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SILVICULTUR

A
BOSQUES NATURALES. ESTUDIO
Y RECONOCIMIENTO

ESTUDIO ESTÁTICO
EL BOSQUE
El bosque es una agrupación de plantas en donde predominan los
árboles u otros vegetales leñosos con cierto grado de espesura que
ocupa grandes extensiones de terreno.

El bosque como ecosistema


El bosque es una comunidad biológica de plantas y animales que
existen en una interacción compleja con el ambiente inerte, que
incluye factores tales como el suelo, clima y fisiografía. Un follaje
continuo de grandes árboles es lo que en general distingue a los
bosques de otros tipos de comunidades. Los bosques están
ampliamente dispersos, y representan casi el 30% de la superficie
terrestre, y en general tienen una composición con una especie
dominante; así pues, existen muchos tipos de bosques. El resto de la
superficie terrestre está formada por desiertos (30%), pastizales
(20%), cascos y tierras áridas polares (11%), y tierras de cultivo
(9%).
Aunque los árboles son la vegetación leñosa predominante en términos
de biomasa, éstos representan solamente una pequeña proporción de
número total de especies presentes en el bosque. Existen millares, tal
vez millones, de tipos diferentes de plantas y animales en el bosque.
Los matorrales, hierbas, helechos, musgos, líquenes y los hongos están
presentes debajo del follaje del bosque y en los espacios vacíos de la
cubierta forestal. Grandes animales coexisten con animales pequeños y
diversos microorganismos. Cada componente hace una contribución al
flujo de energía y de materiales a lo largo del sistema.
El bosque es un ecosistema dinámico que continuamente cambia en
su estructura y composición. Alteraciones como el fuego, los árboles
tirados por el viento y la corta, originan sitios donde pueden existir
nuevas comunidades de árboles, plantas y animales diferentes del
bosque original. Las hojas caídas y el material leñoso que se
depositan en el suelo forestal se descomponen y mantienen el ciclaje
de la energía y de nutrientes a través del sistema.
CLASIFICACIÓN DE LAS ESPECIES
FORESTALES

Las especies forestales se clasifican en Coníferas y Latifoliadas


(frondosas/planifolio).

Coníferas: Casi todas ellas son de hojas persistentes, en forma de


aguja, a veces alargadas y aplanadas. Sus frutos son conocidos como
conos, aun cuando las hay esféricas y ovaladas, encierran generalmente
numerosas semillas provistas de alas, cuyas plantulas germinadas
tienen cinco o más cotiledones. Por lo general no pierden sus hojas
aciculares en otoño, y por tanto, se llaman también perennifolias. Las
Coníferas en Paraguay se hallan representas en una sola especie, la
Araucaria angustifolia conocida vulgarmente como pino paraná o
kuriy, de la familia Araucariaceae.
Latifoliadas:
Llamadas también frondosas o de hojas anchas, tanto de follaje
persistente como caduco, tienen hojas planas con nerviación central,
bordes lisos o aserrados. Sus flores dan origen a los frutos de
diversas características, que en su interior encierran las semillas que
poseen dos cotiledones. Las casuarinas hacen excepción por tener
agujas, que son una reducción de las hojas. Debido a que éstos
usualmente pierden sus hojas en otoño, también se denominan
árboles caducifolios.
CLASIFICACIÓN DE LAS ÁREAS FORESTALES

Los bosques se clasifican de diversas formas. La más sencilla de


ellas es la división de los bosques en dos categorías generales:
comerciales y no comerciales.

Las clasificaciones más detalladas consideran si los bosques están


disponibles para un uso económico y cuál es su composición
general; o sea si son confieras o latifoliadas.

Los geobotánicos han desarrollado otras clasificaciones de los


bosques. Un esquema que reconoce cuatro tipos principales de
bosques altos cerrados es el siguiente:
Bosques principalmente perennifolios

a. Bosques de hojas anchas perennifolio (principalmente en climas


calurosos)
b. b. Bosques de coníferas (principalmente en época de sequía)

Bosques principalmente caducifolios

c. Bosques secos caducifolios (las hojas caen en época de sequía)


b. Bosques fríos caducifolios (las hojas caen en invierno)
Los árboles crecen en una amplia variedad de climas y sobre una
diversidad de suelo, en todos los ecosistemas y sobre una diversidad de
suelos en todos los continentes, con excepción de la Antártida. No
crecen, a menos que la precipitación pluvial anual sea de más de
alrededor de 300 mm, o en ausencia
de suelo o donde éste está permanentemente congelado, o donde las
actividades animales o humanas evitan su restablecimiento. Donde los
árboles crecen muy cercanos, y esto ocurre únicamente donde la
precipitación pluvial anual es de 400 mm o más, se forma el
componente principal o dominante de los bosques, donde los árboles se
desarrollan en las regiones más secas, éstos constituyen comunidades
más ampliamente espaciadas, dominantes, y conocidas como montes.
ESTRUCTURA DEL BOSQUE
Usualmente se distingue entre: la estructura horizontal, la estructura
vertical y la estructura interna de un bosque.

La estructura horizontal

En el sentido horizontal es posible distinguir las siguientes unidades:

a. El rodal: es una parte más o menos extensa de un bosque que se


diferencia de sus contiguas en cualquier carácter importante
(composición florística, edad, calidad, volumen, tratamiento, etc.) y
que posee su propio medio específico. El rodal es también la unidad
física administrativa. En un bosque racionalmente ordenado coincide
en lo posible el rodal en el sentido silvicultural, con el rodal
administrativo.
b. El grupo: Es una parte pequeña de un bosque que se distingue por
cualquier carácter de sus alrededores, peso carece de un ambiente
propio por su extensión reducida, influenciado fuertemente por todos
los lados.

c. La mancha: es un conjunto de unos pocos árboles que distinguen por


cualquier carácter de los vecinos. La extensión territorial es muy
reducida (nula en el sentido ecológico).

d. El árbol suelto (o aislado): es un individuo que se distingue por


cualquier carácter importante de los vecinos. Cualquiera de las
unidades enumeradas (con excepción del último punto) y también un
bosque, en su totalidad puede ser:
- Puro u homogéneo o sea compuesto por una sola especie. Cuando
el 80% o más de los árboles que forman el bosque pertenecen a
una misma especie, se trata de un bosque homogéneo.

- Mixto o heterogéneo o sea formado por dos o más especies


arbóreas. El bosque heterogéneo encuentra su máximo desarrollo
en la selva tropical húmeda. Debido a su alta temperatura y
elevada precipitación, aquí pueden encontrarse hasta 250 especies
por hectárea.
-
- Coetáneos, es decir compuesto por árboles de la misma edad.

- Multietáneos, es decir compuesto pro árboles de diferentes edades.


La Estructura vertical

En dirección vertical se pueden distinguir bosques (o unidades más


pequeñas) de:

a. Un solo piso, es decir las copas de los árboles forman un solo dosel.
b. De dos pisos, la copa de los árboles están distribuidas en dos
doseles.
c. De tres o más pisos, las copas de los árboles forman tres o más
doseles.

La estructura vertical normal del bosque tropical natural es de tres (o


mas) pisos de copas. A menudo resulta muy difícil distinguir los
diferentes pisos porque la copa de muchos árboles participa al mismo
tiempo en varios niveles u ocupan posiciones intermedias entre los
pisos.
La estructura y composición interna
a. Forma del contacto de las copas

- Contacto horizontal: las copas están al mismo nivel y se tocan sólo


por los lados.
- Contacto vertical: las copas se encuentran colocadas una encima de
la otra; forman más bien ramas.
- Contacto en forma de escalera: Copas irregularmente distribuidas.
Contacto posible en todas las direcciones. Típicos de bosques muy
mixtos e irregulares.
b. Intensidad del contacto de las copas
- Contacto intenso: las ramas exteriores de las copas se entremezclan
- Contacto normal: las ramas exteriores de las copas se tocan sin
entremezclarse.
- Contacto ligero: las copas ya no se tocan pero se influyen
mutuamente de manera indirecta (luz).
- Contacto claro: las copas no se influyen ni directa ni
indirectamente. Sin embargo, no hay grandes espacios libres entre
ellas.
- Posición separada: hay claros del tamaño más o menos de una copa
entre las existentes.
- Posición abierta: los claros entre las copas son tan grandes que
sería posible introducir manchas o grupos de árboles.
EL ÁRBOL

Es una planta de 5 o más metros de altura, con un solo tallo


dominante que soporta la copa (Dr. L.R. Holdridge). En un árbol se
puede distinguir la copa, el tronco y las raíces.

La copa

La copa incluye ramas, ramitas, hojas, flores, frutos y yemas. La


función principal de la copa es la producción de carbohidratos
mediante el proceso de la fotosíntesis. La copa necesita espacio para
recibir energía solar sobre las hojas. Por consecuencias, en un bosque
existe competencia entre las copas de los árboles.

Según la posición de la copa del árbol, en el bosque se distinguen los


siguientes tipos de árboles:
a. Árboles dominantes: sus copas se extienden encima del nivel
general del dosel forestal. Reciben luz solar vertical plena y luz
lateral parcial. Son más altos que los árboles promedios del rodal.

b. b. Árboles codominantes: sus copas forman el nivel general del


dosel forestal y reciben luz solar vertical plena pero poca luz
lateral. Las copas son de tamaño mediano.
c. Árboles intermedios: sus copas se extienden bajo el dosel
formado por los codominantes, reciben poca luz vertical y
ninguna luz lateral. Las copas son pequeñas y apretadas
por los lados.

d. Árboles oprimidos: sus copas quedan completamente bajo


el nivel general del dosel forestal. No reciben luz directa.
Algunas especies forestales tienen la capacidad de
desarrollarse a la sombra de otros. Pero, hay otras
especies que son intolerantes. Crecen solamente a plena
luz y mueren en la sombra. Las especies intolerantes tienen
un crecimiento rápido. Son especies pioneras. Las especies
tolerantes crecen más lentamente.
b) El tronco
El tronco es una columna leñosa. Su forma depende de factores
genéticos y de las condiciones de crecimiento del árbol. En una
sección transversal del tronco se puede distinguir: la corteza exterior,
la corteza interior, el cámbium, la albura, el duramen, los vasos, los
radios medulares y los anillos de crecimiento. El conjunto de la
corteza interior y exterior constituye el floema. El conjunto de la
albura y el duramen se llama xilema. La corteza exterior del tronco se
compone de tejidos muertos y su función consiste en proteger al árbol
contra daños. Las especies que poseen una corteza exterior gruesa son
más resistentes al fuego que las que tienen una corteza exterior
delgada.
La corteza interior está formada por un tejido vivo, que constituyen
vasos y otras células. En la corteza interior, los vasos distribuyen los
carbohidratos por todo el árbol, desde las hojas hacia las raíces.
Entre la corteza interior y la albura, se presenta una capa fina, con
espesor de una sola célula, llamada cámbium que es el tejido
generador. Hacia fuera produce la corteza interna, y hacia dentro, la
albura, que es la madera, fisiológicamente viva que posee un color
más claro que el duramen. En la albura se encuentran vasos que
transportan el agua y los minerales del suelo hacia la copa. El
duramen es una madera fisiológicamente inactiva, generalmente de
un color más oscuro. El transporte radial de las soluciones nutritivas
se realiza mediante los radios medulares.
El crecimiento de los árboles no es constante. El desarrollo se adapta
a factores externos. Durante el invierno o la época seca, varias
especies pierden sus hojas, periodo en el cual el proceso de la
fotosíntesis se detiene. El reposo periódico se muestra en los anillos
de crecimiento, que son visibles en la sección transversal del tronco.
Durante la época lluviosa o la
primavera, el tronco transporta grandes cantidades de agua y
nutrientes. Por lo tanto, los vasos de las células tienen grandes
diámetros y las paredes son delgadas. En contraste, la madera
producida durante el invierno consta de vasos y células más
pequeñas.
c) Las raíces
La parte radicular de un árbol consta de: raíz principal, generalmente
pivotante; raíces laterales y raicillas.

Las raíces forman la parte subterránea del árbol. Anclan en el suelo,


proveen al árbol de agua, y absorben los minerales necesarios para el
crecimiento. Muchas coníferas y latifoliadas viven en simbiosis con
hongos que se establecen en las raíces o en su superficie que son las
micorrícicas.
ESTUDIO DINÁMICO

Cuando nos detenemos frente a, o dentro de un bosque, lo vemos


muy quieto y aparentemente estable e inmodificable si no
intervenimos drásticamente sobre el. Sin embargo, las comunidades
forestales son organizaciones dinámicas, lo que significa que
cambian también en el tiempo y tienen un origen que puede ser
variado por que es función de múltiples factores.
ANALISIS DEL ORIGEN Y DESARROLLO DE UNA
COMUNIDAD FORESTAL.

De acuerdo con Mueller – Dombois y Ellemberg, el origen y


desarrollo de una comunidad forestal es función de los siguientes
factores: Comunidad vegetal: f (f,a,e,h,t)

f: flora
a: accesibilidad al hábitat
e: habilidad competitiva
h: hábitat
t: tiempo

Esta función enfática de los factores que representan a complejos


organismos mediante la flora, la accesibilidad al hábitat y las
propiedades ecológicas de las especies, factores que se consideran
relevantes en el análisis de las causas que dan origen a una
determinada comunidad forestal.
Todos los factores interactúan permanentemente y de distintas
maneras, interacción que es una parte constitutiva de los ecosistemas
y que define a la ecología. La interacción entre los factores posibilita
que aquel que es determinante en un momento quede enmascarado
por otro en un momento posterior y que ciertos organismos se vean
favorecidos por uno o desfavorecidos por otro. Esto significa una
relación causa-efecto que puede ser muy compleja y difícil de captar
y que hace muy dinámica a las comunidades forestales, aunque para
la visión común parezca lo contrario.
El tiempo

El factor tiempo se halla siempre presente cuando se está tratando el


tema de dinámica y estará implicado en el análisis de cada uno de los
factores, por ello experimentan cambios en el tiempo, tienen
diferentes duraciones y tasas de cambio o diferentes edades o
historias.
La flora
La idea en relación con el origen de una comunidad vegetal que se
supone desierta en un momento dado de su historia, es que a ella
podrá acceder un tipo de flora que es propio de la región. Sin
embargo, es más fácil apreciar la influencia de la flora como factor
determinante del origen y desarrollo de una comunidad forestal, si se
comparan las floras de distintas partes del mundo. En puntos muy
distantes del norte y del hemisferio sur se puede encontrar hábitats
muy similares que, sin embargo, poseen floras completamente
distintas, propias de diferentes regiones florales, que determinan que
las comunidades sean también muy distintas.
El hábitat
Este factor corresponde al conjunto de sub-factores del medio que está en el
lugar donde ha de originarse y desarrollarse una comunidad forestal. Estos
sub-factores son los elementos del clima, del sustrato geológico y del suelo y
de la topografía; y los organismos, incluidos sus efectos de pastoreo,
ramoneo y aquellos derivados de la acción humana, entre los cuales también
puede estar el fuego. Gran parte de estos factores pueden estar operando en el
lugar en el mismo momento en que se inicia el desarrollo de un bosque,
como son especialmente el microclima, el sustrato geológico y la
geomorfología y topografía del lugar. La combinación de factores del hábitat
en este momento tendrá un efecto decisivo en la flora que puede establecerse
en el lugar dando origen a una comunidad vegetal. Sin duda, esta
combinación de factores es susceptible de cambios en el tiempo debido a los
efectos de la vegetación sobre el hábitat, lo que puede dar origen a que otro
tipo de flora sea favorecido, derivando en un cambio en la vegetación que
significa en desarrollo de otra comunidad.
Accesibilidad al hábitat

Este factor es definido como la capacidad de una especie determinada


para llegar o acceder al hábitat o área donde va a originarse una
comunidad. La accesibilidad de una especie a un hábitat determinado
depende principalmente de los siguientes factores:

a. La edad y estado de desarrollo reproductivo de la especie, así


como de su vitalidad en el momento, y la altura de la planta.
b. b. El mecanismo de reproducción y la capacidad reproductiva de
la especie.
c. El mecanismo de dispersión de las semillas
d. La abundancia de producción de semillas de la especie.
e. La ubicación de la especie en relación con el área, es decir, de la
distancia a que se encuentra y de la posición respecto a ella.
Habilidad competitiva

Una vez que la o las especies de la flora de un área han accedido a


ella mediante sus capacidades reproductivas o de dispersión de
semillas y se han establecido en ese hábitat, se hacen importantes
otras capacidades o prioridades ecológicas de las especies que le
suministran capacidad para competir entre ellas y, por lo tanto para
crecer, madurar y dominar el hábitat. La competencia se produce
cuando un recurso, sea éste, materia o energía, se hace escaso para
satisfacer las necesidades de crecimiento o desarrollo máximo de dos
especies que crecen en un hábitat determinado.

La competencia puede producirse entre los individuos de una misma


especie (competencia intra específica), o entre individuos de distintas
especies (competencia inter Específica).
Se sabe, desde los tiempos de Darwin, que mientras más parecidos
son los requerimientos de dos individuos, más intensa es la
competencia entre ellos; esto señala que la competencia intra
específica es más fuerte que la inter Específica. La estructura
morfológica se expresa en gran medida en las formas de vida de las
especies y se manifiesta en una serie de propiedades que les aportan
diferentes capacidades para competir.

Las propiedades destacadas por MuellerDombois y Ellemberg (1974),


son los siguientes:
a. Germinación y tasa de crecimiento en los primeros estadios de
desarrollo:
La alta producción de semillas de una especie y buenos mecanismos
de dispersión facilitan la accesibilidad de ella al hábitat, pero para que
el acceso se haga efectivo se requiere que las semillas germinen y
produzcan plántulas. Por consiguiente, una alta capacidad germinativa,
así como la energía germinativa de una especie significará una mayor
capacidad competitiva en esa etapa frente a otras especies con menos
semillas y más baja capacidad germinativa. Esa ventaja se ve
reforzada por semillas de buen tamaño con abundantes reservas. Las
plántulas podrán crecer vigorosamente en un principio, pero en la
medida que aumenten de tamaño los requerimientos fisiológicos se
harán mayores y los individuos o especies con tasas de crecimiento
más bajas se verán desfavorecido por una menor capacidad
competitiva en esa etapa.
b. Sistema radicular:

El sistema o tipo de raíces es muy importante para efectos de


competencia en todas las etapas de desarrollo de la especie. En una
primera etapa, la rápida penetración de una raíz pivotante puede ser
una ventaja competitiva importante cuando la humedad desciende
rápidamente hacia las capas más profundas del suelo durante la época
de crecimiento y no es repuesta por nuevas lluvias. Las características
del sistema radicular, en especial su densidad, profundidad y
morfología de las raíces absorbentes, son propiedades importantes
para el éxito de la competencia durante toda la vida de la planta.
c. Altura final:

Esta característica es de mucha importancia en la competencia entre


especies, por los recursos del medio ambiente. La especie que alcanza
mayor altura recibe mayor cantidad de luz y proyecta su sombra sobre
las demás; está necesariamente ligada con buen desarrollo de raíces y
absorción de agua y nutrientes; por otra parte el mayor tamaño
significa ocupación de más espacio en detrimento de las demás
especies o individuos. Sin embargo, plantas más pequeñas pero
tolerantes a la sombra con bajo porcentaje de competencia, pueden
tener pleno éxito bajo el dosel de los individuos de mayor tamaño.
d. Ritmos fisiológicos (en especial duración de la fotosíntesis):

Una especie que posee un eficiente y prolongado periodo de


fotosíntesis a lo largo del año será más vigorosa que la que no posee y
tendrá por eso mayor capacidad competitiva. Lo mismo ocurrirá para
especies que inician más temprano la actividad radicular en la
primavera y la finalizan más tarde en el otoño.

e. Longevidad:

Aunque una especie carezca de gran parte de las adaptaciones o


características que le aportan capacidad competitiva, sí puede vivir
largo tiempo, a la larga esa longevidad será la característica que le
ayude a sobrevivir en el hábitat, pudiendo incluso llegar a dominarlo.
f. Formas de reproducción:

Todos los factores y características que aumentan el potencial


reproductivo por semillas de una especie favorecen a esta en su
capacidad competitiva para acceder a hábitat abiertos o a invadir otras
comunidades en general. Por otro lado, las especies que tienen
capacidad para reproducirse vegetativamente tienen una alta
probabilidad de mantenerse en el hábitat que ya ocupan o para
aumentar gradualmente la superficie ocupada.
g. Alelopatía:

Algunas especies tienen la capacidad de liberar sustancias químicas


derivadas de su metabolismo, las cuales producen una inhibición en la
germinación o en el crecimiento de los individuos de otras o de la
misma especie. Si efectivamente el fenómeno ocurre en una especie,
no cabe duda que formará parte importante de los elementos que
conforman su habilidad competitiva y jugará un importante papel en
el control de la distribución de las especies.
ECOLOGÍA DE LA REGENERACIÓN

Aspectos ecológicos de la floración, fructificación y producción de


semillas.

El ciclo de vida de una planta de semillas se divide en dos fases


generales, una vegetativa y una reproductiva, que corresponden a un
ciclo asexual y otra sexual. En la primera parte de su vida, que se
inicia como plántula, la misma es vegetativa, fase en que el tallo y
raíces crecen en altura y diámetro. Una vez que ha adquirido un
tamaño o edad suficiente según la especie, adquiere la capacidad de
florecer, momento en el cual termina la fase vegetativa y se inicia la
fase reproductiva o sexual.
La fase vegetativa o asexual de la planta corresponde a su periodo de
vida juvenil. La duración de este periodo es, en general, más
prolongada en los
árboles que en las demás especies vegetales, pero es enormemente
variable entre ellos y aún, entre especies del mismo género como
ocurre con el género Pinus. Entre los individuos de una misma especie
también se puede producir gran diversidad en la variación del periodo
juvenil o edad de iniciación de la floración, la que depende de la edad
de la planta interactuando con las influencias medioambientales;
árboles aislados, por ejemplo, así como aquellos ubicados en los
bordes de los rodales o en avenidas, florecen a edades más tempranas
que aquellos árboles que crecen en bosques o rodales más o menos
densos; ello se debe a que los primeros reciben plena iluminación en
sus copas
En el extremo opuesto, los árboles deprimidos que se mantienen vivos
en el interior del bosque, pueden permanecer cien años o más sin
producir flores y semillas.

Entre las especies, las diferencias en la edad de floración pueden ser


enormes. Algunas especies florecen y producen frutos y semillas a
edad muy temprana, otras a edades intermedias y algunas a edades
muy avanzadas. La producción de flores y frutos aumenta
gradualmente con la edad hasta que llega un periodo de declinación
que coincide con la sobre madurez o senilidad del individuo.
Fructificación, producción de semillas y periodicidad

Obtenida una abundante floración se puede suponer que


seguirá a ella una abundante semillación. Sin embargo, para
que ello ocurra debe completarse adecuadamente el ciclo
reproductivo, es decir debe producirse una buena
polinización y fertilización y posterior fructificación o
desarrollo del fruto, procesos que podrán estar fuertemente
afectados por los factores del clima y del medio ambiente en
general. En el interior del rodal, los árboles dominantes y
con copas bien desarrolladas de una especie en particular
están normalmente bien expuestos a la luz y son por ello
mejores productores de semillas que otros de la misma edad
pero de menor desarrollo o vigor.
Los factores medioambientales que influyen en la reproducción de
semillas son aquellos relacionados con el clima, en especial la luz,
la temperatura, la humedad, las precipitaciones y los vientos; lo
relacionado con el suelo, en particular, con la fertilidad o nutrientes
del suelo; y finalmente los factores bióticos, es decir, los insectos,
los animales y las enfermedades derivadas de hongos y bacterias. En
relación con la iluminación de las copas, para aumentar la
producción de semillas se utiliza dar más espaciamiento a través de
raleo a los árboles para lograrlo. La temperatura es otro factor muy
importante en la producción de frutos. Para que se logre una alta
producción, la floración debe producirse después de la última helada
y los frutos y semillas debe madurar antes de que se inicien las bajas
temperaturas invernales, a no ser que el fruto permanezca latente,
sin completar su desarrollo durante el invierno.
Las lluvias muy frecuentes y prolongadas durante el periodo de
polinización y desarrollo de la flor obstaculizan esos procesos y
provocan abortos de flores, frutos y semillas. Por otra parte, la
sequedad en ese periodo y en el de fructificación puede también
provocar abortos y caídas prematuras de los frutos antes de que las
semillas estén bien maduras. Entre los factores bióticos que reducen
la producción de frutos y semillas de los árboles los insectos son
probablemente los más importantes. Ellos pueden producir daños
desde la etapa de yemas hasta la de semillas.
Los daños por insectos son más intensos y notorios en los años de
baja producción de semillas, llegando en algunos casos a destruir la
producción total de un área o rodal. Ello se debe frecuentemente, al
aumento de la población de insectos del año anterior, debido a una
coincidencia con una alta producción de semillas que significó
abundante alimento; al año siguiente esa gran población produce
enorme daño sobre una baja cantidad de semillas. La producción de
semillas varía año tras año en casi todas las especies. En la mayoría de
las especies se observa la ocurrencia de ciclos más o menos regulares
en que presentan años de buena producción que alternan con años de
baja, a veces, nula producción. Este fenómeno se llama periodicidad y
es característico de cada especie.
Diseminación de frutos y semillas

Una vez que los frutos o semillas alcanzan su madurez se inicia la


etapa de su diseminación, periodo que tiene una duración muy
variable, que depende de cada especie. Sin embargo, en la mayor
parte de las especies las semillas son dispersadas después de la
maduración de los frutos en el otoño o primeros meses del invierno,
pero tanto en coníferas como en latifoliadas hay numerosas
excepciones. Si se registra la producción de semillas mensualmente a
lo largo del año en una superficie del rodal, se verá que prácticamente
todos los meses hay cierta caída de frutos o semillas. Generalmente se
produce una iniciación de la caída con una cantidad baja de semillas
que rápidamente aumenta en número hasta llegar a una producción
máxima en un mes, la que declina al siguiente hasta llegar a niveles
casi nulos de caída de semillas en los meses anteriores al mes de
producción máxima.
Los agentes de diseminación utilizados por las especies forestales son,
en general, el viento, los animales, el agua y la gravedad. Las semillas
mismas para este efecto deben tener determinadas características:
a. Algunas especies poseen semillas muy pequeñas, que son
fácilmente dispersadas por el viento gracias a ellos.
b. Otras especies poseen semillas livianas y pubescentes que
facilitan el vuelo o dispersión por el viento.
c. Otro grupo de especies posee semillas con alas terminales que
hacen que estas giren en el aire, permitiendo una caída lenta a
bastante distancia del árbol padre.
d. Un último grupo es aquel que posee semillas pequeñas y livianas
con alas marginales, que rodean la semilla, facilitando su
diseminación a distancia.
La mayor parte de los frutos y semillas relativamente pesadas cuentan
con la gravedad entre los agentes diseminadores aún cuando otro
agente puede ser más importante si se considera la estructura y
característica de la semilla o fruto. Muchas especies de animales,
contribuyen a la diseminación de las semillas incluidas en frutos
carnosos o secos. Con frecuencia no destruyen las semillas al ingerir
los frutos y aquellas son diseminadas a través de la materia fecal.
Finalmente, semillas de algunas especies pueden caer a los cursos de
agua y ser transportadas por esta vía a grandes distancias. Muchas
especies que habitan cerca de los cursos de agua posen esta forma
alternativa de diseminación.
La Germinación de las semillas

En la naturaleza la germinación de las semillas es un proceso que


ocurre normalmente con las variaciones correspondientes a los
mecanismos de adaptación y de selección impuestos por las
condiciones variables del medio ambiente. Si las semillas entran a un
estado de latencia que dura todo el invierno, lo que es común a la
mayoría de las especies forestales, los cambios fisiológicos necesarios
para la ruptura de la latencia se producen lentamente y la mayor parte
de las semillas germinan en la primavera.
En otras especies, la latencia fisiológica deriva de la presencia de un
inhibidor o de la falta de un estimulante para la germinación. En la
condición natural de los bosques la latencia de las semillas se rompe
a lo largo del invierno, debido a que las condiciones de humedad y
temperatura imperante en el piso forestal bajo la hojarasca, durante
varios meses o semanas posibilitan la disminución de los inhibidores
o el aumento de los estimulantes de la germinación, de tal modo que
esta puede tener lugar en el momento preciso a fines de invierno o
comienzos de primavera. Algunas semillas no logran romper su
latencia en este periodo y pueden permanecer latentes por largo
tiempo, germinando dos o tres años después de la diseminación.
Establecimiento y mortandad de plantas.

Inmediatamente después de la germinación de las semillas, la mortalidad


de las pequeñas plántulas es muy alta y las que sobreviven y entran en un
periodo de crecimiento vigoroso se consideran en ese momento, como
establecidas. Sin embargo, ese periodo es muy variable y dependerá de la
especie de que se trate y del sitio o medio ambiente en la que las plántulas
se vayan a establecer. Este periodo puede durar1 a 3 o más años según los
factores indicados y es sin duda uno de los periodos críticos de la vida de
las plantas. Una vez germinadas las semillas, el individuo entra en el
periodo de plántula, que técnicamente dura hasta que aparecen las
primeras hojas normales. Durante este periodo de establecimiento, se
distingue dos etapas, que son especialmente válidas para las coníferas:
etapa suculenta y etapa juvenil. En la etapa suculenta los tejidos son
delicados y débiles, y susceptibles a diferentes daños; esta etapa puede
durar aproximadamente 4 semanas o menos en las especies de rápido
crecimiento.
Pasada la etapa suculenta, la planta entra en la etapa juvenil. Las
características de desarrollo y sobrevivencia de las plantas dependen
del tipo de especie de que se trate. Tales especies se clasifican en tres
grupos: especies pioneras, especies con estrategias de claros, y
especies extremadamente tolerante a la sombra. Las especies pioneras
no tienen comúnmente gran competencia de parte de otras especies,
particularmente en las primeras etapas de su desarrollo. La mortalidad
que ellos experimentan se debe especialmente a la sequedad y al
aumento de temperatura que puede ocurrir con posterioridad a la etapa
suculenta, a medida que avanza la primavera y luego el verano.
También la ocurrencia de heladas tardías puede causar daños
considerables en esta etapa de la vida de la planta.
Las especies conocidas como estrategias de claros son aquellas que
poseen cierto grado de tolerancia a su condición de plantas jóvenes
que les permite germinar y establecer adecuadamente cuando se
produce un claro en el bosque debido a muerte y caída, por la mayor
parte de estas especies dependen de la capacidad de retención de
humedad suficiente en el suelo durante el verano del primer año y del
grado de protección, debido a que dicha retención de humedad
adecuada está asociada a menudo con condiciones de sombra. Las
especies extremadamente tolerantes a la sombra se establecen bajo el
dosel a veces con millones de plantas. Generalmente no resisten la
liberación, mueren cuando aumente fuertemente la luminosidad. Estas
especies, en general, están adaptadas a penetrar gradualmente en los
doseles superiores, ocupándolos a medida que los árboles mayores
mueren o caen por efectos exógenos naturales.
Crecimiento y desarrollo

Los árboles poseen diferentes tasas de crecimiento en las distintas


etapas de su vida. La rapidez de crecimiento inicial, es decir, propia
de la etapa de plántulas y de la etapa juvenil, es de extraordinaria
importancia para el establecimiento y sobreviencia de la especie. Los
crecimientos primarios y secundarios de tallos y raíces se combinan
de manera tal que determinan una forma de árbol que es
característica para los diferentes tipos de especies, pero que dentro
de cada especie presenta variaciones que dependen del hábitat o
medio ambiente en que crecen.
a. Crecimiento de la raíz. El primer órgano que aparece desde la semilla
durante la germinación iniciando el crecimiento longitudinal de la planta, es
la radícula, la cual crece en longitud a partir de las divisiones celulares
producidas en su ápice de crecimiento, ubicado en el extremo. A partir de
muy temprano se inicia la formación de raíces secundarias y raicillas. Al
crecimiento primario en longitud lo acompaña un crecimiento secundario o
cambial, que permite que las raíces aumenten de diámetro y se haga leñosa
igual que los tallos. Con el tiempo se formará un sistema radical constituido
por raíces principales gruesas y a veces de larga extensión, que puede crecer
con profundidad en los tipos pivotantes, o en forma horizontal, en
los tipos de raíces extendidas. Cada cierto espacio, surgen desde las raíces
principales, raíces laterales o secundarias, que a su vez pueden dar origen a
raíces terciarias, formando así varias ordenes de raíces leñosas y perennes.
Este sistema de raíces sostiene, a su vez, una gran masa de raicillas y pelos
radicales o absorbentes de corta vida, que cumplen la función de absorción
de agua y nutrientes, asociados en muchas especies con hongos micorrízicos.
b. Crecimiento del tallo Casi simultáneamente con la iniciación del
crecimiento de la radícula se inicia el crecimiento en longitud del tallo
a partir de los primordios o ápice de crecimiento ubicados en las
yemas. Los patrones de crecimientos del tallo de las plantas son
variables y dependen de la especie de que se trate y del medio
ambiente. En general se citan tres tipos de crecimientos para las
especies forestales, según el momento en que se inicia el crecimiento o
brotación de las yemas y el momento en que termina al formarse las
yemas que quedan latentes en espera del siguiente periodo del
crecimiento. El crecimiento libre consiste en la capacidad de algunos
tallos en ciertas especies de crecer en forma continua o muy
prolongada. En estos tallos no se forman una yema en latencia
propiamente dicha. Un caso de crecimiento libre es la formación de
“colas de zorro” en Pinus caribaea en que claramente el crecimiento en
la longitud del tallo es continuo y no se forman yemas latentes.
El crecimiento fijo se produce principalmente en especies que crecen
en altas latitudes; el inicio de crecimiento en esas zonas se produce
en primavera o a principios de verano, y posteriormente se forman las
yemas que quedan en latencia hasta el periodo siguiente. El libre y
fijo combinado consiste en una mezcla de elongación de las yemas de
primavera en un esquema de crecimiento fijo, seguido por el de uno o
varios brotes de verano, que corresponden al crecimiento libre.
Durante el periodo en que el árbol crece en longitud, también lo hace
en diámetro sobre la base del crecimiento secundario a partir del
cámbium, el que sigue patrones similares al del crecimiento en
longitud. Tanto desde el punto de vista silvicultural como ecológico,
es de especial interés conocer las tasas de crecimiento de las especies
forestales. En árboles maduros el crecimiento generalmente se
expresa en términos de volumen con relación a un periodo de tiempo.
El incremento alcanzado en un año se denomina crecimiento anual
corriente. Como es difícil medir el crecimiento año a año, se emplean
periodos más largos y se obtienen promedios anuales; a este promedio
se le identifica con el nombre de crecimiento anual periódico. Esto es
el
crecimiento que experimenta un árbol en un periodo determinado
partido por el número de años del periodo. Otro concepto importante
de señalar para entender la dinámica de crecimiento de un bosque, es
el crecimiento en relación sociológica de los árboles de un rodal. Los
árboles individuales siguen una tendencia de crecimiento distinta a la
del rodal. Se denomina Crecimiento bruto al crecimiento por unidad
de superficie de todos los árboles del área. Crecimiento neto es aquel
que no incluye los árboles que mueren en el periodo.
Cambios en la vegetación

a. Tipos de sucesión

1. Sucesión progresiva: Se denomina cuando el proceso


sucesional sigue una dirección que implica un enriquecimiento de la
composición de la especie y un aumento de la complejidad de la
estructura de la comunidad

2. Sucesión retrogresiva o regresiva: Se denomina cuando ocurre


una disminución de especies y de complejidad de la estructura de la
comunidad, derivada de algún factor que impide el desarrollo o
sobrevivencia de algunas especies.
3. Sucesión primaria: Es aquella que se origina en un área
o substrato en que no se ha desarrollado antes una
comunidad vegetal.

4. Sucesión secundaria: Es aquella que se origina en áreas


en que existe un ecosistema solo parcialmente alterado. El
área secundaria en que se inicia este tipo de sucesión se
caracteriza esencialmente por poseer a un suelo que se
desarrolló previamente bajo un tipo de vegetación y que
será capaz de permitir el desarrollo relativamente rápido de
una vegetación.
b. El clímax: Es un concepto más bien abstracto complementario al
de sucesión y que se refiere a un estado general de equilibrio en el
cual pueden terminar todas las sucesiones. La formación clímax es
una entidad orgánica, un organismo, que creció, maduró, morirá y
capaz de reproducirse a sí mismo. Cuando nos detenemos frente a, o
dentro de un bosque, lo vemos muy quieto y aparentemente estable e
inmodificable si no intervenimos drásticamente sobre él. Sin
embargo, las comunidades forestales son organizaciones dinámicas, lo
que significa que cambian también en el tiempo y tienen un origen
que puede ser variado porque es función de múltiples factores.
Los árboles nacen, crecen, se desarrollan, se reproducen y mueren. El origen
de un bosque puede ser asexual y en este caso se denomina fustar, fustal o
monte alto. El origen asexual se denomina tallar o monte bajo. En una misma
parcela puede presentarse la combinación de ambas clases de
multiplicaciones, este caso se denomina tallar bajo-fustar o monte bajo
irregular.
El fustar puede tener su origen en forma natural o artificial. Al fustar natural
se le llama también fustar irregular y al artificial fustar regular. El manejo de
ambos tipos de bosques es diferente, aunque se puede convertir un bosque
natural en artificial (su manejo). En el bosque artificial se crean nuevas
condiciones y además son homogéneas las plantas, no existiendo estructuras
diferentes; además las plantaciones artificiales son específicas, en cambio, las
naturales están formadas por varias especies que tienen condiciones y
necesidades diferentes. El manejo de los fustares naturales se basa en
conocimientos ecológicos y biológicos. Estos tienen una estructuración
interna definida.
Evolución del fustar

El crecimiento de los árboles va seguido por una serie de etapas hasta


llegar al estado adulto. Se denomina brinzal a la plántula recién
germinada dentro del bosque y el conjunto recibe el nombre de
repoblado natural. El estado de crecimiento en que la planta no tiene
una forma definida y ramifica desde los 50 cm. del suelo, sin formar
aún copa, se denomina monte bravo, que puede alcanzar como
máximo 2,5 m de altura. Posteriormente la planta entra a una etapa de
crecimiento conocido como vardascal, en este estado ha perdido ya
sus ramas más bajas y aparecen nuevas ramificaciones que son más
altas y más cortas, con tendencias a formar una copa globosa. Luego
continúa la etapa conocida como latizal, que se caracteriza por la
forma globosa de la copa más acentuada pero sin bifurcarse todavía y
el tallo bien marcado.
Finalmente el árbol llega al piso dominante ocupando los lugares
libres con tendencia a la copa globosa, esta etapa es conocida como
fustar. En esta etapa comienza la fase de crecimiento en diámetro,
las anteriores eran de crecimiento en altura (o etapa de
regeneración). El fustar se clasifica en fustar joven: 20 a 35 cm. de
DAP; fustar medio: 35 a 50 cm de DAP y fustar viejo: mayor a 50
cm de DAP. Comercialmente se adopta la medida de 20 cm de DAP
para que el árbol pueda ser considerado un fustar, recién desde ahí
puede ser aprovechado como madera y por lo tanto posee valor
económico. Cuando los árboles pasan de 50 cm de diámetro, se
considera árboles decrépitos porque ya su crecimiento va
disminuyendo al igual que sus defensas y por tanto se vuelven más
propensos al ataque de enfermedades.
El árbol, una vez ramificado (horqueteado) ya no crece en altura. Los
árboles se clasifican también de acuerdo a la longevidad y a la
magnitud en altura. Según la longevidad se clasifican en: árboles
poco longevos, menores de 20 años, árboles medio longevos, de 20 a
70 años, y árboles longevos, mayores de 70 años. Según la magnitud
en altura se clasifican en: árboles de primera magnitud, mayores de
30 m; árboles de segunda magnitud, de 20-30 m, y árboles de tercera
magnitud de 20 m.
REGÍMENES Y TRATAMIENTOS FORESTALES

Se denomina así a los sistemas de explotación que se practican en los


bosques que están íntimamente relacionadas con la producción.

1 RÉGIMEN TALLAR: El tallo o monte bajo es aquel cuyo repoblado


proviene totalmente o principalmente de renuevos (regeneración agámica).
a. Cepa o resalvo: Después de realizada la corta se produce la cicatrización
del tronco y posteriormente aparecen brotes o retoños que pueden ser de
dos tipos
• Brotes adventicios: ubicados sobre el plano de cicatrización entre la
albura y el duramen.
• Brotes proventicios: situados debajo del corte, son los únicos que van a
subsistir, los anteriores no tienen chance a hacerlo. En algunas especies
salen brotaciones de la raíz y son conocidas como renovales. El conjunto
de la brotación de la raíz y el tronco se denomina chirpiales.
b. Destino de la producción del tallar: La materia prima proveniente
del tallar se destina a otros usos distintos al de la madera, por lo tanto
no interesa tanto el diámetro sino la cantidad que existe. Los tallares
se utilizan para la producción de leña, carbón vegetal, postes, vigas
pequeñas, papel, etc. Las especies más utilizadas son de la Familia
Mirtácea (Eucaliptos). El método del tallar se aplica por consiguiente
en bosques de especies con gran poder de rebrotación y a turnos de
cortar de acuerdo a la velocidad de crecimiento de los retoños y
renuevos (5-15 años aproximadamente). Después de una cierta
cantidad de cortas se debe hacer la reposición del tallar.
c. Consideraciones para la práctica del tallar:

Los caracteres de las especies con respecto a las facultades de


reproducirse por renuevos:

• Especies incapaces de formar brote: la mayoría de las coníferas.


• Especies capaces de formar brotes: mayoría de las especies
tropicales latifoliadas. Sin embargo hay grandes diferencias al
respecto.
• La edad y el diámetro del árbol padre: Generalmente diminuye la
facultad de propagarse por brotes con la edad y el tamaño
crecientes de los árboles. Muchas especies se reproducen
fácilmente en la juventud pero carecen de esta facultad en una edad
más avanzada.
• La estación del año en que se corta: Se recomienda realizar esta
operación a fines de la estación de reposo porque entonces las
plantas son inactivas, pero a punto de reanudar las actividades, de
manera que su metabolismo no sufre ningún choque fuerte y al
mismo tiempo son reducidos los peligros de desecamiento,
infecciones, etc.

• La altura y el carácter del tocón: El corte de las cepas debe ser: -


Bajo: para hacer posible el rápido desarrollo del sistema radicular
propio de brotes. - Liso: para facilitar la cicatrización rápida (se
recomienda machete o hacha bien afilados)
RÉGIMEN DEL FUSTAR:

El fustar o monte alto se clasifica en tres categorías:

a. Irregular: Es un bosque no controlado. Existen muchas especies


de diferente edades, esparcidas en todo el área (caso de nuestros
bosques nativos)

b. Ajardinado: Es una parcela que posee método de explotación bien


controlado.

c. Regular: Es el fustar donde la acción del hombre está bien


marcada y que tuvo su origen muchos años atrás. Es aquel en el
cual se agrupan los árboles que tiene la misma edad o grupo de
edades próximas en la misma parcela.
El agrupamiento por edades permite establecer una rotación regular de
las explotaciones del monte, realizando cortes en forma ordenada y
escalonada. Las parcelas agrupadas por edades se denominan cuarteles
y pueden ser de mejoramiento, de regeneración, y las que tienen los
árboles de edad adulta se denominan cuarteles de corta definitiva que
más puede considerarse como corta de regeneración. En bosques no
muy extensos el número de parcelas que se establece es menor, lo que
obliga a esperar más tiempo para ir explotando cada parcela.
Sistema de trabajo o de manejo en fustar regular

a. Cortes de diseminación: Se realiza con el objeto de favorecer el


ensemillamiento o la germinación de las semillas que se hallan en
el suelo y que encuentran dificultades por la falta de luz.
b. Cortes de regeneración: (Corte progresivo) son cortes que
realizan para facilitar que los brinzales lleguen al fustar, es decir,
antes de que lleguen al piso dominante.
c. Cortes secundarios o clareos: Se realizan durante intervalos
regulares de tiempo con el fin de eliminar la superpoblación del
bosque, y crear mejores condiciones de crecimiento a los árboles
seleccionados que queden en pié. Se eliminan las especies
secundarias numerosas y los árboles enfermos, malformados o
dominados. Así gradualmente el bosque se convierte en un fustar
regular.
En base a un inventario del bosque se determina qué tipo de clareo
realizar. No existe una regla al respecto, se debe chequear árbol por
árbol, marcando los que van a ser eliminados. Existen tres tipos de
clareos.
• Clareo por lo alto: Se realiza exclusivamente en el piso dominante,
que puede ser una corta definitiva gradual.
• Clareo por lo bajo: Se hace exclusivamente con árboles de
diámetros inferiores, sin tocar el piso dominante.
• Clareo medio o mixto: se corta tanto del piso dominante como de
los pisos inferiores, para hacer una selección individual de los
árboles que quedan en pie. Puede hacerse combinado con limpieza.
Los claros aumentan la tasa de crecimiento de un bosque,
elevando su productividad. Los árboles jóvenes tienen
mayor tasa de crecimiento que los árboles viejos, por eso el
clareo debe realizarse de acuerdo a caracteres o
condiciones del monte y del fin al que va a ser destinado.
En el clareo no se debe sacar nunca más volumen que el
que da la tasa de crecimiento.

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