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Gomez 1
Gomez 1
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8&feature=emb_logo
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El bebé de 9 meses
No le interesa gatear
Pasa la mayor parte del tiempo sentada en el suelo con objetos que le colocan
Toca los objetos con el dedo índice, los coge y a veces golpea el suelo con ellos
No tiene precisión y lo normal es que los objetos se le escapen de las manos
A veces deposita un juguete junto a otro y parece reconstruirlos montando dos piezas.
Llora y necesita que un cuidador interprete sus necesidades y su llanto
Tiene dificultades para mantener el equilibrio en la posición sentada
El bebé gorila que se cria en un zoológico
Las manos permiten la locomoción arborea. Las manos y los pies permiten el agarre a las
ramas. En otros mamíferos no hay mecanismos prensiles sino garras o colas prensiles
(“quinta mano”)
Las manos son una herramienta y permiten acercar la comida a la boca y no la boca a la
comida cómo lo hacen la mayoría de los mamíferos.
Los monos implementan maniobras complejas por medio de las manos para romper las
cortezas de los alimentos y hacer otras actividades de preparación de la comida (ej, retirar
espinas, romper cascaras, eliminar el veneno de un miriapodo)
La versatilidad de las manos.
La mano del primate es un órgano especializado en tener una función general (de agarre)
útil para variedad de propósitos adaptativos.
La vida social no es una novedad evolutiva, pero es más compleja en el caso de los
primates, lo cual ha derivado en adaptaciones como la evolución de la cara (ej. el gesto
con significado social)
Los primates han desarrollado más músculos faciales que cualquier otro animal. La cara se
ha convertido en un estímulo social cargado de mucha información que requiere un
procesamiento mas complejo.
Los vínculos sociales de los primates son complejos y resultan en una serie intrincada de
relaciones (como redes) lo cual ha sofisticado su cognición.
Conductas sociales como acicalarse desplegan conductas afiliativas para afianzar los
vínculos. Las manos se convierten en instrumentos de interacción social.
Los simios perciben el mundo de los objetos y se representan el mundo de los sujetos,
lo cual complejiza la cognición.
La evolución de la infancia.
Los padres sirven una función de auto regulación (temperatura, hambre, sed) que el
infante humano progresivamente desarrollará en la ontogenia.
La necesidad del vínculo, sin embargo, no es solo física sino que se requiere para el
desarrollo psicosocial (Harlow, 1971)
El contacto social no es suficiente, debe haber una calidad de las interacciones para
garantizar el desarrollo de las crías humanas.
Por mediación de sus madres las crías de los primates tienen acceso selectivo desde el
principio a ciertos objetos y situaciones del ambiente. (ej. la manipulación de termitas,
el uso de herramientas, etc.)
Flexibilidad conductual y cognitiva.
Una representación es una descripción simbólica explícita del mundo. Sin embargo, hay
representaciones no son mediadas por lo verbal y que son prácticas e implícitas. En
lugar de descripciones simbólicas son instrucciones sobre qué hacer y qué esperar en
situaciones diferentes. Estas representaciones son comunes en los simios y los menores
humanos.