El cliente silencioso es un cliente que deja de serlo (cliente de la
empresa) pero que no aporta información sobre los motivos que le han llevado a dejar de confiar en nuestra compañía o de requerir nuestro producto-servicio. Por ejemplo, un cliente que deja de adquirir un producto y se va a la competencia sin que haya ningún suceso o elemento concreto que haya desencadenado dicho cambio.
Además, hay que tener en cuenta que no se trata de un cliente
descontento, que es una tipología de cliente diferente. En el caso del cliente descontento, se trata de un cliente que, tras una mala experiencia, deja de confiar y consumir nuestro producto- servicio y expresa su voluntad de hacerlo. Por el contrario, en el caso del cliente silencioso, no existe este feedback de descontento. Simplemente, el cliente deja de serlo. Desaparece y no se vuelve a tener más datos sobre él o sus motivaciones a la hora de realizar el proceso de compra.