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TITULO: GLORIFÍCATE PADRE POR MIS FRUTOS.

TEXTO: SAN JUAN 15:8

En esto es Glorifícado mi Padre: en que llevéis mucho fruto y seáis así mis discípulos.

INTRODUCCIÓN

La historia nos dice que los Israelitas constituían la vid que Dios había sacado de Egipto y plantado
en tierra especialmente elegida. Se les había prodigado toda la atención necesaria para la
producción de frutos de gran calidad, pero en cambio produjerón solo uvas silvestres. El pueblo
entendió cuando Jesucristo les habló metafóricamente sobre la vid verdadera. Porque en Palestina
y Hebrón habían grandes viñedos y producían frutos de calidad. (ejemplo de los espías). Era
natural que el Israelita, conocedor del Antiguo Testamento, asociara la fertilidad tanto natural
como espíritual con la idea de la vid, también era bién conocido que a veces las vides no daban el
fruto deseado.

LA PREGUNTA DEL SIGLO ES:

¿Cómo podemos llevar muchos frutos?

Para que podamos dar fruto, es menester que pertenezcamos en Cristo; es decir, que
mantengamos intima comunión con Él.

I. PERMANECER EN CRISTO

A. La obligación que se nos impone: (V.4)

Permaneced en Mí, y yo en vosotros. Los que se allegan a Cristo han de


permanecer en Él. Mediante esta comunión, la inmanencia de Cristo en nosotros
es segura, porque la comunión de Cristo con los suyos nunca se rompe por el lado
de Él. El brote del pámpano está en la cepa, y la savia de la cepa permanece en el
pámpano y, de ese modo, siempre hay una constante comunicación entre ambos.

B. La necesidad de permanecer en Cristo a fin de llevar fruto (V.4)

Como el pámpano no puede llevar fruto por sí mismo, sí no permanece en la vid,


así tampoco vosotros, sí no permanecéis en Mí. El que permanece en Mí y yo en
él, éste lleva mucho fruto; porque separados de Mí, nada podéis hacer. Agustín de
Hipona dice: el que piensa que produce fruto por sí mismo, no está en la vid, el
que no está en la vid, no está en Cristo; y el que no está en Cristo, no es cristiano.

C. Las consecuencias fatales de no tener comunión con el Señor: (V.6)

El que en MÍ no permanece, es echado fuera como el pámpano, y se seca. Es


echado fuera como sarmiento seco, que es cortado o arrancado para que no
inutilice la savia de la vid. Los que no tienen comunión con Jesucristo, poc o a poco
se irán secando y se quedarán en nada. Habrá incluso motivo para pensar que
nunca fueron verdaderos creyentes.

D. La bendición adicional de los que permanecen en el Señor: (V.7)

Si permanecéis en Mí, y mis palabras permanecen en vosotros pedid todo lo que


queráis y os será hecho. Jesús había enfatizado repetidamente este poder salvífico
de la palabra suya. Cuando mantenemos comunión íntima con Cristo, y sus
palabras controlan nuestra conducta, todo lo que pidamos será hecho según
queramos. Cristo en el corazón del creyente es el que cumple los deseos del
corazón del creyente, porque nuestros deseos serán los de Cristo, como la mente
nuestra será la mente de Cristo. Así es como las promesas de Dios estimulan
nuestras plegarias y las plegarias en comunión con el Señor y con los hermanos
suben, rápidas y sin estorbos, al trono de la gracia.

II. OBEDECER LA PALABRA

A. Guardar sus mandamientos ( amar a Dios y el prójimo)

B. Mantenerlos en disciplina (sometimiento)

C. Creer en sus promesas ( pedid todo lo que queráis y será hecho )

D. Cumplir la misión (dar muchos frutos )

III. PERMANECER EN AMOR

A. Cristo amó a sus discípulos, y lo mostró al dar la vida por ellos: ( V.13 ) nadie tiene
mayor amor que éste, que uno ponga su vida por sus amigos.

B. Cristo amó a sus discípulos, y lo mostró haciendo un pacto de amistad con ellos:
(VV. 14 Y 15 ) . Los seguidores de Cristo son amigos de Cristo. Éste es un honor del
que disfrutan todos los fieles siervos del Señor. Aun cuando los creyentes no se
comporten muchas veces como amigos de Cristo, Él es un amigo que les ama
siempre. Ya no los quiere llamar siervos si no amigos, porque no sólo les ama, sino
que quiere que sepan que les ama.

C. Cristo mostró el amor que tenía a sus discípulos, al tener la libertad de


comunicarles los secretos del Padre: ( V.15 ) Porque todas las cosas que le oí a mi
Padre, os he dado a conocer. Jesucristo les encomendó fielmente a sus discípulos,
y a todos los creyentes genuinos ( los que se hacen como niños ),lo que Él había
recibido del Padre. Los grandes temas pertenecientes a la salvación de la
humanidad, los ha declarado Cristo a sus amigos y discípulos, para que Éstos los
declaren a otros.

D. Cristo mostró el amor que tenía a sus discípulos al elegirles y comisionarles (V.16).
No me elegisteis vosotros a MÍ, sino que yo os elegí a vosotros y os he puesto para
que vayáis y llevéis fruto

 Los eligió para el apostolado

 Los comisionó para el ministerio

 Les mostró el amor que les tenía, declarándoles que todo lo que pidáis al
Padre en mi nombre, os lo dé.

CONCLUCIÓN

Ya ustedes están limpios y serán limpiados cada día más para que lleven más
frutos. Ustedes llevaran frutos para que Cristo exprima ese racimo suyo en los
labios del Padre y podamos decir Glorifícate Padre por mis frutos.

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