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CAMBIO SEMÁNTICO

A lo largo de la historia, una palabra puede cambiar de significado y mantener el mismo


significante. A este proceso se le denomina cambio semántico. Las causas del cambio
semántico pueden deberse a varios factores:

1. Factores lingüísticos: el uso de dos palabras juntas puede hacer que una adopte el
significado de la otra. Ejemplo: en teléfono móvil, la palabra móvil ha pasado a utilizarse
de forma única para designar este tipo de aparato. En ocasiones, el cambio semántico
obedece a un cambio de categoría gramatical de la palabra: es el caso del adjetivo
asado, que, al utilizarse como sustantivo, deja de significar una manera de cocinar para
designar un tipo de comida.

2. Factores históricos: un objeto puede cambiar de forma o empleo; así, en el siglo


XVII, en el retrete se recibía a las visitas íntimas, ya que era el cuarto pequeño en la
casa o habitación, destinado para retirarse, pero, cuando en el siglo XIX se instalaron
las letrinas en las casas, se colocaron en el retrete y, así, este término cambió su
significación.

3. Factores psicológicos: los valores que asociamos a algunos animales hacen que sus
nombres se apliquen a ciertas personas, como águila, buitre…

4. Factores culturales: algunos personajes literarios han cedido su nombre a ciertas


personas con unos comportamientos particulares (celestina, donjuán, lazarillo, quijote,
sansón…)

5. Factores sociales: permiten que una palabra restrinja su uso, como en el caso de
villano, que, en un principio se refería al vecino o habitador del estado llano en una
villa o aldea, a distinción de noble o hidalgo, pero, al ser despreciado por la gente de la
ciudad, este término pasó a tener un sentido despectivo (rústico o descortés). También
se puede dar el proceso inverso, se puede ampliar el uso de una palabra: el término
pastor incorporó el significado de ministro religioso.

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