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Mis Malas Decisiones

¿QUE ES UNA MALA DECISION?


• La palabra decisión deriva del latín de-cidere, que quiere decir
“separar cortando”. Seleccionar una parte, implica siempre dejar el
resto, ya que debido a nuestra capacidad limitada, cada decisión supone
una renuncia a otras alternativas.

Las malas decisiones frecuentemente son aquellas que se toman sin tener
en cuenta el panorama completo del problema o ideal, sin importarnos si
nos desviamos del camino correcto, y haciéndonos daño a nosotros
mismos y a los demás.
• Algunos toman decisiones equivocadas, sin importarles las
consecuencias, pues quieren manifestar su superioridad. Las correcciones
de las decisiones tomadas, suelen tener poco efecto, pues casi siempre se
hacen a destiempo o muy tarde.
• Los egoístas basan sus decisiones, sin importarles las consecuencias,
solamente se fijan en ellos mismos: Qué me gusta, qué me funciona, qué
me rinde más, qué satisface mi gusto personal, qué beneficio inmediato me
proporciona, qué me crea problemas, etc. No quieren reflexionar en las
consecuencias que tendrá para el prójimo, las decisiones tomadas o por
tomar.
• Hay quienes tienen personalidades muy débiles, tímidas, inseguras y
vacilantes, y no quieren decidir ni arriesgar nada, pues se les hace
insoportable, la posible responsabilidad de la decisión y de las
consecuencias. Prefieren que otros tomen las decisiones por ellos. Por su
inseguridad y temor al riesgo, nunca “agarran al toro por los
cuernos”, ya que tienen un sorprendente miedo a la realidad.
• Las decisiones tienen que ser siempre bien pensadas, nadie puede
acostumbrarse a decir siempre si, o siempre no, pues esto suele conllevar,
una falta de conocimiento, inmadurez e irresponsabilidad sobre lo que se está
decidiendo. Tampoco es solución tomar las decisiones echando a “cara o cruz”.
• El error de las decisiones mal tomadas, no disminuye, por saber que “todos
lo hacen” o que alguien se ha equivocado, más que yo. En la práctica no
funciona ese truco, que algunos enseñan para dejar tranquilos a los
equivocados. Cada persona es responsable de lo que ha hecho o no ha hecho.
Proverbios 1:32-33 

¡Sufrirán las consecuencias de sus malas decisiones y de su mala conducta!


¡Acabarán siendo destruidos por su necedad y por su poca atención! Pero los
que me hagan caso vivirán tranquilos y en paz, y no tendrán miedo del mal».
CATECISMO DE LA IGLESIA CATOLICA

• III. Decidir en conciencia


• 1786 Ante la necesidad de decidir moralmente, la conciencia puede
formular un juicio recto de acuerdo con la razón y con la ley divina, o al
contrario un juicio erróneo que se aleja de ellas.
UNA MALA DESICIÓN -
CONSECUENCIAS

• Siempre trae consecuencias negativas


• A veces dañamos a otras personas y a nosotros mismos
• Nos arrastra a conflictos, problemas…
• Quita la oportunidad de ser felices, libres,
• Puede cambiar tu vida.
• A toda acción corresponde una reacción, y a toda decisión una consecuencia.
Por ejemplo: Cuando alguien enojado toma la decisión de ofender gravemente a
otra persona, sus palabras pueden dejarle una cicatriz indeleble. Esa cicatriz
permanecerá en su mente, durante mucho tiempo, por muchas veces que
posteriormente le hayas dicho, que lamentas lo sucedido. Una herida verbal,
afecta tanto como una física.
• Somos esclavos de nuestras decisiones equivocadas y dueños de las acertadas.
Si se han pensado bien las decisiones que se van a tomar, tendremos muchas
posibilidades de no ser esclavos de ellas.
LOS CINCO PUNTOS QUE DEFINEN UNA DECISION 

1) libertad de elección,
2) múltiples posibilidades,
3) deliberación,
4) renuncia, y
5) acto de elegir.
Cada ingrediente es necesario y, cuando falta alguno, no hay elección. Las
decisiones bien tomadas, teniendo en cuenta sus consecuencias, son las
manifestaciones concretas, que reflejan la práctica de las virtudes y valores
humanos que tenemos, que son compañeros inseparables.
• Las decisiones tomadas con sensatez, cordura y reflexión, tienen muchas
posibilidades de tener éxito y no tener malas consecuencias. Pero las hechas de
forma opuesta o con insolencia, ligereza, frivolidad o descuido, siempre tienen
unos malos resultados o repercusiones para todos.

• Las decisiones deben tomarse, teniendo muy claro si van a producir el bien o
el mal. Para ello debe conocer perfectamente que es lo que está bien y lo que está
mal. Algunas personas, por propia conveniencia no ven la raya que los separa y se
inclinan por el lado que más les conviene.
ANTES DE TOMAR UNA BUENA
DECISION
• Evaluar las probabilidades
• Analizar consecuencias
• No actuar por impulso
• No ser emocionales
• Evitar imitar las decisiones de otros solo por copiar, no siempre lo que es bueno para
uno es bueno para otro.
• Confiar al señor tus decisiones
• Orar antes de decidir si es lo correcto
• Discernir
¿Cuál es la mejor
decisión
de tu vida?
(5 minutos para reflexionar)
“SEGUIR A CRISTO TRAS
LAS HUELLAS DE SAN
FRANCISCO”
“Vivir el santo Evangelio de nuestro Señor Jesucristo”

En:
• Obediencia
• Humildad
• Castidad
En una fraternidad
¡GRACIAS!

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