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EL ESPACIO EXTERIOR

Formación de espacio exterior.


• Básicamente, el espacio se forma
por medio del conjunto de relaciones
que vinculan un objeto con el ser
humano que lo percibe. Esta
correspondencia se establece, en
primer lugar, por medio de la vista,
pero si nos movemos en un espacio,
participan también el olfato, el oído
y el tacto. A menudo sucede que el
mismo espacio proporciona distintas
sensaciones según el modo como le
afecten la lluvia, el viento y el sol.
• En nuestra vida cotidiana muchas veces el espacio se genera
de una forma inconsciente. Por ejemplo, cuando una familia
que está en el campo extiende una manta aparece
súbitamente un espacio para el esparcimiento, espacio que se
extrae de la propia naturaleza; una vez la manta se dobla, en
su lugar no queda nada más que el campo.
• Un hombre y una mujer que pasean en un día de lluvia, crean
bajo el paraguas que abren, un espacio particular, y al cerrar
el paraguas desaparece este espacio íntimo.
• Cuando un grupo de personas se reúne en torno a un orador al
aire libre, se genera un espacio lleno de tensión; al concluir el
parlamento y dispersarse el auditorio, tal espacio deja de existir.
• El filósofo chino Lao Tzu dijo: “Aunque la arcilla puede
recibir la forma de vaso, la esencia de vaso reside en su
vacío interior”.
Pero los arquitectos no deben olvidar que la arcilla es
necesaria para crear el mencionado espacio vacío.
• En términos generales, el espacio interior en arquitectura se
delimita por tres planos: un suelo, una pared y un techo.
• Tanto en el espacio exterior como en el interior la textura,
el modelo, la forma, el color, la dimensión, el cambio de nivel
de suelo… son elementos clave del diseño.
• Cuando los arquitectos crean un espacio con materiales
constructivos, entonces los techos, las paredes y los suelos
pasan a ser elementos de suma importancia. Por ejemplo, una
pared de ladrillo levantado en un paraje donde brilla el sol.
En regiones situadas en altas latitudes, la pared genera una cara soleada donde
personas pueden charlar apoyadas contra ella, mientras que la cara contraria da
lugar a un espacio frío y sin sol.
Si sobre el terreno se cuelga algo parecido a un toldo, en latitudes
cálidas, bajo el toldo aparece un lugar de reposo donde la persona
encontrará protección del sol. Al recoger el toldo, se restablece el
estado inicial. De este modo, constatamos que es posible crear un
espacio arquitectónico en un trozo de terreno natural mediante una
pared o un toldo.
Entonces ¿qué es el espacio exterior? En primer lugar es
un espacio que se crea al delimitar la naturaleza. Un marco
separa el espacio exterior de la naturaleza, y no es
naturaleza en sí mismo, pues ésta se extiende
indefinidamente.
• Es un entorno exterior fabricado por el hombre con un fin específico,
un espacio con un significado y un fragmento de la naturaleza. El
espacio exterior rodeado por su marco, desarrolla dentro de sí un
orden centrípeto: constituye un espacio positivo colmado de
funciones.
La naturaleza es un espacio centrífugo que se prolonga hasta el infinito
y se considera como un espacio negativo.
• Si la totalidad de la trama
constructiva se considera como
un trabajo arquitectónico, las
partes provistas de techo se ven
como espacio interior y las que
no lo tienen, como espacio
exterior que se diferencia en su
propia naturaleza de un jardín o
un espacio abierto. El espacio
arquitectónico se determina
por tres planos y el espacio
exterior por dos. En estas dos
dimensiones debe prestarse
máxima atención al diseño del
plano horizontal.
ara los arquitectos,
spacio exterior es
arquitectura sin
echo”.
l espacio exterior se
rea como
elimitación de la
aturaleza.
• Es imprescindible tener un conocimiento profundo de las relaciones
existentes entre los distintos materiales y el efecto que produce su
percepción a distancia. Tiene gran importancia la determinación de la
altura de una pared, sea por encima o por debajo de la altura de un
observador, así como la relación entre dicha pared y la distancia a la
que se encuentra el que observa.
• En el diseño de un espacio exterior entran en mayor cantidad y
frecuencia que en el interior los árboles, el agua y las piedras,
materiales cerámicos, ladrillos, esculturas y mobiliario capaces de
soportar la lluvia, viento y sol. Requiere la máxima atención la
dirección en que inciden los rayos solares, pues se incorporan nuevas
facetas al espacio, y la iluminación es algo fundamental a la hora de
establecer peculiaridades nocturnas.
El conjunto de la Piazza del Campo está
diseñado a fin de adaptarse a cualquier
clase de reunión o celebración.
Estamos contemplando “una
arquitectura sin techo”.
Los italianos tienen los dormitorios más
reducidos, pero las salas de estar
mayores de Europa. La plaza, la calle, la
acera son su salón principal.
• La reversibilidad del espacio interior y exterior es muy sugestiva para el
análisis espacial y para llegar a concebir la idea del “espacio inverso”, es
concebir el espacio como “positivo” y “negativo”.
La Piazza del
Campo
Espacio positivo y espacio negativo.
• Existen dos clases de espacio arquitectónico: el
primero es aquel cuyo vector se dirige
directamente hacia su centro; el segundo, aquel
cuyo vector, partiendo de éste, se orienta hacia
el exterior. Si vemos el espacio B que envuelve el
Cuerpo A como un espacio total, podemos captar
B en relación a A. Si Percibimos el espacio B que
rodea el cuerpo A como un espacio natural,
carente de intencionalidad humana, entonces B
se captará como negativo en cuanto a A y, por
consiguiente, definido como un espacio negativo
(-N) respecto a A. El espacio +P corresponde a la
imagen y el espacio –N al fondo.
El espacio Negativo puede
transformarse en espacio Positivo
al experimentar una modificación
cualitativa. La positividad espacial
indica la existencia de una
intencionalidad humana o de una
planificación con relación al
espacio.
Desde la perspectiva de una teoría espacial, la
planificación significa que primero se
determinan los límites y después se construye
el orden interior hacia el centro.
Contrariamente, la negatividad espacial
implica que el espacio es espontáneo y falto
de planificación. En consecuencia, el espacio
P es centrípeto y el espacio N es centrífugo.
• Si un cuerpo A –un cuerpo aislado, como un obelisco o una escultura-
se coloca en un entorno que, al igual que la naturaleza, se prolonga
hasta el infinito, el espacio circundante de A puede considerarse un
espacio -N relativo al mismo.
• Si el cuerpo A es independiente –un pilar o
una chimenea- el espacio que lo envuelve es
completamente funcional y se puede
considerar como un espacio P.
• Si el espacio circundante es infinito y difuso,
es un espacio N.
Desde el punto de vista de la teoría del
espacio, planificar puede compararse
con verter agua en una taza, y no
planificar, derramarla en el suelo. Lo
primero es centrípeto, lo segundo
centrífugo.
A N
Cuando un espacio P existe alrededor de A, aparece un
P espacio N en torno al espacio P

N2
P A

Si el espacio N se convierte en un espacio P, en que lo envuelve


pasará a ser un espacio N2
P

A N3

Si el espacio N se convierte en un espacio P, en que lo envuelve


pasará a ser un espacio N3
P

A N4

Si el espacio N se convierte en un espacio P, en que lo


envuelve pasará a ser un espacio N4

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