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DIRECCIÓN GENERAL DE INSTRUMENTACIÓN DE


PROGRAMAS AGROFORESTALES

DISEÑO DE MILPAS INTERCALDAS CON ÁRBOLES FRUTALES.


ORIENTACIONES TÉCNICAS Y METODOLÓGICAS.

Chetumal. Quintana Roo.


14 de Agosto de 2019.
El MIAF es una tecnología multiobjetivo que tiene como propósitos:

• Sostener e incrementar la producción de maíz


y frijol como elementos estratégicos para la
seguridad alimentaria de las familias rurales.
MANTENER LAS MILPAS.
• Mejorar de manera significativa el ingreso
neto familiar, mediante la venta de fruta.
• Incrementar el contenido de materia
orgánica, controlar la erosión hídrica del
suelo y con ello lograr un uso más eficiente
del agua de lluvia y del suelo.

Proporcionando resultados en el corto, mediano y largo plazos.


Para lograr estos objetivos, el MIAF implica un funcionamiento de la parcela
diferente a lo convencional.
Las curvas a nivel, sobre las que se plantan los árboles, y a las que se agregan
los filtros de escurrimiento, van formando paulatinamente terrazas que
permiten la retención del suelo y el incremento de su fertilidad.
MIAF en surcos alternos maíz-frijol
y frutales.
San Felipe del Progreso, Edomex.

MIAF diversificado con aguacate,


papaya, piña.
Las Margaritas, Chiapas.
MIAF con limón. La Concordia, Chiapas.

MIAF con durazno,


en laderas pronunciadas.
Rayón, Chiapas.
Es un sistema complejo que parte de un
conjunto de principios:

• Mayor eficiencia relativa de la tierra


(ERT), a partir de las interacciones
biológicas y agronómicas entre los
cultivos.
• Incremento de la materia orgánica del
suelo.
• Reducción de la velocidad de
escorrentía.
• Aumento de la infiltración y retención
de humedad en las laderas.
• Mejoramiento de las condiciones de
enraizamiento de los cultivos.
• Mejoramiento de la fertilidad
bioquímica.
• Incremento de la productividad del
suelo.
Es posible implementar MIAF tanto en áreas planas y
con pendientes suaves, como en pendientes
pronunciadas y aún abruptas, constituyendo una
excelente opción para el manejo de laderas, que
abundan en las regiones de agricultura campesina.

Del porcentaje de
pendiente dependerá el
ancho de las franjas
destinadas a la milpa.
PASOS PARA ESTABLECER MIAF

1.- EL DIAGNÓSTICO REGIONAL Y DE LAS CONDICIONES DE LAS PARCELAS.

Como parte del Diagnóstico de las Unidades de Producción y de los


territorios de trabajo, es necesario identificar:

 Los cultivos predominantes y la vocación productiva de las familias, sus


comunidades y su entorno regional.
 Los principales frutales existentes y adaptables a las comunidades y a
las condiciones especificas de las parcelas.
 La cultura productiva y experiencia de las y los productores.
 Los usos que mujeres y hombres hacen de los diversos recursos
naturales.
 La disponibilidad de mano de obra de las familias
 Los intereses y deseos de las familias con respecto a lo que quieren
trabajar.
Estos elementos y el diálogo entre equipos técnicos y las y los sembradores,
permitirán decidir la pertinencia del sistema y las especies de frutales a
establecer.

Será muy importante recuperar los resultados del Diagnóstico y de los


recorridos parcelarios que se han realizado con cada sembrador/a.

Es importante recordar que el MIAF fue diseñado para atender las


necesidades de los productores con pequeñas unidades de producción,
principalmente aquellas que poseen menos de cinco hectáreas.
2.- INCORPORAR EL ENFOQUE DE CUENCAS.

El MIAF es una importante estrategia


para el manejo sustentable de las
laderas, tan frecuentes en nuestras
regiones de trabajo.

Para que esta función sea más efectiva, el


establecimiento en las parcelas se inicia
en los terrenos ubicados en las partes
superiores de la cuenca, así como en la
parte superior de cada parcela.

Ello para propiciar un mejor manejo en


la conservación del suelo y disminuir la
erosión.
Esto es particularmente necesario en los lugares con topografía muy
accidentada con pendientes muy pronunciadas.
3.- DISEÑO DE LA PARCELA.

Una tarea central es SELECCIONAR LAS PARCELAS a trabajar, analizando


con los y las productoras:
 La problemática a atender.
 Las condiciones de distancia de las parcelas y su ubicación.
 La calidad del suelo.
 La seguridad de la producción.
 Los acuerdos comunitarios de uso de terrenos comunes, de rastrojeo,
de quemas, etc., identificando los factores que dificultan el
establecimiento, para poder incidir en los acuerdos necesarios.

De tal manera que la inversión a mediano y largo plazo en las parcelas, no se


enfrenten con problemáticas que las tornen inviables a futuro.
El DISEÑO DE LA PARCELA es un paso muy importante, se deriva del análisis anterior y de
las decisiones de los productores para elegir las especies de frutales a introducir en función
de sus intereses y de la viabilidad técnica, económica y ambiental:

• La venta de frutales con alto valor


comercial.
• La producción de alimentos para el
consumo familiar y el mercado local.
• La preservación de especies nativas.
• El incremento en la diversificación de
la producción.
• Los usos diversos que mujeres y
hombres hacen de los productos de la
milpa.
Un instrumento muy eficaz para plasmar los intereses
y saberes de las y los productores es la elaboración del
PLAN VIVO, un esquema parcelario en el que se dibuja
la distribución y arreglos de las diversas especies a
sembrar. Permite colocar los intereses y deseos de los
y las campesinas, así como el diálogo de saberes entre
productores y equipos técnicos.

El PLAN VIVO CONTIENE:

1.- El croquis o mapa de las Unidad de producción


Familiar que el Sembrador posee y trabaja.
2.- El esquema parcelario de la o las parcelas que se van
a modificar (y que son las que entran formalmente en el
programa SV.
3.- Un calendario de trabajo.
4.- El TRAZO DE CURVAS A NIVEL

Es la primera práctica que define la intervención


en la parcela y el punto de inicio de la
instrumentación del sistema.

Existen diversas técnicas para obtener los


puntos a nivel, los más utilizados son el aparato
“A” y la manguera, por su fácil y económica
elaboración.

Para su realización se debe contar con la


capacitación puntual y con el desarrollo de
conocimientos para hacer un buen trazo de
curvas, lo que garantizará la disminución de la
erosión y la conservación del suelo, uno de los
objetivos centrales del sistema
La distancia entre las curvas, dependerá del grado de
pendiente de la parcela:

 En pendientes menores al 20% se recomienda


establecer módulos de 14.4 metros entre línea y
línea. Dejando un espacio de 2.4 m. del árbol al
primer surco; estableciendo 12 surcos con
distancia de 80 cm., y nuevamente 2.4 del último
surco a la siguiente línea de árboles.

 Para pendientes mayores al 20% la distancia se


reduce a 10.6 metros entre líneas de árboles,
dejando 2.1 m. entre el árbol y el primer surco,
estableciendo 8 surcos con distancias de 80 cm. Y
nuevamente 2.1 m. del último surco al siguiente
árbol
EL TRAZO DE LAS CURVAS EN LAS PARCELAS implica los siguientes pasos:

1. Delimitación de la parcela previamente y necesariamente limpia para facilitar el trazo.

2. Trazo de línea madre con una cuerda, que divide en dos partes iguales a la parcela,
colocando un punto en la parte más alta y el otro en la parte baja.

3. Marcar sobre la línea madre las distancias donde se trazarán las líneas de curvas de nivel
para la siembra de árboles. La primera curva a nivel es a 5.3 metros, la segunda y las
sucesivas a 10.6 metros hasta llegar al limite bajo de la parcela, para los casos con
pendientes mayores al 20%; para las pendientes menores al 20% la primera curva será a 7.2
metros y las subsecuentes a 14.4 metros.

4. Trazo de la primera línea donde se sembrarán


los árboles frutales. En forma perpendicular y
partiendo de la línea madre, con ayuda del
aparato “A” se va marcando la línea con estacas a
1 m. de distancia, hasta terminar la línea hacia el
lado derecho y se empieza nuevamente del
centro a la izquierda.
5.- Después de trazar cada línea hay que
verificar que la distancia entre dos líneas
paralelas, no se abra más de 13 metros ni
se cierre menos de 8 metros.

Cuando la línea se abre o se cierra es


debido al efecto de la pendiente (a mayor
pendiente se cierra y a menor pendiente
se abre).

Será importante corregir, midiendo la


distancia desde la línea madre hasta el
punto donde se abre o se cierra la línea,
dividir entre dos, en ese punto se baja o
sube según sea el caso un metro de
distancia para iniciar nuevamente el trazo.
5.- LA PROMOCIÓN Y ORGANIZACIÓN DE LA NO QUEMA.

El sistema de roza-tumba-quema que tan importante ha sido para la


agricultura campesina en nuestras regiones tropicales ha llegado al límite
en muchos lugares, ya que cada vez existe menos tierra disponible y los
tiempos de descanso de los acahuales son menores.

El MIAF es también una estrategia de


sedentarización de la milpa, y una de las
primeras prácticas que implica es la NO QUEMA
de los rastrojos.
Para ello se requiere de un proceso de reflexión y
sensibilización de las y los productores; así como
de la generación de estrategias de manejo de
plagas y enfermedades y de fertilización durante
el tiempo que los procesos de descomposición de
la materia orgánica y estabilización de la
fertilidad de suelo requieren.
6. ESTABLECIMIENTO DE LOS ÁRBOLES FRUTALES.

Los árboles frutales constituyen un componente muy novedoso en la


milpa, por su arreglo en curvas a nivel y por la distancia de siembra de un
o dos metros entre árbol y árbol.

Este arreglo permite que los árboles


se constituyan en MURO VIVO que,
al combinarse con los filtros de
escurrimiento y generar una tupida
red de raíces, garantiza la retención
del suelo y la infiltración del agua;
también permite incrementar la
eficiencia de la tierra al ser una
siembra intensiva de frutales, sin
sacrificar la producción de la milpa.
Para el trasplante de los árboles es necesario realizar
cepas de 60 x60 x 60 cm., cuando el suelo es de
buena calidad, o mayores si el suelo es muy pobre o
con alto porcentaje de pedregosidad.

También es muy importante considerar que cuando


se producen árboles para establecer en parcelas con
pendientes pronunciadas, el tamaño de los patrones
de los frutales deberá ser mayores a lo normal. Se
recomiendan de 40 cm. al menos.

Para garantizar espacio suficiente a los árboles, se realiza una orientación alternada con una
ligera inclinación del eje principal del árbol, uno aguas arriba y otro, aguas abajo; arreglo que se
irá fortaleciendo con las podas de formación.
7. INSTALACIÓN DE FILTROS DE ESCURRIMIENTO.

El acomodo de los rastrojos de la milpa y de los


residuos de las podas, aguas arriba de los
árboles, conformando los filtros de
escurrimiento, constituye otra de las prácticas a
realizar en el MIAF.

Estos filtros permiten mayor disponibilidad de


agua en tiempos de sequía por parte de los
árboles y la acumulación de tierra y materia
orgánica, mejorando la calidad del suelo y
formando paulatinamente terrazas, que además
facilitan la movilidad de las personas en las
parcelas con muy altos grados de pendiente.
La permanencia de los filtros y su manejo pueden variar en función de las
condiciones de humedad o de sequía que existen en las parcelas y de la
experiencia desarrollada por los productores.
8.- ARREGLO TOPOLÓGICO DE LA MILPA.

Mantener e incrementar los rendimientos de la


milpa, para compensar el espacio cedido a los
árboles frutales, se logra por un lado con el
incremento en la fertilidad del suelo, que
paulatinamente va permitiendo reducir el uso de
fertilizantes y por el otro, con la modificación del
arreglo topológico de la milpa.

La propuesta implica la disminución de las


distancias de siembra entre surcos a 80 cm, y entre
matas de maíz a 40 cm y la disminución de número
de semillas a dos por golpe; así como el
intercalado de dos surcos de maíz y dos de frijol,
siguiendo las curvas a nivel.
Sin embargo, no siempre éste
arreglo de la milpa es el más
deseable para los productores,
quienes mantienen una alta
diversificación de la milpa.

Es muy importante dialogar con


cada sembrador o sembradora
para comprender sus intereses y
lógicas de producción,
reconociendo las diversas
modalidades que dan a sus
parcelas.
9.- PODAS DE LOS ÁRBOLES.
La poda es, sin duda, una de las prácticas con
mayor dificultad de adopción por parte de las
y los campesinos y requiere de un
acompañamiento puntual y sistemático, sobre
todo en la etapa de establecimiento y
formación de los árboles.
También es un actividad que requiere de
mucha mano de obra.

Para lograr que cada árbol cuente con suficiente espacio


para su desarrollo vegetativo, se realizarán podas tipo
tatura modificado, que permitan el desarrollo de un solo
eje para cada árbol, orientándose de manera alterna, un
árbol aguas arriba y el siguiente, aguas abajo de la curva
a nivel.

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