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VERSÍCULO PARA MEMORIZAR

“Y Pedro les dice: Arrepentíos, y


bautícese cada uno de vosotros en el
nombre de Jesucristo para perdón de
los pecados; y recibiréis el don del
Espíritu Santo”
(Hechos 2:38).
Unidad 2
El ministerio del Espíritu Santo
revelado en las Escrituras
Clase 16
El ministerio del Espíritu Santo
en la vida del creyente
OBJETIVO DE APRENDIZAJE:
Conocer tres ministerios importantes del Espíritu
Santo en la vida del creyente.
VERDAD CENTRAL:
El Espíritu Santo cumple una triple misión en la
vida del creyente: le enseña la verdad de Dios
revelada en su Palabra, lo guía a fin de discernir
su voluntad e intercede por él a través de la
oración.
BASE BÍBLICA
Aún tengo muchas cosas que deciros, pero ahora no las
podéis sobrellevar. Pero cuando venga el Espíritu de
verdad, él os guiará a toda la verdad; porque no
hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo
que oyere, y os hará saber las cosas que habrán de
venir. El me glorificará; porque tomará de lo mío, y os
lo hará saber. Todo lo que tiene el Padre es mío; por
eso dije que tomará de lo mío, y os lo hará saber.
Juan 16:12-15
1. Le enseña la verdad de Dios revelada en su Palabra
Una de las últimas promesas del Salvador antes de su
crucifixión se relaciona con el ministerio docente del
Espíritu (Jn. 16:12-15).
Este ministerio comenzó en Pentecostés y se mantiene
desde entonces. El Espíritu Santo primero estudia y
escudriña las profundidades de Dios, luego nos las revela
(1Co. 2:9,10).
Antes bien, como está escrito: Cosas que ojo no vio, ni oído
oyó, Ni han subido en corazón de hombre, Son las que Dios ha
preparado para los que le aman. Pero Dios nos las reveló a
nosotros por el Espíritu; porque el Espíritu todo lo escudriña,
aun lo profundo de Dios.
Finalmente una a una imprime esas verdades en el
corazón de sus alumnos: los santos de Dios; esa es su
misión (1Jn. 2:27).

1Jn 2:27 Pero la unción que vosotros recibisteis de él


permanece en vosotros y no tenéis necesidad de que
nadie os enseñe; así como la unción misma os enseña
todas las cosas, y es verdadera, y no es mentira, según
ella os ha enseñado, permaneced en él.
La obra del Espíritu Santo no es simplemente para la
edificación individual, sino para la edificación de la
iglesia; el Espíritu también capacita a ciertos creyentes
con el don de la enseñanza para la edificación del
cuerpo de Cristo (Ef. 4:11,12).

Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros,


profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y
maestros, a fin de perfeccionar a los santos para la
obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de
Cristo.
NO EXISTE SANTIDAD APARTE DE LA VERDAD. POR ESO ES
NOTABLE LA INTERACCIÓN QUE EXISTE ENTRE LA
COMPRENSIÓN DE LA VERDAD Y LA SANTIDAD.
Salmo 119:9 ¿Con qué limpiará el joven su camino? Con
guardar tu palabra.
Salmo 119:11 En mi corazón he guardado tus dichos, Para
no pecar contra ti.
Juan 17:17 Santifícalos en tu verdad; tu palabra es verdad.
NO EXISTE VERDAD SIN SANTIDAD, PORQUE CUANDO SE
CONOCE A VERDAD Y NO SE VIVIE CONFORME A ELLA
NUESTRA CONCIENCIA ESTÁ MUERTA.
AQUÍ ESTAMOS HABLANDO TAMBIÉN EN PERSEVERAR EN LA
INSTRUCCIÓN PÚBLICA DE LA VERDAD.
2. Lo guía a fin de discernir su voluntad
Este ministerio del Espíritu es uno que más bendición y
seguridad ofrece al cristiano. El Hijo de Dios no necesita
andar en la oscuridad jamás; siempre puede pedir y
recibir instrucciones del propio Espíritu Santo.
Cuando el cristiano se enfrenta con un problema, lo
único que tendrá que hacer es discernir la voluntad de
Dios; pero a fin de saber cuál sea la voluntad de Dios en
circunstancias particulares, resulta necesario contar con
la dirección del Espíritu Santo; a su vez, esa guía o
dirección confirma que somos hijos de Dios, porque a los
hijos se los guía.
¿Cómo discernir la voluntad de Dios?
Rom 12:2 No os conforméis a este siglo, sino
transformaos por medio de la renovación de vuestro
entendimiento, para que comprobéis cuál sea la
buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.
¿Cómo habla el Espíritu Santo?
1. El Espíritu Santo habla primordialmente a través de
las Escrituras, por eso necesitamos una conciencia
bien informada a la luz de la Escritura. Donde la Biblia
habla no necesitamos ninguna otra conformación más
que la Palabra bíblica.
2. Creemos que el Espíritu Santo habla al creyente a
través de otros medios, como pueden ser: sueños,
visiones, palabras, testimonios de otros, etc.
Pero necesitamos tener mucho cuidado con estos
otros medios, porque al depender todos ellos de
nuestros sentidos podemos ser engañados.

Todos estos otros medios están necesariamente


sujetos a la Escritura y en ningún caso pueden
ponerse por encima de la Escritura.
2Pe 1:19 Tenemos también la palabra
profética más segura, a la cual hacéis bien
en estar atentos como a una antorcha que
alumbra en lugar oscuro, hasta que el día
esclarezca y el lucero de la mañana salga en
vuestros corazones;
3. Intercede por él a través de la oración.

Rom 8:26 Y de igual manera el Espíritu nos ayuda


en nuestra debilidad; pues qué hemos de pedir
como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu
mismo intercede por nosotros con gemidos
indecibles.
Rom 8:27 Mas el que escudriña los corazones sabe
cuál es la intención del Espíritu, porque conforme a
la voluntad de Dios intercede por los santos.
VERSÍCULO PARA MEMORIZAR
“Y asimismo también el Espíritu
ayuda nuestra flaqueza: porque qué
hemos de pedir como conviene, no lo
sabemos; sino que el mismo Espíritu
pide por nosotros con gemidos
indecibles” (Romanos 8:26).

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