ESTUDIANTE: JUAN ENRIQUE CORTEZ QUIROGA UDABOL – ORURO 2022 El mesénquima para la formación de la región de la cabeza deriva del mesodermo paraxial y de la placa lateral, la cresta neural y regiones engrosadas de ectodermo conocidas como placodas ectodérmicas. El mesodermo paraxial (somitas y somitómeros) forma gran parte de los componentes membranosos y cartilaginosos del neurocráneo, todos los músculos voluntarios de la región craneofacial, la dermis y los tejidos conectivos de la región dorsal de la cabeza, así como las meninges caudales al prosencéfalo. El mesodermo de la placa lateral constituye algunos cartílagos laríngeos (aritenoides y cricoides) y el tejido conectivo en esta región. Las células de la cresta neural se originan del neuroectodermo de la región del prosencéfalo, del mesencéfalo y del rombencéfalo, migran en dirección ventral hacia el interior de los arcos faríngeos, y rostral en torno al prosencéfalo y la copa óptica para ingresar a la región facial. En estos sitios constituyen todo el viscerocráneo (cara) y partes de las regiones membranosas y cartilaginosas del neurocráneo (cráneo). También constituyen el resto de los tejidos de estas regiones, entre ellos cartílago, hueso, dentina, tendones, dermis, piamadre y aracnoides, neuronas sensitivas y tejido conectivo glandular. Las células de las placodas ectodérmicas (placodas epifaríngeas), junto con la cresta neural, forman las neuronas de los ganglios craneales sensitivos V, VII, IX y X. DERIVADOS DE LOS ARCOS FARINGEOS Y SUS INERVACIONES La característica más peculiar del desarrollo de la cabeza y el cuello es la presencia de los arcos faríngeos. Estos arcos aparecen durante la cuarta y la quinta semanas del desarrollo y contribuyen al aspecto externo característico del embrión. Al inicio están constituidos por acúmulos o segmentos de tejido mesenquimatoso separados por fisuras profundas conocidas como hendiduras faríngeas. De manera simultánea, con el desarrollo de los arcos y las hendiduras, aparecen las bolsas faríngeas a lo largo de las paredes laterales de la faringe, la porción más craneal del intestino anterior. Las bolsas penetran al mesénquima circundante pero no se abren hacia las hendiduras externas. De este modo, si bien el desarrollo de los arcos, las hendiduras y las bolsas faríngeas guarda similitud con la formación de las branquias de los peces y los anfibios, en el embrión humano nunca se forman branquias verdaderas. Los arcos faríngeos no solo contribuyen a la formación del cuello, sino desempeñan también un papel importante en la formación de la cara. Al final de la cuarta semana, el centro de la cara está formado por el estomodeo y rodeado por el primer par de arcos faríngeos. Cuando el embrión tiene 42 días de vida pueden reconocerse cinco procesos o prominencias mesenquimatosas: dos prominencias mandibulares en posición caudal al estomodeo; dos prominencias maxilares, en posición lateral al estomodeo y una prominencia frontonasal que corresponde a una elevación redondeada en posición craneal al estomodeo. ARCOS FARÍNGEOS Cada arco faríngeo está constituido por un núcleo de tejido mesenquimatoso, cuyo exterior está cubierto por ectodermo superficial, y el interior por epitelio de origen endodérmico. Además del mesénquima que deriva del mesodermo paraxial y de la placa lateral, el núcleo de cada arco recibe un número sustancial de células de la cresta neural, que migran hacia el interior de los arcos para contribuir a los componentes esqueléticos de la cara. El mesodermo original de los arcos da origen a la musculatura de la cara y el cuello. Así, cada arco faríngeo se caracteriza por sus propios componentes musculares. Primer Arco faríngeo El primer arco faríngeo está constituido por una porción dorsal, la prominencia maxilar, que se extiende hacia adelante por debajo de la región del ojo, y una porción ventral, la prominencia mandibular, que contiene al cartílago de Meckel. En el proceso del desarrollo el cartílago de Meckel desaparece, excepto por dos regiones pequeñas en su extremo dorsal, que persisten y constituyen el yunque y el martillo.
El mesénquima de la prominencia maxilar da origen a la premaxila, al maxilar, al hueso
cigomático y parte del hueso temporal por medio de osificación intramembranosa. La mandíbula también se forma mediante la osificación intramembranosa del tejido mesenquimatoso que circunda al cartílago de Meckel. Además, el primer arco contribuye a la formación de los huesos del oído medio, parte del oído externo y el meato auditivo externo. Segundo Arco faríngeo El cartílago del segundo arco o arco hioideo da origen al estribo, la apófisis estiloides del hueso temporal, el ligamento estilohioideo, en la región ventral, al asta menor y la porción superior del cuerpo del hueso hioides. El mesénquima del arco también forma la mayor parte del oído externo. Los músculos del arco hioideo son el músculo del estribo, del estilohioideo, del vientre posterior del digástrico, del auricular y los músculos de la expresión facial. El nervio facial, estructura nerviosa del segundo arco, inerva todos estos músculos. Tercer Arco faríngeo El cartílago del tercer arco faríngeo da origen a la porción inferior del cuerpo y al asta mayor del hueso hioides. La musculatura está limitada a los músculos estilofaríngeos. Estos músculos están inervados por el nervio glosofaríngeo, el nervio del tercer arco Cuarto y sexto arcos faríngeos Los componentes cartilaginosos del cuarto y el sexto arcos faríngeos se fusionan para formar los cartílagos tiroides, cricoides, aritenoides, corniculado y cuneiforme de la laringe. Los músculos del cuarto arco (cricotiroideo, elevador del velo del paladar y constrictores de la faringe) están inervados por la rama laríngea superior del vago, el nervio del cuarto arco. Los músculos intrínsecos de la laringe reciben inervación de la rama laríngea recurrente del vago, el nervio del sexto arco. BOLSAS FARÍNGEAS El embrión humano tiene cuatro pares de bolsas faríngeas; la quinta es rudimentaria. Debido a que el recubrimiento endodérmico epitelial de las bolsas da origen a distintos órganos importantes, el destino de cada bolsa se analiza por separado. • Primera bolsa faríngea La primera bolsa faríngea forma un divertículo similar a un tallo, el receso tubotimpánico, que entra en contacto con el revestimiento epitelial de la primera hendidura faríngea. La porción distal del divertículo se ensancha para originar una estructura similar a un saco, la cavidad timpánica primitiva o del oído medio, en tanto su segmento proximal permanece estrecho y constituye la trompa faringotimpánica (de Eustaquio). El recubrimiento a la cavidad timpánica participa más adelante en la formación de la membrana timpánica o tímpano • Segunda bolsa faríngea La cubierta epitelial de la segunda bolsa faríngea prolifera y forma yemas que penetran al mesénquima circundante. Esta yemas sufren una invasión secundaria por el tejido mesodérmico, para constituir el primordio de las amígdalas palatinas. Entre el tercer y el quinto meses las amígdalas son infiltradas por tejido linfático. Parte de la bolsa persiste y corresponde en el adulto a la fosa amigdalina. • Tercera bolsa faríngea La tercera y la cuarta bolsas se caracterizan en su extremo distal por un ala dorsal y una ventral. En la quinta semana el epitelio de la región dorsal de la tercera bolsa se diferencia en la glándula paratiroides inferior, en tanto la región ventral forma el timo. Los dos primordios glandulares pierden su conexión con la pared faríngea, y el timo migra entonces en dirección caudal y medial, llevando consigo a la paratiroides inferior. Si bien la porción principal del timo se desplaza con rapidez hasta su posición final en la región anterior del tórax, donde se fusiona con su contraparte proveniente del lado opuesto, la porción de su cola en ocasiones persiste ya sea incluida en la glándula tiroides o formando nidos tímicos aislados. DERIVADOS DE LAS BOLSAS FARINGEAS • Cuarta bolsa faríngea El epitelio de la región dorsal de la cuarta bolsa faríngea forma las glándulas paratiroides superiores. Cuando la glándula paratiroides pierde contacto con la pared de la faringe se adosa a la superficie dorsal de la glándula tiroides que está en migración caudal, para constituir las glándulas paratiroides superiores. La región ventral de la cuarta bolsa da origen al cuerpo ultimobranquial, que más tarde se incorpora a la glándula tiroides. Las células del cuerpo ultimobranquial generan las células parafoliculares o células C de la glándula tiroides. Estas células secretan calcitonina, una hormona que participa en la regulación de la concentración del calcio en la sangre HENDIDURAS FARÍNGEAS El embrión de 5 semanas se caracteriza por la presencia de cuatro hendiduras faríngeas. El sobrecrecimiento del segundo arco, al tiempo que forma la mayor parte del oído externo, hace que la primera hendidura desaparezca. La proliferación activa del tejido mesenquimatoso del segundo arco lo lleva a superponerse al tercero y al cuarto. Por último, se fusiona con el borde epicárdico en la región inferior del cuello y la segunda, tercera y cuarta hendiduras pierden contacto con el exterior. Las hendiduras forman una cavidad cubierta por epitelio ectodérmico, el seno cervical, pero desaparece en una fase posterior del desarrollo. REGULACIÓN MOLECULAR DEL DESARROLLO DE LA CARA Las células de la cresta neural surgen de las células neuroepiteliales adyacentes al ectodermo superficial a lo largo de los límites de los pliegues neurales. La señalización mediada por la proteína morfogenética ósea es muy importante para establecer esta región limítrofe y luego regula la expresión del WNT1, para inducir a las futuras células de la cresta a sufrir una transición epitelio-mesénquima y comenzar su migración hacia el mesénquima circundante. En el rombencéfalo, las células de la cresta se originan en un patrón específico a partir de segmentos denominados rombómeras. Existen ocho de estos segmentos en el rombencéfalo (R1 a R8), y las células de la cresta neural de segmentos específicos migran para poblar arcos faríngeos específicos. Estas células de las crestas migran por tres corrientes: las provenientes de R1 y R2 se dirigen hacia el primer arco junto con células de la cresta de la región caudal del mesencéfalo, las células de la cresta del segmento R4 se dirigen al segundo arco, y aquellas de R6 y R7 migran hacia los arcos 4 a 6. La segregación en estas tres corrientes se facilita porque se forman muy pocas células de la cresta en los segmentos R3 y R5, y aquéllas que lo hacen se unen a las rutas celulares adyacentes para migrar. Las tres corrientes independientes son relevantes, puesto que generan indicios para la orientación de los axones de las neuronas de los ganglios que se forman en la región de la cabeza y el cuello, entre ellos los ganglios del trigémino, geniculado, vestibuloacústico, petroso y nodoso. Estos ganglios son producto de una combinación de células de la cresta y células de las placodas en esta región. Las células de la cresta neural que arriban a los arcos faríngeos forman los componentes esqueléticos característicos de cada arco. Con anterioridad se pensaba que las células de la cresta neural regulaban la definición de patrones de estos elementos esqueléticos, pero en la actualidad está claro que el endodermo de las bolsas faríngeas controla este proceso. La formación de las bolsas faríngeas ocurre antes de la migración a partir de la cresta neural, e incluso en ausencia de células de la cresta. Correlaciones clínicas Defectos congénitos relacionados con la región faríngea • Tejido tímico y paratiroideo ectópico Debido a la migración del tejido glandular que deriva de las bolsas, no es inusual que persistan glándulas accesorias o remanentes tisulares a lo largo de su trayecto. Esto es particularmente válido para el tejido del timo, que puede permanecer en el cuello, y para las glándulas paratiroides. Las paratiroides inferiores tienen una posición más variable que las superiores, y en ocasiones se identifican en la bifurcación de la arteria carótida común. • Fístulas branquiales Las fístulas branquiales se forman cuando el segundo arco faríngeo no crece en dirección caudal sobre los arcos tercero y cuarto. Una fístula de este tipo que se identifica en la cara lateral del cuello justo por delante del músculo esternocleidomastoideo, suele permitir el drenaje de un quiste cervical lateral. Estos quistes, remanentes del seno cervical, se ubican las más de las veces justo por debajo del ángulo de la mandíbula pueden identificarse en cualquier punto a lo largo del borde anterior del músculo esternocleidomastoideo. A menudo un quiste cervical lateral no se visualiza al momento del nacimiento, pero se hace evidente al tiempo que se dilata durante la niñez o edad adulta, cuando puede infectarse y requerir cirugía. Las fístulas branquiales internas son raras; ocurren cuando el seno cervical se conecta con el lumen de la faringe por medio de un conducto pequeño, que suele abrirse en la región amigdalina. Una fístula de este tipo deriva de la rotura de la membrana ubicada entre la segunda hendidura faríngea y la bolsa en algún momento del desarrollo.