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El Espíritu Santo ayuda a los que son nacidos de nuevo a entender la Escritura.
Juan 16: “Todavía tengo que deciros muchas cosas, pero ahora no las podéis sobrellevar. 13
Y cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad; pues no hablará por sí
solo, sino que hablará todo lo que oiga y os hará saber las cosas que han de venir. 14 El me
glorificará, porque recibirá de lo mío y os lo hará saber.
Juan 24:45 Entonces les abrió el entendimiento para que comprendiesen las Escrituras
Luego nos ayuda a estudiar la palabra, El Señor trabaja con nosotros, no sin nosotros por esto
debemos tener firmeza y con mucha diligencia estudiar la palabra.
Hechos 17:11 Estos eran más nobles que los de Tesalónica, pues recibieron la palabra
ávidamente, escudriñando cada día las Escrituras para verificar si estas cosas eran así.
Sabemos que Dios no se contradice. Por eso entendemos que el Espíritu nos d irige para
interpretar un versículo a la luz de todos los demás versículos. Necesitamos la Biblia para
interpretar todos los versículos y todas las experiencias personales.
Marcos 12:30 Y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con t oda tu
mente y con todas tus fuerzas.31 El segundo es éste: Amarás a tu prójimo como a ti mismo.
No hay otro mandamiento mayor que estos dos.
Juan 13:34 Un mandamiento nuevo os doy: que os améis los unos a los otros. Como os he
amado, amaos también vosotros los unos a los otros. 35 En esto conocerán todos que sois
mis discípulos, si tenéis amor los unos por los otros.
1 Juan 4:20 Si alguien dice: “Yo amo a Dios” y odia a su hermano, es mentiroso. Porque el
que no ama a su hermano a quien ha visto, no puede amar a Dios a quien no ha visto. 21 Y
tenemos este mandamiento de parte de él: El que ama a Dios ame también a su hermano.
El Espíritu Santo nos dirige para interpretar un versículo de modos que otros
confirman.
Hay que tener cuidado de los que interpretan la Escritura de maneras singulares, maneras con las
que pocos o ningún creyente está de acuerdo y para no hacer caer en error, para no dañar al que
escucha y no causar división.
2 Timoteo 16 Pero evita las profanas y vanas palabrerías, porque conducirán más y más a
la impiedad. 17 Y la palabra de ellos carcomerá como gangrena… 18 quienes se extraviaron
con respecto a la verdad, sosteniendo que la resurrección ya ha ocurrido, y trastornaron la
fe de algunos.
El Espíritu Santo usa a los maestros para ayudar a los creyentes a interpretar la
Escritura.
…y maestros, 12na fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la
edificación del cuerpo de Cristo (Ef. 4:11-12).
Los maestros están puestos por El para orientar y no nos salgamos de contexto para no caer en
error.
Certificamos que el Espíritu Santo todavía habla a los creyentes y a la Iglesia hoy. La forma
principal en que Dios nos habla es a través de las Escrituras; La Biblia es la base y la norma para
nuestra fe, nosotros nos sometemos a las Escrituras como la autoridad de Dios sobre nuestra vida.
Dios habla a los creyentes y a la Iglesia de otras maneras. Por el Espíritu, Dios puede hablar a los
creyentes por medio de sueños, visiones, profecía o lenguas e interpretación, a través de un canto,
de una enseñanza o del sermón de un pastor.
Hechos 8:26 Un ángel del Señor habló a Felipe diciendo: “Levántate y vé hacia el sur por el
camino que desciende de Jerusalén a Gaza, el cual es desierto.”
El Espíritu Santo nos aplica versículos de maneras personales, pero debemos discernir que el
Espíritu puede destacar diferentes versículos, dependiendo de la situación. Tenemos que
manejar correctamente la Palabra de verdad, debemos tener cuidado y dejar que el Espíritu
nos dirija a aplicar la Escritura, para que no nos desanimemos, ni nos confundamos ni
descarriemos a los demás.
Hch 18:9 Entonces el Señor dijo a Pablo en visión de noche: No temas, sino habla, y no
calles; 10porque yo estoy contigo, y ninguno pondrá sobre ti la mano para hacerte mal,
porque yo tengo mucho pueblo en esta ciudad.
La Biblia es inspirada y es nuestra para que la usemos. 2 Timoteo 3:16 nos recuerda que la Biblia
es útil para diferentes propósitos y momentos. “Toda la Escritura es inspirada por Dios y útil para
enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia” (2 Ti 3:16).
Mucha confusión ha resultado de gente sincera que sin sabiduría trata de “reclamar” las promesas
sin conocer el trasfondo o el acondicionado de cada una de ellas. Por eso sólo el Espíritu Santo
puede ayudarnos a saber en qué promesa o versículo poner nuestra atención en un momento en
particular.