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AMAR DESDE MI

ESENCIA
JUAN 18,37-38

• “Cuando Jesus estaba frente al procurador Poncio Pilato este le


preguntó: ¿eres tu Rey? Jesús le contestó “sí, como dices soy rey.
Yo para esto he nacido y para esto he venido al mundo: para dar
testimonio de la verdad. Todo el que es de la verdad escucha mi
voz. Le dijo Pilato: ¿qué es la verdad?
Si somos de Cristo, es importante que nos abramos a escuchar la verdad que Él nos revela y comunica,
pues muchos problemas de nuestra vida provienen de no conocer la verdad, o conocer solo una parte de la
verdad. (Relativismo, o subjetividad).
¿QUIÉN SOY YO? ¿CUÁL ES MI ESENCIA?

• Salmo 8, 4: “Señor Dios nuestro quién es el hombre para que de él te acuerdes?


• Es la pregunta de todos los tiempos, toda la vida, todas las edades.
• Pero ¿Cuál es mi esencia?
• Esencia: es lo que nos hace ser ontológicamente, lo que somos, es lo que es constitutivo a nosotros si lo
cual no fuéramos nosotros mismos. La esencia no cambia.
• La ontología es la rama de la filosofía que estudia la naturaleza del ser (Platón y Aristoteles).
• Accidente: no es constitutivo a nosotros mismos, sino que por las circunstancias o experiencias vividas,
está en nosotros, pero si lo quitamos no dejaremos de ser nosotros.
GENESIS 1,27

• Dios creó el hombre a su imagen,


• A imagen de Dios los creó,
• Macho y hembra los creó.
• “Pero Dios no creó al hombre en solitario. Desde el principio los hizo hombre y mujer. Esta sociedad
hombre y mujer es la expresión primera de la comunión de personas humanas. El hombre es en efecto
por su intima naturaleza un ser social, y no puede vivir ni desplegar sus cualidades sin relacionarse con
los demás”.

• Juan Pablo II, 9 de enero de 1980.


• “El hombre y la mujer han sido hechos el uno para el otro; el hombre, por sí mismo, no realiza
totalmente su ser de persona, sólo la realiza existiendo “con alguien”, y aún más profundamente y más
completamente, existiendo “para alguien”. La comunión de mi persona con el otro, significa existir para
el otro, así como el otro existe para mí. Esto se vive en una relación de don recíproco”.

• San Juan Pablo II


• El hombre y la mujer necesitan amar, no solamente amar, amar desde su esencia.
ESENCIA DEL HOMBRE
¿QUÉ DESEOS HAY EN EL CORAZÓN DEL
HOMBRE?

• Una Batalla que luchar.


• Una aventura por vivir.
• Y una princesa por salvar.
• Como dice San Juan Pablo II, no basta un ¿por qué? Sino un ¿por quién?
• Porque la lucha y la batalla tienen sentido en un por quien.
• Para el hombre la conquista de la mujer es un aventura.
• El invitar a salir.
• El proponer matrimonio.
• Son aventuras.
• Es parte de la naturaleza del hombre, ser diligente, ser cabeza, y como
mujeres debemos afirmar su esencia, su masculinidad.
• Dar su lugar como hombre, afirmar su esencia, no concentrarnos en cambiar, cambiar, cambiar, con
dureza y sin amor, matas la esencia.
• Porque como mujeres de una u otra forma domamos el corazón del hombre, damos sentido a su
esencia, la complementamos. Les damos luz a su esencia.
OJO

• La Aventura por vivir es un anhelo del corazón del hombre y también del corazón de la mujer, un
profundo deseo, puede provocar una terrible y profunda herida.

• Porque por ejemplo, la Aventura no es la conquista, no es me gustó la muchacha, nos hacemos novios,
nos casamos, y ahí terminó mi aventura, y queda el corazón del hombre, del varón con un terrible vacío
existencial.
• Cuando ya logres la conquista ¿Cuál será tu aventura?
• Por eso muchos matrimonios son infelices.
• ¿Cuál es tu aventura?
• Recuerda que la otra persona también quiere, desea vivir una aventura.
• Porque cuando lo limitas a conquistar, casarse, tener una casa, tener hijos, te quedas corto, te quedas
en puro materialismo.
• Los deseos del corazón del hombre son deseos de eternidad, por lo que no se llenan con terrenidades
• “Nos hiciste Señor para Ti, y nuestro corazón esta inquieto, hasta que descanse en Ti”.
• San Agustín
• La Aventura que como hombre anhelas vivir solo será saciada en Dios.
• Y eso se logra siguiendo a Jesús, modelo de hombre.
MUJERES
MUJERES

• La mujer es apasionada, habla mucho del corazón.


¿CUÁLES SON LOS DESEOS DEL CORAZÓN DE
LA MUJER?

• Que la enamoren.
• Jugar un rol en una gran aventura.
• Revelar su belleza.
QUE LA ENAMOREN

• Tener un papel importante a nivel sociedad nos hace sentir que no necesitas a nadie.
• Que independientes, valientes, poderosas, fuertes, conocedoras, es sinónimo de soledad, e incapacidad
de dejarse enamorar.
• Pero cuando alguien te enamora es porque ve quien eres.
• Y en el corazón de la mujer reside un constante deseo de conquista, de que luchen por mi, de que me
demuestren que me aman.
• Unas muy muy escondido. Otras muy a flor de piel, pero el deseo reside en el corazón de la mujer.
TENER UNA GRAN AVENTURA COMPARTIDA

• No somos medias naranjas, somos naranjas completas, pero


somos dos naranjas completas que juntos deciden
complementarse y vivir una aventura juntos.
• Como mujeres queremos un rol en la ventura, y no uno
secundario, queremos ser parte de.
• No es que no podamos solas, no es que no seamos profundamente
capaces de hacer cualquier cosa.
• Pero el corazón de la mujer desea sentir que nos eligen para vivir
una aventura, y jugar un papel importante en la misma.
• Aventuras con deseos de eternidad
REVELAR SU BELLEZA

• No se trata de revelar belleza física, y usar mucho escote, o dejar


que le vean mas de la cuenta, se trata de revelar el corazón.
• Un deseo de cautivar, que alguien vea la totalidad de mi. Y se
sienta profundamente cautivado.
• No es solo verse guapa, o que nos digan guapas, es sentir que
cautivas.
• Cautivar: invitación, te invito a que me conozcas.
• Es una invitación a que conozcas mi ser. ,i historia, mi
corazón, mi fragilidad, mi humanidad, mis días bellos y
feos, y que eso te cautive a ti hombre.
• Esos deseos del corazón de la mujer reside en ella desde
que somos niñas.
• Como mujeres debemos dejarnos cuidar.
• Dejarnos amar.
• No cargar con heridas de independencia.
• La fertilidad no es tu pero enemigo.
• Hay que dejarse luchar.
HOMBRE Y MUJER DIFERENTES PERO
COMPLEMENTARIOS

• La iglesia enseña: hombre y mujer somos iguales en dignidad, diferentes ontológicamente, y a la vez
complementarios.
Desde Adán y Eva se han distorsionado las esencias de hombre y mujer.
Pero Jesús con su muerte y resurrección vence el pecado.
• Básicamente, la diferencia entre el hombre y la mujer tiene que ver con su cuerpo y su manera de
relacionarse.
• Meditemos que la mujer, en su proceso biológico, fue creada para recibir y acoger al hombre en su
unión sexo-genital, y que también dentro de ella misma realiza la meta biológica de la procreación;
mientras que el hombre fue creado para transcender fuera de sí, para alcanzar y realizar esta meta
biológica al exterior de su propio cuerpo: podemos encontrar esta diferencia también se proyecta en su
personalidad.
• La mujer por naturaleza es inmanente, quien de forma
general se expresa, desarrolla y alcanza sus metas al
interior de su persona, mientras que el hombre
generalmente vive en su naturaleza una transcendencia,
que lo lleva a salir de sí mismo, a proyectarse con el fin de
alcanzar metas fuera de sí.
• Es por eso que encontramos que la mujer es más
consciente de los sentimientos de las otras
personas, con una personalidad más compleja, más
comunicativa, conectiva, más detallista.
• Ejemplo: acto sexual femenino inicia desde la
mañana.
• En tanto el hombre es más práctico e independiente; habla sin
rodeos, y su pensamiento es más practico. El hombre tiene una
perspectiva más transcendental, más general.
• Es por esto que hombre y mujer ambos son complementarios.
• Ambos con capacidad de amar desde su naturaleza, desde su esencia, desde su origen.
• Amarse entre si, y amar a los hijos, y enseñar a sus hijos desde su esencia de niño, niña, hombre, mujer
a amar.
• ¿Tendrías paz si su hija se casará con un hombre que ama como tu
amas?
• ¿Tendrías paz si tu hijo se casará con una mujer que ama como tu
amas?

• Muchas veces tenemos que sanar nuestra esencia para poder


amar bien y de forma sana.
• Esta generación no cree en el matrimonio, porque han visto el de sus papás.
• Y no se aprende a amar si primero no sanamos nuestra esencia.

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