DEONTOLOGÍA, ÉTICA

FROFESIONAL: CONCEPTO,
OBJETIVO, IMPORTANCIA Y
COMPETENCIA
PROFESIONAL
 DEFINICIÓN DE DEONTOLOGÍA

Es una ciencia que estudia sobre el conjunto de deberes y principios éticos

que conciernen a cada profesión, oficio o ámbito laboral. Según la
deontología las cuales se exige al profesional determinadas
responsabilidades en relación con los actos ligados a su campo laboral.
Como tal, es una ciencia aplicada al ámbito moral, que se enfoca en todas
aquellas conductas y actuaciones que no están contempladas ni en el
derecho ni sometidas al control de la legislación pública por lo tanto la
deontología fija las normas que rigen la conducta y el desempeño en la
esfera profesional.
LA ÉTICA PROFESIONAL.

•Los colegios profesionales son, en este sentido, las entidades encargadas de fijar, mantener,

promover y defender los códigos deontológicos, así como de vigilar su correcto cumplimiento y exigir

determinados niveles de competencia y calidad a sus adscritos en el desempeño de sus funciones.

 OBJETIVO DE LA ÉTICA

Reconocer y valorar la especificidad del ser humano como ser capaz para darse a sí mismo principios
racionales que orienten su vida, individual y colectivamente. Identificar y analizar críticamente los
problemas morales, valores y proyectos éticos de la comunidad donde se pertenece. Reconocer y
analizar cuestiones relativas a los valores morales fundamentales en función de la vida personal,
colectiva como joven. Mostrar actitudes de tolerancia y respeto hacia otras opciones éticas, desde
juicios y valoraciones de autonomía moral. Mostrar actitudes de rechazo hacia todo tipo de injusticia,
corrupción, guerra, crímenes, secuestro, etc. Mostrando compromiso con los proyectos éticos y
morales. Elaborar juicios morales de valor reconociendo el problema de la justificación de normas,
valores y principios de actuación (Pacheco, 2019).
 OBJETIVO DE DEONTOLOGÍA.
• Éstos vigilan el cumplimiento de determinados niveles de exigencia, de competencia y de calidad
en el desempeño del trabajo de sus colegiados. El Estado, al convertir a los colegios profesionales
en corporaciones a través de mecanismos legales, propicia el modo de mantener la deontología
profesional. Les encarga funciones públicas y les dota de la potestad de imponer una determinada
disciplina a todos los profesionales pertenecientes a este colectivo. Para que se pueda pedir
responsabilidad por actuaciones profesionales se precisan dos requisitos: la independencia y la
libertad. El profesional debe ser independiente en el momento de tomar decisiones y debe ser
enteramente libre de ejecutarlas. La deontología es de sumo interés para el mundo profesional, y en
concreto, para profesiones que comportan una elevada responsabilidad social (médicos, abogados,
docentes, psicólogos, periodistas…). Esa deontología busca un equilibrio entre un determinado
estilo de vida moral (lo que antes denominábamos êthos o carácter moral) y un alto nivel de
profesionalidad técnico-científica. Esta doble dimensión ha de tratarse con armonía y equilibrio
para una mayor dignificación de cualquier actividad laboral (RUBIO, 2012).
 IMPORTANCIA DE LA ÉTICA PROFESIONAL Y LA DEONTOLOGÍA

• García (2007) “La importancia de la Ética en el mundo profesional es imprescindible si la

vida profesional estuviera impregnada siempre en valores éticos, avanzaríamos hacia una
sociedad más justa y más buena” (p.152).

• La importancia de la deontología es basicamente la comprensión de las normas tanto

éticas generales como las específicas referentes a cada una de las profesiones, esto no se
trata de la memorización de artículos o estatutos ya que esto es más la aplicación de un
sentido común de un quehacer cotidiano. Teniendo un sentido razonable, justo y ético que
respete a la moral y a cada de los derechos del ser humano. En este enfoque de la
deontología profesional teniendo un enlace con la moral es muy importante por tener una
vinculación con todas y cada una de las actividades profesionales. (Porporatto, 2019)
 COMPETENCIA PROFESIONAL

La deontología profesional es por tanto una ética

aplicada, aprobada y aceptada por el colectivo
profesional, lo que entraña un código de conducta,
una tipificación de infracciones, un sistema de
recepción y análisis de consultas, propuestas o
quejas, un procedimiento de enjuiciamiento y
finalmente, se procede aplicarlo, un sistema de
sanciones. (Centeno, 2017).
  
FUNDAMENTOS DEONTOLÓGICOS

Creado en 1946, se creó con la finalidad de ser juzgados los médicos y científicos nazis, que
realizaron experimentos humanos con los prisioneros(as) que fueron capturados durante
segunda guerra mundial y también este código consta de diez puntos que trata sobre
investigaciones de los seres humanos que deben ser experimentados de una forma ética. A
partir de este paradigma se buscó la mejor manera de realizar las investigaciones con seres
humanos.

Por todos daños cometidos se llegó a crear el informe Belmont en donde fue discutido y de
acuerdo a ello sacaron una conclusión que consta de tres principios fundamentales de la
bioética y las cuales son: El respeto a las personas, beneficencia y justicia; sin embargo, estos
principios, están específicamente para investigaciones médicas y asimismo “tuvieron muchas
críticas porque eran muy abstractos y difíciles de aplicar en la práctica clínica y la
investigación biomédica; fue por ello que Beauchamp y Childress consideraron que debían
ser traducidos o concretados en normas particulares” (Minsiglia,2015, p.7).
 AUTONOMÍA
Para hablar de este principio de Autonomía se puede desglosar la palabra para
entender, por sus raíces, qué se entiende por Autonomía y se encuentra que esta
palabra proviene del vocablo latín auto que significa “uno mismo” y nomos que
quiere decir “norma”; esto indica que la Autonomía es aquella capacidad que
tiene la persona, y las colectividades, de establecer sus propias normas y
regirse por ellas para poder realizar las propias elecciones y toma de decisiones,
asumiendo responsabilidad por ellas. (Uribe, 2004)
La autonomía, como principio, implica entonces una gran responsabilidad.
Primero, frente al saber: tomar una decisión exige conocer las opciones de una
situación en un despliegue de causas y de consecuencias para cada una de las
opciones; no se es independiente porque uno se abstraiga del mundo sino porque
se lo conoce. Todo acto autónomo es, pues, un acto deliberado, responsable, con
conocimiento, y da cuenta de la libertad de la persona. (Mazo, 2012, p.126)
 BENEFICENCIA

Tomando en cuenta lo anteriormente dicho, es necesario saber que lo primero

que importa en cualquier profesión es hacer bien la actividad profesional, y lo
que significa realizar bien una actividad profesional es alcanzar y realizar el bien
(fin) o los bienes (los fines) a los que dicha actividad está constitutivamente
encaminada (Hortal, 2002).
En síntesis, si cualquier actividad profesional fue bien hecha y se logró los fines
encaminados (lograr el bienestar), significa que se logró ejecutar de manera
satisfactoria el segundo fundamento deontológico, beneficencia. Caso contrario
no se realizó las actividades profesionales de acuerdo a este fundamento
NO MALEFICENCIA

• “Este principio se utiliza en mayor medida (…) en la

ética de la investigación científica, consideramos que
es también relevante en el marco de todas las
profesiones, incluida la profesión docente” (Hirsch,
2013, pp. 106-107). Es de suma importancia “los
problemas para considerar el principio de no
maleficencia como principio independiente empiezan
cuando se tratan de determinar qué se entiende por
daño o perjuicio” (hortal, 2004, pág. 160). Hay
posibilidades de actuar de la forma no Maleficente
respecto hacia las personas, pero es imposible actuar
de manera beneficiente respecto a ellos.
 JUSTICIA
En cuanto a la justicia como un fundamento deontológico consiste en realizar
una justa distribución o de lo que se merece. Otra manera de concebir el
fundamento de la justicia es comprendiendo que las personas deben ser
tratadas de la misma manera. Sin embargo, es muy complicado entender
quiénes son iguales o desiguales o qué es lo que guía una distribución justa.
En este punto cabe decir que existen varias formulaciones ampliamente
aceptadas sobre la manera justa de repartir los beneficios y las obligaciones.
Estas formulaciones son: (1) a cada persona por parte iguales, (2) a cada
persona de acuerdo con su necesidad individual, (3) a cada persona según su
esfuerzo individual, (4) a cada persona de acuerdo con su contribución a la
sociedad y (5) a cada persona según su mérito. (Informe Belmont, 1979)