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LAS GRANDES

REFORMAS
DE LOS DERECHOS
CIUDADANOSOS
LA PRIMERA GRAN REFORMA:
LA DECLARACIÓN DE LOS DERECHOS DEL HOMBRE Y DEL
CIUDADANO DE 1789
PRESENTACIÓN:
La Declaración de Derechos del hombre y del Ciudadano, fue la
primera Declaración de derechos en el mundo, promulgada el 26 de
agosto de 1789.
Fue aprobado por la Asamblea Nacional Constituyente francesa, en el
marco del triunfo de la Revolución Francesa (1789-1799).
• Los diputados, reunidos en Asamblea, acordaron adoptar el
nombre de Asamblea Nacional Constituyente, el 9 de julio de
1789, en ella se aprobó redactar un preámbulo, para la nueva
constitución francesa, que enumerase los derechos fundamentales
que ésta debía respetar.
• Los artículos fueron debatidos y votados del 20 al 26 de agosto.
• Es un documento fundamental, que define los derechos del
hombre y del ciudadano.
• De esta manera se había aprobado:
• La abolición de los privilegios del Antiguo Régimen, poniendo
fin al sistema feudal.
• Limitaba el poder de la monarquía.
• Otorgaba al parlamento la facultad exclusiva de elaborar las
leyes.
• Exigía al rey el cumplimiento obligatorio de las mismas.
LA DECLARACIÓN DE LOS DERECHOS DEL HOMBRE Y
DEL CIUDADANO DE 1789
• Establece:
1. Los hombres nacen y permanecen libres e iguales en derechos.
Las distinciones sociales solo pueden fundarse en la utilidad común.
2. La finalidad de toda asociación política es la conservación de los
derechos naturales e imprescriptibles del hombre.
Esos derechos son la libertad, la propiedad, la seguridad y la resistencia a
la opresión.
3. La fuente de toda soberanía reside esencialmente en la nación; ningún
individuo, ni ninguna corporación pueden ser revestidos de autoridad
alguna, que no emane directamente de ella.
4. La libertad consiste en poder hacer todo aquello que no cause
perjuicio a los demás.
El ejercicio de los derechos naturales de cada hombre, no tiene otros
límites que los que garantizan a los demás miembros de la sociedad el
disfrute de los mismos derechos.
Estos límites solo pueden ser determinados por la ley.
5. La ley sólo puede prohibir las acciones que son perjudiciales a la
sociedad.
Lo que no está prohibido por la ley no puede ser impedido.
Nadie puede verse obligado a aquello que la ley no ordena.
6. La ley es expresión de la voluntad de la comunidad.
Todos los ciudadanos tienen derecho a colaborar en su formación,
sea personalmente, sea por medio de sus representantes.
Debe ser igual para todos, sea para proteger o para castigar.
Siendo todos los ciudadanos iguales ante ella, todos son igualmente
elegibles para todos los honores, colocaciones y empleos, conforme
a sus distintas capacidades, sin ninguna otra distinción que la creada
por sus virtudes y conocimientos.
7. Ningún hombre puede ser acusado, arrestado y mantenido en
confinamiento, excepto en los casos determinados por la ley, y de
acuerdo con las formas por esta prescritas.
Todo aquel que promueva, solicite, ejecute o haga que sean ejecutadas
órdenes arbitrarias, debe ser castigado, y todo ciudadano requerido o
aprendido por virtud de la ley debe obedecer inmediatamente, y se
hace culpable si ofrece resistencia.
8. La ley no debe imponer otras penas que aquellas que son estrictas y
evidentemente necesarias; y nadie puede ser castigado sino en virtud
de una ley promulgada con anterioridad a la ofensa y legalmente
aplicada.
• 9. Todo hombre es considerado inocente hasta que ha sido declarado
convicto.
• Si se estima que su arresto es indispensable, cualquier rigor mayor del
indispensable para asegurar su persona ha de ser severamente
reprimido por la ley.
• 10. Ningún hombre debe ser molestado por razón de sus opiniones, ni
aún por sus ideas religiosas, siempre que al manifestarlas no se
causen trastornos del orden público establecido por la ley.
11. Puesto que la libre comunicación de los pensamientos y
opiniones es uno de los más valiosos derechos del hombre, todo
ciudadano puede hablar, escribir y publicar libremente, excepto
cuando tenga que responder del abuso de esta libertad en los casos
determinados por la ley.
12. Siendo necesaria una fuerza pública para garantizar los derechos
del hombre y del ciudadano, se constituirá esta fuerza en beneficio
de la comunidad, y no para el provecho particular de las personas a
las que ha sido confiada.
13. Siendo necesaria, para sostener la fuerza pública y subvenir a los
gastos de administración, una contribución común, ésta debe ser
distribuida equitativamente entre los ciudadanos, de acuerdo con
sus facultades.
14. Todo ciudadano tiene derecho, ya por sí mismo o por su
representante, a constatar la necesidad de la contribución pública, a
consentirla libremente, a comprobar su adjudicación y a determinar
su cuantía, su modo de amillaramiento, su recaudación y su
duración.
15. La sociedad tiene derecho a pedir a todos sus agentes cuentas de su
administración.
16. Una sociedad en la que la garantía de los derechos no está
asegurada, ni la separación de poderes determinada, no tiene
constitución.
17. Siendo inviolable y sagrado el derecho de propiedad, nadie podrá
ser privado de él, excepto cuando la necesidad pública, legalmente
comprobada, lo exige de manera evidente, y a la condición de una
indemnización previa y justa.
• Aun cuando esta Declaración, establece los derechos fundamentales
de los ciudadanos, no se refiere a la condición de las mujeres o la de
los esclavos.
• La condición de las mujeres fue abolida por la Convención Nacional el
4 de febrero de 1794, sin embargo, tuvo una limitada aplicación.
LA SEGUNDA GRAN REFORMA:
EL SUFRAGIO UNIVERSAL FEMENINO

• La Declaración de 1789, reconoció muchos derechos como


pertenecientes a la persona, pero estos sólo podían ser plausibles de
aplicar a los hombres.
• Las mujeres presentaron el 5 de octubre de 1789, la Petición de la
Mujer, a la Asamblea Nacional, en la que propusieron un decreto que
les otorgara los mismos derechos que a los hombres.
• La Revolución Francesa no reconoció los derechos de las mujeres,
recién en septiembre de 1791, se publica la Declaración de los
Derechos de la Mujer y la Ciudadana.
• La Declaración de los Derechos de la Mujer y la Ciudadana, se basa
en la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, y
expone el fracaso de la Revolución Francesa, en términos de
equidad de género.
• Esta declaración tuvo una aplicación muy limitada, hasta fines del
siglo XIX, muchos países reconocían como voto universal,
exclusivamente el de los hombres.
• La Convención sobre los Derechos Políticos de la Mujer, fue adoptada
por la Asamblea General de las Naciones Unidas, en la resolución 640,
del 20 de diciembre de 1952 y entró en vigencia el 7 de julio de 1954,
basándose en el Artículo 21 de la Declaración de Derechos Humanos;
explicita el derecho de las mujeres al voto y su acceso a cargos
públicos.
• En su Artículo I, la convención dispone:
• Las mujeres tendrán derecho a votar en todas las elecciones, en
igualdad de condiciones con los hombres, sin discriminación alguna.

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