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Maltrato y abuso sexual

infantil
Ps. Priscilla Jimenez Robles
Magister Psicología Clínica
Pontificia Universidad Católica
LA DINÁMICAS FAMILIARES MALTRATADORAS
• Los malos tratos aparecen en una familia, cada vez que esta no está en condiciones de garantizar una familiaridad sana.
Diferentes factores obstaculizan las funciones parentales y/o la tarea de ser padre o madre, siendo desviados hacia otros
objetivos que benefician solo a los adultos, ya sea para resolver dramas históricos (ejemplo: abandono en la infancia) o
ya sea donde los niños son rehenes de los conflictos entre los adultos (triangulación).

EL MALTRATO COMO EXPRESION DE UNA CRISIS EN LA FAMILIA


• Toda familia pasa por momentos de crisis, ya sea por perturbaciones intrafamiliares, por ejemplo, crisis de pareja,
nacimientos, adolescencia; las cuales pueden ser normativas o no normativas, cambios de domicilio, perdidas de
empleo, etc. Estos momentos de ”crisis” abren posibilidades de crecimiento del sistema familiar, pero también son
fuente de tensión y estrés intrafamiliar.
• Cuando las fluctuaciones familiares o del entorno son demasiado grandes, cuando los recursos internos y materiales y/o
psicosociales se agotan o faltan en el tejido social que la rodea la atención familiar y el estrés se descontrolan. Esto trae
consigo que los niños, los elementos más débiles del sistema sean los primeros en sufrir las consecuencias.
Los malos tratos puede explicarse también por una falla de los mecanismos naturales, que una familia posee para poder
controlar el estrés familiar, en un momento de crisis.

• Entendemos por estrés familiar la tensión creada por perturbaciones del entorno y o internas de la familia, que amenazan
el equilibrio familiar y a veces la existencia misma de esta. El impacto de estas perturbaciones depende., Por una parte, de
su contenido e intensidad y, por otra, de los recursos y capacidad de la familia para enfrentarlos.

• Cada familia posee diferentes mecanismos para afrontar el estrés algunos de ellos son más sanos que otros. Uno de los
más sanos el manejo del estrés por el resolución de los problemas que lo desencadenaron. Los recursos familiares son
requeridos para reducir de la manera más eficaz posible la causa de las tensiones. Éstos mecanismos son utilizados
preferentemente cuando la situación estresante es percibida como susceptible de ser modificada. Un ejemplo es la
respuesta a los llantos de un bebé a través de la búsqueda de la respuesta más adecuada de los padres después de haber
encontrado la causa de los llantos: el bebé tenía hambre o frío, tenía necesidad de que lo tomaran en brazos, etc.

• Otro mecanismo adecuado es la movilización de los miembros de la familia para buscar información y apoyo en su Red
social, profesional y no profesional para resolver los problemas que provocan las situaciones de estrés. Una madre que
pide ayuda a su marido o a otro adulto de su entorno y se siente sobrepasada por los llantos de su hijo.
En las dos situaciones anteriores los adultos de la familia son aún capaz de
manejar la situación de estrés a través de mecanismos que respeten la
integridad del niño ya sea resolviendo sus problemas directamente o
solicitando ayuda en el entorno

• Una tercera alternativa más inadecuada y peligrosa para el integridad del


niño, es cuando el adulto sobrepasado por sus emociones, reacciona de una
manera impulsiva para controlar a cualquier precio las emociones que lo
desbordan.
Las familias que producen maltrato en situaciones de crisis, manejan el
estrés a través de este último mecanismo
Los comportamientos de los niños que también están afectados por crisis pueden exasperar aún más a los padres, que reaccionan de
una manera violenta e irreflexiva, provocando diferentes grados de daño en los niños. Los padres, al comienzo de las crisis pueden
estar aún en condiciones de utilizar los dos primeros mecanismos de manejo del estrés, pero a medida que las situaciones estresantes
perduran y los recursos familiares agotan tienden a utilizar el tercer tipo de mecanismo.
Esta forma de reaccionar es casi permanente en las familias que llamaremos crónicamente violentas y abusivas. Los padres están, por
sus experiencias infantiles traumáticas, en la imposibilidad de utilizar los mecanismos más sanos para resolver los problemas que
produce las tensiones y o buscar apoyo en la Red social.

LAS FAMILIAS TRASGENERACIONALMENTE PERTURBADAS.


• En estas familias, la violencia, en particular la negligencia, el maltrato y el abuso sexual de los niños, son consecuencia de
trastornos del apego o de la vinculación entre los miembros de la familia como resultado de dinámicas que a menudo se
transmiten de generación en generación.
• Se trata de familias en las que los adultos fueron mal apegados por sus padres Cuidadores, habiendo sido en ese contexto
maltratados y abusados, por lo que se apegan mal a sus hijos y tienden a repetir lo mismo sobre ellos, quienes a su vez podrán
transformarse en padres abusivos. Sin embargo investigaciones clínicas permiten constatar que padres implicados en situaciones
de malos tratos han sido víctimas de un apego inadecuado y de diferentes formas de maltrato en su infancia. Sin embargo, no
todos los niños que sufren maltrato se transformarán Irremediablemente en padres mal tratadores.

EL MALTRATO TRANSGENERACIONAL COMO CONSECUENCIA DE LAS PERTURBACIONES DE APEGO.


• El establecimiento de un vínculo de apego tiene un rol esencial para la vida, tanto, que los bebés se apegan a sus padres aunque
estos presentan respuestas inadecuadas y a veces violentas. Para el niño los lazos de apego son sinónimo de supervivencia, por lo
que se aferra al adulto independientemente del hecho de qué este sea adecuado o no.
• Padres son incapaces de brindar una relación de apego suficientemente sana sus hijos, estos pueden representarse la pego como
positivo, distorsionando la realidad vivida. Esto se explica por la dependencia biopsicosocial de las crías humanas hacia sus figuras
de apego. Éste mecanismo de idealización de sus figuras parental le permite al niño manejar las vivencias angustiantes del
desapego en el momento en que las vive (Miller, 1981) pero no borra la realidad de la vivencia en su cuerpo.
• Esto se traduce en una incongruencia entre lo vivido y su representación (Rogers, 1961) lo que explica, entre otras cosas, que a
pesar de sus sufrimientos, el niño maltratado a menudo defiende a sus padres y prefiere quedarse con ellos, atribuyéndose la
causa del comportamiento de estos. Éste es uno de los factores que nos permite explicar la transmisión transgeneracional.

ESTRUCTURA DE LAS FAMILIAS CRÓNICAMENTE MALTRATADORAS


• Es importante señalar que no existe una familia maltratador típica, sino más bien una heterogeneidad de organizaciones
familiares, de culturas y clases sociales diferentes, que en un momento dado de su historia generarán el fenómeno de los malos
tratos. Considerando esto, diversas investigaciones permiten describir los procesos relacionales que vinculan las experiencias
traumáticas y las carencias vividas por los padres maltratadores es en su infancia con los comportamientos y discursos violentos y
abusivos que tienen con sus hijos. Los padres y madres mal tratadores presentan en sus historias de vida las siguientes
experiencias:
1. Carencias relacionadas con la función maternante.
2. Carencias relacionadas con la función paternaante.
3. Trastornos relacionados con la organización jerárquica de la familia.
4. Trastornos de los intercambios entre la familia y el entorno.
1. CARENCIAS RELACIONADAS CON LA FUNCIÓN MATERNANTE
• Éstos padres no recibieron cuando niños los cuidados maternales mínimos que lo hubiesen asegurado un apego seguro y una capacidad
para maternal a sus propios hijos. El término maternal se refiere al conjunto de cuidados materiales, afectivos, sociales y culturales que
un niño requiere para sentirse feliz.
• Las frustraciones históricas de estos adultos explican el hecho que, una vez convertidos en padres, esperan que sus hijos colmen total o
parcialmente sus carencias infantiles. El niño corre el riesgo de ser justificado porque se le concibe más como un objeto de reparación
que como un niño sujeto de cuidados..
• Estos adultos carenciados y abandonicos tratan de reparar el impacto traumático de sus experiencias a través de sus hijos cuidándoles y
sobre protegiéndoles en exceso, atribuyéndoles la misión de ser felices en función de sus necesidades. Éste fenómeno puede
considerarse una forma de violencia psicológica y o conducir a diferentes formas de maltrato físico cuando los padres no se sienten
gratificados en sus esfuerzos por darles lo que ellos no recibieron.
• Otros, en cambio esperan y exigen a sus hijos que les brinden directamente los cuidados, el amor, el respeto, la aprobación y la
disponibilidad que no pudieron tener sus infancias por parte de sus padres. El peligro de esta situación es que se produzcan graves
trastornos en el proceso de diferenciación e individuación psicológica del niño y que el adulto se apropia del cuerpo de este para obtener
de él la ternura, el contacto emocional y la autoafirmación que necesita, con el riesgo, en algunos casos, de erotización y sexualizacion
de la relación y, por ende la emergencia de comportamientos incestuosos (Barudy, 1989).
• Otro momento crítico en estos padres es el nacimiento del hijo, donde este no corresponde en nada al niño soñado, al contrario, es un
ser exigente que llora porque tiene hambre frío o sencillamente porque necesita que lo tomen en brazos. En estos momentos los padres
se sienten una vez más frustrados y engañados, desquitándose con este hijo a través de gestos violentos como golpes, sacudidas y/o
comportamientos negligentes. Lo anterior es coherente con lo observado a nivel mundial y nacional, donde un alto porcentaje de malos
tratos ocurren en niños menores de tres años.
2. CARACTERÍSTICAS RELACIONALES CON LA FUNCIÓN PATERNANTES.
• La mayoría de los padres maltratador es fueron socializados en sistemas familiares o institucionales donde los adultos, que tendrían que
haber desempeñado una función paterna ante, no fueron capaces de garantizar una conducta estructurante en cuanto al control del
comportamiento de los niños y la interiorización de las leyes y normas que protegen los derechos de cada uno de los miembros de una
familia.
• Éstos padres vivieron en familias en donde la autoridad ejercía de forma abusiva y los golpes y los castigos corporales eran los métodos
educativos utilizados con más frecuencia.
• En ese clima de terror los niños difícilmente internalizarán modelos no violentos de educación y lo más probable es que lo repitan con sus
hijos. La ausencia de figuras paternales o de la función paterna ante por incompetencia del adulto cuidador puede producir el mismo
efecto.
• Una vez adultos padres, respecto de los comportamientos de sus hijos adoptan actitudes que oscilan entre indecisión y negligencia,
autoritarismo y violencia física. Éstos padres establecen dinámicas familiares en donde coexisten los comportamientos negligentes con los
violentos: golpes, amenazas, chantajes, presiones psicológicas, etc. A esto debemos agregar el riesgo de abuso sexual, por la no integración
de los tabúes sociales de prohibición de las relaciones sexuales abusivas e incestuosas. (Barudy, 1988)
3. TRASTORNOS RELACIONADOS CON LA ORGANIZACIÓN JERÁRQUICA DE
LA FAMILIA.
• Los sistemas familiares productores de maltrato infantil presentan importantes trastornos de la jerarquía, ya sea porque no está
claramente definida o porque de estarla en la práctica no se respeta.
• Cuando no está claramente definida, el niño se ve confrontado a un contexto confuso donde le resulta difícil distinguir los roles y las tareas
de aquellos que deberían ocuparse de él, cuidarlo y protegerlo. Esta confusión puede obligar al niño asumir la tarea de cuidar y proteger a
sus padres, fenómeno conocido como Parentalización. También puede ser que intente, mediante comportamientos provocativos tantear
quién es quién en medio de esa confusión arriesgando entrar en una escalada con los adultos, pudiendo ser reprimido con violencia por
estos.
• Cuándo existe una incongruencia entre la organización que se declara respetar y la que funciona en la práctica, esto puede llevar a un
juego de coaliciones entre miembros de la familia pertenecientes a niveles jerárquicos diferentes. Éste tipo de coaliciones provoca
disfunciones más graves cuando sean encubiertas y no declaradas.
• En los casos de maltrato se observan numerosas posibilidades por ejemplo, uno de los padres establece una coalición con uno o varios
hijos en contra su pareja, el hijo atrapado en este juego de poder, se convierte en un peón de la batalla entre los cónyuges. El niño corre el
riesgo de ser doblemente maltratado, uno por el progenitor que lo codifica y por el otro progenitor que descarga sobre él, la emoción que
en realidad esta dirigida hacia su pareja.

La noción de jerarquía es uno de los pilares para comprender el carácter altamente patológico del maltrato y el abuso sexual, porque tan
grave como el traumatismo que provocan, es que se producen en el marco de una estructura disfuncional que altera todo el proceso de
aprendizaje relacional del niño. Esto se produce por la desaparición de las fronteras entre la generaciones y la existencia de una jerarquía
patológica, caracterizada a menudo por una coalición perversa en la cual el niño se encuentra atrapado y en donde aprende sus primera
armas para la manipulación del otro.
4. TRASTORNOS DE LOS INTERCAMBIOS ENTRE LA FAMILIA Y EL
ENTORNO.
• La sanidad de una familia y la de sus miembros depende también de las posibilidades de regular la apertura y el cierre de las fronteras que
delimitan los diversos subsistemas que la constituyen y la frontera que la separa del entorno.
• En los sistemas familiares donde se dan los malos tratos, estas fronteras, así como la que existe entre los subsistemas es disfuncional. Esta
se cierran y se abren cuando no deberían hacerlo o bien tienden a permanecer siempre cerradas, aislando los miembros de los recursos O
informaciones de su entorno, o en el caso contrario, presentan una tendencia a la apertura permanentemente, impidiendo el desarrollo de
un sentimiento de pertenencia y de protección.
• Las familias caóticas y abiertas que funcionan prioritariamente con fronteras demasiado abiertas, a menudo lo hacen como adaptación a la
pobreza de recursos internos y externos. En esta situación, los niños no reciben los cuidados necesarios de protección y seguridad y por
ende, con el riesgo de ser abusados y maltratados en el interior o el exterior de la familia.
• Las familias cerradas y rígidas cierra sus fronteras para protegerse de los peligros reales o imaginarios que existen en el tejido extra familiar
o en la dinámica intrafamiliar. En este caso, los niños quedan encerrados en un mundo familiar a menudo rígido y totalitario.
• En ninguno de los dos casos la familia cuenta con la información y los intercambios de energía necesarios para garantizar la vida de todos
sus miembros. Los hijos se verán privados de la posibilidad de enriquecerse con las aportaciones del exterior y de conocer otras
alternativas de socialización.

La negligencia de los hijos se presenta con más frecuencia y familias que funciona con una apertura exagerado de sus fronteras, mientras que
los malos tratos físicos o psicológicos y el abuso sexual será con más frecuencia en sistemas rígidos y cerrados.
LA ECOLOGÍA SOCIAL DEL MALTRATO Y LOS DIFERENTES TIPOS.
La modernidad neoliberal como ecología:
• La modernidad resultado del neoliberalismo implica, por una parte, una organización económica que se genera con la expansión del
mercado capitalista mundial y, por otra parte, un proceso cultural y social producido por toda la sociedades industriales modernas,
independientemente de las fronteras y regulado influenciado por los procesos científicos y tecnológicos.
• La familia, en cuanto sistema abierto, está en interrelación continua con el sistema social. El modelo neoliberal no hecho más que amplificar
la situaciones de violencia latente o manifiesta por la amplificación de las desigualdades entre ricos y pobres. La mundialización de este
modelo con el fenómeno de la deslocalización industrial, crea cesantía en los países ricos y sobre explotación de hombres y mujeres en los
países pobres. Esto acarrea una alta concentración de la población en las grandes urbes, lo que contribuye a la nuclearizacion y el
aislamiento de la familia y a la desertificación rural con el desarraigo familiar que lo acompaña.
• Las familias están bombardeadas por políticas de marketing que empujan a todos sus miembros, sin distinción, hacer a través del poseer y a
realizarse a través del placer de consumir o más bien exhibirse consumiendo en los templos de la modernidad tales como supermercados
mol tiendas etc.
• El modelo neoliberal crea un orden social competitivo en donde existe más posibilidades que los niños puedan ser vividos por sus padres
como una carga o un obstáculo a las posibilidades de consumo o al contrario como una presión para consumir. Esto acarrea estrés y tensión
en el seno de la familia moderna, porque fuera de los gastos financieros que representan los niños en términos de vivienda vestimenta
alimentación educación etc. que pesan sobre el presupuesto familiar se agregan otros producto de las presiones consumistas.
LA ECOLOGÍA SOCIAL DEL MALTRATO Y LOS DIFERENTES TIPOS.

• La acumulación de situaciones generadoras de tensiones y de estrés intrafamiliar se acompaña a menudo de una injusta redistribución de
la pobreza, con insuficiencia de recursos asignados a promover la salud, la educación, la vivienda la vivienda, etc. de los desposeídos y de
la clase media. Diferentes investigaciones sobre factores de riesgo de maltrato infantil han podido establecer una larga lista de situaciones
derivadas de lo anterior tales como desempleo, pobreza, migración forzada, alcoholismo y drogadicción, embarazo en adolescentes, falta
de acceso a salud mental entre otras. (Determinantes sociales Si bien la violencia ejercida sobre el niño no excluye ninguna clase social, es
necesario admitir que los mecanismos, la forma de aparición y el tipo de intervención sobre la violencia difieren si se trata de un niño de
clase favorecida o no.
• Cuándo aparece la violencia en una familia pobre, esta será sometida más fácil y rápidamente a todo un arsenal de intervenciones médico
- psicosociales y jurídicas. Las representaciones, prejuicios y estereotipos dominantes conducen el imagen que la mayoría de los niños
maltratados los son por padres de clases bajas.
• Dentro de esta familia son, por lo tanto vistos, oídos y acogidos más frecuentemente por los servicios sociales así, la mayoría de los niños
que son parte de nuestro sistema protección al corresponden a familias vulnerables.
• La detección es mucho más difícil en familias de clase alta, donde la violencia está más camuflada y sus consecuencias son abordado un
modo más discreto. De esta manera la violencia ejercida sobre un niño de una familia favorecida permanecerá más en silencio por el
secreto médico o la impunidad de la respetabilidad. Paradójicamente en estas familias son los niños los menos protegidos cuando las
situaciones de maltrato se presentan.
• No por otra parte la violencia verbal y psicológica que encontramos fácilmente en las clases favorecidas es mejor tolerada que la violencia
física y la negligencia probablemente más frecuente en las clases más vulnerables.
LOS DIFERENTES TIPOS DE MALTRATO
• Para poder ayudar a las víctimas de maltrato hacia necesario establecer definiciones concretas de lo que se entiende por
maltrato infantil. Establecer una definición de maltrato no es un detalle. Toda definición creó un mundo que involucra
directa e indirectamente una carta importante decisiones que afectarán a personas concretas.
• Todo comportamiento y/o discurso adulto que transgrede las necesidades y los derechos del niño contenidos en la filosofía
de la convención de los derechos del niño será considerado como maltrato. Todos los niños tienen derecho a recibir los
cuidados necesarios que les aseguren la vida, el bienestar y un desarrollo armonioso. Al mismo tiempo los derechos
sociales económicos cívicos y políticos infantiles debe ser respetado sin excepción, asegurando a cada niño el desarrollo de
sus potencialidades.
• Todo acto activo o de omisión cometido por individuos, instituciones, o por la sociedad en general, y toda situación
provocada por estos, privando los niños de cuidados, de sus derechos y libertades, impidiendo su pleno desarrollo,
constituye, por definición un acto o una situación que entra en la categoría malos tratos o negligencia.
• Si bien esta clase se centra en el maltrato intrafamiliar, esto refleja el fracaso de toda la comunidad el estado de bienestar
un niño no es nunca un regalo o el efecto de la buena o la mala suerte. Al contrario es un proceso humano nunca sólo
individual ni siquiera únicamente familiar sino que es el resultado de un esfuerzo conjunto de la comunidad por tanto los
malos tratos es la manifestación de la violencia humana adulta contra los niños.
• Por consiguiente es importante nunca perder de vista que detrás de la teoría existen niños y niñas de carne y hueso que
sufren en la cotidianidad de sus vidas violencia y malos tratos, al mismo tiempo que los individuos que las producen son
responsables de sus actos, pero también están implicados en contextos históricos traumáticos y modo relacionales
carenciales repetitivos, por lo que necesitan de una intervención social solidaria, comprensiva y coherente para hacer
cambios
TIPOLOGÍA DE LOS MALOS TRATOS DESDE UNA PERSPECTIVA ECO
SISTÉMICA
Esta tipología se divide en dos campos:
⮚ Propio al fenómeno
⮚ Propio al observador

En el campo del fenómeno se distinguirá las intervenciones mal tratadoras en activas y pasivas.
⮚ Activas :Las intervenciones activas se refiere a los comportamientos y discursos que implica el uso de la fuerza física, sexual o psicológica,
que por su intensidad y frecuencia provocan daño en los niños en este caso se hablará de maltrato activo o violencia por la
acción.
⮚ Pasivas: Se refieren a la omisión de intervenciones o de discursos necesarios para asegurar el bienestar de los niños. El maltrato pasivo
corresponde a situaciones de negligencia o violencia por omisión.

Se refiere al observador se distinguirán diferentes tipos de maltrato según el grado de visibilidad que se presenta.
⮚ Visible
⮚ Invisible
LAS FORMAS VISIBLES DE MALTRATO
• Los mensajes mal tratadores son comunicados a través de golpes, ya sea propinado directamente con las manos, los pies o la cabeza del
adulto, o con diferentes objetos contundentes. Éstos gestos puede manifestarse también por quemaduras con agua o hierros calientes una
plancha u otros objetos incandescentes.
• Éste tipo de maltratos debería ser siempre visible por un observador por las huellas que los golpes dejan sobre el cuerpo del niño deberían
facilitar la dirección y el diagnóstico este tipo de maltrato. Desgraciadamente, esto no esto no siempre es así, pues no todo lo que es
evidente puede ser percibido, sobre todo si esto implica un acto que puede acarrear molestias y conflictos al profesional que está
detectando el maltrato (proceso de denuncia – incurrir en causas judiciales).
• Los abusos sexuales corresponden otro tipo de maltrato activo denominado violencia sexual. Aquí, el maltrato es consecuencia de
comportamientos sexuales abusivos del adulto. Éstos constituyen un profundo y grave atentado a la integridad física o psicológica de las
víctimas, comparable a una tentativa de asesinato moral.
• Las manifestaciones de este tipo de maltrato pueden ser visibles solamente en situaciones en que ha habido penetración anal o vaginal
pero, aún en estos casos, no siempre hay huellas físicas debido a la constitución anatómica de los niños. Desde el punto de vista de la
visibilidad el fenómeno, la violencia sexual es sólo parcialmente visible en la medida que los indicadores directos están a menudo ausentes
y por lo tanto la detección y el diagnóstico debe hacerse a través de indicadores indirectos y sobre todo, facilitando la develación por parte
de las víctimas
LAS FORMAS INVISIBLES DE MALTRATO
• El maltrato psicológico corresponde al último tipo de maltrato activo. Aquí, el niño es agredido a través de palabras que lo mío, lo denigran
o lo rechazan o por un ambiente relacional caracterizado por gestos insistentes que comunican confusión, aislamiento, fusión o corrupción.
El daño provocado por la violencia psicológica es proporcional a su invisibilidad y esto porque, por una parte, es muy difícil para la víctima
reconocerse como tal y por otra las posibles detección son escasas debido a la ausencia de huellas directas sobre el cuerpo del niño.
• Maltrato pasivo o negligencia es el resultado de situaciones en las que, de manera deliberada o por una actitud extraordinariamente
negligente, las personas responsables de los niños no hacen nada para evitarle los sufrimientos o no hacen lo necesario para satisfacer una
o varias de sus necesidades juzgadas como esenciales para el desarrollo de las actitudes físicas intelectuales y emotivas de una persona.
• Las huellas de la negligencia se manifiestan en forma , a excepción de situaciones dramáticas de desnutrición y de descuidos crónicos esto
explicaría por que esta forma de maltrato tiende a ser la más desconocida ignorada por los medios por la literatura científica y también por
los servicios sanitarios y los sistemas de protección. Además la intervención respecto al abuso físico sexual tiende a ser maestra edificante
requiriendo un tratamiento más concreto con resultados más visibles en el que el profesional tiene más fácilmente el sentimiento de ser
actor de un proceso terapéutico de servir para algo de la negligencia tiende a ser más estática más difícil de abordar y multiproblemática
donde conjugan múltiples factores ligados a la pobreza y el exclusión social.

El abuso de los niños es un fenómeno tan atroz y quisiéramos no notarlo sin embargo la indignación que su cita atrae forzosamente la
atención. La negligencia es también suficientemente desagradable para que seamos ignorantes y es un fenómeno silencioso insidioso fácil de
negar la negligencia concierne a gestos no realizados una inacción a base de indiferencia. Cuando se produce el 2000 a domicilio la negligencia
es un pecado íntimo su presencia se traduce muy raramente de forma directa sin equívocos se le puede descubrir a través de las huellas
ahijada sobre niños que son sus víctimas, aunque ella permanece a menudo en visible hasta que debamos tratar sus efectos sobre la
personalidad de un adulto destruido.
Polansky y Chalmers (1981)
LAS IDEOLOGÍAS DE LOS PADRES – MADRES VIOLENTOS
• Los padres que se relacionan corrientemente con sus hijos a través de golpes o castigos corporales, fueron socializados en el
marco de la cultura familiar violenta. Con frecuencia, los sistemas de creencias que la componen son el reflejo al menos parcial de
ideologías presentes en la cultura dominante, donde la representación del niño justifica el uso de la fuerza para educarlo o
protegerlo de sus pulsiones peligrosas.

• El análisis del discurso natural de padres y madres implicados en caso de maltrato físico de niños, permite distinguir tres modelos
de creencias que sustentan los comportamientos maltratados:

1. Las creencias o los golpes que forman parte un sistema de creencias de tipo altruista.
2. Las creencias o los golpes utilizados como instrumento para defenderse de una amenaza.
3. Las creencias o los golpes que forman parte de un derecho la venganza.
LAS CREENCIAS O LOS GOLPES QUE FORMAN PARTE UN SISTEMA DE
CREENCIAS DE TIPO ALTRUISTA

• El niño es golpeado a partir de una idea altruista, en donde los golpes son presentados como una demostración de amor: quien te quiere,
te aporrea. Los golpes, resultado de este tipo de creencias, corresponden al modelo de la violencia coercitiva, es decir, un tipo de violencia
finalizada y relativamente controlada.
• Esto implica la utilización de castigos corporales hasta obtener lo que el adulto concibe como sus objetivos educativos. En la familia, el
ejemplo más frecuente es el de aquellos padres que golpean a sus hijos como parte de sus métodos educativos.
• En este caso, los adultos justifican el maltrato con la convicción de qué es la única y mejor manera de amar y educar a sus hijos. Esta
ideología intoxica su capacidad de empatía, neutraliza la culpabilidad y les proporciona una vivencia de impunidad. Confrontados a la
violencia y sus comportamientos se sienten ultrajados por los interventores.

Yo no he hecho nada malo, ustedes no están en mi lugar y no saben lo difícil que es educar a los hijos. Yo no voy a dejar que mi hija se me suba
la cabeza. Los hijos son como los árboles, si no se les endereza desde pequeños se tuerce y después hacen lo que quieren. Mi hija lo merecía,
tenía necesidad de que la corrigiera de una vez por todas. (Relato de una madre frente a una interpelación de un profesor por los golpes que
traía su hija).
LAS CREENCIAS SON LOS GOLPES UTILIZADOS COMO INSTRUMENTO
PARA DEFENDERSE DE UNA AMENAZA.
• Es muy vivido como una amenaza, los padres se perciben a sí mismo como víctimas. Creen que su hijo es una amenaza para su integridad,
ya sea porque le atribuyen intenciones maléficos o porque proyecta sobre una parte de sus propias violencias. Estas creces originan la
violencia de apelación que corresponde una estrategia de defensa frente un peligro creado por un padre a través de la designación de su
hijo como malvado y perseguidor.
• El padre o madre violenta percibe los comportamientos de su hijo como una amenaza, atribuyéndole características o poderes que
escapan a la capacidad de cualquier niño. A menudo, este sentimiento de amenaza se transfiere a otros miembros del entorno incluyendo
las personas que tratan de ayudar. Cuando estos padres son confrontados con lo que hacen hoy hicieron, reaccionan con vehemencia para
mostrar lo injusto que han sido con ellos, quejándose porque nadie los comprende y sintiendo que se les está dando la razón a sus hijos,
que son los únicos responsables de la situación de violencia.
• La explicación evidentemente hay que buscarla en la historia de sus padres. Con frecuencia crecieron una ecología familiar abusadora
donde los niños fueron designados por los adultos como pequeños monstruos de los cuales había que desconfiar siempre, incluso de los
que había que protegerse.
Me golpeaba porque estaba convencida de qué yo era un monstruo. Me decía siempre que no me quería ver, que me detestaba, que yo la
quería matar. Cuando era más chica le besaba Dios para que me ayudara no hacer sufrir a mi mamá. Una psicóloga me ayudó a comprender
que no era mi culpa y que mi madre se desahogaba conmigo porque le habían educado así. (Relato de un adolescente de 14 años golpeada
por ambos padres).
LAS CREENCIAS O LOS GOLPES QUE FORMAN PARTE DE UN DERECHO A LA
VENGANZA
• El niño es concebido como una posibilidad de venganza y son golpeados por sus padres como chivos expiatorios para vengarse, a través
de ellos, de la violencia que sufrieron de sus propios padres.
• Éstos padres maltratados en su infancia exigen a sus hijos que les testimonié un amor incondicional, que le reparen el sufrimiento que
tuvieron cuando niños. Como ningún hijo es capaz de satisfacer estas expectativas, los padres castigaron a sus hijos en lugar de castigar a
sus propios padres.
• El niño, transforma un objeto de venganza, recibe los golpes sin reaccionar, se adapta la situación sintiéndose culpable y malo, guardando
el secreto o escondiendo la causa de las marcas de golpes en su cuerpo. Es por la alta a sus padres que los niños soporta sus torturas y, de
la misma manera que sus padres, tratan de una forma desesperada de darles lo que necesitan o darles por entero, pero su sacrificio no es
reconocido y de esta manera padres e hijos son arrastrados en una espiral de venganza que se amplifica de generación.
• Que el padre o madre que golpea su hijo en esta dinámica de reparación niega, además, la simetría natural que existe entre la adulto y el
niño, lo que implica que este no es solamente martirizado, sino que además no se le considera en su singularidad de sujeto, es decir,
como ser que necesita ser cuidado educado y protegido. Situación el niño es castigado por no ser capaz de ser un buen padre o una
buena madre de sus propios padres.
• Unidos por la consanguinidad a sus padres mal tratadores y por el hecho de haber recibido de ellos la vida, el niño trata de cumplir su
deber ético presentando una lealtad incondicional. Esto explica la dificultad de los hijos para denunciar a sus padres y el que no siempre
regresar con ellos
A mi me pegaron siempre de cabro chico y usted me ve que estoy súper bien yo tengo el derecho de corregir a mi hijo como yo quiera si es mi
hijo. (Relato de un padre que agredió con un palo a su hijo, por no hacerle caso.
LA VIOLENCIA CONYUGAL Y EL MALTRATO FÍSICO

• En las parejas productoras de violencia física, los modelos de relación se manifiesta ya sea por la violencia conyugal o la proyección de
violencia sobre uno o varios niños que son sacrificados para mantener la paz conyugal.
• Los modelos de pareja más frecuentes en estas dinámicas son:
⮚ Complementariedad rígida: donde un miembro de la pareja, el rol de golpeador y dominante y el otro de víctima y dominada las
víctimas son casi siempre de las mujeres y los niños estos últimos son víctimas directas y sufren del ambiente familiar violento
acumulando experiencias de terror e impotencia.
⮚ Escalada asimétrica: donde los cónyuges se relacionan a través de un combate permanente por el poder, en donde todas las armas y los
golpes bajos pueden ser utilizados. En esta dinámica, los niños son utilizados ya sea como carne de cañón o como reguladores de la
distancia conyugal. Cuando la violencia entre los cónyuges pone en peligro la existencia de la pareja, una parte de este desviarse los
niños transformándose así en chivos expiatorios para la sobrevida de la pareja.
• Hay una tendencia definir la violencia conyugal, sólo como una manifestación de la violencia contra la mujer. Esto es justo mientras esta
violencia existe debido a una desigualdad en la relación entre el poder de los hombres y el de las mujeres. Pero desde el punto de vista
clínico, es importante detenerse en la explicación comprensiva que tome también en cuenta el juego relacional y vincular existente en la
relación conyugal.
• De lo anterior, la relevancia de los sistemas de salud, educacionales y proteccionales y su responsabilidad como co-garantes de
protección, ya que estas dinámicas no tenderán a resolverse por si misma, requiriendo la intervención de un tercero que quiebre el
sistema en pos de proteger a los niños, quienes son los mas débiles del sistema.
MUJERES QUE AMAN A LOS HOMBRES VIOLENTOS

• Mujeres que fueron maltratadas por sus padres o son hijas que se sienten a menudo culpables de no haber podido sanar o salvar a sus
padres del alcoholismo de la droga o alguna enfermedad mental. Usadas desde siempre para la satisfacción de las necesidades de los
demás a menudo contextos de pobreza afectiva y relacional, estas mujeres acumulan hambruna afectiva y de protección, al mismo
tiempo que se sienten obligadas hasta el servicio de los demás.
• Los comportamientos de estas mujeres, no sólo sean explicables por sus historias de hija de botas, sino también porque fueron
socializadas, como la mayoría, en una cultura patriarcal y sexista. En esa cultura fueron sometidas a un aprendizaje forzado de roles de
dependencia y sumisión al hombre hermano, al hombre padre, al hombre marido, que representan el poder, la autoridad, el saber, la
protección y la dominación.
• Una de las creencias fundamentalmente de esta cultura es que la feminidad significa ser dulce, pasiva, seductora, dependiente, sumisa y
cuidadora con respecto a los hombres. Además, esta misma cultura les transmitió una representación idealizada de la familia como lugar
de serenidad, de felicidad, de cuidados y gentilezas. La mayoría de las esposas de hombres violentos han interiorizado el esquema
estereotipados según el cual la vida familiar es la única fuente de felicidad y bienestar.
• Pesar de los golpes y el sufrimiento, ellas mantendrá la ilusión del matrimonio y la familia tal cual sean presentados en los puentes
creadas, haciendo todo lo posible para negar y esconder la del existente en sus familias, lo que refuerza el aislamiento de las víctimas de
disponiéndose aún más a la violencia alimentarán esta ilusión de familia feliz excusando los comportamientos del marido atribuyéndole a
factores externos tales como el alcohol, las dificultades laborales o la enfermedad.
Porque en el fondo mi marido no es malo.
HOMBRES QUE AMAN A LAS MUJERES VIOLENTAS

• Hombres que tienden a tener un yo débil y poco diferenciado, dependientes de una mujer que corresponde estereotipo de la mujer que
lleva los pantalones. En estas situaciones familiares es la madre la golpeadora y el padre es incapaz de proteger a sus hijos por su
dependencia de su esposa, permanece como testigo pasivo y muchas veces ausente.
• El historia de estos hombres encontramos experiencias de carencia familiares que hicieron de ellos hombres hambrientos de afecto y
reconocimiento, especialmente sus esposas, con las que se comportan como niños.
• Éstos sujetos difícilmente pueden afirmarse como hombres y ahora no aceptarán cualquier cosa con el fin de no perder el amor de sus
esposas. Por esta misma razón sacrificar a su función de padres.
• El grupo de padres no protectores corresponde aquellos que se identifican marcadamente con la violencia y sus esposas sobre sus hijos,
siendo a veces los instigadores.
• Se trata de hombres que crecieron bajo la influencia una madre todo poderosa y autoritaria, con un padre a su vez pasivo, de salud frágil y
ausente de la vida familiar.
• Dependencia y poca diferenciación con respecto a la figura materna explica su incapacidad para proteger a sus hijos y su complicidad con la
madre violenta si sea curioso sexual
SOCIEDAD CULTURA Y ABUSO SEXUAL EXTRA FAMILIAR

• Según la definición de la Organización Mundial de la Salud la explotación sexual de un niño implica que este es víctima de un adulto, o de
una persona evidentemente mayor que él, con fines de satisfacción sexual.
• Este delito puede tomar diversas formas: llamadas telefónicas obscenas, ultraje al pudor, voyeurismo, violación, incesto, prostitución o
explotación sexual comercial, o Grooming. Estas definiciones refleja la idea de qué no existe relación sexual apropiada entre un niño y un
adulto, por lo tanto la responsabilidad este tipo de acto recae exclusivamente en el adulto.
• El factor estructural fundamental de la génesis del abuso sexual es el abuso de poder de los adultos sobre los niños.
• Numerosos son los ejemplos que ilustran como el modelo neoliberal y el posmodernismo económico, con su cultura consumista, facilita en
la emergencia de los abusos sexuales en la forma de prostitución infantil y abusos pedofílicos a nivel extra familiar y de abusos incestuosos
a nivel familiar. Por las tendencias consumistas de este modelo los niños y las niñas corren el peligro de ser vivencias como objetos de
placer para compensar caricias afectivas y relacionales de los adultos.
• Un ejemplo de lo anterior son las imágenes de niños y niñas en latitudes adultizadas que sean utilizadas en campañas publicitarias,
asociando imágenes infantiles con fantasías de seducción, erotismo y libertinaje. A este respecto, se puede hablar de un proceso de
codificación comercial del cuerpo del niño o de una pedofilizacion publicitaria.
• Por esto, al tratar de determinar los responsables del abuso sexual hay que distinguir los perpetradores directos, pero también todos estos
abusadores virtuales que abusan de los niños utilizando sus imágenes para fines comerciales.
ABUSOS SEXUALES EXTRA FAMILIARES
• Cuando el agresor no pertenece al medio familiar del niño hablaremos de abusos sexuales extra familiares. En este caso, es toda la familia
de la víctima la que sacudía por el abuso de uno de sus miembros infantiles. El adulto agresor puede ser un sujeto totalmente
desconocido para el niño y los demás miembro de su familia, o algún conocido que pertenece al entorno del niño. Los abusos sexuales
extra familiares determinan una dinámica clínica diferente a la que se crea cuando los abusos ocurre el interior de la familia.
• Cuando el abusador es alguien desconocido, los niños tienen al menos, por la distancia relacional entre ellos y su agresor, la posibilidad
de vivirse como víctima de abuso. Esta experiencia se hace menos nítida a medida que está distancia desaparece.
• Ejemplo, cuando el agresor es alguien conocido, como es el caso de agresión pedofílicos, la víctima es envuelta en una confusión
relacional en donde la ilusión de ser amada y la experiencia de abuso se entremezclan y dan origen a los sentimientos de vergüenza y
culpabilidad.
ABUSOS SEXUALES INTRA FAMILIARES
• Para hablar de abuso sexual intrafamiliar, es decir un abuso cometido contra un niño por un miembro adulto de la familia se utilizará
indistintamente el término abuso sexual y su esposo para dar entender que tanto el abusador como el niño víctima están vinculados por
lazos familiares y el término agresión es tu osa para insistir sobre el carácter forzado a la situación. Los abusos sexuales intra familiares
son el resultado de una multiplicidad de factores que bloquean o perturba los mecanismos naturales que regula la sexualidad al interior
de la familia.
• Pero una familia la regulación de la pulsión sexual así como la estructuración de las interacciones sexualizadas entre adultos y niños, es
una de las teorías fundamentales para asegurar su preservación.
• En una familia relativamente sana, los hijos desarrollan tempranamente mecanismos de aversión al incesto, contrariamente a las teorías
que atribuyen a los niños pulsiones incestuosos espontáneas de sus padres por lo tanto el tabú del incesto se apoya en una estructura
afectiva, con emociones de aversión sexual, que inhibe la atracción y la excitación del niño por el cuerpo de un adulto y viceversa. Esto se
produce siempre y cuando ambos padres niños hayan conocido una experiencia de apego suficientemente sana.
• Cuándo esto a ocurrido, la mayoría de los niños responden con un aire asombrado o condescendiente a la pregunta desde cuando y como
sabes que no se puede hacer el amor, casarse o tener bebés con tu mamá o papá o con tu hermano hermana y los niños responden desde
siempre, aún cuando en algunos casos los padres afirme el no haber abordado nunca explícitamente el tema.
• La integración es la familia de la norma o tabú fundamental que prohíbe el incesto y los abusos sexuales a través de la palabra, es otro
mecanismo que protege a los niños de ser abusados por miembros de una familia. Por lo tanto, el enunciado del tabú del incesto y la
amenaza de la norma cuando ésta se transgrede, o se abuse sexualmente a menores pertenecientes a otras familias es la prolongación a
nivel semántico de la necesidad lógica de preservar la vida y la especie.
LOS ACTOS INCESTUOSOS PROTEGIDOS POR LA LEY DEL SILENCIO

• La historia relacional hola ontogénesis familiar de la abuso sexual es esposo corresponde una cultura familiar singular. Los abusos y
esposos puede considerarse como modalidades o estáticas, es decir, estrategias del sistema familiar, construidas a lo largo de las
generaciones, para resolver conflictos y problemas tras generacionales manteniendo un sentido de cohesión y de pertenencia.

• Los abusos sexuales intrafamiliares son raramente hechos aislados o accidentes en la vida de una familia. Al contrario, estos son
cometidos en el marco de un proceso relacional complejo que se desarrolla en el tiempo y en donde se pueden apreciar dos periodos
diferentes:

1. Los actos incestuosos se desarrolla en el interior de la intimidad familiar protegidos por el secreto y la ley del silencio
2. El insecto aparece a la luz pública a través de la divulgación de los abusos por parte de la víctima, lo que implica una crisis para el
conjunto de la familia así como para su entorno, sistemas de protección incluidos.
• De la ley del silencio
se pueden desprender
tres componentes:
1. Fase de seducción
2. La fase interacción sexual abusiva
3. La fase el secreto.
FASE DE SEDUCCIÓN
• En este primer periodo, el abusador manipula la dependencia y la confianza de su víctima, incitándola a participar en los actos abusivos
que el presenta como un juego o como comportamientos normales y sanos entre padres e hijas o hijos o entre adultos y niños.
• El abusador prepara el terreno tomando precauciones para no ser descubierto y elige el momento y el lugar en que comenzará abusar
de su víctima sin sin abusar de su víctima sin correr el riesgo de ser descubiertos.
• Un momento singular elegido por varios abusadores incestuosos corresponde el periodo en que la esposa ingresa en la maternidad para
dar a luz a un nuevo hijo. La partida de la pareja a la maternidad ofrece al marido una buena oportunidad para quedarse solo con la hija
y al mismo tiempo, la relaciones esposa con su hija compensa el sentimiento de pérdida y abandono provocado por el nacimiento

FASE DE INTERACCIÓN SEXUAL ABUSIVA


• Los gestos sexuales abusivos lejos de ser aislados y únicos, corresponden a una diversidad de gestos que suceden en el tiempo. Un padre
abusador o un pedófilos no viola directamente a su víctima, como muchos profanos tienden a creer el coito propiamente dicho se
produce en un momento bastante avanzado de la interacción sexual abusiva. Frecuentemente, el abusador comienza por gestos de
exhibicionismo, paseando su semidesnuda delante de su víctima o por ejemplo, dejando al descubierto sus órganos sexuales mientras ve
la televisión sentado al lado de su hija.
• En otros casos, invita su víctima a entrar en el cuarto de baño mientras se ducha. Luego se agregan a estos comportamientos otros que
estos boleristas, en donde él solicita su víctima que le muestre sus órganos genitales, para seguir con manoseos y posteriormente
obligarla a manosear su órgano genital, etc.
• En etapas más tardías ocurrirá la violación de la víctima, que comienza a menudo por la relación, sigue con la penetración digital del ano
y la vagina, o por lo que se denomina la penetración seca, que consiste en frotar el pene en la zona anal y/o vaginal de la victima hasta
eyacular. La penetración genital o coito ocurre en una fase avanzada, es con mayor frecuencia anal que vaginal a fin de prevenir
embarazos.
El hecho de qué para muchos profesionales de la salud u otros profesionales que trabajan con infancia, estos gestos se sitúan en el
registro de lo impensable, explica también su dificultad para poder detectar precozmente este tipo de situaciones dejando a los
niños sin ninguna posibilidad protección, el profesional que no ha conocido su experiencia personal situaciones semejantes, que en
su práctica profesional no ha debido afrontar este tipo de tragedias o que no ha recibido la formación necesaria, tiene una gran
dificultad para anunciar la hipótesis diagnóstica de abuso sexual.

IMPOSICIÓN DEL SECRETO Y LA LEY DEL SILENCIO


• Este momento comienza casi justamente con las interacciones sexuales. En la mayoría de los casos, el abusador sabe que está transgrediendo la
ley, por lo tanto se protege, como todos los delincuentes, de ser descubiertos. Al mismo tiempo estos gestos abusivos le son necesarios como
solución a otros problemas, por lo que hará todo lo necesario para continuar sin ser sorprendido.
• Su alternativa es imponer la ley del silencio y, para ello, todas las fórmulas son posibles, desde la amenaza, la mentira, la culpabilización, hasta el
chantaje y la manipulación psicológica.
• El abusador convence a su víctima del peligro que existe para ella, para él, y para la familia al divulgar lo que pasa entre ellos. Si cuentas lo
nuestro nadie te creerá o la mayoría diré que es tu culpa, tu mamá morirá de pena si se entera o yo ir a la cárcel y a ti te meterán en un hogar.
• El niño termina por aceptar esta situación y se adapta a ella para sobrevivir. Terminan por entrar en la dinámica de chantaje, con lo que
obtienen favores, regalos y privilegios por parte del abusador. Esto cierra el círculo infernal en la medida en que estas respuestas adaptativas
permiten la des culpabilización del abusador y el contrario aumentan la culpabilidad y la vergüenza del abusado.
• Cuándo la víctima logra mantener la distancia con su abusador, una parte de su personalidad será traumatizada pero su dignidad se mantendrá
intacta. Esto corresponde a los casos donde gracias a la comprensión de la situación y a sus valores los niños pudieron en todo momento
sentirse víctimas violadas por sus padres u otro familiar o cuando el abusador era, además, violento y sádico. En este caso las víctimas pudieron
a través de la rabia contra su agresor, guardar la distancia necesaria para entregar su cuerpo, mantener su subjetividad intacta.
• Los casos más dramáticos corresponden a situaciones en que la víctima es aspiraba por el abusador, perdiendo toda capacidad de
experienciarse como una víctima de abuso. En estos casos es frecuente que la víctima experimente el placer en la relación, lo que producirá
consecuencias muy complejas en su vida adulta.
DIVULGACIÓN CRISIS PARA LA FAMILIA

• Este periodo corresponde a la ruptura del sistema familiar como resultado de la divulgación de los hechos aducidos por parte de la
víctima y corresponde también al momento de la crisis del sistema familiar así como el sistema social que le rodea incluido los
profesiónales que intervienen.
• Se distinguen dos fases:
1. Fase de la divulgación propiamente dicha
2. Fase de represión del discurso de la víctima o retractación.
• De la divulgación se distinguen los dos tipos: la divulgación accidental los hechos abusivos son descubiertos accidentalmente por un
tercero y la divulgación premeditada donde la víctima es quien comunica su condición rompiendo el secreto.
• Entre los niños de dos a 10 años de edad se tiende a presentar la divulgación premeditada debido al dolor físico que le generan los
eventos de penetración en el acto sexual escogiendo los niños su cuerpo atreviéndose denunciar a su abusador a fin de interrumpir el
dolor.
• En el caso de la adolescencia la divulgación premeditado se produce con bastante frecuencia alrededor de un conflicto de autonomía,
consecuencia de la adolescencia. Esta fase del desarrollo plantea los jóvenes nuevos desafíos y necesidades, creando zonas de conflicto
entre la pertenencia familiar hola pertenece al grupo de jóvenes de su edad, que simbólicamente representa en el comienzo del
desapego a la familia. Esta atención familia entorno social se expresa en un conflicto profundo con un adulto abusador, que hará todo lo
posible por retener a su hija en la familia y en su área de influencia. Este conflicto puede utilizarse cuando la víctima se siente por primera
vez atraída o atraído por un muchacho o muchacha de su edad.
FASE REPRESIVA O RETRACTACIÓN.

• Posterior a la nivelación se desencadena un conjunto de comportamientos y discursos tendientes a neutralizar los efectos de esta. Esto
no sólo por parte de los miembros de la familia sino también de los miembros del entorno. Éstos comportamientos son la
consecuencia de los esfuerzos desesperados de la familia para recuperar su equilibrio, tratando de eliminar a través de todos los
medios a su alcance las perturbaciones de todo tipo provocados por la denuncia de los hechos incestuosos.
• La descalificación del discurso y la persona de la víctima, las acusaciones tendientes a señalar a la víctima como culpable o la negación
de la evidencia de los hechos, son sólo algunos de los medios empleados. En esta estrategia se implican activamente no sólo el
abusador sino también la pareja los hermanos y hermanas y también la víctima.
• Son estas presiones ya es mi Nazas las que explican el hecho de que numerosas víctimas del sexto se retracten posteriormente de lo
desvelado.
LAS DINÁMICAS FAMILIARES SEXUALMENTE ABUSIVAS
• En una familia sana, la sola representación imaginaria de contactos sexuales entre los miembros de la familia que no pertenecen al
subsistema conyugal provoca un sentimiento de rechazo y aversión.
• Esto no ocurre en las familias incestuosa en donde estos mecanismos biológicos de aversión sexual no existen y el tabú del incesto no
ha sido integrado.
• Además estas familias se caracterizan a menudo por fronteras demasiado abiertas o al contrario extremadamente cerradas, los roles
familiares son poco claros y los historias familiares incoherentes.
• Las jerarquías, los sentimientos y los comportamientos son ambiguos, así como los estados afectivos y sentimentales mal definidos por
ejemplo, los límites entre la afectividad y la sexualidad no son consistentes.
• En estas familias, si una hija preadolescente acepta una demostración física de cariño de su padre, esto puede interpretarse fácilmente
como una invitación a un contacto sexual.
• En el mundo confuso de una familia incestuosa, la estructura familiar no es segura para el niño y todo gesto puede dar lugar a malos
entendidos imprevisibles.

A ellas les gustaba pegarse a mí, a la mayor sobre todo. Desde que tenía seis años me gusta montarse en mis rodillas, rápidamente me di
cuenta que eso le gustaba. Un día creí que me pedía que la acariciar entre sus piernas, y eso fue lo que yo hice. Luego continué, creyendo
que era así que se hacía con las hijas. (relato de un padre agresor)
LAS ORGANIZACIONES FAMILIARES INCESTUOSAMENTE ABUSIVAS
• Para distinguir tres tipos de organizaciones familiares
1. La organización enmarañada y altruista:
• El discurso de los miembros de este sistema familiar en el momento de la crisis de la divulgación es el lenguaje del arrepentimiento y del
perdón, arrepentimiento del adulto abusador y perdón del conjunto de la familia incluida la víctima.
• Si el abusador es el padre, el tratará de convencerse y convencer a los otros de qué no sabe porque abusó de su hija o hijo. Dice que a
pesar de no haber querido hacerlo, fue sobrepasado por una fuerza que no pudo controlar.
• Se siente preso de una angustia y un profundo malestar y dice sentirse aliviado por haber sido descubierto y denunciado. Está dispuesto
a colaborar y hacer todo lo que se le pida para reparar el daño causado su hija.
• Los miembros de la familia describen el padre como afectuoso, tierno y cercano a sus hijos, ocupándose de manera activa de ellos desde
que nacieron. A medida que los hijos crecen, eso implica más y más en la vida de ellos, presentando una tendencia a invadir los espacios
individuales de sus hijos, especialmente en lo que se refiere a los contactos corporales, por ejemplo con predilección por los juegos
físicos.
• En el contexto de la crisis provocada por la revelación, la víctima puede rápidamente ser presionada asumir el papel de qué puede salvar
la unidad familiar.
• El clima de arrepentimiento y perdón que existen estas familias después de la divulgación suele desencadenar la ambivalencia y la
vacilación de los sistemas intervinientes. Los profesionales están divididos entre el deseo de proteger la cuestión de la familia
minimizando los hechos o denunciarlos a la justicia para obtener el castigo del padre incestuoso.
ORGANIZACIÓN PROMISCUA CAÓTICA, INDIFERENCIADA Y USURPADORA
• El discurso de los adultos de la familia durante la crisis provocada por las revelaciones de la abuso se caracteriza por el estupor. Ellos están
sorprendidos de la intromisión de los profesionales, incluyendo la justicia, en sus asuntos de familia.
• El abusador no muestra ningún signo de pesar. Si reconoce los hechos, los justifica a partir de sus creencias abusivas, considerando sus
comportamientos abusivos como naturales, con argumentos como: es normal que un padre eduque sexualmente a su hija o hijo y lo prepare para
las cosas de la vida.
• La promiscuidad, las interacciones caóticas y la falta de fronteras generacionales son las características notorias de esta organización familiar.
Existe además una tendencia a rupturas relacionales múltiples y repetidas a nivel transgeneracional.
• Las estructuras y organizaciones familiares son muy heterogéneas y variables. Por ejemplo los niños viven con un padre que no es el biológico o
con una madre que es madre biológica sólo de alguno de los niños, etc. La promiscuidad se debe generalmente a la pobreza y a la marginalidad
que facilitan el hacinamiento y los comportamientos predadores y que por ende, las transgresiones sexuales.
• En estos contextos, las relaciones sexuales salen del terreno de la intimidad de los adultos para llegar a ser posibles y normales entre adultos y
niños o entre hermanos etc.
• Existen antecedentes de carencias psico socio afectivas graves que se han repetido de generación en generación, favoreciendo la emergencia de
conductas depredadores. Las niñas y niños pueden ser fácilmente las presas de adultos en busca de un poco de ternura, de calor humano y de
poder.
• En esta óptica, los niños no sólo son chivos expiatorios de una familia abusiva, sino también de un sistema social injusto. Las carencias y
problemas múltiples impiden a la familia desarrollar intercambios positivos con el entorno (trabajo, amigos, obligaciones administrativas, etc.) lo
que refuerza el aislamiento y el repliegue de la familia sobre sí misma.
• Historia familiar, las creencias organizan a partir de mitos de aniquilamiento y de supervivencia. En la mayoría de estos casos, los padres fueron
abandonados o víctimas de negligencia, de maltrato físico y abusos sexuales. Las experiencias de separaciones precoces y colocaciones múltiples
en diversas instituciones fue la regla la infancia y en la adolescencia. Cuando pudieron vivir en familia fueron utilizados para la supervivencia de
sus padres y allí aprendieron a utilizar a los demás.
• En este tipo de familias el pesimismo y el escepticismo tienden a invadir rápidamente los profesionales que intervienen, es como si los mitos de
destrucción y la supervivencia de esta familia infiltrar en los sistemas, provocando una parálisis con la esperanza de lograr un cambio.
LA ORGANIZACIÓN RÍGIDA ABSOLUTISTA Y TOTALITARIA

• La reacción de los otros miembros de la familia a la develación se caracteriza por la negación el rechazo y la culpabilización de la víctima.
Pero la reacción del abusador es lo más sorprendente. La víctima ha desvelado el abuso, es circunstancias a menudo inimaginables, pero
este adulto continúa defendiendo su inocencia, invocando relaciones familiares inexistentes y un mundo moral puritanos que contrasta
totalmente con lo que se acaba de descubrir.
• Éste padre autoritario moralista negará todo en bloque, rechazando con todas sus fuerzas la posibilidad de haber cometido tales bajezas.
Si las evidencias son demasiado claras acusará a su hija o hijo de haberlo visitado o provocado. A menudo la madre sostiene este
discurso, descalificando el testimonio de sus hijos.
• En este sistema totalitario las experiencias subjetivas y emocionales de cada sujeto son negadas y las creencias rígidas y dogmáticas
construidas en dinámicas transgeneracionales, esta definición nos permite comprender la transgresión no viéndola sólo como el
resultado del espíritu maléfico o enfermo, sino como la consecuencia de un proceso colectivo con una multiplicidad transgeneracional
de actores irresponsables. Este cambio de perspectiva nos abre las puertas para que cada profesional se comprometa a su nivel en el
combate para detener este círculo repetitivo del abuso y de la violencia.
• El funcionamiento de estos sistemas familiares abusivos la posibilidad de diálogo interpersonal está excluida por tanto nuestro desafío
en cuanto a profesionales que intervienen con infancia desde un rol social terapéutico es contribuir a crear las condiciones para que este
diálogo sea posible, pero es necesario creer en este y comprometerse en su concretización termine.

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