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Tema 2.

2 – Enlace Químico II

2º Bachillerato
Curso 2022/2023
1. Introducción al enlace covalente
El enlace covalente se establece entre dos átomos no metálicos, es decir, dos
átomos muy electronegativos que tienden ambos a ganar electrones.
La única forma de que los dos átomos ganen electrones sin que ninguno de ellos
forme un catión (recordemos que los elementos no metálicos no tienden a formar
cationes) es que el enlace se produzca mediante la compartición de electrones. Así,
cada par de electrones compartidos (procediendo un electrón de cada elemento) forma
el enlace covalente.
En ocasiones, uno de los átomos no metálicos puede aportar los dos electrones
que conforman el enlace covalente. En ese caso se denomina enlace coordinado o
dativo y se representa con una flecha ().

1.1. Símbolos de Lewis.


El símbolo de Lewis de un elemento químico representa el núcleo junto con los
electrones internos del átomo a través del símbolo del elemento químico, rodeado de
puntos (a veces aspas o rayas) que representan los electrones de valencia (es decir, los
electrones ubicados en la capa de valencia).
Por ejemplo, si queremos establecer el símbolo
de Lewis del silicio, cuya configuración
electrónica es Si(Z=14): 1s22s22p63s23p2,
obtendremos:
1. Introducción al enlace covalente
Los puntos que representan a los
electrones de valencia se colocan poniendo uno
a cada lado del símbolo (hasta un máximo de
cuatro) y después vamos emparejando en caso
de tener que colocar más electrones. A modo de
ejemplo veamos los símbolos de Lewis para el
boro y para el nitrógeno:

1.2. Enlaces covalentes simples, dobles y triples.


La teoría de Lewis rápidamente permite explicar porque el cloro o el hidrógeno se
encuentran en la naturaleza en forma de moléculas diatómicas. Pensemos en el átomo
de cloro cuya configuración electrónica es Cl(Z=17): 1s22s22p63s23p5. En
caso de que se aproximen dos átomos de cloro lo suficiente para enlazarse, ambos
compartirán un par de electrones para, de esa manera, obtener un octeto cada uno:

Par La compartición de un
solitario único par de electrones
dar lugar a un enlace
covalente simple.
Par
enlazante
1. Introducción al enlace covalente
Aunque el enlace covalente simple es el más sencillo de los enlaces covalentes,
muchas de las moléculas que nos rodean se forman mediante la compartición de más
de un par de electrones. Entre los ejemplos más destacados podemos encontrar las
moléculas de oxígeno (O2) y nitrógeno (N2) que constituyen el aire atmosférico que
nos rodea y respiramos.
En el caso del oxígeno, cada átomo de oxígeno tiene una configuración
electrónica O(Z=8): 1s22s22p4.. Por tanto, para alcanzar una configuración electrónica
de gas noble, cada átomo de oxígeno debe ganar dos electrones. Esto se conseguirá
compartiendo dos pares de electrones entre sí:

Si representamos cada átomo de oxígeno siguiendo la


simbología de Lewis, en principio se formaría un enlace
simple empleando uno de los electrones desapareados de
cada átomo. Pero esto no completaría el octeto.

El problema se resuelve desplazando los otros electrones desapareados hacia la


región del enlace. Como resultado final se comparten entre sí dos pares de electrones
(cuatro electrones en total) constituyendo un enlace covalente doble (=).
1. Introducción al enlace covalente
Algo similar ocurre en la molécula de nitrógeno. En este caso, cada átomo de
nitrógeno, con una configuración electrónica N(Z=7): 1s22s22p3. necesita ganar tres
electrones para conseguir una configuración electrónica de gas noble. Por tanto,
ambos átomos compartirán 3 pares de electrones (6 electrones en total) formando un
enlace covalente triple ().

1.3. Parámetros moleculares.


1.3.1. Longitud de enlace.
Empezaremos definiendo el concepto de orden de enlace. El orden de enlace
describe si el enlace covalente es simple (orden=1), doble (orden=2) o triple
(orden= 3).
La longitud de enlace se define como la distancia entre los núcleos de los átomos
que están enlazados. Cuanto mayor es el orden de enlace, menor es la distancia de
enlace. Suele expresarse o bien en angstroms (Å) o bien en picómetros (pm) siendo
ésta última la unidad del Sistema Internacional.
1. Introducción al enlace covalente
1.3.2. Energía de enlace.
La energía de enlace (HE) se puede definir como la energía que se desprende
cuando se forma un enlace covalente (ya sea simple, doble o triple) a partir de dos
átomos en estado gaseoso y fundamental (HE < 0). No obstante, generalmente la
energía de enlace se expresa en términos de energía de disociación (HDis) que sería la
energía que hay que aportar a una molécula para romper el enlace covalente
(HE = - HDis). Es por ello que cuando se tabula se expresa en valores positivos. Se
suele expresar en kilojulios por mol de enlaces (kJ/mol).
Cuanto mayor, en valor absoluto, es el valor de la energía de enlace más estable es
el enlace y, por tanto, la molécula.

La longitud de enlace, el orden de enlace y la energía de enlace están


relacionados entre sí, de manera que cuanto mayor es el orden de enlace, menor es la
longitud de enlace y mayor es la energía de enlace.

Por ello, la molécula de nitrógeno (N2), que presenta un triple enlace, tiene una
energía de enlace muy negativa (HNN = -945 kJ/mol), siendo esta molécula
especialmente estable.
1. Introducción al enlace covalente
1. Introducción al enlace covalente
1.3.3. Ángulo de enlace.
El ángulo de enlace se puede definir como el ángulo entre dos rayas adyacentes
que representen dos enlaces covalentes. Partiendo de esta definición, es fácil darse
cuenta de que para definir un ángulo de enlace debemos al menos tener tres átomos
enlazados entre sí.

1.3.4. Polaridad del enlace covalente.


En muchas ocasiones la distribución de los electrones compartidos alrededor de
los átomos que forman una molécula no es homogénea. Este fenómeno es más acusado
cuanto más diferente es la electronegatividad entre los átomos que se enlazan. Así, el
átomo más electronegativo tenderá a atraer hacia sí los electrones compartidos. Eso
genera una mayor densidad de carga negativa (-) en torno al átomo más
electronegativo. Mientras que el otro átomo se comporta

como una especia de centro de carga positiva (+). La


polaridad del enlace se puede medir mediante lo que se
conoce como momento dipolar ().
2. Estructuras de Lewis
Las estructuras de Lewis son representaciones esquemáticas que permiten
visualizar los diferentes enlaces covalentes que se forman en una determinada
molécula. Para ello, los diferentes átomos de la molécula se representan mediante sus
símbolos de Lewis.
De forma general, las estructuras de Lewis cumplen una serie de requisitos
fundamentales:
1) Todos los electrones de valencia de los átomos de una estructura de Lewis
deben aparecer en ella (bien formando parte de enlaces covalentes, bien como pares
solitarios).
2)Generalmente todos los electrones de una estructura de Lewis están
apareados.
3) Generalmente cada átomo adquiere como capa externa un octeto a
excepción del hidrógeno que se limita a dos electrones.

2.1. Esqueleto de la estructura.


El esqueleto de la estructura de Lewis hace referencia a la disposición de los
átomos en el orden en que se enlazan unos con otros. A la hora de establecer el
esqueleto de la estructura de Lewis es muy útil distinguir entre lo que se conoce como
átomos centrales y átomos terminales. Un átomo central está unido a dos o más átomos
mientras que un átomo terminal está unido únicamente a un átomo.
2. Estructuras de Lewis
H H Este esqueleto se corresponde con el del metanol. En él se
H C C O H representan en rojo los átomos centrales y en negro los átomos
terminales.
H H

A la hora de establecer el esqueleto de una estructura de Lewis se pueden seguir


las siguientes consideraciones acerca de los átomos centrales y terminales:
1) Los átomos de hidrógeno son siempre terminales.
2) Los átomos centrales suelen ser los de menor electronegatividad. En ese
sentido el átomo de carbono suele ser siempre un átomo central.
3) De forma general los esqueletos de las estructuras de Lewis tienden a ser
lo más simétricos y compactos posibles.

H O H
H O O P O O H H O P O H
(Incorrecta) O (Correcta)
O H
A la hora de establecer el esqueleto en realidad se dejarían
solamente los átomos en sus posiciones, representados cada H O P O H
uno de ellos de acuerdo a sus símbolos de Lewis. O
2. Estructuras de Lewis
2.2. Estructuras de Lewis.
Una vez establecido el esqueleto de Lewis de una molécula es posible seguir una
serie de pasos consecutivos para establecer la estructura final de Lewis en la que se
muestren todos los enlaces covalente que se establecen entre los diferentes átomos
(tanto simples, como dobles o triples):
1) Determinar el número total de electrones de valencia de la molécula (V).
2) Determine el número total de electrones que tendría cada átomo si
tuvieran un octeto completo (N).
3) La diferencia de electrones entre el paso 2) y el paso 1) se corresponderán
con los electrones compartidos o enlazantes (C=N-V) que deben formar enlaces
covalentes. Dividiendo dicho número entre 2 tendremos el número de enlaces
covalentes que han de establecerse en la molécula. Los electrones del paso 1) menos
los electrones del paso 3) darán los electrones que formarán los pares solitarios (S=V-
C).
4) Empezaremos estableciendo enlaces covalentes simples uniendo entre sí
todos los átomos de la estructura de Lewis que hayamos establecido.
5) Si aún quedan enlaces covalentes por poner de acuerdo al paso 3) se
establecerán entre aquellos átomo que aún no tengan su octeto completo .
2. Estructuras de Lewis
EJEMPLO 1.
Establezca la estructura de Lewis del compuesto COCl 2.
En primer lugar establecemos un esqueleto para la estructura. En este caso el
átomo de carbono actuará como átomo central, y el resto de átomos serán terminales.
Así se obtiene una estructura con bastante simetría y muy compacta.
1) Determinamos los electrones de valencia (V) que tenemos en total.
O El cálculo lo podemos realizar a partir de la configuración electrónica
Cl C Cl de cada átomo.
C: 1s22s22p2  4 e- de valencia
Cl: 1s22s22p63s23p5  7 e- de valencia V = 24 electrones
O: 1s22s22p4  6 e- de valencia
2) Determinamos ahora los electrones externos totales (N) si todos los átomos tuviesen
un octeto completo. Como tenemos 4 átomos y todos tenderán a tener 8 electrones en
su nivel más externo, en total deberíamos tener 32 electrones externos.
3) A continuación calculamos el número de electrones compartidos (C) que formarán
pares enlazantes restando los electrones totales (N) menos los electrones de valencia
(V):
C = 32 e- - 24 e- = 8 e- (4 pares enlazantes)
2. Estructuras de Lewis
4) Comenzamos poniendo los pares enlazantes de forma que establezcamos un enlace
covalente entre los diferentes átomos del esqueleto de Lewis. Por cada enlace
covalente desaparece un electrón desapareado de cada átomo que forma el enlace. Los
pares enlazantes que falten por poner de acuerdo al paso 3) se establecerán entre los
átomos que aún tengan electrones desapareados.

O O O
Cl C Cl Cl C Cl Cl C Cl

5) A modo de comprobación se pueden calcular los electrones que formarían los


pares solitarios (S) restando a los electrones de valencia (V) los electrones compartidos
(C):
S = 24 e- - 8 e- = 16 e- (8 pares solitarios)
2. Estructuras de Lewis
2.3. Resonancia.
En ocasiones, las reglas anteriormente vistas para determinar la estructura de
Lewis de determinadas moléculas no conducen a una única solución sino que pueden
distribuirse los electrones en diferentes combinaciones de enlaces obteniéndose
diferentes estructuras pero todas ellas válidas. Por ejemplo, si realizamos la estructura
de Lewis del ácido nítrico se obtiene:

O O

O N O H O N O H
En este caso ambas estructuras son correctas y válidas. La única diferencia es
como se ordenan los enlaces en la estructura, concretamente entre el átomo de
nitrógeno y los dos átomos de oxígeno terminales. En ese caso se dice que ambas
estructuras están en resonancia. La estructura real es intermedia entre ambas
estructuras de resonancia y se conoce como híbrido de resonancia. Cada una de las
formas del híbrido de resonancia se conoce como forma o estructura resonante (o
canónica)
O O
O N O H O N O H
3. Geometría molecular
La geometría molecular va a indicar la disposición espacial en que se colocan los
átomos en una determinada molécula.
Es fácil darse cuenta que cuando se trata de moléculas diatómicas, su geometría
siempre será lineal. Por tanto, los problemas de determinación de geometría molecular
siempre involucrarán moléculas formadas por al menos tres átomos y por tanto,
moléculas en las que podremos determinar un átomo central.
De forma general la colocación espacial de los átomos en una molécula
corresponde con el estado de mínima energía de la molécula y generalmente ese
estado de mínima energía es aquel para el que las nubes electrónicas de los distintos
átomos que forman la molécula estén lo más separadas posibles para de esa manera
disminuir lo máximo posible las repulsiones electrónicas.
Fruto de esa colocación, las moléculas generalmente presentan geometrías
regulares en donde los átomos serían como los vértices de la figura geométrica. Entre
las figuras geométricas más habituales destacan:

Tetraedro o Pirámide cuadrangular


pirámide triangular

Octaedro o bipirámide
cuadrada
3. Geometría molecular
3.1. Teoría RPECV.
La geometría molecular se suele determinar experimentalmente o bien mediante
cálculos mecano-cuánticos que posteriormente se confirman mediante experimentos.
La mayoría de los resultados tanto experimentales como teóricos suelen estar de
acuerdo con la teoría de la repulsión de los pares de electrones de la capa de valencia
(RPECV).
Esta teoría se centra en los pares electrónicos de la capa de valencia (tanto
solitarios como enlazantes) del átomo central de una determinada molécula. Esta
teoría indica que los pares electrónicos se repelen entre sí, tanto si están en enlaces
químicos (pares enlazantes) como si no están compartidos (pares solitarios). Los pares
de electrones se disponen alrededor del átomo con orientaciones que minimicen las
repulsiones.
Fruto de esas orientaciones se obtienen las diferentes geometrías moleculares.
La notación molecular que emplea esta teoría es del tipo AXxEe, donde A
representa el átomo central, X es un átomo terminal y E es un par de electrones
solitarios. Así, el símbolo AX2E2 indica que el átomo central A está enlazado a dos
átomos terminales (X2) y que también posee dos pares de electrones solitarios (E 2).
3. Geometría molecular
3. Geometría molecular
3. Geometría molecular
EJEMPLO 2.
Establezca la geometría de la molécula NH3 según la teoría RPECV.
En primer lugar debemos establecer la estructura de Lewis de la molécula
(generalmente en los exámenes de selectividad piden determinar primer la estructura
de Lewis y luego preguntan por la geometría o bien piden ambas en el mismo
apartado).
Si aplicamos lo visto anteriormente, la estructura de Lewis del NH 3 es la siguiente:

H N H De acuerdo a la nomenclatura empleada en la teoría RPECV se


trata de una molécula tipo AX3E1.
H
De acuerdo a las tablas anteriores, la disposición geométrica de los pares de
electrones del átomo central (el nitrógeno en este caso) es una distribución tetraédrica.
Al tener tres átomos terminales dicha distribución tetraédrica de los pares de
electrones se traduce en una geometría molecular en forma de pirámide trigonal.

Los ángulos de enlace en la molécula de NH3 son menores de


los esperados para un tetraedro regular (109,5°) debido a que
los pares solitarios ocupan más espacio que los pares
enlazantes.
3. Geometría molecular
EJEMPLO 3.
Establezca la geometría de la molécula CO2 según la teoría RPECV.
Establecemos la estructura de Lewis de la molécula: O C O
De acuerdo a la nomenclatura empleada en la teoría RPECV se trata de una
molécula tipo AX2 (en algunos libros puede aparecer como AX2E0).
De acuerdo a las tablas anteriores vemos que la disposición geométrica de los
pares de electrones del átomo central (el carbono en este caso) es una distribución
lineal. Al no tener pares de electrones solitarios, esto se traduce en una geometría
molecular lineal.
EJEMPLO 4.
Establezca la geometría de la molécula BCl3 según la teoría RPECV.
Establecemos la estructura de Lewis de la molécula: Cl
Cl B Cl
De acuerdo a la nomenclatura empleada en la teoría RPECV se trata de una
molécula tipo AX3 (en algunos libros puede aparecer como AX3E0). De acuerdo a las
tablas anteriores vemos que la disposición geométrica de los pares de electrones del
átomo central (el boro en este caso) es una distribución trigonal plana. Al no tener
pares de electrones solitarios, esto se traduce en una geometría molecular trigonal
plana.
3. Geometría molecular
3.2. Teoría del enlace de valencia (TEV).
Tanto las estructuras de Lewis como la teoría RPECV nos describen que enlaces
covalentes se van a formar entre diferentes átomos e incluso nos dan información
sobre la orientación de los átomos entre sí. Pero no aportan información precisa sobre
como es la interacción entre los orbitales atómicos para formar dichos enlaces.
En ese aspecto la teoría del enlace de valencia (TEV), desarrollada en 1927 por
Walter Heitler y Fritz London, trata de aportar información sobre como se produce el
enlace desde el punto de vista de la interacción de los orbitales atómicos.
Ya sabemos que un orbital es la región del espacio donde con mayor probabilidad
podremos encontrar a los electrones en un átomo. Cuando dos átomos se acercan entre
sí, esas regiones del espacio, es decir, esos orbitales atómicos (los más externos
lógicamente) empiezan a interpenetrarse entre ellos. Se dice entonces que los orbitales
se solapan. En ese sentido, se dice que se forma un enlace debido a la alta probabilidad
de encontrar a los electrones en la región del espacio en que se solapan los orbitales
atómicos.
Así, por ejemplo, cuando se acercan dos átomos de H, los orbitales 1s de cada
átomo se empiezan a solapar entre sí, formándose el enlace covalente entre ambos
átomos generando la molécula H2.
3. Geometría molecular
Se denomina, por tanto, teoría del enlace de valencia a la descripción de la
formación del enlace covalente por el solapamiento de orbitales atómicos.
La creación de un enlace covalente según esta teoría se basa normalmente en el
solapamiento de orbitales semillenos.
En función de como se produce el solapamiento de los orbitales atómicos con
respecto al eje a través del cual se dirige el orbital atómicos se pueden distinguir dos
tipo de enlaces covalentes:

1) Enlaces sigma (): En este tipo de enlaces se dice que el solapamiento de


los orbitales atómicos es frontal. Dicho de otra manera, el solapamiento se produce a
lo largo de la línea que une ambos núcleos atómicos.
3. Geometría molecular
2) Enlaces pi (): En este tipo de enlaces se dice que el solapamiento de los
orbitales atómicos es lateral. Se da entre orbitales paralelos y es especialmente
característico en el solapamiento de orbitales p.

3.2.1. Hibridación de orbitales atómicos.


Si tratamos de aplicar la TEV para determinar la geometría molecular enseguida
nos desilusionaremos.
Pensemos en el enlace entre átomos de carbono y de hidrógeno. En el estado
fundamental, la configuración de la capa de valencia del carbono es 2s 22p2. De
acuerdo al principio de máxima multiplicidad de Hund, este átomo tiene dos
electrones desapareados.

La TEV predice que se solaparían los dos


orbitales 2p semillenos del átomo de carbono con
los orbitales semillenos 1s de dos átomos de
hidrógeno, dando lugar a una molécula CH2 con Estado fundamental del C
ángulos de enlace de 90°.
3. Geometría molecular
Sin embargo, la molécula CH2 es muy reactiva y difícilmente se observa en un
laboratorio. Sabemos que la molécula más estable constituida por carbono e hidrógeno
es el metano CH4 (cuya geometría tetraédrica se explica perfectamente a través de las
estructuras de Lewis y de la teoría RPECV).
Para poder explicar la formación del CH4 desde el punto de vista de la teoría del
enlace de valencia sería necesario que el átomo de carbono tuviese 4 electrones
desapareados que le permitieran formar cuatro enlaces covalente.
Esa situación es fácil de imaginar si pensamos en un estado ligeramente excitado
del átomo de carbono en el que uno de los electrones apareados del orbital 2s se
promocionara al orbital vacío 2p que tiene:

Pero incluso en ese caso, la TEV predeciría la


formación de 3 enlaces perpendiculares entre sí
debido al solapamiento de los 3 orbitales 2p
semillenos del C con los orbitales 1s de 3 átomos de
H, más un cuarto enlace entre los orbitales 2s y 1s
Estado excitado del C del átomo de C y un cuarto átomo de H,
respectivamente, el cual se produciría en cualquier
dirección del espacio.

Esa situación tampoco sería acorde con la geometría tetraédrica hallada


experimentalmente.
3. Geometría molecular
La situación se soluciona recurriendo a la teoría de hibridación de los orbitales
atómicos propuesta por Linus Pauling en 1931.
En la descripción anterior para la formación del CH4 hemos supuesto que los
átomos enlazados presentan los mismos orbitales atómicos (s y p) que los átomos
aislados. Pues bien, una forma de solucionar el problema es modificar los orbitales de
los átomos enlazados.
Recordemos que los orbitales son simplemente la descripción matemática de las
ondas electrónicas de un átomo. Si se combinan algebraicamente las expresiones de las
funciones de onda de los orbitales 2s y 2p del átomo de carbono se obtienen un nuevo
conjunto de cuatro orbitales atómicos idénticos entre sí. Estos nuevos orbitales
presentan una orientación tetraédrica y una energía intermedia entre los orbitales 2s y
2p.
Este proceso matemático de sustitución de los orbitales atómicos puros por
orbitales atómicos redefinidos para los átomos enlazados se denomina hibridación y
los nuevos orbitales se denominan orbitales híbridos.

En un esquema de hibridación el número de orbitales híbridos es igual al número


total de orbitales atómicos que se combinan. Para describir estos orbitales híbridos se
emplea una secuencia de letras y números que indica el tipo de orbitales atómicos que
se combinan y el número de cada uno de ellos.
3. Geometría molecular
Hibridación sp3: Se obtiene mediante la combinación de un orbital s y
tres orbitales p.
La hibridación sp3 presenta una
geometría electrónica tetraédrica
(109,5°). En cada uno de los
vértices del tetraedro puede haber
tanto átomos enlazados como
pares de electrones solitarios.

La hibridación sp3 suele explicar


bastante bien la geometría de los
compuestos basados en carbono
con enlaces covalentes simples, así
como la geometría de las
moléculas de H2O y NH3.
3. Geometría molecular
Hibridación sp2: Se obtiene mediante la combinación de un orbital s y dos
orbitales p. La hibridación sp2
presenta una
geometría
electrónica trigonal
plana (120°). En
BF3 cada uno de los
vértices del triángulo
puede haber tanto
átomos enlazados
como pares de
electrones solitarios.

La hibridación sp2 suele explicar bastante bien la


geometría de los compuestos basados en carbono
con enlaces covalentes dobles y simples, así
como la geometría de las moléculas basadas en
elementos del grupo 13 que tienen 3 electrones
de valencia (BF3).
3. Geometría molecular
Hibridación sp: Se obtiene mediante la combinación de un orbital s y un
orbital p.
La hibridación sp presenta una
geometría electrónica lineal
(180°).

La hibridación sp suele explicar


BeCl2 bastante bien la geometría de los
compuestos basados en carbono
con enlaces covalentes triples y
simples, así como la geometría
de las moléculas gaseosas
formadas por berilio, como por
ejemplo el BeCl2(g).
3. Geometría molecular

El objetivo de un esquema de hibridación es una racionalización a posteriori


de la forma observada experimentalmente en una molécula. La hibridación no
es un fenómeno físico real. No se puede observar el cambio en la distribución
de carga electrónica de los orbitales atómicos a orbitales híbridos. Además,
para algunos enlaces covalente, el esquema de hibridación no conduce a
bueno resultados. Sin embargo, la idea de hibridación funciona muy bien para
moléculas que contienen carbono y, por tanto, se utiliza mucho en química
orgánica.
4. Polaridad molecular
La combinación entre una determinada geometría molecular junto con la
existencia o no de enlaces polarizados, puede hacer que existan moléculas
denominadas polares o apolares.
La polaridad de las moléculas se mide mediante lo que se conoce como momento
dipolar () cuya unidad es el Debye (1 D  3,34·10-30 C·m). Se trata de una magnitud
vectorial que se calcula como la suma vectorial de los momentos dipolares asociados a
cada uno de los enlaces que presenta la molécula.
En aquellos casos en que el momento dipolar de la molécula sea distinto de cero,
tendremos una molécula polar en la que podrá distinguirse alguna región con una
alta densidad de carga negativa frente a otra región de la molécula donde haya una
mayor densidad de carga positiva.
Por el contrario, cuando el momento dipolar de la molécula sea igual a cero,
tendremos una molécula apolar.

A las moléculas polares


también se las conoce Nulo
típicamente como dipolos.
5. Interacciones intermoleculares
Las interacciones o fuerzas intermoleculares son fuerzas atractivas que se
establecen entre diferentes moléculas. Estas interacciones son mucho más débiles que
un enlace químico ( 40 kJ/mol) por lo que NO tienen la consideración de enlace,
aunque son responsables de muchas de las propiedades físicas y químicas de las
moléculas. Los dos tipos de fuerzas intermoleculares más importantes son:

5.1. Fuerzas de Van der Waals.


Las fuerzas de Van der Waals son fuerzas muy débiles ( 7 kJ/mol) de carácter
atractivo que se dan tanto en moléculas polares como apolares. En función de la
polaridad de las moléculas podemos distinguir:
5.1.1. Interacción dipolo-dipolo.
Las interacciones dipolo-dipolo se dan entre moléculas polares. En este caso las
moléculas intentan alinearse con el extremo positivo de un dipolo dirigido hacia los
extremos negativos de dipolos vecinos. Esta ordenación parcial de las moléculas hace
que se mantengan como sólidos o líquidos a temperaturas más altas de las esperadas.
5. Interacciones intermoleculares
5.1.2. Interacción dipolo-dipolo inducido.
Cuando una molécula polar se encuentra cerca de una molécula apolar es posible
que la molécula polar provoque un desplazamiento de los electrones en la molécula
apolar, transformándola en un dipolo instantáneo. Esto sería un proceso de
polarización (o inducción) y el nuevo dipolo se conoce como dipolo inducido.
Las interacciones dipolo-dipolo inducido se producen, por tanto, entre moléculas
polares y moléculas apolares que se han transformando momentáneamente en dipolos
inducidos. Es el caso, por ejemplo, de la interacción entre las moléculas polares de HF y
los átomos apolares de Ar.

Dipolo Molécula Dipolo Dipolo


apolar inducido

5.1.3. Fuerzas de dispersión (o de London).


Los electrones no se encuentran inmóviles en las moléculas, por lo que puede
ocurrir que puntualmente y por azar, el movimiento libre de los electrones haga que
una molécula apolar se transforme en un dipolo instantáneo. Las fuerzas de dispersión
son fuerzas de atracción entre moléculas apolares como consecuencia de la
generación de dipolos instantáneos.
5. Interacciones intermoleculares
La polarizabilidad de las moléculas, es decir, la capacidad de transformarse en
dipolos instantáneos, aumenta conforme aumenta el número de electrones de la
molécula. Esto es así porque cuantos más electrones tiene la molécula más lejos están
los electrones externos de los núcleos y, por tanto, tienen más facilidad para moverse y
polarizar la molécula.
Por otro lado, generalmente el número de electrones está relacionado con la masa
molecular, de forma que cuanto mayor es la masa molecular mayor es el número de
electrones.
Es por ello, que las fuerzas de dispersión se hacen más intensas cuanto mayor es
la masa molecular.
A modo de ejemplo, si nos fijamos en las moléculas F 2, Cl2, Br2 y I2 (todas ellas
apolares), las fuerzas de dispersión aumenta conforme lo hace la masa molecular. Así,
el yodo molecular es sólido a temperatura ambiente, el bromo molecular es liquido a
temperatura ambiente y el cloro y el flúor moleculares son sustancias gaseosas.
5. Interacciones intermoleculares
5.2. Enlaces (o puentes) de hidrógeno.
Los enlaces (o puentes) de hidrógeno son un tipo de interacción atractiva entre
moléculas de mucha mayor intensidad que las fuerzas de Van der Waals (7 –
40 kJ/mol).
Cuando un átomo de hidrógeno está enlazado en una molécula a un átomo muy
pequeño y muy electronegativo (F, O, N), éste átomo atrae sobre sí casi toda la
densidad de carga negativa, dejando al átomo de hidrógeno como un centro de carga
positiva.
Este átomo de hidrógeno de elevada densidad de carga positiva será capaz de
interaccionar electrostáticamente con otro átomo pequeño y electronegativo de otra
molécula cercana.
Es decir, un enlace de hidrógeno se forma cuando un átomo de hidrógeno unido a
un átomo muy electronegativo se ve atraído simultáneamente por un átomo muy
electronegativo de una molécula vecina.
La principal consecuencia de la aparición de enlaces de hidrogeno entre las
moléculas es un incremento significativo de las temperaturas de fusión y ebullición de
la sustancia y, por tanto, afecta al estado de agregación a temperatura ambiente de las
mismas.
Por ejemplo, el agua es líquida a temperatura ambiente como consecuencia de las
interacciones por puentes de hidrógeno que se producen entre sus moléculas.
5. Interacciones intermoleculares
6. Propiedades de los compuestos covalentes
Los compuestos covalentes pueden presentarse tanto en forma de moléculas como
en forma de compuestos cristalinos (diamante, grafito, sílice…). Las principales
propiedades de ambos tipos de compuestos son las siguientes:

6.1. Compuestos moleculares.

1) A temperatura ambiente pueden presentarse tanto en estado gaseoso


(CO2, NH3, Cl2…), como líquidos (H2O, etanol, Br2…) y como sólidos (I2, glucosa,
naftaleno…).

2) Sus puntos de fusión y ebullición suelen ser generalmente bajos ya que


solo hay que romper las uniones intermoleculares.

3) En el caso de las moléculas apolares, no presentan conductividad


eléctrica y solamente son solubles en disolventes apolares (semejante disuelve a
semejante). Por el contrario las moléculas polares presentan una elevada
solubilidad en disolventes polares y una mayor conductividad eléctrica.
6. Propiedades de los compuestos covalentes
6.2. Compuestos cristalinos.
1) A temperatura ambiente son sólidos de gran dureza.

2) Sus puntos de fusión y ebullición son muy elevados (1200 – 3600 °C).

3) No son conductores de la electricidad ya que los electrones localizados en los


enlaces covalentes no tienen movilidad ninguna.

4) Son insolubles en cualquier disolvente.

Diamante (C) Grafito (C)

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