
- Entrevistas testimoniales
- Entrevistas exploratorias
- Entrevistas sobre hábitos y prácticas
- Entrevistas en grupo, focalizada en los medios de comunicación (focus
group)

9.2. Historia oral (entrevistas sobre hechos y experiencias del pasado)

Hasta fechas muy recientes pocos investigadores hubieran podido imaginar el


notable renacimiento que la historia oral está experimentado hoy en día en el marco
de la investigación social cualitativa.
El ejemplo más claro de este renovado interés lo encontramos en la polémica
desplegada actualmente en España en torno a la recuperación de la memoria
histórica de las víctimas del franquismo.
En la misma línea, existen otras disciplinas tales como los estudios de género
que han alcanzado a ver, desde un nuevo enfoque, el inagotable potencial de la
historia oral como práctica empírica a la hora de ofrecer una reinterpretación de la
historia, la ciencia y la cultura.
Conviene destacar como herramienta específica la entrevista conocida
como historia de vida. Su finalidad es conseguir que el sujeto observado nos haga
una exposición narrada de sus experiencias vitales. El narrador adquiere el
máximo protagonismo cuando constituye “su” historia, de su propia trayectoria
de vida. En este tipo de entrevistas, la figura del entrevistador/investigador se
torna en secundaria, pues en definitiva es el narrador el que, según su propio juicio
establece el orden temporal en la exposición, sin ningún tipo de limitaciones.
Esta clase especial de historia de vida puede ser grabada o, en caso de rechazo
por parte del entrevistado, escuchada por el investigador con un exhaustivo y
extenso registro de anotaciones, pudiendo oscilar la duración de la misma, si bien
siempre va a ser más breve que las tradicionales historias de vida (horas y horas de
grabación), dado que va a estar centrada en algún punto concreto de la trayectoria
turística pasada del entrevistado/a. En nuestra disciplina interesan más las
historias cortas y directas que las trayectorias vitales detalladas y en toda su
extensión. Tal y como recogen Callejo la narración de la experiencias pasadas
“adquiere sentido como posible racionalización en el presente de la trayectoria
turística de distintos sectores de la población. Para ello se parte de un supuesto, la
vinculación entre la trayectoria personal en un campo como el turístico, y de la
sociedad o sector social al que pertenece tal persona”.
Baste recordar que gran parte de las campañas turísticas son diseñadas con
evocaciones de pasados idealizados por los potenciales consumidores: paraísos a los
que se puede acceder sin lastres personales o familiares, en una especie de situación
de continua juventud “salvaje”.

Por último, este tipo de entrevistas focalizadas en acontecimientos del


pasado se distancian de las historias de vida tradicionales en varios aspectos:

A) Su brevedad (pueden realizarse en una o dos sesiones como máximo).

B) Su fijación en las prácticas turísticas, si bien siempre es enriquecedor


contar con la contextualización histórica y social que puede ofrecer el entrevistado.

C) Su focalización en los sectores más amplios de la sociedad (clases


medias), frente a las prototípicas historias de vida, centradas en grupos más
elitistas o más periféricos.

9.3. Entrevistas motivacionales

Las entrevistas de carácter motivación al ocupan un lugar privilegiado en


el área de los estudios turísticos. Con ellas se trata de profundizar en las razones,
las disposiciones de ánimo o en el imaginario social que hace que los sujetos
sometidos a estudio decidan constituirse en una concreta demanda turística o que
rehacen las ofertas que tienen a su alcance.
Se hace evidente que la figura del entrevistador/investigador va a recuperar
toda la relevancia. Será aquél el encargado de ahondar, de reconducir el
“interrogatorio” para sacar a la luz los motivos de determinados comportamientos
turísticos, sin tener que recurrir, a la inclusión del porqué en la formulación de las
preguntas. Se trata, por tanto, de la forma más agresiva e intrusiva de las entrevistas
en profundidad, lo que demanda, a su vez, el máximo control de la situación de
entrevista, especialmente en lo que a dos aspectos se refiere:
A) El entrevistador debe actuar para conseguir la mayor empatía posible
con el entrevistado. La obtención de los motivos más profundamente personales que
inspiraron ciertos comportamientos turísticos es una tarea que requiere el despliegue
de las estrategias más sutiles, dirigidas a despertar la confianza de la figura del
investigador en el entrevistado. Se trata de mantener la atención a lo largo de toda la
entrevista y procurar que la entrevista sea objeto de fuentes de interferencia como
ruidos, distracciones que puedan romper el clima de confidencialidad para el éxito
del proceso.
B) Es necesario destacar la importancia del control de la actuación gestual
y presencial del entrevistador. No basta con dejar hablar al entrevistado. En
definitiva, el objetivo por parte del entrevistado ha de presentarse de la forma más
sencilla y natural posible para emular la fórmula más cercana a “la conversación
normal”, en tanto que, al mismo tiempo, ha de ejercer a rajatabla un férreo control
sobre sus gestos, sus movimientos y sus intervenciones orales.
En la medida en que en la entrevista motivación al hay que dejar fluir el
discurso, la duración de la misma ha de ser dejada en manos de la propia situación
de entrevista creada. Será la empatía la que, marque dicha duración.

9.4. Entrevistas testimoniales

Las entrevistas testimoniales se perfilan como complementarias de las


entrevistas motivacionales.
Se trata de que rememoren el qué y el cómo de lo ocurrido en alguna
situación determinada, pero consiguiendo que el entrevistado deje de lado su papel
de protagonista para adoptar un rol de testigo o, incluso, de fedatario de los hechos
acaecidos en alguna situación de consumo turístico, ya sea éste un crucero, un viaje
organizado, una visita guiada a un monumento o el servicio en un establecimiento
hotelero.
En este sentido, las entrevistas testimoniales se alejan bastante del carácter
interpretativo inherente a la investigación cualitativa, acercándose a la reproducción
de unos hechos (la verdad externa).
No obstante, desde el momento en que el discurso del entrevistado es abierto,
los hechos descritos adquieren un significado muy concreto, no exento de
subjetividades, que entonces un gran potencial a la hora de proceder a un análisis
interpretativo.
Conviene destacar la descripción aparentemente aséptica de los hechos y las
circunstancias de un viaje esconden, generalmente, el perfil ideal, el modelo de
referencia de cómo debería haber sido ese viaje o esa estancia en la que se centra
dicha entrevista.

9.5. Entrevistas exploratorias

Las entrevistas exploratorias adquieren un significado especial en la fase


de identificación de necesidades y potencialidades de los colectivos de interés que
estemos abordando.
El recurso a las entrevistas exploratorias se hace prácticamente
imprescindible en su doble objetivo informativo y de establecimiento de contactos.
Se selecciona un número limitado de informantes con experiencia en el objeto
de investigación a tratar. Los entrevistados prestarán sus ojos y el resto de sus
sentidos al investigador como expertos en el campo de estudio, que utilizará sus
interpretaciones para poder afrontar la problemática planteada.
Sería conveniente seleccionar estratégicamente a un pequeño número de
personas de esa edad y ese perfil, para indagar sobre los aspectos como los relativos
a la existencia de distintos estratos dentro de ese colectivo, su accesibilidad para
prestarse a participar en una investigación, sus motivaciones para optar por ese tipo
de oferta turística y su potencial evolución hacia otras práctica de consumo o,
definir las redes de influencia a las que son más sensibles a la hora de definir su
demanda turística.
La información producida a través de estas entrevistas exploratorias abiertas
es de máxima utilidad para la construcción o diseño de otras prácticas como una
encuesta, observación participante o grupos de discusión. Incluso puede llegar a ser
referente para la elaboración de otro tipo de entrevistas más específicas.

9.6. Entrevistas sobre hábitos y prácticas

Las entrevistas cualitativas focalizadas en prácticas producen un efecto


diacrónico, dinámico, ya que el interés de las mismas radica en la reconstrucción
de un continuum que tiene su punto de arranque en la gestación de la idea de
realización de un viaje o una estancia o visita turística breve hasta la ejecución de
la misma, pasando por todas las etapas intermedias. Mediante este tipo de
entrevistas se buscan referencias de las influencias recibidas para empezar a barajar
la posibilidad del viaje, las comparativas establecidas tanto en lo que se refiere a la
elección de intermediarios para gestionar la opción turística como en lo que se
refiere a ofertas, precios, etc.
La recogida de este tipo de información que, podría ser susceptible de
recogerse en un tiempo mínimo, es delicada, requiriendo, por tanto, de mucho tacto,
de mucha experiencia por parte del entrevistador para obtener información
exhaustiva sobre todos los espacios, relaciones y momentos que desembocan en las
prácticas referidas, aun a riesgo de que la actitud del entrevistador pueda rozar lo
obsesivo. Por ello, incluso, sería conveniente que el profesional “haya roto el hielo”
en algún encuentro anterior, para conseguir un rapport adecuado que permita tratar
con exhaustividad prácticas turísticas que pudieran hasta rozar la trasgresión, lo
socialmente inaceptable.

9.7. Entrevista en grupo, focalizada en los medios de comunicación (focus


group)

Las entrevistas precedentes se llevan a cabo de forma individualizada. Ahora


nos centraremos en un caso atípico, el de la entrevista en grupo, que hunde sus
raíces en la entrevista focalizada.
En aquel tipo de entrevista individualizada, el entrevistado era expuesto a la
proyección de un anuncio publicitario, a la audición de un programa de radio, o a la
vivencia de un evento social determinado. Los investigadores experimentaban
previamente, y analizaban más tarde.
Basándose en dicho análisis de contenido procedían a la elaboración del guión
a utilizar en la entrevista, que se focalizaba en las experiencias subjetivas de las
personas expuestas a dicha situación, para contrastar las hipótesis y descubrir
efectos que no fueron anticipados en el diseño.
Suele vincularse la entrevista en grupo a los estudios de marketing y a los
financiados por partidos políticos, cuyo principal objetivo es el conocimiento del
impacto de diferentes tipos de políticas o de asuntos de actualidad en los potenciales
votantes.
Trabajando en pos de un objetivo fundamental: la profundización intensiva
en las experiencias de los sujetos, aunque en este supuesto se deberá superar el
contexto personal, ampliándolo al social, para poder determinar la significación
de la experiencia. Aun cuando persiste el empeño en mantener la no direccionalidad
de la entrevista como garantía de la espontaneidad y el dinamismo del discurso de
los sujetos, lo indudable es que el orden exhaustivo en el guión de la misma es muy
cerrado y el papel del entrevistador se hace muy relevante. Este aspecto nos
recuerda que no se debe confundir la entrevista de grupo con el grupo de discursión.
Este tipo de entrevista tiene una enorme utilidad para los estudios relativos
a la demanda turística, en especial cuando se quieren valorar los posibles efectos
de las campañas publicitarias emitidas a través de los mass media en el ámbito de
la demanda turística. Es impensable que una empresa toma una decisión
estratégica en este sentido sin haber realizado estudios con entrevistas focalizadas.
El coste de una campaña publicitaria no testada apropiadamente puede llegar, en
caso de fracaso, a ser insostenible para algunas empresas.
Por último, no podemos dejar de reseñar algunos inconvenientes en el uso de
este tipo de entrevistas, que ya fueron citados por el propio Merton hace más de
medio siglo: la necesidad que tiene el entrevistador de contar con varias personas
que colaboren en el control y dinámica del grupo, así como para animar a intervenir
a la totalidad de los participantes (8-10), de cara a garantizar la cobertura completa
del tema. Además, planea por encima la sombra de un posible sesgo: el de la
interferencia de la cultura de grupo que emerge desde la propia entrevista en la
expresión individual de cada uno de los componentes.
CAPITULO X
EL GRUPO DE DISCUSIÓN

10.1. Introducción

Afirmar que existen grupos sociales parece una trivialidad. Sin embargo, lo
grupal no es algo tan manifiesto como cabe pensar. No siempre hay conciencia de
que la vida social y las experiencias individuales se desarrollan siempre en grupos.
Todo grupo está constituido por “un conjunto de personas interrelacionadas
que se han reunido con diversas razones: vida familiar, actividad cultural o
profesional, política o deportiva, amistad o religión …”.
Según esta definición, la interdependencia y la intencionalidad de los sujetos
es lo que caracteriza a estas formaciones sociales que estarían a medio camino del
individuo y el todo (comunidad, partido, organización, etc.).
La intencionalidad es lo que distingue al grupo de los agregados o
agrupaciones donde no existe otro motivo de unión que aquellos intereses o
circunstancias ajenos a los propios sujetos agrupados.
La interdependencia de los sujetos hace referencia a una cuestión
fundamental en los grupos que es su número o tamaño. La forma sociológica más
simple es el grupo formado por dos sujetos. Sin embargo, los grupos varían por
mucho de tamaño y forma. Una clasificación muy utilizada es la que diferencia
entre grupos primarios y grupos secundarios.
En el grupo primario las relaciones que establecen las personas integrantes
son más cálidas y emocionales que las que podemos encontrar en un grupo
secundario, donde hay unos objetivos y una organización externa que se impone y
supedita los intereses particulares del grupo.
Todas las personas forman parte de algún grupo primario y/o secundario.
Pueden pertenecer al grupo familiar o un grupo de amigos que viaja. Los sujetos se
encuentran acompañados y protegidos dentro de los grupos, pero también el grupo
entra a formar parte de lo que sienten y piensan los sujetos.
El grupo impone a sus propios integrantes (in group) una manera de ver las
cosas que puede ser diferente, e incluso contrapuesta, a cómo lo ven otros miembros
de otros grupos (out group).

10.2. El grupo para la investigación

La investigación utiliza el grupo como un medio para conocer la realidad


social.
Teniendo en cuenta que la grupalidad es el receptáculo o medio natural en el
que los sujetos actúan y forman sus opiniones, los primeros pasos investigadores se
dirigieron, por una parte, a conocer y poner de manifiesto el comportamiento de los
grupos naturales que ya existían en la sociedad, y que podían ser de interés para la
investigación. El estudio de los grupos informales dentro de la fábrica, el estudio de
la familia, de las pandillas o bandas callejeras, etc., supuso una primera forma de
instrumentalización del grupo y de conocimiento de la realidad social.
Por otra parte, la investigación con grupos se orientó a diseñarlos y
construirlos artificialmente para observar diversas problemáticas psicosociales.
Estos grupos, producto de la experimentación, son denominados artificiales por dos
motivos:

1. Son reproducidos intencionadamente por el investigador para los fines de la


investigación. Como grupo artificial conviene saber que no es propiamente un
grupo, sino más bien una recreación de la situación grupal donde los sujetos
representan comportamientos y experiencias grupales.

2. No tienen más existencia que la que establece la investigación. Es decir, el


grupo artificial nace y desaparece con los objetivos del estudio.

10.3. El grupo de discusión: definición y particularidades

Actualmente son muchos los tipos de grupos artificiales utilizados en


investigación. El grupo de discusión es uno más entre distintas versiones con
denominaciones y formatos diferentes: entrevistas de grupo o entrevistas grupales,
grupos de expertos, grupos delphi, etc.
Aparentemente, el grupo de discusión se parece mucho a las reuniones
informales que estamos acostumbrados a ver en la vida diaria o en los medios de
comunicación de masas.
El grupo de discusión puede definirse como una reunión de personas, entre
seis y diez, desconocidas entre sí, y previamente animadas a discutir un tema bajo la
dirección o control de un moderador.
Dicha reunión recrea artificialmente una situación micro-grupal con la
intención de investigar una situación macro-grupal donde se localiza la problemática
de estudio. Esta mediación reductora del campo de observación supone tener en
cuenta los siguientes requisitos técnicos:

- Las personas que componen el grupo mantienen entre ellas una


interrelación directa cara a cara.
- Las interrelaciones se establecen a partir de sujetos que se desconocen
entre sí.
- Las conversaciones producto de las interrelaciones entre los miembros del
grupo aspiran al consenso y a la puesta en común de los distintos puntos de vista.
- Las interrelaciones se desarrollan en un espacio y un tiempo limitado por
los intereses de la investigación.
- Las interrelaciones siguen una dinámica o funcionamiento controlado por la figura de un
investigador que actúa de moderador.

Todas estas precisiones técnicas están orientadas a que el grupo de discusión


genere una situación grupal lo más propicia para que los participantes expresen sus
opiniones con la mayor libertad y espontaneidad.
10.4. La investigación con grupos de discusión

A diferencia de otras técnicas cuantitativas y cualitativas, el grupo de


discusión se utiliza para obtener una determinada información discursiva donde:

- Encontrar representaciones o imágenes sociales producto del consenso general.


- Explorar diversos temas de los que se tiene poco o ningún conocimiento previo.
- Conocer los contextos o circunstancias particulares en los que cambia el
comportamiento social.

No obstante, dicha información depende a su vez del diseño de los grupos


propuestos en la investigación. A partir de los objetivos marcados, el investigador
diseña los grupos decidiendo cuestiones básicas como: cuántos van a ser, qué rasgos
o características van a tener, y dónde y cómo van a ser realizados.

10.4.1. Decidir el número de grupos

Los grupos diseñados son homogéneos internamente, y heterogéneos entre


sí. Esto significa que la homogeneidad interna garantice que los sujetos
participantes proceden de condiciones sociales y de afinidad similares o iguales.

Dicha homogeneidad reposa en la consideración previa de criterios básicos


que estructuran la sociedad (sexo, la edad, la clase social, etc.), y los criterios
específicos relacionados con los objetivos de la investigación.

Por otro lado, la heterogeneidad depende de la saturación del universo


discursivo acotado en la investigación. Por ejemplo, para conocer cómo son
valorados los servicios de una determinada compañía aérea, los criterios a
considerar para diseñar los grupos se exponen en la Tabla 10.1.

Los grupos diseñados son los resultantes de combinar estratégicamente


dichos criterios en función de las necesidades de la investigación. La segunda fase
decisoria después del diseño es la selección de los sujetos participantes y los medios
materiales para realizar los grupos.
TABLA 10.1. Criterios a considerar para diseñar los grupos

Criterios relacionados con la Criterios relacionados con los


estructura social. objetivos de la investigación.
Criterios sociodemográficos y Usuarios de la compañía X. Se trata
culturales que podrían estar de tener las opciones de los usuarios
interviniendo en la valoración de la que han viajado con cierta frecuencia
compañía X. con la compañía X, y que pueden
hablar de ellas desde su conocimiento
directo.
Criterios sociodemográficos y Usuarios de otras compañías aéreas.
culturales que podrían estar Este criterio permite incluir aquellos
interviniendo en la valoración de la usuarios que no han viajado con la
compañía X. compañía X, pero saben
indirectamente de su existencia, y de
la imagen que proyecta a través de
publicidad u otros medios.

10.4.2. Decidir la composición de los grupos

La preparación de la reunión exige distinguir la composición del grupo. Es


necesario reclutar a las personas adecuadas en función de los objetivos de la
investigación. En el caso del grupo de discusión la selección es intencional y se
concreta de la siguiente manera:
- En primer lugar, las personas que potencialmente puedan llegar a ser
contactadas debe reunir todas ellas las características o perfiles exigidos en el
diseño de los grupos.
- En segundo lugar, la con tactación deberá descartar por sistema a toda
persona cuyas opiniones puedan percibirse como más autorizadas o preferentes que
el resto de personas que participan en el grupo. En este caso, la captación deberá
evitar reclutar personas con determinada autoridad profesional o social que pueda
influir o coartar la discusión libre de un tema cualquiera.

10.4.3. Decidir los medios para la realización de los grupos

Preparar el desarrollo de las reuniones tener en cuenta los medios materiales


relacionados con el espacio, la conducción del grupo y el registro de los discursos.
Por este motivo, el grupo de discusión suele desarrollarse en salas que reúnan
unas mínimas condiciones:
1. No utilizar estancias que estén marcadas socialmente con algún significado o
atributo distinto a los requeridos para la investigación. En este sentido conviene
vigilar los extremos, y evitar tanto las salas lujosas, como las salas incómodas, o de
aspecto desagradable.
2. La mesa y asientos son elementos clave a la hora de distribuir el espacio y
fomentar las relaciones simétricas entre los participantes, así como su trabajo
consensuador. Por este motivo, la mesa preferente para un grupo de discusión es
redonda o elíptica, y con asientos iguales.
3. Por último, las salas profesionales están dotadas de equipos de grabación y
visualización (espejos polarizados y cámaras de vídeo). El material de registro
debe ser discreto y a la vez manifiesto para evitar las sospechas y recelos entre los
asistentes.
Preparada la sala, la conducción de los reunidos es la labor que hace un
moderador (investigador) con el fin de que el trabajo del grupo se oriente a los
objetivos de la investigación. Para ello, el investigador comienza elaborando un
guión u ordenación temática de interés para cubrir los requerimientos de la
investigación.
Dicho instrumento tiene una doble función práctica:
- Es una guía temática para controlar el desarrollo interno del grupo y los
temas elaborados.
- Es un instrumento que facilita la estandarización de la conducción y el
trabajo desarrollado por los diversos grupos diseñados.

Por otro lado, la conducción del grupo persigue provocar, no forzar, las
conversaciones de los participantes, a la vez que las canaliza por los temas objeto de
la investigación. En función de estos requerimientos hay unas formas de intervenir
deseables y otras evitables en lo posible:
- Evitar hacer preguntas cerradas, tipo encuesta, porque son contrarias al
tipo de conversación espontánea y natural que se quiere provocar.
- Adoptar formas de preguntas abiertas que estimulen la conversación, y sean
lo suficientemente difusas como para implicar al entrevistadado y su punto de vista
sin temor a influenciarlo.
- Intervenir en el grupo al hilo de la conversación.
- Aprovechar los derroteros de la conversación espontánea, reconduciendo y
recabando más información a partir de los comentarios que traen los participantes.

Por último, la conducción del grupo se puede dividir en cuatro fases:


presentación, calentamiento, desarrollo y cierre. A lo largo del proceso, el
moderador interviene para regular o conducir la información y comunicación entre
los participantes: cuanto más regula el moderador, más directiva se considera la
conducción y menos margen de espontaneidad le queda al grupo.

La presentación del grupo

En la presentación del grupo se observan una serie de informaciones previas a


los asistentes con el fin de definir el tipo de situación en la que se encuentran y la
manera de afrontar su participación:
1. Una presentación del moderador, de la empresa o institución a la que representa
y/o de la instancia que demanda la investigación.
2. Una explicación de la técnica utilizada para investigar el encargo u objeto de la
investigación.
3. Una demanda concreta de participación de los asistentes en el desarrollo de la
investigación.
4. Una presentación justificada de los instrumentos que registran la reunión y de las
personas que pudieran estar observando el grupo.
5. Una propuesta de tema y un planteamiento para su inmediata discusión.

El calentamiento o “warming up”

Es la fase inicial dedicada a fomentar la situación grupal en la que se irán


desarrollando los objetos de la investigación. En esta fase se evita una conducción
muy directiva que impida a los participantes tomar la confianza necesaria para
intervenir libremente en la discusión.

El desarrollo del grupo

A medida que el grupo avanza en su trabajo, el investigador puede mostrarse


más directivo, regulando y forzando al grupo a discutir los aspectos puntuales que
más interesan para la investigación, o que han sido poco tratados.

El relanzamiento del grupo o puesta en común

Finalmente, el moderador puede relanzar y devolver al grupo los comentarios


que considera más relevantes para la investigación con el fin encontrar en el grupo
un consenso sobre lo que el mismo grupo ha elaborado a lo largo de la sesión.

El cierre final

Una vez obtenida la información necesaria, la tarea del grupo finaliza y se


concluye la situación grupal para dar paso a cualquier otro requerimiento particular
que no tenga que ver directamente con la investigación.

10.5. Transcribir y analizar los grupos

La trascripción del grupo es una traducción y transformación de la


conversación registrada en texto escrito para su correspondiente análisis. La
trascripción supone un doble esfuerzo de cara al análisis:
1. Recoger las intervenciones de cada uno de los participantes, de manera que se
pueda seguir las réplicas y los diversos hilos conversacionales.
2. Recoger todas las expresiones vertidas por cada uno de los participantes, y
hacerlo literalmente, incluidas aquellas expresiones no finalizadas, entrecortadas
o mal pronunciadas desde un punto de vista gramatical.
La tarea del análisis requiere un considerable trabajo sobre el texto transcrito,
centrándose la labor analítica en las siguientes etapas:
A) Análisis temático: el análisis comienza por localizar y ordenar los distintos
temas e hilos conversacionales de los grupos.
B) Análisis estructural: el material ordenado temáticamente es analizado desde el
punto de vista lingüístico y atendiendo a los significados.
C) Análisis situacional: por último, el análisis compara unos discursos con otros,
mostrando las diferencias y similitudes existentes entre ellos, de manera que lo
importante a este nivel no es el significado del material discursivo en sí mismo,
sino el sentido de lo que cada grupo ha comentado.
En definitiva, todas las personas forman parte de algún grupo. El grupo
impone a sus propios integrantes (in group) una manera de ver las cosas que puede
ser diferente, e incluso contrapuesta, a cómo lo ven otros miembros de otros grupos
(out group).
La investigación utiliza el grupo como un medio para conocer la realidad
social. Los grupos experimentales son denominados artificiales por dos motivos:
1. Son reproducidos intencionalmente por el investigador para los fines propios
de la investigación. Una recreación de la situación grupal donde los sujetos
representan comportamientos y experiencias grupales.
2. No tienen más existencia que la que establece la investigación.
El grupo de discusión es uno más entre distintas versiones con
denominaciones y formatos diferentes: entrevistas de grupo o entrevistas grupales,
grupos de expertos, grupos delphi, etc.

Dicho grupo puede definirse como una reunión de personas, entre seis y diez,
desconocidas entre sí, y previamente animadas a discutir un tema bajo la dirección o
control de un moderador. La reunión recrea artificialmente una situación micro
grupal con la intención de investigar una situación macro-grupal donde se localiza la
problemática de estudio.

A diferencia de otras técnicas cuantitativas y cualitativas, el grupo de


discusión se utiliza para obtener una determinada información discursiva donde:
- Encontrar representaciones o imágenes sociales producto del consenso
general.
- Explorar diversos temas de los que se tiene poco o ningún conocimiento
previo.
- Conocer los contextos o circunstancias particulares en los que cambia el
comportamiento social.
A partir de los objetivos marcados, el investigador diseña los grupos
decidiendo cuestiones básicas como: cuántos van a ser, qué rasgos o características
van a tener, y dónde y cómo van a ser realizados.
Por último, los grupos son transcritos y analizados a partir de las
conversaciones registradas en texto escrito.
BLOQUE IV
LA INVESTIGACIÓN
DE LA COMUNICACIÓN
TURÍSTICA
CAPÍTULO XI
ANALISIS
DE DOCUMENTOS

11.1. Introducción

Un documento es una unidad de comunicación. Tendemos a entender que


se trata de un material escrito que nos dice algo; aunque, en sentido estricto,
puede también no ser escrito.
Su sola existencia implica, la presencia de: un emisor o productor del
documento, un receptor del documento y una realidad, que es siempre social, a la
que se refiere el documento. También implica, un soporte material o canal, un estilo
o forma y una relación social entre productores y receptores de la comunicación.
Pues bien, todo documento nos habla de todo esto a quien sepa leerlo.
Aquí, nos interesa especialmente la práctica turística. Pues bien, es
impensable su existencia sin registros documentales. Desde el anuncio
publicitario, a la guía de instrucciones, pasando por los billetes del medio de
transporte, son susceptibles de convertirse en documentos que nos hablan de la
práctica del turismo. Nos hablan de lo que es el turismo, a partir de los documentos
que su práctica produce, se convierte en una ventana de acceso con notables
ventajas.
Una de las principales ventajas es que no produce lo que la literatura
metodológica denomina reactividad. Es decir, los elementos observados no se
comportan normalmente, de forma natural, cuando se les aplica unos instrumentos o
procedimientos de observación. Es más, en el caso de las personas, tal ruptura de la
normalidad se produce por el mero hecho de sentirse observados.
Por ello, se dice que: la observación produce lo observado, que viene a
querer decir que los instrumentos y procedimientos de observación terminan
generando aquello que dicen, de una manera un tanto naïf o irreflexiva, recoger.
Pues bien, en la medida que la producción de documentos no tiene por finalidad
inicial servir el material para el análisis científico, tal reactividad se deja a un
lado. Es decir, podría decirse que los documentos son naturales, desde la
perspectiva de la metodología de la investigación social.
Otra de las habituales ventajas del uso de documentos en la investigación
del turismo reside en su comparativo bajo coste. Los documentos están ahí. Es
decir, como ocurre en, por ejemplo, las respuestas a un cuestionario o a una
entrevista. Es cierto que, a veces, su recopilación no es sencilla y que requiere
notables esfuerzos. No obstante, aun cuando los primeros tienden a no
contabilizarse, tienen su dimensión económica.
La principal desventaja del uso de documentos en la investigación social es
que, precisamente porque ya están ahí, puede que se ajusten poco como
respuestas a las preguntas que nos planteamos en la investigación.
Así podemos analizar unas fotografías familiares vacacionales para que nos
hablen de, por ejemplo, las motivaciones que produce la decisión de realizar un
viaje turístico, que sería nuestro objeto de investigación. Pero tal vez fueron
tomadas y guardadas para mantener el recuerdo de una persona conocida que se
encontraron casualmente en el viaje, lo que sólo de una manera marginal podría
comprenderse como motivación del viaje turístico, pues, ¿se realizan viajes
turísticos para encontrarse casualmente, en otros espacios y parajes, con personas a
las que conocemos de espacios más cotidianos?
Con ya se ha apuntado en un par de ocasiones, los documentos están ahí. Así
la dimensión temporal se convierte en privilegiada en la investigación con
documentos. La denominada perspectiva diacrónica o a través del tiempo del
fenómeno turístico puede ser asumida a través del uso de documentos. Se trataría,
entonces, de recoger y seleccionar documentos de distintos períodos, de manera que,
cada conjunto de ellos, nos hablen de un momento. Y el conjunto de momentos,
tomados comparativa y globalmente, de la evolución y sentido que toma el
fenómeno turístico en uno de sus campos, y sea el comportamiento de la demanda,
la actividad de las empresas turísticas, o la recepción de visitantes por un destino o
alojamiento turístico.
Tal potencial para ambos tipos de análisis tiene una de sus máximas
manifestaciones cuando se opta por el uso de mensajes producidos por los medios
de comunicación masivos como el material documental. La experiencia de
investigación nos dice que admiten tanto la perspectiva cuantitativa, tendiéndose a
denominar entonces análisis de contenido; como la perspectiva cualitativa, pudiendo
entonces tomar distintas denominaciones, aunque parece que la de análisis del
discurso es la que domina en la actualidad, aun cuando no se analicen sólo
expresiones típicamente discursivas, orales o escritas. Así, por ejemplo, una
urbanización turística o el centro de una localidad turística también pueden leerse
como un discurso.

11.2. Tipos fundamentales de documentos

La principal división de los documentos, que también es pertinente para la


investigación turística, se establece entre documentos personales y documentos
institucionales.
Puede decirse así que se centran preferentemente en el denominado espacio
privado. Es decir, se trata de comunicaciones que tanto sus emisores, como sus
productores, consideran del ámbito privado y, por lo tanto, con una circulación más
o menos restringida.
En el campo turístico, el ejemplo de este tipo de documentos los tenemos en:
las fotografías tomadas, las películas grabadas, las postales y cartas enviadas o,
con el carácter de lo restringido a unos pocos, el diario escrito durante un viaje.
Todos realizados durante las vacaciones o un viaje turístico.
Estos documentos nos pueden hablar de quien hace el viaje, del propio viaje,
del entorno social alrededor de esta práctica, de los alojamientos, de un determinado
destino turístico, o de lo que ha sido más relevante para los sujetos que han llevado a
cabo el documento.
Los documentos personales tienen la ventaja y atractivo de la relativa
espontaneidad en su producción. Al tratarse de receptores cercanos, son
documentos expresivos, que pueden llegar a poner en contacto con las emociones
de la práctica del turismo.
A través de estos documentos, se obtienen claves sobre las razones que se
encuentran detrás de decisiones, sobre el significado de un viaje turístico, sobre lo
personalmente más relevante del mismo o de unas variaciones. Hay que subrayar
el valor que tienen los diarios de viaje, donde el narrador anota, en el presente, lo
que va sucediendo durante el mismo. Sin embargo, son muy pocas las personas que
los redactan.
Dos argumentos se establecen para contrapesar las ventajas de los
documentos personales que son los siguientes:

1) Las dificultades para el acceso a los mismos los sitúa insertos en el espacio
privado, por lo que se puede encontrar con resistencias de la gente a ofrecerlos.
2) Se suscitan dudas sobre la representatividad de los mismos.

No obstante, el propio hecho de su producción - no todo el mundo escribe


diarios de viajes y, hace algún tiempo, no todo el mundo tomaba fotografías durante
sus viajes – hace pensar en una limitada proyección de su representatividad: el
material no habla de toda la sociedad.
Además, debido al sentimiento de proyección personal, puede que sus
productores o receptores se cuiden de proteger y limitar a la observación aquellos
que dan una imagen menos presentable de sí mismos. Algo que puede soslayarse en
el caso de documentos producidas por personas ya fallecidas. Pero entonces, la
investigación ha de restringirse a tiempos pasados. De hecho tales documentos son
un rico material para la investigación destinada a reconstruir históricamente el
fenómeno turístico.
Tal vinculación con la investigación histórica, que ha de reconocerse en el uso
de los documentos personales, no quiere decir que no pueda utilizarse para estudios
anclados en la actualidad de la realidad turística.
El otro tipo fundamental de documentos lo constituyen los documentos
institucionales. Pueden definirse por oposición a los documentos personales. Se
caracterizan porque en la intención de su producción está exponerlos
públicamente. Se dirigen a un público, por lo tanto, puede decirse que se centren en
el denominado espacio público y están dirigidos a receptores difusos, de los que se
desconoce su identidad concreta.
Las actividades turísticas se encuentran burocratizadas, con lo que tiene esto
de producción de: registros, papeles, certificados. Son los que conforman la mayor
parte de los documentos institucionales. Y una sociedad burocratizada es también
una sociedad del archivo que ordena y guarda esos materiales, haciéndolos
susceptibles de ser observados y analizados.
Pero no es el único material turístico documental dentro de esta categoría.
Adquieren especial relevancia en el campo turístico, los textos publicados, que
pueden dividirse en cinco géneros:

Textos interesados: publicados por organizaciones e instituciones con la


principal intención de producir una imagen de sí mismos al conjunto de la
sociedad. Se trata de textos como las memorias de una empresa, la presentación
de una institución, el anuario de una organización, etc.
Textos publicitarios: producidos con la directa intención de motivar la
demanda. Son anuncios, los materiales textuales que componen la campaña de
un potencial destino turístico, etc.
Textos operativo: denominados así porque están destinados inicialmente a
ayudar al turista en sus decisiones, conformando un material central en la
práctica turística cotidiana. Se trata de: mapas, guías, menús, etc. A pesar de su
carácter operativo, también son huellas de una manera de entender el turismo y
la relación con los turistas, atravesada por la ideología, la cultura y el propio
desarrollo de la práctica turística.
Textos normativos: publicaciones que recogen las normas, ayudas,
nombramientos, creación de instituciones, instrucciones, etc., de carácter
oficial relacionadas con el turismo. La principal fuente es el Boletín Oficial del
Estado o los Boletines Oficiales de cada una de las Comunidades Autónomas.
Se trata de un material valioso para la evaluación de políticas turísticas.
Textos literarios: pueden ser libros centrados en la narración de experiencias
que pueden considerarse, desde algún punto de vista, como turísticas. Es el
caso de los libros de viajes, que constituyen una larga tradición en la literatura
occidental. Pero también pueden ser producciones netamente literarias que
abordan el turismo en algunas de sus páginas. Por ejemplo, en una
investigación que aborde la representación del turismo en la literatura
española de posguerra, de los años del desarrollismo económico o de la
actualidad. Desde el Quijote, a En busca del tiempo perdido o Muerte en
Venecia. Textos y autores que se han convertido también en “argumentos” para
la reconstrucción como destinos turísticos de ciertos espacios. Así podemos
hablar de La Mancha de Cervantes o el París de Victor Hugo.

Importantes son los documentos producidos por los méritos de comunicación


masiva. El análisis de la construcción social de la práctica turística o de destinos
turísticos a través de la información vertida en diarios, revistas, televisión y, en menor
medida, en radio o páginas web de información general constituyen todo un género
de los estudios sobre el turismo. No hay que olvidar la gran capacidad de estos
medios para generar la imagen de las distintas realidades sociales.
A diferencia de otros tipos de documentos señalados, los documentos en
medios masivos son de relativo fácil acceso. Además, los medios escritos (diarios,
revistas) se suelen encontrar en hemerotecas y, en soportes digitales. Pero incluso los
mensajes en los medios audiovisuales pueden grabarse, para un análisis posterior. Por
el contrario, queda difuminado el perfil de los receptores. En especial cuando se
acude a los medios más generalistas y de mayor audiencia.
Las estrategias de investigación a través de medios de comunicación masiva
son varias. La opción por los medios generalistas puede ser útil para el análisis del
conjunto de la publicidad turística en un período determinado. Es la que llega a un
mayor número de personas y, la que mayor incidencia puede tener a la hora de la
construcción de la imagen del fenómeno turístico en una sociedad.
También puede optarse por centrar el análisis en medios de comunicación
especializados. Por ejemplo, una revista sobre turismo, los cuadernillos sobre
turismo que incluyen algunos diarios o un canal temático sobre turismo. Cuando se
trabaja tales materiales, los objetivos de la investigación suelen estar centrados en
la propia construcción que se hace del fenómeno turístico en su conjunto.
Como la realidad social nunca deja de ser compleja y se encuentra con
dificultades para integrar a algunos nuevos documentos. Se trata de las aportaciones
que del turismo pueden encontrarse en ese mundo digital que genera documentos y
mensajes que se encuentran entre lo personal y lo institucional, entre lo particular y lo
masivo. Es lo que ocurre con las páginas personales en la web.
Otros ejemplos de posibilidades de estudio en Internet se encuentran en
análisis de los comentarios que hacen los turistas en determinadas páginas sobre
sus experiencias viajeras y turísticas, los blogs específicamente dedicados al
turismo, etc. Materiales documentales a los que cabe atribuir una notable
representatividad social, aun cuando de difícil control y diseño.

11.3. Análisis de contenido y análisis de discurso

El uso de documentos en la investigación social permite perspectivas


distintas tanto cuantitativa como cualitativa. Perspectivas que constituyen la
principal tipología de análisis de documentos. Cuando se opta por la perspectiva
cuantitativa, se realiza lo que se denomina análisis de contenido.
Por el otro lado, se deja el denominado análisis de discursos como categoría
que engloba buena parte de la perspectiva cualitativa aplicada al estudio de
documentos. También pueden aplicarse al estudio de materiales producidos por la
propia investigación transcripción de entrevistas, grupos de discursión, etc.
A través del análisis de contenido, una gran cantidad de materia textual
(palabras) es reducida a pocas categorías. Tal material queda codificada en pocos
elementos.
Así puede clasificarse el párrafo de una determinada información sobre un
posible destino turístico en, por ejemplo, una de las siguientes cinco categorías:
lugar interesante, lugar divertido, lugar tranquilo, paisajes especiales, buenos
precios.
Pero esta es la lógica del análisis de contenido: distribuir todo el material
informativo seleccionado y acumulado, en este caso (el contenido en cualquier
caso), por las categorías propuestas. Al final, se obtiene la frecuencia o el número de
elementos (unidades informativas diseñadas) que tiene cada valor o categoría de la
variable propuesta.
En cualquier caso, conviene que cada material sea codificado, asignado a las
distintas categorías, por diversos jueces o codificadores. Pero tal vez sea más
conveniente ir, paso por paso en el análisis de contenido:

1. Definir el universo de material documental. Por ejemplo: los tres diarios con
más lectores de ámbito nacional durante los últimos cinco años.
2. Diseñar la muestra documental que se va a analizar. Hay que tener en
cuenta que pocas veces es posible analizar el total del universo señalado como
objeto de la investigación, dado su gran volumen.
3. Definición de las unidades básicas que se van a recoger: palabras, frases,
párrafos, unidades textuales enteres (editoriales, crónicas, reportajes, etc., en
un diario, por ejemplo).
4. Definición de las categorías y, por lo tanto, de las variables. Hay que
recordar que las categorías o valores, dentro de las variables, han de ser
excluyentes entre sí.
5. Testar el código que se va a utilizar o conjunto de variables, con sus
categorías. Para ello, se utiliza una pequeña muestra del material documental
sobre el que se va a utilizar.
6. Revisar, en su caso, de las formas de establecer las categorías al material
documental.
7. Volver a testar el nuevo código y, si surgen nuevas dudas, realizar otra
revisión.
8. Aplicar el código a todo el material documental.
9. Establecer (contar) las frecuencias (palabras, frases, párrafos, etc., según
la unidad de análisis utilizada) en que el contenido se encuentra en cada
una de las categorías establecidas. Cuando se trata de material audiovisual,
puede optarse por unidades temporales, como los segundos o minutos de
emisión.
10.Analizar los resultados, Análisis que nos conduce directamente a la
utilización referencial de la estadística y sus posibilidades.

El análisis del discurso, lo que busca es el sentido de lo que se cuenta: del


material utilizado. El estructuralismo ha aportado un método: el análisis estructural
de discursos. Aporta un procedimiento, por la búsqueda del sentido de los textos.
Pero no puede considerarse el único.
Las unidades en el análisis de discurso son de sentido. Son unidades de sentido,
que pueden recoger elementos de muy distintas características. Lo que muestre un
sentido único.
11.4. Las huellas de turismo como documento

Si los documentos son realmente huellas simbólicas de una actividad


recogidas en soportes específicos, la práctica del turismo, como cualquier otra
actividad, deja huellas. Se las denomina huellas físicas: señales que deja el
hombre en su actuar. Porque hay que tener en cuenta que la gran diferencia entre
los documentos y las denominadas huellas físicas se encuentra en que los primeros
se realizaron con la explícita intención de producir significado. No son parte de un
acto de comunicación. Es el receptor el que convierte un elemento físico en algo con
significado: en algo que dice cosas sobre las características de una sociedad o un
comportamiento. Entonces, se convierte en un documento material.
Desde hace unos años, las huellas materiales quedan clasificadas entre huellas
de erosión y huellas de acumulación o incremento. Las primeras vienen definidas
por el hecho de que la actividad humana desgasta soportes físicos. Por ejemplo y
dentro de las prácticas turísticas, puede llegar a establecerse el distinto grado de
popularidad de las salas de un museo o de la planta baja de un hotel por el
desgaste que producen en el suelo.
Las huellas de incremento son las que mayor número de estudios han
recibido, dado que suelen constituir un material de más fácil acceso y registro.
Vienen definidas por el incremento de determinado material producido por la
actividad humana. El ejemplo más característico se encuentra alrededor de la
basura. La basura nos denuncia. La basura de los hogares habla del consumo y, en
definitiva, del tipo de hogar de los que ahí viven. La basura en la playa, por su
cantidad y características, nos puede hablar de la identidad social de quienes allí
han estado.
Aun cuando ha sido la más utilizada, la basura no es la única concreción de
las huellas de incremento. Es más, la cantidad de postales recogidas, para su envío,
por la oficina postal de la localidad podría convertirse en indicador de la actividad
turística en tal destino.
No obstante, hay que advertir que las huellas de incremento pueden ser tanto
indicadoras de actividad como de su opuesto, de falta de actividad. Piénsese que,
por ejemplo, la acumulación de polvo en una determinada estancia es precisamente
indicadora de tal falta de actividad. Sobre todo, de falta de actividad de limpieza.

11.5. El futuro del uso de documentos en la investigación turísticas

Si se tiene en cuenta su potencial, hay que reconocer que la investigación


turística ha hecho escaso uso de los documentos. En buena medida, tal situación
se encuentra relacionada con el papel de la investigación dentro del campo
turístico. Hay que tener en cuenta que una parte importante de la producción de
investigación tiene por objetivo certificar el número de turistas y sus principales
actividades.
Sin embargo, la mayor parte de la investigación con documentos, se dirige a
la comprensión del sentido de la actividad turística. Incluso el análisis de contenido
puede proyectarse como búsqueda del sentido que adquiere un signo turístico en
una determinada sociedad de receptores mediáticos.
Por otro lado, no puede dejar de subrayarse que la investigación mediante
documentos, tiene la gran ventaja de su relativo bajo coste económico. Se
convierten así en una vía de acceso a la investigación de este campo por parte de
jóvenes investigadores.
Dejando a un lado las específicas capacidades del investigador, Internet está
destinado a convertirse en una inmensa fuente de documentos para el estudio del
turismo: desde documentos institucionales (medios especializados en turismo en la
red, sites de empresas turísticas, hoteles o destinos turísticos, etc.) hasta
documentos donde cabe la expresión de los deseos, expectativas y demandas de los
viajeros y turistas.
Por último, señalar que el uso de documentos en la investigación turística
no sólo posibilita una fuente, más o menos complementaria, de información sobre
lo que es el turismo.
Tiende a exigir una concepción más amplia, completa, panorámica y
abarcadora del objeto de investigación turística. Una forma de mirar que parece
apropiada cuando se abordan estudios sobre, por ejemplo, transformaciones de
ciudades o localidades turísticas, o del propio paisaje de un determinado destino
turístico. Por no mencionar su necesaria aportación al estudio de las
transformaciones del propio turismo en las sociedades actuales.
CAPÍTULO XII
ANÁLISIS
DE IMÁGENES

12.1. Introducción

Empecemos este capítulo por un fragmento de la justamente celebrada novela


99 Francs, de Beigbeder: “La segunda noche, el maestro de ceremonias había
organizado una expedición a la sabana. Objetivo: hacer creer a los empleados con
contrato indefinido que verían el país y podrían evadirse de su lujosa prisión. Pero,
claro, nada más lejos de la realidad: transportados en 4 X 4 hasta la orilla del lago
Rosa para asistir a un espectáculo de danza africana seguido de un típico asado de
cordero, no iban a poder ver nada auténtico. La excursión tendría como única
finalidad comprobar que el paisaje se parecía realmente al folleto suministrado por
el Tour Operador. El turismo trasforma al viajero en controlador, al descubrimiento
en comprobación, la sorpresa en localización, al trotamundos en Santo Tomás”.
Alguna tan estimulante como la que sitúa al turismo al frente de la obsesión
de la modernidad occidental por la autenticidad. Sin embargo, centrémonos en la
parte de la reflexión en la que se sitúa a la imagen turística por delante y como
motor de la actividad turística.
Tal vez sea un fenómeno de un carácter más general, propio del conjunto de la
sociedad de consumo en la que vivimos, en la que al consumidor apenas le queda
otro papel que adquirir el producto y controlar y comprobar lo que dice la
publicidad.
El folleto que está formado por imágenes, es un generador de mundos
atractivos y motivaciones para su receptor, pero, a la vez, un compromiso entre su
emisor y su receptor. Desde esta segunda dimensión, toda imagen de promoción
turística ha de partir de una realidad existente.
Es decir, va a tener la oportunidad de decir algo parecido a: “esto no es lo que
aparecía en la imagen”, ya sea encuentre esta imagen en un folleto, en un reportaje
televisivo, en una valla publicitaria o en cualquier otro soporte. Pero desde el lado
de la investigación social. Lo que interesa es la línea de connotaciones o
significados secundarios que produce y evoca en sus receptores porque la imagen
(signo icónico o plástico físico-material) produce imágenes (mentales, podríamos
decir) sobre el lugar referido en los receptores, que pueden motivar o desmotivar al
potencial turista, usuario o visitante. Imágenes que producen turistas.
Todo es imagen. Es decir, es susceptible de convertirse en signo. Pero al
referirnos aquí a la imagen. Aquí, hemos optado por definir como imagen el signo
presente (A) de otra cosa ausente (B), de manera que existe una relación, más o
menos analógica (de parecido) entre signo y cosa (entre A y B), que podemos llamar
como relación de iconicidad.
La relación entre imagen y turismo puede calificarse de sociológicamente
esencial. Así, la extensión del uso popular de la fotografía y de la práctica del
turismo por amplias capas de la sociedad puede entenderse como única.
Imágenes que fijan una relación con el turismo y una práctica del turismo,
incluso de la identidad del turismo, que inclina a una relación con la imagen: la
imagen de sí mismo entre imágenes mil veces vistas.
Se hace turismo para hacer fotografías y se hacen fotografías para mostrar
que se ha hecho turismo. La imagen turística como una forma de estar en el
mundo, ya sea de los destinos o de los individuos. De hecho, no es casual que uno
de los mejores libros sobre el turismo -The Tourist Gaze, de John Urry- señale que
la forma de relacionarse los sujetos con el entorno en las sociedades avanzadas
tenga mucho de la forma distante y descomprometida con que el turista se relaciona
con los entornos que visita, reduciéndolos a simple imagen. Nuestra forma de estar
en el mundo está dominada por la mirada del turista.
Una relación entre imagen y turismo que puede convertirse en relevante
fuente de información para la investigación del turismo.
Una imagen es, la representación de algo. Pero aquí nos quedamos con la
dimensión icónica de la imagen. Desde tal perspectiva, podría decirse que lo
imaginario se corresponde con lo visual. Pero vaya por delante la consideración de
que lo imaginario llega a nosotros fundamentalmente a través de la vista, lo que
permite centrarnos en la imagen como signo visual.
Así, la representación fotográfica de una playa mantiene una continuidad
inmediata, analógica, con lo que podríamos considerar la playa real. Por ello,
podemos fácilmente reconocerla. Por esa capacidad de inmediatez, la iconocidad
tiene una notable eficacia comunicativa de la misma. Desde su directa relación con
lo representado, se dice de la imagen que es un signo motivado. Algo significado en
el dicho: “una imagen vale más que mil palabras”.
Casi siempre, se tiene la sensación de que una imagen dice más de lo que
pueda leerse en ella. Produce una cadena de connotaciones que podría llevarnos al
infinito.
Sin embargo, el papel del análisis de imágenes es precisamente fijar los
significados preferentes que tiene o puede tener una imagen. Así, en una imagen
publicitaria de un destino turístico, el análisis al servicio de la campaña estará
destinado a que los receptores entiendan sólo lo que tienen que entender.
La imagen y lo imaginario se suele concebir como lo no real. Pero conviene
distanciarse de apreciación tan común para trabajar como investigador. En primer
lugar porque, aunque sea una realidad que está en lugar de otra realidad, la imagen
es real. Forma parte de la realidad. Pero, además y en especial, porque las
imágenes son reales en sus efectos. Ayudan a producir la demanda, como ocurre
con las imágenes publicitarias. Colaboran en la percepción que la gente tiene de,
por ejemplo, un destino turístico.
Desde la perspectiva de la investigación, el análisis de imágenes forma parte
del análisis de documentos. De hecho, se trata de un documento con una
particularidad formal especial. Una particularidad que hace un poco más complicado
el trabajo de análisis. Pero nada más.
Entre las ventajas, cabe volver a subrayar: la ausencia de reactividad: el
coste monetario reducido y las amplias posibilidades que se ofrecen para el
análisis diacrónico.
Como elemento central del diseño de investigación, el uso de imágenes
también tiene limitaciones. De aquí la importancia que se da a la construcción del
corpus o muestra de elementos y a la reflexión sobre las decisiones y circunstancias
que llevaron a la producción y circulación de las imágenes.
El uso de imágenes puede ocupar distintos lugares en la investigación y en
diferentes tipos de investigación. Es, entonces, cuando cabe hablar de análisis de
imágenes.
También puede usarse la fotografía como apoyo a la investigación. Por
ejemplo, en el entorno de una encuesta mediante cuestionario estandarizado, se
proponen varias imágenes, que podrían representar distintos modelos turísticos, para
que los encuestados seleccionen una o las ordenen según sus preferencias. En este
ejemplo, el análisis de tales imágenes tiene un carácter más complementario,
destinado principalmente a la interpretación de las elecciones de la gente.

12.2. Las dos vías para la investigación de la imagen

Para el estudio de una imagen turística puede tomarse una de las siguientes
vías, que han de considerarse como complementarias. Nos apoyaremos en un
ejemplo: una Comunidad Autónoma ha decidido que va a centrar su promoción
turística en un popular cantante, muy conocido en el conjunto del territorio español.
Con una determinada imagen del mismo, se harán inserciones publicitarias en
prensa y vallas.
1) Una de la vías puede consistir en sondear entre un perfil de la población
que corresponda al del turista o visitante potencial de las restantes Comunidades
Autónomas cómo se recibe tal imagen. Es decir, qué cadena de connotaciones
provoca entre tales receptores y cómo éstas se vinculan con la motivación
turística. Para tal vía, lo habitual es diseñar una investigación -denominados
estudios pre-test en la medida que el sondeo es previo a la puesta en circulación de
las imágenes en particular y de la campaña publicitaria en general- a partir de
entrevistas en profundidad o grupos de discusión, prácticas de investigación cuyo
desarrollo se ve en otra parte de este manual. Ésta es la vía que puede considerarse
emic, en la medida que se fundamenta en el propio sentido que da la gente al
fenómeno social abordado, aun cuando en este caso tal fenómeno se reduzca a una
imagen.
Esta vía de investigación se justifica por la multiplicidad de significados que
es capaz de generar una imagen. Así, la imagen de la playa del Sardinero puede
leerse como: la playa del Sardinero (reconocida), otra playa de nombre distinto
(falso reconocimiento, tal vez por un error inducido).
El estudio puede tener por finalidad establecer la relación entre este amplio y
abierto código de las imágenes y el relativamente reducido código de la publicidad
turística: invita a ir o a no invita a ir.
2) La otra vía consiste en analizar la imagen, es decir, observar
separadamente cada uno de los elementos de la misma. Por lo tanto, partimos de
un objetivo global. De una síntesis. La primera escisión que realizamos es entre
elementos que pueden considerarse puramente icónicos y los elementos verbales:
frases, eslóganes, etc., que además de su significado no hay que olvidar que son
componentes materiales. Es decir, sus “letras” también constituyen imágenes con:
un cuerpo o tamaño de letra, un tipo de letra, un color del soporte material (tinta o
similar), etc. La combinación de estos elementos puede dar resultados muy diversos.
Quizás, en el momento en que se desee emitir la campaña convenga un
mensaje que signifique seriedad, con su derivación en sensación de compromiso y
generación de confianza. Los ejemplos pueden llevarse hasta el infinito jugando con
estos pocos elementos.
Por cierto, cabe jugar con otros elementos del mensaje lingüístico, como: la
utilización de varios tipos, cuerpos y colores de letra; dar más o menos sensación de
“grosor”, “movimiento”, etc. a las mismas o la propia situación del mensaje o los
mensajes lingüísticos dentro del conjunto.
Recordemos al lector que, en el ejemplo que se sigue, nuestra imagen
principal es la de una figura, una persona, aun cuando habría que decir que se trata
de un personaje. Pues bien, piénsese ahora en las decisiones que hay que tomar y
los posibles significados que pueden producir tales decisiones:

• La pose de la persona: frontal, perfil, de espadas, medio perfil,


sentada, tumbada, de pie, firme, brazos extendidos, andando, relajada, etc.
Cada cultura tiene una manera de interpretar tales posiciones.
• El tipo de plano: distante, entero, tres cuartos, primer plano (cara, en
las personas), fragmento de primer plano (fragmento de cara). Una distancia
del personaje que tiende a leerse como distancia con respecto al mensaje “que
dice”, que se le atribuye. Así, un primer plano en un mensaje publicitario es
una especie de invitación a pasar al “interior” del protagonista. Si se pone así
el personaje, puede pensarse que “por algo será”. Y, así, pueden seguir
haciéndose reflexiones en la producción y anotaciones en su investigación y
análisis.
• Perspectiva: paralela, picado (desde arriba), contrapicado (desde
abajo). Hay que tener en cuenta que una imagen desde arriba (picado) da
autoridad al receptor. Todo lo contrario ocurre si se opta por un plano en
contrapicado (desde abajo), pues a la imagen se la dota de cierta autoridad, la
de alguien que nos habla desde arriba.
• Los colores que se utilizan tienden a convertirse en símbolos. Por
ejemplo, en la notable inversión que supone para las grandes marcas globales
actuales el uniformizar sus elementos externos con un color dominante, para
conseguir de los consumidores la vinculación entre color y marca o
corporación. Los colores que se utilizan en una campaña publicitaria o
propagandística son todo menos inocentes. Y ya sabemos que unos colores
connotan alegría; otros, seriedad; otros dinamismo e incluso algunas
variedades de la gama cromática llegan a simbolizar géneros en algunas
culturas.
• El brillo de la imagen es otro de los orígenes de significado. Casi
todos sabemos lo que puede llegar a significar una imagen demasiado
apagada (tristeza, realismo, etc.) o demasiado brillante (artificialidad,
falsedad, etc.). La articulación de todos estos aspectos de una imagen es
susceptible de análisis para intentar captar el sentido de la imagen. Pueden
denominarse los sentidos de producción del icono seleccionado. Ahora bien,
no ha de olvidarse que uno de los primeros objetos de la observación ha de
consistir en el propio mensaje icónico seleccionado: en buscar el sentido a la
selección del mensaje icónico. Desde este punto de vista, hay que tener en
cuenta que el análisis de una única imagen -un único signo visual- tiende a
consistir en sólo una -mínima- parte de la investigación, pues ésta vuelca la
observación sobre un conjunto de imágenes llamado corpus.

El análisis de la imagen es el de sus elementos, con la finalidad de fijar el


sentido del mensaje icónico. Por lo tanto:

1. Todo análisis de mensajes icónicos termina reduciendo la imagen a discurso


o, lo que es lo mismo, el lenguaje visual en lenguaje verbal.
2. Se constituye en un problema, a resolver por la propia práctica del análisis,
la ordenación de los distintos elementos y dimensiones que constituyen el
mensaje visual.

Para la ordenación del análisis, es pertinente su división en niveles:

• El nivel de la figura. Es el más rico para el análisis. Aun cuando existe una
comprensión inmediata de lo que es una figura, no es fácil su definición. De
hecho, puede definirse como figura la que se reconoce como tal. La figura y
figura (de algún objeto o referente) que reconocemos. La figura es, así, una
entidad reconocible. Un nivel, el de la figura, que, a su vez, puede estar
incluido en supraentidades o suprafiguras: conjunto de figuras. Ejemplos de
estas supraentidades que engloban la figura son: una familia, un grupo de
amigos, una banda de posibles figuras humanas. A su vez, tal entidad puede
englobar subentidades o figuras que son también reconocibles: cabeza, cara,
piernas de figuras humanas. Es principalmente en las subentidades donde se
establecen las marcas, que nos permiten reconocer de una manera determinada
-calificada- a la figura, adjudicándola a un tipo. Así, determinada vestimenta
adjudica la figura al tipo de, por ejemplo: los bomberos, los futbolistas, los
turistas. Del mismo modo, unos rasgos (marcas) en la cara (nariz, ojos)
posibilita la adjudicación aproximada a un grupo (tipo) étnico, que facilita la
identificación de la figura con un lugar y una cultura: nariz prolongada con los
franceses, ojos rasgados con los asiáticos. Otro ejemplo, marcas (ojos, nariz,
labios, pómulos, etc.) en una figura de cara femenina permite clasificar ésta
entre los tipos: anciana, sensual, joven e, incluso una especie de inexistente
tipo del no-tipo: como mujer “normal”. En el nivel de la figura, el uso del
color cobra también especial relevancia, susceptible de ser convertido en marca
y, por lo tanto, en instrumento que transforma la figura en un tipo. Por
ejemplo, en: el gris en un traje masculino, el negro de unos zapatos femeninos.
• El nivel del texto: cuya materialidad visual ha sido referida más arriba: tipo de
letra, tamaño del cuerpo, color. En cuanto a su contenido, hay que tener en
cuenta reducir las amplias posibilidades de interpretación de la imagen. El
texto tiene por misión cerrar el significado del conjunto del mensaje visual. De
lo contrario, éste puede decir mucho. Tal vez tanto que, termine por no fijar
significado alguno. Aun cuando es poco frecuente en los mensajes
publicitarios, ha de recordarse que no todo mensaje visual requiere texto; ni,
por supuesto, la producción y circulación de imágenes turísticas se reduce a las
presentes en la publicidad.
• El nivel del fondo: a diferencia de la figura, el fondo se define como lo
indiferenciado del mensaje icónico, lo que carece de límites o, con mayor
precisión, lo que no tiene otro límite que el marco del soporte del mensaje
visual. Puede tratarse de fondos prefigurativos: paisajes, objetos, paredes, etc.;
o fondos sin referencia inmediata alguna, definidos casi exclusivamente por el
color. Como dice el título de una obra de Miguel Delibes, el fondo es un
ambiente que termina imponiéndose: Mujer de rojo sobre fondo gris.

Estos niveles se encuentran, a su vez, en relación. La separación de los mismos


sólo es una medida necesaria para el análisis. Cada uno de estos niveles, componen
un código (un sistema de significado propio).
Un análisis que requiere enfrentarse, por lo tanto, a la relación entre niveles.
Así, tendrá que hacerlo a la relación:

– Entre figura y fondo, que nos habla de la profundidad del campo: pero que,
sobre todo, establece los significados de proximidad-distancia e identidad.
– Entre figura y texto. Las variedades de significación son amplias; pero las
más generales: texto (palabras) atribuible a la figura o figuras (relación
expresiva), texto atribuible a un tercero (institución emisora) que describe
la figura o figuras (relación descriptiva), y palabras de tercero sin
vinculación directa con la figura (relación distante).
– Entre texto y fondo, donde no sólo se establece el grado de legibilidad del
texto, sino que también pueden producirse significados a través de:
A) La ubicación del texto con relación al fondo, que es casi
como decir -aunque esto no siempre ha de cumplirse- la situación
del texto en el conjunto del mensaje.
B) El grado de superposición del texto sobre el fondo, en la que
están implicados tamaño y tipo de letra.
C) La utilización de elementos que unan o separen el texto del
fondo: uso de recuadros, globos como en el lenguaje de los
cómics, etc.
12.3. El análisis de imágenes en la investigación social

Puede decirse que la investigación social comienza con el diseño del corpus:
con la definición del material que va a formar parte de la muestra que se va a analizar.
Manteniéndonos en el ejemplo anterior -campaña promocional turística de una
Comunidad Autónoma- este análisis puede estar incluido en:

• Un estudio de las imágenes de promoción utilizadas por todas las


Comunidades Autónomas españolas durante el año 2007. Este corpus, a su
vez, puede estar extendido a todos los soportes posibles de imagen (vallas
publicitarias, inserciones en diarios, inserciones en revistas, televisión,
internet, etc.) o seleccionar uno o varios de estos soportes, siendo aconsejable
hacerlo por los de mayor cantidad de receptores.
• Un estudio de las imágenes promocionales utilizadas por la misma Comunidad
Autónoma a lo largo de una serie de años o temporadas. Al igual que en el
tipo de estudio anterior, puede optarse por todos los soportes posibles o por
una selección de los mismos.

Todas las dimensiones analíticas anteriores (tipo de plano, colores, etc.) habría
que tenerlas ahora en cuenta como una especie de rasgos de las imágenes, es decir,
como variables de las imágenes, utilizando el lenguaje propio de la metodología. Así,
el color de la imagen puede constituirse en una o varias variables, según se decida en
la investigación. Por ejemplo, puede decidirse una variable para el color dominante
en la imagen, reservando para una variable con múltiple selección para cada
aplicación, para el resto de colores.
Pues bien, el mismo proceso ha de darse con respecto al brillo, los tipos de
plano, fondo, etc., siempre que se decida que son susceptibles de ser convertidas en
variables para la investigación y que, por lo tanto, la comparación entre las imágenes
de distintas unidades tomando en cuenta tales características nos dé información para
interpretar.
En la caracterización de la imagen, para su posible comparación con las
imágenes utilizadas por otras Comunidades Autónomas. Se trata de la propia
caracterización de la figura para su posterior clasificación. Dificultad que viene dada
porque, aparece como un intento de clasificar toda la realidad posible, ya que toda
realidad -material o producto de la imaginación- es susceptible de ser convertida en
figura.
Situándonos en campañas turísticas de países, regiones, Comunidades
Autónomas o ciudades, los elementos más distintos de sus respectivas realidades
(paisajes, monumentos, personajes, historia, bandera, autoridades, etc.) podrán ser
seleccionados para formar parte de las mismas. Por otro lado, elementos que, además
de su más inmediato significado, lo que Barthes denomina denotación en sus
Elementos de semiología, arrastran connotaciones o segundos significados en el
mundo o sistema de los valores. Por esto, se recomienda una doble codificación.
La primera línea de clasificación va a atender a ese significado segundo. En
principio pensarse en una variable abierta -dispuesta a recoger toda la multiplicidad
de valores posibles- pero lo más seguro es que pronto se concentrase en los valores
señalados, pudiéndose cerrar alrededor de los mismos, dejándola sólo semiabierta con
una categoría disponible para las frecuencias mínimas, como un “otros valores”.
¿Cómo se atribuye un valor de la variable connotaciones a la imagen
estudiada?. En algunos casos, la atribución puede ser sencilla. Por ejemplo, en las
imágenes que evocan naturaleza. Pero, otras, tal vez no lo sea tanto. Por ello,
conviene que la atribución sea realizada por un conjunto de jueces. En previsión de
tales casos, puede optarse por una de las siguientes soluciones:
A) Optar por la atribución hecha por la mayoría de jueces, para lo que
suele convenir que el número de los mismos sea impar y, así, evitar al mínimo los
posibles empates.
B) Establecer una categoría en la variable que significase tal dificultad
de atribución, como algo parecido a “valor sin definir”.
C) Conjugando las dos opciones anteriores, de manera que cuando no
existe una mayoría cualitativamente importante de jueces que se inclinan por la
misma atribución, haya que utilizar la categoría previamente señalada para recoger tal
situación de dificultad de atribución. De esta manera, la variable, ya codificada,
podría quedar de una manera semejante a la siguiente:

Valor resaltado en la imagen:


– Naturaleza
– Tradición
– Monumentalidad
– Entretenimiento y diversión
– Historia
– Gastronomía
– Afabilidad
– Otro
– Sin definir claramente
La segunda línea de clasificación se centra sobre el “objeto” de realidad
representado en la imagen, En cualquier caso, poco a poco se cerraría la variedad de
categorías de imágenes utilizadas, con valores como, por ejemplo: monumento,
playa, costumbres, personaje, paisaje (a su vez, subdivide en mar, montaña, lago, río,
etc.), deportes, espectáculo, calles, edificios, edificio simbólico (subdivide en museo,
ayuntamiento, Universidad, etc.), exposición de arte, festival (cine, danza, música),
etc.
A partir del establecimiento de las variables y su codificación, ya sería posible
establecer un análisis a partir de las frecuencias. Es decir, de las repeticiones de una
misma categoría en el conjunto o parte del conjunto, si el número de unidades del
corpus fuese suficientemente amplio. Procedimientos que, en cualquier caso, ya nos
llevaría al análisis estadístico.
12.4. La imagen en soportes audiovisuales

Hasta ahora, la explicación se ha centrado especialmente en soportes fijos de la


imagen, como una valla publicitaria o un anuncio insertado en prensa. Pero cabría
presentar un mínimo de aclaraciones para cuando el análisis de la imagen ha de verse
con imágenes en secuencia, con “imágenes en movimiento”, como ocurre cuando el
corpus está formado por anuncios o programas televisivos o reportajes
cinematográficos. Entonces, el análisis se complica algo más.
La imagen continua se transforma en discontinua. Son dos las vías para tal
fijación:
1. Por un lado, la fragmentación del conjunto visual (programa, película,
anuncio, etc.) en unidades de duración, temporales, asequibles, en
secuencias mínimas, que tienden a convertirse en una especie de “unidades
estáticas de imágenes en movimiento”, las cuales se analizarían
separadamente, como “unidades-fotográficas-fotogramas” individuales.
En principio, se desintegra el carácter secuencial de estas imágenes. Claro está,
el conjunto del mensaje (anuncio, película, etc.) pasa a ser caracterizado por la
suma de estos fragmentos temporales en una doble dirección: como un todo
que articula tal suma de fragmentos y como una entidad con duración, de
manera que, por ejemplo, no es lo mismo un anuncio-mensaje de quince
segundos que uno de treinta o más segundos de duración. Es decir, la propia
duración es uno de los rasgos del mensaje.
2. El otro procedimiento de “fijación” tiene que ver con aquellos
componentes del mensaje que no pueden considerarse puramente icónicos,
como ocurre con la música o las propias expresiones verbales, que en el
material audiovisual pueden tomar la característica de expresiones en
imagen, cuando el emisor (real o supuesto, pues piénsese en un doblaje o
en el conocido play back) de esa parte sonora aparece en la imagen
(personaje, presentador, músico interpretando la composición que se oye),
o de sonido (voz, música) en off, cuando los emisores no aparecen en la
imagen. En todos los casos, se hace necesario registrar tales mensajes sonoros,
estableciendo las categorías apropiadas para ellos y pudiéndose partir de las
referidas en las relaciones entre texto, por un lado, y figura y fondo, por otro
lado, aun cuando se introducen nuevas dimensiones, como tono o ritmo.

12.5. Propuestas prácticas

El objetivo de motivar al lector a la realización de investigación sobre


imágenes turísticas nos ha llevado a:

– Renunciar a la utilización del lenguaje altamente especializado del análisis


de imágenes.
– Centrarnos en la retórica publicitaria del turismo; pero, como se ha dicho,
no es el único soporte en el que se unen imagen y turismo.
La introducción a la práctica del análisis de la imagen turística ha de seguirse
ahora con la propia práctica del análisis. Por ello, se propone la realización de dos
prácticas distintas, entre sí y del campo de la retórica publicitaria.
(Revisar páginas 210-211)
BLOQUE V
LA INVESTIGACIÓN
APLICADA AL TURISMO

CAPÍTULO XIII
MARCO CONCEPTUAL
Y DIMENSIÓN DEL TURISMO

13.1. Introducción

El turismo es un sector económico de gran magnitud desde cualquier ángulo


por el que se analice, el turismo internacional se ha multiplicado por 32. Sin
embargo, no se analiza y evalúa de forma homogénea y universal; es más hasta
hace pocos años, era un sector al que se le concedía una prioridad baja.
¿Qué ha impedido a los científicos investigar más la actividad turística?.
Quizás haya influido la dificultad implícita para entender y evaluar un sector en el
que es el consumidor quien se desplaza a buscar el producto, y no a la inversa como
ocurre en la mayoría de los sectores económicos.
Desde 1994 se cuenta con un marco conceptual y unos procesos estadísticos
uniformes y fiables para evaluar el turismo y su efecto en la economía nacional. Es la
propuesta que la Organización Mundial del Turismo ha formulado para superar para
siempre la falta de conocimiento y reconocimiento a este sector.

13.2. Entender y cuantificar el turismo

Durante décadas se ha tratado de establecer unas definiciones que permitiesen


cuantificar tanto el turismo interno como el turismo internacional de forma fiable.
La Conferencia de la Naciones Unidas sobre el Turismo y los Viajes
Internacionales (Roma 1963), recomendó la siguiente definición de la expresión
visitante: “A los fines estadísticos, la expresión “visitante” denota una persona que
visita un país diferente de aquel en el cual tiene de ordinario su residencia, con fines
distintos del de ejercer una ocupación remunerada en el mismo país que visita.
Esta definición comprende:

• Turistas: visitantes temporales que permanecen al menos 24 horas en el


país que visitan; las finalidades de su viaje pueden clasificarse del
siguiente modo:

A) Placer: distracción, vacaciones, salud, instrucción, religión y


deporte.
B) Negocios, familia, misiones y reuniones.

• Excursionista: visitantes que permanecen menos de 24 horas en el país


que visitan (incluidos los visitantes que realizan cruceros).
Desde entonces el sector se ha hecho más complejo, integrado y sobre todo
más importante en el proceso de desarrollo de muchos países. Por otra parte, esas
definiciones no se ajustaban a las exigencias del Sistema de Contabilidad Nacional, lo
cual impedía la inserción en la contabilidad nacional.
Por todo ello, se requería un nuevo marco conceptual. El actual se basa en las
Recomendaciones sobre Estadísticas del Turismo, elaboradas por la OMT y las
Naciones Unidas (1994) así como en las Resoluciones de la Conferencia
Internacional sobre Estadísticas de Viajes y Turismo (Canadá, 1991).

CONCEPTO DE TURISMO: EL MARCO CONCEPTUAL VIGENTE

El turismo comprende “las actividades que realizan las personas durante sus
viajes y estancias en lugares distintos al de su entorno habitual, por un período de
tiempo consecutivo inferior a un año con fines de ocio, por negocios y otros
motivos”.
El “turismo” incluye a los “turistas” (visitantes que pernoctan) y a los
visitantes del día (excursionistas).

Unidades básicas del turismo


Unidades básicas de la demanda

La definición general del viajero es: “toda persona que se desplaza entre dos o
más países distintos o entre dos o más lugares dentro de su país de residencia
habitual”.
Se define al viajero internacional como: “toda persona que se desplaza fuera
de su propio país de residencia (cualquiera que sea el motivo del viaje y utilizando
cualquier medio de transporte, incluso a pie)”. Se define al viajero interno como toda
persona que se desplaza dentro de su propio país de residencia (cualquiera que sea el
motivo del viaje y utilizando cualquier medio de transporte incluso a pie)”.
El término visitante es el concepto básico para el conjunto del sistema de
estadísticas del turismo. La expresión “visitante” se divide además en dos categorías:
“turistas (visitantes que pernoctan)” y “visitantes del día (excursionistas)”.
El concepto visitante designa a “toda persona que se desplaza a un lugar
distinto al de su entorno habitual, por una duración inferior a doce meses, y cuya
finalidad principal del viaje no es la de ejercer una actividad que se remunere en el
lugar visitado”. Las notas conceptuales básicas son:

a) debe haber un desplazamiento o viaje de la persona a un lugar distinto al


de su entorno habitual.
b) la estancia en el lugar visitado no debería ser superior a doce meses
consecutivos.
c) el motivo principal de la visita debería ser distinto al de ejercer una
actividad que se remunere en el lugar visitado, lo que excluye los movimientos
migratorios de carácter laboral.
Visitante internacional designa a “toda persona que viaja, por un período no
superior a doce meses, a un país distinto de aquel en el que tiene su residencia
habitual, pero fuera de su entorno habitual y cuyo motivo principal de la visita no es
el de ejercer una actividad que se remunere en el país visitado”. Los visitantes
internacionales incluyen:

• Turista: un visitante que permanece una noche por lo menos en un


medio de alojamiento colectivo o privado en el país visitado y,
• Visitantes del día (excursionistas): un visitante que no pernocta en un
medio de alojamiento colectivo o privado del país visitado.

Visitante interno designa a: toda persona que reside en un país y que viaja, por
una duración no superior a doce meses, a un lugar dentro del país pero distinto al de
su entorno habitual, y cuyo motivo principal de la visita no es la de ejercer una
actividad que se remunere en el lugar visitado. Los visitantes internos incluyen:

• Turistas (visitantes que pernoctan): un visitante que permanece en un


medio de alojamiento colectivo o privado en el lugar visitado una noche
por lo menos, y
• Visitantes del día (excursionistas): un visitante que no pernocta en un
medio de alojamiento colectivo o privado en el lugar visitado.

Tipos de turismo:

1. Turismo interno: el de los residentes del país dado que viajan


únicamente dentro de este mismo país.
2. Turismo receptor: el de los no residentes que viajan dentro del país
dado.
3. Turismo emisor: el de los residentes del país dado que viajan a otro
país.

Categorías de turismo:

Si se combinan esos tres tipos de turismo se generan las siguientes categorías


de turismo:

1. Turismo interior que incluye el “turismo interno” y el “turismo


receptor”. Es el turismo que se practica, independientemente del tipo de
visitantes, en el territorio nacional.
2. Turismo nacional que incluye el “turismo interno” y el “turismo
emisor”. Es el que practican los nacionales de un país en su propio
territorio o en el extranjero.
3. Turismo internacional que se compone de “turismo receptor” y
“turismo emisor”.
Unidades estadísticas relativas a la oferta

El establecimiento constituye la unidad estadística fundamental de clasificación


en lo que respecta a la oferta. Establecimiento se define en el Sistema de Contabilidad
Nacional como “una empresa o parte de una empresa es decir, situada en un único
emplazamiento y en el que sólo se realiza una actividad productiva (no auxiliar) o en
el que la actividad productiva principal representa la mayor parte del valor
añadido”.

13.3. Evaluar el turismo: una propuesta universal

Existe la necesidad de que se evalúe mejor la importancia económica del


turismo en términos de oferta, formación de capital, valor añadido, contribución al
producto nacional bruto, creación de empleo y aportación a la balanza de pagos.
Este ejercicio se justifica por proporcionar un instrumento de orientación de la
política del sector turístico y, un medio de comprender y promover la importancia del
turismo para sus responsables públicos.
Asimismo, cabe destacar su enorme utilidad para los operadores del sector
privado que debe mejorar su marco de competitividad y mantener alianzas estrechas
con los responsables de las administraciones públicas.
La respuesta de la Comisión de Estadística de las Naciones Unidas, a propuesta
de la OMT y de otras organizaciones internacionales, es que se elabore la Cuenta
Satélite del Turismo (CST). Una cuenta satélite requiere datos de naturaleza
estadística, datos primarios, obtenidos de encuestas disponibles en el país.

13.3.1. Cuantificación de la demanda y la oferta

La demanda del visitante

La demanda del visitante se define como el consumo del visitante. El consumo


del visitante agrega dos partidas: el consumo final efectivo del visitante y los gastos
turísticos de las unidades productoras. El consumo final efectivo del visitante agrega:

• el gasto final del visitante (total), tanto el gasto efectivo del consumo
final del visitante (que es el componente más importante del consumo
total y es el que sufraga no en especie el propio visitante) y el gasto en
especie del consumo final del visitante. En esta categorías incluido, por
ejemplo, las operaciones de trueque del visitante; y
• las transferencias sociales turísticas en especie (por ejemplo: las vistas
a los museos, cuyo coste total no se atribuye completamente a los
visitantes o los servicios de salud proporcionados al visitante).

Los gastos turísticos de las unidades productoras incluyen el gasto en


transporte y de alojamiento de los asalariados en viajes de negocios realizados por las
empresas, las administraciones públicas y las instituciones sin fines de lucro
(ISFLSH), a cuenta de los huéspedes fuera de su entorno habitual.
Se deben imputar todos los gastos que se efectúen antes del viaje, durante el
desplazamiento propiamente dicho, y después del viaje, si esos gastos están
vinculados al viaje.

La oferta

El enfoque de oferta en la CST lleva a establecer cuáles son los productos y a


través de ellos se identifican cuáles son las actividades que suministran los bienes y
servicios turísticos.
Productos característicos del turismo son aquellos que, en la mayoría de los
países, en ausencia de turismo dejarían de existir en cantidad significativa (guías
turísticas), o el consumo se vería sensiblemente disminuido y para los que parece
posible obtener información estadística. Una segunda categoría, los bienes y servicios
conexos, incluye productos que son consumidos por los visitantes en cantidades que
resultan importantes para el visitante y el proveedor (aparatos fotográficos) aunque
no figuran en la lista de productos característicos del turismo. Los establecimientos
de estas actividades características son los que se investigan para evaluar los ingresos
de las empresas, el empleo y el papel relativo de las actividades turísticas en la
economía nacional.

13.3.2. Presentación de los resultados

Tras explotar las encuestas y otras operaciones estadísticas tanto sobre la


demanda (visitantes) como sobre la oferta (establecimiento) los resultados finales
obtenidos se presentan en una serie de tablas relacionadas entre sí. Los valores
pueden expresarse en los precios corrientes del año de la evaluación, o mediante con
precios constantes en base a un año concreto. Las tablas son:
Tabla 1: presentación del consumo turístico receptor (gasto de los visitantes no
residentes) por productos. Esta tabla recoge dos importantes desgloses: uno entre
turistas y excursionistas, y otro del consumo por productos.
Tabla 2: presentación del consumo turístico interno por productos (gasto de los
visitantes residentes). Esta tabla recoge los mismos dos desgloses que la Tabla 1. Las
mismas consideraciones expuestas arriba se aplican aquí en relación con esta tabla.
Tabla 3. presentación del consumo turístico emisor (gasto de los visitantes residentes
en sus viajes al exterior por productos). Esta tabla contiene los mismos desgloses de
las tablas anteriores.
Tabla 4. presentación del consumo turístico interior por productos y tipos de turismo
que incorpora los otros componentes del consumo del visitante que no están incluidos
en las Tablas 1 y 2.
Tabla 5. presentación de las cuentas de producción de las ramas de actividad que
producen los bienes y servicios turísticos de consumo.
Tabla 6. presentación de la oferta de bienes y servicios de consumo turístico (Tabla 5)
y del consumo turístico interior (Tabla 4), Esta tabla constituye el centro de la CST, y
sin esta compilación, incluso con datos parciales, no existe.
Tabla 7. presentación del empleo en las ramas de actividad turística.
Tabla 8. presentación de la formación bruta de capital fijo turística.
Tabla 9. presentación del consumo colectivo turístico. La prioridad asignada a estas
tres últimas tablas dependerá de las circunstancias específicas de cada país.
Tabla 10. “Indicadores físicos” ofrece algunos indicadores no-monetarios que podrían
resultar de utilidad para la interpretación de la información monetaria utilizada.

13.4. La cuenta satélite del turismo en España (CSTE)

Dada la magnitud de este sector en España, era evidente la necesidad de contar


con un instrumento de análisis global de la economía del turismo como es la CST.
Para ello, se creó un Grupo de Trabajo para la elaboración de la CSTE del que
formaron parte el Instituto de Estudios Turísticos (IET) y diversas Subdirecciones del
propio Instituto Nacional de Estadística (INE) y el Banco de España, Departamento
de Balanza de Pagos.
La primera fase abordada en la elaboración de la CSTE fue la identificación de
las fuentes estadísticas necesarias para su elaboración. Esas fuentes estaban
localizadas en las tres instituciones antes mencionadas, en el Ministerio de Fomento,
en especial en la Autoridad portuaria, en Aeropuertos y Navegación Aérea y en la
Intervención General del Estado.
CAPÍTULO XIV
CONOCER EL MERCADO:
EVOLUCIÓN RECIENTE
DEL TURISMO MUNDIAL

14.1. Introducción

En su expansión, el turismo internacional ha sufrido importantes


fluctuaciones de su tasa de crecimiento. Desde la década de los 50, el turismo no
sólo se ha desarrollado, sino que también ha cambiado sustancialmente por
destinos visitados.
En 1950, los 15 primeros destinos nacionales recibían unos 25 millones de
llegadas, el 97 por ciento del total.
El año 2000 fue un año excelente para la industria del turismo. Europa registró
un impresionante crecimiento del 5,8 por ciento hasta alcanzar los 405 millones de
llegadas. Todas las regiones del mundo recibieron más turistas en 2000, aunque la
que experimentó el incremento más rápido fue Asia Oriental y el Pacífico.

14.2. El Bienio 2001-2002

Una crisis de confianza como la vivida en el año 2001 no es fácil de encontrar


en las décadas anteriores.
La saturación de imágenes de los hechos luctuosos del mes de septiembre en
los medios de comunicación, la reiteración de los mensajes asociados y la
magnificación de las reacciones diplomáticas y militares presentidas, al principio
por no contar con la información precisa y después por el riesgo de
desbordamiento, originaron una contradicción de los flujos turísticos
internacionales. La situación en la que se encontraba el sector aéreo no hizo más que
agravarse y sus consecuencias se alargaron unos años.
Los rasgos básicos del turismo internacional en el año 2002 se abordan en
detalle a continuación. Por parte de la demanda se consolidaron comportamientos
que tienen que ver con la fragmentación de las vacaciones, la multimotivación de
los turistas y su deseo de participar más activamente en la elaboración de sus
vacaciones. Por parte de la oferta, las empresas han sabido adaptarse con bastante
rapidez a los cambios de la demanda, flexibilidad es sin duda el concepto clave.
Las empresas del sector dieron prioridad a asegurar su rentabilidad por encima de
otros objetivos. Con tal fin muchas empresas han ajustado, con distinto éxito, su
estructura de costes, la capacidad y los productos que ofrece al mercado. Ha habido
una tendencia a mantener la estrategia empresarial hacia una política activa de
alianzas, adquisiciones y fusiones como medida de racionalización económica y de
asegurar resultados.
Las administraciones turísticas siguen movilizando recursos y las mejoras
técnicas de gestión en apoyo del sector como hicieron desde septiembre del año
2001. Las áreas de mayor actividad para ellas fueron comunicación, promoción y
apoyo directo a las empresas turísticas.
14.3. Factores característicos del turismo hasta 2004

A) Comportamiento de la demanda

– Se retrasó el momento de efectuar las compras. Es frecuente ver cómo la


proximidad al momento de la salida aumenta el número de viajes por
encima de lo que el nivel de reservas dejaba prever.
– Se redujo el radio de los desplazamientos internacionales a favor de los
viajes a países limítrofes, especialmente de la misma cultura, y a países de
la propia región.
– Creció el turismo interior, Es una respuesta a los reforzados esfuerzos
promocionales de las empresas y administraciones.
– Se mantuvo la tendencia ya detectada a que crezcan los viajes de corta
estancia, los de fuerte motivación y las visitas a familiares y amigos.
– Las encuestas cifraron en valores nulos, residuales o muy pequeños el
miedo a viajar; no obstante, se vio favorecido el viaje a través de sistemas
de transporte terrestre, a costa de viajes en avión.

B) Los precios

– Los precios determinaron fuertemente las decisiones de viaje; esta reacción


de la demanda se vio alentada por la reacción de la oferta que intentó
asegurar unos mínimos de ventas estimulando vía precios a sus potenciales
clientes.
– Este factor juega como reductor de los ingresos a las empresas.
– Los destinos que ofrecen los mejores precios y en los que los
touroperadores tienen alojamientos propios tuvieron una cierta ventaja
respecto a los otros.

C) Los sistemas de distribución

– Internet aún dista de ser un sistema de venta importante. A través de la


información que proporciona sí está incidiendo en la forma de seleccionar
los viajes y en la compra de servicios turísticos a los mejores precios.
– La distribución sigue dependiendo de los canales tradicionales, es decir,
operadores y agencias de viajes. La reducción o anulación de comisiones
por venta de pasajes y de alquiler de coches está llevando a: la implantación
del pago de los servicios, en muchos casos una cantidad fija, y a reforzar el
carácter de consultoría o asesoría del agente de viajes.
D) La emisión de turismo internacional: prioridad a los destinos
intrarregionales

– El turismo emisor de los países del occidente europeo, privilegio algunos


destinos de Europa Central y Oriental, así como del Mediterráneo europeo.
En general, se tendió a reducir el ritmo de crecimiento de los viajes de
países europeos a Estados Unidos. El turismo emisor desde países del Este
de Europa y en especial de la Federación de Rusia parecen privilegiar
destinos próximos, incluidos los de Oriente Medio y algunos europeos.
– El turismo emisor desde Norteamérica mostró una clara predilección por
los mercados de su subregión y algunos de Europa Occidental; se
produjeron caídas importantes en destinos de largo recorrido a casi
cualquier región.
– El mercado emisor asiático, tanto en los mercados emisores tradicionales
como en los emergentes, se recuperó pronto y se mostró muy orientado a
destinos de la zona (China y Australia entre otros).
– La situación económica argentina restringió severamente la emisión de
turismo a otros países, por lo que se vieron afectados destinos de América
del Sur. Es por otra parte un destino muy atractivo por los precios
ofrecidos.
– Un segmento que creció mucho fue el del turismo emisor desde los países
del área del Gulf Cooperation Council, especialmente hacia los destinos de
Oriente Medio y África del Norte.

El turismo ha hecho frente a numerosas crisis y seguirá haciéndolo. El turismo


es vulnerable, pero también ha demostrado ser muy RESISTENTE a las crisis. El
turismo se ve afectado por la crisis pero no está a su merced:

• Porque es una necesidad para quienes pueden practicarlo y para los


hombres de negocios.
• Por la capacidad de gestión de crisis acumulada en los sectores público
y privado.

Si se mira hacia atrás y se recuerda la rápida recuperación tras las situaciones


originadas por la Guerra del Golfo (1991), la crisis económica-financiera de países
asiáticos (1997-1998), el conflicto de Kosovo (1999), el poder de
RECUPERACIÓN del turismo que es muy poco frecuente en sectores económicos
tan importantes como el turismo es capaz de exportar cada día 2000 millones de
dólares (2005).
14.4. El turismo internacional en 2004

El año 2004 vino a confirmar lo que se había avanzado respecto al poder de


recuperación del turismo internacional. Según las primeras estimaciones de la
Organización Mundial del Turismo (OMT), las llegadas de turistas internacionales
alcanzaron la cifra sin precedentes de más de 766 millones de llegadas
internacionales (2004).
Todas las regiones experimentaron un crecimiento, particularmente
destacado en Asia y el Pacífico (+27%) y Oriente Medio (+20%). También se
registró un crecimiento de dos cifras en las Américas (+11%), mientras que África
(+8%) y Europa (+4%) arrojaron resultados considerablemente inferiores al
promedio mundial, aunque bastante mejores que los registrados en años
anteriores.

14.4.1. Ingresos por turismo internacional en 2004

Un primer análisis de las cifras de ingresos por turismo internacional revela


que se cifraron en 509.000 millones de euros, es decir, unos 38.000 millones más
que el año precedente.
Una manera de compensar la distorsión causada por los tipos de cambio es la
de calcular los ingresos en moneda local y descontar el aumento nominal causado por
la evolución de los precios, es decir, dando los ingresos en valores constantes.
Expresados así los ingresos por turismo internacional crecieron un 9% sobre los
niveles alcanzados en 2003, año en el que registraron un decremento del -3%
respecto al anterior. En línea con el aumento de las llegadas, los ingresos se
expandieron más en destinos de Asia y el Pacífico, en especial nordeste y sudeste
asiático, Asia Meridional y Oceanía. Las cifras correspondientes a Europa reflejan
un débil crecimiento que se situó en casi un 3%; las subregiones que tuvieron
mejor comportamiento fueron: Europa Central y del Este (5,5%) y Europa del
Norte (6%). En África los ingresos los ingresos también fueron al alza (6,6%),
aunque a menor ritmo porcentual que las llegadas.
Oriente Medio cerró el año con valores muy positivos en cuanto a ingresos
por turismo internacional (13%).
Mientras en el período 1996-2000 los ingresos por turismo crecieron más que
las llegadas, en los últimos años se ha invertido esa tendencia. En tiempos de
economía débil una reacción típica es que no se reducen los viajes pero sí se
contienen los gastos. Se reduce la duración de los viajes, se visitan destinos con
precios más asequibles, se utilizan medios de transporte y de alojamiento menos
caros.
Con la recuperación económica se incrementan los viajes y los gastos por
turismo, pero, al menos el primer año de la recuperación, en un tono algo menor.
14.5. El turismo internacional en 2005

El turismo internacional en 2005 creció un 5,5% por ciento respecto al año


anterior. Esto supuso que se consolidase el crecimiento del año previo y además se
añadiese una nueva tasa importante de crecimiento.
Es importante subrayar que el aumento mencionado viene a consolidar la
recuperación de la demanda en 2004, que creció un 10%. Los factores determinantes
del comportamiento descrito tienen que ver especialmente con la recuperación de la
economía mundial y en especial con la de países emisores de importancia, con un
mayor esfuerzo promocional, el desarrollo de productos y destinos así como con el
incremento de la oferta de servicios, el aumento de la oferta de medios de transporte,
en especial el aéreo, la percepción de menos incertidumbres por parte de la demanda
y una recuperación de la demanda que en años anteriores había pospuesto viajes al
extranjero.
Los cambios más notables se registraron en África (10%), Asia y el Pacífico
(10%) y las Américas (10%). En conjunto se evidencian valores de desarrollo de la
demanda más sostenible que en el año 2004; aunque también debe señalarse que
entre 2002 y 2005 el turismo internacional creció en 100 millones de llegadas. El
primer incremento de tal magnitud se dio entre 1950 y 1967.

14.6. ¿Hacia un nuevo modelo de turismo?

Este cambio lleva de forma inmediata a la necesidad de flexibilizar la oferta


para acompañar los cambios que surgen en el mercado. Son comportamientos
actuales de la demanda:

– Tendencia a reducir la estancia de las vacaciones.


– Visita destinos más próximos, conocidos y percibidos como seguros.
– Retrasa el momento de la reserva y de la compra.
– Ser muy sensible a los precios.
– Es más exigente respecto a los servicios que compra.
– Usa más Internet y otras tecnologías para informarse, para reservar y para
comprar sus viajes o una parte de sus viajes y para ensamblar
personalmente sus vacaciones.
– La mayor fragmentación de las vacaciones.
– Alta valoración de la autenticidad.
– Ha potenciado los viajes independientes, es decir, hay más demanda de
vacaciones a la medida. La madurez de una parte notable de la demanda lo
exige, el uso de sistemas de información avanzados lo potencia.
– El aumento relativo de la demanda de alojamiento no hotelero
convencional.
– El paso de las vacaciones activas a las vacaciones como experiencia. Se
trata de conseguir una vivencia completa lo más completa y participativa
posible, que permita adquirir conocimiento y hacerlo experimentado
emociones auténticas.
– El aumento de turistas de la tercera edad y de jóvenes.
– La creciente importancia a que las actuaciones turísticas estén sujetas a
criterios de desarrollo sostenible y de comercio justo.
– Los movimientos migratorios, pues tienen un peso específico en la
demanda turística.
– La irrupción de los destinos emergentes ya que están llevando a replantear
el diseño de productos a otros destinos.
– Las oportunidades que ganan los destinos con menores trabas fronterizas
(no exigen pasaporte o visados).
– La segmentación de la demanda que se hace más compleja al entrelazar
motivos tradicionales de viajes (viajes de novios a destinos en los que
poder acceder a sol y playa y cultura, cruceros temáticos).

Durante un tiempo, se redujo el número de viajes de negocios y el turismo a


larga distancia. Hoy son segmentos en clara recuperación.
Al principio se antepuso el criterio de seguridad personal. El tiempo ha hecho
evolucionar ese criterio. Se es consciente de que no existe la seguridad total. La
seguridad se entiende de modo más amplio: lleva al turista a querer eliminar todo tipo
de “incertidumbres”. Lo hace ser más exigente con la calidad de los servicios
recibidos y a seleccionar destinos que le proporcionen emociones, experiencias,
aprendizaje, vivencias, durante sus vacaciones. El mercado turístico se ha
consolidado netamente como un mercado de demanda.
Desde la óptica de la oferta el reto es tratar de anticipar cómo puede
responder a los movimientos de la demanda. En general ha tratado de seguir a la
demanda, lo que ha supuesto mayor esfuerzo por investigar el mercado, intenta
asegurar niveles adecuados de calidad y busca trasladar a los clientes esos valores
a través de la creación y acreditación de marcas.
A corto plazo las empresas turísticas en su proceso de adaptación a la situación
vivida y para asegurar su rentabilidad, están trabajando en la reducción de costes
estructurales, rebajando el nivel del punto muerto, refinando la gestión financiera y
saneándola en la medida de lo posible, e implantando medidas de marketing que
afectan a productos y sistemas de distribución.
CAPÍTULO XV
EL TURISMO INTERNACIONAL
A LARGO PLAZO

15.1. Introducción

De acuerdo con la publicación de la OMT “Turismo: Panorama 2020”, las


llegadas turísticas internacionales totales, fueron de 697 millones en el año 2000, se
espera que lleguen a 1006 millones a finales de la primera década del siglo XXI.
Hubo una cierta diferencia en la tasa de crecimiento entre las dos mitades de la
década de 1990:

– De 1990 a 1995 la tasa de crecimiento global registrada es del 4.2 por


ciento.
– La tasa anual media global de crecimiento para el período 1995-2000 fue
del 4.9 por ciento.
– Se espera un incremento medio anual del 4.2 por ciento entre el 2000 y el
2010 y del 4.5 por ciento en la década siguiente.

Para el año 2020 se estima que el turismo internacional generará casi 720
millones de llegadas en la región europea, es decir, un 46 por ciento del total mundial.
Supone que habrá perdido 16 puntos respecto a la cuota de mercado de 1990. Entre
1995 y el año 2000 el turismo internacional creció en Europa un 4 por ciento anual,
frente al 4.5 por ciento mundial, en la primera década del siglo XXI el turismo en la
región europea crecerá el 3.0 por ciento, un punto por debajo de la media de
crecimiento mundial.
El turismo intrarregional europeo continuará siendo el mercado emisor más
importante para la región. En el año 2020 se espera que alcance un 85% del
conjunto de llegadas.
La población mundial para el año 2020 se estima en 7750 millones de
personas, es decir, 2250 millones más que en 1995. El 94 por ciento de dicho
crecimiento se registrará en países en desarrollo. La población residente en áreas
urbanas, que es la principal proveedora de turistas, pasará del 45% al 62%.
Continuará registrándose un fenómeno de envejecimiento de la población en los
países industrializados; así pues, se espera que el número de europeos mayores de 60
años se incremente en el 50 por ciento, mientras que la población más joven se
reducirá ligeramente.
El producto interior bruto mundial se doblará entre los años considerados, si
bien es posible que no se reduzca la diferencia entre países ricos y pobres.
Los resultados del estudio sobre previsiones de la OMT muestran que en el
siglo XXI el turismo seguirá creciendo, confirmando también las previsiones
hechas para el año 2010. Se estima que el turismo internacional crecerá un 4.1 por
ciento, entre 1995 y 2020, hasta alcanzar los 1561 millones de llegadas (2020). En
ese año, Europa recibirá 717 millones de llegadas y la región americana más de 280
millones. Será la tercera región turística más importante al situarse también tras Asia
Oriental y el Pacífico que con sus casi 400 millones de llegadas ocupará el segundo
lugar como región receptora.
El turismo de larga distancia aumentará en los próximos 25 años. No sólo el
turismo se hará en destinos más alejados, sino que se profundizará la tendencia a
la fragmentación de las vacaciones. La estancia media de las vacaciones de salidas
turísticas.

15.2. Megatendencias

En su estudio “Turismo: Panorama 2020”, la OMT también detallaba algunas


tendencias que acompañarían el desarrollo del turismo en los años venideros. De ellas
se hace una breve referencia a continuación:

– Mundialización versus localismo


– Tecnología electrónica. Será un factor muy importante e influirá en la
elección de destino así como en los sistemas de distribución
– Viaje sin barreras. Las políticas turísticas tenderán a facilitar, flexibilizar,
reducir y, finalmente, eliminar los trámites para viajar
– Protagonismo de los consumidores. Gracias a la información previa, los
consumidores podrán conocer los productos turísticos por medio de CD-
Rom o vía Internet. Igualmente podrán acceder por medios electrónicos a
las ofertas de tarifas de última hora
– Polarización del gusto de los turistas. Por una parte, respecto al confort de
las instalaciones y, por otra, al deseo de aventura en el producto
– Sensación de un mundo que se hace cada vez “más pequeño”. La
sensación de un mundo que se hace cada vez más pequeño se traducirá por
una más fuerte demanda hacia “caminos menos frecuentados” y por la
llegada del turismo espacial
– Destino “de moda”. Quizás no sea un nuevo concepto. Sin embargo, si el
principio “de moda” se acepta por un número creciente de viajeros en la
elección de destinos, ese tipo de elecciones implicará una serie de efectos
para los destinos afectados
– Desarrollo de productos orientados sobre la trilogía “entretenimiento,
emoción, educación”. Desarrollo de productos muy orientados a uno o
varios de los elementos citados: entretenimiento, emoción, educación
– Acento sobre la “imagen” del destino. Se reforzará la imagen del destino
como condición previa a su diversificación y a la difusión de su atractivo
– A la caza del turista asiático. Aunque los mercados asiáticos estarán sin
duda capacitados para captar partes cada vez mayores del total de las
inversiones promocionales, sería necesario no perder de vista los mercados
europeos y norteamericanos que continuarán siendo los principales
proveedores
– Campañas en favor del desarrollo turístico sostenible y equitativo. Se
incrementará el impacto de las campañas, de los consumidores en favor de
un desarrollo sostenible y equitativo.
– Conflicto entre sensibilización y problemas sociales y medioambientales.
Se plantearán conflictos entre la creciente sensibilización de los
consumidores respecto a los problemas sociales y medioambientales frente
a una creciente demanda de viajes

15.3. Perfiles de los segmentos de mercado

Turismo de sol y playa

La información disponible muestra que en los próximos años el segmento de


sol y playa continuará siendo el mayor. Las tendencias actuales con respecto al
turismo de sol y playa son las siguientes:

– Expansión superior a la media de los viajes a lugares de destino lejanos


– Aumento de los segmentos de mercado especializados para adaptarse a las
diferentes necesidades y exigencias identificadas del consumidor, y una
evolución de los productos turísticos para satisfacer todas estas
necesidades y exigencias
– Vacaciones combinadas, con un componente de playa y otro de visitas
turísticas de interés especial

Desde la perspectiva del lugar de destino, la elección del turista está influida
por la diversidad y la categoría de las atracciones específicas del lugar de destino.
El sector de las vacaciones “todo incluido” a destinos cercanos seguirá
expandiéndose, aunque a un ritmo más lento que en años anteriores.
Una parte notable de quienes viajan a destinos de sol y playa lo hacen con
motivo de viajes de novios. Hay una clara tendencia a organizar viajes de novios más
orientados a la realización de actividades, que incorporan otros elementos (cultura,
deportes, naturaleza) y a combinarlos con actividades al borde del mar, Una parte
creciente de esta demanda está optando por viajar a destinos urbanos, quizás un poco
más cortos a ciudades como París, Nueva York y Venecia. La popularidad de los
centros turísticos “todo incluido” (principalmente en el Caribe) seguirá aumentando.
Turismo deportivo

A pesar de que el mercado de la familia muestra una gran vulnerabilidad ante


las coyunturas económicas difíciles, actualmente se trata de un mercado en
expansión, y muchos operadores comprenden que aprovechar la oleada del esquí en
una fase incipiente les reportará clientes esquiadores y practicantes de snowboard
potenciales de forma estable. Muchos operadores han reconocido este hecho y
ofrecen más clubes para niños y servicios de atención a los mismos.
Se espera un desarrollo del concepto de fin de semana de esquí y un aumento
de su popularidad. Estaciones situadas cerca de los aeropuertos internacionales,
permiten a los esquiadores viajar rápidamente a las mismas para practicar el esquí
durante dos o tres días.
Los turistas también suelen buscar nuevos lugares de destino o viajar a lugares
menos populares como destinos típicos para la práctica del esquí.
Muchos de los principales touroperadores están explotando el mercado del
submarinismo, que solía ser competencia exclusiva de los operadores especializados.
Esta tendencia, que está introduciendo en el mercado destinos atractivos para turistas
que no practican el submarinismo, fomenta el interés incipiente por este deporte en
las familias en que sólo un miembro era aficionado al mismo.
En el siglo XXI, el alojamiento en oferta será muy variado. Los centros
turísticos de submarinismo de “diseño y boutique” están haciendo furor, mientras que
los submarinistas fanáticos seguirán renunciando a las comodidades materiales para
centrarse plenamente en la práctica del submarinismo.

Turismo de aventura

Los viajes de aventura probablemente sean cada vez más cortos, de tal forma
que las aventuras de una semana de duración sean habituales en Europa. Los viajes de
aventura en su propio país realizados por los americanos ya son relativamente cortos,
y ha mejorado la calidad de las comunicaciones y la organización del transporte.
Europa podría dar prioridad a destinos en el Norte de África, por la cercanía tanto
geográfica como temporal.
En el futuro, las familias preferirán cada vez más viajes con un cierto componente de
aventura, es decir, viajes combinados que incluyan senderismo, paseos en camello y
actividades en granjas especialmente orientados a familias.

Turismo de naturaleza

Dada la conciencia cada vez mayor sobre la importancia del medio y la


necesidad de protegerlo, el segmento del ecoturismo adquirirá mayor popularidad en
el próximo decenio. Se calcula que la demanda de ecoturismo se incrementará de
forma permanente. Los destinos estudiarán las oportunidades que les brinda el
segmento para promover sus productos y explotar en su beneficio este mercado en
expansión.
Turismo cultural

Los turistas motivados por elementos culturales han viajado por el mundo, por
lo que buscan constantemente nuevos destinos. Por lo general, esperan un
alojamiento de calidad, aunque, para muchos, el atractivo del destino es más
importante que esta exigencia, cuando el destino objeto de su interés sólo puede
ofrecer instalaciones modestas. Los turistas jóvenes, cuyos viajes obedecen a
propósitos educativos, también constituyen un segmento en expansión. Si bien las
visitas de escolares o universitarios cada vez son más habituales en sitios de interés
turístico cultural, un gran porcentaje de los mismos son turistas nacionales, aunque el
turismo internacional está experimentando igualmente una fuerte expansión.
Muchos turistas interesados en cultura y patrimonio comparten con el
ecoturista un interés genuino por la sociedad y la cultura de los destinos, y están
profundamente motivados por la adquisición de conocimientos, presentada de un
modo accesible y ameno.

Turismo urbano

Con la aparición y gran desarrollo de las líneas aéreas de bajo coste en Europa,
la popularidad del turismo urbano aumentará a medida que se reduzca el coste del
transporte. Actualmente se encuentran con facilidad billetes de ida y vuelta por 100
dólares de los Estados Unidos entre las capitales europeas, por lo que los viajeros
están descubriendo que gastan más en aparcamientos que en los vuelos a los destinos
propiamente dichos.
Los destinos europeos adaptarán sus estrategias de marketing para atraer a los
turistas urbanos durante un corto período de tiempo. Algunas organizaciones
turísticas, como Turespaña. Están reestructurando su estrategia de marketing para
atraer nuevos flujos de turistas urbanos.

Turismo rural

Se prevé que el turismo rural seguirá expandiéndose, aunque ello no suponga


un cambio masivo de los turistas a este segmento. Sin embargo, una parte del
mercado prefiere unas vacaciones personalizadas, lejos de los centros turísticos más
populares, y este segmento posiblemente se sienta atraído por los productos del
turismo rural.
El número de productos ofrecidos al turista rural aumentará considerablemente
entre los próximos cinco y diez años, desde viejas granjas renovadas en el norte y sur
de Europa hasta villas situadas en emplazamientos costeros poco explotados.
Cruceros

El porcentaje de pasajeros de cruceros aumentará considerablemente en la


primera mitad del próximo decenio. Los viajes en crucero se establecerán cada vez
más en segmentos muy diversos, como el mercado de vacaciones, los mercados de
los jóvenes y las personas de la tercera edad, y los mercados especializados como los
cruceros educativos a destinos poco habituales. Los orientados a incentivos y
congresos, los cruceros temáticos y de aventura.
El Caribe seguirá siendo el lugar de destino más frecuentado con un cuota de
mercado de más del 50 por ciento de los pasajeros, seguido de Alaska y del
Mediterráneo, que representan aproximadamente el 10 por ciento. El sector de los
cruceros seguirá polarizándose y las compañías más importantes se expandirán a
expensas de las más pequeñas.

Parques temáticos

Europa ha entrado en una era temática extrema. Los restaurantes y hoteles


temáticos, sólidamente establecidos en los Estados Unidos, están empezando a
introducirse en el Reino Unido y en otros países europeos, tan rápidamente como sus
creadores encuentren un lugar donde poder construirlos.
En Europa, para la construcción de parques temáticos urbanos posiblemente
prime el componente educativo, acompañando al esparcimiento, y se construirán
muchos menos parques al aire libre de gran tamaño y con numerosos recovecos. En
los próximos años, probablemente todos los países europeos cuenten con cuatro o
cinco parques temáticos tradicionales. Entonces aparecerán nuevos tipos de parques,
como los parques urbanos y los parques de “marcas”. La modulación de los tipos de
proyecto será mucho mayor.
Todo el mundo se esforzará por imitar el mundo de Disney y de Universal y
por ofrecer temas fantásticos. Las montañas rusas y las atracciones pasarán a un
segundo plano y se inventarán más temas para los parques, al igual que el safari de
animales del Reino Animal de Disney no es simplemente un viaje en tranvía para
poder observar a los animales, puesto que el visitante participa en un safari con
argumento y acción. En los parques temáticos del futuro se intentará ofrecer este tipo
de realismo, y de captar y mantener la atención del visitante.

Reuniones y conferencias

El turismo de las reuniones y conferencias complementa el turismo de ocio en


la medida en que facilita o comparte la misma infraestructura, y proporciona
beneficios adicionales a los turistas y a la comunidad local. Asimismo, daba su
expansión geográfica y su actividad durante todo el año, puede fomentar el
establecimiento de empresas en lugares de destino de vacaciones, prolongando las
temporadas y manteniendo el empleo a tiempo completo en los destinos turísticos.
CAPÍTULO XVI
ESTADÍSTICA BÁSICA PARA
EL ESTUDIO DEL TURISMO
NACIONAL

16.1. Introducción

Familitur comenzó a realizarse en 1996 para dar cumplimiento a una


Directiva Comunitaria, que obliga a todos los Estados miembros de la Unión
Europea a enviar cierta información estadística a la Oficina Europea de
Estadística (Eurostat).
Posteriormente, los contenidos de Familitur fueron ampliándose, recogiéndose
en la actualidad una información bastante más detallada que la que solicita Eurostat.
Actualmente, los principales fines de Familitur son los siguientes:

– Cumplir con los requerimientos de la Directiva 95/57/CE del Consejo


sección C, sobre recogida de información estadística en el ámbito del
turismo.
– Proporcionar desde la Secretaría de Estado de Comercio y Turismo, un
instrumento de análisis útil para cuantificar y caracterizar el
comportamiento turístico de los españoles.
– Ofrecer información estadística contrastable a nivel regional de los flujos
turísticos de españoles entre las distintas CC.AA. Sobre la base de una
metodología común.

Desde el año 1997 Familitur está incluida en el Plan Estadístico Nacional


(PEN). El PEN es el principal instrumento ordenador de la actividad estadística de la
Administración General del Estado; todas las estadísticas incluidas tienen la
consideración de estadísticas para fines estatales y son de cumplimiento obligatoria.

16.2. Metodología

El principal rasgo metodológico de Familitur es que se trata de una


estadística tipo panel, es decir, siempre son los mismos hogares los que responden
a la encuesta. Los hogares son encuestados varias veces a lo largo del año, y se
renuevan cuando llevan dos años participando.
El panel está formado por un total de 12.400 hogares. En la entrevista se
recoge la información sobre los viajes realizados por todos miembros del hogar,
por lo que finalmente se obtiene información de aproximadamente 34.000
individuos.
Los hogares que forman parte de la muestra son hogares residentes en
viviendas familiares principales, es decir, se excluyen los establecimientos de
alojamiento colectivo (hoteles, residencias, etc.) y las viviendas utilizadas como
segunda residencia.
La metodología de Familitur ha experimentado cuantiosas modificaciones a lo
largo de los años, que han consistido principalmente en incrementos de la muestra, en
cambios en el cuestionario y en modificaciones en los períodos de encuestación.

16.2.1. Diseño muestral

Para la selección de hogares que van a formar parte del panel se utiliza un
muestreo bietápico de conglomerados con submuestreo y estratificación de las
unidades de primera y segunda etapa.
Esto quiere decir que dentro de cada Comunidad Autónoma se seleccionan, en
primer lugar, las secciones censales y posteriormente, en cada sección censal, se
seleccionan los hogares.
Estas selecciones de secciones censales y de hogares no se efectúan de
manera aleatoria, sino atendiendo a distintos criterios de estratificación. De este
modo, se consigue, una muestra más representativa del conjunto poblacional.
En términos cuantitativos el proceso es el siguiente: se elige determinado
número de secciones censales en cada Comunidad Autónoma, que en total suman
1550 secciones. Posteriormente, en cada sección censal se seleccionan 8 hogares. Por
lo tanto, en conjunto hay un total de 12.400 hogares.
Este tamaño muestral permite que se puedan ofrecer datos a nivel regional.

16.2.2. Períodos de referencia

La muestra total se divide en tres submuestras de 4.133 hogares cada una, estas
submuestras se denominan A, B y C.
En cada mes se encuesta a una de las submuestras, y se pregunta acerca de los
viajes realizados los tres meses anteriores.
Se trata, por tanto, de una encuesta mensual con períodos de referencia
trimestrales. Por ejemplo, en el mes de mayo, se pregunta a la submuestra A sobre los
viajes que han realizado en los meses de febrero, marzo y abril. En junio, se pregunta
a la submuestra B sobre los viajes realizados en marzo, abril y mayo, y así
sucesivamente.
Para los usuarios de las estadísticas, saber la periodicidad de un encuesta es
muy útil, ya que permite saber cuándo se va a disponer de la información.
Este diseño temporal de la estadística Familitur se implantó en 2005 y se ha
hecho de esta manera para poder ofrecer información de carácter coyuntural. Antes se
encuestaba a todos los hogares a la vez tres veces al año. De esa manera, se daba
información sobre el comportamiento turístico de los españoles únicamente tres veces
a lo largo del año. Ahora, con este tipo de encuestas mensuales, se puede hacer un
análisis más conyugal del turismo nacional.
Por ejemplo, en el mes de mayo se realiza la encuesta sobre los viajes de los
tres meses anteriores. El trabajo de campo, duran aproximadamente cinco semanas, lo
que permite disponer de datos sobre los viajes de febrero, marzo y abril en el mes de
junio.
En Familitur hay dos publicaciones de datos:

– El avance mensual, en el que se dan datos de un mes con la información de


sólo una submuestra (4.133 hogares). Este dato permite pocas
desagregaciones, no se da información para cada Comunidad Autónoma
sino del conjunto nacional.
– El dato definitivo, en el que se dan datos de un mes con la información de
todo el panel (12.400 hogares). Al disponer de toda la muestra, este dato
puede ser muy desagregado, dando información a nivel regional.

16.2.3. La encuestación

La encuestación se realiza de manera mixta, combinando las encuestas


personales en el domicilio con las encuestas telefónicas. La primera encuesta es
siempre personal, y se solicita al hogar su colaboración, explicándole en qué
consiste la estadística, para quién es y cuáles son sus principales usos. Las
entrevistas siguientes se realizan telefónicamente, utilizando el sistema CATI, en el
que la encuesta es grabada de manera simultánea a la propia encuestación.
Cuando los hogares no disponen de teléfono o manifiestan su deseo de ser
encuestados personalmente, en vez de utilizar la entrevista telefónica, se acude al
domicilio del hogar panelista.

16.3. La información que se obtiene de Familitur

En el momento en el que fue escrito este capítulo, la última información anual


disponible de la estadística Familitur era la referida al año 2004.
Es importante señalar que justo a partir de este año 2004, se produce un cambio
metodológico en la estadística Familitur, que va a hacer la forma en la que se publica
la información sea algo diferente. La principal diferencia es que hasta el año 2004 se
diferenciaba entre dos tipos de viajes: los turísticos y los de corta duración a segunda
residencia. A partir del año 2005 no se realiza esta distinción, aunque los datos serán
totalmente comparables entre ambos años.
Todos los datos aquí recogidos pueden consultarse en la página Web del
Instituto de Estudios Turísticos; consulta que recomendamos ya que se podrá
disponer de datos más actualizados que los que aquí se están presentando.

16.3.1. Los viajes

La principal variables de análisis de Familitur son los “viajes”. Un viaje es un


desplazamiento con pernoctación fuera del entorno habitual. En el año 2004, los
residentes en España realizaron 132.4 millones de viajes.
Del total de los viajes realizados a lo largo del año, el 64,6% fueron viajes de
corta duración a segunda residencia. Este tipo de viaje suele coincidir con los fines de
semana; son viajes de menos de cuatro noches a viviendas propias, de familiares o
amigos o alquiladas.
Un rasgo muy característico de los viajes de los residentes en España es
justamente este tipo de desplazamientos.
Otro de los rasgos básicos del turismo nacional es que se realiza
fundamentalmente dentro de España. La práctica totalidad de los viajes de corta
duración a segundas viviendas se realizan a lugares situados dentro del territorio
nacional. Del resto de los viajes, el 90,2% de los viajes fueron internos, siendo el
9.8% restante a países extranjeros (turismo emisor).
Los principales destinos de los viajes turísticos dentro de España son el litoral
mediterráneo y Castilla y León.
Otro rasgo muy característico del turismo de los residentes en España es la
elevada proporción de viajes realizados dentro de la propia Comunidad Autónoma.
En Andalucía, el 71.7% de los viajes turísticos internos son realizados por los
residentes en esa Comunidad. En Cataluña ocurre esto en el 50.7% de los viajes, y en
Galicia en el 50.1%. En Canarias, este fenómeno es todavía más acusado (75.2%).
Esta información ha sido obtenida de la matriz origen destino de Familitur
donde, además de estos datos, se puede obtener, los detalles sobre de dónde proceden
la personas que viajan a cada una de las Comunidades Autónomas.
Además de la información sobre el origen y el destino del viaje, Familitur
ofrece datos sobre el mes en el que se realiza el viaje, el motivo, el medio de
transporte, el tipo de alojamiento, la forma de organización, etc.
Puede apreciarse una elevada estacionalidad de los viajes turísticos, que se
concentran en los meses más vacacionales. Los viajes de corta duración a segunda
residencia tienen un comportamiento menos estacional, distribuyéndose de una forma
más homogénea a lo largo del año.
Tal y como se puede comprobar, en el 78% de los viajes internos que realizan
los residentes en España, el principal medio de transporte es el coche, mientras que
en los viajes al extranjero el avión pasa a ser el medio de transporte principal,
efectuándose en avión el 56.6% de los viajes.

16.3.2. Las pernoctaciones y la estancia media

Una variable muy interesante a la hora de analizar el turismo es el número de


pernoctaciones, que son el número de noches que se pasa fuera de la residencia
habitual en cada uno de los viajes.
Según los datos del año 2004, los 132.9 millones de viajes generaron un total
de 600.6 millones de pernoctaciones.
La estancia media es otra de las unidades de análisis más utilizadas, y se refiere
a la duración de cada viaje en número de noches. En la práctica, la estancia media se
obtiene como el cociente entre el número de pernoctaciones y el número de viajes.
Los viajes de corta duración a segunda residencia tienen una estancia media de
1.9 noches por viaje, mientras que los viajes turísticos tienen una duración mayor: 9.3
noches por viaje.
La estancia media se puede calcular también para cada una de las
características de los viajes. En función del destino se comprueba que la Comunidad
Autónoma donde más tiempo se permanece durante los viajes es Murcia, donde los
viajes duraron de media 14.4 días. En función del motivo del viaje se observa una
mayor duración de los viajes de ocio frente a los viajes de trabajo o negocios.

16.3.3. Los viajeros

Se define como “viajero” a una persona que realiza al menos un viaje durante
el período de referencia, independientemente del número de viajes que haya
realizado. Se trata de una unidad de análisis muy útil, ya que ofrece una información
distinta a los “viajes”.
Por ejemplo, sabemos que los residentes en la Comunidad de Madrid
realizaron, en 2004, 27.1 millones de viajes pero, ¿eso significa que todos los
residentes en la Comunidad de Madrid han hecho muchos viajes o son sólo unos
cuantos residentes los que han viajado mucho?. La variable “viajero” es la que
permite responder a esta pregunta. Según los datos de Familitur del año 2004, de los
5.7 millones de habitantes de la Comunidad de Madrid, viajaron 4.1 millones. Este
ratio entre el número de viajes y el de viajeros, se denomina “frecuencia viajera”, y es
el número medio de viajes que realiza cada persona que viaja (viajero).
Hay algunas variables, como la mayoría de las sociodemográficas, cuyo
análisis es más rico si se realiza utilizando la variable “viajero”. Por ejemplo, si se
quiere analizar a las personas que viajan en función de la edad, el sexo, el nivel de
estudios o la ocupación, se recomienda utilizar la variable “viajero”.
En términos absolutos esto quiere decir que de los cerca de 42 millones de
habitantes que tenía España, viajaron 20 millones de personas.
Además, se observa que el nivel de estudios es una variable muy explicativa
del comportamiento viajero, ya que según aumenta el nivel de estudios de las
personas, más viajeras son. Entre la población sin estudios, no llega al 30% la gente
que viaja, mientras que entre las personas con estudios superiores, viajó más del 70%.
En las tablas de Familitur, que se encuentran al final de los informes anuales,
es importante fijarse en la información que viene debajo del título, en la que pone
“Base: individuos, o Base: viajes”. De esta manera, sabremos de qué información se
trata en cada ocasión.

16.3.4. España en Europa

Antes de pasar al siguiente epígrafe se quiere apuntar aquí que Familitur,


además de ser la fuente estadística básica para comparar el comportamiento turístico
de los residentes en las distintas regiones españolas, sirve para compararnos con el
resto de los países de la Unión Europea; efectivamente, el hecho de que se trate de
una estadística de obligado cumplimiento para todos los países de la Uníón permite
que se puedan comparar los resultados de España con los del resto de los países
miembros.
Toda la información se encuentra disponible a través de Internet, en la
siguiente página Web:

http://epp.eurostat.cec.eu.int/portal/page?_pageid=......
España es el país en el que un mayor porcentaje de sus viajes son internos o,
visto desde el otro punto de vista, es el país en el que una menor proporción de sus
viajes se realizan al extranjero. La mayoría de la información suministrada por
Eurostat se refiere a viajes de cuatro noches o más de duración, con el objetivo de
mejorar la comparabilidad entre los datos de distintos países.

16.4. Familitur y otras fuentes estadísticas: diferencias y similitudes

Además de Familitur existe otra fuente estadística de ámbito nacional que


ofrece datos sobre el turismo de los residentes en España, se trata de la Encuesta de
Ocupación en Alojamientos Turísticos que realiza el Instituto Nacional de Estadística
(INE).
La principal diferencia entre ambas fuentes es que Familitur recoge todos los
viajes, independientemente de cuál haya sido el tipo de alojamiento utilizado,
mientras que en la Encuesta de Ocupación se consideran los viajes realizados a
Hoteles, Acampamentos, Apartamentos y Casas Rurales. Es decir, la estadística del
INE recoge los viajes en los que se utiliza la oferta reglada, dada de alta en los
registros de establecimientos de cada Comunidad Autónoma, mientras que Familitur
recoge, tanto este tipo de viajes en los que se utiliza la oferta reglada, como aquellos
en los que se usan alojamientos privados.
Las encuestas del INE van dirigidas a los establecimientos, mientras que en
Familitur se pregunta a las personas que han realizado los viajes. En algunas
ocasiones esto puede dar lugar a algunas discrepancias en los resultados.
A la hora de analizar la información de ambas estadísticas de manera conjunta
es importante tener en cuenta estas diferencias metodológicas, que hacen que no sean
perfectamente comparables. Además, existe otro aspecto importante a tener en
cuenta, que es la nomenclatura utilizada.
En las Encuestas de Ocupación se utiliza el término “viajero”, que
conceptualmente es totalmente distinto al “viajero” de Familitur.
En las Encuestas de Ocupación, si una persona va a dos hoteles distintos,
contará como “dos viajeros”, ya que no es posible diferenciar si se trata o no de la
misma persona. Esto hace que el concepto de “viajero” sea totalmente distinto en
ambas encuestas.
La única variable que permitiría realizar comparaciones entre estas dos
encuestas sería la “pernoctación”, aunque las grandes diferencias metodológicas
influyen en que existían fuertes discrepancias en los resultados.
16.5. Síntesis

La estadística Familitur es la principal fuente para el análisis del


comportamiento turístico de los residentes en España.
La mayoría de la información que se puede obtener de Familitur está
disponible a través de Internet, en la página Web del Instituto de Estudios Turísticos.
Se trata de un gran volumen de datos, que permiten realizar análisis de muy diversa
índole.
En este capítulo se han dado unas breves pinceladas de qué tipo de resultados
se pueden obtener, pero existe muchísima más información, como el gasto en los
viajes, el grado de satisfacción, las actividades realizadas.
A la hora de diseñar políticas de promoción, o de estimar qué mercado podría
tener la comercialización de determinado producto turístico, resulta de gran interés
analizar la información disponible, que puede ser determinante para la toma de
decisiones.
CAPÍTULO XVII
EL DESARROLLO
DE LAS ESTADÍSTICAS
DE TURISMO EN ESPAÑA

17.1. Introducción

El desarrollo de las estadísticas oficiales de turismo en España ha


experimentado a lo largo del último decenio un notable impulso tanto a nivel
nacional como regional del que han sido responsables tanto las administraciones
nacionales, autonómicas y locales antes las necesidades crecientes de información
que demanda una actividad cuya importancia económica no ha dejado de crecer
en los últimos años.
La proliferación de las estadísticas de turismo en España se explica en gran
medida, más allá del ámbito estrictamente turístico, por la propia evolución del
sistema general de estadísticas del país.

17.2. Principales factores explicativos del desarrollo estadístico en España

El desarrollo de las estadísticas en España se puede explicar de forma sintética


por la confluencia de tres factores, cuya evolución se superpone en el tiempo,
marcado en buena parte el desarrollo del conjunto del sistema estadístico español:
Estos tres factores han sido:

– El intenso proceso de descentralización de competencias que ha venido


produciéndose en nuestro país en todos los ámbitos del Estado.
– El creciente proceso de integración europea experimentado por España en
un contexto de libre circulación de capitales, mercancías y personas que
culmina con la llegada del euro a los bolsillos de los ciudadanos de la
UME en enero de 2002.
– La cada vez mayor presión ejercida desde la Oficina de Estadística
Europea (EUROSTAT) y el propio Banco Central Europeo para disponer
de más y mejores fuentes de información estadísticas que en un menor
tiempo reflejan la evolución de la coyuntura económica en los países
miembros.

17.2.1. El proceso de descentralización de competencias

Por lo que respecta al primero de estos factores de estos factores, el papel


desempeñado por el proceso descentralizador de competencias en España,
difícilmente sería explicable el extraordinario desarrollo experimentado por las
estadísticas en España sin tener en consideración el trasvase de competencias
realizado desde la Administración Central del Estado a las autonomías, y el efecto
que el mismo ha tenido sobre la redefinición de los límites territoriales en los que
tradicionalmente se enmarcaba el objeto del análisis estadístico.
Este proceso competencial no sólo ha propiciado la asunción por parte de las
autonomías de competencias propias en materia estadística, con la creación de
institutos de estadística y centros de investigación propios en ámbitos muy diversos,
sino que también ha fomentado la multiplicación de las demandas de información de
carácter regional en todos aquellos ámbitos sobre los que incide cada nueva
competencia asumida por los entes autonómicos.

17.2.2. El proceso de integración europea

Al tiempo que la España de las autonomías se ha ido consolidando y con ella el


sistema de estadísticas regionales, el proceso de integración europea ha ido
avanzando y con él la supresión paulatina de toda una serie de trámites y requisitos
administrativos que además de regular el tráfico de capitales, personas y mercancías
entre los países miembros, suponían una valiosa fuente de información para la
estimación de importantes rúbricas de la Balanza de Pagos y otros agregados
macroeconómicos.
A toda esta pérdida de información provocada por la supresión de trámites
administrativos que suponían un registro físico del tráfico entre los países se suma,
tras la llegada del euro en enero de 2002, la pérdida de toda aquella información hasta
entonces utilizada por los bancos para contabilizar flujos monetarios entre países
procedente de buena parte de los cambios de moneda de los países pertenecientes a la
Unión Monetaria Europea (UME).
Todo ello ha provocado una mayor necesidad de fuentes estadísticas capaces de
sustituir la información anteriormente recopilada por medios estrictamente
administrados procedentes del control aduanero.

17.2.3. El papel de las instituciones supranacionales

Paradójicamente, las cada vez mayores pérdidas de información administrativa


a las que han tenido que hacer frente los países miembros han ido acompañadas por
unos cada vez mayores niveles de exigencia informativa por parte de las instituciones
europeas, principalmente EUROSTAT y el Banco Central Europeo.
Unos requisitos que bajo la forma de Directivas obligan a los países a
suministrar cada vez más información coyuntural y nuevos indicadores económicos,
en un menor plazo, a partir del desarrollo de las estadísticas existentes o mediante la
puesta en marcha de nuevas operaciones estadísticas hasta abarcar los principales
sectores económicos del país.

17.3. La evolución de las estadísticas de turismo en España

Por lo que se refiere a las estadísticas en el ámbito del turismo, como no podía
ser de otro modo, no han permanecido ajenas a este impulso general, y su desarrollo,
como el del resto de las estadísticas en España, discurre en buena medida
condicionado por la evolución de los procesos anteriormente descritos.
17.3.1. El proceso de descentralización de competencias

El desarrollo de las competencias en materia de turismo otorgadas a las


Comunidades Autónomas por la Constitución Española de 1978 y la aprobación de
los Estatutos de cada una de ellas favorece, especialmente en la década de los
noventa, la aparición de fuentes estadísticas, especialmente turísticas de ámbito
regional.

17.3.2. El proceso de integración europea

Al igual que para las estadísticas del sector exterior la libertad de capitales y
mercancías supuso la pérdida de buena parte de sus fuentes de información, en el
caso de las estadísticas de turismo la firma del Tratado de Schengen en 1993, por el
que España se adhiere al área de libre circulación de personas dentro de la UE,
supuso la desaparición de la que hasta entonces era la principal fuente de información
existente para conocer la evolución del número de turistas llegados a España
procedentes del extranjero, el registro sistemático realizado por las Fuerzas de
Seguridad del Estado en las aduanas de los distintos pasos fronterizos de carretera y
aeropuerto.
Esta nueva situación forzó a la administración turística, a través del Instituto de
Estudios Turísticos, a poner en marcha la que se ha convertido, con más de un lustro
a sus espaldas, en el principal referente de las encuestas a la demanda turística, la
estadística de Movimientos Turísticos en Fronteras (Frontur).

17.3.3. El papel de las instituciones supranacionales

En el ámbito supranacional también es necesario destacar el importante papel


que dentro del desarrollo de las estadísticas de turismo en España tanto desde la
óptica de la demanda como desde la oferta ha desempeñado EUROSTAT
especialmente a partir de la aprobación de la Directiva Comunitaria 95/57/CE de 23
de noviembre de 1995 sobre recogida de información estadística en el ámbito del
turismo. También la puesta en marcha por parte del Instituto de Estudios Turísticos de
la Encuesta de Movimientos Turísticos de los Españoles (Familitur).
Por último, entre las aportaciones más relevantes que se han producido durante
la última década en el ámbito del desarrollo de las estadísticas de turismo es
necesario señalar los trabajos emprendidos por la Organización Mundial del Turismo
(OMT) que tras la celebración de la Conferencia Internacional sobre Estadísticas y
Viajes en Ottawa, Canadá, en 1991, establece las definiciones fundamentales de los
principales conceptos en el ámbito del turismo, aprobados con posterioridad por la
Comisión de Estadística de Naciones Unidas (CENU) en marzo de 1993. Una
aportación a la que habrá que añadir, casi diez años después, en el año 2000, la
aprobación por parte de la CENU a propuesta de la OMT del Manual de Cuenta
Satélite del Turismo.
17.4. El sistema español de estadísticas de turismo

El enorme impulso dado a las estadísticas de turismo durante los últimos años,
tal y como reflejan las páginas del presente capítulo y que culmina con la elaboración
en el año 2001 por parte del INE, de la Cuenta Satélite de Turismo de España
(CSTE).
Tal y como la propia Organización Mundial de Turismo establece un Sistema
de Estadística de Turismo (SET) se define como “aquella parte del sistema general de
estadística que proporciona información estadística fiable, consistente y apropiada
sobre la estructura socio-económica y el desarrollo del turismo, integrado dentro de
las estadísticas económicas y sociales relacionadas con otros campos, en diferentes
niveles territoriales (estatal, infra-estatal e internacional).

17.4.1. Operaciones estadísticas incluidas en el plan estadístico nacional

En el caso de España este sistema constituye un marco de trabajo en parte


integrado en el marco estadístico general regulado por el Plan Estadístico Nacional, el
actualmente vigente hasta el año 2008, en el cual se detallan como operaciones
estadísticas relativas a turismo las siguientes:

– El Censo Continuo de Establecimientos Hoteleros


– El Censo Continuo de Acampamentos Turísticos
– El Censo Continuo de Apartamentos Turísticos Autorizados
– El Censo Continuo de Agencias de Viajes
– La Encuesta Anual de Servicios: Turismo
– La Encuesta de Movimiento Turístico de los Españoles (Familitur)
– La Encuesta de Movimiento Turístico en Frontera (Frontur)
– La Encuesta del Gasto Turístico (Egatur)
– La Encuesta de Ocupación Hotelera
– La Encuesta de Ocupación en Apartamentos Turísticos
– La Encuesta de Ocupación en Acampamentos Turísticos
– La Cuenta Satélite del Turismo (CST)

17.4.2. Otro tipo de estadísticas en el ámbito del turismo

Sin embargo, cuando se describe el Sistema de Estadística Español junto a las


operaciones nacionales incluidas en el Plan Estadístico Nacional anteriormente
mencionadas, de oferta y demanda, coyunturales y estructurales, y operaciones de
síntesis estadística como la Cuenta Satélite de Turismo, es necesario mencionar
también de manera específica las operaciones estadísticas que se realizan en ámbitos
territoriales distintos al nacional, formando parte de lo que podríamos denominar el
plano regional.
Igualmente de manera complementaria es necesario incluir en el mismo
reelaboraciones adicionales de indicadores turísticos específicos a partir de las
encuestas mencionadas como pueden ser los índices de precios o los índices de
ingresos hoteleros; y sumar también fuentes de empleo que veremos más adelante, y
algunas de las fuentes administrativas relativas al desplazamiento de personas en
distintos medios de transporte (flujos de pasajeros y aeronaves, movimientos de
vehículos, movimientos de personas en barcos y ferrocarriles), transacciones con
tarjetas de crédito, cifras de reservas, control fronterizo de no residentes procedentes
de países fuera del área Schengen, etc.
Otro tipo de fuentes relativamente recientes en el ámbito del turismo en nuestro
país aunque con una gran tradición en otros ámbitos de la economía son las
denominadas “encuestas de clima” o encuestas de opiniones empresariales. En el
caso de España es necesario mencionar la Encuesta de Clima Turístico Empresarial
que con una periodicidad trimestral y desde el primer trimestre de 2002 viene
elaborando Exceltur, el principal lobby privado del sector turístico en España.
Una operación de síntesis que debe permitir ordenar y unificar de manera
coherente toda la información estadística existente en el ámbito del turismo en
España poniéndola en relación con el resto de la economía.

17.4.3. Organismos responsables de la elaboración de las estadísticas de turismo

Por lo que respecta a la responsabilidad en materia de ejecución de las


estadísticas de turismo de ámbito nacional, recae, básicamente, sobre dos
instituciones:

– El Instituto de Estudios Turísticos, en la Secretaría General de Turismo


– El Instituto Nacional de Estadística

Sin embargo, junto a estos organismos es necesario destacar también la


importante labor desempeñada por otros organismos como son: el Banco de España,
los Institutos Regionales de Estadística, las propias Consejerías de turismo de las
Comunidades Autónomas, y asociaciones empresariales como Exceltur.
Resumiendo, a lo largo del presente capítulo se ha tratado de ofrecer de manera
muy sucinta los aspectos fundamentales que han incidido en el desarrollo del actual
sistema de estadísticas de turismo en España, así como las principales fuentes
estadísticas que en el ámbito del turismo existen en nuestro país.
Lo aquí presentado debería servir para ilustrar el espectacular desarrollo
alcanzado por las estadísticas de turismo en España durante los años 90 y de manera
especial durante la segunda mitad, gracias en gran parte a la política desarrollada por
el Instituto de Estudios Turísticos desde el año 1997 momento en el que asumió, en el
marco de un programa de trabajo denominado Sistema de Indicadores Estadísticos
para el Análisis de la Economía del Turismo (SINTUR), el liderazgo del impulso del
Sistema de Estadísticas de Turismo de España.
Además de resaltar el importante papel desempeñado por el Instituto de
Estudios Turísticos y el Instituto Nacional de Estadística en todo el proceso, se
destaca la importancia de otro tipo de instituciones y agentes que desde el ámbito
regional o del sector privado han contribuido al desarrollo del actual sistema de
estadísticas de turismo en España.
CAPÍTULO XVIII
EVOLUCIÓN
Y CARACTERÍSTICAS
DEL TURISMO EXTRANJERO
EN ESPAÑA

18.1. Introducción

El turismo es sin lugar a dudas uno de los principales sectores productivos


de España, y uno de los motores de su crecimiento.
Por lo que respecta a aquella parte de la demanda turística que procede del
extranjero aportan el 4.9% del PIB. Unos ingresos que permiten financiar el 46%
del déficit exterior de la economía española.
Se trata por tanto de una importante fuente de riqueza que depende de la
voluntad de los turistas extranjeros de seguir viniendo a España, y de nuestra
capacidad para conocerlos y ser capaces de adaptarnos a los cambios que puedan
producirse en sus características y necesidades.

18.2. Perspectiva histórica

Durante los últimos 30 años el desarrollo de la demanda turística en España ha


sido espectacular. Este crecimiento no ha sido constante sino que se han producido
fluctuaciones, con períodos breves de recesión.
En este período de tiempo es posible identificar cinco grandes etapas:

– Primera etapa: la fase de recuperación después de la primera crisis del


petróleo, que comprende los años 1977 y 1978 con crecimientos
espectaculares tanto en el número de turistas, en torno al 17% interanual,
como en el volumen de ingresos en moneda constante.
– Segunda etapa: la fase de recesión durante el trienio 1979-1981, como
consecuencia de la denominada segunda crisis energética, con tasas de
variación negativas tanto en el número de visitantes, en torno al 2%, como
en los ingresos por turismo.
– Tercera etapa: la fase de crecimiento continuado entre 1982 y 1988, con
tasas de variación inferiores a otros períodos expansivos y favorecidos por
las medidas de política monetaria, con devaluaciones de la peseta, y por la
entrada en 1986 de España en la Comunidad Económica Europea.
– Cuarta etapa: la fase de transición, los años 1989 y 1990, muestran una
inflexión en la evolución de la demanda y se hace patente el fin del
crecimiento expansivo desde prácticamente la década de los años sesenta.
Entre esos dos años, los turistas se reducen en 1.7 millones y una reducción
de los ingresos reales del 13%.
– Quinta etapa: la fase de estabilidad a partir de 1991 y hasta la actualidad,
han sido quince años de crecimiento prácticamente ininterrumpido, con la
única excepción del año 2003 en el que se registró un descenso de las
llegadas de extranjeros del 1%. Durante este tiempo atendiendo al ritmo
del crecimiento, se pueden identificar dos períodos:

• Un primer período que alcanza hasta los años 1999 y 2000


caracterizada por fuertes aumentos sostenidos de llegadas y de
ingresos (con crecimientos en las llegadas de turistas que alcanzan
el 9% y de ingresos en el entorno de los dos dígitos, alcanzando en
algunos años el 13%).
• Un segundo período que llega hasta el momento actual, durante el
cual, en un contexto de competencia creciente aunque fuertemente
condicionada por el contexto geopolítico internacional, se ralentizan
paulatinamente los ritmos de crecimiento de llegadas y de ingresos,
hasta niveles próximos al 3% en el caso de las llegadas y al 1% en
los ingresos. Esta última fase que está viviendo el sector turístico en
España muestra un sector maduro, estable y consolidado que sitúa a
España entre las tres primeras potencias turísticas del mundo.

18.3. El turismo extranjero en España en cifras

De acuerdo con las cifras provisionales publicadas por el Instituto de Estudios


Turísticos en los últimos cuatro años, se ha observado una ralentización en el ritmo
de crecimiento del número de turistas extranjero que llegan a España.
El turismo dentro de España moviliza más de 96 millones de turistas, de los
cuales 53.6 millones son turistas extranjeros (el 56% del total) y 42.5 millones
turistas nacionales (el 44% del total). Este reparto equilibrado entre el mercado
nacional y el mercado extranjero constituye la mejor garantía a medio y largo plazo
de la fortaleza del sector turístico en España.
Durante el año 2004 tanto el mercado extranjero como el mercado nacional
experimentaron sendos crecimientos en términos interanuales del 3.4.% y 3.8%. Es
importante señalar cómo tradicionalmente las empresas y destinos turísticos
españoles han sabido compensar el menor dinamismo del mercado internacional con
demanda nacional y viceversa.
La demanda externa a España a lo largo de 2004 ha mostrado un gran
dinamismo, lo que ha permitido alcanzar la cifra record de 85.7% millones de
visitantes extranjeros, tanto en calidad de turistas como de excursionistas. Esta cifra
de turistas internacionales supone el 7% del turismo mundial y el 13% del turismo
hacia Europa.
18.4. El perfil de los turistas: principales tendencias mundiales

Entre ellos, en líneas muy generales, se pueden identificar siete grandes


tendencias:

1. La creciente utilización de Internet por parte de los turistas: no sólo


como canal para la obtención de información para la elección de destinos
turísticos, sino también para realizar reservas y pagos, especialmente en
la contratación directa del transporte.
2. La cada vez mayor sofisticación de la clientela: con niveles de
exigencia crecientes, que obligan a los destinos a realizar una cada vez
mayor segmentación de los productos turísticos que éstos ofrecen en la
búsqueda de la diferenciación.
3. La aparición en el mercado de nuevos conceptos asociados al
turismo: como “turismo sostenible”, “turismo justo”, “turismo
ecológico”, “turismo de la experiencia”... conceptos que responden en
buena medida a esa clientela más sofisticada.
4. Incremento de la frecuencia viajera y en general del número de
viajes por motivos distintos al ocio y vacaciones, como los viajes de
negocios o de salud.
5. Aumento creciente del transporte aéreo por encima de cualquier
otro medio, especialmente en Europa como consecuencia de la
eclosión en todo el continente de las líneas de bajo coste.
6. Una cada vez mayor tendencia al viaje independiente frente al viaje
organizado mediante un paquete turístico.
7. Menor tiempo de antelación en la decisión del viaje y mayor
contratación de viajes a última hora: potenciando por Internet y por
las campañas de marketing por parte de las compañías del sector
premiando con precio menor las contraciones “last minute”.

18.5. El perfil de los turistas extranjeros con destino a España

A continuación se analizarán los principales rasgos de los turistas extranjeros


que llegan a España en diez grandes apartados.

18.5.1. La forma de organización

En relación con el perfil de los turistas que viajan por España es necesario
destacar su cada vez mayor propensión a viajar sin paquete turístico, un mayor
número de turistas independientes que contratan los servicios directamente sin el
recurso a los intermediarios permite no sólo un mercado más competitivo y
transparente sino también mayores efectos multiplicadores socio-económicos sobre
los destinos.
En 2004 el 57% de los turistas extranjeros que llegaron a España no habían
comprado un paquete turístico frente al 43% que sí lo habían adquirido.
18.5.2. El tipo de alojamiento

El aumento de los turistas extranjeros alojados en hoteles sin paquete turístico


supone una ganancia neta en términos del impacto económico que éstos generan
sobre el destino y su oferta complementaria.
A pesar del crecimiento experimentado por el alojamiento extrahotelero en
España, los turistas extranjeros siguen decantándose mayoritariamente por el
alojamiento hotelero, seis de cada diez turistas extranjeros que llegan a España se
alojan en establecimientos hoteleros, un total de 34 millones que se alojan en el más
de millón y medio de plazas que ofrecen los 17.000 hoteles que conforman la oferta
hotelera española.
Por su parte, los turistas alojados en establecimientos extrahoteleros
(apartamentos o casas de alquiler o en propiedad, casas familiares y amigos, y
campings) ascendieron a un total de 19 millones, con un crecimiento interanual del
5.5.%.
En los últimos años la utilización de alojamiento extrahotelero ha
experimentado en España un crecimiento. Buena parte del crecimiento de la demanda
inmobiliaria de los últimos años en España está vinculada a este fenómeno, no sólo al
turismo de sol y playa sino también, al turismo deportivo, principalmente de golf y
deportes náuticos, de mayor poder adquisitivo.

18.5.3. La duración de la estancia

La estancia media de los extranjeros en España se situó durante 2004 en 10.7


días, un valor medio entre los siete días de media que permanecen los extranjeros en
hoteles y las dos semanas que pasan en España cuando acuden a alojamientos
extrahoteleros. Durante los últimos años se observa una tendencia a la baja del
número de pernoctaciones en España, tanto en establecimientos hotelero como
extrahotelero, común a buena parte de los destinos del mundo.

18.5.4. La estacionalidad

Las llegadas de turistas extranjeros a España se caracterizan por seguir un


patrón marcadamente estacional. La temporada de verano, los meses que van de julio
a septiembre, concentra más de 19 millones de turistas, el 37% del total de las
llegadas del año. En términos de evolución es necesario destacar el mayor dinamismo
los ritmos de crecimiento de las llegadas de turistas extranjeros que se producen fuera
de la temporada de verano.
18.5.5. El uso de Internet

Al igual que en el resto del mundo se constata año tras año la cada vez mayor
propensión del turista extranjero por organizarse de forma independiente el viaje. El
39% de los turistas extranjeros que llegaron a España en 2004 utilizó Internet para
consultar, reservar o pagar alguno de sus servicios, lo que supone más cerca de 20
millones de turistas internautas, de los cuales nueve de cada diez turistas internautas
llegaron por vía aérea, un sector donde Internet se ha implantado en los últimos años
como uno de los canales de distribución de mayor crecimiento.

18.5.6. El medio de transporte

La mayor parte de los turistas extranjeros llegan a España por vía aérea, que
supuso en 2004 el 72% de las llegadas, prácticamente tres de cada cuatro turistas, un
total de 38,5% millones de turistas extranjeros. El 23% utilizaban la carretera, lo que
supone un total de 12,1 millones de turistas, el 5% la vía marítima, 3 millones de
turistas, y el 1% restante el ferrocarril, 400.000 turistas.
Por lo que respecta a su evolución, es necesario destacar el fuerte dinamismo
de las llegadas por vía aérea gracias al auge de las compañías de bajo coste.
Hoy en día las compañías de bajo coste transportan uno de cada tres pasajeros
en avión procedentes del extranjero, principalmente del Reino Unido, Alemania,
Holanda, Italia y Bélgica, con destino a Cataluña, Baleares, Andalucía y Valencia.

18.5.7. Características sociodemográficas

El turismo extranjero con destino a España es un turismo eminentemente


vacacional, de tipo familiar, en el que aproximadamente la mitad de ellos llega
acompañado de su pareja y menos del 20% lo hacen solos.
Se trata en su mayoría de turistas con edades comprendidas entre los 25 y 44
años, aunque también son importantes aquéllos con edades de entre 45 y 64 años, con
un nivel de renta medio, en su mayoría con trabajos y un nivel educativo que en la
práctica totalidad de los casos han realizado al menos estudios secundarios.

18.5.8. La fidelidad

El turista extranjero que llega a España es un turista satisfecho que en la gran


mayoría de los casos repite, ocho de cada diez turistas extranjeros llegados en 2004
ya habían estado con anterioridad, la mayor parte de ellos venía a España al menos
por tercera vez. Tan sólo para el 17% de los turistas se trataba de su primera visita a
España. Entre las Comunidades en las que se observa una mayor proporción de
turistas que vienen por primera vez hay que destacar el caso de Madrid.
18.5.9. Los principales destinos nacionales

Uno de los rasgos más significativos del turismo extranjero con destino a
España es su fuerte concentración geográfica en unos pocos destinos nacionales, en el
año 2004 seis Comunidades Autónomas concentraron el 90% de las llegadas
(Cataluña, Canarias, Baleares, Andalucía, Comunidad Valenciana y Comunidad de
Madrid).
El primer destino nacional del turismo extranjero es Cataluña con cerca de 13
millones de llegadas, habiendo experimentado un ritmo de crecimiento muy fuerte
durante los últimos años, le siguen en importancia los archipiélagos canario y balear.

18.5.10. Los principales mercados extranjeros

Los tres primeros mercados turísticos extranjeros con destino a España son el
Reino Unido (16.4. millones de turistas), Alemania (10 millones) y Francia (7.5.
millones), conjuntamente concentran el 63% de la demanda extranjera hacia España.
El ranking de los tres principales mercados no ha experimentado ningún
cambio, pero mientras el Reino Unido y Francia no han dejado de ganar peso,
Alemania no ha dejado de perderlo.
Con un peso menor se encuentran los países nórdicos (2.8 millones), Italia (2.6
millones), Países Bajos (2.3 millones). De ellos, los más dinámicos en los últimos
cinco años ha sido Italia y Países Bajos.
Durante estos años la importancia del mercado británico en España no ha
dejado de crecer.
Resumiendo, a lo largo del presente capítulo se ha tratado de ofrecer al alumno
de forma muy sintética los principales rasgos que configuran la demanda turística
extranjera con destino a España.

1. Se presenta la evolución de las llegadas de turistas extranjeros


procedentes del extranjero durante los últimos treinta años, en función de
sus ritmos de crecimiento teniendo en consideración el contexto
internacional. Se han establecido cinco etapas: la fase de recuperación, la
fase de recesión, la fase de crecimiento continuado, la fase de transición
y la fase de estabilidad en la que nos encontramos.
2. Se presentan las principales cifras de llegadas de turistas internacionales
a España durante el año 2004, más de 53,6 millones de turistas, segundo
puesto del ranking mundial, el 7% del total mundial, con un ritmo de
crecimiento del 3,4%.
3. Se presentan las principales tendencias globales que se pueden detectar
en el comportamiento de los turistas a lo largo de los últimos años,
identificándose hasta siete tendencias: el uso creciente de Internet, la
sofisticación creciente de los gustos de turistas y la consecuente
segmentación del mercado, la aparición de nuevos tipos de turismo,
incremento de la frecuencia viajera, crecimiento del transporte aéreo
impulsado por el auge de las compañías de bajo coste, aumento de los
viajes independientes, y mayor número de contrataciones de última hora.
4. Se analizan las principales características de los turistas extranjero que
llegan a España analizándose los siguientes aspectos, forma de
organización del viaje, tipo de alojamiento, duración de la estancia,
estacionalidad, uso de Internet medio de transporte, características socio-
demográficas, fidelidad, destino y procedencia.
BLOQUE VI
INFORMAR
DE LA INVESTIGACIÓN
CAPÍTULO XIX
EL PROYECTO
DE INVESTIGACIÓN

19.1. Introducción

En toda demanda de investigación es obligada la presentación del


correspondiente proyecto de investigación. Es por este motivo que el proyecto de
investigación se ha definido de manera amplia como el “planteamiento de una serie
de actividades sucesivas y organizadas que deben adaptarse a las particularidades de
cada investigación, y que nos indican los pasos y pruebas a efectuar y las técnicas a
utilizar para recolectar y analizar los datos”.
El proyecto tiene una triple finalidad de cara a la investigación: la finalidad de
controlar la investigación propuesta, la de programarla y la de contratarla.

El proyecto de investigación como medio de control

Todo proyecto tiene el objetivo de controlar la investigación que proyecta.


Dicho control es externo e interno a la vez.
Por otro lado, es organizativo y sirve al investigador para evitar desajustes y
divagaciones que acabarán traduciéndose en un injustificado incremento de los
esfuerzos, costes y tiempos necesarios para realizar la investigación.

El proyecto de investigación como medio de programación

Otra finalidad del proyecto es la de ordenar y programar las tareas necesarias


para realizar la investigación. El objeto en este caso es prevenir los posibles
problemas o eventualidades que puedan ir surgiendo a lo largo del proceso
investigador, y en especial cuando se aborda la fase más compleja y contingente del
trabajo de campo.

El proyecto de investigación como medio de contratación

Por último, el proyecto no sólo es un trámite administrativo y de evaluación.


Su carácter descriptivo y controlador hace que también tenga valor de contrato o
acuerdo legal a partir del cual dirimir compromisos y responsabilidades. Esto
significa que la presencia del proyecto, aun siendo un requisito previo a la realización
de la investigación, sigue siendo fundamental a lo largo de ésta, refiriéndose a él
siempre que aparecen problemas o desacuerdos durante el proceso de ejecución.
19.2. La contextualización del proyecto

Todo proyecto de investigación asume responder a la demanda que encarga la


investigación. Por ello, todo proyecto contiene al menos tres tipos de contextos o
externalidades que envuelven por sistema a toda investigación el contexto de la
demanda, el contexto del universo poblacional y el contexto del campo de
investigación.

El contexto de la demanda

Una primera referencia que justifica y da sentido al proyecto es el


requerimiento de la demanda. Quien encarga la investigación tiene una clave de para
qué y para quién sirve la investigación.
Detrás de toda propuesta de investigación subyace un conflicto que no siempre
es formalizado a las claras, ni abiertamente.
La manera de abordar este particular pasa por determinar las siguientes
cuestiones generales:
1. ¿De quién parte realmente la propuesta o requerimiento?
Por ejemplo, el requerimiento de investigar el atractivo turístico de una
carga la investigación. Seguramente la administración local, tiene un
interés más indefinido y abierto que una asociación de pequeños
comerciantes. Aunque ambas propuestas pudieran estar igualmente
interesadas en investigar el potencial turístico de la región, la primera es
más social y la segunda más económica.
2. ¿Cuáles son los motivos que asisten a dicha propuesta o
requerimiento?
La cuestión aquí es reconocer qué es lo que motivó a pronunciarse en la
demanda. Las cuestiones que mueven a abordar un determinado tema
para su estudio están relacionadas con los intereses particulares de quien
hace el requerimiento. Unos intereses que pueden ser políticos,
económicos, culturales, empresariales, etc.
3. ¿Qué finalidad práctica se persigue?
Por último, en función de los motivos que asisten a la propuesta de
investigación, la demanda persigue un fin o efecto concreto a raíz de los
resultados alcanzados. Por ejemplo, incrementar la presencia y cuota de
mercado, innovar productos o mejorar la imagen de un determinado
servicio turístico, etc.

El contexto del universo poblacional

El universo poblacional constituye un importante elemento externo para la


investigación. El conocimiento de la población a la que se dirige el estudio permite
proyectarlo en función de las circunstancias particulares de dicha población. El
comportamiento de la población y su adecuación a los objetivos de investigación
forman parte del contexto del universo poblacional.
La clase social, los estilos de vida el nivel cultural, las limitaciones temporales
y espaciales, etc., definen el comportamiento de la población objeto de estudio.

El contexto del campo de investigación

Por último, la observación de las muestras seleccionadas están sometidas a las


circunstancias del momento en el que se pretende realizar el estudio. De manera que
la realidad de ese momento influye y determina claramente en los resultados
obtenidos.
En resumen, la investigación proyectada se refuerza en los siguientes aspectos:
– Consigue una mayor implicación de la instancia que encarga la
investigación, y un reconocimiento de la finalidad práctica que orienta a la
demanda.
– Permite evaluar el proyecto en la medida en que informan de cierta
sensibilidad y responsabilidad por parte de la instancia investigadora.
– Conjuga distintos intereses en el proyecto: los de la demanda, los del
investigador y los de la situación concreta donde se pone en práctica la
investigación.

19.3. Estructura y contenidos del proyecto de investigación

En términos generales, el proyecto de investigación se articula en tres grandes


módulos o apartados fundamentales: antecedentes, diseño y programas de la
investigación.

Los antecedentes

Se incluyen cuestiones relacionadas con la acotación y concreción del campo a


investigar, la importancia del tema de estudio y la información teórica y empírica
existente sobre dicho tema.

El diseño de investigación

Planteado y justificado el tema a investigar, el proyecto hace referencia a la


parte de idear las estrategias para obtener la información necesaria. Se incluyen
cuestiones como la delimitación del campo de observación, formulación de hipótesis
y justificación metodología.

El programa

Por último, la concreción del diseño se traduce en un programa donde se


incluye los objetivos específicos con las observaciones concretas a realizar, los
detalles de los dispositivos para producir y analizar los datos y los recursos necesarios
para llevar a cabo todo el programa, desde el equipo investigador al material
instrumental y de apoyo.
Los contenidos a los que hacen referencia los diversos apartados en los que
ordena el proyecto son:

1. La selección del tema


El tema de investigación no es una cuestión que se muestre indiferente o
caprichosa. Por regla general, las temáticas coinciden con los intereses de las
instancias que demandan estudios.
2. La definición del objeto de investigación
La selección del tema impone a su vez una concreción del campo que limita la
investigación. La definición del objeto precisa lo que el estudio pretende
conocer. La definición evita reducir el tema a cuestiones irrelevantes: por
ejemplo, plantearse si las personas que viajan tienen en cuenta el medio de
transporte. Evita divagaciones producto de la amplitud del tema. Por ejemplo,
plantearse conocer la influencia del turismo español en el extranjero. En
consecuencia, la formulación del objeto de la investigación toma la forma de
cierta problemática que se quiere conocer, y que es descrita en el proyecto con
la mayor precisión y claridad.
3. Los objetivos de la investigación
Los objetivos de la investigación introducen incertidumbre a partir de la
problemática que se quiere conocer y las posibles respuestas que se pueden dar.
Con este ejercicio se pretende:
• Facilitar hipótesis o supuestos que podrán estar a su vez
respaldados por la experiencia, la intuición y/o las teorizaciones
que el investigador conoce de antemano.
• Generar variables y relaciones entre variables que describan y
expliquen el fenómeno en cuestión.
4. El diseño metodológico
En esta parte del proyecto se diseña cómo se van a observar las evidencias que
encierran los objetivos de la investigación. Los diseños más utilizados se
adaptan en su mayoría a los dos enfoques metodológicos más utilizados en la
investigación social: el enfoque cuantitativo y el enfoque cualitativo.
El enfoque cualitativo utiliza métodos que tienen el propósito de mostrar la
presencia, relevancia y sentido del fenómeno estudiado. El enfoque
cuantitativo tiene el propósito de mostrar el peso y la distribución de dicho
fenómeno.
5. La selección y aplicación de las técnicas de investigación
En general, para diseños cuantitativos, la encuesta es la técnica más utilizada,
mientras que en diseños cualitativos son las entrevistas abiertas y los grupos de
discusión. No obstante, las técnicas son seleccionadas en función de otras
circunstancias, como son:
– Las características del universo de estudio
Por ejemplo, no sería muy apropiado utilizar un cuestionario por correo
para una población con un bajo nivel educativo.
– El tipo de información a obtener
Especialmente cuando se trata de obtener información confidenciales, su
precintado anónimo, puede ser una buena alternativa para transmitir
confianza y tranquilidad al entrevistado.
– El monto y tipo de información necesaria
Ciertas técnicas como la encuesta telefónica no pueden ser utilizadas con
garantías en la obtención de una información muy extensa y compleja .
– Los recursos disponibles
Por ejemplo, las entrevistas personales son más costosas y requieren de
mayor disponibilidad de recursos en general que las entrevistas
telefónicas.

Por otro lado, la aplicación de las técnicas se adapta a las circunstancias


particulares de cada estudio. No obstante, se tiene en cuenta las características
propias de cada instrumento.

6. Definición del universo y selección de las muestras


Las observaciones indicadas en el proyecto se hacen sobre un universo
muestral o conjunto de elementos a los que hace referencia los objetivos de la
investigación.
Del universo se extraen las muestras sobre las cuales se aplican las distintas
técnicas. Las muestras persiguen dos tipos de representatividad, la estadística,
mayoritariamente utilizada en los estudios de corte cuantitativo, y la
intencional, utilizada en mayor medida por los estudios cualitativos.

7. El equipo investigador y los medios disponibles


Por regla general, la mayoría de las investigaciones son realizadas en grupo, es
decir, por equipos de investigación. Son pocos las tareas que se realizan de
manera autónoma. El equipo de investigación está formado por el director de la
investigación, el coordinador del equipo, y por los miembros del equipo
investigador.
En cuanto a los medios necesarios para la investigación. Cuando no se
explicitan se da por supuesto que se cuenta con todos los recursos necesarios.
Los medios a utilizar en investigación social varían ligeramente en función del
tipo de práctica investigadora. Los estudios cualitativos, por ejemplo, requieren
medios habituales de grabación y reproducción de imágenes y/o sonido
(grabadas portátiles, cámaras de vídeo, reproductora de vídeo, etc.), así como
espacios especiales para la realización de las observaciones (alquileres de
salas).
8. Las etapas y plazos
El coste de la investigación depende directamente del tiempo que ésta dure.
Cuanto más se prolonga la investigación en el tiempo, mayores son los costes
económicos y los riesgos de ofrecer resultados caducados.
En el proyecto es fundamental acordar y mencionar los plazos de ejecución.
Los principales recorridos a temporizar son: las etapas previas al trabajo de
campo, las propias del campo y las referentes al análisis y presentación de
resultados.
Con la segmentación de la investigación en tareas y tiempos de realización
ajustados a calendario, es posible elaborar esquemas y diagramas que hagan
más gráfico y sincrético el proceso ejecutivo de la investigación. El diagrama
de Gantt, ampliamente utilizado, parte de una matriz en la que el eje horizontal
representa el tiempo en semanas, y el eje vertical las tareas a realizar.
9. El presupuesto
El presupuesto tiene la finalidad de asignar un precio a la investigación.
También puede detallarse por partes según las partidas correspondientes a los
recursos empleados. En cualquier caso, el precio de las investigaciones
cualitativas puede ser sensiblemente menor que el precio de las cuantitativas,
las cuales necesitan de un mayor gasto de personal e infraestructura.
En resumen, un proyecto es un documento previo que se presenta a la instancia
que encarga o convoca la investigación, y tiene una triple finalidad de cara a la
investigación: la finalidad de controlar la investigación propuesta, la de
programarla y la de contratarla.
El proyecto adquiere un sentido realista y pragmático cuando tiene en cuenta al
menos tres tipos de contextos o externalidades que envuelven por sistema a
toda investigación: el contexto de la demanda, el contexto del universo
poblacional y el contexto del campo de investigación.
En términos generales, el proyecto de investigación se articula en tres grandes
módulos o apartados fundamentales: antecedentes, diseño y programa de la
investigación.
Los contenidos a los que hacen referencia los diversos apartados en los que
ordena el proyecto son: la selección del tema, la definición del objeto de
investigación, los objetivos de la investigación, el diseño metodológico, la
selección y aplicación de las técnicas de investigación, la definición del
universo y la selección de las muestras, el equipo investigador y los medios
disponibles, las etapas y los plazos, y el presupuesto.
CAPÍTULO XX
EL INFORME
DE INVESTIGACIÓN

20.1. Introducción

Se requiere una mínima reflexión previa sobre cuáles son los objetivos del
informe dentro de la investigación. Destacaremos aquí sólo dos.
El primero, sobre el que se ha plateado cierto debate en las ciencias sociales
de los últimos años, es dar existencia a la investigación. Al hacerla pública, el
informe permite que la observación-investigación sea observada y evaluada, dando
fe así de lo hecho. Puede decirse que el informe es una especie de acta o certificado
de la investigación realizada: convierte la investigación en cierta.
La investigación va a ser evaluada, por lo que se dice en el informe,
estableciéndose el grado de satisfacción con el cumplimiento de la obligación
contraída en el momento de la aceptación de la demanda de investigación.
La segunda finalidad parece la más obvia, aunque se olvide con cierta
frecuencia: informar sobre la observación empírica realizada. Un objetivo
informativo que ha de regir la estructura y selección de los contenidos del informe.
Un objetivo de informar que, a su vez, se rige por algunos de los principios de
economía informacional:

a) linealidad, de manera que la redundancia y la repetición sólo caben para


cerrar significados muy plurales y diversos, es decir, para ayudar a una
interpretación correcta
b) dar cuenta sólo de lo que hay que dar cuenta de la investigación, evitando
los ruidos o inclusión de elementos ajenos a la investigación, de manera que el
informe desarrolla -explica- la investigación, no pudiéndose convertir en un
elemento que ha de ser, a su vez, explicado.

Dos objetivos que pueden parecer contradictorios y que, sin embargo, se


complementan. Informar es así tanto dar forma a la investigación (primer objetivo),
como dar información de la investigación (segundo objetivo).

20.2. Características básicas del informe de investigación

Parece conveniente que el lector tenga una idea conjunta del mismo desde su
inicio. Así, si se toma cualquier informe de investigación y se pasan sus páginas con
alguna atención, se podrá encontrar, sucesivamente con:
– Título: ha de responder de la forma más neutral posible al contenido del
informe. Neutralidad en el título que da un tono general al informe. En esta
línea, es aconsejable evitar títulos como, por ejemplo: “La mala/buena
opinión de los turistas extranjeros sobre las playas españolas”. Pues bien,
el título ha de señalar el conjunto de la investigación y no sólo uno de sus
resultados, por importante y concluyente que éste sea.
– Comparten la primera página o portada del informe:
• El nombre del centro o instituto de investigación que ha llevado a
cabo el estudio, teniendo en cuenta que si ha sido realizado por un
investigador o investigadores sin encontrarse referidos de manera
conjunta a una institución, se incluye directamente el nombre de éste
o éstos.
• La fecha en la que se ha terminado la redacción del informe, siendo
suficiente con la mención del mes y el año.
– Índice del contenido del informe, realizado a partir de la denominación de
sus distintos capítulos y apartados y la señalización de la página del informe
en la que comienzan. Su finalidad es clara.
– Introducción: presenta el informe, destacando las razones de la
investigación.
– Contexto de la investigación: define el marco desde el que parte la
investigación. Puede estar dividido en diversos capítulos o apartados: marco
teórico, desarrollo histórico del fenómeno, contexto social, situación actual,
etc.
– Metodología: responde a la pregunta sobre el cómo se ha hecho
investigación.
– A partir de aquí, el lector del informe topa con una serie de capítulos o
apartados, con la más variada denominación, destinados a dar cuenta de
los resultados de la investigación. Este conjunto de apartados constituye el
cuerpo principal del informe y su parte más extensa.
– Conclusiones: destacan los principales resultados de la investigación y, lo
que es más importante, el sentido que ha de darse al conjunto de los
mismos.
– Recomendaciones: destinado a establecer las actuaciones que se derivan de
las conclusiones presentadas.
– Anexo o anexos: espacio final reservado para incluir aquello que, siendo
informativamente relevante, por su extensión (larga) o características
(imágenes, tablas estadísticas, cuadros, etc.) era de difícil inclusión en el
texto del informe, a pesar de que éste haga referencia a tales materiales.

Sobre el lenguaje del informe, todos los manuales inciden en la obligación de


claridad, precisión y sencillez. No obstante, de los tres cobra especial relevancia el de
precisión, con evitación de ambigüedades y posibles interpretaciones confusas.
Es el tono lo que marca el género de la literatura gris, en la que se encuentra el
informe. Un tono marcado por la impersonalidad y el distanciamiento, donde el
redactor-observador tiende a desaparecer. Se pretende generar la sensación de que es
la realidad observada la que habla por sí sola en el informe. Así, los informes de la
investigación antropológica dan más protagonismo a su autor.
Independientemente de su tono o estilo, hay que resaltar que el informe es el
producto de una observación realizada por un observador. Es decir, es el producto de
una mediación subjetiva. Que tal mediación sea realzada, pudiendo llegar a una
especie de hipertrofia en algunos informes, u ocultada, es otra cosa. El informe de
investigación invita a la ocultación.

20.3. Punto de arranque

20.3.1. La introducción

Es recomendable que todos los informes, por limitada que sea su extensión,
cuenten con una introducción en la que se sitúe al lector sobre aquello que va a leer a
continuación. Se tiende a empezar por uno o varios párrafos dedicados a expresar las
razones que han llevado a la realización del estudio.
Los siguientes párrafos de la introducción intentan marcar el tiempo y el
espacio del estudio. Sobre todo, las fechas en que se ha llevado a cabo el trabajo. Se
hace así una mínima referencia a las prácticas de investigación utilizadas.
Aun cuando suele estar ausente en los informes más breves y con un destino
más ejecutivo, es conveniente redactar algunas líneas sobre los elementos o
dimensiones del objeto de investigación que se han abordado.
Abordando ya la parte final de la introducción, se exponen los distintos
apartados (capítulos, títulos, secciones, etc.) en que se divide el informe. Información
sobre la estructura del informe que puede acompañarse con una mínima explicación
sobre la misma, sobre el porqué se ha optado por tal estructura, que puede ir de lo
más general a lo más particular, desde el pasado hacia el futuro, o cualquier otra.
Las últimas líneas de la introducción pueden dedicarse a expresar los
agradecimientos a aquellas personas o instituciones que, han ayudado al investigador
o equipo de investigación en la realización concreta del estudio.

20.3.2. Contextos

El objeto de investigación tiene lugar en un contexto social y concreto


determinado. Se estudia algo en un momento específico de su formación y evolución.
De alguna manera, especialmente en la investigación práctica del mercado turístico o
de los recursos turísticos.
Definición del contexto en el que tiene lugar el objeto de investigación que
puede requerir cierta mirada al pasado. De este modo, se traza la evolución del
fenómeno hasta su situación actual. No obstante, si la propia investigación va a entrar
en el análisis detallado de alguna de las fuentes estadísticas, obteniendo resultados
sobre cómo se ha ido construyendo el objeto de investigación, hay que tener en
cuenta que es preferible su presentación entre los propios resultados de la
investigación. De esta manera, se hace constancia de una definición de partida de la
investigación compartida entre instancia investigadora e instancia demandante de la
investigación. De que el diagnóstico inicial es el mismo.
El otro contexto que cabe incluir aquí es el teórico. Se recogen las principales
afirmaciones que ya han hecho un diagnóstico de la situación y determinaciones del
objeto de investigación, ya sean estas afirmaciones coincidencias o contrarias a los
supuestos de los que parte el investigador. Las contrarias, como discurso con el que la
investigación establecerá un diálogo constante.

20.3.3. Metodología

El apartado destinado a la exposición del diseño metodológico utilizado,


habitualmente titulado como metodología, consta de tres partes, de manera que las
dos primeras se alimentan en buena medida de lo desarrollado al respecto en el
proyecto de investigación, cuando éste ha existido.
La primera parte justifica el conjunto del diseño metodológico realizado. En
especial, da razón de la pertinencia de las prácticas de investigación llevadas a cabo
para la observación del objeto o parte del objeto de investigación.
La segunda parte entra en el diseño específico de cada una de las prácticas
realizadas: diseño muestral, principales perfiles de la muestra resultante, guiones o
cuestiones utilizados.
Si la primera parte de este apartado tiene un carácter preferentemente
explicativo y la segunda un carácter descriptivo, la última parte tiene un carácter más
reflexivo y abierto, entrando en la evaluación del desarrollo del propio trabajo de
campo, sobre todo en la relativo a la relación con los informantes y el
comportamiento de éstos percibido. Es también el espacio para exponer los
problemas encontrados durante la producción concreta de los datos, intentando
explicarlos y argumentar las soluciones adoptadas.

20.4. Los resultados

La presentación de los resultados constituye el cuerpo o parte troncal del


informe. Metáfora corporal que puede generalizarse al conjunto del mismo,
traduciéndose: la introducción y el apartado metodológico por la cabeza; las
conclusiones por las extremidades, posibilitando, precisamente, el movimiento de la
investigación (hacia atrás o lo que se ha visto; hacia delante o lo que quedaría por
ver: hacia la práctica, enlazando con las recomendaciones); pudiéndose seguir así con
el resto de los elementos.
Volcar los resultados de la investigación implica el previo trabajo de señalar los
mismos. De tener claro cuáles son los resultados principales y el orden de relevancia
de los mismos. Criterios de selección y jerarquía de los resultados producidos en el
trabajo empírico que fundamentalmente vendrán dados por la propia selección y
jerarquía de los objetivos de la investigación.
La redacción del informe implica una selección-reducción de la realidad
producida con la investigación empírica. Selección que vendrá dada por unos
objetivos de la investigación que marcarán lo que “puede” verse y exponerse en el
informe y lo que dejará de verse y exponerse.
Por esto mismo, cabe decir que si un informe puede llegar a agotarse en su
circulación pública o semipública inicial, cuando se trata de un cliente o demanda de
la investigación poco o nada interesado en la circulación del informe, el material
empírico es inagotable para la observación. Basta con hacer nuevas preguntas a ese
material.
La ordenación de la presentación de los resultados en el informe puede seguir
las siguientes líneas:

– De lo más general a lo más particular. Se aborda así, primeramente, los


resultados vinculados con los aspectos más generales, aquellos que tienden
a conformar el contexto o marco específico de la investigación, cuyos
resultados más detallados se expondrán en los siguientes apartados.
– Línea cronológica. Sigue la evolución de un fenómeno a través del tiempo
histórico: épocas, etapas, fases, años, etc., hasta llegar al momento más
reciente entre los estudiados.
– Línea temporal interna. Que desarrolla el informe siguiendo los sucesivos
pasos llevados a cabo por la investigación. Tal tipo de ordenación se reduce
prácticamente a la investigación social de tipo antropológico, sobre todo la
llevada a cabo a través de observación participante con una larga duración.
– Línea tipológica. En un primer apartado se expone la tipología o proceso
de construcción de los distintos tipos. Por ejemplo, turistas, orígenes
turísticos, destinos turísticos, residencia turística, etc.

En cualquier caso y con independencia de la línea que se siga, es recomendable


que la presentación de los resultados mantenga algún hilo o varios hilos argumentales
que se irán retomando, con distinta intensidad, en los distintos apartados de esta
presentación de resultados.

20.5. Las conclusiones y las recomendaciones

20.5.1. Conclusiones

La parte del informe destinada a las conclusiones de la investigación no sólo


termina el informe, desde el punto de vista formal, sino que no puede darse por
terminada la investigación sin ella. Es decir, es la muestra de la satisfacción de un
compromiso, ya sea con un cliente demandante de la investigación, ya sea con una
institución que ha patrocinado la misma, ya sea con la comunidad científica y
académica.
El capítulo de conclusiones del informe, imprescindible en todos los casos
tiene, al menos, cuatro finalidades u objetivos:

1) Sintetizar, en muy pocas palabras, la investigación realizada


2) Dar respuesta directa a los objetivos que se planteaban en el diseño de la
investigación
3) Subrayar los resultados más importantes de la investigación
4) Establecer las limitaciones que ha tenido la investigación y por dónde
puede continuar

La síntesis de la investigación realizada encabeza las conclusiones. Muy pocas


líneas para señalar el objetivo de la investigación que motivó su realización y las
prácticas de investigación que se han desarrollado, de manera que aparecen como las
fuentes de información de las que se deriva todo lo que se va a exponer en el resto del
capítulo de conclusiones.
En la medida que todo investigación puede entenderse como un compromiso
con los objetivos que fundamentaron su realización, ha de mostrarse en las
conclusiones qué resultados se aportan para cada uno de ellos, Aquí ya no cabe la
explicación podría decirse que se trata de una selección cruda de los resultados.
Ahora bien, tan cruda presentación de los resultados no ha de dejar perder la
oportunidad para subrayar cuáles han sido los más relevantes, pues en ello se
encuentra la señalización de lo que puede considerarse la verdadera aportación de la
investigación.
Por último, toda investigación implica una opción de reducción de la realidad,
de tal manera que se quedan fuera elementos de ese campo de la realidad investigada
que es, por otro lado, inagotable por definición.
Se trata, en lo fundamental, de concretar el concepto griego de praxis o
reflexión sobre la propia práctica realizada, tomando conciencia de sus limitaciones;
pero, a su vez, proponiendo posibilidades para su superación, al menos parcial.

20.5.2. Recomendaciones

Toda investigación tiene un horizonte práctico. Horizonte práctico que se


recupera de una manera relevante en el capítulo de recomendaciones. De hecho, suele
denominarse a esta parte con títulos como: “conclusiones y recomendaciones”. Pero
también puede constituir un capítulo separado de las conclusiones, sobre todo cuando
el desarrollo de las recomendaciones va a ocupar cierta extensión.
Hay que tener en cuenta que las conclusiones derivan directamente de los
resultados de la investigación. Son un resumen de la investigación y es como si la
propia investigación hablase. Sin embargo, las recomendaciones suponen un paso
más adelante. Dando por conocidos los hechos observados, apuntan hacia lo que
podría o debería hacerse, dando consejos prácticos y, por lo tanto, estableciendo
también cómo debería hacerse.
De hecho, las recomendaciones puede interpretarse como una sentencia, en la
que dice hágase esto o lo otro, o déjese de hacer esto o aquello, dándose incluso
detalles de cómo ha de ejecutarse tal sentencia.
Claro está, la asunción subjetiva, por parte del investigador o de la instancia
investigadora, de las recomendaciones ha de realizarse con especial tacto. En ningún
caso pueden redactarse como una especie de imposición o ultimátum hacia la
instancia receptora del informe. Se trata sólo recomendaciones a partir de una
(mínima) aproximación a una realidad, de la que son otros quienes tienen las
decisiones.

20.6. Los refuerzos del informe

Todo informe cuenta con una serie de elementos distintos al discurso, más o
menos, lineal del investigador o instancia investigadora. La mayor parte de ellos
tienen una finalidad ilustrativa.

20.6.1. Fragmentos discursivos

Cuando se realizan prácticas de investigación que producen discursos de los


informales (entrevista, cualitativa, grupo de discusión u observación participante,
principalmente), es habitual utilizar fragmentos de éstos para sostener la
argumentación expuesta en el informe.
No “están ahí” los hablantes para intervenir en la redacción del informe, sino
que se trata de selecciones de los discursos producidos -ajenos al propio investigador-
durante la investigación.
No cabe duda de que la fuerza retórica de estos fragmentos discursivos,
también denominados verbatims, puede llegar a ser elevada. Producen más sentido de
“realidad”, que las propias palabras del investigador, pues se constituyen en una
especie de testigo directo de la realidad observada.
Estas pequeñas partes, partículas de discurso pretenden señalar lo sustancial del
mismo. Son partículas de lo sustancial que se hacen presentes en el informe para
reforzarlo.
El informe las enfoca, preparando al lector para observarlas. Así, suelen ir
precedidas de frases como: “como puede ver el lector a continuación”. El informe
pone, de esta manera, su lente, para, después, multiplicar su relevancia en una
explicación más o menos prolija sobre el sentido que cobran.
Es por ello que al análisis de discursos, en particular, y a la investigación
cualitativa, en general, se la tiende a calificar de visión microscópica muy sujeta a lo
micro, que se encarga de agrandar.
Los fragmentos discursivos insertados han de estar claramente identificados.
Suele ser suficiente con la referencia a la unidad de información o caso del que son
originarios: entrevista, grupo de discusión o informante en la observación
participante.
Es tal su poder retórico que la inclinación a la excesiva presencia de
fragmentos discursivos y, en definitiva, el abuso de los mismos en el informe es fácil.
Incluso se llegan a imponer a la palabra del investigador, reduciendo ésta en la
redacción a la mera presentación de tales fragmentos.
Una falsedad que puede volverse en contra del propio investigador en forma
de: sensación de escaso trabajo de elaboración e interpretación por parte de éste o,
directamente, de falso ocultamiento con la intención de mostrarse objetivo.

20.6.2. Cuadros de esquemas y tablas

Los cuadros y los esquemas tienen la función de sintetizar fragmentos del


informe o, incluso, la totalidad del mismo. Por lo tanto, un cuadro no sustituye a los
argumentos, sólo los resume de manera sintética.
La utilización de cuadros y esquemas es adecuada cuando la extensión de la
argumentación puede considerarse excesiva o, tal vez, un tanto complicada; los
esquemas, actúan como una radiografía encargada de señalar la estructura de los
fenómenos estudiados, de lo sustancial.
Los cuadros y esquemas no han de añadir complejidad en el informe,
debiéndose optar por su máxima sencillez. Por lo tanto, si un cuadro o esquema
genera dudas en su comprensión, contradicciones con respecto al texto del informe o
confusión, habrá que plantearse su modificación o, directamente, su eliminación.
Si los cuadros y esquemas pueden ser usados tanto en informes de
investigación cuantitativa, como en informes de investigación cualitativa, las tablas
estadísticas protagonizan sólo los primeros.
A través de las tablas estadísticas es como si los hechos sociales, utilizando el
término del sociólogo francés Durkehim, cobrasen vida autónoma y, a la vez,
pudiesen ser observados. Los cambios o las estructuras sociales quedan así
aproximados, actuando como una especie de telescopio: el distante y dinámico
universo social queda fijado en la lente de las tablas. Fijación, en la que se apoya el
discurso del informe.
Tal asimilación se da entre hecho social y tabla estadística, que parece que la
realidad se muestra por sí sola, no se requiere mayor explicación al lector que sepa
“leerla”.
Así, se presentan largas series de tablas, como si las tablas hablasen por sí
mismas. Concepción de la que ha de huirse. Porque no todo lector es un experto
lector de tablas estadísticas. Y porque toda tabla es susceptible de múltiples
interpretaciones. Para evitar el abuso en el uso de las tablas estadísticas en los
informes, se ha llegado a la convención de que es necesario al menos una página de
informe en el que se desarrolle el contenido de una tabla, para la justificación de la
inserción de la misma en el texto del informe.
Por otro lado, cuadros, esquemas y tablas han de estar correctamente
numerados, según el orden respectivo que ocupen en el informe, y titulados. El título
ha de hacer referencia a su contenido de una manera clara. Cuando se trata de tablas
que reflejan distribuciones de frecuencias procedentes de un cuestionario, la
redacción de la pregunta a la que se refiere tal distribución de frecuencias puede
servir de título, con la especificación de: si se trata de frecuencias absolutas,
porcentajes en vertical, en horizontal o sobre el total. Asimismo, ha de recogerse el
nombre de la fuente estadística o estudio de la que parte la tabla.

20.6.3. Gráficos

Los gráficos tienen la función de representar mediante imágenes,


especialmente en los estudios cuantitativos, la distribución de un fenómeno, ya sea en
una situación dada o única variable (gráfico circular o “tarta”, histograma, barras)
ya sea a través de su concreción y/o distribución en otra u otras variables (gráfico de
cruce de ejes cartesiano, lineal, etc.). Su finalidad ilustrativa es más que evidente,
facilitando y agilizando la lectura del informe, especialmente al lector experto en la
lectura de los mismos.
Como ocurre con los otros elementos, no puede suceder que su utilización
genere problemas o dudas en el lector. Por ello, ha de respetarse una especie de
mínimos formales en su producción, como que el título del gráfico esté sólo referido
al contenido del mismo.
En la medida que el gráfico intenta hacer evidente una parte de los resultados
del informe, hay que atender a una regla de oro por la que si un gráfico requiere una
detallada y prolija explicación para que se entienda conviene eliminarlo del informe.
Los gráficos se insertan en el informe para ayudar a la explicación presente en
la redacción del texto; pero no para ser explicados. Así, se ha llegado a la elaboración
de informes exclusivamente gráficos, donde se prescinde de todo texto. Se trata de
informes destinados a receptores expertos.

20.6.4. Fotografías

La fotografía apenas tiene lugar en el informe de investigación, salvo en


particulares excepciones como:

– Cuando las propias fotografías constituyen el objeto material de


investigación. Piénsese en un estudio sobre las fotografías tomadas por una
específica población en un viaje o una serie de viajes turísticos o en un
estudio sobre la imagen utilizada en las promociones turísticas, como se
apuntaba en el capítulo sobre la imagen turística. Entonces, para reforzar las
referencias que va haciendo el informe puede ser constituyen un tipo o
categoría diferencial, a lo largo del informe, según se vaya entrando en sus
respectivos análisis.
– Se han utilizado fotografías como material instrumental para la producción
de datos. Así, por ejemplo, para que una muestra de informantes opine
sobre apartamentos turísticos, habitaciones de hotel o espacios turísticos, las
distintas categorías sobre las que se pide opinar, que una siempre difícil
descripción verbal de tales referentes. Ya se inserten a lo largo del texto del
informe, ya en un anexo final, ha de recordarse la necesidad de
identificarlas, lo que se hace habitualmente con un número que señale su
orden de aparición en el cuerpo del texto o el anexo.
– Expresan situaciones referidas en la redacción del informe, aportando
información sobre ellas. Sin embargo, salvo en los informes que recogen los
resultados de la observación participante, apenas se introducen fotografías
con este motivo.

Ha de subrayarse que la finalidad de las fotografías en el informe no es


ornamental, sino que han de aportar información. En especial, aquella información
que es difícil transmitir verbalmente. La utilización meramente ornamental, puede
tener efectos negativos sobre la propia consideración del informe, ya que no añade
información relevante.

20.6.5. Otros materiales utilizados

Al igual que ocurre con la fotografía, pueden utilizarse distintos instrumentos


para la recogida de información, susceptibles de ser incluidos en el informe. Es lo que
ocurre con el cuestionario, o con las tarjetas en las que se exponen las distintas
opciones que tienden a incluir en anexos específicos, al final del informe.
Sin embargo, lo que refuerza su inclusión es la dimensión científica del
informe:

A) Adquiere un lenguaje científico, una forma científica.


B) Facilita la evaluación de la investigación realizada, es decir, el principio
fundamental de lo que cabe considerar como ciencia: la observación de la
observación.

20.6.6. Referencias

Una investigación no se alimenta sólo material producido por su esfuerzo en el


trabajo de campo. Es sobre todo, un diálogo con lo dicho públicamente en otros
informes y estudios, ya sean que han tenido el mismo o semejante objeto de
investigación, ya sea que han utilizado las mismas formas de observación. Diálogos
que requieren identificar claramente con qué o quién se dialoga. De aquí la
utilización de referencias.
Son variadas las formas de hacer referencias. Unas facilitan más la lectura:
otras facilitan más la redacción del informe. Entre las primeras, hay que destacar la
referencia entera a pie de página.
El lector obtiene rápidamente la información que pudiera necesitar. El redactor
obtiene el relativo beneficio de que no necesitará hacer referencia completa a la obra
en las siguientes ocasiones en que la cita, pudiéndose limitar a consignar el apellido
del autor y el término latino idem (misma obra) o ibidem (misma obra, misma
página).
La otra manera de construir referencias es con una mínima mención
identificativa inserta en el propio texto del informe que se apoya en tal referencia,
para, después, completar la información sobre la misma en un apartado específico
sobre referencias utilizadas, que suele ir en la parte final del informe, tras las
conclusiones. De esta manera, al lector interesado en la información de las obras o
fuentes sobre las que se ha apoyado el informe, se le remite a otra parte del mismo,
no estando de manera tan inmediata.
Por tal comodidad para la redacción y, sobre todo, cuando son múltiples las
citas realizadas a lo largo del texto, se ha ido imponiendo esta segunda manera de
construir referencias.
Hay que señalar que la citación de autores en los informes de la investigación
turística aplicada es bastante escaso, siendo algo mayor la de fuentes estadísticas
oficiales. Por lo tanto, la opción por una manera u otra de construir referencias no
implica graves consecuencias en la redacción y corrección del informe.

20.7. Tipos de informe

La combinación de la diferente concreción de los elementos que conforman la


estructura del informe en su función práctica permite hablar de distintos tipos de
informe de investigación:

– Informe analítico de investigación básica, con especial desarrollo en los


campos académico y científico. Es prolijo y detallado en la presentación
de resultados y con tendencia a un extensivo uso de las referencias.
– Informe analítico de investigación aplicada, especialmente utilizado en el
ámbito de investigaciones amplias, realizadas bajo demanda y destinadas en
buena parte a establecer el estado de un fenómeno o reconstruir el sistema
en el que actúa la instancia demandante de la investigación. El desarrollo de
la presentación de los resultados sigue siendo amplio. Se amplía el peso
relativo de las conclusiones, aun cuando sigue ocupando un lugar muy
secundario el apartado de recomendaciones.
– Informe operativo o ejecutivo: destinado a facilitar la actuación
inmediata. Importante selección y síntesis de los resultados de la
investigación, bajo el criterio de presentar sólo aquellos que justifican la
recomendación de determinadas acciones a llevar a cabo por la instancia
que ha demandado la investigación y recibe el informe. Sin embargo,
notable peso del apartado de recomendaciones.
– Informe de conclusiones: realmente no es un informe de investigación. Se
trata de un informe de extensión breve que, al igual que el informe
ejecutivo, tiene una alta densidad e intensidad de significado para cada una
de las expresiones en el mismo.
– Informe-borrador de conclusiones. Al igual que el anterior, no puede
considerarse un informe en sentido estricto. Es un primer adelanto de las
principales conclusiones de la investigación, que se realiza inmediatamente
después de haber acabado el trabajo de campo. Desde tal punto de vista, es
un informe muy provisional; pero puede ser eficaz antesala del informe
definitivo, ya que permite a los investigadores conocer con mayor
profundidad en qué aspectos de la investigación están más interesados los
responsables.
– Informe intermedio o de proceso, con especial presencia en la
investigación financiada por instrucciones públicas. Tiene por objetivo
mostrar que se ha cumplido con las etapas previstas en el proyecto de
investigación, en el tiempo previsto y con la utilización de recursos
previstos. Carece de partes como conclusiones o recomendaciones; mientras
que el apartado destinado a la metodología se limita a exponer los detalles
relativos a las prácticas utilizadas. También incluye partes ausentes en los
otros tipos de informe, como es la relativa a lo que queda de investigación,
con explícita expresión de sus etapas, plazos, recursos y diseño
metodológico. De haberse producido tales modificaciones en el
planteamiento de la investigación, es en este informe donde han de
resaltarse y, sobre todo, justificarse.

La tipología señalada tiene por criterio fundamental las características de la


recepción de los resultados de la investigación. Así, del informe que procede del uso
de prácticas cuantitativas y cualitativas, puede establecerse una graduación en la
articulación obtenida, hablándose de una polaridad que va desde la acumulación a la
integración:

A) Acumulación, cuando diseños metodológicos, presentación de resultados y


conclusiones de una y otra perspectiva de la investigación social están claramente
separados, sin que se establezcan vínculos entre la observación cuantitativa y la
observación cualitativa realizadas. Realmente es como si se tratase de dos informes.
B) Integración, cuando, a lo largo de todo el informe, las dos perspectivas se
encuentran entrelazadas. En el diseño metodológico, se argumenta la relación entre
una y otra. El cuerpo del informe o sucesión de capítulos destinados a presentar los
resultados no hace diferencias esenciales entre resultados cuantitativos y resultados
cualitativos. Por último, las conclusiones serían únicas para lo que supone un único
informe. Ahora bien, para la producción de este tipo de informe casi es un requisito
imprescindible que la integración de ambas perspectivas esté previamente en el
proyecto de investigación, en el diseño de la misma.
20.8. Presentaciones del informe

La investigación también es presentada a un público más o menos amplio.


Presentación que, adquiere la forma de presentación del informe: es una información
sobre la información vertida en el informe. Adquiere el sentido de una defensa del
informe, ayudando a reforzarlo.
En función de las características de los receptores de la presentación del
informe y, de la relación de éstos con el propio informe, la presentación se inserta en
distintas estrategias:

– Estrategia divulgativa: presentación del informe a un público


relativamente amplio, ajeno a la producción de la investigación y sin
conocimiento previo del informe. Es principalmente una invitación a entrar
más profundamente en los contenidos del informe.
– Estrategia defensiva: presentación del informe a un público restringido,
experto en el campo observado, con elevada implicación en la producción
de la investigación y con un conocimiento previo del informe, ya sea de
manera total o parcial. La presentación inicial se centra en las conclusiones
y las recomendaciones sobre las posibles acciones que han de llevarse a
cabo a partir de las mismas.

La extensión del ámbito de la circulación pública del informe de investigación


depende especialmente de los patrocinadores o las instancias que han financiado la
investigación.
Así, las instancias de carácter público y con una finalidad pública, suelen estar
interesadas en la más amplia circulación. Sin embargo, las de carácter privado, están
más interesados en ser los únicos receptores de una información que, de compartirla,
la investigación perdería buena parte de su valor.
Cuando se opta por la máxima circulación del informe, la reducción de éste a
su impresión sobre papel puede ser una limitación.

20.9. El orden de lo redactado, el orden de la escritura, el orden de la entrega

Las últimas líneas señalan hasta qué punto la redacción del informe puede estar
condicionada por la forma de recepción del mismo. El resultado final, el informe, con
su lenguaje y escritura, no sólo depende de la investigación.
Un proceso de escritura y un orden de la redacción que no tiene por qué
coincidir con el orden final, de lo redactado. Es más, la introducción suele ser lo
último que se redacta.
No obstante, más habitual es redactar el conjunto de capítulos de los resultados,
para derivar posteriormente en las conclusiones.
La propia entrega de la información sobre la investigación puede consistir en
un proceso que conlleva, sucesivamente, la entrega de varios tipos de informe.
La sucesión de informes puede seguir con un informe operativo y, por último,
el informe analítico definitivo, donde queda desplegada toda la investigación
realizada. Informe final que integrará un sustancial contenido de los informes
previos; pero que, sobre todo, desarrollará los resultados.
El modelo paradigmático de informe es, por lo tanto, el analítico, de manera
que los otros se constituyen en pasos previos hasta el mismo. Por lo tanto, sólo puede
ser un modelo referencial destinado a cubrir las más variadas concreciones. Reflexión
que señala la excesiva constricción y rigidez generada por los informes-formularios,
aquellos en que el investigador se limita a completar los sucesivos apartados
prefijados. Formulación previa del informe que tiene sentido para los informes
intermedios, para recoger la información sobre el proceso realizado y con un fuerte
carácter burocrático-administrativo. Cobra sentido como control de la investigación;
pero no como reflejo de la investigación.

Jesús Gutiérrez Brito. Profesor asociado.


Asignatura: Técnicas de Investigación Social
Líneas de investigación: Metodología cualitativa.
e-mail: jgutierrez@poli.uned.es

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