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Encuentro comunitario
EL CONCEPTO DE CARIDAD PASTORAL
ORACION INICIAL.
Gal 2, 19b-20. En este breve texto san Pablo expresa el origen de la caridad pastoral en Cristo,
que me amó y murió por mí. Esto significa que la caridad pastoral implica estar crucificado con
Cristo, es decir, es primero y principalmente un camino de unió n con É L, para después
convertirse en servicio al pueblo de Dios. Tal unió n se da en los tres planos: el de la verdad, el del
bien y el del amor.
CONTENIDO
En la Pastores Dabo Vobis se repite muchas veces, ocupando el lugar central que le corresponderá
en el futuro, porque sirve para definir el mismo carisma sacerdotal. Cuando se usa el termino
“caridad pastoral” inmediatamente se refiere al ministerio ordenado. Es decir, se trata del modo
concreto de amor que está n llamados a vivir los obispos, los presbíteros y los diá conos en razó n
de su mismo oficio evangelizador.
Se entiende entonces la caridad propia del sacerdote, sin confundirse con la virtud de la caridad
pastoral pertenece a la forma de vida apostó lica o sacerdotal. Los documentos citan
repetidamente a San Agustín, que se refiere al amor que corresponde al oficio de apacentar la
grey del Señ or.
Pero esta visió n, un tanto romá ntica, debe dejar su lugar a otra que
encuentre el origen de la caridad pastoral del sacerdote en la
participació n de la caridad pastoral de Jesucristo. Así, la caridad
pastoral es sobre todo una unió n mística con Cristo y con Dios
Trinidad, porque la unció n sacramental que confiere el orden
sagrado es participació n no solo del “poder”, sino del amor propio del
ministerio salvífico de Jesú s (cf. PDV,70).
Con frecuencia hacen enunciados sobre la participació n del “poder” y del “ministerio” de
Jesucristo, pero difícilmente se hacen enunciados sobre la participació n de su amor-afectividad,
que corresponde, precisamente, al tercer nivel de la conversió n, que es la conversió n afectiva.
Se pude concluir que la caridad pastoral, comprendida de esta manera, da forma o configura al
sacerdote con Cristo Pastor. Por eso se afirma una y otra vez que es propiamente el carisma
sacerdotal.
3 año. etapa configuradora 8
B. Implicaciones de la caridad pastoral.
La caridad pastoral tiene una serie de implicaciones practicas tanto para la vida
presbiteral como para la formació n sacerdotal, especialmente en la etapa
configuradora o teoló gica.
Dice PDV 23 que el contenido de sí a la Iglesia. Este tipo de enunciado siempre remite
a un proceso, la donació n de sí tiende a ser efectivamente se camine hacia ella, de
modo que vaya determinado el modo de pensar, de sentir y de actuar primero del
seminarista y después del presbítero.
Por ejemplo, el paso hacia la gratuidad, que lleva al seminarista o al sacerdote a encontrar una especial
alegría en lo gratuito; el paso hacia la calidad en lo que hace, que le lleve a ser diligente en el servicio,
preparando las cosas como conviene; el paso hacia la disponibilidad, que le permite actuar con
prontitud y generosidad en el momento en que se presenta una necesidad.
¿En qué áreas concretas necesito aprender a vivir en una donación mayor de mí mismo?
Quien ha hecho esta opció n procura edificar en todo a la comunidad y de ninguna manera
destruirla o lastimarla. El sentido de la comunió n se vive en diversos noveles: la iglesia universal,
la iglesia particular, la comunidad concreta, parroquial o de otro tipo.
Se vive también con diversas personas: el obispo, los presbiterios, los laicos.
Por ultimo, en diversas instancias: las comisiones diocesanas, la parroquia, las pequeñ as
comunidades.
Una expresió n nítida de este amor es la disponibilidad pronta, ya sea para aceptar un cargo o un
destino o para ponerse al servicio en el á mbito comunitario.
• Confronta con los formadores los momentos en los que has sentido muy lejos de
la vivencia de la caridad pastoral.