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UNIVERSIDAD DE SAN ANTONIO ABAD DEL CURSO: FUENTES DE LA HISTORIA PRE-INKA E INKA

CUSCO
DOCENTE: ENRIQUETA LLACTA MORVELI
ESCUELA PROFESIONAL DE HISTORIA
TEMA: VIAJEROS AL PERÚ- JOHANN JACOB VON
TSCHUDI

GRUPO: PEDRO SARMIENTO DE GAMBOA

INTEGRANTES:

-MILAGROS VILLAMONTE SULLCA

-LOZANO MANOTTUPA YULY

-CHUQUIPURA QUISPE ROSEMEY THALIA

-BELLIDO BOLAÑOS BETSY ANDREA

-KEVIN ALEXANDER LLACTA QUISPE (NO


PARTICIPO)
INTRODUCCIÓN:

En la amplia y compleja literatura de viaje producida en el siglo XIX tienen lugar importante los científicos europeos, hombres algo aventureros
que salieron de sus universidades en busca de más y mejores conocimientos sobre plantas y animales, sustancias minerales y la amplia pero
aún no bien estudiada geografía del planeta.

El Perú fue el destino escogido por algunos de esos "naturalistas", como se les llamaba con justificada razón. La notable obra de uno de ellos,
(Perú. Reíseskíssen aus den Jahren 1838-1842) o sea (El Perú, Esbozos de viajes realizados entre 1838 y 1842), del suizo Johann Jakob von
Tschudi.

Eduardo Núñez, especialista y divulgador de los viajeros extranjeros en el Perú, y otros académicos contemporáneos, han destacado sus
méritos, cuya traducción completa permitirá nuevas y más profundas valoraciones críticas. En 1966, el periodista y geógrafo Hermann Buse
publicó una edición antológica de traducción bastante libre bajo el título “Testimonio del Perú 1838-1842 (Lima: Consejo Económico Consultivo
Suiza-Perú, traducción por Elsa de Sagasti)”.

A pesar de sus notorias limitaciones, fue un esfuerzo plausible porque gracias a él muchos leímos por primera vez al viajero y "naturalista" suizo
que ahora se nos ofrece con toda su riqueza informativa y valor testimonial. Al fin se ha hecho realidad el deseo colectivo expresado por Jorge
Basadre en su fundamental Introducción a las bases documentales para la Historia de la República del Perú, con algunas reflexiones.
Es una mezcla de relato de viajero con observaciones y notas de un "naturalista" interesado en todo aquello que
para sus ojos resulta extraño o de interés científico. Desde luego, no escapa, ni intenta hacerlo, al acusado
eurocentrismo propio de su tiempo. El libro no está exactamente ordenado en sentido cronológico, pues, aunque
contiene muchas páginas que dan cuenta de sus trayectorias, ellas no siguen un criterio temporal sino espacial
y, adicionalmente, están acompañadas de innúmeras digresiones motivadas por el quehacer de un "naturalista".
Sin duda, Tschudi les dio a sus apuntes -"esbozos de viajes" los llamó- la disposición más conforme a un plan de
trabajo que consistió en dividirlos en dos grandes partes, dedicadas a la costa, la primera, y a la sierra y "ceja de
selva", la segunda, cada una desarrollada en un volumen independiente. Tschudi ofrece un retrato descarnado
del Perú. No solo la sociedad compuesta de peruanos y extranjeros de todas las razas y condiciones, sino la
naturaleza en su soberbia diversidad y riqueza, se perfilan en términos directos y claros, sin dudas ni
vacilaciones. Admira, y a la vez sorprende, el pormenorizado trabajo.
En un sentido positivo, el contenido enciclopédico, la descripción minuciosa y casi
siempre rigurosa, la observación atenta y no pocas veces profunda, la abrumadora
información que expone sin fatiga. Nada realmente importante se le escapa, dentro de los
parámetros que se ha impuesto. Sin embargo, son puntos flacos la poca emoción que
trasunta su espíritu, la frialdad de sus comentarios, el escaso sentimiento que ofrecen
sus apuntes. No pocas veces da la impresión de ver la realidad social a través de
cristales muy rigurosos y exigentes. Hace pensar que se hubiera impuesto la tarea de no
conmoverse ante nada ni ante nadie, salvo la naturaleza casi inconmensurable y alguna
que otra obra humana.
IMPERIALISMO INFORMAL

Tschudi formaba parte de una “vanguardia capitalista” que


pretendía insertar a América Latina “en un nuevo orden
comercial y financiero global”, puesto que los países
sudamericanos se habían independizado y el colonialismo
había terminado. Pero Europa seguía gobernando gracias
a redes comerciales y científicas que le permitían generar
“nuevas formas de establecer lazos de dependencia”.
● Johann Jacob tiene una gran perspectiva sobre el origen del
hombre en las Américas y por el problema de la existencia de
solo una o varias razas.
● Se inclina por aceptar una migración desde Asia en el
Neógeno, en una época en la cual hubo un clima cálido y
existía un puente terrestre entre los continentes. Si bien
ignora los motivos que causaron tal migración, especula
sobre un poblamiento del Norte mientras que aquellas
dirigidas al Sur, según él, solo se iniciarán con el
empeoramiento del clima. De esta forma en cuanto al
problema racial, Johann Jacob se pronuncia a favor del
origen del hombre en Asia con un proceso de diversificación
racial que caracteriza a los continentes del Viejo Mundo, por
lo cual es sólo sensato que esta diversificación también
existía y existe en las Américas.
Otro tema importante que estudio son las relaciones
entre Meso y Sudamérica en tiempos prehispánicos,
Johann no descarta la posibilidad de contactos antes
del siglo XVI por el carácter de los restos
arqueológicos y semejanzas en el culto en ambas
zonas, lo cual, sin embargo, no se extiende a los
idiomas; es decir que acepta la existencia de
contactos más no migraciones o relaciones
continuas; en el siglo XVI los aztecas no sabían de la
existencia de los incas y viceversa.
• La descripción de lo incaico y lo preincaico en las obras de
Tschudi es una especie de combinación entre datos
sacados de las crónicas, descripciones de material
arqueológico, datos etnográficos y lingüísticos
frecuentemente en base a observaciones personales.
• También describe con lujo de detalle las estructuras de los
contextos funerarios asimismo se detiene en la descripción
minuciosa de los muertos, su posición, tipo de
enfardamiento y la conservación de los cuerpos pues
finalmente es enfático en subrayar que cualquier referencia
en las fuentes escritas en relación a la historia preincaica
carece de sustento histórico y las reduce a la calidad de
leyendas.
CONCLUSION

Sin duda alguna Con todo este contexto el término de "viajero" nos referimos aquí a los individuos que se
dirigieron al Perú de manera transitoria y al margen de todas las estructuras institucionales que hemos descrito. en
el siglo XIX el flujo de viajeros era considerable, ya se tratase de personas que se desplazaban por razones
profesionales (comerciantes y empresarios itinerantes, representantes de comercio, etc.), o como simples turistas
(los artistas de toda clase, escritores, pintores, fotógrafos tendrían un lugar notable en esta categoría). por la
misma razón aunque en menor medida que el oriente, o áfrica del norte, los andes y, más particularmente el Perú,
representaban un punto de destino extremadamente atractivo para los amantes de los viajes y del exotismo, por la
fascinación que ejercía en los espíritus: el esplendor de sus paisajes tanto como la proverbial riqueza de las
civilizaciones que habían visto la luz aquí y habían desaparecido después, haciendo del Perú una tierra
privilegiada para gran número de soñadores, curiosos o aventureros, uno de nuestros grandes escritores
Europeos es Johann Jacob von Tschudi  sin duda alguna un personaje inmiscuido en darnos a conocer lo
maravilloso del Perú y gracias a él y a su majestuoso libro conocemos grandes maravillas en lo que concierne a
la flora , fauna, arqueología, marina y más en nuestro territorio peruano.

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