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(Efesios 4:22-24)
(Efesios 4:22-24)
En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está viciado
conforme a los deseos engañosos, y renovaos en el espíritu de vuestra mente, y
vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad.
Propósito:
Convencer a los oyentes de abandonar su antigua manera de vivir y convertirse en
personas nuevas.
INTRODUCCIÓN.
1. La historia de Benjamín Burton
una famosa película de Hollywood está basada en la vida de Benjamín Button, un
niño diferente a todos los demás. A diferencia del resto de recién nacidos, él llegó al
mundo con la apariencia propia de un anciano de 80 años. Debido a su extraña
naturaleza, sus padres decidieron abandonarlo en la puerta de un acilo, donde fue
calurosamente acogido. Él punto principal de esta película era el hecho de que el
tiempo no pasaba igual para Benjamín, a él, los años en lugar de hacerlo más viejo,
lo hacían más joven. Nació con la apariencia de un anciano de 80 años, pero con el
paso del tiempo, se iba volviendo más y más joven.
Hermanos y hermanas, amigos y amigas, el propósito por el cual estoy parado ante
ustedes en esta hora, es para decirles que tenemos que pasar de lo viejo a lo nuevo.
Lo que pablo está diciendo en este texto de las escrituras, es que…
Proposición:
Dios nos ha llamado a abandonar nuestra antigua manera de vivir y a convertirnos
en personas nuevas.
Frase interrogativa:
La pregunta del millón es: ¿cómo podemos hacerlo? ¿de qué manera podemos pasar
de lo viejo a lo nuevo? ¿cómo podemos soltar nuestra antigua vida llena de fracaso,
dolor o tristeza y abrazar una vida nueva llena del favor y de la gracia de Dios?
Frase de transición:
Bueno, la respuesta la encontramos en el texto que leímos inicialmente
(Efesios 4:22-24). Aquí, la palabra de Dios nos muestra tres pasos que debemos dar
para abandonar nuestra antigua manera de vivir y convertirnos en personas nuevas.
Lo primero que debemos hacer para abandonar nuestra antigua manera de vivir y
convertirnos en personas nuevas, es despojarnos del viejo hombre.
La verdad que la palabra de Dios quiere enseñarnos aquí, es que todos, y cada uno
de nosotros, debemos abandonar nuestra vida de pecado. Nuestra pasada manera
de vivir, se refiere al estilo de vida que una persona lleva antes de conocer al
Señor Jesucristo. Es una vida llena de pecado y de inmoralidad, llena de lujuria e
impureza, de ira y enojo, de pleitos y envidia, de codicia y borracheras, de mentira
e hipocresía, una vida sumida en el lodo del pecado y de la maldad, una vida
oscurecida por la ausencia de la luz que trae la presencia de Dios.
Ahora bien, ¿Qué es lo que debemos hacer con este estilo de vida pecaminoso y
lleno de maldad? Bueno, el apóstol pablo dijo: En cuanto a vuestra pasada
manera de vivir, despojaos del viejo hombre.
(Gálatas 5:19-21)
Cuando ustedes siguen los deseos de la naturaleza pecaminosa (es decir, del viejo
hombre) los resultados son mas que claros: inmoralidad sexual, impureza,
pasiones sensuales, idolatría, hechicería, hostilidad, peleas, celos, arrebatos de
furia, ambición egoísta, discordia, divisiones, envidia, borracheras, fiestas
desenfrenadas y otros pecados parecidos. Permítanme repetirles lo que les dije
antes: cualquiera que llevé esa clase de vida no heredará el reino de Dios.
Amigos y amigas, cada uno de nosotros lleva a cuestas, la apariencia del viejo
hombre, pero en esta hora, hemos venido a este lugar para despojarnos de él.
Necesitamos despojarnos del viejo hombre.
Esta metáfora de despojarnos del viejo hombre, está tomada de una prenda vieja,
desgastada e inmunda, que desecharíamos con aborrecimiento. Despojarnos del
viejo hombre se refiere a quitarnos algo por completo, así como un mendigo que
decide deshacerse de sus harapos y de toda su vestimenta sucia. Despojarnos del
viejo hombre, nos habla de arrepentimiento.
(Efesios 4:31)
Quítense de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería y maledicencia, y toda
malicia.
(Tito 2:11-12)
Porque la gracia de Dios se ha manifestado para salvación a todos los hombres,
enseñándonos que renunciando (despojándonos) a la impiedad y a los deseos
mundanos, vivamos en este siglo sobria, justa y piadosamente.
Alguien en esta hora necesita tomar la decisión de despojarse del viejo hombre.
El segundo paso que debemos dar para abandonar nuestra antigua manera de vivir y
convertirnos en personas nuevas, es… renovar nuestra mente.
(Efesios 4:22-24)
En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está viciado
conforme a los deseos engañosos, y renovaos en el espíritu de vuestra mente…
Otra versión dice: Y dejen que el espíritu les renueve los pensamientos y las actitudes
Cada persona que lleva una vida sin Cristo, tiene una mente dominada por el pecado
y por la insensibilidad espiritual. Es por esa razón que la salvación incluye la mente,
que es el centro de los pensamientos, sentimientos, emociones, acciones e
intenciones.
En (Filipenses 4:8) pablo describe con detalles, lo que es una mente renovada.
Ahora bien, el tercer y último paso que debemos dar para abandonar nuestra antigua
manera de vivir y convertirnos en personas nuevas, es… Vestirnos del nuevo
hombre.
La persona que se ha despojado del viejo hombre y cuya mente ha sido renovada, es
literalmente, un nuevo hombre.
El viejo hombre es aquella vieja vida sin Cristo, pero el nuevo hombre es la nueva
vida que tenemos en Cristo. El nuevo hombre, es la nueva persona creada en nosotros
cuando le entregamos nuestra vida a Jesus, nos arrepentimos, nos bautizamos y
recibimos el don del Espíritu Santo.
Si miramos una vez mas en el espejo de la palabra de Dios, podremos ver cómo luce
el nuevo hombre.
En (Gálatas 5:22-23) pablo describe las cualidades y características que hay en el
nuevo hombre.
A diferencia del viejo hombre, que está sumido en el pecado y en la maldad, el nuevo
hombre luce bastante bien porque es creado a la semejanza de Cristo, ya no tiene una
mente reprobada llena de malos pensamientos y deseos perversos, ahora tiene la
mente de Cristo, ahora piensa como Cristo, vive como Cristo, habla como Cristo y
actúa como cristo.
Quizá haya alguien aquí que haya venido bajo el peso y la carga que trae consigo el
viejo hombre, pero hay una buena noticia para nosotros en esta tarde y es que
Jesucristo de Nazaret, nació, fue a la cruz del calvario, murió y resucitó para darnos
una nueva apariencia.
(2 Corintios 5:17)
De modo que, si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron;
he aquí, todas son hechas nuevas.
(Gálatas 2:20)
Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí, y lo
que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del hijo de Dios, el cual me amó y se
entregó así mismo por mí.
Jesucristo vino para llevarnos de lo viejo a lo nuevo, para llevarnos del viejo hombre,
al nuevo hombre, para sacarnos de las tinieblas y ponernos en su luz admirable.
(1 Pedro 2:9)
Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido
por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su
luz admirable.
CONCLUSIÓN.
1. Hoy podemos tomar la decisión de abandonar esta antigua vida de pecado,
despojarte del viejo hombre, ser renovado en el espíritu
de nuestra mente, y vestirnos del nuevo hombre creado según Dios en la justicia y
santidad de la verdad.
2. Hoy podemos despojarnos de esa vida llena de fracaso, tristeza, angustia, ansiedad
y depresión y recibir la vida nueva que Jesucristo quiere darnos. El quiere escribir
una nueva historia, el quiere darte un nuevo comienzo. Él quiere llenarte de valor y
darte propósito.
3. Deja lo viejo y ponte lo nuevo.