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DELITOS CONTRA LA PROPIEDAD

SESIÓN 5 Iván Isla Amaro


FALLOS
MOMENTO CONSUMATIVO
DELITO DE HURTO

• SENTENCIA ICA VALPARAISO ROL 462-2019

• SENTENCIA ICA CHILLÁN ROL 78-2017


3.- HURTOS AGRAVADOS

• El art. 447 CP regula situaciones de hurto agravado en razón del


abuso de confianza.

• En virtud de dicha agravación, esta figura puede llevar a incrementar


la pena hasta la de presidio mayor en su grado mínimo, si el valor de
la cosa sustraída excede las 400 UTM.

• Este aumento de la pena tiene sobre todo efectos procesales, en


materia de libertad provisional, procedencia de penas sustitutivas,
etc.

• La aplicación de estas agravantes sólo tiene cabida en los hurtos-


delitos (valor de la cosa sustraída mayor a media UTM),
excluyéndose las faltas.
A. El Famulato o Hurto Doméstico (art. 447 n° 1 CP)

TIPICIDAD

• Sujeto activo: El legislador habla de sirviente asalariado y por tal se


entiende al trabajador que a cambio de la remuneración pactada por
días, semanas o meses, presta a otros servicios personales. Aunque
el lenguaje del Código es algo arcaico al referirse a las categorías de
personas a quienes se aplica, estimamos que ellas son plenamente
aplicables a lo que conocemos como trabajadores de casa particular.

• Circunstancia de lugar: El delito debe perpetrarse "en la casa en


que se sirve" o "en aquella donde lo hubiere llevado su amo o patrón“
• Por “casa en que sirve” se entiende aquella donde efectivamente se
prestan los servicios personales. No se extiende a otras propiedades
del empleador.
• Por “casa a que lo hubiere llevado su amo o patrón” se entiende
aquella donde se hubiere llevado al empleado a servir al empleador o
a quien éste designe. Ej.: casa de veraneo de parientes de la familia,
donde acuden con la empleada.

• No se daría el supuesto, en cambio, cuando el sirviente es enviado a


hacer un encargo o a trabajar para otro (bajo subordinación de éste),
o realizar cualquier gestión distinta de su trabajo habitual.

• Para la configuración de esta agravante no es necesario que el


empleador esté físicamente en la casa donde deja al empleado, sino
que éste siga prestando sus servicios bajo su dependencia.
B. Hurto de trabajador en establecimiento comercial o industrial y
famulato impropio (art. 447 n° 2 CP)

TIPICIDAD

• Sujeto activo: En el inc. 1 de este N° 2 del art. 447, el legislador usa


las palabras "obrero", "aprendiz", "oficial". Según ETCHEBERRY,
estas expresiones deben ser tomadas en el sentido que tenían en la
época en que el CP fue dictado.
• Sin embargo, en atención al actual estado de la legislación laboral,
estimamos que esas distinciones no tienen aplicación.
• Sólo cabe hablar de trabajadores, en general, "cualesquiera sean las
funciones que desempeñen" en la medida que lo hagan dentro de
una relación laboral (lo que importa subordinación, dependencia y
remuneración pactada por temporadas no superiores a un mes).
• Por lo tanto, pueden cometer este delito los trabajadores
dependientes de otro, con exclusión de los que prestan servicios
personales en casa del empleador.
• En su inciso segundo, este número incluye además la situación de
quien presta servicios personales "habituales", aunque no
permanentes en la casa de otro, el llamado famulato impropio. Ej.:
jardinero no contratado permanentemente.

• Circunstancia de lugar: Tratándose del hurto del trabajador de


establecimiento comercial o industrial, esta clase de hurto se comete
en el establecimiento comercial o industrial en que trabaja el sujeto
activo. El Código menciona además "la casa del maestro". Por ésta
se entiende el lugar donde él enseña su arte, no su casa particular. El
fundamento de esta restricción lo encontramos en el hecho de que a
ella el empleado no tiene el libre acceso con el que cuenta al
establecimiento donde labora.
• En cambio, tratándose de famulato impropio, el lugar donde se
comete el delito puede ser perfectamente la casa particular de quien
contrata al autor, y donde éste presta sus servicios personales.
C. Hurto del Posadero (art. 447 n° 3 CP)

TIPICIDAD

• Sujeto activo: La terminología que emplea el Código ("posadero,


fondista u otra persona que hospede gentes") es anticuada, por lo
que es preferible hablar de empresario hotelero.

• Objeto Material: Las cosas que se hubieren llevado al lugar. Es


necesario resaltar que dichos objetos no deben haber sido
entregados en depósito, supuesto en el cual se podría configurar
apropiación indebida por parte del empresario.
D. Hurto del Transportista y del Bodeguero (art. 447 n° 4 CP)

• Sujeto activo: En este punto PMR comparten la opinión de


ETCHEBERRY, en el sentido de que los empleados de éstos pueden
ser sujetos activos si ejecutan el hecho en el ejercicio de sus cargos.

• Objeto material: Se trata de las cosas que los pasajeros llevan


consigo.
• No se incluyen aquellas depositadas en bodegas o encargadas
transportar por un contrato especial de transporte o depósito, pues a
su respecto se configuraría el delito de apropiación indebida.
HURTOS ESPECIALES EN RAZÓN DEL OBJETO MATERIAL SOBRE
EL QUE RECAEN

1.- HURTO DE PELOS, PLUMAS, CRINES O CERDAS


• La regulación de esta conducta se encuentra en el art. 448 quinquies
del CP.
• Se trata de un caso de hurto especial, que cuenta con una pena
señalada específicamente por el legislador (presidio menor en su
grado mínimo a medio).
• La especialidad de esta clase de hurto está dada por el objeto
material sobre el cual recae la apropiación y sólo será aplicable en la
medida que no concurra fuerza en las cosas, violencia o intimidación
en las personas. De presentarse dichos elementos, habría que
aplicar, según ETCHEBERRY, los respectivos delitos de robo.
2.- HURTO DE ENERGÍA ELÉCTRICA

• El delito de hurto de energía eléctrica se encuentra contenido en el


art. 215 del DFL 4/20.018, que fijó el texto refundido, coordinado y
sistematizado del DFL 1 – Ley General de Servicios Eléctricos
• El principal problema que plantea esta figura típica es su posible
inconstitucionalidad, atendida la prohibición contenida en el art. 61
CPR de delegar facultades legislativas en materias comprendidas en
las garantías constitucionales, dentro de las cuales se consagra el
principio de legalidad (art. 61 CPR en relación con el art. 19 N° 3
CPR)

• Dicho lo anterior, cabe preguntarse sobre la necesidad de haber


creado una figura especial para penalizar la sustracción, con animus
rem sibi habendi, del fluido eléctrico. El problema se plantea, ya que
el art. 432 del CP emplea la expresión "cosa mueble ajena" y no está
claro que la energía eléctrica revista tales características.
Ciertamente es una cosa, sin embargo, su corporalidad parece
dudosa.
TIPICIDAD

• Sujeto activo: El sujeto activo no reviste especiales características.


Pero sujetos pasivos sólo pueden serlo las compañías que
suministran electricidad bajo el sistema regulado por el DFL 1/1982
(Minería).

• Objeto Material: El fluido o energía eléctrica. Los daños y atentados


a las instalaciones y al cableado eléctrico se rigen por las reglas
generales.

• Conducta: Esta consiste básicamente en sustraer energía eléctrica -


directa o indirectamente- mediante conexiones clandestinas o
fraudulentas.
• Las conexiones clandestinas son las ocultas; mientras que las
fraudulentas, las que no cuentan con la respectiva autorización.
• Hay que precisar si la alteración de los medidores constituye un hurto
o una estafa.
• ETCHEBERRY afirma que dicha conducta es una variedad del delito
de estafa.
• PMR no comparten la opinión de este autor y señalan que la entrega
de energía se produce independientemente de la alteración que el
hechor realiza. En la estafa, en cambio, como veremos más adelante,
se requiere una disposición patrimonial por parte del sujeto pasivo
como consecuencia de las maniobras fraudulentas del estafador.
• Por tanto, las alteraciones de los medidores también constituyen -a
juicio de estos autores- esta especial forma de hurto.

• Culpabilidad: En cuanto a realizar las conexiones clandestinas, se


precisa de dolo directo. Podría admitirse comisión con dolo eventual
si el hechor no está seguro si cuenta o no con la correspondiente
autorización para conectarse y siéndole indiferentes las
consecuencias de ello, obra sin más, situación de todos modos
difícilmente contrastable en la realidad.
• Concursos: Se presenta el problema de determinar si el sujeto
realiza uno o más delitos en los siguientes casos:

a) El hechor tiene más de una conexión clandestina o fraudulenta


b) Con el propósito de no ser descubierto, el hechor se conecta y
desconecta alternativamente, como por ejemplo si sólo lo hace por
las noches.

• En la primera situación se comete un solo delito, en la medida que


éste afecte la misma red domiciliaria.
• La segunda corresponde a la hipótesis de delito continuado.

• Para el caso de reiteración de hurtos (como si una misma persona


estableciere dos conexiones diferentes a distintas redes
domiciliarias), se aplica el art. 451 CP.
D. Penalidad: Se aplican las penas del art. 446 CP.
3.- HURTO DE COSAS QUE FORMAN PARTE DE REDES DE
SUMINISTRO DE SERVICIOS

• La Ley Nº 20.273, de 28 de junio de 2008, incorporó el art. 447 bis en


el Código Penal, para crear esta nueva modalidad de hurto.
• Esta disposición expresa lo siguiente: “El hurto de cosas que forman
parte de redes de suministro de servicios públicos o domiciliarios,
tales como electricidad, gas, agua, alcantarillado, colectores de
aguas lluvia o telefonía, será castigado con presidio menor en sus
grados medio a máximo.
• Si con ocasión de alguna de las conductas señaladas en este artículo
se produce la interrupción o interferencia del servicio, la pena se
aplicará en su grado máximo”
• El alcance de la norma se explica por sí mismo, en ella –aparte de la
apropiación de cables de suministro de electricidad y servicios
análogos o cañerías de agua potable, en esta época tan frecuente–
reprime el apoderamiento de cualquier otro objeto mueble que integre
la red de que se trate.
• Ha de repararse que la sustracción a que se refiere al art. 447 bis
constituye el delito de hurto de las especies indicadas, o sea, se trata
de una apropiación sin que concurran las circunstancias
conformantes de fuerza en las cosas.
• En caso de concurrir esa fuerza el delito se desplaza al de robo
sancionado en el art. 443.
• La pena no se vincula con el valor de las cosas sustraídas, como
sucede en el hurto simple, se trata de una sanción única: de presidio
menor en su grado medio a máximo, que tampoco va acompañada
de multa.
• El inciso final del art. 447 bis consagra una circunstancia de
agravación, pues si con ocasión de realizar alguna de las conductas
que describe el servicio que se presta con los objetos sustraídos
se
• interrumpe o interfiere, la pena privativa de libertad debe aplicarse en
su grado máximo.
• Por último, es conveniente considerar que al ejecutar con dolo directo
(maliciosamente) el acto que interrumpe el servicio eléctrico y tal acto
no queda comprendido en las conductas descritas como delito de
hurto en el art. 447 bis, el mismo debe ser reprimido conforme al art.
213 del DFL 4/20.018, que fijó el texto refundido, coordinado y
sistematizado del DFL 1 – Ley General de Servicios Eléctricos
4.- HURTO DE HALLAZGO 448 Y 494 N° 19

• Las disposiciones relativas al hurto de hallazgo son originales del CP


chileno. Fueron redactadas teniendo en cuenta los artículos 624 y
siguientes CC, donde se regula la invención o hallazgo como modo
de adquirir el dominio.
• La particularidad principal de esta clase de delitos es que aquí el
ataque contra el patrimonio no se realiza ni por sustracción ni por
fraude: La apropiación ilegítima se configura con la sola vinculación
psicológica que se produce entre la cosa al parecer perdida, esto es,
que se encuentra fuera de una esfera de resguardo, y quien se la
apropia.
• En la descripción típica se encuentra presupuesta la disposición
material de la cosa, en la forma de mera tenencia.
• En el caso de hurto de hallazgo, el que la figura sea de omisión y no
de acción acentúa el carácter psicológico de la apropiación.
• La ley distingue dos formas de cometer este delito, según si las cosas
al parecer perdidas provienen o no de una calamidad natural o
humana, cuyas diferencias en cuanto a tratamiento penal veremos a
continuación.
TIPICIDAD

1.- Sujeto activo (Omitente): No reviste caracteres especiales, por lo


que es irrelevante

2.- Situación que crea la obligación:

a) Hallar una especie mueble:


El art. 624 CC prescribe que el hallazgo o invención es una especie de
ocupación, por la cual el que encuentra una cosa inanimada que no
pertenece a nadie adquiere su dominio apoderándose de ella.

Al cotejar la definición anterior con el CP, se advierte que no es posible


tomar todos sus elementos. En efecto, este último supone que las
cosas halladas pertenecen a alguien, por lo que el inventor no
adquiere el dominio sobre la cosa.
A lo sumo pasa a tener la posesión, esto es, la tenencia material de la
cosa con ánimo de señor y dueño.
Hallar una cosa mueble al parecer perdida, para los efectos penales,
significa que el inventor la toma como suya, se apodera de ella,
careciendo del derecho a ocuparla

b) Que la especie esté al parecer perdida:


• Según las disposiciones del CC, las especies muebles pueden
encontrarse en las siguientes situaciones (arts. 727 y 624 CC):
i) Abandonadas al primer ocupante: el hallazgo se transforma en
ocupación (art. 624). No es el caso del hurto de hallazgo.
ii) En poder material de su poseedor o tenedor: No hay posibilidad de
hallazgo, pues la cosa se encuentra dentro de una esfera de
resguardo. En tal caso la apropiación punible sólo se puede cometer
por sustracción (hurto común) o engaño (fraude).
iii) Dentro de la esfera de resguardo, aunque temporalmente
olvidadas: La apropiación penal sólo se lleva a cabo mediante
sustracción. Ejemplo: joyas extraviadas que encuentra el ladrón
dentro de una casa: se trata de un delito de hurto.

iv) Fuera de su esfera de resguardo: Estas son las cosas “al parecer
perdidas”

El Código Penal no exige que estén verdaderamente perdidas, en el


sentido de que su legítimo poseedor no sepa cuál es su paradero.

Este requiere únicamente que estén al parecer perdidas y por tal hay
que entender, conforme al esquema, aquellas que no se encuentran
dentro de su esfera de resguardo
c) Que el omitente sepa quien es el dueño o que se trate de una de
las especies señaladas en el inciso 2° del artículo 448:

• No basta con encontrarse una cosa al parecer perdida para cometer


este delito, omitiendo la entrega de ésta a su dueño o a la autoridad.

• El Código distingue al respecto dos situaciones:


i) Si las cosas se hallan al parecer perdidas o abandonadas a
consecuencia de naufragio, inundación, incendio, terremoto,
accidente de ferrocarril u otra causa análoga (entre las que podemos
encontrar hoy en día los accidentes de tránsito o aéreos). En este
caso, el solo hallazgo de la cosa genera la obligación de entregarla a
los dueños, si se conocen, o a la autoridad, en todo caso (art. 448
inc. 2°)

ii) En los restantes casos, para que se genere la obligación de restituir a


la autoridad o al dueño la cosa al parecer perdida, debe constarle a
quien se la halla quién es el dueño de la cosa. La ley determina el
nacimiento de la obligación de restituir en el momento en que alguien
se halla la cosa le consta quién es su dueño, "por hechos
coexistentes o posteriores al hallazgo".
El conocimiento del dueño puede constar por ser claramente
identificable la especie, según las señas en ella puestas, o por
noticias que llegan posteriormente a quien la encuentra (aparece el
suceso mencionado en TV, etc.)
• Si la cosa no tiene dueño, éste no existe o no es conocido del que se
la encuentra, nunca se configura el delito, ni aun en grado de
tentativa, imposible en estos supuestos de omisión propia.

3.- Omisión punible: no entregar la cosa a su dueño o a la


autoridad:

• El omitir entregar la cosa puede referirse tanto al dueño como a la


autoridad.
• Para estos efectos, la entrega que se haga a los representantes del
propietario se considera válida y, por tanto, se cumple con la
obligación.
• En este punto se presenta el problema de determinar cuál es el rol
que cumple el consentimiento del dueño en la entrega de la cosa o el
conocimiento que de ella tenga.
• Si se entrega la cosa, aun contra la voluntad de su dueño,
desaparece el acto apropiatorio y la obligación de entregar y, por
consiguiente, no hay delito.
• Tampoco se configura el hurto de hallazgo en el caso de que sea
entregada a la autoridad, siendo indiferente que el dueño consienta o
conozca dicha entrega. Por otra parte, en las infracciones contra el
patrimonio es circunstancia atenuante de la responsabilidad penal la
restitución voluntaria de la cosa (art. 456 CP).

• En esta hipótesis tampoco se le concede relevancia al


consentimiento o conocimiento que de la devolución tenga el sujeto
pasivo. Por lo tanto, en atención a lo expuesto, se concluye que estos
elementos (consentimiento-conocimiento de la entrega) no obstan a
la impunidad de la conducta del que hace la devolución a la
autoridad.
CULPABILIDAD

• Se requiere el dolo de hallazgo, esto es, la intención en la toma de


posesión material de la cosa y ánimo de señor y dueño sobre la
misma (apropiación).
• Además, debe contarse con el conocimiento de que la cosa es una
especie "al parecer perdida".
• Como elemento subjetivo adicional, que crea la obligación, se señala
que al inventor le conste quién es el dueño de la cosa (art. 448 inc.
1°) o la naturaleza de la calamidad que genera el hallazgo (art. 448
inc. 2°).
• Esta constancia debe basarse en hechos coexistentes o posteriores
al hallazgo.
• El Código Penal habla de constar, y por tal se entiende el tener por
cierta y manifiesta una cosa y no sólo presumirlo.
• La época en que al hechor le consta quién es el dueño de una cosa o
la naturaleza de la calamidad que generó el hallazgo fija el
nacimiento de la obligación de restituir.

• En cuanto a la omisión propiamente tal, también debe haber dolo


respecto de la conducta realizada en lugar de cumplir la obligación de
entregar la cosa al dueño.

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