Está en la página 1de 27

Habilidades

comunicacionales y de
motivación del counselor
Semana: 6
Sesión: 6
Propósito de la
sesión:

Conocer las habilidades comunicacionales y de motivación del


consejero psicológico.
Actividades de inicio:
- Realizar una lluvia de ideas que nos permita recoger información
sobre las habilidades comunicacionales y de motivación de todo
counselor.
Actividades de desarrollo:

- Analizar las habilidades comunicacionales básicas y de motivación


para una consejería eficaz.
HABILIDADES COMUNICACIONALES
EN LA CONSEJERÍA PROFESIONAL
ESCUCHA
ACTIVA
• Significa escuchar y entender el punto de vista de la persona a la que se dirige.

• Es la habilidad de poner atención a los sentimientos, ideas y pensamientos de la


persona con la que se está hablando.
DIÁLOGO

Es un momento en donde ambas personas hablan y escuchan. Algunas de las recomendaciones para dialogar son:
•Evitar juzgar la conducta, aun cuando no está de acuerdo en lo que le dicen.
•Mantener contacto visual, según sea apropiado.
•Sentarse con la mirada de la otra persona al mismo nivel.
•Mostrar que está escuchando, al sonreír o emitir frases breves.
•Evitar ver el reloj o el teléfono a cada momento como si estuviera apresurando la sesión.
•Usar un tono de voz suave y amable.
•Evitar contestar su celular durante la consejería.
•Evitar cruzar los brazos.
•Hacer uso de lenguaje sencillo y de fácil comprensión para la otra persona.
MOTIVAR A LA
ACCIÓN
Consiste en impulsar a una persona para que realice una práctica adecuada. Para ello, es importante ayudar a crear un
ambiente de confianza en el que las personas se sientan tranquilas y con libertad de expresar sus dudas, temores y logros.

Algunas de las recomendaciones para motivar son:


•Expresar emociones positivas y sinceras al tratar las preocupaciones, dudas y preguntas de la persona.
•Mostrar interés con gestos y expresiones como: “verdad”, “claro” y “qué interesante”.
•Apoyar a la persona sugiriendo algunas actividades sencillas u opciones.
•Incluir demostraciones sobre cómo realizar las prácticas que sugiere con la consejería.
NEGOCIAR

La negociación es una conversación que busca quien da la consejería llegue a acuerdos para lograr el cumplimiento de
una práctica recomendada.

Una negociación efectiva requiere de:


1.Conocer las necesidades y problemas de las personas a las que se va a dirigir.
2.Identificar las barreras inmediatas que impiden el cumplimiento de la práctica deseada.
3.Dominar los temas para explicar e influir positivamente en las decisiones de las personas.
4.Limitar las sugerencias a una o dos, según la situación que se trabaja.
5.Negociar cambios pequeños y posibles para que poco a poco se logre la práctica ideal.
CREATIVIDAD

La creatividad consiste en presentar de una manera clara, Innovadora y atractiva un tema o situación. Para ello
quien da la consejería deberá:

1.Utilizar recursos disponibles en la comunidad para orientar las acciones.


2.Hacer uso de la imaginación. Se recomienda relatar historias, hablar de personajes y situaciones, utilizar
ejemplos reales para explicar.
3.No limitarse al uso de materiales didácticos.
4.Hacer uso de la tecnología a su alcance.
Habilidades de motivación
M o tiv a cio n es d isfu n cio n a les

- Deseo de co m p r en d erse m ejo r a sí m ism o y d e su p era r lo s p ro p io s p ro b lem a s perso-


nales. Si estos no se han resuelto cuando se empieza a ejercer, pueden interferir con el
desarrollo de la terapia.
- Deseo de a y u d a r a o tro s a su p era r p ro b lem a s n o su p era d o s en la p ro p ia v id a .
- Deseo de su p erar la sen sa ció n d e so led a d mediante el contacto con otras personas (los
clientes) en un marco estructurado y seguro.
- D eseo y a b u so d e p o d er que lleva a no respetar la autonomía de los pacientes.
- N ecesid a d d esm esu rad a d e d a r a m o r o d e sen tirse a m a d o .
- Deseo de reb ela rse co n tra la a u to rid a d . Esto puede hacerse sin problemas en el marco
seguro de la terapia, pero puede conducir a recomendar a los pacientes cosas contrarias a
sus intereses.

Kleinke (1994/1995) cita o tra s m o tiv a cio n es frecu en tes para ser terapeuta: independencia a
la hora de trabajar, posibilidad de trabajar con una diversidad de personas que presentan una gran
variedad de problemas (lo cual proporciona un gran gama de experiencias y desafíos, y supone un
estímulo intelectual), reconocimiento y prestigio que conlleva la profesión, y satisfacción personal
al ayudar a otros.
MOTIVACIÓN Y EXPECTATIVAS
Acudir voluntariamente a consulta no implica necesariamente que se
quiera cambiar; un cliente puede acudir por otros motivos tales como
búsqueda de apoyo temporal en un momento de crisis, demostrarse a sí
mismo o a otros que ha intentado cambiar, desahogo emocional,
mantenimiento del rol de enfermo (con las ventajas que esto conlleva),
búsqueda de una amistad o de una relación social, búsqueda de
atención, confirmación de que los propios problemas son incurables, etc.
Además, no todos los clientes que acuden a consulta se encuentran lo
bastante motivados como para invertir el esfuerzo necesario para
resolver sus problemas. En muchos casos es preciso potenciar esta
motivación en mayor o menor grado para prevenir el abandono y
mejorar los resultados obtenidos.
Dicha motivación requiere que el cliente esté
dispuesto a cambiar, que el terapeuta sea percibido
positivamente, que el cliente esté de acuerdo con la
hipótesis explicativa del problema, con las metas
terapéuticas y con los métodos de intervención, que
anticipe resultados favorables, que estos sobrepasen
claramente a los costos de la intervención (tiempo,
esfuerzo, dinero, malestar), que el cliente acepte las
reglas que rigen la relación terapéutica y que se
comprometa activamente en el tratamiento.
Las expectativas del cliente hacen referencia al tipo de
terapia, resultados de la terapia y autoeficacia (medida en
que uno se cree capaz de utilizar sus habilidades o
aprender otras nuevas para conseguir los cambios
deseados). Todas ellas influyen en si se aceptará o no el
tratamiento propuesto y en el tiempo y esfuerzo invertido
en el mismo. Las expectativas dependen de las
experiencias anteriores (p.ej., tratamientos previos), de la
información recibida por parte de otras personas (amigos,
profesional que deriva al cliente, medios de comunicación)
y del estado emocional.
La motivación del cliente puede inferirse de su conducta verbal
indicativa de su deseo de cambiar, del porcentaje de sesiones a que
acude, de su participación durante las sesiones, de su tiempo
disponible para actividades terapéuticas y de su cumplimiento de
actividades entre sesiones. De todos modos, conviene tener en
cuenta que la cantidad y/o calidad de las actividades entre sesiones
no parecen estar consistentemente asociadas con los resultados del
tratamiento (aunque hay una tendencia positiva), a diferencia de la
motivación para cambiar, tal como es subjetivamente evaluada por
los pacientes. Cuando la motivación para el tratamiento ha sido
evaluada por los terapeutas o por jueces independientes, no se ha
hallado que esté significativamente asociada con los resultados de la
intervención.
Una expectativa frecuente respecto al desarrollo de la
terapia, derivada de la relación terapéutica, es que se debe ser
un receptor pasivo de los procedimientos terapéuticos, lo cual
choca con la orientación activa que caracteriza a la mayoría de
los enfoques psicológicos.

Una segunda expectativa frecuente es que el tratamiento será


muy breve (10 sesiones o menos), mu-cho más de lo que
tiende a serlo en realidad (25 sesiones mínimo, por lo general).

Otra expectativa típica consiste en pensar que la terapia será


exclusivamente verbal, lo cual no cuadra tampoco con algunas
orientaciones psicológicas.
En cuanto a las expectativas de resultados, un problema es
que pueden ser muy altas o muy bajas o el cliente puede
pensar que una terapia determinada puede ser útil para otras
personas o para otros problemas, pero no para él o para su
problema. Es conveniente que las expectativas de resultados
no sean ni muy altas (se facilita la decepción y el abandono al
no conseguirse con rapidez el éxito esperado) ni muy bajas
(no se invertirá el esfuerzo necesario en el tratamiento). En el
caso de expectativas no realistas, es necesario que el
terapeuta las modifique a través del diálogo, la información,
el reforzamiento y/o la reestructuración cognitiva para que el
tratamiento pueda ser aplicado eficazmente.
Por lo que respecta a las expectativas de autoeficacia,
cambian principalmente a través de las mejoras que se van
consiguiendo durante el tratamiento. A medida que se
reducen los síntomas, aumenta la confianza del cliente en
saber manejar sus problemas. Sin embargo, en muchos casos,
los pacientes deciden poner fin al tratamiento no porque
hayan conseguido disminuir sus síntomas más allá de un
cierto nivel, sino porque han alcanzado un grado suficiente de
competencia, dominio o control personal. Un nivel alto de
expectativas de autoeficacia al final del trata-miento parece
estar asociado con el mantenimiento de los resultados
positivos, mientras que un nivel bajo está asociado con la
recaída.
Actividades de cierre:
• Identifica las habilidades comunicacionales del counselor.
Metacognición

Incorpora conocimientos sobre las habilidades comunicacionales y de


motivación del counselor.
Referencia bibliográfica y de imágenes

Universidad de Barcelona. (2011) Habilidades terapéuticas. Recuperado de


http://diposit.ub.edu/dspace/bitstream/2445/18382/1/Habilidades%20terap%C3
%A9uticas.pdf
Nuestro ADN

Metodología Actitud Resultado

Colaboración Aprendizaje Mentalidad Impacto


Significativa Experiencial Emprendedora Social
CREA IMPACTO POSITIVO Y
TRASCIENDE

También podría gustarte