Enseñanza

y Vida
¿Qué significa predicar?
Publicar, hacer patente y claro algo.
https://dle.rae.es/predicar

Definición. El significado bíblico de predicar tiene su

origen en la palabra griega kē·rýs·sō y cuya traducción
se puede interpretar como “proclamador” o bien
“divulgador” y por eso es que debe entenderse el
predicar no como la acción de realizar un discurso sino
más bien el de llevar un mensaje abierto a diferentes
públicos, en un rol de portador de noticias.
https://www.significadobiblico.com/predicar.htm
La importancia
y el papel de la
predicación.
Predicación
con buenos
resultados
I La vida del
maestro de
la Palabra
Roboam
I. Había preparado su corazón

II. Para inquirir en la ley de Jehová

III. Y para hacer

IV. Y enseñar
 I Preparar nuestro corazón
• La Palabra corazón en la escritura no es precisamente el
músculo situado en nuestra cavidad torácica, desde
donde se envía la sangre a todo nuestro organismo. El
corazón es el asiento, la base de nuestra inteligencia,
actitudes y emociones, remitiéndonos a los
pensamientos, sentimientos, inteligencia y al intelecto en
general.
• Corazón (heb. lêb, lêbâb; gr. kardí­a). Término, muy frecuente en
las Escrituras, que se usa muy raramente con respecto al
órgano real de nuestro cuerpo (1ª. S. 25:37; 2ª R. 9:24; etc.).
Generalmente designa el asiento de diversas actitudes y
emociones y de la inteligencia.
https://www.biblia.work/diccionarios/corazon/
• Por poner algunos ejemplos, en el libro de Éxodo, se
menciona en varias ocasiones que el faraón endureció su
corazón y no dejó salir al pueblo (Éxodo 8:15, 32; 9:34),
mostrando con ello, no que le dio amiloidosis cardiaca,
sino una actitud, una conducta, unos pensamientos,
acompañada de sentimientos, es decir un todo rebelde.
 Ezequiel 11:19

Este corazón de piedra describe un alto grado de indiferencia moral e insensibilidad espiritual. Y el corazón de
carne, una persona con el Espíritu de Dios, tierna, sensible, receptivo, leal y obediente a Dios.
• “Guárdate que no haya en tu corazón perverso pensamiento”
Deuteronomio 15:9.
• “Y él me enseñaba, y me decía: Mantenga tu corazón mis razones,
Guarda mis mandamientos, y vivirás” Proverbios 4:4
• “El sabio de corazón recibirá los mandamientos: Mas el loco de
labios caerá” Proverbios 10:8
• “Y estaban allí sentados algunos de los escribas, los cuales
pensando en sus corazones…” Marcos 2:6
• “El buen hombre del buen tesoro de su corazón saca bien; y el mal
hombre del mal tesoro de su corazón saca mal; porque de la
abundancia del corazón habla su boca” Lucas 6:45 cf. Mateo
12:34.
Estos textos nos ayudan a comprender que el corazón es una
figura, un símbolo que contiene el significado de que el corazón es
donde se asienta la inteligencia.
II. Preparar nuestro
corazón para inquirir
en la ley de Jehová

Preparación
espiritual y
académica
El Estudio es una base imprescindible de conocimiento y comprensión
de lo que vamos a compartir, mientras más acreditado y probado esté
lo que vamos a enseñar más veraz será, más seguros nos sentiremos,
más y mejor transmitiremos el mensaje de la Palabra.

El expositor de la Palabra no debe de soslayar o subestimar la

importancia de leer y de estudiar, de dedicar el tiempo suficiente para
prepararse en el estudio de todo lo referente al tema que va a exponer
o de la clase que va a dar.

Una actitud de poco estudio o anti intelectual puede hacernos

escasos, de poca profundidad e interés para el oyente. O terminamos
rápido porque no tenemos nada más que decir, o tardamos mucho
repitiendo y repitiendo lo mismo.

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¿Cómo prepararnos para inquirir, estudiar?
• Comentarios (Que ya se ha dicho de el tema)
• Diccionarios (Que significa)
• Diccionario Bíblico (Que significado se le da)
• Concordancia (En que otros pasajes se encuentra el término o tema)
• Geografía Bíblica (Donde se encuentra)
• Atlas (Que hay hoy en ese lugar)
• Arqueología (Descubrimientos al respecto)
• Ciencias Bíblicas: Análisis literario, historiografía, crítica textual,
• Exégesis (Interpretación del texto)
• Hermenéutica (Técnicas y métodos para estudiar el texto)
Método Inductivo
I. Observación. Qué dice el texto: qué es lo explícito del texto,
qué personajes participan, en que lugar sucede, cuando
sucede, y responde a la preguntas: que, quien, cuando y
dónde.

II. Interpretación. Qué significa el texto: que significan las

palabras, que quiere enseñar. Lo implícito al texto, para que se
escribió.

III. Aplicación. Para que me sirve el texto: que trata de enseñarme

y decirme el texto, cómo lo puedo vivir hoy. Cual es el valor
que subyace debajo de el texto, que es aplicable a mi realidad.
III. Para practicar
1. Muchos estudiosos de la Biblia, teólogos, académicos, tienen un alto interés en la
Escritura como objeto de estudio, pero no todos está dispuestos a llevarla a cabo, a
practicarla, a vivirla en todas sus consecuencias.
2. Dice la Escritura que Esdras era “escriba diligente en la ley de Moisés, que Jehová Dios
de Israel había dado; y concedióle el rey, según la mano de Jehová su Dios sobre él, todo
o que pidió” (7:6);
“Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos
en sacrificio vivo, santo, agradable á Dios, que es vuestro racional culto. Y no os conforméis
á este siglo; mas reformaos por la renovación de vuestro entendimiento, para que
experimentéis cuál sea la voluntad de Dios, agradable y perfecta” Romanos 12:1-2.
“No vivan ya según los criterios del tiempo presente; al contrario, cambien su manera de
pensar para que así cambie su manera de vivir y lleguen a conocer la voluntad de Dios, es
decir, lo que es bueno, lo que le es grato, lo que es perfecto” DHH
“Y no vivan ya como vive todo el mundo. Al contrario, cambien de manera de ser y de
pensar. Así podrán saber qué es lo que Dios quiere, es decir, todo lo que es bueno, agradable
y perfecto” TLA
¿Cómo me preparo para practicar? 1ª Pedro
1:5-7.

Amor
Fraternal
Amor
Piedad
Paciencia
Dominio Propio
Conocimiento
Virtud
Fe

Poner todo nuestro empeño

 IV. Preparar nuestro corazón para enseñar

Didaskwh: Acción de enseñar e instruir:

Clases de Escuela Sabática, Grupos Familiares, Reuniones de
Sociedades, Clases de niños, Escuela Bíblica de vacaciones,
Evangelismo Personal, Clases de Doctrina, Capacitaciones,
Etc.

Khrussw: Proclamar, dar a conocer,

predicar.
Predicación de Púlpito, Predicación en lugares públicos,
Campañas de Evangelismo, Etc.
¿Cómo me preparo para enseñar?
• Estudiar métodos de enseñanza, según el grupo o sociedad a la cual
sirvo: niños, adolescentes, jóvenes, adultos, mujeres, varones,
matrimonios, etc.
• Estudiar acerca de cómo exponer en público: Todo lo que tiene que
ver con técnicas de comunicación, uso de los ademanes, oratoria,
dicción, etc.
• Estudiar acerca de los medios digitales de comunicación, para
utilizarlos con más provecho.
• Tener un bagaje suficiente de cultura bíblica y general.
• Escuchar las críticas de todo tipo y considerarlas mesuradamente
• Estar dispuesto a mejorar. Practicar y Evaluar. Practicar y Evaluar.
• Grabe sus predicaciones y luego véalas y corrija sus “muletillas”,
ademanes, gestos, rostro, actitudes, etc.
Aplicación
• Si usted ha dado clases sabe que no es algo fácil mantener la atención, tener las palabras
adecuadas, usar una diversidad de tonos para hacerlo más comprensible y con énfasis, identificarse
con los alumnos, comunicarse verbal y corporalmente, preparar y utilizar materiales y medios
didácticos, y ahora también los recursos virtuales en la enseñanza; y ya ni hablar de la pedagogía,
que muchos de nosotros no tenemos una educación formal al respecto. Sin embargo, Esdras no
huía del ministerio de la enseñanza, ocultándose en su erudición.
• Hasta aquí podemos ver que, como maestros de la Palabra debemos de ser gente con
determinación y carácter para aplicarnos en la preparación de nuestro corazón, es decir en lo
espiritual e intelectual; en convertirnos en estudiosos e investigadores de la Escritura Sagrada, en
ser los primeros interesados en vivir y ejemplificar con nuestro testimonio las enseñanzas, y
prepararnos con todas las herramientas didácticas, pedagógicas, académicas y tecnológicas
posibles. En no conformarnos a ser expositores que no dejan huella sus enseñanzas, que no
transmiten; ya que, de Jesús nuestro maestro se dice: “Y se admiraban de su doctrina; porque les
enseñaba como quien tiene autoridad, y no como los escribas” Marcos 1:22.
• Esta nueva época que estamos viviendo nos exige más que antes ser, como maestros y maestras,
expositores y expositoras de la Palabra, de la Escuela Sabática, predicadores, jefes de grupo
familiar, maestros y maestras de niños, de adolescentes, jóvenes, femenil, varones, etc., personas
preparadas, que perfeccionen sus capacidades académicas, expositivas, didácticas. Al igual que sus
vidas, intelectos, capacidades, dones y talentos que Dios les ha dado, como nos muestra la carta a
los Efesios: “Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a
otros, pastores y maestros, a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la
edificación del cuerpo de Cristo” Efesios 4:11-12 (RV60), para preparar a su pueblo.