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DEL DELITO
MTRO. ROBERTO CARLOS NASAR MARIN
3.1. LA ACCIÓN (CONDUCTA)
Art. 7 del CPF, segundo párrafo: “En los delitos de resultado material también
será atribuible el resultado típico producido al que omita impedirlo, si éste
tenía el deber jurídico de evitarlo. En estos casos se considerará que el
resultado es consecuencia de una conducta omisiva, cuando se determine que
el que omite impedirlo tenía el deber de actuar para ello, derivado de una ley,
de un contrato o de su propio actuar precedente”.
• COMO SÍNTESIS DE LAS DOS CLASES DE OMISIONES
ANALIZADAS
•
• La omisión pura, se castiga al sujeto a partir de un deber genérico de ayudar
que el ordenamiento jurídico establece para todos; pero se le castiga por lo
que ha dejado de hacer, no por el resultado que pudo evitar su intervención.
• Por el contrario, la comisión por omisión, el deber de actuar es específico,
atañe al que ocupa una posición de garante, no a la generalidad de las
personas, no a cualquiera al que le sea posible actuar y conjurar el peligro
para el bien amenazado.
3.2.3 LOS DEBERES DE GARANTE
El legislador ha enunciado las fuentes o causas por las que una persona
queda situada en la referida posición de garantizar la salvaguarda de un
bien jurídico. Estas fuentes de la posición de garante son tres: la ley, el
contrato y de su propio actuar precedente (art. 7 CPF).
La Ley: Las normas pueden crear situaciones de garantes siendo
habituales en el marco de las relaciones familiares (alimento o socorro
mutuo) o en el ámbito de la función pública (las autoridades y funcionarios,
en el ejercicio de sus cargos)
Por contrato: Una persona puede obligarse en el ejercicio de una profesión
u oficio a garantizar la no producción de resultados lesivos (socorrista, guía
alpino, cuidador médico, etc)
Por su propio actuar: si alguien crea un riesgo para un bien jurídico,
automáticamente asume la obligación de evitar la producción de otros resultados
posteriores, siendo responsables de los mismos si omite la acción esperada de actuar
para impedirlos.
Quien enciende fuego en el bosque para comer, se sitúa en posición de garantizar
que este no se propague, debiendo actuar para sofocarlo: si no lo hace, responderá
por el incendio forestal; violencia ejercida sobre una mujer y posterior pasividad
ante la violación a la que fue sometida por otro acompañante.
Como consideración final, ha de subrayarse que el omitente no incurre en
responsabilidad penal cuando el resultado es inevitable. Si se acredita que la
intervención del obligado a actuar no hubiese impedido el resultado no se le
atribuye.
La posición de garante constituye una calidad que reúne el sujeto activo.
3.2.4 RELACIÓN ENTRE ACCIÓN (OMISIÓN) Y RESULTADO
A las acciones se les atribuye la producción de un resultado.
El sentido y significado de la acción comporta su carácter de causa del resultado.
Causa-efecto
La conexión entre el resultado material con un movimiento corporal (acción) o su
ausencia(omisión).
Es decir, hablamos de causalidad.
Ejemplos que ayudan a comprender el nexo causal:
El resultado y la causalidad contenidas en el tipo de homicidio o aborto, no es
similar al resultado y causalidad precisadas en el fraude, en la insolvencia
fraudulento en el encubrimiento por receptación; y a su vez es diferente del
resultado y causalidad que demanda el tipo de peculado, encubrimiento y
amenazas, etc.
Registro digital: 187524
Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito
Novena Época
Materias(s): Penal
Tesis: VI.1o.P.175 P
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta. Tomo XV, Marzo de 2002, página 1354
Tipo: Aislada
HOMICIDIO. CUANDO ES CAUSA DE LAS LESIONES INFERIDAS. Si el delito es una conducta humana que comprende en
una parte la acción ejecutada y la acción esperada o no, y de otra el resultado sobrevenido, para que éste pueda ser
incriminado precisa una relación de causalidad entre ese acto y el resultado producido, que existe cuando no se puede
suponer suprimido el acto de voluntad, sin que deje de producirse el resultado concreto; por lo que si las lesiones inferidas por
el sujeto activo ocasionan el deceso del pasivo, como consecuencia le será imputable dicho resultado, al aplicarse el principio
jurídico que rige la causalidad, que se enuncia diciendo que "lo que es causa de la causa, es causa del daño causado".
PRIMER TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA PENAL DEL SEXTO CIRCUITO.
Amparo directo 428/2001. 25 de octubre de 2001. Unanimidad de votos. Ponente: José Manuel Vélez Barajas. Secretario:
Juan Carlos Ramírez Benítez.
Ahora, habrá que plantearnos, entonces, dos cuestiones:
1.- Establecer conforme a qué criterios decidimos, a los efectos del Derecho Penal, que
una conducta es causa del resultado, y (pruebas científicas, tecnológicas, lógicas
médicas y a la experiencia general)
2.- Fijar los parámetros probatorios de la citada relación de causalidad (valoración de
la prueba libre y lógica, a través de las máximas de la experiencia y la sana crítica)
No existe complejidad cuando estamos ante el escenario que quien dispara a la cabeza
de otro que recibe el impacto y se desploma muerto (homicidio), o cuando alguien
golpea a otro reiteradamente hasta romperla tres costillas y un brazo (lesiones), o si
unos jóvenes incendian un vehículo hasta quemarlo (daños)
En estos ejemplos, no se reviste problema alguno sobre la existencia del nexo causal pues
resulta evidente conforme a la experiencia general, que la conducta típica es la que ha
producido el resultado.
Ejemplos: Un conductor atropella a una niña en una carretera desierta, causándole heridas
leves; la recoge y la abandona en un cobertizo, muriendo al cabo de las horas desangrada.
O preguntarnos si quien clava una navaja que sólo produce una herida leve, debe
responder del resultado muerte acontecido, en accidente de circulación durante el traslado
al hospital, etc.
TIPO PENAL:
MUÑOZ CONDE: “Es la descripción de la conducta prohibida que lleva a cabo e l
legislador en el supuesto de hecho de una norma penal”
En relación con los fine que persigue:
Para MUÑOZ CONDE, los elementos esenciales del tipo penal son: el
sujeto activo, la acción, y el bien jurídico tutelado.
A).- La existencia de un arma de fuego de calidad reservada, considerado así por la Ley Federal de Armas
de Fuego y Explosivos.
• La parte subjetiva del delito se haya constituida siempre por la voluntad dirigida al resultado (en
delitos dolosos de resultado), o bien, a una sola conducta (en los delitos de mera actividad) y a veces
por esenciales elementos subjetivos.
• Por lo que los elementos subjetivos pertenecerán al mundo psíquico del agente o de un tercero, en tal
virtud, los identificaríamos a nivel de intangibles, inmateriales, pero perceptibles por medio de los
sentidos.
• Entonces los elementos subjetivos concretamente referidos al dolo(estado anímico) expresados con
palabras: “maliciosamente, voluntariamente, intención de matar, intención de causar un aborto”
También hay que agregar al catálogo de elementos subjetivos los de naturaleza
intelectual o cognoscitiva, como el hecho de saber que se mata al ascendiente
descendiente o cónyuge; de naturaleza afectiva, como el estado de emoción
violenta o de naturaleza volitiva cuando se refiera a una dirección intencional,
como las miras deshonestas en el rapto.
ELEMENTOS SUBJETIVOS.
A). - La existencia del estupefaciente (metanfetamina) considerado así por la Ley General
de Salud, respectivamente.
D. - De comisión Dolosa.
En resumen, los elementos subjetivos son las especiales cualidades internas, intelectuales o
intangibles que exige el tipo penal al sujeto activo, en algunos casos de necesaria presencia como
es el caso de la voluntariedad y la imputabilidad, y en otros con un carácter viable siendo tal el caso
de dolo y la culpa y el animus en el sujeto activo.
Son aquellos “permisos” legales o autorizaciones emitidas por el Estado, que admiten la realización
de una conducta, y que si estos permisos, se constituye un hecho delictivo. El hecho de ser
susceptible a un permiso o autorización legal, debe estar contenido en el propio tipo penal.
• Véase…
• Artículo 476 de la Ley General de Salud.- Se impondrá de tres a seis años de prisión y de
ochenta a trescientos días multa, al que posea algún narcótico de los señalados en la tabla,
en cantidad inferior a la que resulte de multiplicar por mil las cantidades previstas en dicha
tabla, sin la autorización correspondiente a que se refiere esta Ley, siempre y cuando esa
posesión sea con la finalidad de comerciarlos o suministrarlos, aún gratuitamente.
• Artículo 477 de la Ley General de Salud.- Se aplicará pena de diez meses a tres años de
prisión y hasta ochenta días multa al que posea alguno de los narcóticos señalados en la
tabla en cantidad inferior a la que resulte de multiplicar por mil las previstas en dicha
tabla, sin la autorización a que se refiere esta Ley, cuando por las circunstancias del hecho
tal posesión no pueda considerarse destinada a comercializarlos o suministrarlos, aún
En los dos ejemplos, los permisos deberán ser expedidos por las autoridades sanitarias, y
en el caso de la portación de armas de fuego, deberán ser expedidas por la Secretaría de la
Defensa Nacional, y lo mismo sucede en conductas o hechos de carácter ambiental, como
quien tiene aserraderos y almacenan recursos forestales maderables o incluso los
transforman, caso en el que el permiso correspondiente deberá ser expedido por la
Secretaría del Medio Ambiente, etc.
Se hace hincapié en que la permisibilidad debe encontrarse como supuesto previsto en la
norma para diferenciarlos de los que no son susceptibles de permisibilidad como el privar
de la vida a una persona (lato sensu), la violación, etc.
Estructuremos pues …
A). - La existencia del estupefaciente (metanfetamina) considerado así por la Ley General de Salud,
respectivamente.
ELEMENTOS NORMATIVOS
De ahí que a este conjunto de referencias subjetivas intencionales o anímicas se les
llame tradicionalmente “elementos subjetivos del tipo”. Más, una vez dicho esto, es
imprescindible advertir que estos elementos no deben confundirse con el dolo.
VIVES ANTÓN, llama intencionalidad objetiva, la que pertenece a la acción misma,
desempeñando un papel un papel definitorio de esa clase de acciones. En cambio,
el dolo se identifica con la intencionalidad subjetiva, que no desempeña un papel
definitorio de la clase de acción, pero cumple la función de posibilitar el
enjuiciamiento de la conducta del actor.
En cuanto al delito de tortura, como también es palpable, cuando en uno de los
elementos de dicho delito se desprende que la intención de aquella conducta sea con
la intención de obtener una confesión o información. (artículo 3 Ley Federal para
• Un ejemplo más…
El dolo, es la pretensión de ilicitud que se ha de comprobar, si la intención del autor, al realizar una
acción ofensiva relevante, infringió la norma. Es decir, la conducta lesiva tiene que serlo porque
realiza lo prohibido o porque no hace lo mandado por la norma.
Entonces, cuando existe existen pretensión, voluntad o intención de trasgredir la norma, estamos
en presencia de la concepción tradicional de la denominada antijuricidad formal, que podemos
entenderla como la mera infracción del deber o directiva de conducta contenido en la norma.
La atribución dolosa: el autor muestra un compromiso con la acción y el resultado (ha
querido realizar el hecho injusto).
En la atribución culposa o imprudente: el sujeto muestra una ausencia de compromiso con
el resultado, pero también una ausencia de compromiso normativo exigido de evitar el
resultado (falta de cuidado en la acción): no ha querido realizar el hecho, pero, sin embargo,
se ha producido por su descuido y desatención e imprevisión, de modo que podía y debía
evitarlo.
En resumen, no hay acción sin intencionalidad subjetiva, esto es, sin expresión de actitudes.
Dolo e imprudencia y/o culpa son por tanto actitudes hacia determinadas consecuencias y
CONCEPTO DE DOLO
Elemento volitivo: Una vez que el sujeto sabe lo que se hace, tiene que quererlo, o sea, ha
de actuar intencionalmente, aceptando las consecuencias que se deriven de su conducta.
CARACTERÍSTICAS QUE NOS AYUDAN A COMPRENDER DEL DOLO:
La prueba del dolo, en el proceso penal no se obtiene de prueba directa sino mediante prueba indiciaria, es decir,
que necesariamente debe deducirse mediante un juicio de inferencia de la conducta exteriorizada.
Únicamente es posible juzgarle por sus manifestaciones externas y de éstas si podemos averiguar los
conocimientos del autor, las técnicas que dominaba, lo que podía y no podía prever o calcular, y entonces
entender sus intenciones expresadas en la acción.
El entendimiento normativo del dolo también se proyecta en el elemento volitivo, de modo que el querer del
autor no se identifica con sus deseos, sino que reside en la acción misma.
El conocimiento de los hechos requeridos para el dolo precisa un conocimiento actual del autor, es decir, ha de
probarse que el sujeto tuvo ese conocimiento en el momento de la acción.
Por otra parte, el contenido del conocimiento de los hechos se proyecta sobre todas las características,
circunstancias y términos del tipo o figura legal, ya sean fácticos y normativos.
1. Dolo directo: Se da cuando de forma consiente y querida, la intención del sujeto se dirige directamente al
resultado propuesto, bien como un fin o bien asumiendo el resultado como una consecuencia necesaria del
acto.
2. Ejemplos:
Cuando alguien quiere asustar a su anterior esposa y para ello coloca un explosivo en su casa, aceptando la
consecuencia de su muerte si explota cuando ella está en su interior.
1. Dolo eventual: Existe cuando el autor se representa como probables las consecuencias de su
comportamiento y, no obstante, decide actuar asumiéndolas (querido es lo que el autor ha asumido). En
ocasiones es muy difícil diferenciarlo de la imprudencia. El autor asume el riesgo derivado de su conducta o
acepta el riesgo del resultado.
Así, se ha considerado la existencia de dolo eventual de matar en los siguientes casos,
aunque los acusados declarasen que no tenían la intención de causar muerte, pues no
resulta razonable según la lógica y la experiencia general negar su existencia: disparó a
corta distancia zonas vitales; maltrato a un bebé de dos meses; incendio de un edificio
sabiendo que había personas en su interior; lanzamiento de un artefacto explosivo contra
un coche de policía; ataque con cuchillo de grande dimensiones que se clava en zona vital;
policía que dispara a la altura de la cabeza del conductor al que persigue.
Novena Época
Materias(s): Penal
Tipo: Aislada
DOLO DIRECTO. SU ACREDITACIÓN MEDIANTE LA PRUEBA CIRCUNSTANCIAL. El
dolo directo se presenta cuando el sujeto activo, mediante su conducta, quiere provocar
directamente o prevé como seguro, el resultado típico de un delito. Así, la comprobación del
dolo requiere necesariamente la acreditación de que el sujeto activo tiene conocimiento de los
elementos objetivos y normativos del tipo penal y quiere la realización del hecho descrito por la
ley. Por ello, al ser el dolo un elemento subjetivo que atañe a la psique del individuo, la prueba
idónea para acreditarlo es la confesión del agente del delito. Empero, ante su ausencia, puede
comprobarse con la prueba circunstancial o de indicios, la cual consiste en que de un hecho
conocido, se induce otro desconocido, mediante un argumento probatorio obtenido de aquél, en
virtud de una operación lógica crítica basada en normas generales de la experiencia o en
técnicos. En efecto, para la valoración de las pruebas, el juzgador goza de libertad para
emplear todos los medios de investigación no reprobados por la ley, a fin de demostrar los
elementos del delito -entre ellos el dolo-, por lo que puede apreciar en conciencia el valor de
los indicios hasta poder considerarlos como prueba plena. Esto es, los indicios -elementos
esenciales constituidos por hechos y circunstancias ciertas- se utilizan como la base del
razonamiento lógico del juzgador para considerar como ciertos, hechos diversos de los
primeros, pero relacionados con ellos desde la óptica causal o lógica. Ahora bien, un requisito
primordial de dicha prueba es la certeza de la circunstancia indiciaria, que se traduce en que
una vez demostrada ésta, es necesario referirla, según las normas de la lógica, a una premisa
mayor en la que se contenga en abstracto la conclusión de la que se busca certeza.
Consecuentemente, al ser el dolo un elemento que no puede demostrarse de manera directa-
excepto que se cuente con una confesión del sujeto activo del delito- para acreditarlo, es
necesario hacer uso de la prueba circunstancial que se apoya en el valor incriminatorio de los
indicios y cuyo punto de partida son hechos y circunstancias ya probados.
3.3.2. ATIPICIDAD Y AUSENCIA DE TIPO
Si hemos analizado a la Tipicidad, debemos establecer entonces que la
ATIPICIDAD es el contraflujo, la contracorriente o el sentido negativo de
aquel (tipicidad).
CAUSAS DE ATIPICIDAD
• BIBIOGRAFÍA
HERNÁNDEZ-ROMO VALENCIA PABLO, Otros, COMPENDIO DE
DERECHO PENAL MEXICANO, Tirant lo blanch, 2ª Edición, 2016.