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CLASE No.3
EL ESPIRITU SANTO
El Espíritu Santo es llamado en la Biblia Espíritu de Jehová, el Espíritu, Santo
Espíritu y Espíritu de Dios.
Génesis 1:1-2
Y la tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo, y el Espíritu de
Dios se movía sobre la faz de las aguas.
EJEMPLOS:
Jueces 6:34: Entonces el Espíritu de Jehová vino sobre Gedeón, y cuando éste tocó el cuerno, los
abiezeritas se reunieron con él.
Jueces 11:29: Y el Espíritu de Jehová vino sobre Jefté; y pasó por Galaad y Manasés, y de allí
pasó a Mizpa de Galaad, y de Mizpa de Galaad pasó a los hijos de Amón.
Jueces 14:6: Y el Espíritu de Jehová vino sobre Sansón, quien despedazó al león como quien
despedaza un cabrito, sin tener nada en su mano; y no declaró ni a su padre ni a su madre lo que
había hecho.
1 Samuel 10:10: Y cuando llegaron allá al collado, he aquí la compañía de los profetas que venía a
encontrarse con él; y el Espíritu de Dios vino sobre él con poder, y profetizó entre ellos.
1 Samuel 16:13: Y Samuel tomó el cuerno del aceite, y lo ungió en medio de sus hermanos; y
desde aquel día en adelante el Espíritu de Jehová vino sobre David. Se levantó luego Samuel, y se
volvió a Ramá.
Joel 2:28: Y después de esto derramaré mi Espíritu sobre toda carne, y profetizarán vuestros hijos
y vuestras hijas; vuestros ancianos soñarán sueños, y vuestros jóvenes verán visiones.
El Padre envió a Juan a Bautizar y le dio una señal clara para reconocer al Salvador. El Espíritu
iba a permanecer sobre el Salvador.
Juan 1:33: “Y yo no le conocía; pero el que me envió a bautizar con agua, aquél me dijo: Sobre
quien veas descender el Espíritu y que permanece sobre él, ése es el que bautiza con el Espíritu
Santo. “
La victoria del Señor trajo el cumplimiento de la profecía dada al profeta Joel, Joel 2:28: “Y
después de esto derramaré mi Espíritu sobre toda carne, y profetizarán vuestros hijos y vuestras
hijas; vuestros ancianos soñarán sueños, y vuestros jóvenes verán visiones.”
Toda persona que llega a los pies de Cristo lo hace porque el Espíritu Santo lo convence de
pecado. Nadie puede decir que buscó a Dios porque le salió del corazón hacerlo. Tu y yo estamos
en Cristo porque el Espíritu Santo nos convenció de nuestros pecados. En un momento de
nuestras vidas se encendió una luz en nuestras conciencias y vimos lo vil pecadores que éramos y
que no podíamos ser salvos por medio de nuestras obras. Alabemos a Dios por el Espíritu Santo
que nos trajo a esa convicción de pecado. 1 Corintios 6:11
Luego que de una manera sobrenatural vimos nuestra pecaminosidad, la obra del Espíritu no
quedo allí. Continuó hablando a nuestra conciencia acerca de la justicia de Dios. 2 Corintios 5:21.
Nuestros argumentos se levantaron para buscar un atajo para redimirnos. Buenas obras,
penitencias, actos religiosos y muchas otras acciones hacíamos para buscar el perdón de Dios y su
aceptación para lograr paz en nuestras conciencias y con Dios. Pero el Espíritu nos mostró que
solo la justicia de Dios por medio del sacrificio de Cristo era suficiente para recibir perdón y
entendimos que “todas nuestras justicias son como trapo de inmundicia”. Romanos 5:1. Somos
justificados por la Fe. Nos mostró que las buenas obras no nos salvan, sino la fe en el sacrificio del
Cordero. “Sin derramamiento de sangre no hay remisión de pecado”, Hebreos 9:22. Espíritu nos
mostró que la justicia de Dios quedo cumplida cuando su único Hijo tomó nuestro lugar en la cruz,
muriendo por nosotros, pagando la cuenta y dándonos perdón eterno.
1.-El Juicio de los creyentes en el Tribunal de Cristo. 2 Corintios 5:10.Esto ocurrirá luego del rapto
de la Iglesia y será el juicio de los cristianos, para recibir el pago de todo o que hayamos hecho
mientras estuvimos en el cuerpo.
2.-El Juicio ante el Gran Trono Blanco. Es el juicio de aquellos que no reconocieron sus pecados ni
se arrepintieron de ellos durante su vida. Las personas que no resucitaron en la primera
resurrección (en el rapto resucitaran los que murieron en Cristo, los que estemos vivos seremos
arrebatados al Cielo). Satanás y sus ángeles serán lanzados al lago de fuego. Apocalipsis 20:1-15
Antes de ascender al cielo, el Señor dijo a sus discípulos que no se fueran de Jerusalén hasta recibir
la promesa del Padre,
Hechos 1:1-5.
1:1 En el primer tratado, oh Teófilo, hablé acerca de todas las cosas que Jesús comenzó a hacer y
a enseñar,
1:2 hasta el día en que fue recibido arriba, después de haber dado mandamientos por el Espíritu
Santo a los apóstoles que había escogido;
1:3 a quienes también, después de haber padecido, se presentó vivo con muchas pruebas
indubitables, apareciéndoseles durante cuarenta días y hablándoles acerca del reino de Dios.
1:4 Y estando juntos, les mandó que no se fueran de Jerusalén, sino que esperasen la promesa
del Padre, la cual, les dijo, oísteis de mí.
1:5 Porque Juan ciertamente bautizó con agua, mas vosotros seréis bautizados con el Espíritu
Santo dentro de no muchos días.
Hechos 2:1-4
Efesios 1:13: En él también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra
salvación, y habiendo creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa,
Efesios 4:30: Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para el día de la
redención.
3.-Somos templo del Espíritu,
1 Corintios 3:16: ¿No sabéis que sois TEMPLO de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en
vosotros?
1 Corintios 3:17: Si alguno destruyere el TEMPLO de Dios, Dios le destruirá a él; porque
el TEMPLO de Dios, el cual sois vosotros, santo es.
Al recibir el Espíritu Santo el permanece con nosotros, no se va de nuestras vidas. Sin embargo,
debemos caminar con El con mucho respeto y amor al Espíritu. Debemos dejar que él nos guíe en
nuestro diario vivir y no debemos:
1.- Entristecer al Espíritu.
Efesios 4:30: Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para el día de la
redención.
2.-Resistir al Espíritu. Hechos 7:51: ¡Duros de cerviz, e incircuncisos de corazón y de oídos! Vosotros
resistís siempre al Espíritu Santo; como vuestros padres, así también vosotros.
3.-Apagar el Espíritu. 1 Tesalonicenses 5:19: No apaguéis al Espíritu.
4.-Afrentar al Espíritu.
Hebreos 10:29: ¿Cuánto mayor castigo pensáis que merecerá el que pisoteare al Hijo de Dios, y
tuviere por inmunda la sangre del pacto en la cual fue santificado, e hiciere afrenta al Espíritu de
gracia?
Gálatas 3:2: Esto solo quiero saber de vosotros: ¿Recibisteis el Espíritu por las obras de la ley, o por el
oír con fe?