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El CASO

DREYFUS
Alfred Dreyfus.

El caso Dreyfus tuvo como origen un error judicial,1 2 sobre un trasfondo de


espionaje y antisemitismo, en el que la víctima fue el capitán Alfred Dreyfus
(1859-1935), de origen judío-alsaciano, y que durante doce años, de 1894 a
1906, conmocionó a la sociedad francesa de la época, marcando un hito en
la historia del antisemitismo.

La revelación del escándalo en Yo acuso (J'accuse), un artículo de Émile Zola


en 1898, provocó una sucesión de crisis políticas y sociales inéditas en
Francia que en el momento de su apogeo en 1899, revelaron las fracturas
profundas que subyacían en la Tercera República Francesa. Dividió profunda
y duraderamente a los franceses en dos campos opuestos, los dreyfusards
(partidarios de Dreyfus) y los antidreyfusards (opositores a Dreyfus). Reveló
también la existencia en la sociedad francesa de un núcleo de violento
nacionalismo y antisemitismo difundido por una prensa sumamente
influyente. El caso se convirtió en símbolo moderno y universal de la
iniquidad en nombre de la razón de Estado.3

Resumen del Caso Dreyfus

Véase también: Anexo:Cronología del Caso Dreyfus

A finales de 1894, el Capitán del Ejército Francés Alfred Dreyfus, un


ingeniero politécnico de origen judío-alsaciano, fue acusado de haber
entregado a los alemanes documentos secretos. Enjuiciado por un tribunal
militar, fue condenado a prisión perpetua y desterrado en la Colonia penal
de la Isla del Diablo situada a 11 km de la costa de la Guayana francesa
(Sudamérica), por el delito de alta traición. En ese momento tanto la opinión
pública como la clase política francesas adoptaron una posición abiertamente
en contra de Dreyfus.

Convencida de la arbitrariedad de la condena, la familia del capitán, con su


hermano Mathieu al frente, intentó probar su inocencia y para ello
recurrieron a los servicios del periodista Bernard Lazare. Simultáneamente,
el coronel Georges Picquart, jefe del servicio de contraespionaje comprobó,
en marzo de 1896, que el verdadero traidor había sido el comandante
Ferdinand Walsin Esterhazy. El Estado Mayor se negó sin embargo a
reconsiderar su decisión y sacó a Picquart de Francia destinándolo al norte
de África.

Con el fin de llamar la atención por la fragilidad de las pruebas contra


Dreyfus, su familia logró entrevistarse en julio de 1897 con el presidente del
Senado Auguste Scheurer-Kestner. Tres meses después Scheurer-Kestner
declaró que estaba convencido de que Dreyfus era inocente, y persuadió
también de ello a Georges Clemenceau, por entonces un ex diputado y
simple periodista. El mismo mes, Mathieu Dreyfus denunció a Esterházy ante
el Ministerio de Guerra, por el acto de traición que acarreó la condena de su
hermano.

En enero de 1898, mientras que el círculo de los partidarios de Dreyfus se


ampliaba, sucedieron casi simultáneamente dos eventos de dimensión
nacional:

 Esterházy, el verdadero traidor, fue absuelto, y recibido con


aclamaciones y aplausos por los sectores conservadores, monárquicos y
nacionalistas.
 El escritor Émile Zola publicó J'Accuse, un alegato en favor de Dreyfus
que llevó al cambio de opinión de muchos intelectuales.

Se había iniciado un proceso de escisión en dos de Francia que se


prolongaría hasta fines del siglo XIX. Disturbios antisemitas estallaron en
más de veinte ciudades. Hubo varios muertos en Argel. La República se
conmovió, algunos hasta la vieron en peligro, generando el convencimiento
de que había que acabar con el Caso Dreyfus si se quería calmar la
situación.

A pesar de las intrigas del ejército para evitar la revisión, en 1898 el


Tribunal Supremo reabrió el caso y al año siguiente anuló la sentencia que
condenó a Dreyfus, ordenando realizar un nuevo Consejo de Guerra que se
efectuó en Rennes ese mismo año. Contra todo pronóstico, Dreyfus fue
condenado otra vez, ahora a diez años de trabajos forzados, aunque en este
fallo el tribunal mencionó que existían «circunstancias atenuantes». Diez
días después, agotado y con su salud quebrantada por cuatro largos años de
prisión en condiciones inhumanas, Dreyfus aceptó el indulto que le concedió
el presidente Émile Loubet.

En 1906 su inocencia fue reconocida oficialmente por la Corte de Casación a


través de una sentencia que anuló el juicio de 1899, sin reenvío para realizar
un nuevo juicio, y decidió la rehabilitación del Capitán Dreyfus, decisión
inédita y única en la historia del derecho francés. Rehabilitado, el Capitán
Dreyfus fue reintegrado al ejército con el rango de Comandante,
participando luego en la Primera Guerra mundial. Falleció en 1935.

Las consecuencias del Caso Dreyfus fueron de gran importancia, impactando


en todos los aspectos de la vida pública francesa: política (desde el éxito de
la Tercera República, en la que el caso adquirió el estatus de mito,4 hasta la
renovación del nacionalismo), militar, religiosa (limitó la reforma del
catolicismo francés y la integración republicana de los católicos), social (en
su transcurso se creó la Liga Francesa para la defensa de los Derechos del
Hombre y el Ciudadano), jurídica, los medios de comunicación, diplomática y
cultural (el término "intelectual" fue acuñado precisamente durante el caso).
El Affaire Dreyfus también tuvo un considerable impacto internacional, como
el haber definido las ideas del padre del sionismo, Theodor Herzl y haberlo
impulsado a fundar la Organización Sionista Mundial en 1897, así como las
manifestaciones antisemitas en el seno de las comunidades judías de Europa
Central y Occidental.

Términos derivados

En francés se crearon tres palabras vinculadas con el caso, que a su vez no


deben ser confundidas: dreyfusards, dreyfusiens y dreyfusistes.

 Dreyfusards: son los primeros defensores de Dreyfus, los que lo


apoyaron desde un principio, incondicionalmente.
 Dreyfusistes: son quienes reflexionaron sobre las implicancias
profundas del caso y sostenían a partir del mismo la necesidad de realizar
reformas políticas y sociales (algunos dreyfusards se hicieron luego
dreyfusistes).
 Dreyfusiens: aparecieron recién en diciembre de 1898 cuando el
enfrentamiento entre dreyfusards (partidarios de Dreyfus) y antidreyfusards
(opositores a Dreyfus) se volvió extremadamente agudo, llegando a
comprometer la estabilidad de la República. Aunque consideraban injusta la
situación de Alfred Dreyfus, su principal preocupación era calmar la situación
para salvar al régimen republicano parlamentario de entonces. Promovían
una conciliación entre las partes. El texto que los representó es El llamado a
la unión (L'Appel à l'union) publicado el 23 de enero de 1899 en el periódico
El Tiempo. Generalmente apoyando a Waldeck-Rousseau abogaban por una
secularización de la sociedad francesa.

Contextos del Caso Dreyfus

Contexto político

En 1894, la Tercera República Francesa (1870-1940) llevaba veinticuatro


años de existencia. El sistema republicano parlamentarista de Francia
acababa de enfrentar tres crisis (el boulangismo en 1889, el escándalo del
Canal de Panamá en 1892, y la amenaza anarquista, que alcanzó ese año su
punto más alto con el asesinato del presidente Marie François Sadi Carnot y
fue reprimida por las leyes malvadas sancionadas el año anterior) que
terminaron consolidándola. Las elecciones de 1893, centradas en la cuestión
social, otorgaron una clara victoria de los republicanos.5 que obtuvieron 317
bancas de las 581 en juego, superando a los republicanos radicales de
Georges Clemenceau (122), a la derecha conservadora-monárquica (93) y a
los socialistas (49).6

La oposición de los radicales y de los socialistas empujó al gobierno a


desarrollar una política de gobierno orientada hacia el proteccionismo
económico, una cierta indiferencia por la cuestión social, la intención de
romper el aislamiento internacional mediante la alianza con Rusia y el
desarrollo del Imperio. La política de centro adoptada por los republicanos
oportunistas en un régimen parlamentario, llevó a su vez a una etapa de
intestabilidad política, derivada de las diferentes alianzas que se iban
concretando en la Asamblea Nacional (republicanos y radicales, "orleanistas"
y "legitimistas", etc). Cinco gobiernos y tres presidentes (Sadi Carnot, Jean
Casimir-Perier y Félix Faure) se sucedieron entre 1893 y 1896.

Tras el fracaso del gobierno radical de Léon Bourgeois en 1896, el presidente


nombró Primer Ministro a Jules Méline, hombre bajo protección de Jules
Ferry. Su gobierno se caracterizó por la oposición de izquierda y de ciertos
republicanos (la Unión Progresista particularmente) y se aseguró de obtener
siempre el apoyo de la derecha. Muy estable, procuró apaciguar las
tensiones religiosas (desaceleración de la lucha anticlerical), sociales (ley de
accidentes de trabajo) y económicas (conservación del proteccionismo)
conduciendo una política bastante conservadora. Fue bajo este gobierno
estable que estalló el Caso Dreyfus.7

Contexto militar
El General Raoul Le Mouton de Boisdeffre artífice de la alianza militar con Rusia.

El Caso Dreyfus se colocaría en el marco de la anexión de Alsacia y Moselle,


razón que alimentaría aún más al nacionalismo extremo. La traumatizante
derrota de 1870 parecía lejana, pero el espíritu revanchista siempre estaba
presente. Los numerosos actores del Caso Dreyfus eran, por otra parte,
alsacianos.8 Los militares exigían medios considerables para preparar el
próximo conflicto, y fue en este espíritu que la alianza Franco-Rusa, «contra
natura»,9 del 27 de agosto de 1892 se firmó, teniendo como base un
convenio militar. El ejército fue relevado de la derrota, pero estaba
constituido, en parte, por antiguos oficiales socialmente aristócrata y
políticamente monárquico. El culto de la bandera y el desprecio de la
República parlamentaria son dos principios esenciales para el ejército de la
época.10 La República celebraba a su ejército con regularidad, el ejército
ignoraba la República.

Pero la última década, el ejército estaría experimentando una importante


transformación, con el doble objetivo de la democratización y la
modernización. Los ingenieros politécnicos competían eficazmente con los
oficiales graduados en la Escuela Militar Saint-Cyr, lo que suscitaba
disensión, amarguras y celos entre suboficiales que esperaban promociones.
El período se caracterizó también por una carrera armamentista que afectó
principalmente a la artillería, con mejoras en la artillería pesada (cañones de
120 mm y 150 mm), como también y sobre todo, el desarrollo de una arma
ultra secreta: el cañón de 75 mm.11

Señalaremos aquí el funcionamiento del contraespionaje militar, bajo el


nombre de Sección de estadísticas. La inteligencia, actividad organizada y
herramienta de guerra secreta, sería una novedad de finales del siglo XIX.
La Sección de estadísticas se creó en 1871, pero contaba entonces con sólo
un puñado de oficiales y civiles. Su jefe en 1894 era el teniente coronel Jean
Sandherr, alsaciano de Mulhouse, antisemita convencido. Su misión militar
era clara: recuperar información del enemigo potencial de Francia, e
intoxicarlo con falsa información. La Sección de estadísticas era apoyada por
los «Asuntos reservados» del Quai d'Orsay, el Ministerio de Asuntos
Exteriores, representada por un joven diplomático, Maurice Paléologue. La
carrera armamentista creó un clima de espionaje y contraespionaje francés a
partir de 1890. También, una de las misiones de la sección fue creada para
espiar la embajada de Alemania, en la Rue de Lille, París, con el fin de de
frustrar cualquier intento de transmisión de información importante a este
oponente. Sobre todo teniendo en cuenta que una serie de casos de
espionaje ya habían llegado a la crónica de una prensa interesada en estas
historias que mezclaban sórdidos misterios. Así en 1890, el archivista
Boutonnet fue condenado por haber vendido los planos del obús en el
mélinite. El agregado militar alemán en París era, en 1894, el Conde
Maximilian Von Schwartzkoppen, que desarrolló una política de infiltración
que parece haber sido eficaz.

Desde principios de 1894, el Departamento de Estadísticas inició una


investigación sobre el tráfico de planes maestros concernientes a Niza y
Mosa, fue llevada por un agente al que los alemanes e italianos apodan
Dubois.12 Esto es lo que llevó a los orígenes del Caso Dreyfus.

Contexto Social

El contexto social se caracterizó por el aumento del nacionalismo y el


antisemitismo. Este recrudecimiento del antisemitismo, muy virulento desde
la publicación de La France juive (la Francia Judía) de Édouard Drumont en
1886 (150.000 ejemplares en el primer año), se evidenciaba junto con un
aumento del clericalismo. Las tensiones se elevaron en todos los sectores de
la sociedad, alimentada por una prensa influyente y prácticamente libre de
escribir y difundir cualquier tipo de información, incluso injuriosa o
difamatoria. El riesgo jurídico era limitado si el destinatario era un particular.

El antisemitismo incluía al ejército con prácticas de discriminación oculta.


Testigo de las fuertes tensiones de esta época, fue la moda del duelo, a
espada o pistola, provocando a veces a la muerte de uno de los duelistas.
Brillantes oficiales judíos, fueron afectados por una serie de artículos de
prensa en La Libre Parole (La Voz Libre),13 acusados de «traicionar por
nacimiento», desafiaron a sus redactores. Así fue que el capitán Cremieu-
Foa, judío-alsaciano y politécnico que se batió sin resultados. Pero el capitán
Mayer, otro oficial judío, fue muerto por el Marqués de Morès, amigo de
Drumont, en otro duelo; esta muerte desencadenó una gran emoción más
allá del círculo israelita. En 1890, Drumont fundó la Liga Antisemita de
Francia.
Para amplificar su campaña antisemita, Drumont lanzaría el 20 de abril de
1892 La Libre Parole, cuya edición estimada era de 200.000 ejemplares,14 lo
que le permitió a Drumont ampliar su audiencia hacia un lector más popular.
El antisemitismo no solo fue difundido por La Libre Parole, sino también por
L'Éclair, Le Petit Journal, La Patrie, L'Intransigeant, La Croix, basándose en
las raíces antisemitas de los círculos católicos.15 Dicha campaña antisemita
creó parte del ambiente necesario para que estallara el caso Dreyfus.

El odio a los judíos sería público y violento en lo sucesivo, alimentado por un


álbum que diaboliza la presencia judía en Francia, representada entonces
por unas 80.000 personas en 1895 (40.000 en París), altamente integradas
a la sociedad francesa, más otras 45.000 en Argelia.

Orígenes del caso y el juicio de 1894

El origen: los hechos de espionaje

Fotografía de bordereau con fecha del 13 de octubre de 1894.


El original desapareció en 1940.

El origen del Caso Dreyfus quedó totalmente aclarado desde los años 1960,16
suscitando numerosas controversias durante cerca de un siglo. Se trató de
un asunto de espionaje cuyas intenciones quedaron oscuras hasta nuestros
días.17 Los numerosos y más eminentes historiadores expresan varias
hipótesis distintas sobre el asunto,18 pero todos ellos llegan a una única
conclusión: Dreyfus era inocente de todo crimen o delito.

Descubrimiento de la carta

El personal del Servicio de Inteligencia Militar (SR) afirmó permanentemente


que,19 en septiembre de 1894, la «vía ordinaria»,20 había aportado21 al
contraespionaje francés una lista, apodada más tarde «le bordereau». Esta
carta-misiva, parcialmente desgarrada en seis grandes piezas,22 escrita
sobre papel cebolla, sin firma y sin fecha, fue enviada por correo al agregado
militar de la Embajada de Alemania, Max von Schwarzkoppen. Establecía
que documentos militares confidenciales, pero de relativa importancia,23
estaban a punto de ser transmitidos a una potencia extranjera.

Búsqueda del autor de la lista

El General Auguste Mercier, Ministro de Guerra en 1894

Eso parecía bastante importante para que el jefe del «Departamento de


estadísticas»,24 Jean Sandherr,25 informara sobre el asunto al Ministro de
Guerra, General Auguste Mercier. El SR sospechaba en efecto de filtraciones
desde principios del año 1894, y buscaba a su autor. El ministro,
violentamente atacado por la prensa por considerarlo incompetente,26
parecería querer sacar partido de este asunto para realzar su imagen.27
Inmediatamente realizó dos investigaciones secretas, una administrativa y
otra judicial. Para encontrar al culpable, el razonamiento era simple, si no
grosero:28 el círculo de la investigación se limitaría arbitrariamente a un
sospechoso en servicio o un antiguo colaborador del Estado Mayor,
necesariamente artillero,29 y oficial en prácticas.30 ,31 El culpable ideal fue
identificado: el Capitán Alfred Dreyfus, politécnico y artillero, de religión
judía y de origen alsaciano, proveniente de la meritocracia republicana.32 En
el comienzo del caso, el énfasis se volcaba más a los orígenes alsacianos de
Dreyfus que a su pertenencia religiosa. Esto no era excepcional, ya que se
privilegiaba a los oficiales del este de Francia por sus dobles conocimientos:
la lengua y la cultura alemana.33 ,34 Pero el antisemitismo, que no
escatimaba en las oficinas de Estado Mayor,35 se convertiría rápidamente en
el centro del caso de la instrucción, llenando los vacíos de una investigación
preliminar increíblemente sumaria.36 Más aún, cuando Dreyfus era en ese
momento el único oficial judío que fuera aprobado recientemente por el
Estado Mayor General.

De hecho, la leyenda37 del carácter frío y cerrado e incluso altivo del militar,
y de su "curiosidad", jugó fuertemente contra él. Estos rasgos
característicos, unos falsos, otros naturales, hicieron plausibles todas las
acusaciones transformando los actos más ordinarios de la vida corriente en
un ministerio, en hechos probados de espionaje. Este principio de instrucción
arbitraria y parcial, conllevó a una multiplicación de errores que condujeron
a la mentira de Estado. Esto a través de un asunto donde la irracionalidad
prevaleció sobre el positivismo todavía de moda en aquella época:38

«Desde el primer momento se produce el fenómeno que va a dominar todo


el caso. No son más los hechos controlados, las cosas examinadas con
cuidado que establecen la convicción; es la convicción soberana e irresistible
que distorsiona los hechos y las cosas.»
Joseph Reinach

Pericia caligráfica

Alphonse Bertillon no era experto en grafología pero inventó


la teoría de autoforgerie o disfraz de la propia escritura
El Comandante du Paty de Clam, encargado de la investigación,
procedió al arresto del Capitan Dreyfus

Para confundir a Dreyfus, la escritura del bordereau y la del capitán fueron


comparadas. Nadie era competente en grafología en el Estado Mayor.39 Fue
entonces cuando salió a escena el comandante du Paty de Clam,40 antisemita
a la sazón, grafólogo aficionado. Tras el peritaje, du Paty de Clam concluyó
que las dos escrituras, la del bordereau y la de Dreyfus, presentaban
correspondencias, a pesar de algunas diferencias insuficientes para frenar la
investigación judicial. Dreyfus era pues «el probable autor» del bordereau
para el Estado mayor.41

El General Mercier teniendo ya un culpable, dio exagerado valor al asunto,


que tomó status de «asunto de Estado»' durante la semana que precedió a
la detención de Dreyfus. De hecho, el ministro consultó e informó a todas las
autoridades del estado.42 A pesar de los consejos de prudencia43 y las
objeciones valientemente expresadas por Gabriel Hanotaux en el momento
de una pequeña reunión de gabinete,44 decidió continuar.45 Du Paty de Clam
fue nombrado oficial de policía judicial responsable de la investigación oficial.

Durante ese tiempo, varias investigaciones fueron abiertas paralelamente,


unas sobre la personalidad de Dreyfus, otras consistían en asegurarse la
veracidad de la identidad del bordereau. El experto46 Gobert no estaba
convencido, ya que encontró numerosas diferencias y también describió que
«la naturaleza de la escritura del bordereau excluye el disfraz gráfico».47
Decepcionado por el resultado del peritaje, Mercier entonces acudió a
Alphonse Bertillon, el inventor de la antropometría judicial, pero de ninguna
manera experto en escritura. Al principio no fue más afirmativo que Gobert,
no excluyendo una copia de la escritura de Dreyfus.48 Pero más tarde, y bajo
presión de los militares, afirmó que Dreyfus se autocopió y desarrolló su
teoría de la autoforgerie o disfraz de la propia escritura.
El arresto

El 13 de octubre de 1894, sin ninguna prueba tangible y con un expediente


vacío, el general Mercier convocó al capitán Dreyfus para una inspección
general, en postura burguesa, es decir, vestido de civil. El objetivo del
Estado Mayor era conseguir la prueba perfecta en el derecho francés: la
confesión. Esta confesión sería obtenida por efecto sorpresa, haciéndole
escribir un escrito inspirado en la lista49 en cuestión50 en el marco de un
dictado.

El 15 de octubre por la mañana, el capitán Dreyfus sufrió esta prueba, pero


no se le reconoció nada. Du Paty hasta intentó sugerirle el suicidio colocando
un revólver delante de Dreyfus, pero el acusado se negó a atentar contra sí
mismo, afirmando que «quiere vivir con el fin de establecer su inocencia».
La esperanza de los militares fue decepcionada. Du Paty de Clam, sin
embargo, hizo detener al capitán51 y lo inculpó de practicar espionaje para el
enemigo con el fin de que sea llevado ante un Consejo de Guerra. Dreyfus
fue encarcelado en la Prisión de Cherche-midi, en París.52

La instrucción y el primer Consejo de Guerra

Lucie Dreyfus, esposa del capitán, fue informada sobre la detención el


mismo día, por una requisa en el apartamento de la joven pareja. Fue
aterrorizada por du Paty, que le ordenó guardar el secreto sobre la detención
de su marido, «¡Una palabra, una sola palabra y es la guerra en Europa!».53
Con toda ilegalidad,54 Dreyfus fue aislado en la prisión, donde du Paty lo
interrogó día y noche con el fin de conseguir su confesión, lo que suspendió
al no conseguirla. El capitán era sostenido moralmente por el primer
partidario de Dreyfus: el Comandante Forzinetti, al mando de las prisiones
militares de París.52

El 29 de octubre, el asunto fue revelado por el periódico antisemita de


Édouard Drumont, La Libre Parole, en en artículo que marcaría el principio
de una campaña de prensa, con información muy violenta hasta el juicio.
Este acontecimiento colocó el Caso en el terreno del antisemitismo, que no
deja más hasta su conclusión definitiva.55

El 1 de noviembre, Mathieu Dreyfus, hermano de Alfred, fue comunicado del


caso en París, donde vivía, y puesto al tanto de la detención. Desde
entonces se convirtió en el arquitecto de la difícil lucha para la liberación de
su hermano.56 Sin esperar, se puso en busca de un abogado, y contrató al
eminente penalista Edgar Demange.57

La instrucción

El 3 de noviembre, contra su voluntad,58 el General Saussier dio la orden de


informar. Contaba con todos los poderes para detener la maquinaria, pero
no lo hizo, posiblemente por confianza exagerada en el sistema de la justicia
militar.59 El Comandante Besson de Ormescheville, a favor del Consejo de
Guerra, redactó un informe en el cual los "elementos morales" de la
acusación (que van de chismes que conciernen a las costumbres de Dreyfus
a su conocimiento del alemán60 y su «notable memoria») y son desarrollados
mucho más en extenso que las propias «pruebas materiales», 61 cuya misma
rareza servía para agregar: «es una prueba de culpabilidad, porque Dreyfus
eliminó todo». La falta completa de neutralidad del acta de acusación
condujo a Émile Zola a calificarlo de «monumento a la parcialidad».62

El 4 de diciembre, con el expediente vacío, Dreyfus nuevamente fue enviado


frente al primer Consejo de Guerra. El secreto fue levantado y Demange
pudo, por primera vez, acceder al expediente. Después de su lectura, la
confianza del abogado era absoluta, que pudo constatar la nada del
expediente de instrucción.63 La acusación se basaba sólo en la escritura de
una pieza única, la lista, respecto de la cual los expertos se contradecían, y
olas de vagos testimonios y pruebas indirectas.

El juicio: «¡A puertas cerradas o la guerra!»64


El Petit Journal del 23 de diciembre de 1894

Durante los dos meses que precedieron al juicio, la prensa se alborotó. La


Libre Parole, L'Autorité, Le Journal, Le Temps narraron toda la supuesta vida
de Dreyfus a través de mentiras y malas novelas.65 Fue también la ocasión
para los títulos extremistas como en La Libre Parole o La Croix, para
justificar sus campañas previas contra la presencia de judíos en el ejército,
sobre el lema «Se lo habíamos dicho!».66 Ese largo período fue,
principalmente, una forma para que el Estado Mayor pueda preparar a la
opinión pública y ejercer presión indirectamente sobre los jueces.67 Así, el 8
de noviembre, el General Auguste Mercier llegó hasta a declarar a Dreyfus
como culpable, en una entrevista a Le Fígaro.68 La replica del 29 de
noviembre en un artículo de Arthur Meyer en Le Gaulois, condenó la
acusación hecha contra Dreyfus y preguntó: «¿Qué libertad tiene el Consejo
de Guerra poder juzgar a este reo?».69

En el juego de los editorialistas tuvo lugar un amplio debate con respecto a


la cuestión de realizar el juicio a "puertas cerradas". Para Ranc y Cassagnac,
que representaban la mayoría de la prensa, las puertas cerradas eran una
maniobra con el fin de permitir la absolución de Dreyfus, «ya que el Ministro
es un cobarde». La prueba era «que se arrastra delante del Prusianos»
aceptando publicar desmentidos del Embajador de Alemania en París.70 Pero
para otros periódicos, como L'Éclair del 13 de diciembre, las puertas
cerradas son necesarias para evitar un casus belli, mientras que para Judet
de Le Petit Journal del 18, «las puertas cerradas son nuestro refugio
inexpugnable contra Alemania» o el canónigo La Croix del mismo día, para el
que eran necesarias «las puertas cerradas absolutamente».71

El proceso se abrió el 19 de diciembre a las trece horas,72 a puertas


cerradas,73 siendo inmediatamente iniciado. Este proceso a puertas cerradas
no fue jurídicamente legal, puesto que el Comandante Picquart y el Prefecto
Louis Lépine estuvieron presentes en algunas audiencias, violando así las
leyes vigentes, medida que solicitó a los militares no divulgar nada del
expediente a la opinión pública74 y de no obstruir durante los debates.75 De
acuerdo con las previsiones, el vacío del expediente aparecía claramente
durante las audiencias. Los debates de fondo sobre la carta pusieron de
manifiesto que el Capitán Dreyfus no podría haber sido el autor.76 Por otra
parte, el propio acusado afirmaba ser inocente, y se defendía punto por
punto con energía y lógica.77 Por lo demás, sus declaraciones fueron
apoyadas por una decena de testigos de la defensa. Por fin, la ausencia del
móvil para el crimen era una seria espina en el expediente de la acusación.
Dreyfus era un oficial muy patriótico y muy bien observado por sus
superiores, y sobre todo muy rico,78 no tenía pues ninguna razón tangible de
cometer traición. La justificación por el solo judaísmo de Dreyfus, elegido
por la prensa de derecha, no podría serlo también para un tribunal.
Alphonse Bertillon, que no era experto en grafología, fue presentado como
un científico de primer orden. Avanza sobre la teoría de la autoforgerie
(autofalsificación) en el juicio y acusó a Dreyfus de haber forjado su propia
escritura, explicando las diferencias gráficas utilizando extractos de la
escritura de su hermano Mathieu y de su esposa Lucie. Esta teoría, aunque
considerada más tarde como excéntrica y sorprendente,79 parece haber
tenido un cierto efecto sobre los jueces. Además, el Comandante Hubert-
Joseph Henry80 hizo una declaración teatral en plena audiencia.81 Afirmó que
una sospecha de fugas existía desde el mes de febrero de 1894 con respecto
a una traición al Estado Mayor y «que una persona honorable» acusaba al
Capitán Dreyfus. «Él jura por su honor que el traidor es Dreyfus», señalando
el crucifijo colgado en la pared del tribunal.82 Dreyfus se exasperó y exigió
enfrentarse a su acusador anónimo, lo que fue rechazado por el Estado
Mayor. El incidente tuvo un efecto innegable sobre el Tribunal, compuesto de
siete oficiales que eran a la vez jueces y jurados. Sin embargo, el resultado
del juicio era incierto. La convicción de los jueces fue sacudida por la actitud
firme y las respuestas lógicas del acusado.83 Los jueces se reunieron para
deliberar. Pero el Estado Mayor tenía un «as bajo la manga» para hacer
inclinar la balanza definitivamente contra Dreyfus.

Entrega de un documento secreto a los magistrados

Max von Schwarzkoppen siempre afirmó nunca haber conocido a Dreyfus


Testimonios militares del juicio alertaron sobre los riesgos de una
absolución. En este caso, el Departamento de Estadísticas había preparado
un expediente, conteniendo cuatro pruebas "absolutas" de la culpabilidad del
Capitán Dreyfus, acompañadas de una nota explicativa. Ésta se volvió a
presentar al comienzo de las deliberaciones, en un acto ilegal, al presidente
del Consejo de Guerra el Coronel Émilien Maurel, bajo orden del Ministro de
Guerra, el general Mercier.84 Más tarde, en el juicio de Rennes de 1899, el
general Mercier explicaría que la propia naturaleza de las pruebas
presentadas prohibían su divulgación en el recinto del tribunal.85 Esta
carpeta contenía además cartas sin gran interés, algunas de las cuales
fueron amañadas,86 un documento que sigue siendo famoso bajo el nombre
de «Canalla de D…».

Se trataba de una carta del agregado militar alemán, Max von


Schwarzkoppen dirigida al agregado militar italiano Alessandro Panizzardi
interceptada por el Estado Mayor. La misión era supuestamente culpar
definitivamente a Dreyfus, puesto que según sus acusadores, se lo
designaba por las iniciales de su nombre.87 Realmente el Departamento de
Estadísticas sabía que la carta no podía ser atribuida a Dreyfus, y si lo fue,
fue con intención criminal.88 El coronel Maurel afirmó en el segundo juicio a
Dreyfus,89 que los documentos secretos no se habían utilizado para obtener
la adhesión de los jueces del Consejo de Guerra. Pero se contradijo
afirmando que leyó un único documento, «lo que fue suficiente».

Condena, degradación y deportación


Portada de Le Petit Journal donde informa del encarcelamiento de Dreyfus.

El 22 de diciembre, después de varias horas de deliberación, el veredicto


salió a la luz. Por unanimidad, los siete jueces condenaron a Alfred Dreyfus
por traición a la patria «a la destitución de su grado, a la degradación
militar, y a la deportación perpetua en un recinto fortificado», es decir, en la
prisión de Guyana. Dreyfus no fue condenado a muerte ya que la
constitución de 1848 había suprimido la pena capital por crimen político.
Para las autoridades, la prensa y el público, si existían algunas dudas de
antes del juicio, se disiparon. La culpabilidad era cierta; tanto la derecha
como la izquierda, se lamentaban por la abolición de la pena de muerte para
el crimen de traición. El antisemitismo alcanzó su pico en la prensa y se
manifiestó en poblaciones hasta ese momento nunca afectadas.90 Incluso
Jean Jaurès lamentó la suavidad de la sentencia de la corte, y escribió: «un
soldado ha sido condenado a muerte y ejecutado por haber lanzado un
botón a la cara de su cabo. ¿Entonces por qué dejar a este miserable traidor
con vida?»

El 5 de enero de 1895, la ceremonia de degradación se llevó a cabo en un


tribunal de la Escuela Militar en París. Los testigos describieron la dignidad
de Dreyfus, que siguió proclamando su inocencia. Aquí viene a ejercitarse
conjuntamente lo que se llama «la leyenda de la confesión».91 Antes de la
degradación, en el furgón que lo traía a la Escuela Militar, Dreyfus habría
confiado su traición al capitán Lebrun-Renault.92 Todo indica que realmente,
el capitán de la Guardia Republicana se jactó y que Dreyfus no había
realizado confesión alguna.93 Por causa de la naturaleza del asunto, en
relación con la seguridad nacional, el condenado fue puesto en régimen de
aislamiento en una celda, en espera de su traslado. El 17 de enero, se lo
transfirió a la prisión de la Isla de Ré, donde se lo mantuvo más de un mes.
Tuvo derecho de ver a su esposa dos veces por semana, en una larga sala,
cada uno en un extremo, con el director de la prisión entre ambos. 94 El 21 de
febrero, embarcó en el buque Ville-de-Saint-Nazaire. Al día siguiente, el
buque partió hacia Guyana.

El 12 de marzo, después de una dura travesía de quince días, el buque ancló


frente a la costa de la Isla de la Salvación. Dreyfus permaneció un mes en la
prisión de la Isla Real, luego se lo transfirió a la Isla del Diablo el 14 de abril.
Junto con sus guardias, eran los únicos habitantes de la isla. Fue instalado a
una casilla de piedra de cuatro metros cuadrados con un cuarto.95
Atormentado, por el intento de evasión, el comandante de la prisión hizo
vivir un infierno al condenado, mientras que las condiciones de vida eran ya
de por sí muy difíciles.96 Dreyfus cayó enfermo sacudido por las fiebres, que
se empeorarían año tras año.97

Dreyfus fue autorizado a escribir sobre un papel numerado y rubricado.


Sufrió la censura de la autoridad, así cuando enviaba correspondencia como
cuando recibía el correo de su esposa Lucie, en el que se animan
mutuamente. El 6 de septiembre de 1896, las condiciones de vida de Alfred
Dreyfus empeorarían aún más: lo colocaron al «doble cierre», un tormento
forzado a permanecer sobre su cama, inmóvil con los tobillos y las muñecas
amarradas. Esta medida fue tomada por consecuencia de la falsa
información de sus deseos de fuga, publicada por un periódico inglés.
Durante dos largos meses, hundió a Dreyfus en una profunda desesperación.
En ese momento, se convenció de que su vida acabaría en esa isla remota.98

La verdad en marcha

La familia Dreyfus descubre la trampa y actúa

Mathieu Dreyfus, el hermano mayor de Alfred Dreyfus, estaba convencido de


la inocencia del condenado. Fue el primer gran artífice de la rehabilitación de
su hermano, y dedicaría todo su tiempo, toda su energía y toda su fortuna
para reunir en torno a sí un movimiento cada vez más poderoso para la
revisión del caso de diciembre de 1894, a pesar de las dificultades de la
tarea:99 «Después de la degradación, el vacío se hizo en torno nuestro.
Sentíamos que ya no éramos seres humanos como los demás, aislados del
mundo de los vivos.»100

Mathieu intentó todas las vías, incluida las más sorprendentes. Así pues,
gracias al doctor Gibert, amigo del Presidente Félix Faure, se entrevistó en
Le Havre con una mujer que, bajo hipnosis, le habló por primera vez de un
expediente secreto.101 ,102 El hecho fue confirmado por el Presidente de la
República al Dr. Gibert en conversación privada.

Poco a poco, a pesar de las amenazas de detención por complicidad, los


esquemas y las trampas tendidas por los militares,103 consiguió convencer a
diversos moderados. Así pues, el periodista de izquierda Bernard Lazare
examinó las zonas grises de las actuaciones. En 1896, Lazare publicó en
Bruselas el primer folleto dreyfusard.104 Esta publicación tuvo poca influencia
en el mundo político e intelectual, pero contenía tantos detalles que el
Estado Mayor llegó a sospechar que el nuevo jefe del Departamento de
Estadísticas, Picquart, podría haber sido el responsable.

La campaña en favor de la revisión, fue retransmitida gradualmente en la


prensa de izquierda antimilitarista,105 lo que desencadenó a cambio una ola
de antisemitismo en la opinión pública muy violenta. Francia seguía siendo
entonces mayoritariamente antidreyfusarde. El comandante Henry, del
Departamento de Estadísticas, era por su parte consciente de la fragilidad
del expediente para presentar cargos. A petición de sus superiores, el
general de Boisdeffre, jefe de Estado Mayor, y el general Gonse, se
encargaron de hacer "engrosar" el expediente con el fin de evitar toda
tentativa de revisión. Incapaces de encontrar la menor prueba (de
culpabilidad), decidieron fabricarlas a posteriori.
El descubrimiento del verdadero culpable: Picquart «pasa al
enemigo»

El teniente coronel Georges Picquart en su misión en África

El verdadero culpable de la traición fue descubierto por casualidad de dos


maneras distintas; por Mathieu Dreyfus, por una parte, recogiendo la
denuncia del banquero Castro, y por el Departamento de Estadísticas por
otra parte, como resultado de una investigación. El coronel Sandher cayó
enfermo, y fue destinado el Teniente Coronel Georges Picquart al frente del
SR en julio de 1895. En marzo de 1896 Picquart, que había seguido el
asunto Dreyfus a partir de su origen,106 exigió en adelante recibir
directamente los documentos robados a la embajada de Alemania, sin
intermediarios.107 Había un pequeño documento conocido como el «pequeño
azul»: una tarjeta telegrama, nunca enviada, escrita por Schwartzkoppen e
interceptada a la embajada de Alemania a principios de marzo de 1896.108
Ésta iba dirigida a un oficial francés de origen húngaro: el Comandante
Ferdinand Walsin Esterhazy, 27 Rue de la Bienfaisance – París.109 Por otra
parte, otra carta en lápiz negro de von Schwartzkoppen demostraba la
misma relación de espionaje con Esterházy.110

En presencia de las cartas de este oficial, Picquart se dio cuenta con


estupefacción que su escritura era exactamente la misma que la de la “lista”
que sirvió para incriminar a Dreyfus. Recurrió al “expediente secreto”
entregado a los jueces en 1894, y ante su vaciado, adquirió la certeza de la
inocencia de Dreyfus. Muy conmovido por su descubrimiento, Picquart
comenzó diligentemente una investigación en secreto, sin el acuerdo de sus
superiores.111 Dicha investigación demostraría que Esterházy tenía
conocimiento de los elementos descritos por la “lista” y que estaba bien en
contacto con la embajada de Alemania.112 Se estableció que el oficial estaba
vendiendo a los prusianos numerosos documentos secretos cuyo valor era
sin embargo bastante escaso.113

Esterházy era un antiguo miembro del contraespionaje francés114 dónde


sirvió después de la Guerra de 1870. También había trabajado en la misma
oficina que el Comandante Henry de 1877 a 1880.115 Hombre con trastornos
de personalidad, reputación escandalosa,116 lleno de deudas, era para
Picquart, un probable traidor animado por un móvil evidente: el dinero.
Picquart comunicó entonces los resultados de su investigación al Estado
Mayor, que se opuso: «cosa juzgada». En adelante, todo se haría para
expulsarlo de su puesto, con la ayuda de su propio comandante adjunto,
Henry. Se trató, sobre todo, en las altas esferas del Ejército de no admitir
que la condena de Dreyfus pudiera haber sido un grave error judicial. Para
Mercier, luego Zurlinden, y el Estado Mayor, «lo que se hace se hace, no se
vuelve nunca para atrás».117 Convenía entonces separar los casos Dreyfus y
Esterházy.

La denuncia de Esterházy y los progresos del dreyfusisme

La prensa nacionalista lanzó una violenta campaña contra el núcleo de los


dreyfusards. En contraataque, el Estado Mayor descubriría y revelaría las
informaciones, ignoradas hasta ese momento, del «archivo secreto».118 Las
dudas comenzaron a instalarse entre las figuras de los medios culturales y
políticos.119 Picquart intentó convencer a sus superiores para reaccionar en
apoyo de Dreyfus, pero el Estado Mayor parecía sordo. Una encuesta fue
procesada en su contra. Picquart fue relevado y alejado a Oriente, luego fue
trasladado a Túnez «en el interés del servicio».120

En ese momento el comandante Henry eligió pasar a la acción. El 1 de


noviembre de 1896, creó una farsa, el «falso Henry»,121 conservando el
encabezado y la firma122 de una carta cualquiera de Panizzardi redactando el
texto central: "He leído que un diputado hará una interpelación a Dreyfus. Si
se piden de Roma nuevas explicaciones, diré que nunca tuve relaciones con
ese judío. Entienda esto. Si se le consulta, dirá igual, ya que es necesario
que nunca se sepa lo llegó con él."
Era una farsa bastante burda. Los generales Gonse y Boisdeffre, sin
cuestionar, llevaron sin embargo la carta a su Ministro el general Billot. Las
dudas del Estado Mayor relativo a la inocencia de Dreyfus se diluyeron.123
Sobre la base de este descubrimiento, el Estado Mayor decidió proteger a
Esterházy y perseguir124 al coronel Picquart, «que no comprendió nada».

Picquart, que no sabía nada acerca del «falso Henry», rápidamente se sientió
aislado de sus colegas militares. Literalmente acusado de malversaciones
por el comandante Henry,125 protestó por escrito y regresó a París.

Picquart confiaba en su amigo, el abogado Louis Leblois, a quien le hace


prometer confidencialidad. Este último habló con el Vicepresidente del
Senado, el alsaciano Auguste Scheurer-Kestner, que a su vez fue afectado
por la duda. Sin mencionar a Picquart, el senador puso de manifiesto el caso
ante las más altas esferas del país. Pero para el Estado Mayor, a pesar de
todo, Picquart era sospechoso de estar detrás de la filtración. Éste fue el
comienzo de la causa Picquart,126 una nueva conspiración de los militares
contra el oficial.

El comandante Henry, entonces suplente de Picquart, continuó su


cometido,127 realizó por su propia cuenta una operación de intoxicación en la
información a fin de comprometer a su superior. Se dedicó a diversos actos
ilícitos (creación de una carta designándolo como un instrumento del
«sindicato judío» que quería hacer evadir a Dreyfus, fingir la «pequeña azul»
para hacer creer que Picquart había suprimido el nombre del verdadero
destinatario, la redacción de una carta nombrando a Dreyfus en el escrito).

Paralelamente a las investigaciones del coronel Picquart, los defensores de


Dreyfus fueron informados de la identicidad de la escritura de la "infidencia"
con la de Esterházy, en noviembre de 1897. Mathieu Dreyfus, mostró una
reproducción de la nota, publicándola en Le Figaro. Un banquero, Castro,
identificó este escrito como del comandante Esterházy, su deudor, y previno
a Mathieu. El 11 de noviembre de 1897, las dos vías de investigación
organizaron una reunión entre Scheurer-Kestner y Mathieu Dreyfus. Este
último, recibió la confirmación del hecho de que Esterházy fue el autor de la
"infidencia". El 15 de noviembre, sobre estas bases, Mathieu Dreyfus
presentó una denuncia en el Ministerio de Guerra contra Esterházy. 128 La
polémica se hizo pública y el Estado Mayor no tuvo más remedio que abrir
una nueva investigación. A fines de 1897, Picquart, regresó a París, para dar
a conocer públicamente sus dudas sobre la culpabilidad de Dreyfus, a causa
de sus descubrimientos. La intención de eliminar a Picquart pareció haber
fracasado. El desafío era muy fuerte y se fue a la confrontación. Para
desacreditar a Picquart, sin ningún efecto,129 Esterházy envió cartas de
protesta al Presidente de la República.130
Émile Zola en 1898

El movimiento llamado dreyfusard, organizado por Bernard Lazare, Mathieu


Dreyfus, Joseph Reinach y Auguste Scheurer-Kestner se amplía.131 Émile
Zola, informado a mediados de noviembre de 1897 por Scheurer-Kestner
sobre el expediente, estaba convencido de la inocencia de Dreyfus y
comprometido oficialmente.132 El 25 de noviembre, el novelista publicó M.
Scheurer-Kestner en Le Figaro, el primer artículo de una serie de tres.133
Ante el peligro de des-abonarse en masa de sus lectores, el director del
periódico dejó de apoyar a Zola.134 Poco a poco, a partir de diciembre de
1897 los escritores Anatole France y Paul Bourget, el universitario Lucien
Lévy-Bruhl, el bibliotecario de la Escuela Normal Superior Lucien Herr
convencieron a Léon Blum y Jean Jaurès, los autores de La Revue blanche,135
Lazare familiarizado con el director Thadée Natanson, los hermanos Albert y
Georges Clemenceau, todos comprometidos en la lucha por un nuevo juicio.
Blum intentó en noviembre hacer firmar a su amigo Maurice Barrès una
petición que solicitaba la revisión del pleito, pero este último se negó, rompe
con Zola y Blum a principios de diciembre, y comienza a popularizar el
término de intelectuales.136 Esta primera ruptura fue el preludio a una
división de las élites cultas, después del 13 de enero.

Si el Asunto Dreyfus ocupó cada vez más los debates, el mundo político no
lo reconoció así siempre, y Jules Méline declaró en la apertura de sesión de
la Asamblea Nacional, el 7 de diciembre: «No hay Caso Dreyfus. No lo hay
actualmente y no puede haber Caso Dreyfus».137

Pleito y condena del traidor


El retrato de Georges Clemenceau por el pintor Édouard Manet.

El general de Pellieux fue el responsable de llevar a cabo una investigación.


Esto no bastó, el investigador estaba hábilmente manipulado por el Estado
Mayor. El verdadero culpable, dijo, «es el teniente coronel Picquart». 138 La
investigación se transportó hacia otro ámbito, cuando la ex maestra de
Esterházy, la Sra. de Boulancy, publicó en Le Figaro cartas en las cuales
expresaba violentamente, una década antes, todo su odio a Francia y su
menosprecio al ejército francés. La prensa militarista inmediatamente acudió
a la ayuda del traidor a través de una campaña antisemita sin precedentes.
La prensa dreyfusarde replicó fuertemente con nuevas pruebas en su poder.
Georges Clemenceau, en el periódico L’Aurore, se preguntaba:

« ¿Quién protege al comandante Esterházy? La ley se detiene, impotente delante


de este prusiano disfrazado de oficial francés. ¿Por qué? ¿Quiénes pues tiemblan
delante de Esterházy? ¿Qué poder oculto, qué razones inconfesables se oponen a la
acción de la justicia? ¿Quién le barre el camino? ¿Por qué se protege a Esterházy,
personaje deplorable de moral más que dudosa, mientras que todos lo acusan?
¿Por qué se desacredita a un honesto soldado como el teniente coronel Picquart,
abrumado, deshonorado? ¡Es necesario que lo digamos!»

Aunque protegido por el Estado Mayor y en consecuencia por el Gobierno,


Esterházy, se vio obligado a reconocer la paternidad de las cartas
francófobas publicadas por Le Figaro. Esto decidió a la cartera del Estado
Mayor a actuar: una solución para hacer cesar las preguntas y dudas y
pronta aplicación de justificación debía encontrarse. La idea fue exigir a
Esterházy que él mismo pida pasar a juicio, con el fin de detener el "ruido" y
permitir el retorno al orden. Fue pues, que para exonerarlo definitivamente,
según la vieja norma «Res judicata pro veritate habetur»139 (La cosa juzgada
es tenida por verdad), que Esterházy se presentó el 10 de enero de 1898
ante un Consejo de Guerra. A puertas cerradas "demoraron" el
pronunciamiento.140 Esterházy fue avisado de los temas del día siguiente con
indicaciones en la línea defensiva que debía mantener. El pleito fue irregular:
las constituciones de partes civiles solicitadas por Mathieu y Lucie Dreyfus141
se les niegan,142 los tres expertos en escrituras no reconocieron la escritura
de Esterházy en la nota y se mantuvieron en la falsificación. El propio
acusado se aplaudió a sí mismo, los testigos de cargo, abucheados y
denigrados, Pellieux intervino para defender al Estado Mayor sin calidad
jurídica legal.143 El verdadero acusado era el coronel Picquart, ensuciado por
todos los militares protagonistas del caso.144 Esterházy, fue absuelto por
unanimidad al día siguiente, después de tres minutos de deliberación.145 Bajo
aplausos, tuvo dificultades a hacerse camino hacia la salida donde lo
esperaban 1.500 personas.

Disturbios antisemitas en un grabado


de la Petit Parisien.

Por error, un inocente fue


condenado, pero por orden
superior, el culpable fue absuelto.
Para muchos republicanos
moderados, fue un intolerable
ataque a los valores fundamentales
que abrazaban. La absolución de
Esterházy trajo pues un cambio de
la estrategia dreyfusarde. Al
liberalismo respetuoso de Scheurer-
Kestner y Reinach, sucedió una
acción más combativa y
146
contestataria. En reacción a la
absolución, importantes y violentos
motines antidreyfusardes y
antisemitas tuvieron lugar en toda
Francia. Se atentó a los bienes y a
las personas. Fortalecido por su
victoria, el Estado Mayor arrestó al
teniente coronel Picquart bajo la
acusación de violación del secreto profesional, a raíz de la revelación de su
investigación a su abogado que le habría revelado al senador Scheurer-
Kestner. El coronel, a pesar de que se encontraba bajo arresto en Mont-
Valérien, no abdicó y se comprometió cada vez más en el caso. A Mathieu,
que le agradeció, replica secamente que «sólo cumplí con mi deber». 145 El
comandante Esterházy, rápidamente fue asistido, y ante los riesgos que
pesaban sobre él, se exilió en Inglaterra donde terminaría sus días
confortablemente en los años 1920.147 Esterházy se benefició, en el
momento del «Caso», de un trato preferencial por parte de sus superiores
del ejército que no se pudo nunca explicar, sino por el deseo del Estado
Mayor de querer obstruir todo intento de impugnar la sentencia del Consejo
de Guerra que había condenado al Capitán Dreyfus en 1894.

El Caso estalla en 1898

J'Accuse: el caso Dreyfus se convierte en «el Caso»

Artículo principal: J'accuse

Portada del periódico L'Aurore del 13 de enero de 1898, con la carta J'Accuse,
escrita por Émile Zola

Zola dio el 13 de enero de 1898 una nueva dimensión al Caso Dreyfus, que
se conviertió en «el Caso». El primer gran intelectual dreyfusard, está
entonces en la cumbre de su gloria: los veinte volúmenes de Rougon-
Macquart se difundieron en decenas de países. Era la cumbre del mundo
literario, y fue plenamente consciente. Al general de Pellieux, le afirmó
durante su juicio:

« ¿Yo pregunto al general de Pellieux si no hay distintas maneras de servir a


Francia? Se la puede servir con la espada o con la pluma. ¡Sr. general de Pellieux
ha ganado seguramente grandes victorias! Yo gané la mía. A través de mis obras,
la lengua francesa se llevó a todo el mundo. ¡Yo tengo mis victorias! ¡Yo lego a la
posteridad el nombre del general de Pellieux y el de Émile Zola: el elegirá!»148

Escandalizado por la absolución de Esterházy, Zola decidió asestar un golpe.


Publicó en primera página de L’Aurore, un artículo de 4.500 palabras en seis
columnas, en forma de carta abierta al Presidente Félix Faure. Clemenceau
lo tituló: «J'Accuse». Vendiendo habitualmente treinta mil ejemplares, el
periódico editó ese día trescientas mil copias. El artículo hizo el efecto de
una bomba. El documento era un ataque directo, explícito y nominal. Se
denunció a todos los que conspiraron contra Dreyfus, incluido el Ministro de
Guerra y el Estado Mayor. El artículo contenía numerosos errores,
acrecentaba o aminoraba las funciones de tal o cual protagonista.149 El papel
del general Mercier fue fuertemente subestimado.150

«J'Accuse» aportaba por primera vez la reunión de todos los datos


existentes sobre el asunto.151 El objetivo de Zola fue exponerse
voluntariamente con el fin de forzar a las autoridades a llevarlo a la justicia.
Su juicio serviría como una oportunidad para un nuevo juicio público de los
casos Dreyfus y Esterházy. Actuó así contra la estrategia de Scheurer-
Kestner y Lazare, que predicaban la paciencia y la reflexión.152 Ante el éxito
nacional e internacional de este golpe de resplandor, el juicio fue inevitable.
A partir de ese momento crítico, el Caso siguió dos vías paralelas. Por un
lado, el Estado utilizaría su aparato para imponer la limitación del juicio a un
simple acto de difamación, con el fin de disociarlo de los casos Dreyfus y
Esterházy, ya juzgados. Por otra parte, los conflictos de opinión intentaban
influir sobre los jueces o el gobierno, para obtener unos la revisión y los
otros la condena de Zola. Pero el objetivo del novelista se logró: la apertura
de un debate público a las bases.

El 15 de enero, Le Temps publicó una petición reclamando la revisión del


juicio.153 Figuraban los nombres de Émile Zola, Anatole France, Émile
Duclaux, el director del Instituto Pasteur, Daniel Halévy, Fernand Gregh,
Félix Fénéon, Marcel Proust, Lucien Herr, Charles Andler, Victor Bérard,
François Simiand, Georges Sorel, luego el pintor Claude Monet, el escritor
Jules Renard, el filósofo Émile Durkheim, el historiador Gabriel Monod, y
otros. En L'Aurore del 23 de enero, Clemenceau, en nombre de una
«revuelta pacífica del espíritu francés», instaló positivamente el término
«intelectuales». El 1 de febrero, Barres fustigó a éstos en le Journal. El anti-
intelectualismo se convertiría en el tema principal de los intelectuales de
derecha, que acusaban a los dreyfusards de reflexionar más allá de los
intereses de la nación, argumento que se encontraría a lo largo de los años
que siguen, y que constituyó el fondo del debate público: la preferencia
entre Justicia y Verdad o defensa de la nación, conservación de la sociedad y
la razón superior del Estado.154 Esta movilización de los intelectuales no se
duplicó inicialmente de la de la izquierda política: el 19 de enero, los
diputados socialistas tomaron distancia ante las «dos facciones burguesas
rivales».
El juicio a Zola

El ultraje de Zola, tela al óleo de Henry de Groux, 1898

Fotografía antropométrica de Émile Zola al momento de su proceso

El general Billot, Ministro de Guerra, presentó una denuncia contra Zola y


Alexandre Perrenx, el director del periódico L'Aurore, que se presentó ante la
Cour d'Assises de la Seine (Tribunales del Sena) del 7 al 23 de febrero de
1898. La difamación hacia una autoridad pública fue entonces presentada
ante los tribunales, mientras que la injuria pública pronunciada por la prensa
nacionalista y antisemita sólo conllevó muy pocas actuaciones judiciales, y
prácticamente ninguna condena. El ministro se basó en tres pasajes del
artículo,155 lo que representa dieciocho líneas sobre varios centenares. Se
acusó a Zola de haber escrito que el Consejo de Guerra había cometido una
«ilegalidad por decreto».156 El pleito se abrió en un clima de extrema
violencia: Zola fue objeto «de ataques de lo más ignominiosos»,157 así como
importantes apoyos y felicitaciones.158

Fernand Labori, el abogado de Zola, hizo mención de alrededor de


doscientos testigos. La realidad del Caso Dreyfus, desconocido para la
opinión pública en general, se difundió a través de la prensa. Varios
periódicos159 publicaron las notas taquigráficas in extenso de los debates del
día, y era en esos informes en lo que se basaba la población para crear su
opinión. Esto constituyó para los partidarios de Dreyfus un instrumento
primordial para los debates posteriores. Sin embargo, los nacionalistas,
detrás de Henri Rochefort, fueron entonces los más visibles y organizaron
desórdenes, forzando al prefecto de París encargado de la policía a intervenir
con el fin de proteger la salida de Zola160 en cada audiencia.161

Este proceso fue también el lugar de una verdadera batalla jurídica, en la


cual los derechos de la defensa se ridiculizaban sin cesar.162 Numerosos
observadores tomaron conciencia de la connivencia entre el mundo político y
los militares. Evidentemente, la Corte recibió instrucciones para que la
esencia misma del error judicial no fuera evocada. El presidente Delegorgue,
so pretexto de la prolongación de duración de las audiencias, hizo
malabarismo con el derecho, para que el pleito sólo tratase de la presunta
difamación de Zola. Su frase «la cuestión no será tratada», repetida decenas
de veces,163 se volvió celebre.

Zola fue condenado a un año de prisión y 3.000 francos de multa, 164 la pena
máxima. Esta dureza fue imputable a la atmósfera de violencia que envolvió
el juicio: «La sobreexcitación de la audiencia, la exasperación de la multitud
que se congregó frente al Palacio de Justicia era tal que se podía temer lo
peor si el jurado hubiera absuelto al Sr. Zola.»165 Sin embargo, el juicio a
Zola fue más bien una victoria para los dreyfusards.166 En efecto, el Caso y
sus contradicciones pudieron ser evocados ampliamente a lo largo del juicio,
en particular por los militares. Además, la violencia de los ataques contra
Zola, y la injusticia de su condena reforzaron el empeño de los dreyfusards:
Stéphane Mallarmé declarará «penetró por lo sublime del Acto (de Zola)»167
y Jules Renard escribió en su periódico: «A partir de esta noche, valoro la
República, que me inspira un respeto, una ternura que no me conocía.
Declaro que la palabra Justicia es la más bella de la lengua de los hombres,
y que hay que llorar si los hombres no lo comprenden».168 El senador
Ludovic Trarieux y el jurista católico Paul Viollet fundaron la Liga por la
Defensa de los Derechos del Hombre. Más todavía que el Caso Dreyfus, el
Asunto Zola operó una reagrupación de las fuerzas intelectuales en dos
campos opuestos.

El 2 de abril, una solicitud de recurso en casación recibió una respuesta


favorable. Se trataba de la primera intervención de la Corte en este asunto
judicial. La denuncia en efecto habría debido ser presentada por el Consejo
de Guerra y no por el Ministro. El Fiscal General Manau era favorable a la
revisión del Caso Dreyfus y se opuso firmemente a los antisemitas. Los
jueces del Consejo de Guerra, cuestionados por Zola, presentaron una
denuncia por difamación. El asunto se sometió ante los tribunales de Seine-
et-Oise en Versalles donde el público era más nacionalista y favorable al
Ejército. El 23 de mayo de 1898, a partir de la primera audiencia, Labori se
presentó en casación debido al cambio de jurisdicción. El proceso fue
aplazado y los debates fueron pospuestos para el 18 de julio. Labori le
aconsejó a Zola salir de Francia para Inglaterra antes del fin del proceso,
cosa que hizo el escritor acompañado por su esposa. Los acusados fueron
condenados de nuevo. En cuanto al coronel Picquart, se encontraría una vez
más en prisión.
Desenmascarado Henry, el Caso se reanima

Fotografía del «Falso Henry». El encabezado (mi querido amigo) y la


firma(Alexandrine) son de Panizzardi (cuadrícula). El resto es de la mano de Henry.

La absolución de Esterházy, las condenas de Émile Zola y de Georges


Picquart, y la presencia continua de un inocente en prisión, tuvieron
resonancia nacional e internacional considerable.169 Francia expuso una
arbitrariedad estatal que contradecía los principios republicanos fundadores.
El antisemitismo hizo progresos considerables, y los disturbios eran
corrientes a lo largo del año 1898. Sin embargo, los políticos continuaban
con la negativa del Caso. Entre abril y mayo de 1898, estuvieron
preocupados sobre todo por las elecciones legislativas, tras las cuales Jaurès
pierde su banca de diputado de Carmaux.170 La mayoría continuó siendo
moderada, y un grupo parlamentario antisemita apareció en la Cámara. Sin
embargo, la causa partidaria a Dreyfus fue reactivada.
Retrato de Godefroy Cavaignac, Ministro de Guerra

En efecto, Godefroy Cavaignac, nuevo Ministro de Guerra y antirrevisionista


feroz, quería demostrar definitivamente la culpabilidad de Dreyfus,
«retorciendo el pescuezo» de paso a Esterházy, a quien considera «un
mitómano y un chantagista».171 Estaba absolutamente convencido de la
culpabilidad de Dreyfus, reforzada esta idea por la leyenda de una supuesta
confesión, después de haber encontrado al principal testigo, el capitán
Lebrun-Renault.172 Cavaignac tenía la honradez de un doctrinario
intransigente,173 pero desconocía absolutamente el fondo del Caso, que el
Estado Mayor se abstuvo de enseñarle. Se sorprendió al saber que el
conjunto de los documentos en las cuales la acusación se basaba, no habían
sido sometidos a pericias, Boisdeffre ha tenido «una confianza absoluta» en
Henry. Él mismo se decidió a investigar, en su despacho con sus
colaboradores, y recupera el expediente secreto que contaba entonces con
365 piezas.174

El 7 de julio de 1898, en el momento de una interpelación en la Cámara,


Cavaignac tuvo en cuenta tres piezas «abrumadores, entre mil» ", dos de las
cuales no tenían relación con el Caso y la otra es el «falso Henry». 175 El
discurso de Cavaignac fue efectivo: los diputados lo ovacionaron y votaron la
creación de afiches, con el contenido del discurso y la reproducción de las
tres pruebas, los que fueron colocados en los 36.000 municipios de Francia a
572 voces.176 Los antidreyfusards triunfaron, pero Cavaignac reconoció
implícitamente que la defensa de Dreyfus no había tenido acceso a todas las
pruebas: la petición de anulación formulada por Lucie Dreyfus se convirtió
en admisible. Al día siguiente, el coronel Picquart declararía en Le Temps al
presidente del Consejo: «estoy en condiciones de establecer delante de toda
jurisdicción competente que ambas piezas con fecha de 1894 no deberían
aplicarse a Dreyfus y que la que lleva la fecha de 1896 tenía todos los
caracteres de una farsa», lo cual le valió once meses de prisión.

El 13 de agosto por la tarde, el capitán Cuignet, adjunto al gabinete de


Cavaignac, que trabajba a la luz de una lámpara, observó que el color de la
cuadrícula ligera del papel de la cabecera y del pie de página no se
corresponden con la parte central. Cavaignac todavía intentaba encontrar
razones lógicas para la culpabilidad y posterior condena de Dreyfus177 pero
calla su descubrimiento.178 Una junta de investigación fue formada para
inquirir a Esterházy, delante de la cual éste entró en pánico y admitió sus
relaciones secretas con el comandante du Paty de Clam. La colusión entre el
Estado mayor y el traidor fue demostrada. El 30 de agosto, Cavaignac se
resignó a exigir explicaciones al coronel Henry, en presencia de Boisdeffre y
Gonse. Después de una hora de interrogatorio llevado por el propio ministro,
Henry colapsa y hace una confesión completa. 179 Fue puesto bajo arresto en
la fortaleza Mont-Valérien y se suicidó al día siguiente:180 Un corte en la
garganta con una navaja de afeitar. La solicitud de revisión presentada por
Lucie Dreyfus no se pudo rechazar más. Sin embargo, Cavaignac afirmó:
«¡menos que jamás!»,181 pero el presidente del Consejo, Henri Brisson, lo
forzó a dimitir. A pesar de su papel, aparentemente totalmente involuntario,
en la revisión del proceso de 1894, ´fue un antidreyfusard convencido e hizo
una intervención despreciativa y ofensiva hacia Dreyfus en el proceso de
Rennes.182
Caricatura de una familia francesa en una cena ilustra las divisiones en la
sociedad francesa en el Caso Dreyfus. En el panel superior, el anfitrión dice:
«Por encima de todo, no debemos hablar del Caso Dreyfus!». El panel
inferior muestra la cena en gran desorden: «Ellos han hablado de él», por el
caricaturista Caran d'Ache, Le Figaro, 14 de febrero de 1898.

Los antirrevisionistas no se consideraron vencidos. El 6 de septiembre,


Charles Maurras publica un elogio de Henry en La Gazette de France, que lo
describió como de «servidor heroico de los grandes intereses del Estado». 183
La Libre Parole, periódico antisemita de Drumont, propaga el concepto de
«falso patriotismo». El mismo periódico lanzaría en diciembre una
suscripción en beneficio de la viuda de Henry, con el fin de erigir un
monumento a la gloria de su marido. Cada donación era acompañada por
observaciones contrarias a Dreyfus y los dreyfusards, a menudo injuriosas.
14.000 suscriptores,184 entre los cuales, 53 diputados enviaron 131.000
francos.185

El 3 de septiembre de 1898, el Presidente del Consejo, Brisson, alentó a


Mathieu Dreyfus a presentar una solicitud de revisión ante el Consejo de
Guerra de 1894. El gobierno transfirió el asunto a la Corte de Casación para
el dictamen de los pasados cuatro años de procedimientos. Francia estaba
realmente dividida en dos, pero no es posible generalizar: la comunidad
judía se comprometió poco dadas las circunstancias reinantes, los
intelectuales no eran todos dreyfusards,186 los protestantes se dividieron, los
marxistas se negaron a apoyar a Dreyfus.187 La fisura trascendió las
religiones y círculos sociales, como demuestra la famosa caricatura de Caran
d'Ache «Una cena en familia».

Crisis y recomposición del panorama político

Henry murió, Boisdeffre dimitió, Gonse no tenía ninguna autoridad y du Paty


fue muy seriamente comprometido por Esterházy: para los conjurados, era
el derrumbe.188 El gobierno estaba atrapado entre dos fuegos: la ley y el
derecho contra la presión nacionalista de las calles y del mando superior que
recomienza. Cavaignac dimitió para seguir extendiendo su visión
antidreyfusarde del Caso, se planteó como el principal antirevisionista. El
general Zurlinden, que le sucedió, influenciado por el Estado Mayor, emitió
un dictamen negativo a la revisión el 10 de septiembre, apoyado por la
prensa extremista para la cual, «la revisión, es la guerra». La obstinación del
gobierno, que votó el recurso al Tribunal de Casación el 26 de septiembre,
provocó la dimisión de Zurlinden, sustituido inmediatamente por el general
Chanoine.189 Éste, en una interpelación a la Cámara, entregó su dimisión,
dado que se rechazó la confianza a Brisson, obligado él también a su
dimisión. La inestabilidad ministerial implicaría una determinada
inestabilidad gubernamental.

El 1 de noviembre, se nombró al progresista Charles Dupuy en sustitución de


Brisson. En 1894, había cubierto las maniobras con el general Mercier en el
comienzo del Caso Dreyfus;190 cuatro años más tarde, anunciaría que seguirá
las sentencias del Tribunal de Casación, barriendo el camino a los que
querían obstruir la revisión y privar al Tribunal.191 El 5 de diciembre, gracias
a un apasionado debate en la Cámara sobre la transmisión del «expediente
secreto» al Tribunal de Casación, la tensión aumentó. Las injurias, insultos y
otras violencias nacionalistas dieron paso a las amenazas de levantamiento.
Paul Déroulède declararía: «Si es necesario hacer la guerra civil, la
haremos.»192

Una nueva crisis ocurrió dentro del Tribunal de Casación, ya que Quesnay de
Beaurepaire, presidente de la sala civil, acusó a la sala en lo penal de
dreyfusisme a través de la prensa. Dimitió el 8 de enero de 1899 como un
héroe de la causa nacionalista. Esta crisis conseguiría la declinación de la
competencia de la sala en lo penal en favor de las salas reunidas. Esto fue el
bloqueo de la revisión.193

En 1899, el Caso ocupaba cada vez más la escena política. El 16 de febrero


de 1899, el Presidente de la República Félix Faure murió.194 Émile Loubet fue
elegido, un avance para la causa de la revisión, el presidente anterior había
sido un feroz opositor. El 23 de febrero, a raíz de los funerales de Félix
Faure, Déroulède intentó un abuso de poder sobre el Elísee. Fue un fracaso
ya que los militares no se adhirieron. El 4 de junio, Loubet fue agredido en el
curso de Longchamp. Estas provocaciones, combinadas a las
manifestaciones permanentes de la extrema derecha, aunque no pusieron
realmente la República en peligro, crearon un sobresalto republicano que
condujeron a la formación de un «Gobierno de defensa republicana» en
torno a Waldeck-Rousseau el 22 de junio. Se rechazó a los republicanos
progresistas antidreyfusards, como Jules Méline, a la derecha. El asunto
Dreyfus condujo a una recomposición clara del panorama político francés.

La casación del juicio de 1894

Los magistrados de la
Cámara Criminal en Le
Petit Journal

El Tribunal de Casación
examinó el Caso, en un
contexto de campañas
de prensa contra la sala
en lo penal, dado que
constantemente fueron
arrastrados los
magistrados en el lodo a
través de los periódicos
nacionalistas desde el
Escándalo de Panamá.195
El 26 de septiembre de
1898, después de una
votación del gabinete, el
Ministro de Justicia se
hizo cargo del Tribunal
de Casación. El 29 de
octubre, tras la
comunicación del
informe de la declaración
de Alphonse Bard, la
Sala Penal del Tribunal
declararía la «petición
admisible y dice que
será procedido por ella a
una instrucción
suplementaria».196

El declarante Louis Loew presidió. Fue objeto de una muy violenta campaña
de injurias antisemitas, mientras que el protestantismo alsaciano, lo acusó
de ser un desertor, un vendido a los prusianos. A pesar de los silencios
complacientes de Mercier, Billot, Zurlinden y Roget que se atrincheraron
detrás la autoridad de la «cosa juzgada» y el «secreto de Estado», la
comprensión del Caso aumentaba. Cavaignac declaró durante dos días, pero
no llegó a demostrar la culpabilidad de Dreyfus. Al contrario, lo disculpó,
involuntariamente, por una demostración del fechado exacto de la carta
(agosto de 1894).124

Posteriormente, Picquart demostraría el conjunto de errores luego de la


conspiración.197 En una decisión del 8 de diciembre de 1898 en represalias a
la declinación de la competencia que se anunciaba, Picquart fue descartado
del Consejo de Guerra por la sala en lo penal.198 Era un nuevo obstáculo a
las voluntades del Estado Mayor. Una nueva campaña de prensa
furiosamente antisemita estalló con motivo de este acontecimiento, mientras
que L'Aurore del 29 de octubre tituló «Victoria» con los mismos caracteres
que «J'Accuse».199 El trabajo de investigación a pesar de todo fue reanudado
por la sala en lo penal.200 El «expediente secreto» se analizaría a partir del
30 de diciembre, y la corte solicitó la comunicación del expediente
diplomático, que fue concedido.

El 9 de febrero de 1899, la sala en lo Penal entregó su informe haciendo


hincapié de dos acontecimientos importantes: la seguridad de que Esterházy
fraguó el bordereau201 y de que el expediente secreto estaba totalmente
vacío. Esos dos hechos destruyeron por sí solos todos los procedimientos en
contra de Alfred Dreyfus. Pero paralelamente, en respuesta al incidente de
Beaurepaire, el presidente Mazeau instruyó una investigación sobre la sala
de lo penal, que acababa en la destitución de los miembros de ésta «con el
fin de no dejarle referirse solamente, toda la responsabilidad de la sentencia
definitiva», lo que privó a la sala en lo penal con la continuación de las
acciones que se derivarían de su informe.

El 28 de febrero, Waldeck-Rousseau se expresó ante el Senado sobre el caso


y denunció la «conspiración moral» en el gobierno y en las calles. La revisión
era inevitable. El 1 de marzo de 1899, el nuevo presidente de la cámara civil
del Tribunal de Casación, Alexis Ballot-Beaupré fue nombrado a declarar
para la consideración de la solicitud de revisión. Se ocupó de abogar en el
caso y decidió seguir investigando. Diez testigos complementarios fueron
interrogados, los cuales debilitaron aún más la versión del Estado Mayor. En
el debate final y por un modelo de objetividad, el presidente Ballot-Baupré
demostró la inutilidad de la carta, la única carga contra Dreyfus. El fiscal
Manau abundó en dirección de las ideas del presidente. Mornard, que
representaba a Lucie Dreyfus, defendió su posición sin ninguna dificultad ni
oposición ante los fiscales.202

El 3 de junio de 1899, las salas reunidas del Tribunal de Casación rompieron


el juicio de 1894 en audiencia solemne. 203 El asunto fue reenviado al Consejo
de Guerra de Rennes. Las consecuencias fueron inmediatas: Zola, exiliado
en Inglaterra, regresó a Francia, Picquart fue liberado, Mercier fue acusado
de comunicación ilegal de piezas. Por esa sentencia, el Tribunal de Casación
se convertiría en una verdadera autoridad, capaz de hacer frente a los
militares y al poder político.204 Para numerosos dreyfusards esta decisión de
justicia fue el principio de la absolución del capitán; olvidando considerar
que sería nuevamente el ejército el que lo juzgaría. La corte creyó en la
autonomía jurídica del Consejo de Guerra sin tomar en consideración las
leyes del espíritu de cuerpo.205

El juicio de Rennes de 1899

Desarrollo del proceso

La defensa de Dreyfus en Rennes: Edgar Demange y Fernand Labori

Puerto Haliguen en Quiberon donde Dreyfus desembarcó en junio de 1899

El prisionero no tenía conocimiento de los acontecimientos que tenían lugar


a miles de kilómetros de distancia de él. Ni de las conspiraciones
deformantes para que nunca pueda regresar, ni del compromiso de
innumerables y honestos hombres y mujeres adscritos a su causa. La
administración penitenciaria filtraba la información que consideraba
confidencial. A finales de 1898, se enteró con estupefacción de la dimensión
real del Caso, del que no sabía nada: la acusación de su hermano contra
Esterházy, la absolución del traidor, la confesión y suicidio de Henry, ésta
era la lectura del expediente investigado por el Tribunal de Casación que
recibiría dos meses después de su publicación.206
El 5 de junio de 1899, Alfred Dreyfus fue avisado de la decisión de revisión
del juicio de 1894. El 9 de junio, dejó la Isla del Diablo, en dirección a
Francia, encerrado en una cabina como culpable, que ya no lo era.
Desembarcó el 30 de junio en Port Haliguen, en la península de Quiberon, en
el mayor de los secretos, «por un regreso clandestino y nocturno».207
Después de cinco años de martirio, se reencontró con su tierra natal, pero
fue inmediatamente encerrado hasta el 1 de julio en la prisión militar de
Rennes. Se presentó el 7 de agosto ante el Consejo de Guerra de la capital
bretona.

El general Mercier, líder de los antidreyfusards, realizó constantes


declaraciones a la prensa, para reafirmar la exactitud del primer juicio:
Dreyfus era culpable. Pero de inmediato, disensos surgieron en defensa de
Dreyfus. Sus dos abogados tenían estrategias opuestas. Demange quería
mantener la defensiva y simplemente obtener la absolución de Dreyfus.
Labori, un brillante abogado de 35 años, era más ofensivo, y pretendiendo
golpear fuerte, quería la derrota del Estado Mayor, su humillación pública.
Mathieu Dreyfus, concibió una complementariedad entre los dos abogados.
El desarrollo del proceso demostraría el error, del que va a servirse la
acusación, ante una defensa tan debilitada.

El juicio de Alfred Dreyfus en el Consejo de Guerra en Rennes

El proceso se abrió el 7 de agosto de 1899 en un clima de violencia inaudita.


Rennes estaba en estado de sitio.208 Los jueces del Consejo de guerra
estaban bajo gran presión. Esterházy, que admitió la paternidad de la carta,
huyó a Inglaterra, y du Paty, solicitó disculpas. Dreyfus apareció, la emoción
fue inmensa. Su apariencia física alteró a sus partidarios y a algunos de sus
oponentes.209 A pesar de su condición física deteriorada, tenía un control
completo del expediente, adquirido en tan sólo unas semanas.210 Todo el
Estado Mayor declaró contra Dreyfus sin aportar ninguna prueba. A pesar de
sus esfuerzos, fueron consideradas nulas las confesiones de Henry y
Esterházy. El proceso hasta tendía a derrapar, en la medida en que las
decisiones del Tribunal Supremo no eran tomadas en consideración. Se
discutía, en particular, sobre la carta, que era en realidad una prueba de la
culpabilidad de Esterházy. Mercier fue abucheado a la salida de la audiencia.
La prensa nacionalista y antidreyfusarde se perdía en conjeturas acerca de
su silencio acerca de las "pruebas decisivas", que había anunciado antes del
proceso.

El 14 de agosto, Labori fue víctima de un atentado en su camino a los


tribunales. Fue disparado en la espalda por un extremista nacionalista que
escapó y nunca fue encontrado. El abogado estuvo forzosamente excluido de
los debates durante más de una semana, en el momento decisivo del
interrogatorio de los testigos. El 22 de agosto, su condición mejoró, y
regresó. Los incidentes entre los dos abogados de Dreyfus se multiplicaron,
Labori reprochaba a Demange tener extrema cautela.

El gobierno, ante el endurecimiento del juicio militar, aún podría actuar de


dos maneras para influir en los acontecimientos: recurriendo al testimonio
de Alemania o al abandono de la acusación.211 Sin embargo, estas
negociaciones no obtuvieron resultados. La embajada alemana envió una
cortés negativa para el gobierno. El ministro de guerra, el general Gaston de
Galliffet, hizo enviar unas respetuosas palabras al comandante Louis
Carrière, comisario gubernamental. Le solicitó permanecer en el espíritu de
revisión de la sentencia del Tribunal de Casación. El oficial pretendió no
entender la alusión y ayudado del abogado nacionalista Auffray, alma
verdadera de la acusación, realizó una acusación contra Dreyfus. En cuanto
a la defensa, tenía que tomar medidas, porque el resultado del juicio se veía
mal, a pesar de la evidencia de la ausencia de cargos contra el acusado. En
nombre del Presidente del Consejo, Waldeck Rousseau, ayudado por Jaures
y Zola, Labori estaba convencido de renunciar a su declaración para no
ofender a los militares. Se decidió jugar a la conciliación a cambio de la
absolución que parecía prometer el gobierno. Pero fue un juego de
engaños.212 Demange, solo y sin ilusiones, garantizó la defensa de Dreyfus,
en un clima de guerra civil.

En París agitadores antisemitas y nacionalistas de Auteuil fueron arrestados.


Jules Guérin y los que huyeron se acorralaron en el Fort Chabrol y fueron
sitiados por la policía.

Nueva condena
Nueva condena para Alfred Dreyfus

El 9 de septiembre de 1899, el Tribunal dictó su veredicto: Dreyfus es


nuevamente condenado culpable de traición, pero «con circunstancias
atenuantes» (por 5 votos contra 2) a diez años de reclusión y a una nueva
degradación. Contrariamente a las apariencias, este veredicto estuvo al
borde de la absolución por un solo voto. El código de justicia militar preveía
el principio de apoyo de la minoría a tres votos contra cuatro. 213 Este
veredicto absurdo tuvo,214 lo que parece, una confesión de culpabilidad de
los miembros del Consejo de Guerra. Parecían no querer rechazar la decisión
de 1894, y eran conscientes de que el expediente sólo se basaba en el
viento. Pero se podría también interpretar esta decisión como un veredicto
hábil, porque los jueces, cuidándose de sus pares como moderados
angustiados por los riesgos de guerra civil, reconocían implícitamente la
inocencia de Dreyfus (¿se puede traicionar con circunstancias
215
atenuantes?).

Al día siguiente del veredicto, Alfred Dreyfus, después de muchas dudas,


presentó un recurso de revisión. Waldeck-Rousseau, en una posición difícil,
abordó por primera vez la gracia presidencial. Para Dreyfus era aceptar la
culpabilidad. Pero finalmente, alejado de los suyos desde hacía mucho
tiempo, se vio forzado a aceptar. Se firmó el decreto el 19 de septiembre y
fue puesto en libertad el 21 de septiembre de 1899. Numerosos dreyfusards
quedaron frustrados por este acto final. La opinión pública acogió esta
conclusión de manera indiferente. Francia aspiraba a la paz civil y a la
concordia en víspera de la Exposición Universal de 1900 y antes del gran
combate que la República se preparaba a llevar para la libertad de
asociaciones y la laicidad.

El coronel Jouaust, presidente del Consejo de Guerra, lee el veredicto


de condena, en primera plana del semanario Le monde illustré.

Con esta perspectiva el 17 de noviembre de 1899, Waldeck-Rousseau


proclamó una ley de amnistía cubriendo «todos los hechos criminales o
delictivos conexos al Caso Dreyfus o una continuación relativa a uno de
estos hechos». Los dreyfusards se insurgen, no podían aceptar que los
verdaderos culpables queden absueltos de sus crímenes de estado, al mismo
tiempo que Zolá y Picquart debieron pasar por un juicio. A pesar de
inmensas protestas se aprobó la ley. No existía entonces ningún recurso
posible para obtener que la inocencia de Dreyfus se reconozca; sería
necesario en el futuro encontrar un nuevo hecho que pueda dar lugar a la
revisión.
Reacciones

Las reacciones en Francia fueron vivas, llenas de «estupor y tristeza» en el


campo revisionista.216 Sin embargo, otras reacciones tendieron a poner de
manifiesto que el «veredicto de apaciguamiento» dictado por los jueces es
comprendido y aceptado por la población. Los republicanos buscaron sobre
todo la paz social, para dar vuelta de página a este largo asunto
extremadamente polémico. Por ello, las manifestaciones fueron muy pocas
en la provincia, mientras que la agitación persistió un poco más en París.217
En el mundo militar, el apaciguamiento es también de rigor. Dos de los siete
jueces votaron la absolución.218 Se negaron a acatar la orden militar
implícita. Esto también es claramente percibido. En un apóstrofe al ejército,
Galliffet anunció: «el incidente está cerrado».

Manifestaciones antifrancesas tienen lugar en veinte capitales extranjeras; la


prensa estaba escandalizada.219 Las reacciones eran de dos tipos. Las
anglosajonas, legalistas, se centraban sobre el asunto de espionaje e
impugnaban bastante violentamente el veredicto de culpabilidad sin
argumentos positivos en su construcción. A este respecto, el informe Lord
Chief Justice de Inglaterra, de Lord Russell of Killowen a la reina Victoria del
16 de septiembre de 1899, es un símbolo de la repercusión mundial del
Caso en Gran Bretaña. El magistrado inglés, que se encontraba en calidad
de observador en Rennes, criticó las debilidades del Consejo de Guerra:

«Los jueces militares «no estaban familiarizados con la ley» [...]. Carecían de la
experiencia y aptitud que permiten ver la prueba detrás del testimonio. [...]
Actuaron en función de lo que consideraban como el honor del ejército. [...]
concedieron demasiada importancia a las frágiles alegaciones que se presentaron
contra el acusado. Así concluyó: Parece claro que si el pleito de revisión hubiera
tenido lugar ante el Tribunal de Casación, Dreyfus sería ahora un hombre libre.»

En Alemania e Italia, los dos países muy comprometidos en la causa contra


Dreyfus, es el alivio. Aunque el Emperador de Alemania lamenta que la
inocencia de Dreyfus no se haya reconocido, la normalización de las
relaciones franco-prusianas que se anunciaban se vio como una distensión
bienvenida. Ninguna de las naciones tiene interés en una tensión
permanente. La diplomacia de las tres potencias, con la ayuda de Inglaterra,
se dedicó a relajar la atmósfera que sólo se deterioraría nuevamente en
vísperas de la Primera Guerra Mundial.

Esta conclusión judicial tiene también una consecuencia desastrosa sobre las
relaciones entre la familia Dreyfus y la rama de los ultra-dreyfusistes.
Fernand Labori, Jaurès y Clemenceau, con el consentimiento del general
Picquart, acusaron abiertamente a Alfred Dreyfus por haber aceptado la
gracia y de protestar débilmente la ley de amnistía. Dos años después de
esta conclusión, su amistad se acababa así, escandalosamente220

El largo camino hacia la rehabilitación - 1900-1906


Prefiriendo evitar un tercer proceso, el gobierno decidió indultar a Dreyfus.
El decreto fue firmado por el presidente Loubet el 19 de septiembre de
1899, después de múltiples vacilaciones. Dreyfus no fue declarado inocente
por eso. El proceso de rehabilitación sería terminado sólo seis años después,
sin brillo ni pasión. Numerosas obras aparecieron durante ese período.
Además de las memorias de Alfred Dreyfus,221 Reinach deja ver su Historia
del Caso Dreyfus, y Jaurès publica Las Pruebas. En cuanto a Zola, escribe el
tercero de sus Evangelios: Verdad. Incluso Esterházy saca provecho de la
situación al relatar sus confidencias y vende varias versiones con diferentes
textos de su testimonio al cónsul de Francia.222

Muerte de Zola

El 29 de septiembre de 1902, Zola, el iniciador del Caso, el primero de los


intelectuales partidarios de Dreyfus, muere asfixiado por el humo de su
chimenea. Su esposa, Alejandrina, se salva por poco.223 Hay conmoción en el
clan de los dreyfusards.

Anatole France - que exigió que Dreyfus estuviera presente en las exequias,
mientras que el prefecto de París encargado, de la policía prefirió su
ausencia «para evitar disturbios» - lee su célebre discurso fúnebre al autor
de J'Accuse:

Las exequias de Zola, donde Anatole France realiza su discurso en homenaje


a su amigo.

«Ante el recuerdo de la lucha emprendida por Zola por la justicia y la verdad,

me es posible guardar silencio sobre estos hombres ensañados a la ruina de un


inocente,
quién sintiéndose perdido fue salvado,
mientras lo agobiaban con la audacia desesperada en el miedo?
¿Cómo apartarlos de su vista, mientras que debo mostrarle a Zola que se levanta,
débil y desarmado ante ellos?
¿Puedo callar sus mentiras? Esto sería callar su rectitud heroica.
¿Puedo callar sus crímenes? Esto sería callar su virtud.
¿Puedo callar los ultrajes y las calumnias con las que lo persiguieron? Esto sería
callar su recompensa y sus honores.
¿Puedo callar su vergüenza? Esto sería callar su gloria.
No, hablaré.

Envidiémosle: honró a su patria y al mundo por una obra inmensa y un gran acto.
Envidiémosle, su destino y su corazón le hicieron la suerte más grande.

Él fue un momento de la conciencia humana.»

La semi-rehabilitación
Rehabilitación jurídica

Manuel Baudoin, Procurador del Tribunal Supremo


durante la rehabilitación del capitán Dreyfus

Las elecciones de 1902 dieron la victoria a la izquierda. Jean Jaurès fue


reelegido, lo que impulsó el caso el 7 de abril de 1903, mientras Francia lo
consideró enterrado para siempre. En un discurso, Jaurès evocó la larga lista
de falsedades en el Caso Dreyfus, e insistió particularmente en dos temas
principales:
 La carta de dimisión del general de Pellieux, redactada en términos
muy duros. Jurídicamente, tiene las formas de una confesión de la colusión
del Estado Mayor:

«Engañado por gente sin honor, no pudiendo más contar con la confianza de los
subordinados sin la cual el mando es imposible, y por mi parte, no pudiendo tener
la confianza de mis jefes que me hicieron trabajar sobre falsedades, solicito mi
retiro.»

 El bordereau supuestamente escrito (por el Emperador Guillermo II)


que el general Mercier se había referido en el proceso de Rennes, y cuya
divulgación realizada a través de la prensa habría influido sobre los jueces
del Consejo de Guerra.224 ,225

Frente a estas novedades, el General André, nuevo Ministro de Guerra,


realizó una investigación a instancias de Emile Combes, asistente de los
magistrados. La investigación estuvo a cargo de capitán Targe, oficial de
ordenanza del ministro. Las investigaciones de la Sección de Estadísticas,
descubrieron numerosas piezas, la mayoría de las cuales son,
evidentemente, falsas.226 En noviembre de 1903, un informe fue entregado a
la custodia de los Sceaux por el Ministro de Guerra. Era el respeto de las
reglas, donde el ministro comprueba un error cometido en el Consejo de
Guerra. Éste es el comienzo de una nueva revisión, con una investigación
minuciosa, la cual se extendería durante dos años.

Los años 1904 y 1905 fueron dedicados a distintas fases judiciales ante el
Tribunal de Casación. El tribunal emplea tres medios a la revisión:

 demostración de la falsificación del telegrama de Panizzardi.


 demostración del cambio de fecha de una de las cartas del juicio de
1894 (abril de 1895 cambiado para abril de 1894).
 demostración del hecho de que Dreyfus no había eliminado el acta de
la asignación de la artillería pesada para los ejércitos.

En lo que se refiere a la escritura de la Nota, el tribunal es particularmente


severo contra Bertillon que «razonó mal acerca de los documentos falsos».
El informe demuestra que la escritura es de Esterházy, lo que este último,
por otra parte, reconoció. Por fin, el Tribunal demuestra por un análisis
completo y sutil de la Nota la inanidad de esta construcción puramente
intelectual, y una comisión de cuatro generales dirigida por un especialista
de la artillería, el general Sebert, afirmó «que es muy improbable que un
oficial de artillería haya podido escribir esta misiva».227
A la derecha, Alfred Dreyfus rehabilitado. En el centro, el capitán Targe,
investigador y descubridor de numerosos fraudes

El 9 de marzo de 1905, el Fiscal General Baudouin realizó un informe de 800


páginas en el cual reclama la casación sin devolución y fustiga al ejército.
Empieza una declinación de la competencia de la justicia militar que
encontraría su conclusión recién en 1982.228 Fue necesario esperar al 12 de
julio de 1906 para que el Tribunal de Casación, con todas las cámaras
reunidas, anule sin retorno la sentencia dictada en Rennes en 1899 y
pronuncie «la sentencia de rehabilitación del capitán Dreyfus». Los
antidreyfusards critican la rehabilitación duramente. Pero el objetivo es
obviamente político: se trata de terminar y de volver la página
definitivamente. Nada puede empezar la convicción de los adversarios de
Dreyfus. Esta forma es pues la más directa y definitiva. Hay que señalar que
lo que se anula es no solamente la sentencia de Rennes, sino toda la cadena
de actos previos, a comenzar por el orden de puesta en juicio otorgado por
el general Saussier en 1894. El Tribunal se concentró solamente sobre los
aspectos jurídicos y constató que Dreyfus no debe volver a un nuevo
Consejo de Guerra por la simple razón de que nunca hubo motivos, ante la
total ausencia de pruebas.
«Esperado, como último análisis, que, de la acusación llevada contra Dreyfus, nada
permanece de pie; y que la anulación del juicio del Consejo de Guerra no deja
subsistir nada que pueda a su cargo ser cualificado como crimen o delito; por lo
tanto, por aplicación del apartado final del artículo 445 ninguna devolución debe
pronunciarse.»

La injusticia militar229

Alfred Dreyfus en 1935, año de su fallecimiento.

Dreyfus es reintegrado parcialmente en el ejército con el rango de Jefe de


Escuadrón (comandante), por la ley de 13 de julio de 1906. Sus cinco años
de prisión no fueron tomados en cuenta para la restitución de su carrera, y
no pudo pretender un grado de oficial general. Esta decisión rompe toda
esperanza de una carrera digna antes de su detención en 1894. Es obligado
a una dolorosa renuncia en junio de 1907. Los jueces no podían poner final a
la injusticia. El derecho y la igualdad fueron burlados una vez más.230
Dreyfus nunca pidió ningún tipo de indemnización al Estado, ni daños a
nadie. La única cosa importante para él era el reconocimiento de su
inocencia.231
El 4 de junio de 1908, con motivo de la transferencia de las cenizas de Emile
Zola al Panteón de París, Alfred Dreyfus sufrió un atentado. Louis-Anthelme
Grégori, periodista de extrema derecha, adjunto de Drumont, realiza dos
disparos de revólver y Dreyfus fue levemente herido en el brazo. Se trataba,
para la Acción Francesa, de perturbar al máximo la ceremonia destinada a
«los dos traidores»: Zola y Dreyfus.232 Pero también de rehacer el juicio
Dreyfus a través de un nuevo juicio, una venganza de alguna manera. El
juicio de Assises de la Seine, donde Grégori fue absuelto, fue la última de
una larga serie de faltas de conductas judiciales, es la oportunidad para
nuevos disturbios antisemitas, que el gobierno reprime con liviandad.

Oficial de Reserva, Dreyfus participó en la guerra de 1914-1918 en la


retaguardia en París, como jefe de artillería, y luego asignado a Chemin des
Dames y Verdún. Acabó su carrera militar con el rango de Coronel.233 Murió
el 12 de julio de 1935 a la edad de setenta y seis años en la indiferencia
general. El coronel Picquart fue también oficialmente rehabilitado y
reintegrado en el ejército con el rango de general de brigada. Incluso fue
nombrado Ministro de Guerra en 1906 durante el gobierno de Clemenceau
hasta 1909. Murió en 1914 de un accidente de caballo.234

Historiografía del Caso Dreyfus235

Primer folleto de Bernard Lazare, Un error judicial, publicado en 1896, en Bruselas.


El Caso Dreyfus se distingue por el gran número de obras publicadas sobre
él.236 Gran parte de estas publicaciones consisten en una mera polémica y no
son libros históricos.235 Pero estas obras son consultadas en el marco del
estudio psicosocial del asunto.237

El gran interés en el estudio del Caso Dreyfus reside en el hecho de que


todos los registros están fácilmente disponibles. Aunque los debates del
Consejo de Guerra de 1894 no fueron tomados taquigráficamente, los
informes de todas las audiencias públicas de los numerosos procesos sobre
el caso pueden ser consultados. Por otro lado, gran número de archivos son
fácilmente accesibles en el Archivo Nacional y en el Archivo Militar de Fort de
Vincennes.

Literatura contemporánea de la causa, fue publicada entre 1894 y 1906.


Comenzando con el folleto de Bernard Lazare, el primer intelectual
dreyfusard a pesar de errores factuales, quedó testimonio de las etapas
encaminadas a la revisión.

La obra de Joseph Reinach, La historia del Caso Dreyfus, en siete


volúmenes, que comenzó a aparecer en 1901 y terminó con el Índice en
1911, fue la referencia a la publicación científica de la historia dada a
conocer a partir de los años 1960. Contiene numerosa información precisa,
por lo general, a pesar de algunas interpretaciones controvertidas sobre el
porqué del asunto.235 ,238

Por otra parte, existen «informes instantáneos» de testigos directos, como el


libro como antisemita y engañoso de Esterházy, o el de Alfred Dreyfus sobre
sí mismo Cinco años de mi vida. Se trata de testimonios que pueden
completar el panorama del asunto.

El compendio del caso Dreyfus por «Henri-Dutrait Crozon» seudónimo del


Coronel Larpent239 es la base de toda la literatura antidreyfusarde posterior
al caso hasta el día de hoy. El autor desarrolló allí la teoría de la
conspiración, alimentada por la financiación de la comunidad judía, para
empujar a Esterházy a confesar el crimen.

La publicación de los apuntes de Schwartzkoppen, en 1930, aporta un


esclarecimiento sobre la culpabilidad de Esterházy en el asunto y exculpa al
mismo tiempo a Alfred Dreyfus. La derecha francesa discute el valor de este
testimonio, pero la mayoría de los historiadores la sostienen como fuente
válida.235

El periódico l'Occupation arroja un velo sobre el caso. La liberación de


Europa después de la Segunda Guerra Mundial y la revelación de la Shoá
llevan a una reflexión sobre el fondo del Caso Dreyfus. Jacques Kayser
(1946), luego Maurice Paléologue (1955) y Henri Giscard d'Estaing (1960)
reactivaron el caso, sin grandes revelaciones, con un enfoque general
juzgado como insuficiente en términos históricos.235
Marcel Thomas, archivista paleógrafo, curador en jefe de los Archivos
Nacionales, que en 1961, aportó, a través de su Caso sin Dreyfus en dos
volúmenes, una completa renovación de la historia del caso, sobre la base
de todos los archivos públicos y privados disponibles. Su obra es la base de
todos los estudios históricos posteriores.240

Henri Guillemin, el mismo año, con su Enigma Esterházy, parece encontrar


la clave del «enigma» en la existencia de un tercer hombre (además de
Dreyfus y Esterhazy), explicación que compartía momentáneamente con
Michel de Lombarès y luego abandonada algunos años más tarde.

Jean Doise, especialista en temas militares, a pesar de las sólidas reflexiones


y descripciones, intenta explicar el asunto por el génesis del cañón de 75
mm en Un secreto bien guardado, pero sus hipótesis concluyentes fueron
vistas de manera muy crítica.

Jean-Denis Bredin, abogado e historiador, su libro El Asunto en 1983, fue


reconocido como la mejor suma en el Caso Dreyfus. El interés de la obra se
centra en una relación estrictamente factual, con los hechos documentados
en una reflexión sobre diversos aspectos de este acontecimiento.

Es finalmente Vincent Duclert quien ha lanzado en el año 2005 la primera


biografía de Alfred Dreyfus, 1.300 páginas, entre una docena de otras
publicaciones sobre el Caso Dreyfus, incluyendo la correspondencia completa
entre Alfred y Lucie Dreyfus de 1894 a 1899.

Por último, el Caso Dreyfus ha proporcionado el pretexto para muchas


novelas. La última obra de Émile Zola (1902), La Verdad, transpone el Caso
Dreyfus desde el mundo de la escuela. Anatole France publicó La isla de los
pingüinos (1907), donde relata el asunto del libro VI: «El asunto de las
ochenta mil botas de heno»".241 De otros autores y contribuciones, como
Roger Martin du Gard, Marcel Proust o Maurice Barrès.

Cien años desde la


rehabilitación
de
Alfred Dreyfus
(1906 - 2006)
Prefacio

En julio de 1906, el Capitán del Ejército Francés, Alfred Dreyfus, fue


rehabilitado después de doce años de conspiración en su contra,
falsas acusaciones, juicios espurios, degradación con escarnio
público, exilio y prisión. En ese año, se le reincorporó al Ejército
francés.
Entre 1894 y 1906, no solamente fueron profundamente afectados el
oficial y su familia, sino que también se produjeron, en Francia,
trastornos políticos, sociales y religiosos que se venían incubando
desde antes y que perduraron por años después, no siendo
aventurado decir que, talvez, aun hoy persisten.
Francia hacia fines del siglo XIX
La joven Tercera República Francesa se hallaba, a la sazón, muy
cercana al colapso.
La sociedad y la política se encontraban fuertemente divididas. Las
ácidas controversias iban y venían entre monarquistas y
republicanos, los partidos políticos, la Iglesia Católica y el Ejército. En
este caldo de cultivo había crecido un insensato sentimiento
antisemita que permeaba la sociedad francesa en distintos grados. Lo
más fácil para esconder fracasos políticos, debacles económicas
(quiebra de la Compañía del Canal de Panamá) y corruptelas en el
aparato público, era culpar al chivo expiatorio, en este caso, los
judíos.
Alfred Dreyfus (1859-1935)
El padre de Alfred Dreyfus era un manufacturero acomodado, judío
asimilado, con antigua residencia en Alsacia.
Junto con su familia, decidió abandonar su tierra cuando Alemania se
anexó esa provincia, a raíz de la Guerra Franco-Prusiana. Se
trasladaron a París, donde Alfred siguió sus estudios en la Escuela
Politécnica e ingresó posteriormente al Ejército, como ingeniero, con
el grado de Teniente. Fue un oficial opaco, muy tranquilo, leal a su
patria, devoto de su familia y totalmente alejado del Judaísmo.
El "Caso Dreyfus"
Francia y Alemania venían de un conflicto bélico, la Guerra Franco-
Prusiana, y las heridas no estaban cerradas. El espionaje y
contraespionaje movían sus hilos en los Servicios de Inteligencia de
cada lado.
En 1894, un agente de Inteligencia francés descubrió un documento
sospechoso en el tarro de basura de la oficina del Agregado Militar de
la Embajada Alemana, en París. Era un manuscrito en francés en el
que se hablaba de la entrega, a los alemanes, de un manual secreto
de la artillería francesa.
Un Mayor, de apellido Henry, persuadió a sus superiores que el autor
de dicho documento era Alfred Dreyfus y que él estaba entregando
información confidencial al gobierno germano. El Capitán Dreyfus era
uno de los oficiales franceses con acceso a esos datos y, además, era
judío, condición más que conveniente para encontrar un culpable. El
honor del ejército francés quedaría a salvo.
Se constituyó un Consejo de Guerra, que negó al acusado el derecho
de examinar las supuestas "evidencias".
Este tribunal concluyó que la letra del documento de la traición
pertenecía a Dreyfus. El inculpado alegó inocencia y siempre mantuvo
la misma declaración.
El Consejo de Guerra, en un principio, tuvo dificultades para dictar
veredicto, pero fue influenciado por el clamor público contra Dreyfus,
encabezado por la prensa católica, monarquista y antisemita. El
Capitán Dreyfus fue despojado de su rango, en público, con un ritual
humillante. Bajo la acusación de espionaje y traición a la patria,
recibió condena a cadena perpetua en La Isla del Diablo, colonia
penal en la Guinea Francesa.
El verdadero culpable: el Mayor Walsin Esterhazi
Dos años después de la condena a Dreyfus, el Coronel George
Picquart asumió la jefatura de la Inteligencia francesa y logró
desentrañar la conspiración que incriminó a un inocente. Un perito
calígrafo, conseguido por el hermano de Alfred, identificó la letra del
documento original como perteneciente al Mayor Esterhazi. Las
pruebas presentadas por la acusación eran falsas; los altos mandos
habían encubierto al verdadero traidor y la opinión pública había sido
manipulada y exacerbada en su antisemitismo. Picquart descubrió,
muy pronto, que el ejército estaba más interesado en proteger su
imagen que en rectificar el craso error. Cuando insistió en reabrir el
proceso, fue transferido a Túnez.
"J'accuse" ("Yo acuso")
El jueves 13 de enero de 1898, el diario francés "La Aurora" publicó,
en portada, una carta abierta a M. Félix Faure, Presidente de la
República Francesa, firmada por Emile Zola. El famoso novelista
estaba completamente convencido de la inocencia de Dreyfus y
asumió los costos y riesgos de su valiente acusación. El diario,
dirigido por George Clemenceau, puso en la calle una tirada de
200.000 ejemplares, elmáximo de su capacidad, agotando su edición
en pocas horas. Los efectos de la publicación fueron fulminantes y
dividieron a los franceses durante varias décadas.
La derecha política y la Iglesia Católica, ambas abiertamente hostiles
a la República, declararon que el Caso Dreyfus era una conspiración
de los judíos y los masones con el fin de dañar al ejército y destruir
Francia. Emile Zola fue procesado y declarado culpable de ofensas
graves al Ejército y sentenciado a prisión.
Logró fugarse a Inglaterra, muy a supesar, donde permaneció hasta
que le otorgaron la amnistía. Pero Zola no pudo ver consumada la
justicia. Murió, en su patria, en 1902.
En su entierro, Anatole France lo despidió con un emotivo discurso,
en el que destacó la indoblegable lucha deZola tras la verdad y en
contra de la estupidez, la ignorancia y la maldad,por lo cual será
recordado como un monumentoa la conciencia humana.
El segundo juicio
La condena a Dreyfus, a cadena perpetua, siguió penando en la
sociedadfrancesa. Un nuevo Ministerio de Guerra decidió reabrir el
caso. El dossier fuereexaminado yaparecieron las evidenciasde que
los cargos contenían viciosy falsos testimonios.
La parodia contra Dreyfus comenzóa desmoronarse. La superioridad
castrense decidió acallar los rumores.
Dreyfus fue devuelto a París para un nuevo juicio. El Mayor Henry, el
que comenzó e instigó la intriga, fue encarcelado y se suicidó en su
celda. Pero, la corte marcial, una vez más, declaró culpable al Capitán
Dreyfus y, por considerar "ciertas circunstancias atenuantes", lo
condenó a 10 años de confinamiento, 5 de los cuales ya había
cumplido.
La prensa extranjera siguió, con gran interés, el escándalo que
trascendió a toda Europa e inquietó severamente a sus comunidades
judías.
En septiembre de 1899, Francia tiene un nuevo Presidente, el liberal
Emile Loubet que, escandalizado por el veredicto, indulta a Dreyfus,
que retorna al seno de su familia.
Epílogo
Tuvieron que transcurrir 7 años más, apartir del indulto presidencial,
para la exoneración total de los cargos contra Dreyfus. En 1906 fue
reincorporado al Ejército, con el grado de Mayor. Un año más tarde,
se retiró de las armas perose enroló para la Primera Guerra Mundial.
Después del conflicto, fue ascendido a Teniente Coronel y distinguido
con la Legión de Honor. Sus años de retiro los pasó en París, hasta su
muerte en 1935.
"El Caso Dreyfus" ha sido, sin duda, un baldón imborrable para el
país de la "Libertad, Igualdad y Fraternidad" y una clara demostración
del antisemitismo francés, derivado de los siglos de prédicas contra
los judíos, desde los púlpitos.
La separación de la Iglesia y el Estado francés
Como corolario de la victoria de los defensores de Alfred Dreyfus, los
legisladoresrepublicanos y radicales lograron aprobar la ley de
separación de la Iglesia del Estado. Con ello, se puso fin a la
influencia desmedida de la dirigencia católica en los asuntos
delgobierno de la República. Esta fue, sin duda, la más dramática
consecuencia de este caso.
"El Caso Dreyfus" y Theodor Herzl
Varios autores han mantenido una polémica sobre la influencia del
proceso Dreyfus en la conversión de Theodor Herzl al Sionismo
militante. Analizando discursos, artículos y, sobre todo, el Diario
personal de Herzl, no se ha encontrado indicación de que el Proceso
Dreyfus, aunque lo presenció y le indignó, haya sido la varita mágica
que lo convirtió en sionista. El historiador Alex Bein sostiene que
Herzl experimentó un proceso gradual de acercamiento a la solución
sionista. Concluye Bein que el Proceso Dreyfus y los gritos de la
muchedumbre: "A mort les juifs", "Mueran los judíos", habría sido la
gota que rebalsó el vaso. Otro autor, Shlomo Avineri, va más lejos.
Sostiene que Herzl no temía el antisemitismo ruidoso del populacho
parisino y sí temía al antisemitismo seudo científicode los
intelectuales y políticos de Europa Central. Muchos de ellos, incluso
judíos, tendían a recalcar el antisemitismo francés y a minimizar el
antisemitismo de alemanes y austro-alemanes.
Ahora sabemos que Theodor Herzl tenía razón.
El sello del Correo

Este es un sello emitido por el Correo de Israel en el año 1994, que


muestra la ceremonia militar en la cual se degradó al Capitán
Dreyfus, arrancando los botones y las charreteras de su uniforme y
quebrando su espada de oficial del Ejército francés. En la parte
inferior de la estampilla se reproduce la portada del diario La Aurora,
con el retrato de Emile Zola y la frase: "J'accuse", en francés y
hebreo.
Personalidades
 Artículos conexos Raoul Allier
 Maurice Barrès
 Godefroy Cavaignac
 Léon Dehon
 Mathieu Dreyfus
 Hubert-Joseph Henry
 Bernard Lazare
 Auguste Mercier
 Francis de Pressensé
 Émile Zola

Émile Zola

Émile Zola (París, Francia, 2 de abril de 1840 – ibídem, 29 de


septiembre de 1902) fue un escritor francés, considerado como el
padre y el mayor representante del Naturalismo.

Tuvo un papel muy relevante en la revisión del proceso de Alfred


Dreyfus, que le costó el exilio.

Biografía
Émile Zola retratado por Manet

Émile Zola nació en París, hijo de un ingeniero italiano naturalizado y


de madre francesa. Su familia se trasladó a Aix-en-Provence y tuvo
graves problemas económicos a la muerte del padre. Tuvo como
compañero de colegio a Paul Cézanne. Volvió a París en 1858. En
1859, Émile Zola suspendió dos veces el examen de bachillerato.
Como no quiso seguir siendo una carga para su madre, abandonó los
estudios con el fin de buscar trabajo.

En 1862 entró a trabajar en la librería Hachette como dependiente.


Escribió su primer texto y colaboró en las columnas literarias de
varios diarios. A partir de 1866, cultivó la amistad de personalidades
como Édouard Manet, Camille Pissarro y los hermanos Goncourt.

A principios de los setenta, concibió el proyecto de los Rougon-


Macquart, que concluyó en 1893. Su aspiración era realizar una
novela «fisiológica», a la que intentaba aplicar algunas de las teorías
de Taine sobre la influencia de la raza y el medio sobre el individuo.
Se trataba de hacer una especie de saga, siguiendo en parte del
modelo de Honorato de Balzac en la Comedia humana, como dice en
su subtítulo, una «historia natural y social de una familia bajo el
Segundo Imperio». La obra consta de veinte novelas y se inicia con
La fortuna de los Rougon en 1871: un retrato social que, siguiendo el
esquema del naturalismo, tiene altas dosis de violencia y dramatismo
y resultó a veces demasiado explícito en sus descripciones para el
gusto de la época. Las novelas, sin embargo, fueron elaboradas con
la imaginación, pese a los datos que había previamente buscado.

Émile Zola, ca. 1880.

Se casó en 1870 con Alexandrine Mélay. A partir de 1873, se


relacionó con Gustave Flaubert y Alphonse Daudet. Conoció a Joris-
Karl Huysmans, Paul Alexis, Léon Hennique y Guy de Maupassant que
llegaron a ser habituales de las veladas de Médan, un lugar cerca de
Poissy donde Zola tenía una casita de campo desde 1878. Se
convirtió en el líder de los naturalistes. El volumen colectivo de esas
Veladas apareció dos años después.

En 1886, Zola se peleó con Paul Cézanne (a quien quizá se puede


reconocer en el personaje de Claude Lantier, el pintor fracasado de
La obra). Criticó habitualmente los criterios utilizados en las
exposiciones de arte oficiales del siglo XIX, en las que se rechazaba
de forma continuada las nuevas obras impresionistas. La publicación
de La tierra levantó polémica: el «Manifiesto de los cinco» marcó la
crítica de escritores naturalistas jóvenes. Se hace amante de Jeanne
Rozerot en 1888, con la que tendrá dos hijos. En 1890, se rechazó su
entrada en la Academia francesa.

El caso Dreyfus, y el final


Desde 1897, Zola se implicó en el caso Dreyfus, militar francés de
origen judío culpado falsamente por espía. El novelista interviene en
el debate dada la campaña antisemita, y apoya la causa de los judíos
franceses. Escribe varios artículos, donde figura la frase "la verdad
está en camino y nadie la detendrá" (12-1897). Finalmente publicó
en el diario L'Aurore su famoso Yo acuso (Carta al Presidente de la
República), 1898, con trescientos mil ejemplares, lo que hizo que el
proceso de revisión tuviera un brusco giro. Pues el verdadero traidor
(el que espió) fue el comandante Walsin Esterházy, que fue
denunciado en un Consejo de Guerra el 10 de enero de 1898, pero
sin éxito.

Era la primera síntesis del proceso, y se leyó en todo el mundo. La


reacción del gobierno fue inmediata. Un agitado proceso por
difamación (con gran violencia, centenares de testigos, incoherencias
y ocultaciones por parte de la acusación) le condenó a un año de
cárcel y a una multa de 7.500 francos (con los gastos), que pagó su
amigo y escritor Octave Mirbeau.

Zola se exilió en Londres, donde vive en secreto, y hay una agitación


en la opinión pública. A su regreso, publicó en La Vérité en marche
sus artículos sobre el caso. Sólo en junio de 1899, con la prosecución
del proceso, puede regresar a su país. Pero Alfred Dreyfus es
condenado, con atenuantes, y Zola le escribe nada más llegar. Zola
adquiere una gran dimensión social y política, pero tiene grandes
problemas económicos (la justicia le embarga bienes) y es puesto en
la picota por medios muy influyentes. Nunca se arrepintió de apoyar
a un inocente, y hoy merece la admiración de la mayoría.

Escribió el último ciclo de sus novelas, Les quatre évangiles, sin


concluirlo, pues el 29 de septiembre de 1902, murió en su casa
supuestamente asfixiado, más probablemente asesinado, por alguien
que tapó la chimenea de una estufa (ya uno de los abogados de
Dreyfus, Fernand Labori, padeció un intento de asesinato).

Estuvo seis años enterrado en el Cementerio de Montmartre, en


París, pero sus cenizas fueron trasladadas al Panteón el 4 de junio de
1908, máximo honor a un escritor francés.

Se rehabilitó tardíamente a Alfred Dreyfus en 1906.

Obras
Émile Zola tomando una fotografía.

Cuentos y novelas aparte de las series:

• Contes à Ninon (1864). Trad.: Cuentos a Ninon, Editors, 1990


• La Confession de Claude (1865). Trad.: La confesión de Claude
(novela autobiográfica)
• Le Vœu d’une morte 1866.
• Les Mystères de Marseille 1867.
• Thérèse Raquin, (1867). Trad. de María Teresa Gallego Urrutia:
Thérèse Raquin , Alba editorial, 2002
• Madeleine Férat 1868.
• Nouveaux Contes à Ninon, 1874
• Nantas, 1878
• Les Soirées de Médan (1880), con Guy de Maupassant, Joris-
Karl Huysmans, Henri Céard y Paul Alexis, 1880. Trad.: Las
veladas de Médan
• Jacques Damour 1880.
• Madame Sourdis, 1880
• Le Capitaine Burle 1882, relatos.
• Naïs Micoulin 1884, relatos.
• La Mort d’Olivier Bécaille, 1884

Serie de Les Rougon-Macquart. De 1871 a 1893. Compuesta por


veinte novelas:
• La Fortune des Rougon 1871. Trad.: La fortuna de los Rougon,
Alianza, 2006
• La Curée 1872. Trad.: La jauría, Alianza, 2007
• Le Ventre de Paris 1873. Trad.: El vientre de París, Alianza,
2007
• La Conquête de Plassans 1874. Trad.: La conquista de Plassans,
Alianza, 2009
• La Faute de l'abbé Mouret 1875. Trad.: El pecado del abate
Mouret, Editors, 1985.
• Son Excellence Eugène Rougon 1876. Trad.:Su excelencia
Eugène Rougon
• L'Assommoir 1878. Trad.:La taberna, Altaya 1995.
• Une page d'amour,1878. Trad.: Una página de amor, Salvat,
1985..
• Nana 1880. Trad.: Nana, Alianza, 2007.
• Pot-Bouille, 1882. Trad.: Pot-bouille
• Au Bonheur des Dames 1883. Trad. de María Teresa Gallego
Urutia y Amaya García Gallego: El paraíso de las damas, Alba
Editorial, 1999.
• La Joie de vivre 1883. Trad.: La alegría de vivir.
• Germinal 1885. Trad.: Germinal, Alianza, 2009.
• L'Œuvre 1885. Trad.: La obra, Mondadori, 2008.
• La Terre 1887. Trad.: La tierra.
• Le Rêve 1888. Trad.: El sueño.
• La Bête humaine1890. Trad.: La bestia humana, Renacimiento,
2002.
• L'Argent 1891. Trad.: El dinero, Debate 2001.
• La Débâcle 1892. Trad.: El desastre.
• Le Docteur Pascal 1893. Trad.: El Doctor Pascal.

Serie de Las tres ciudades (1894–1898):

• Lourdes (1894)
• Roma (1896). Trad.: Cabaret Voltaire 2009.
• París (1898). Trad.: Julio Gómez de la Serna, Madrid, Cabaret
Voltaire, 2008.

Serie de Los Cuatro Evangelios:

• Fécondité. Fecundidad (1899)


• Travail. Trabajo (1901)
• Vérité. Verdad (publicada póstumamente en 1903)
• Justice, sólo notas preparatorias.

Ensayos:

• La novela experimental (1880)


• La escuela naturalista (1881). Trad.: El naturalismo, Península,
1998.
• El naturalismo en el teatro (1881)
• J'accuse. Carta abierta al presidente de la República Francesa
en el diario parisino L'Aurore (13-01-1898). Trad.: Yo acuso,
Visión, 2002.

Fuentes

• H. Levin, El realismo francés, Laia, 1974.


• Mitterrand, Émile Zola.

Tumba de Zola en el Cementerio de Montmartre.

Ernest Judet y la
condesa de Loynes Dos
anti Alfred Dreyfus
• EL CASO DREYFUS

Alfred Dreyfus era oficial del Ejército Francés. Hijo de un rico


textilero judío, nació el 9 de octubre de 1859 en Mulhouse,
Francia. Estudió en el Politécnico, era capitán de artillería y
trabajaba en el Estado Mayor del Ministerio de la Guerra cuando
fue acusado de vender secretos militares a Alemania.

Se le sentenció a cadena perpetua en la Isla del Diablo, a unos


kilómetros de la Guayana Francesa. Su familia, acompañada por
políticos e intelectuales, hizo su defensa y fue el novelista Emilio
Zola que publicó en el diario La Aurora, un artículo que fue
destacado a ocho columnas con el título "Yo Acuso", dirigido al
presidente Félix Faure, quien inició una campaña por la libertad de
Dreyfus.

Cuando el caso se reabrió por segunda vez se le retiraron todos
los cargos, fue indultado, tras cuatro años de cárcel, por el
presidente Emilio Loubet, se le rehabilitó, se le otorgó La Cruz
de Caballero de la Legión de Honor, para después trabajar
durante un tiempo en una oficina militar próxima a París y,
durante la Primera Guerra Mundial se reincorporó al ejército,
teniendo bajo su mando una unidad de aprovisionamiento.

Después de la guerra vivió retirado hasta su muerte que ocurrió


en París el 12 de julio 1935. Tenía 75 años de edad y había sido
olvidado por todos.

Francia se dividió entre prodreyfrusistas y antidreyfusistas.

* JUDET INICIA SU CARRERA



Nació el 12 de julio de 1851, en Avesnes, departamento del
Norte de Francia, hijo de un comandante retirado, era un
hombre inteligente y cultivado, brillante conversador, que fue
profesor de 1876 a 1880, antes de entrar en la prensa:
"Periodista apasionado nunca dudó en comprometerse y,
cuando enfrentó a los personajes del momento, tal el caso
Dreyfus, éstos se preocuparon por el origen de sus medios
financieros", comenta su biógrafo Jules Duvalier, en su obra El
Caso Judet, publicada en 1940.

Es con el Caso Dreyfus, que Judet comienza su carrera. En Le
Petite Journal escribe varios artículos contra Dreyfus y defiende
que el juicio se lleve a cabo a puertas cerradas: "Las puertas
cerradas son nuestro refugio inexpugnable contra Alemania".

Los artículos de Judet elevan el tiraje del periódico a un millón y


medio de ejemplares, convirtiéndolo en el periódicos más
importante de París y, Hyppolyte Marinori, el dueño de la
publicación le hace redactor jefe en 1884, cargo en el que se
mantuvo hasta 1904.

Judet consigue fama y así es invitado a los grandes salones
parisinos, principalmente al de la condesa Loynes, en la calle de
Arcade, y ahí asiste todos los días. La condesa es furibunda
antidreyfisista y en su salón recibe a éstos.

* LA CONDESA

Nació en Reims el 12 de abril de 1837, hija de una obrera de
hilaturas y de padre desconocido. Su madre la bautizó Marie-
Ann Detourbay, luego llamada Jeanne de Detourbay.

Maria-Ann no pudo asistir a la escuela pues la hilandera era


pobre y no quiso entregarle su "aquellito" al patrón a cambio de
unos francos extras, y fue hasta los trece años que consiguió
un título elemental. En esos años, y hasta los dieciséis, pasó
tres en una bodega famosa enjuagando diez horas diarias las
botellas de champaña.

Era guapa y pronto sus encantos la hicieron apetecible, cuando
tuvo la edad asistió al baile de Mabille, en la avenida
Montaigne, en el cual, fue descubierta por Marc Fourier, director
del teatro de la Porte Saint-Marti, un jugador que hacia de gran
señor arruinando a sus acreedores "para mantener a las
muchachas", y una de ellas, Anne-Mari se hizo su amante de
planta.

Una versión no confirmada dice que Anne-Marie, en uno de


aquellos bailes conoció a Friederich Engels, el millonario y
filósofo alemán mecenas de Carlos Marx y coautor del
Manifiesto del Partido Comunista, quien se la llevó a la cama
esa noche.

En casa de Fourier aprendió a recibir a los principales de aquel
tiempo, entre ellos a Alejandro Dumas hijo, Gustavo Flaubert,
Teófilo Gautier y Emilie de Girardin, y, cuando el empresario se
cansó de ella, la dejó, alquilando para ella, como regalo de
despedida, un hermoso departamento en la calle de Vandome.

En esas, De Girardin, que "era indispensable para el príncipe


Luis Napoleón", se la llevó, presentándola como Jeanne de
Tourbey.

El príncipe, recién casado con la joven princesa piamontesa


María Clotilde de Saboya, decía de ésta: "No estoy
acostumbrado a acostarme con mujeres que usen una camisa
de tela gruesa", y Jeanne lo conquistó vistiendo fina ropa
interior. Ya conquistado Napoleón, le regaló un bello palacete
particular en la calle de Arcade y que ella convirtió en uno de
los más elegantes salones literarios de París.

* JUDET LA CONOCE

El príncipe Napoleón la cambia por una inglesa rubia que hacia
desnudos en los Bouffes Parisiens, y Tourbey se consuela con
Ernest Baroche, un vividor, hijo de un ministro. Baroche hizo
fortuna como prestanombres del financiero Mirés, y, en 1870 es
movilizado como comandante y es muerto en Le Bourget.

Ella se consuela de la pérdida viajando a Bruselas y Londres, y,


a su regreso a París, su notario le anuncia que Baroche le ha
legado su fortuna: algunos millones, acciones y una azucarera
cerca de Meaux, dirigida por un amigo del difunto, el conde
Henri de Lyones. El conde se enamora de ella y se casan.

El conde es homosexual y ella pronto encuentra un nuevo


protector: el banquero Ferdinand Joly, establece nuevo salón en
un entresuelo en los Campos Elíseos, al que asisten todos los
conservadores, adversarios de la Tercera República, entre ellos
Judet.

* ÉL FUNDA SU PROPIO PERIÓDICO



En el salón de la condesa, Judet se relaciona con Arthur Meyer,
del diario Gaulois; Henry Simond, de L´Echo de París, y Charles
Maurras, entre otros conservadores.

Tras la muerte de Marinori, en 1897, Judet se aplica a conducir
la redacción de Le Petite Journal, sin embargo sus colegas no
soportan sus maneras de autócrata, lo expulsan, y el decide
fundar su propio periódico y solicita apoyo a la condesa.

El asunto se arregla convenientemente y L'Éclair es adquirido
en un millón de francos. Antoine Vlasto, un industrial amigo de
la condesa, abona en seguida a cuenta 250 mil francos, y Judet
se convierte en director del periódico, el cual dirigirá de 1904
hasta 1917.

* SE ENFRENTA A CLEMANCEAU

El asunto Dreyfus lleva a Judet enfrentarse "violentamente",
con el ministro del Interior, Georges Clemanceau, quien abre
un expediente a nombre de Judet, "para todos efectos".
Este expediente revela que Judet residió, de 1884 a 1901, en la
calle de Chaveau 122, Neuilly, y después de 1901 a 1906, en la
calle de la Faisanderie número 63. En este expediente se
inscriben las fechas del día del mes en que Judet asiste a las
casas de citas del barrio de Saint-Lazare, y que "es soltero".
Ese año, Judet se casa con Clotilde Aulard, maniquí de la casa
de modas Poiret, se ha instalado en Neuilly en un palacete
particular alquilado, en la calle Chézy número 66 y se comenta
que "sus necesidades pecuniarias han aumentado
considerablemente".

Su tren de vida es calculado por el recaudador de


contribuciones en más de cien mil francos anuales, aunque el
periodista no tiene una fortuna personal y su salario es de 60
mil francos al año. Lo cual no explica de dónde provienen sus
gastos documentados.

Ante esta necesidad de recursos, el periódico tiene urgencia de
capital y pasa, en 1906, de un millón a un millón y medio, y en
1909 a un millón 750 mil, y, en 1913, a dos millones 50 mil
francos. Todo ello para cubrir los dispendios de Judet.

* NO COBRA EN RUSIA Y SÍ EN ALEMANIA



En aquellos tiempos, la mayoría de los periódicos de París
cobraban un dinero en la embajada de Rusia, pero Judet, que
se ha relacionado con el financiero Joseph Caillaux que lleva a
cabo una política de reconciliación franco-alemana, atacando a
sus enemigos Raymond Poincaré y Clemenceau, se beneficia
del subsidio de los amigos del financiero y rechaza la ayuda
rusa. Caillaux repartió dos millones de francos a los periódicos
que apoyaron su política.

Hasta 1914 defiende la tesis del acercamiento franco-alemán,
frenando las leyes militares y el armamento, combatiendo
contra las intervenciones en los Balcanes.

Entonces inicia relaciones con Alemania bajo el seudónimo de
Blitz, Relámpago, y en noviembre de 1914 visita al barón de
Romberg, ministro alemán en Berna, Suiza, a quien le pide cien
mil francos.

* LA GRAN MESADA ALEMANA

Judet, por medio de su periódico ofrece a Romberg "acelerar la
conclusión de una paz separada: hay que hacer que Francia se
aleje de Inglaterra, y estoy dispuesto a iniciar una campaña de
prensa antibritánica. Esto costará dos millones de francos".

Romberg lo consulta con su jefe Jagow, secretario de Estado


para Asuntos Exteriores, quien a su vez consulta con Lancken,
especialista en cuestiones francesas y éste responde: "Judet no
me parece el hombre adecuado".

Para afinar la cosa, Lancken viaja a Suiza para entrevistarse
con Judet el 30 de enero de 1915. Judet considera: "Poincaré
es responsable de la guerra. El presidente ha animado al Zar y,
si ha enviado a su íntimo amigo Paleólogue a San Petersburgo,
ha sido para hacer una política de guerra. Así, para concluir una
paz separada, hay que hacer una campaña de prensa contra
Inglaterra, con el fin de preparar a la opinión".
Lancken entrega su informe, lo lee el canciller Bethmann-
Hollweg, y éste considera a Judet "un interlocutor válido". Judet
pide medio millón de francos para "convencer" a miembros del
gabinete francés favorecer la paz separada.

• Jagow ordena abonar cien mil francos a Judet "para comenzar
la agitación", y así, los días 24 y 25 de octubre de 1915, L
´Éclair publica unos extractos de los 119 documentos
diplomáticos belgas publicados en Berlín, que "demuestran,
para el período de 1914 a 1915, las intenciones pacíficas de
Alemania y la voluntad de cerco de Francia, Inglaterra y Rusia".

Del 30 de octubre de 1915 al 17 de mayo de 1916, Judet y


Romberg, se entrevistan en varias ocasiones en Berna,
encuentros durante los cuales conversan sobre los mismos
temas: el ataque a los ingleses "y sus lacayos en Francia",
hacer concesiones políticas, derrotar a Poicaré, etcétera.

En total, Judet recibe de los alemanes casi diez millones de


francos, entretanto se eterniza la batalla de Verdún, los
franceses ignoran todas sus intrigas, y finalmente, el
embajador de Francia en Alemania informa de las negociaciones
entre Judet y Romberg, y las sumas de dinero que ha recibido y
Clemanceau ordena una investigación el 23 de agosto de 1919,
"por inteligencia con el enemigo" y Judet se da a la fuga y huye
de Francia.

* LA CONDENA Y EL OLVIDO

El 4 de febrero de 1923 Judet es condenado en rebeldía "a la


deportación perpetua por inteligencia con el enemigo", y éste,
aprovechando un brusco cambio de la opinión pública, regresa
a Francia, y tras que la Audiencia del Sena revisa el proceso,
Judet es absuelto, el 9 de julio de 1923, por 11 votos contra
uno.
Se dedica entonces a la literatura y publica sucesivamente los
Carnets, secretos explosivos; la biografía de George Louis,
adversario de Poincaré; después El Vaticano y la paz, y La
política de la seguridad, y en 1931 muere olvidado por todos,
en París, a la edad de ochenta años.

Anexos

Fuente consultada para la redacción del artículo

Documentación
Fuentes primarias
Compte rendu in extenso du procès d’Émile Zola aux Assises de la
Seine et à la Cour de Cassation (1898)

Débats de la Cour de Cassation en vue de la révision du procès


Dreyfus (1898)

Compte rendu in extenso du procès de Rennes (1899) Tome 1, Tome


2, Tome 3

Décision de la Cour de Cassation en vue de la cassation sans renvoi du


procès Dreyfus de 1899. (1906)

Bibliografía de referencia
JEAN-DENIS BREDIN (1993 (1ª édition 1981)). Fayard, Paris (ed.).
L'Affaire. ISBN 2-260-00346-X

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l'honneur d'un patriote. ISBN 2-213-62795-9

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Robert Laffont, deux vol., 2006242
MARCEL THOMAS (1961 - 1979). Fayard - Idégraf (Genève) (ed.). L'Affaire
sans Dreyfus. - 2 volumes.

Otras obras
PIERRE BIRNBAUM (1994). Gallimard, coll. «Découvertes» (ed.). L'Affaire
Dreyfus, la République en péril. ISBN 978-2-07-053277-3

MICHAEL BURNS (1994). Fayard (ed.). Histoire d'une famille française, les
Dreyfus. ISBN 978-2-213-03132-3

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1994

FRANCIS DÉMIER (2000). Seuil, coll. «Points Histoire» (ed.). La France du


XIXe siècle.

MICHEL DROUIN (DIR.) (1994, réédition 2006). Flammarion (ed.). L'Affaire


Dreyfus Dictionnaire. ISBN 2082105477

VINCENT DUCLERT (2006 (1ª éd. 1994)). La Découverte (ed.). L'Affaire


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VINCENT DUCLERT (2006). Larousse (ed.). Dreyfus est innocent, histoire


d'une affaire d'État. ISBN 203582639

PIERRE MIQUEL (1961, réédité 2003). Presses Universitaires de France -


PUF - Coll. Que sais-je ? (ed.). L’affaire Dreyfus. ISBN 2-13-053226-8

PIERRE MIQUEL (1989). Fayard (ed.). La troisième République.


MICHEL WINOCK (1986). Points Seuil (ed.). La Fièvre hexagonale. Les
grandes crises politiques. 1871-1968. ISBN 2-02-009831-8

MICHEL WINOCK (1999). Le Seuil, coll. «Points» (ed.). Le Siècle des


intellectuels.

Obras especializadas
GÉNÉRAL ANDRÉ BACH (2004). Tallandier (ed.). L'Armée de Dreyfus. Une
histoire politique de l'armée française de Charles X à « L'Affaire ». ISBN
2-84734-039-4

PATRICE BOUSSEL (1960, 272 p.). Armand Colin, collection Kiosque (ed.).
L'affaire Dreyfus et la presse.

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militaire de l'Affaire Dreyfus. ISBN 2-02-021100-9
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2000, ISBN 2-226-11123-9

Thierry Levy, Jean-Pierre Royer, Labori, un avocat, Louis Audibert


Editions, 2006, ISBN 2-226-11123-9

Collectif, Les intellectuels face à l’affaire Dreyfus alors et aujourd’hui,


L’Harmattan, 2000, ISBN 978-2-7384-6025-7

COUR DE CASSATION, COLLECTIF (2006). Fayard (ed.). De la justice dans


l’affaire Dreyfus. ISBN 978-2-213-62952-0

Artículos y prensa
Revue L'Histoire n° 173, Spécial Dreyfus, janvier 1994.

Édition spéciale du Figaro du 12 juillet 2005, «Le centenaire de la


réhabilitation du capitaine Dreyfus».

«Dreyfusards !» : souvenirs de Mathieu Dreyfus et autres inédits


(présentés par Robert Gauthier). Gallimard & Julliard, coll. «Archives»
n° 16, París, 1978.

Thomas Loué, «L'affaire Dreyfus», in L. Boltanski et alii éds., Affaires,


scandales et grandes causes, Paris, Stock, 2007, pp. 213-227.

Testimonios
ALFRED DREYFUS (1935, réédité 2006 (La Découverte)). Fasquelle, Paris
(ed.). Cinq années de ma vie. ISBN 2-7071-4806-7

ALFRED DREYFUS (1898). Stock (ed.). Lettres d'un innocent.

Léon Blum, Souvenirs sur l’Affaire, Flammarion, Folio Histoire, 1993,


ISBN 978-2-07-032752-2

Georges Clemenceau, L'iniquité, Stock, 1899

Georges Clemenceau, La honte, 1903

Georges Clemenceau, Vers la réparation, Tresse & Stock, 1899

Mathieu Dreyfus, L'Affaire telle que je l'ai vécue, Bernard Grasset,


París, 1978. ISBN 2-246-00668-6
Jean Jaurès, Les preuves, Recueil d'articles parus dans La Petite
République, 1898 - Disponible sur Wikisource

Jean-Louis Lévy, Combat pour Dreyfus, Editions Dilecta, 2006. ISBN


978-2-916275-04-8

Octave Mirbeau, L'Affaire Dreyfus, Librairie Séguier, 1991.

MAURICE PALÉOLOGUE (1955). Plon (ed.). L’Affaire Dreyfus et le Quai


d’Orsay.

Émile Zola, Combat pour Dreyfus. Préface de Martine Le Blond-Zola.


Postface de Jean-Louis Lévy. Présentation et notes d'Alain Pagès.
Éditions Dilecta, 2006.

Filmografía
Comparado con la importancia del acontecimiento y de sus repercusiones, el
Caso Dreyfus ha sido llevado muy poco a la pantalla, y jamás al cine en
Francia.243

Actualidad y similares
1899 : (en francés) La garde en faction devant le tribunal de Rennes -
Catalogue des vues Lumière.

1899 : (en francés) Mme Dreyfus et son avocat à la sortie de la prison


de Rennes. - Catalogue des vues Lumière.
1899 : (en francés) L'Affaire Dreyfus (actualité reconstituée, 15 mn)
de Georges Méliès (point de vue dreyfusard)

1899 : (en francés) L'Affaire Dreyfus (actualité reconstituée, 6


tableaux). - Actualités Pathé

1902 : (en francés) L'Affaire Dreyfus, Film français attribué à


Ferdinand Zecca produit par Pathé

1907 : (en francés) L'Affaire Dreyfus, Film français de Lucien Nonguet


produit par Pathé

Documentales
1965 : (en francés) L'affaire Dreyfus, Film français réalisé pour les
écoles de Jean Vigne - Noir et blanc - 18 mn
1972 : (en inglés) The Dreyfus Affair, Film documentaire américain -
Noir et blanc - 15 mn

1974 : (en francés) Dreyfus ou l'Intolérable Vérité, Film documentaire


français de Jean Chérasse - Couleur - 90 mn - DVD 2006 par
Alpamedia/Janus Difusión

1994 : (en francés) La Raison d'État, Chronique de l'Affaire Dreyfus,


Film français en deux épisodes de Pierre Sorlin - Couleur - 26 mn

Cine
1930 : (en alemán) Dreyfus, Film allemand de Richard Oswald - Noir
et blanc - 90 mn

1931 : (en inglés) Dreyfus, Film anglais de F.W Kraemer et Milton


Rosmer - Noir et blanc - 90 mn

1937 : (en inglés) The Life of Émile Zola, Film américain de William
Dietele - Noir et blanc - 90 mn

1957 : (en inglés) I accuse, Film américain de José Ferrer - Noir et


blanc - 90 mn

Dramas de televisión

1978 : (en francés) Zola ou la Conscience humaine, Film français en


quatre épisodes de Stellio Lorenzi - Produit par Antenne 2 – Couleur

1991 : (en inglés) Can a Jew Be innocent ?, Film anglais en quatre


épisodes de Jack Emery - Produit par la BBC - Couleur - 30 mn
1991 : (en inglés) Prisoners of Honnor, Film américain de Ken Russel -
Couleur - 105 mn

1994 : (en francés) L'affaire Dreyfus, Film français en deux épisodes


d'Yves Boisset - Produit par France 2 – Couleur

Enlaces externos
• Wikiquote alberga frases célebres de o sobre Émile Zola.
• Wikimedia Commons alberga contenido multimedia sobre
Émile Zola.
• Wikisource contiene obras originales de o sobre Émile Zola.
• Obras de Émile Zola en el Proyecto Gutenberg
• Texto original del J'accuse en la edición francesa de Wikisource
• Germinal, de Zola, en formato "btm"
• (francés) Émile Zola, su obra en versión audio
• (francés) Germinal,en versión audio

Acontecimientos

 Crisis de la Tercera República :


 Comuna de París (1871)
 Escándalo de las decoraciones (1887)
 Asunto Schnaebelé (1887)
 Boulangismo (1886-1889)
 El escándalo de Panamá (1892)
 Fuerte Chabrol (1899)
 Asunto de los Afiches (1904)
 Asunto Thalamas (1908)
 Primera Guerra Mundial (1914-1918)
 Caso Stavisky (1933)
 6 de febrero de 1934
 Caso Mortara

Movimientos

 Acción francesa
 Antisemitismo
 Antisemitismo en Francia
 Liga Antisemita de Francia
 Édouard Drumont
 Jules Guérin
 La Libre parole
 Liga de la Patria Francesa
 Liga francesa de los derechos del hombre (1898)
 Nacionalismo francés
 Revanchismo

Enlaces externos

 (en francés) Commémoration de la réhabilitation d’Alfred Dreyfus à


Mulhouse à l’occasion de l’année Dreyfus.
 (en francés) 1906 - Dreyfus réhabilité.
 (en francés) Colloque organisé par la cour de cassation le 19 juin
2006, à l'occasion du centenaire de la réhabilitation d'Alred Dreyfus.
 (en francés) Fonds Dreyfus (Musée d'art et d'histoire du judaïsme).
 (en francés) Site de l'Assemblée nationale.
 (en francés) Site de la Bibliothèque nationale de France.

Acontecimientos relacionados al Caso Dreyfus

 13 de julio de 1906 : Homenaje del Senado francés a A.Scheurer-


Kestner
 11 de febrero de 1908 : El Senado francés inaugura el monumento a
Scheurer-Kestner

Notas y Referencias

1. ↑ Voire un «crime judiciaire» selon Bredin, L'Affaire, Fayard, 1984 et


Vincent Duclert, Biographie d'Alfred Dreyfus, Fayard, 2006
2. ↑ Lire aussi le discours du ministre français de la justice, Pascal
Clément, du 12 juin 2006
3. ↑ Guy Canivet, premier président de la Cour de cassation, De la Justice
dans l'affaire Dreyfus, p. 15
4. ↑ Michel Winock, «L'affaire Dreyfus comme mythe fondateur», dans La
France politique, Éditions du Seuil, coll. «Points Histoire», 2003, pp. 151-165
5. ↑ A partir de las elecciones de 1876, los republicanos (opuestos a los
monárquicos) se convirtieron en el sector político dominante casi hasta fines
de siglo. Entre los republicanos el sector más importante fue denominado
como "republicanos oportunistas", de tendencia centro izquierdista,
liderados por Jules Ferry. Algunos republicanos como Léon Gambetta dieron
origen a una rama de republicanos radicales que luego del Caso Dreyfus,
daría origen al Partido Radical, y desplazaría a los oportunistas como primera
fuerza política de Francia.
6. ↑ Quid.fr. «Eléctions Législatives». Quid.fr. Consultado el 3 de enero de
2008.
7. ↑ Pour ces trois paragraphes, cf. Jean-Marie Mayeur, Les débuts de la
IIIª République, Éditions du Seuil, 1973, pp. 209-217
8. ↑ Dreyfus est de Mulhouse, comme Sandherr et Scheurer-Kestner,
Picquart est strasbourgeois, Zurlinden est colmarien
9. ↑ Auguste Scheurer-Kestner dans une allocution au Sénat.
10. ↑ Duclert, L'affaire Dreyfus, p. 5
11. ↑ Sur la mise au point du canon de 75 : Doise, Un secret bien gardé,
pp. 9 et s.
12. ↑ Il est l'objet de la lettre interceptée par le SR français, appelée
Plantilla:Guillemets. Elle est utilisée dans le «dossier secret» pour faire
condamner Dreyfus.
13. ↑ Les juifs dans l'armée
14. ↑ Miquel, La troisième République, p. 391
15. ↑ Duclert, L'affaire Dreyfus, p. 8
16. ↑ voir l'immense travail de Marcel Thomas, L'Affaire sans Dreyfus
17. ↑ Espionite aiguë ? Affolement de l'État-major ? Intox du SR français ?
Écran de fumée pendant le développement de l'ultra secret canon de 75 ?
18. ↑ Hypothèses car les preuves n'existent pas.
19. ↑ Voir notamment Reinach, Histoire de l'affaire Dreyfus, Tome 1, p. 40-
42.
20. ↑ Jargon du SR signifiant : documents récupérés par la femme de
ménage de l’ambassade d’Allemagne, Thomas, L'affaire sans Dreyfus, p. 140
et s.
21. ↑ Voir Hypothèses liées à l'affaire Dreyfus.
22. ↑ Et non pas en tout petits morceaux. De plus le papier n'était pas
froissé. Bredin, L'Affaire, p. 67
23. ↑ La seule information importante du document consiste en une note
sur le canon de 120 C, pièce d'artillerie qui n'aura représenté que 1,4 % du
parc d'artillerie moderne français en 1914, et 0,6 % de toute l'artillerie.
Doise, Un secret bien gardé, p. 55 et s.
24. ↑ Sur la Section de statistiques, voir Bredin, p. 49-50, Doise p.42-43 et
Thomas, L'Affaire sans Dreyfus p. 60-70
25. ↑ Thomas, L'Affaire sans Dreyfus p. 67. Alfred Dreyfus était aussi
originaire de Mulhouse.
26. ↑ «Cette moule de Mercier» affirme Rochefort dans L'Intransigeant,
Boussel, L'affaire Dreyfus et la presse, pp. 43-44.
27. ↑ Bredin, L'Affaire, p.65 et Reinach, Histoire de l'affaire Dreyfus, Tome
1, p. 39
28. ↑ Birnbaum, L'affaire Dreyfus, p.40
29. ↑ Sur les indication du capitaine Matton, seul artilleur de la Section de
statistiques. Trois des documents transmis concernaient l'artillerie de près
ou de loin.
30. ↑ Les documents pouvaient provenir des 1º, 2º, 3º et 4º bureaux, un
stagiaire semblant seul à même de proposer une telle variété de documents,
car ceux-ci passaient de bureau en bureau pour parfaire leur formation.
Raisonnement du lieutenant-colonel d'Aboville qui se révéla faux.
31. ↑ Bredin, L'Affaire, p.68
32. ↑ Birnbaum, L'affaire Dreyfus, p. 48
33. ↑ Burns, Une famille…., p. 139
34. ↑ Thomas, L'Affaire sans Dreyfus, p. 260
35. ↑ Sandherr était un antisémite forcené. Paléologue, l'Affaire Dreyfus et
le quai d'Orsay.
36. ↑ Birnbaum, L'affaire Dreyfus, p. 40
37. ↑ On prétend dans de nombreux livres que Dreyfus est sans émotion
et indifférent à son sort ce qui est en définitive démenti par de nombreux
témoignages. V. Duclert, Biographie d'Alfred Dreyfus, p. 115 et s.
38. ↑ Birnbaum, L'affaire Dreyfus, p. 38
39. ↑ Comme le signale d'ailleurs le général Mercier à ses subordonnés,
Bredin, L'Affaire, p. 69.
40. ↑ sur les personnalités de Mercier et du Paty de Clam, lire :
Paléologue, L’Affaire Dreyfus et le Quai d’Orsay, p. 111 et s., et Guillemin,
L’énigme Esterházy, T1 p. 99
41. ↑ Bredin, L'Affaire, p. 70
42. ↑ Le général rencontre le président de la République, Casimir-Perier,
en minimisant l'importance des pièces transmises, ce que Mercier niera
ensuite, opposant irréductiblement les deux hommes. Voir Procès de Rennes
Tome 1, pp. 60, 149 et 157
43. ↑ Du général Saussier, gouverneur de la place de Paris notamment.
44. ↑ Thomas, L'Affaire sans Dreyfus, p. 141. Hanotaux a fait promettre à
Mercier d'abandonner les poursuites si d'autres preuves n'étaient pas
trouvées. C'est sans doute l'origine du dossier secret.
45. ↑ Bredin, L'Affaire, p.72
46. ↑ Expert en écritures à la Banque de France. Son honnête prudence
est vilipendée dans l'acte d'accusation du commandant d'Ormescheville.
47. ↑ Reinach, Histoire de l'affaire Dreyfus, Tome 1, p. 92. Gobert affirme
que le texte a été écrit rapidement, excluant la copie
48. ↑ Procès de Rennes Tome 2 p. 322. Idée renforcée par la transparence
du papier
49. ↑ Reinach, Histoire de l'affaire Dreyfus, Tome 1, p. 107
50. ↑ Rapport de la Cour de Cassation, T1 p. 127
51. ↑ L'ordre d'arrestation avait été signé d'avance, v. Thomas, L'affaire
sans Dreyfus, p. 208
52. ↑ a b Duclert, Biographie d'Alfred Dreyfus, p. 118
53. ↑ Mathieu Dreyfus, L'Affaire telle que je l'ai vécue, p. 20 et s.
54. ↑ Aucun prévenu ne peut être mis au secret dans aucune loi de
l'époque. Les risque de fuite étant limités du fait que les avocats sont soumis
au secret professionnel. Cour de cassation, De la Justice dans l'affaire
Dreyfus, Duclert, p. 51
55. ↑ Bredin, L'Affaire, p. 80
56. ↑ Mathieu Dreyfus, L'Affaire telle que je l'ai vécue.
57. ↑ Edgar Demange, lauréat du concours national d'éloquence, devient
célèbre en faisant acquitter le prince Pierre Bonaparte, assassin du
républicain Victor Noir en 1870. Grand spécialiste du droit pénal, il est
reconnu par ses pairs et élu membre du conseil de l'Ordre de 1888 à 1892.
Ironie de l'histoire, c'est Demange qui obtient l'acquittement du marquis de
Morès, assassin du capitaine juif Mayer, lors d'un duel. Y. Repiquet, bâtonnier
de l'ordre, in Edgar Demange et Fernand Labori, Cour de cassation, De la
Justice dans l'affaire Dreyfus, p. 274
58. ↑ Il qualifie le rapport de du Paty «d'élucubrations», Bredin, L'Affaire,
p. 88.
59. ↑ Cour de cassation, De la Justice dans l'affaire Dreyfus, Duclert, p.
103
60. ↑ «[...] il parle plusieurs langues, notamment l’allemand qu’il sait à
fond».
61. ↑ Ceux-ci sont traités dans l'unique avant-dernier paragraphe, en une
phrase : «[les éléments matériels] consistent en la lettre missive incriminée,
dont l’examen par la majorité des experts aussi bien que par nous et par les
témoins qui l’ont vue, a présenté, sauf dissemblances volontaires, une
similitude complète avec l’écriture authentique du capitaine Dreyfus.»
62. ↑ Zola, J'accuse.
63. ↑ Bredin, L'Affaire, p. 89
64. ↑ Titre de l’Intransigeant du 21 décembre 1894
65. ↑ Mathieu Dreyfus, L'Affaire telle que je l'ai vécue, p. 24
66. ↑ v. La presse et l'édition dans l'affaire Dreyfus et Bredin, L'Affaire, p.
83
67. ↑ Bredin, L'Affaire, p. 85
68. ↑ Boussel, L'affaire Dreyfus et la presse, p. 55
69. ↑ Boussel, L'affaire Dreyfus et la presse p. 58
70. ↑ Trois démentis, très mous et ambigus sont publiés par l'agence
Havas en novembre et décembre 1894 dans le but de dégager la
responsabilité de l'ambassade d'Allemagne. Bredin, L'Affaire, p. 85
71. ↑ Boussel, L'affaire Dreyfus et la presse, p. 60
72. ↑ Sur les détails du déroulement, lire Duclert, Biographie d'Alfred
Dreyfus, p. 147 et s.
73. ↑ Procès qui a lieu en la seule présence des magistrats, de l'accusé et
de sa défense.
74. ↑ Reinach, Histoire de l'affaire Dreyfus, Tome 1, p. 394
75. ↑ Cour de cassation, De la Justice dans l'affaire Dreyfus, Duclert, p.
107
76. ↑ Reinach, Histoire de l'affaire Dreyfus, Tome 1, p. 409 et Doise, Un
secret bien gardé, p. 87
77. ↑ Duclert, Biographie d'Alfred Dreyfus, p. 151
78. ↑ Alors qu'il n'était que capitaine, il gagnait des revenus personnels
issus de l'héritage de son père et de la dot de sa femme, équivalents à ceux
d'un général commandant de région. Doise, Un secret bien gardé, p. 38
79. ↑ Voir les démonstrations de Meyer, Giry, Henri Poincaré, d'Appel et de
Darboux, les plus grands paléographes et les plus célèbres mathématiciens
du XIXº siècle lors de leurs dépositions de la seconde révision en 1904. Ils
ont détruit pour toujours le système Bertillon. Thomas, L'Affaire sans
Dreyfus, p. 189
80. ↑ Adjoint du chef du SR et découvreur du bordereau.
81. ↑ Picquart, Révision 1898-1899, Instruction, tome I, p. 129
82. ↑ Reinach, Histoire de l'affaire Dreyfus, Tome 1, p. 411. Les crucifix
avaient disparu des prétoires civils depuis le gouvernement de Jules Ferry,
mais pas des tribunaux militaires.
83. ↑ Duclert, Biographie d'Alfred Dreyfus, p. 164
84. ↑ En droit militaire français de l'époque, toutes les preuves de
culpabilité doivent être remises à la défense afin d'être débattues
contradictoirement, ce qui n'était pas obligatoire pour la justice ordinaire.
Doise, Un secret bien gardé, p. 132
85. ↑ Ce qui était évidemment faux. Le mobile de Mercier était bien de
faire condamner Dreyfus à l'insu de la défense. V. réquisitoire
86. ↑ Birnbaum, L'affaire Dreyfus, p. 43
87. ↑ Il s'agissait en fait d'un dénommé Dubois, identifié par la Section de
statistiques depuis un an.
88. ↑ Cour de cassation, De la justice dans l'affaire Dreyfus, Duclert p. 92
89. ↑ Procès de Rennes Tome 2 pp. 191 et s. Il aggrave notamment son
cas en n'admettant pas que la transmission d'un dossier secret fut une
manœuvre criminelle.
90. ↑ Reinach, Histoire de l'affaire Dreyfus, Tome 1, p. 468
91. ↑ Bredin, L'Affaire, p. 107
92. ↑ Il semble que l'orthographe exacte du nom du capitaine soit Lebrun
Renaud, mais l'ensemble de la littérature historique adopte la forme du
texte, celle-ci étant donc la plus courante. Voir son témoignage au Procès de
Rennes Tome 3, p. 73
93. ↑ Arrêt de la Cour de cassation du 12 juillet 1906
94. ↑ Bredin, L'Affaire, p. 103
95. ↑ Bredin, L'Affaire, p. 125
96. ↑ La température atteint 45 °C, il est sous-alimenté ou nourri de
denrées frelatées, pratiquement pas soigné de ses nombreuses maladies
tropicales.
97. ↑ Alfred Dreyfus, Cinq années de ma vie
98. ↑ Bredin, L'Affaire, p. 132
99. ↑ Lire à cet égard les mémoires de Mathieu Dreyfus, L'Affaire telle que
je l'ai vécue, restés inédits jusqu'en 1978, sauf quelques extraits.
100. ↑ Mathieu Dreyfus, L'Affaire telle que je l'ai vécue, Fayard, p. 47
101. ↑ Bredin, L'Affaire, p. 117
102. ↑ Mathieu Dreyfus, L'Affaire telle que je l'ai vécue p. 48 et s.
103. ↑ Mathieu Dreyfus, L'Affaire telle que je l'ai vécue, p. 54 et s.
104. ↑ Lazare, Une erreur judiciaire. La vérité sur l'Affaire Dreyfus,
Bruxelles, novembre 1896.
105. ↑ Boussel, L'affaire Dreyfus et la presse, p. 82
106. ↑ C’est lui qui avait reçu le capitaine le matin du 15 octobre 1894, lors
de la scène de la dictée.
107. ↑ Bredin, L'Affaire, p. 140
108. ↑ Thomas, L'Affaire sans Dreyfus, p. 276
109. ↑ Sur la personnalité et la vie d'Esterházy, lire Reinach, Histoire de
l'Affaire Dreyfus Tome 2, chapitre 1Plantilla:Er et toute la première partie de
L'Affaire sans Dreyfus de Marcel Thomas.
110. ↑ Bredin, L'Affaire, p. 142. C'est Marcel Thomas qui a découvert cette
lettre au début des années 1970. V. les annexes in L'Affaire sans Dreyfus
111. ↑ Bredin, L'Affaire, p. 144. Ce qui permet à l'État-major de contester
ouvertement la qualité de la preuve et de s'en prendre à Picquart pour le
discréditer.
112. ↑ Birnbaum, L'affaire Dreyfus, p. 56
113. ↑ Au point que von Schwartzkoppen cesse ses relations avec
Esterházy dès le début 1896. Thomas, L'affaire sans Dreyfus, p. 145
114. ↑ Reinach, Histoire de l'affaire Dreyfus, Tome 2, p. 26
115. ↑ Ce qui pose la question de savoir s'il n'y a pas eu complicité entre
les deux hommes. Bredin, p. 144 et Thomas, L'Affaire sans Dreyfus p. 231
sont sceptiques.
116. ↑ Lire Thomas, L'Affaire sans Dreyfus, Chap. 1, «Le roman d'un
tricheur».
117. ↑ Doise, Un secret bien gardé, pp. 24 et s.
118. ↑ v. articles de L'Éclair des 10 et 14 septembre 1896, hostiles à
Dreyfus, mai révélant l'existence du Plantilla:Guillemets. Bredin, L’Affaire, p.
163
119. ↑ Cassagnac, pourtant antisémite, fait paraître un article intitulé le
doute, mi-septembre 1896
120. ↑ Bredin, L'Affaire, p. 167
121. ↑ Autrement appelé Plantilla:Guillemets par les antidreyfusards.
122. ↑ Alexandrine, signature usuelle de Panizzardi.
123. ↑ Bredin, L’Affaire, p. 168
124. ↑ a b Ibid
125. ↑ Henry lui envoie une lettre pleine d'insinuations. Histoire de l'Affaire
Dreyfus Tome 2 p. 517 et s.
126. ↑ Doise, Un secret bien gardé, p. 109 et s.
127. ↑ Henry ambitionnait la succession de Sandherr, ayant été son adjoint
de longues années. Mais Picquart avait été nommé chef du SR comme on le
sait. Le limogeage de Picquart va permettre à Henry d'assouvir son ambition
Bredin, L’Affaire p. 262
128. ↑ Bredin, L’Affaire, p. 200
129. ↑ Thomas, L'Affaire sans Dreyfus, p. 475
130. ↑ Histoire de l'Affaire Dreyfus Tome 2 p. 603 et 644
131. ↑ Pour tout ce paragraphe, hors précisions complémentaires : Winock,
Le Siècle des intellectuels, pp. 11-19.
132. ↑ Il était déjà intervenu dans Le Figaro en mai 1896, dans l'article
«Pour les juifs»
133. ↑ Suivi du Syndicat le 1º décembre et de Procès-verbal le 5 décembre.
134. ↑ Zola, Combat pour Dreyfus, p. 44
135. ↑ Alors au cœur de l'avant-garde artistique, publiant Marcel Proust,
Saint-Pol-Roux, Jules Renard, Charles Péguy, etc.
136. ↑ Le concept naît avec un sens profondément péjoratif, afin de
dénoncer, comme l'écrit Ferdinand Brunetière, «la prétention de hausser les
écrivains, les savants, les professeurs, les philologues, au rang des
surhommes». Michel Winock, Le Siècle des intellectuels, p. 29
137. ↑ Extraits de la séance du 4 décembre 1897, sur le site de l'Assemblée
nationale.
138. ↑ Bredin, L’Affaire, p. 207
139. ↑ La chose jugée est tenue pour véridique.
140. ↑ La salle est vidée dès que les débats abordent des sujets touchant à
la défense nationale, c'est-à-dire le témoignage de Picquart.
141. ↑ Appelée à la barre, le président Delegorgue refuse de l'interroger.
142. ↑ Thomas, L'Affaire sans Dreyfus, T2 p. 244
143. ↑ Duclert, L'affaire Dreyfus, p. 39
144. ↑ Thomas, L'Affaire sans Dreyfus, T2 p. 245
145. ↑ a b Bredin, L’Affaire, p. 227
146. ↑ Duclert, L'affaire Dreyfus, p. 40
147. ↑ Dictionnaire de l'affaire Dreyfus, Thomas, entrée Esterházy en
Angleterre
148. ↑ Procès Zola, T1 p. 268
149. ↑ Le rôle du général Mercier est ainsi fortement sous-estimé
150. ↑ Bredin, L’Affaire, p. 234
151. ↑ Duclert, L'affaire Dreyfus, p. 42
152. ↑ Bredin, L’Affaire, p. 236
153. ↑ Sauf compléments, pour ce paragraphe : Winock, Le Siècle des
intellectuels, pp. 29-31.
154. ↑ Winock, Le Siècle des intellectuels, p. 35
155. ↑ Miquel, Que sais-je, L'affaire Dreyfus, p. 45
156. ↑ Cour de cassation, De la Justice dans l'affaire Dreyfus, Pagès p. 143.
157. ↑ Il est traité d'italien, d'émigré et d'apatride.
158. ↑ Le 2 février, Octave Mirbeau, Laurent Tailhade, Pierre Quillard et
Georges Courteline, entre autres, signent dans L'Autore une «Adresse à
Émile Zola» l'assurant de leur soutien «au nom de la Justice et de la Vérité».
159. ↑ Le Siècle et L'Aurore entre autres.
160. ↑ Qui se font par une porte latérale du Quai des Orfèvres. Winock, Le
Siècle des intellectuels, p. 36
161. ↑ Duclert, L'affaire Dreyfus, p. 44
162. ↑ Repiquet, bâtonnier de l'ordre, in Edgar Demange et Fernand Labori,
Cour de cassation, p. 273 et s.
163. ↑ Voir l'intégralité des débats de 1898
164. ↑ Octave Mirbeau qui paie de sa poche les 7.525 francs, représentant
le montant de l'amende et des frais de justice, le 8 août 1898.
165. ↑ Selon les souvenirs de l'antidreyfusard Arthur Meyer, Ce que mes
yeux ont vu, Plon, 1912, p. 149.
166. ↑ À partir de cette phrase et jusqu’à la fin du paragraphe suivant :
Winock, Le Siècle des intellectuels, pp. 39-41.
167. ↑ F. Brown, Zola, une vie, Belfond, 1996, p. 779.
168. ↑ Jules Renard, Journal 1887-1910, Gallimard, 1965, p. 472.
169. ↑ V. Réception de l'affaire en Grande Bretagne, États-Unis et
Allemagne in Drouin, Dictionnaire de l'affaire Dreyfus.
170. ↑ De cette phrase à la fin du paragraphe suivant, sauf précision
contraire : Winock, Le Siècle des intellectuels, pp. 50-51.
171. ↑ Bredin, L’Affaire, p. 287
172. ↑ Reinach, Histoire de l'affaire Dreyfus, Tome 4 p. 5
173. ↑ Thomas, L'Affaire sans Dreyfus, t. 2, p. 262
174. ↑ Bredin, L’Affaire, p. 279. En 1894, il n'y en vait que quatre.
175. ↑ Pour ce paragraphe et le suivant : Winock, Le Siècle des
intellectuels, pp. 49-51
176. ↑ Bredin, L’Affaire, p. 288
177. ↑ Duclert, l'Affaire Dreyfus, p. 48
178. ↑ Bredin, L’Affaire, p. 301
179. ↑ Reinach, Histoire de l'affaire Dreyfus, Tome 4 p. 183 et s.
180. ↑ Les circonstances du décès d'Henry ne sont toujours pas éclaircies
et ont nourri quelques fantasmes. L'assassinat est peu probable. Miquel,
l'Affaire Dreyfus, p. 74
181. ↑ Duclert, L'affaire Dreyfus, p. 80
182. ↑ Procès de Rennes, Tome 1 p. 181 et s.
183. ↑ Winock, Le Siècle des intellectuels, p. 52
184. ↑ Dont Paul Valéry, Pierre Louÿs, et un Paul Léautaud ironique, qui
joint le message : «guillemets|Pour l'ordre, contre la justice et la vérité».
Winock, Le Siècle des intellectuels, p. 57.
185. ↑ Miquel, L'affaire Dreyfus, p. 92
186. ↑ Des 40 membres de l'Académie française, Anatole France est le seul
révisionniste.
187. ↑ Winock, Le Siècle des intellectuels pp. 63-65.
188. ↑ Bredin, L’Affaire, p. 307
189. ↑ Duclert, L'affaire Dreyfus, p. 50
190. ↑ Reinach, Histoire de l'affaire Dreyfus, Tome 1 p. 137
191. ↑ Reinach, Histoire de l'affaire Dreyfus, Tome 4 p. 358 et s.
192. ↑ Duclert, L'affaire Dreyfus, p. 97
193. ↑ Duclert, L'affaire Dreyfus, p. 53
194. ↑ Pour ce paragraphe : Francis Démier, La France du XIXº siècle pp.
384-5.
195. ↑ Miquel, L'affaire Dreyfus, p. 91
196. ↑ Cour de cassation, De la Justice dans l'affaire Dreyfus, Royer-
Ozaman, p. 182
197. ↑ Reinach, Histoire de l'affaire Dreyfus, Tome 4 p. 397 et s.
198. ↑ Cour de cassation, De la Justice dans l'affaire Dreyfus, La première
révision, Royer et Ozaman, p. 215
199. ↑ Boussel, L'affaire Dreyfus et la presse, p. 194
200. ↑ Duclert, L'affaire Dreyfus, p. 52
201. ↑ La Cour a fait réaliser plusieurs expertises scientifiques minutieuses
afin de conclure à des certitudes.
202. ↑ v. Débats de la Cour de Cassation en vue de la révision
203. ↑ v. arrêt de la Cour du 3 juin 1899
204. ↑ Cour de cassation, De la Justice dans l'affaire Dreyfus, Royer et
Ozaman, p. 210
205. ↑ Cour de cassation, De la Justice dans l'affaire Dreyfus, Royer et
Ozaman, p. 211
206. ↑ Duclert, Biographie d'Alfred Dreyfus, p. 543
207. ↑ Jean Jaurès, in L'Humanité du 4 juillet 1899
208. ↑ Mathieu Dreyfus, L'Affaire..., pp. 206 et s.
209. ↑ Maurice Barres fait une description poignante de Dreyfus
210. ↑ Duclert, Biographie d'Alfred Dreyfus, p. 562
211. ↑ Cour de cassation, De la Justice dans l'affaire Dreyfus, Joly, p. 231
212. ↑ Duclert, L'affaire Dreyfus, p. 60
213. ↑ Doise, Un secret bien gardé, p. 159
214. ↑ Bredin, L’Affaire, p. 544
215. ↑ Duclert, L'affaire Dreyfus, p. 61
216. ↑ Bredin, L’Affaire, p. 395
217. ↑ Bredin, L’Affaire, p. 404
218. ↑ Il s'agissait du président du Conseil de guerre et du commandant de
Bréon
219. ↑ Miquel, Affaire Dreyfus p. 114
220. ↑ Bredin, L’Affaire, p. 411
221. ↑ Cinq années de ma vie
222. ↑ Bredin, L’Affaire, p. 414
223. ↑ Bredin, L’Affaire, p. 417
224. ↑ Devant l'évidence de l'identité des écritures du bordereau et
d'Esterházy, l'État-major avait fait courir le bruit que le bordereau n'était en
fait qu'un décalque d'une note commentée de la main même de l'Empereur
d'Allemagne Guillaume II. Cela permettait à leurs auteurs d'expliquer le
secret entourant toute l'affaire, ainsi que la transmission du «dossier secret»
en 1894. Évidemment, on n'a jamais retrouvé aucune preuve de ces
commodes affirmations
225. ↑ Doise, Un secret bien gardé, p. 160, Duclert, L'affaire Dreyfus, p. 104
226. ↑ Cour de cassation, De la Justice dans l'affaire Dreyfus, Becker, p. 262
227. ↑ Cour de cassation, De la Justice dans l'affaire Dreyfus, Becker, p. 267
228. ↑ Duclert, L'Affaire Dreyfus p. 108
229. ↑ Titre du recueil des articles écrits par Clemenceau au procès de
Rennes.
230. ↑ Cour de cassation, De la Justice dans l'affaire Dreyfus, Canivet,
premier président, p. 12
231. ↑ Duclert, Biographie d'Alfred Dreyfus, p. 962
232. ↑ Duclert, Biographie d'Alfred Dreyfus, p. 1009
233. ↑ Duclert, L'Affaire Dreyfus, p. 111
234. ↑ Dictionnaire de l'affaire Dreyfus, entrée Picquart, p. 263
235. ↑ a b c d e Historiographie construite à partir de Thomas in Dictionaire
de l'affaire Dreyfus p. 586 et Duclert, Biographie d'Alfred Dreyfus, p. 1193
236. ↑ La bibliographie listée dans le présent article n'expose qu'une faible
partie de ce qui a été édité depuis plus d'un siècle.
237. ↑ Voir les 96 pages de la bibliographie générale publiée dans Drouin,
Dictionnaire de l'affaire Dreyfus, p. 629
238. ↑ Disponible sur Gallica
239. ↑ Inspiré par le commandant Cuignet.
240. ↑ Lire les recommandations bibliographiques chez Bach, Birnbaum,
Bredin, Doise, Duclert, Drouin, Micquel.
241. ↑ L'Île des Pingouins.
242. ↑ Édition originale en ligne sur Gallica, BnF:

 Tome 1, Procès de 1894


 Tome 2, L'affaire Esterházy
 Tome 3, Procès Esterházy et Zola
 Tome 4, Cavaignac et Félix Faure
 Tome 5, Procès de Rennes
 Tome 6, La révision
 Tome 7, Index général

243. ↑ Dictionnaire de l'affaire Dreyfus, entrée Le Cinéma, de Baecque, pp.


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