PALABRAS INSPIRADAS POR EL ESPÍRITU “Acerca de la pasada manera de vivir, despójense del hombre viejo, viciado por sus deseos engañosos. Renueven la actitud de su mente, y vístanse del nuevo hombre, creado para ser semejante a Dios en justicia y en santidad de la verdad” (Efesios 4:22-24) El Espíritu Santo está continuamente llamando a las personas a abandonar una vida sin sentido, dominada por el pecado. Cuando la persona responde al llamado, comienza una transformación, una nueva vida en Cristo. ¿Cómo ha de vivir aquel que ha sido renovado por el Espíritu? Pablo nos lo explica en Efesios 4:17-32.
La vida sin Cristo:
De pecado en pecado. Efesios 4:17-19. La vida en Cristo: Un vestido nuevo. Efesios 4:20-24. La transformación: Una nueva manera de vivir. Efesios 4:25-29. La acción del Espíritu Santo. Efesios 4:30. Qué dejar y qué hacer. Efesios 4:31-32. LA VIDA SIN CRISTO DE PECADO EN PECADO Efesios 4:17-19 ¿Cómo viven los paganos (4:17-19 NVI) y, por extensión, todos los que no conocen ni aceptan a Dios? Pensamientos frívolos
Dominados por la ignorancia
Duros de corazón
Con el entendimiento oscurecido
Han perdido la vergüenza Cuando no siguen a Dios, las personas y
la sociedad caen en una espiral Se han entregado a la inmoralidad descendente de pecado. ¿Qué parecidos ves entre la descripción de Pablo y la Cometen toda clase de actos indecentes sociedad que te rodea? LA VIDA EN CRISTO UN VESTIDO NUEVO Tras mostrar la vida sin Cristo, Pablo nos recuerda que nosotros vivimos una Efesios 4:20-24 experiencia distinta. Hemos sido enseñados por Cristo, aprendimos de Él, y su verdad nos transformó (4:20-21). Esto implica un cambio de vida. Es como una persona que se despoja de su ropa sucia, se asea, y se viste nuevas ropas (4:22-24): Despojaos del viejo Vestíos del nuevo Renovad vuestra mente hombre hombre Dejamos de vivir Las enseñanzas de Jesús Con la ayuda de Dios, dominados por la vida y su ejemplo moldean vivimos una vida de de pecado que teníamos nuestra mente y somos justicia y santidad antes de aceptar a Cristo leales a Él como nuestro Señor LA TRANSFORMACIÓN UNA NUEVA MANERA DE VIVIR Efesios 4:25-29 Pablo expone una serie de consejos sobre cómo deben vivir los que se han vestido de Cristo usando un curioso esquema: [A] qué se debe [B] qué se debe [C] la razón para cambiar dejar hacer Desechad la Hablad solo la Somos miembros los unos de v. 25 mentira verdad los otros No pequéis al Airaros (por las Si mantenéis la ira dais lugar al v. 26-27 (*) enojaros injusticias) diablo Trabajad con Para que podáis compartir con v. 28 No hurtéis vuestras manos el necesitado No digáis malas Hablad palabras Para que el que os oiga se llene v. 29 palabras edificantes de gracia (*) En los versículos 26-27 Pablo cambia el orden de [A] “Airaos” y [B] “pero no pequéis”. LA ACCIÓN DEL ESPÍRITU SANTO “Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para el día de la redención” (Efesios 4:30)
Interrumpiendo su exposición sobre las
conductas erróneas de los creyentes, Pablo da una razón muy importante para abandonarlas: Entristecen al Espíritu Santo con el que hemos sido sellados. Fuimos sellados con el Espíritu Santo en nuestra conversión (Ef. 1:13), y permanecerá con nosotros hasta “el día de la redención” (4:30). No nos abandona cuando hacemos mal las cosas… pero se entristece. Esta actitud del Espíritu Santo nos muestra que no es una mera fuerza que emana de Dios, sino que es una Persona. Una Persona divina con sentimientos, como el Padre y del Hijo, pero distinto de ellos. QUÉ DEJAR Y QUÉ HACER Efesios 4:31-32 Usando el mismo esquema previo, tenemos seis actitudes que abandonar, tres actitudes por las que reemplazarlas, y un por qué para realizar el cambio (4:31-32 NVI). ¿Qué dejar? ¿Qué hacer? ¿Por qué? Amargura Ser bondadosos Porque Dios nos Ira Ser compasivos ha perdonado en Cristo Enojo Perdonar Gritos Las conversaciones y las acciones en la familia de Cristo, y fuera de ella también, deben estar motivadas por la bondad, la ternura y el Calumnias perdón, basados en la norma más elevada de todas: el perdón que Malicia Dios nos ha extendido en Cristo. DECLARACIÓN DE INTENCIONES I. Deseo que mi influencia dentro y fuera de la familia de la Iglesia Adventista del Séptimo Día sea positiva, edificante, que aumente la fe y levante la moral. II. Al recordar los llamados de Cristo a la unidad y el amor, dedicaré más energía a confirmar a quienes hacen y dicen cosas que creo que son buenas que a señalar las faltas de quienes creo que están equivocados. III. Cuando no concuerde con alguien, dejaré en claro mi respeto por mi hermano creyente. Daré por sentados su integridad y su compromiso con Cristo. Presentaré mi opinión discrepante con delicadeza, sin estridencias. III. Viviré gozosamente, buscando toda oportunidad para edificar y sostener a mis hermanos miembros de iglesia, mientras espero la venida de Cristo. “Por medio del poder de Cristo, los hombres y mujeres han roto las cadenas de los hábitos pecaminosos. Han renunciado al egoísmo. El profano se transformó en reverente, el borracho en sobrio, el libertino en puro. Almas que habían manifestado la semejanza de Satanás, han llegado a transformarse a la imagen de Dios. Este cambio, en sí mismo, es el milagro de los milagros. El cambio realizado por la Palabra es uno de los más profundos misterios de ella. No lo podemos entender; solamente podemos creerlo” E. G. W. (Los hechos de los apóstoles, pg. 379)