INFORMACION PARA FAMILIAS

MANEJO EMOCIONAL
DE LOS HIJOS E HIJAS
• Todo niño/a que ingresa al Jardín Infantil, tendrá que aprender a
compartir la atención, el espacio y los juguetes.

• Al entrar al Jardín Infantil comienza para él la verdadera relación

social con iguales.

• Antes de esto, los niños están acostumbrados a ser el centro de las

atenciones en su casa.
• Todos los niños/as pasan por un proceso de adaptación cuando ingresan al
Jardín Infantil y muchos lo logran muy pronto.

• Sin embargo, debido a su inmadurez emocional, algunos tienen dificultad

para socializar, para expresar sus deseos, sus necesidades o sus emociones,
como la frustración.

• Particularmente, entre los 18 meses y los 3 años de edad, algunos niños

manifiestan sus emociones o sus necesidades a través de conductas
inadecuadas, con rabietas o mordiscos, rasguños y manotazos.
• El pelear o morder, generalmente, se supera alrededor de los 3 años de edad,
cuando han aprendido a hablar y a entendernos.

• Mientras van creciendo, van disminuyendo las peleas, mordeduras y rasguños,

siempre y cuando se les haya corregido, mostrado conductas sociables como
esperar su turno y enseñado a decir lo que sienten, de forma respetuosa.

• A medida que crecen debemos insistir en enseñarles a darse cuenta de lo que

han hecho y que deben pedir perdón.
• Morder, rasguñar o pelear en el Jardín Infantil, de vez en cuando, es parte del
desarrollo normal del niño/a.

• Pero si lo hace de forma persistente, puede ser un problema y un motivo de

preocupación, para los padres y para las educadoras.
Por qué muerden, rasguñan…

• Porque quieren ver qué pasa si lo hacen

• Porque creen, equivocadamente, que así demuestran amor
• Porque se sienten agobiados con muchos estímulos
• Porque no son capaces de manejar o resolver una situación
• Porque se sienten frustrados por algo que quieren y no tienen
• Porque es una manera rápida de conseguir un juguete o de llamar la atención.
• Porque tienen miedo, se sienten amenazados o temen que les vayan a hacer daño
• Porque alguien les quitó algo, los mordió a ellos y necesitan defenderse
• Porque se sienten estresados por algún cambio importante en la familia o jardín
• Otros niños muerden o rasguñan, sencillamente, por imitación
• Aunque es importante entender qué pasó, por ejemplo, quería el juguete, es
más importante buscar la causa por la que reaccionó mal.

• La causa es la emoción profunda que los lleva a expresarse peleando,

rasguñando o mordiendo.

• La emoción profunda puede ser un sentimiento de frustración, soledad, celos,

impotencia o una necesidad de más afecto y autonomía.
Si atendemos a la causa subyacente, el síntoma desaparecerá
 ¿Qué hacer cuando un niño/a mordió o rasguñó a otro niño/a?

 Mantener la calma, no retarlo/a ni castigarlo/a. El castigo solo causa enojo y resentimiento

 Asegurarse de que ambos niños/as están bien
 Separar a los niños/as para evitar que vuelva a ocurrir
 Inmediatamente decirle 'NO', en un tono calmado, pero firme y con desaprobación, sin gritos ni
ofensas
 Explicarle, mirándole a los ojos, que a su hermano/a, primo/a o amigo/a le dolió y que no se le va a
permitir hacerlo más. 
 Invitarlo a tener una conducta reparadora, como ayudar a curar al otro niño/a, darle un beso, un
abrazo, pedirle disculpas...

Nunca se debe morder al niño/a para enseñarle que duele y que eso no se hace.
Aunque lo mordamos “de mentira” o “de juego” podemos causar que muerda más.
 ¿Cómo evitar que los niños lastimen a otro?
• Debemos detectar situaciones de riesgo, las que se parecen a alguna vez que mordió o rasguñó
• Debemos anticiparnos para reducir o evitar que ocurran los comportamientos no deseados.
• Siempre debemos estar lo suficientemente atentos y cercanos, para poder intervenir con rapidez
en caso necesario
Por ejemplo:
• Si a su hijo/a le están saliendo los dientes o está en una fase de exploración, ponga cerca
juguetes o comida para que pueda morder y calmarse.

• Si pelea por un juguete, podemos comprar otro igual o parecido, hacer turnos, enseñarles a jugar
juntos o guardar el juguete si todo lo anterior no funciona.

• Si vemos que pelea o muerde cuando tiene hambre, sueño o está cansado, debemos acortar su
tiempo de juego o actividad, para que coma y pueda descansar. 

• Si muerde para llamar la atención del adulto, deberíamos pasar un poco más de tiempo con él,
pero siempre haciendo una actividad positiva, como leer un cuento, jugar a la pelota...
 Siempre Comunicación y afecto…

 Darle seguridad para que exprese cómo se siente cuando mordió, rasguñó o peleó

 Ayudarlo a que piense y cuente qué lo llevó a morder, rasguñar o pelear

 Escoger un momento tranquilo para preguntarle: “¿Cómo puedes hacer que otra persona sepa que estás
enojado sin lastimarla?”, “¿Cómo puedes pedirle ayuda a un adulto cuando no te gusta cómo te tratan
otros niños/as?”

 Podemos hacer pequeñas escenas para manejar ciertas situaciones y decir: “Yo soy un niño/a y te quito tu
juguete…dile No, no me gusta”

 Podemos enseñarle a expresar su malestar y que decir: 'No me gusta que me muerdas, me duele', 'no me
quites el juguete, yo estoy jugando yo con el'.

Si aprenden a decir 'no', disminuirá el morder o ser mordidos

Es importante…

 Decirle cosas positivas cuando se esté portando bien y no pelee, rasguñe o muerda

 Enseñarle a buscar a un adulto cuando esté molesto, cuando necesite o quiera algo. Antes debemos
conversar con ese adulto para que le preste atención al niño/a

 Enseñarle lo que sí se puede morder, nombrando distintos objetos que conozca o preguntándole si está bien
o no morder cada uno de ellos

 Si quiere morder, darle algo para que sí pueda morder, como un alimento

 Siempre decirle cómo queremos que se porte: juega sin pelear, dime si te da rabia, etc.

 Enseñarle a escuchar al otro, a respetar su turno, a compartir, a decir por favor y gracias…
Si todo eso no funciona y el niño/a persiste en rasguñar o morder, sobre
todo, si tiene más de 03 años, puede ser necesario buscar la ayuda de un
psicólogo para que oriente a los padres y haga una evaluación del niño/a.