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• Pero además, la importancia de este líquido va mucho más allá: actúa frente a la
corrosión y oxidación de las piezas que provoca el agua, lubricando y
protegiendo, así como limpiando todos los componentes internos. Esto significa,
por tanto, que el líquido anticongelante previene el deterioro prematuro de las
piezas, y los consiguientes problemas a los que puede dar lugar.
¿Cada cuanto se cambia el refrigerante?
• Para responder a esta interrogante, lo más recomendable es consultar el manual de
mantenimiento del vehículo, aunque por norma general es preciso realizar el cambio del líquido
anticongelante cada 40.000 kilómetros o cada dos años para asegurarnos de que está realizando
sus funciones correctamente.
• No obstante, siempre es conveniente realizar una revisión del mismo cada 20.000 o 30.000
kilómetros para comprobar que no está sucio, por debajo del grado de congelación o con
cualquier otra anomalía, en cuyo caso será necesario cambiarlo.
• Además, también hay que tener en cuenta que existen distintos tipos de anticongelante y que
según sus propiedades, será preciso sustituir el líquido antes o después. En el caso de un líquido
refrigerante orgánico que incluye elementos más duraderos, el cambio se puede alargar hasta los
80.000 kilómetros o 5 años.
• Teniendo en cuenta que el cambio o mantención de refrigerante en maquinaria pesada se realiza
por horas de trabajo en las cuales se realizan cada 250horas, 500 y 1000 horas de trabajo.
¿Cuales son las consecuencias de no cambiar
el refrigerante?
1. Buscar el tapón, tornillo o grifo por donde se pueda expulsar el liquido refrigera,
generalmente ubicadas en la parte inferior del radiador, dependiendo del vehículo,
otra opción puede ser por la manguera que conecta con el radiador.
2. Antes de vaciar el sistema se debe utilizar una fuente en donde almacenar el liquido
refrigerante.
3. Depurar con agua a presión. Una vez se haya vaciado por completo, el siguiente
paso es introducir agua a presión por todo el interior del circuito para limpiar los
restos que hayan podido quedar.
4. Volver a ubicar el tornillo o en otros casos la manguera, verificando un buen sellado
para evitar fugas del líquido refrigerante .
5. Rellenar con el nuevo liquido refrigerante en el deposito, viendo que el nivel del
refrigerante quede lo mas cercano posible a la línea que indica el máximo.
6. Es importante realizar una revisión del tapón y/o conexiones luego de realizar el
cambio, encendiendo el motor y dejarlo por un tiempo determinado para verificar que
no existan fugas y además de eliminar burbujas al interior del sistema.
7. Poner la tapa al radiador y verificar que este bien puesta.