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“Gracia o don concedido por Dios a

algunas personas para que realicen


determinadas funciones, y cumplir su
misión en el bien general de la
comunidad”.
CARISMA
Es un término propiamente paulino y
aparece 18 veces en el Nuevo Testamento.

Pero la realidad del carisma ya está


presente en el Antiguo Testamento, lo
vemos ya en los reyes, jueces y profetas
que reciben la misión y la fusión del
Espíritu para ejercerla.
PARA SAN PABLO
La palabra CARISMA tiene un doble significado:

En sentido amplio, se refieren al “don” de la vida


cristiana; en general, recibido en el Bautismo.

En sentido estricto significa un “don” particular y


específico, recibido para el servicio y la edificación
de la comunidad cristiana.

San Pablo se preocupa de que no se apaguen los


carismas y enseña constantemente que Dios actúa
íntimamente en sus hijos, dándoles los dones
necesarios para la misión.
El Concilio Vaticano II en la Lumem
Gentium define los carismas como:

“Gracias especiales” que el Espíritu Santo


“distribuye entre los fieles de cualquier
condición”.
“Con los que les hace aptos y prontos para
ejercer las diversas obras y deberes.
Que sean útiles para la renovación de la
Iglesia”.
Cada familia religiosa, a través de su fundador o
fundadora, ha recibido del Espíritu Santo un carisma
particular, para realizar una misión específica en el
seno de la Iglesia y del mundo.

Cuando hablamos del carisma nos referimos a una


forma de seguir a Jesús.

Este carisma del fundador se ha transmitido a


religiosos-as, laicos-as. Todos tenemos una vocación
en un mismo carisma.
El carisma del fundador o fundadora no se puede
identificar con la "obra" que llevó a cabo.

El carisma es un don vivo, es el aliento del Espíritu


creador al servicio de una historia dinámica, que no
será nunca una simple repetición del pasado.

Esta fuerza vital, esta energía espiritual deben


encarnarse, adaptarse a los tiempos y a los lugares, a
los contextos socioculturales y a las necesidades de
las gentes y de los pueblos.
Sumergirnos en el CARISMA DOMINICANO es
encontrar la “novedad” que Santo Domingo quiso
aportar al momento histórico que le tocó vivir.
Es el núcleo del CARISMA DOMINICANO, de
ahí su nombre: “ORDEN DE PREDICADORES”.

Es el servicio que Domingo quiso prestar a la


Iglesia. Por esta razón nuestra predicación es
una URGENCIA, una NECESIDAD y una
OBLIGACIÓN.
No es una actividad; es un carisma, es una
espiritualidad, es una experiencia de vida
vivida en la realidad de nuestra vida.

Es una forma de seguir a Jesús,


es un estilo de vida evangélica.
Los nuevos “frailes
predicadores” nacen para
la predicación de la Palabra
y la salvación de las almas.

Son enviados a todos


los hombres, grupos y
pueblos; a los creyentes
y no creyentes y, sobre
todo a los pobres.
Santo Domingo fundó su Orden según
el modelo de las primeras comunidades
cristianas que nos dan a conocer los
Hechos de los Apóstoles.

VIDA

ORACIÓN
COMUNIDAD

PREDICACIÓN
Santo Domingo
amaba la
itinerancia, por
eso, desde el
principio de la
Orden envió a sus
hermanos por
todo el mundo a
predicar la
Palabra de Dios;
iban de
dos en dos.
LA ORDEN nació como familia y la manera
mejor de manifestar nuestro carisma, es en la
MISIÓN CONJUNTA.

Esta misión comporta:

Rezar juntos

Tomar decisiones Planificar

Llevar a cabo proyectos


Los proyectos se realizan en diversos

Enseñanza

Animación Pastoral

CAMPOS Justicia y paz

Ministerios de oración

Predicación
Misiones…
Somos dominicos/as predicadores/as y una
de las formas de predicar es a través de
la educación.
En el ESCUDO de la Orden
de Predicadores, aparece un
lema sublime y ambicioso:
VERITAS.
El ideal de esa misma Orden
ha sido definido repetidas
veces como “el ideal de la
verdad”.

Algunos escudos también llevan


el lema que define nuestro carisma:
ALABAR, BENDECIR Y PREDICAR.
Orar, contemplar
y dar lo contemplado.
Toda predicación ha de brotar de la
oración.
Su madre, la Beata Juana de Aza soñó que un
PERRITO salía de su vientre con una ANTORCHA
encendida en su boca.
Esto significaba que su hijo iba a encender el fuego
de Jesucristo en el mundo por medio de la
PREDICACIÓN.
Se nos dice en la misma Leyenda que durante el
bautismo de Domingo apareció una ESTRELLA sobre
su frente. La estrella significa la luz que Domingo
transmite por medio de su vida y predicación.

Santo Domingo siempre


fue una ESTRELLA
brillante y
una luz para muchas
personas.
El mismo Domingo tuvo otra visión: "En la basílica
de San Pedro contempló que se le acercaban los
gloriosos apóstoles Pedro y Pablo. Parecíale que
Pedro le entregaba un BÁCULO y Pablo un LIBRO
mientras le decían:
"VETE Y PREDICA, PORQUE DIOS TE HA
ESCOGIDO PARA ESTE MINISTERIO".
Santo Domingo dedicó su
vida a la predicación,
caminó por los caminos,
pueblos y ciudades
predicando la Palabra de
Dios.

El BASTÓN o LAS SANDALIAS simbolizan la


vida itinerante que llevó Domingo para dedicarse
a la Predicación.
Define su
personalidad
intelectual:
vida interior
contemplativa
EL LIBRO y su
representa la proyección
Biblia, que era hacía los
la fuente de la hombres.
predicación y
espiritualidad Manifiesta su
de Domingo. pasión por
predicar la
Palabra de
Dios.
Suelen presentar
a Santo Domingo
con el ROSARIO
en la mano,
colgado del
cinturón,
recibiéndolo de la
Virgen o incluso
colgado de su
cuello.
¿Qué es un
Dominico/
a?
Los dominicos son hombres y
mujeres como tú o como yo,
como cualquiera de nosotros,
cuyo único afán es seguir las
enseñanzas de Jesús y vivir
con el Amor de Dios Padre
siguiendo el carisma de
nuestro padre y fundador
Santo Domingo de Guzmán.
Domingo de Guzmán
buscó la VERDAD por eso
...

el dominico se pregunta
permanentemente por Dios, la
humanidad, el mundo ... Siembra
constantemente inquietudes e
interrogantes.
Domingo de Guzmán
compartió y vivió las
necesidades y las
precariedades de los más
humildes, de los más
pobres, vivió la
COMPASIÓN.
Padecer “con” y “por” es la clave de
interpretación de nuestra vida y misión.
Domingo quiso para
sus hijos las armas del
ESTUDIO y así
combatir las herejías
de la época.

Por medio del estudio, los dominicos buscamos el modo


de dar respuesta.
Domingo de Guzmán fundó la
orden con un objetivo
primordial:
la PREDICACIÓN

Nuestra razón de ser es el anuncio de la


Verdad de Jesús de Nazaret, un Dios que
libera y humaniza a los hombres.
La orden dominicana se
forma y enriquece a través
de todos aquellos que,
siguiendo los pasos de
Domingo, comparten su
particular visión con los
demás viviendo en
COMUNIDAD.
No existimos sin comunidad, no es posible anunciar la
buena noticia sin hacerla vida con los hermanos.
Nuestra fuerza
y nuestra
fuente es la
ORACIÓN
donde ...
Dios es el centro de nuestra vida; él da sentido a la
comunidad que se reúne en torno a él y a su Palabra.
El encuentro con la Palabra de Dios ilumina las
opciones y carga de sentido nuestros trabajos.
Nuestro peregrinar hacia Dios
según las enseñanzas de Jesús y
bajo el carisma de nuestro
Padre Santo Domingo nos
invita a tener siempre una
MENTE ABIERTA.

Vivimos siempre abiertos a la novedad


de nuestro mundo, en la tensión de ser
vanguardia, de estar en las fronteras.
somos
Bajo el lema
Dominicano:

ALABAR...

BENDECIR...

PREDICAR..
Ser
educador/a
dominico/a es
tener un
CORAZÓN
COMPASIVO
y vivir en el
mar del
AMOR de
DIOS.

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