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LA VOCACIÓN DE LOS

PRIMEROS
DISCÍPULOS
Rasgos
Los hechos

Jesús conoció algunos de los que más tarde serían sus discípulos.
Fue Jesús quien tomó la iniciativa a la hora de llamar a sus discípulos La
llamada tenia como objeto el seguimiento que implicaba una estrecha
relación con él.
También los llamó para que colaborasen en su misión cuando estuvieran
preparados para ello.

Con autoridad poco común:

El hecho de que sea Jesús quien toma la iniciativa y la autoridad con que
lo hace revela una conciencia de filiación que se manifiesta al dirigirse a
Dios con la invocación de abba.
Fue Jesús quien eligió a sus discípulos

Marcos lo expresa con una frase lapidaria !llamó a los que quiso! (Mc
3,13), el grupo de sus seguidores más cercanos fue elegido por él. Este
dato revela las intenciones de Jesús. Pensemos en el relato de la vocación
de Santiago y Juan. Su padre, Zebedeo está con los jornaleros, a quienes
Jesús no llama. Zebedeo poseía una barca grande, pues necesitaba
contratar jornaleros. Sus hijos, como él, debían conocer el sistema de
impuestos, las artes de la pesca y cómo vender las capturas a las factorías
de salazón. Leví era un recaudador de impuestos, un oficio que requería
también notables habilidades. Pedro y Andrés podían permitirse pasar
una temporada en Judea escuchando a un nuevo profeta. Estos datos no
pueden ser casuales. Jesús tenía un programa y para llevarlo a cabo
necesitaba personas capaces, que tuvieran cierta movilidad.
Jesús impuso a sus discípulos condiciones de
extrema radicalidad

La más importante de todas fue, sin duda, la ruptura con la casa, que era la principal
institución social en el mundo helenístico-romano. La relación dominante era la que unía al
padre con el hijo, porque sobre ella se asentaba la continuidad de la familia. Este es el
marco en el que hemos de situar los cambios que se producen en la vida de los que son
llamados por Jesús:
 dejar las redes
 abandonar al padre,
 dejar la barca,
 levantarse del mostrador de impuestos,
 vender las propiedades,
 dejar de enterrar al propio padre
Son actitudes que apuntan en una misma dirección: la ruptura con la casa, la institución que
entonces podía proporcionar más seguridad y apoyo a los individuos. Y finalmente una
tercera fase, en la que se da la agregación al nuevo grupo o situación. La analogía puede
ayudar a entender que la ruptura con la institución más determinante para el individuo en
aquella sociedad era el primer paso de un proceso tendente a crear una nueva sociedad
gobernada por la voluntad de Dios. El discipulado y la incorporación de los discípulos a la
misión de Jesús podrían ser los otros dos pasos del proceso.
Jesús llamó a sus discípulos con una
intencionalidad concreta

 Según la expresión de Marcos :


Para que estuvieran con él y para enviarlos a predicar!.
Esta doble finalidad es característica de la llamada de Jesús. En ninguno de los grupos
religiosos de la época encontramos una exigencia de adhesión personal como la que
encontramos en Jesús.
El imperativo ¡sígueme! constituye el núcleo de su llamada. Seguir a Jesús, ir detrás de él,
constituirá el centro del estilo de vida de sus discípulos. Jesús llamó a sus discípulos, en
primer lugar, para que establecieran una nueva relación con él, una relación que implica no
sólo el aprendizaje de su doctrina, sino la imitación de su estilo de vida y la identificación
con su destino.
Esta identificación con Jesús es, además, la condición para que los discípulos puedan ser
enviados a anunciar y hacer presente el reinado de Dios. Estas dos finalidades de la llamada
de Jesús nos revelan, una vez más, algo acerca de su conciencia filial y de su comprensión
del proyecto de Dios. Él es el mediador del reinado de Dios que ha comenzado a llegar.
La difusión de este anuncio es urgente, y por ello se rodea de un grupo de discípulos que le
ayuden en la tarea. Para la tarea no vale cualquiera, y por ello los escogió cuidadosamente y
dedicó mucho tiempo a instruirlos con su palabra y con su vida.
Jesús no busca a los hombres en una esfera particularmente
religiosa, sino allá donde viven la vida de cada día.
Inmediatamente al oír de Jesús “Síganme, y yo los haré
pescadores de hombres», Pedro y Andrés dejaron sus redes y
lo siguieron. Para ellos, la redes eran toda su herramienta de
trabajo, por ellas lograban su sustento. Sin embargo no
dudaron y siguieron a Jesús. Así, Jesús, prolonga a través de
las personas su predicación. Hombres elegidos para ser
profetas y sus apóstoles.
Las personas conocemos las cosas en el tiempo y a
través de los sentidos. Jesús mismo es el que
descubre su vocación a los doce. Después de pasar
la noche haciendo oración en un monte, desciende
al amanecer y pronuncia los nombres de los
elegidos: "Pedro, Juan, Santiago, hijo de Zebedeo,
Felipe, Bartolomé, Tomás, Mateo, Santiago el de
Alfeo, Tadeo, Simón el cananeo y Judas Iscariote"
[Mt 10,2-4; Mc 3,13-19; Lc 6,12-16]. Así se enteraron
de los planes de Dios para con ellos. A partir de ese
momento entran en juego su libertad y la gracia. El
tiempo
RECUERDA!!!!!!
Dios es quien tiene la iniciativa
Jesús nos llama para una intimidad con El
El seguimiento de este llamado requiere dejar las cosas
de lado y seguirle a Él totalmente. Jesús nos llama sin
importarle lo que somos o cómo somos. No le importa si
somos un banquero, un albañil, una ama de casa, un
pescador o un santo. Eso sí, una vez que le hemos
respondido se nos pide dejarlo todo y seguirlo. Escogió a
pescadores y a publicanos. Dios escoge a quien quiere.
No hay motivos para tener miedo a fallarle, a no ser del
todo fieles a Cristo en nuestro trabajo. Los apóstoles
también le dejaron pero, sin embargo, tuvieron el valor
de levantarse.

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