Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
1. ¿Qué es el espacio?
El espacio en arquitectura hace referencia al lugar cuya
producción es el objeto de la arquitectura. El concepto está
en permanente revisión por parte de los expertos en esta
materia, ya que implica diversas concepciones. Es correcto
afirmar que se trata de un espacio creado por el ser humano
(en otras palabras, un espacio artificial) con el objetivo de
realizar sus actividades en las condiciones que considera
apropiadas.
Puede decirse, pues, que la función principal de un
arquitecto es la configuración de espacios arquitectónicos
adecuados. Para lograr esto, el arquitecto se vale de
elementos arquitectónicos que constituyen las partes
funcionales o decorativas de la obra.
Espacio conceptual
En estrecha vinculación con el perceptivo, puede definirse
como el mapa mental que llevamos en la cabeza, el plano
que queda almacenado en nuestra memoria.
Los edificios que funcionan bien son aquellos que los
usuarios pueden comprender muy fácilmente con su
imaginación o con el uso de su memoria porque la mayoría
de su vida han habitado un espacio arquitectónico por lo cual
tienen una experiencia innata de lo que es un espacio
arquitectónico, por lo que pueden desplazarse con soltura,
casi sin necesidad de que nadie se los enseñe, como una
especie de inevitabilidad.
Espacio funcional
Que podría definirse como aquello en el que realmente nos
movemos y usamos. Para analizar todos estos tipos de
espacio examinaremos la casa de Lloyd Lewis en
Libertyville (Illinois), realizada por Frank Lloyd Wright.
La vista de la sala de estar hacia la chimenea está definida
por las librerías empotradas, el ladrillo visto del conjunto de
la chimenea, el suelo y el techo; todas las superficies son
opacas y transmiten una clara sensación de confinamiento; el
espacio físico es evidente.
Espacio direccional
Es aquel donde el punto de atención corre a través de un eje
longitudinal como en una catedral gótica, el enfático eje
longitudinal dirige el movimiento hacia un foco, hacia el
altar.
Esta especie de fuerza gravitatoria hacia el altar es
particularmente intensa en catedrales inglesas, pues, por ser
de menor altura que las francesas y tener líneas horizontales
mas acentuadas, se produce una ilusión óptica que hace que
las crujías parezcan converger hacia el altar incluso
extenderse mas allá de el.
Espacio no direccional
La planta del pabellón de Barcelona es un ejemplo ilustrativo
de espacio no direccional, ya que no existe un recorrido
obvio a través del edificio, sino más bien una gama de ellos a
escoger.
Espacio positivo
Este espacio positivo es aquel que esta concebido como un
vació que, posteriormente, se envuelve en una cáscara
construida para definirlo y contenerlo.
Un ejemplo de ello es la cáscara de yeso de la iglesia de
peregrinación de los Vierzahnheiligen (Catorce Santos), en
Franconia, al sur de Alemania.
La envoltura no tiene nada estructuralmente sustancial, esta
ahí exclusivamente como envoltorio, para definirse como
espacio concreto y crear una particular experiencia
arquitectónica y religiosa.
Espacio negativo
Por contraste, el espacio negativo se crea vaciando un sólido
que ya existe. Tal vez las primeras moradas del género
humano fueran las cavernas vaciadas naturalmente.
Esa evocación ancestral permanece en muchas cavernas
excavadas artificialmente en la roca, como las Ajunta y
Karli, en la India, que fueron excavadas entre el año 2000 a.
de C. y el 650 d. de C.
En ellas, el espacio se creo cortando laboriosamente el
macizo ya existente hasta obtener el vació deseado. Todavía
existe una forma mas de definir el espacio, que, aunque no es
estrictamente arquitectónica, no por ello ha de ser olvidada
por el arquitecto, se trata del
Espacio personal
Esto es, la distancia que los individuos de una misma especie
guardan entre ellos. Estamos hablando, por ejemplo, de la
separación que los pájaros mantienen entre sí al posarse
sobre el alero de un edificio o sobre un cable telefónico, y
también de la distancia que guardan entre sí dos
desconocidos que esperan sentados en la parada de un
autobús. Para la mayoría de los animales, esta zona de
confort esta programada genéticamente.