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[1]Cuando llegó la fiesta de Pentecostés, todos los creyentes se encontraban reunidos en un mismo lugar.
[2]De repente, un gran ruido que venía del cielo, como de un viento fuerte, resonó en toda la casa donde ellos
estaban.
[3]Y se les aparecieron lenguas como de fuego que se repartieron, y sobre cada uno de ellos se asentó una.
[4]Y todos quedaron llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu hacía
que hablaran.
Hechos 1:8
[8]pero cuando el Espíritu Santo venga sobre ustedes, recibirán poder y saldrán a dar testimonio de
mí, en Jerusalén, en toda la región de Judea y de Samaria, y hasta en las partes más lejanas de la
tierra.
[16]Y este mismo Espíritu se une a nuestro espíritu para dar testimonio de que ya somos hijos de Dios.
[26]De igual manera, el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad. Porque no sabemos orar como es
debido, pero el Espíritu mismo ruega a Dios por nosotros, con gemidos que no pueden expresarse con
palabras.
Juan 16:8, 13
[8]Cuando él venga, mostrará claramente a la gente del mundo quién es pecador, quién es inocente,
y quién recibe el juicio de Dios.
[13]Cuando venga el Espíritu de la verdad, él los guiará a toda verdad; porque no hablará por su
propia cuenta, sino que dirá todo lo que oiga, y les hará saber las cosas que van a suceder.
[23]¡Alégrense ustedes, habitantes de Sión, alégrense en el Señor su Dios! Él les ha dado las lluvias en el
momento oportuno, las lluvias de invierno y de primavera, tal como antes lo hacía.
[28]»Después de estas cosas derramaré mi espíritu sobre toda la humanidad: los hijos e hijas de ustedes
profetizarán, los viejos tendrán sueños y los jóvenes visiones.
[31]El sol se volverá oscuridad, y la luna como sangre, antes que llegue el día del Señor, día grande y terrible.»
Oseas 6:3
[3]¡Esforcémonos por conocer al Señor! El Señor vendrá a nosotros, tan cierto como que sale el sol,
tan cierto como que la lluvia riega la tierra en otoño y primavera.
POR ÉL
¿Por qué no tener hambre y sed del don del Espíritu, puesto que es el medio por el
cual hemos de recibir poder? ¿Por qué no hablamos de él, oramos por él, y
predicamos acerca de él? El Señor está más dispuesto a darnos el Espíritu Santo
que los padres a dar buenas dádivas a sus hijos. Todo obrero debiera solicitar a Dios
el bautismo del Espíritu. Debieran reunirse grupos para pedir ayuda especial,
sabiduría celestial, a fin de saber cómo hacer planes y ejecutarlos sabiamente.
Debieran los hombres pedir especialmente a Dios que otorgue a sus misioneros el
Espíritu Santo. 3JT 212.2
Oremos con corazón contrito y con el mayor fervor para que ahora, en el tiempo de
la lluvia tardía, los aguaceros de la gracia caigan sobre nosotros. Cada vez que
asistamos a una reunión, deben ascender nuestras plegarias para que en ese
mismo momento Dios imparta calor y humedad a nuestras almas. Al buscar a Dios
para que nos conceda el Espíritu Santo, él producirá en nosotros mansedumbre,
humildad de mente, y una consciente dependencia de Dios con respecto a la lluvia
tardía que trae perfección. Si oramos con fe por esa bendición, la recibiremos tal
como Dios lo ha prometido. TM 509.1
El Espíritu Santo será derramado sobre todos los que están pidiendo el pan de
vida para darlo a sus vecinos.—Testimonies for the Church 6:90. SC 312.3
Las convocaciones de la iglesia, tales como las asambleas generales, las reuniones de
la iglesia local, y todas las oportunidades en que se trabaja personalmente por las
almas, son las ocasiones señaladas por Dios para dar la lluvia temprana y la tardía.
TM 508.1
Oremos con corazón contrito y con el mayor fervor para que ahora, en el tiempo de
la lluvia tardía, los aguaceros de la gracia caigan sobre nosotros. Cada vez que
asistamos a una reunión, deben ascender nuestras plegarias para que en ese mismo
momento Dios imparta calor y humedad a nuestras almas. Al buscar a Dios para que
nos conceda el Espíritu Santo, él producirá en nosotros mansedumbre, humildad de
mente, y una consciente dependencia de Dios con respecto a la lluvia tardía que trae
perfección. Si oramos con fe por esa bendición, la recibiremos tal como Dios lo ha
prometido. TM 509.1
Preparación para la crisis final
LA LLUVIA TARDÍA
Orad sin cesar, y velad mientras obráis en armonía con vuestras oraciones. Al
orar, creed, confiad en Dios. Es el tiempo de la lluvia tardía, cuando el Señor
concederá su Espíritu en abundancia. Sed fervientes en la oración, y velad en el
Espíritu.* TM 512.1
Esta obra será semejante a la que se realizó en el día de Pentecostés. Como la “lluvia
temprana” fué dada en tiempo de la efusión del Espíritu Santo al principio del
ministerio evangélico, para hacer crecer la preciosa semilla, así la “lluvia tardía”
será dada al final de dicho ministerio para hacer madurar la cosecha.
La gran obra de evangelización no terminará con menor manifestación del poder
divino que la que señaló el principio de ella. Las profecías que se cumplieron en
tiempo de la efusión de la lluvia temprana, al principio del ministerio evangélico,
deben volverse a cumplir en tiempo de la lluvia tardía, al fin de dicho ministerio.
Esos son los “tiempos de refrigerio” en que pensaba el apóstol Pedro cuando dijo:
“Así que, arrepentíos y convertíos, para que sean borrados vuestros pecados; pues
que vendrán los tiempos del refrigerio de la presencia del Señor, y enviará a
Jesucristo.” Hechos 3:19, 20. CS54 669.3
Estas escenas han de repetirse, y con mayor poder. El descenso del Espíritu Santo en
el día de Pentecostés fue la primera lluvia, pero la última lluvia será más abundante.
El Espíritu espera que lo pidamos y recibamos. PVGM 92.1
LLAMADO
Preparación para la
crisis final