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Efesios 4:17-32

La Biblia fue escrita para ser obedecida, y no solo para ser estudiada. Esta es la razón por la
que las palabras “pues” y “por tanto” se repiten tan a menudo en la segunda mitad de Efesios.

Pablo decía: Esto es lo que Cristo ha hecho por ti. Ahora bien, a la luz de esto, aquí está lo que
debemos hacer por Cristo. Debemos ser "hacedores" de la Palabra, y no tan sólo "oidores"
(Santiago 1:22). El hecho de haber sido llamados en Cristo (Efesios 1:18) debe motivamos a
andar en unidad (4: 1-16). El hecho de que hemos sido resucitados de los muertos (2: 1-10)
debe motivamos a andar en pureza (4:17-5:17).

El apóstol continúa describiendo los nuevos valores que se esperan de la nueva sociedad de
Dios o la vida digna del llamamiento de Dios. Ha argumentado que, por haber sido llamados a
ser “un” pueblo, debemos cultivar la unidad. Ahora continúa argumentando que, por haber
sido llamados a ser un pueblo “santo” debemos cultivar la pureza.

La pureza es una característica del pueblo de Dios tan indispensable como la unidad. Pablo
abre esta sección acerca de la pureza de la Iglesia, de la misma manera que abrió la primera
sección acerca de la unidad de la Iglesia: con una afirmación de su autoridad como apóstol de
Cristo.
V. 1 Yo pues, preso en el Señor, os ruego...
V. 17 Esto, pues, digo y requiero en el Señor...
Efesios 4:17-32
La manera en que Pablo maneja el tema es comenzando con la base doctrinal de la nueva vida
(4:17-24) para luego pasar a sus consecuencias practicas, en la conducta de todos los días
(4:25 - 5:24).

1. La exhortación (vv. 17-19) (pasaje paralelo: Romanos 1:18-32)


2. El argumento (vv. 20-24)
3. La aplicación (vv. 25-32)
- No mientan, sino (4:25)
- No se enojen por nada, sino (4:26, 27)
- No roben, sino (4:28)
- No uses tu boca para mal, sino (4:29)
- No seas poco amable o amargado, sino (4:30-32)

1. La exhortación (vv. 17-19)


17 Esto,pues, digo y requiero en el Señor: que ya no andéis como los otros gentiles, que andan
en la vanidad de su mente, 18 teniendo el entendimiento entenebrecido, ajenos de la vida de
Dios por la ignorancia que en ellos hay, por la dureza de su corazón; 19 los cuales, después que
perdieron toda sensibilidad, se entregaron a la lascivia para cometer con avidez toda clase de
impureza.
En la vida cristiana hay negativas y una de ellas es: “no andéis como los otros gentiles”. Porque
el creyente no debe imitar la vida de los no creyentes. Porque ellos están muertos en delitos y
pecados y nosotros ya pasamos a vida eterna en Cristo.
Pablo explica las diferencias entre el que es salvo y el que no lo es.

Lo que se nota inmediatamente es el énfasis del apóstol en el factor intelectual en la manera


de vivir de cada uno. Al describir a los gentiles centra la atención en la vanidad de su mente,
añade que tienen el entendimiento entenebrecido y atribuye su alienación de Dios a la
ignorancia que en ellos hay. Por lo tanto se refiere a sus mentes vanas, a sus entendimientos
oscurecidos, y a su ignorancia interior, como resultado de lo cual son duros de corazón,
lascivos y ávidamente impuros.
Pero en contraste con ellos, los creyentes han “aprendido”a Cristo, le han “oído”, han sido
“enseñados” por él, todo de acuerdo a “la verdad” que está en Jesús. En contraposición
con la oscuridad e ignorancia de los paganos, Pablo ubica la verdad de Cristo que los cristianos
habían aprendido.
Las Escrituras presentan un testimonio irrebatible del poder de la ignorancia y el error para
corromper, y del poder de la verdad para liberar, ennoblecer, y purificar.

La salvación comienza con el arrepentimiento, lo cual es un cambio en la manera de pensar.


Toda la perspectiva de una persona cambia cuando confía en Cristo, incluyendo sus valores,
metas e interpretación de la vida.

Era esencial desde el comienzo mismo que los efesos captaran el contraste entre lo que habían
sido como paganos y lo que eran ahora como cristianos, entre su vida vieja y su vida nueva, y
más aun, comprender la base teológica de este cambio.
Efesios 4:17-32
La vanidad de su mente: En primer lugar, los incrédulos son improductivos en sentido
intelectual. En lo referente a cuestiones espirituales y morales, son distorsionados e
inadecuados, por lo cual siempre fallarán en la producción de un entendimiento piadoso o una
vida morar. Su vida es vacía, vana y carente de sentido.
Ajenos de la vida de Dios: en segundo lugar, los incrédulos mantienen su alejamiento
espiritual de Dios y en consecuencia ignoran por completo su verdad. El resultado es su
ceguera espiritual y moral voluntaria.
Perdieron toda sensibilidad: en tercer lugar, los incrédulos tienen insensibilidad moral. A
medida que continúan su vida de pecado lejos de Dios, se vuelven cada vez más apáticos con
respecto a las realidades morales y espirituales.
Lascivia... impureza: en cuarto lugar, los incrédulos se caracterizan por su conducta depravada.
Sobre todo en el área de los pecados sexuales. La impureza es inseparable de la avaricia que es
una forma de idolatría.
El incrédulo cree que ha sido iluminado pero rechaza la Biblia y cree en lo ultimo en filosofías,
cuando en realidad esta en tinieblas “profesando ser sabios, se hicieron necios” Romanos 1:22.
El incrédulo esta muerto por causa de esa ignorancia espiritual. La verdad y la vida van juntas.
Si crees la verdad de Dios, recibís la vida de Dios. El incrédulo ha perdido toda sensibilidad
porque se ha entregado al pecado que lo controla. Romanos 1:18-32.
En todos los aspectos el creyente es diferente al incrédulo, y de ahí la amonestación: NO
ANDEIS.

2. El argumento (4:20-24)
20 Mas vosotros no habéis aprendido así a Cristo, 21 si en verdad le habéis oído, y habéis sido por
él enseñados, conforme a la verdad que está en Jesús.
Pablo refuerza su exhortación con un argumento tomado de la experiencia espiritual de los
efesos.
Y el énfasis continua en la mente del creyente.
20 Mas vosotros no habéis aprendido así a Cristo, no dice: aprendido acerca de Cristo, porque

es posible aprender acerca de Cristo y no ser salvo. “aprender a Cristo” significa tener una
relación personal con Cristo de modo que uno pueda conocerle mejor cada día. Esta relación
esta basada en la Palabra de Dios. Puedo aprender “la verdad” como esta en Jesucristo.
La persona no salva es ignorante espiritualmente, mientras que el creyente es inteligente en
las cosas de la Palabra. El incrédulo no conoce a Cristo, mientras que el creyente crece en su
conocimiento personal día tras día; por lo tanto, andaremos en el camino y no siguiendo el
ejemplo del mundo perdido.

Esta experiencia de salvación va más allá de solo una experiencia, porque ha traído como
resultado una posición completamente nueva ante Dios: el viejo hombre ha sido
abandonado, y ahora podemos andar en novedad de vida a través de Cristo.
Los versículos 22-24, son un resumen de Romanos 5-8, donde Pablo explica la identificación
del creyente con Cristo en la muerte, sepultura y resurrección. También trata sobre esto en
Efesios 2:4-6.
Efesios 4:17-32
Noten como en los versículos 20 y 21 vemos 3 descripciones figurativas de la salvación y el
nuevo nacimiento: APRENDIDO, OIDO, ENSEÑADOS.

a. Aprendido así a Cristo (v.20)


b. Habéis oído (v.21a)
c. Habéis sido por él enseñados (v.21b)
Son 3 expresiones que refieren a una instrucción que Pablo da por sentado que han tenido
los efesos.
a. Cristo mismo es la sustancia de la enseñanza cristiana. ¿Qué clase de Cristo
aprenden? No solo el verbo hecho carne, el único Dios hombre que murió, resucito
y reina. Es más que eso. La implicación del contexto es que debemos también
predicar su señorío, el reino de justicia que introdujo y las demandas morales de la
nueva vida. El Cristo del que habían aprendido los efesios los invitaba a asumir
valores y metas totalmente distintas de las de su vida pagana anterior.
b. Cristo, quien es la esencia de la enseñanza, también es el maestro. Pablo da por
sentado que, a través de la voz de sus maestros cristianos, ellos han escuchado
realmente la voz de Cristo.
c. Es decir que Jesucristo, además de ser el maestro y la enseñanza, también era el
contexto en la que se impartía la enseñanza. Cuando Jesucristo es a la vez el
sujeto, el objeto y el medio ambiente de la instrucción moral que se imparte,
podemos estar confiados de que esta es auténticamente cristiana. Porque la
verdad está en Jesús.

Pero, ¿cuál es exactamente esta verdad que está en Jesús?


Si la oscuridad pagana lleva a una impureza desenfrenada, ¿cúal es la verdad que libera a
los cristianos y los guía a la rectitud? Los próximos versículos dan la respuesta.
22 En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está viciado conforme

a los deseos engañosos, 23 y renovaos en el espíritu de vuestra mente, 24 y vestíos del nuevo
hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad.
Los verbos “despojaos” y “vestíos” no son mandamientos nuevos que Pablo esta dando a
los efesios, sino los antiguos que les dio cuando estaba con ellos, y ahora les recuerda.
Estos verbos son la misma “verdad que está en él”, que les había sido enseñada y que
habían aprendido.
¿qué era o que se les había enseñado? Que transformarse en cristianos implicaba un
cambio radical, es decir “una conversión”. Implica el rechazo de nuestro yo anterior, de
nuestra humanidad caída, y la instauración de un nuevo yo. A esto es a lo que Pablo llama:
“viejo hombre”, el cual hay que quitarse y “nuevo hombre”, el cual hay que ponerse.

Dice además el texto, que el viejo estaba dominado por deseos y pasiones descontroladas;
el nuevo ha sido creado en la justicia y santidad. Los deseos del viejo hombre eran
engañosos, la rectitud del nuevo es verdadera.
Por lo tanto, vicio y creación, pasión y santidad, engaño y verdad se oponen entre si,
indicando incompatibilidad total del viejo y el nuevo, lo que éramos en Adán y lo que
somos en Cristo.
Efesios 4:17-32
Entre estos retratos contrastantes de la clase de persona que dejamos atrás y la que
tomamos, aparece el versículo 23: “ser renovados en el espíritu de vuestra mente”. El
verbo es presente infinitivo, indicando que, además del rechazo decisivo, en la conversión
esto implica una continua renovación de nuestra apariencia.
Porque si la degradación pagana se debe a los pensamientos frívolos, entonces la justicia
cristiana depende de la renovación constante de nuestra mente.

3. La Aplicación (4:25-31)
En esta sección se describen 5 pecados que debemos dejar y Pablo explica por qué
debemos hacerlo. Pablo pasa de una charla teológica acerca de nuestras dos
humanidades, acerca del Cristo que hemos aprendido y la nueva creación que hemos
experimentado, a lo pequeño y cotidiano del comportamiento cristiano: decir la verdad y
controlas nuestro enojo, ser honestos en el trabajo y amables en la conversación,
practicar el perdón, el amor y el autocontrol sexual. Todo muy practico.
Veamos 3 rasgos comunes:
- Todo se refiere a nuestras relaciones. La santidad no es una condición mística
experimentada en la relación con Dios y aislada del resto.
- En cada ejemplo se equilibra una prohibición negativa con un mandamiento
positivo correspondiente. No es suficiente abandonar la mentira, el robo y el mal
humos, a menos que también comencemos a decir la verdad, trabajar duro y a ser
amables con las personas.
- En cada caso se nos dice o esta implícita una razón para el mandamiento y una
razón teológica.

a. No mientan, sino digan la verdad (4:25)


Por lo cual, desechando la mentira, hablad verdad cada uno con su
prójimo; porque somos miembros los unos de los otros.
No solamente se refiere a decir mentiras o cosas falsas, sino que el contexto nos enseña
que Pablo se referia a la gran mentira de la idolatría. Porque sus lectores han renunciado a
la suprema falsedad del paganismo, que es el síntoma principal d elos pensamientos
frívolos y del entendimiento oscurecido, ahora les pide rechazar todas las mentiras
menores y hablas la verdad. Es de poca efectividad si evitamos la mentira pero no
perseguimos la verdad.
Los seguidores de Jesús (en quienes está la verdad), deberían ser conocidos en su
comunidad como gente honesta, confiable y transparente.
La comunión se construye sobre la confianza, y la confianza sobre la verdad. Por lo tanto,
la mentira minimiza la comunión, mientras que la verdad la fortalece.

b. No se enojen, sino asegúrense que su enojo sea correcto (v.26-27)


Airaos, pero no pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo, 27 ni deis lugar
al diablo.
Efesios 4:17-32
“si se enojan, no pequen” Salmos 4:4. Son expresiones idiomáticas hebreas, que permite y
luego restringe el enojo. El versículo reconoce que hay algo así como un enojo cristiano,
aunque son demasiado pocos los cristianos que lo sienten.
Hay dos clases de enojo: el bueno y el malo. Este tipo de enojo bueno hace que el
creyente odie la injusticia, la inmoralidad, la impiedad y todas las demás manifestaciones
pecaminosas. Si ese enojo está libre de todo egoísmo y se basa en el amor de Dios y a los
demás, no solo es permisible, sino ordenado. Pero aun el enojo justo puede convertirse en
amargura, por eso debería dejarse a un lado al final de cada día.

c. No roben, sino trabajen y regalen (4:28)


El que hurtaba, no hurte más, sino trabaje, haciendo con sus manos lo que es
bueno, para que tenga qué compartir con el que padece necesidad.
No robes, era el octavo mandamiento de la ley de Moisés. tuvo y aun tiene una amplia
aplicación, no solo en cuanto al robo de dinero de otros sino también a las evasiones de
impuestos y de otros recursos que se roba a los gobiernos; se aplica también a los
empleadores que oprimen a sus trabajadores y a los empleados que trabajan mal o sin
ganas.
Al hacer eco en el mandamiento (el que robaba, que no robe más) el apóstol va más alla
de la prohibición y extrae sus implicaciones positivas. No es suficiente que el que robaba
deje de hacerlo. Es necesario que trabaje haciendo con sus manos lo que es bueno.
Luego podrá no solo mantenerse y a su familia, sino compartir con el que padece
necesidad. En lugar de vivir de la comunidad, como hacen los ladrones, comenzará a
contribuir con ella.

d. No uses tu boca para mal, sino para bien (4:29)


Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea buena para
la necesaria edificación, a fin de dar gracia a los oyentes.
Pablo pasa del uso de nuestras manos al uso de nuestras bocas. Porque hablar refleja una
de nuestra semejanza con Dios. Dios habla y como él, nosotros también lo hacemos.
“Corrompida” es una palabra que se utiliza para hablar de arboles, frutas y verduras en
descomposición. Cuando se aplica al habla, sea que se refiera a su deshonestidad, falta de
amabilidad o vulgaridad, sugiere algún tipo de daño hacia quien escucha.
En lugar de hablar para dañar, debemos utilizar nuestra boca para edificación, entonces
nuestras palabras serán para dar gracia a los oyentes.

e. No sean poco amables o amargados, sino amables (4:30-32)


Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para el día
de la redención. 31 Quítense de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería y
maledicencia, y toda malicia. 32 Antes sed benignos unos con otros,
misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a
vosotros en Cristo.
Dios se entristece cada que sus hijos rehúsan cambias los hábitos viejos del pecado por los
hábitos justos de la nueva vida. La amargura conduce a la ira, la cual es el resultado
exterior de los sentimientos interiores.
Efesios 4:17-32
Contrista al ES. El vive en cada creyente, y cuando el corazón está lleno de amargura e ira,
el Espíritu se contrista. No perdemos la salvación porque ya hemos sido sellados, pero
perdemos el gozo de nuestra salvación y la plenitud de la bendición del Espíritu.

Los versículos 31 y 32, resumen los cambios de vida de un creyente mencionados en los
pasajes que vimos.
Los que han sido perdonados tanto por Dios deberían perdonar las ofensas pequeñas. en
comparación con otros que hayan infringido sobre ellos. Mateo 18:21-35. Parábola de los
2 deudores.

Conclusión:
Lo que pablo ha venido hablando es má s que solo un llamado a la unidad y pureza de la
iglesia. Su tema es la integración de la experiencia cristiana (lo que somos), la telogia
cristiana (lo que creemos) y la ética cristiana (como nos comportamos).
Enfatiza que ser, pensar y actuar van juntos.
Porque lo que somos gobierna lo que pensamos, y nuestra manera de pensar determina
nuestra acción.
La buena conducta surge de la buena doctrina. Solo cuando hemos aprehendido
claramente quienes somos en Cristo, crecerá en nuestro interior el deseo de vivir una vida
digna de neustro llamado y coherente con nuestro carácter de nueva sociedad.

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