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FASE I:

Liturgia

Mons. Pedro Alberto Bustamante López


EL MISTERIO EN LA
HISTORIA
LA LITURGIA EN LA
ECONOMÍA DÉLA
SALVACIÓN
La comprensión de la liturgia es más completa y coherente cuando se
la sitúa en la perspectiva que le es connatural, es decir, dentro de la
economía salvífica proyectada y revelada por el Padre, cumplida por el
Hijo y Señor nuestro Jesucristo y llevada a cabo por el Espíritu Santo en
la etapa de la Iglesia, que transcurre desde Pentecostes hasta el retorno
glorioso de Cristo.
Pero el centro de esta economía lo ocupa el misterio pascual de
Jesucristo, que a su vez constituye el núcleo de toda celebración
litúrgica En dicho misterio se realizó la salvación que la Iglesia anuncia y
actualiza en la liturgia
CRISTO, DONANTE DEL ESPÍRITU,
A LA LITURGIA DE LA IGLESIA

La Iglesia existe y vive como efecto de la presencia en ella del poder de
la muerte y resurrección del Señor .
El Espíritu Santo recuerda todo lo que Cristo ha realizado y descubre el
significado salvífico del Misterio pascual, pero también hace presente y
operante este misterio e introduce a todos los hombres en él.
La resurrección de Cristo con la donación del Espíritu está, por tanto,
en el origen de la liturgia de la Iglesia y es el motivo central de cada una
de sus celebraciones, especialmente de la eucaristía.
1. Cristo resucitado, fuente de la salvación .
En efecto, en la resurrección la humanidad de Cristo, «instrumento de
nuestra salvación» , se ha convertido para todos los hombres en fuente
viva e inagotable del Espíritu Santo.
Los signos de la liturgia son ahora el nuevo ámbito externo e histórico
de la manifestación visible del Hijo encarnado del Padre «Lo que fue
visible dé nuestro Redentor ha pasado a sus sacramentos».
Se trata de la doctrina de la presencia de Cristo en la acción litúrgica,
que confiere a esta toda su eficacia salvífica.
Desde esta doctrina se puede hablar de Cristo como sacramento del
encuentro con Dios, y de los sacramentos como actos de salvación
personal de Cristo que se hace presente en un acto simbólico eclesial.
2. La Iglesia, sacramento de Cristo
Cristo resucitado «envió su Espíritu de vida a sus discípulos y por medio de él
constituyo a su cuerpo, la Iglesia, como sacramento universal de salvación».
La Iglesia nació como cuerpo de Cristo y como esposa del Verbo encarnado, portadora
del Espíritu del Señor, «que es el único y el mismo en la Cabeza y en los miembros».
La Iglesia es ahora el primer signo sacramental por medio del cual se hace presente en
visibilidad histórica el don de la salvación.
A través de ella, Cristo sigue actuando en el mundo y haciendo realidad el acceso de
los hombres a Dios La condición sacramental de la Iglesia se manifiesta no sólo en su
actuación cotidiana ante el mundo, sino de manera especial a través de los
sacramentos y de otros signos.
Toda la Iglesia es ámbito externo de esta realidad en sus carismas, funciones y
ministerios, pero sobre todo en aquellos signos que constituyen la fuente misma de
donde dimana su fuerza y cuya eficacia salvífica no es superada por ninguna otra acción
eclesial. Por eso la principal manifestación de la Iglesia se produce en la asamblea
litúrgica.
3. Pascua-Pentecostés permanentes
«El día de Pentecostés, por la efusión del Espíritu Santo, la Iglesia se
manifiesta al mundo.El don del Espíritu inaugura un tiempo nuevo en
la "dispensación del misterio“
En toda celebración se produce una epifanía del Espíritu, invocado por
la oración de la Iglesia asociada a la oración de Cristo (cf. Jn 14,16) y
enviado de nuevo por el Padre para realizar la santificación de los
hombres.
Esto es lo que la Iglesia vive y celebra eficazmente cada vez que se
reúne en asamblea litúrgica. Si siempre es Pascua, porque todo don y
gracia vienen del Padre en virtud de la muerte y resurrección de Cristo
con la donación del Espíritu Santo, siempre es también Pentecostés,
porque el Espíritu «dador de vida» es comunicado permanentemente a
la Iglesia y a los fíeles en la liturgia.
LA ECONOMÍA DE LA
SALVACIÓN
La liturgia, con todo lo que la precede —la conversión y la fe— y con
todo lo que la sigue —la vida moral—, es el modo actual de entrar en la
corriente histórica de la salvación como realización del designio del
Padre en favor de los hombres.
La economía de la salvación revelada en la Sagrada Escritura como
economía del misterio tiene su continuación en la economía
sacramental.
Esto hace que se distingan momentos o tiempos sucesivos en la
realización histórica del designio salvífico del Padre.
1. Las etapas de la historia de la salvación
1. El anuncio y la preparación. Es el tiempo de la gradual revelación del
amor del Padre hacia todos los hombres y de la elección de éstos en
Cristo
2. La plenitud y el cumplimiento. Es el tiempo en que el anuncio (la
Palabra) se hace realidad (carne) para los que creen y llegan a ser hijos
de Dios.
3. La actualización y la permanencia. En la muerte del Señor, con la
entrega del Espíritu y el nacimiento de la Iglesia, se da paso a la tercera
etapa de la realización de la economía salvífica.
2. La liturgia, síntesis de la historia salvífica
Se produce, un modo nuevo de introducir a los hombres en la
corriente de la salvación. «Cristo actúa ahora por medio de los
sacramentos, instituidos por él para comunicar su gracia» .
La liturgia, en la última etapa de la historia de la salvación, hace que
«pregustemos y participemos en la liturgia celeste que se celebra en la
ciudad santa, Jerusalén, hacia la que nos dirigimos como peregrinos».
De este modo, fundiendo el pasado, el presente y el futuro, la liturgia
aparece como momento síntesis de toda la historia salvífica y configura
el tiempo de la Iglesia como la etapa última y definitiva de la salvación.
LA LITURGIA, OBRA DEL PADRE,
DEL HIJO Y DEL ESPÍRITU SANTO
La liturgia, en la historia de la salvación, es siempre don divino a la
Iglesia y obra de toda la SS. Trinidad en la existencia de los hombres.
Frente al culto religioso, expresión del deseo del hombre de acercarse
a Dios, la liturgia cristiana forma parte de la auto-manifestación del
Padre y de su amor infinito hacia el hombre, por Jesucristo en el Espíritu
Santo.
La dimensión trinitaria de la liturgia constituye el principio teológico
fundamental de su naturaleza, y la primera ley de toda celebración.
La liturgia expresa esta realidad dinámica usando la fórmula paulina de
2 Cor 13,13 en los saludos y en el comienzo de la plegaria eucarística:
«La gracia (cháris) del Señor Jesucristo, el amor (agápé) de Dios y la
comunión (koinónía) del Espíritu Santo (estén) con todos vosotros».
1. La presencia y la obra del Padre

La liturgia tiene un carácter teocéntrico, de manera que no sólo la


dimensión antropológica —el hombre creado a imagen de Dios y
restablecido en su dignidad por Jesucristo—, sino también la dimensión
cósmica —los cielos y la tierra y todas las criaturas—, están orientadas a
reconocer la absoluta soberanía del Padre y su infinito amor al hombre
y a toda la creación .
Finalmente, todo será recapitulado en Cristo y presentado como una
oblación al Padre.
2. La presencia y la obra del Hijo Jesucristo

Como Señor y cabeza de la Iglesia, Cristo permanece junto a ella y se


hace presente principalmente en los actos litúrgicos de diversos modos
para llevar a cabo la obra de la salvación. La presencia de Cristo en la
liturgia es una presencia dinámica y eficaz, que hace de los actos
litúrgicos acontecimientos de salvación.
El ámbito externo de esta presencia es la Iglesia, como se ha dicho
antes Pero el «ámbito» interno es el Espíritu Santo, el don que el Padre
ha entregado al Hijo en la resurrección y que éste ha derramado sobre
la Iglesia, para que more en ella y en el corazón de los fieles como en un
templo.
3.La presencia y la obra del Espíritu Santo
La liturgia es donación continua del Espíritu Santo para realizar la
comunión en la vida divina e iniciar el retorno de todos los dones hacia
el que es su fuente y su termino .
Por eso toda acción litúrgica tiene lugar «en la unidad del Espíritu
Santo», no solo como «adoración a Dios en el Espíritu y en la verdad»,
sino también como expresión de la comunión de la Iglesia, que brota
del misterio trinitario y es realizada por la presencia y la actuación del
mismo Espíritu.
En ese sentido, el Espíritu Santo, con su acción invisible, hace que los
actos sacramentales de la Iglesia realicen lo que significan, conduciendo
la obra de Cristo a su plenitud según el designio eterno del Padre.
IV. LA LITURGIA,
SALVACIÓN EN LA
HISTORIA
La segunda etapa de la historia de la salvación supuso el momento en
que ésta alcanzo su mayor grado como epifanía de la presencia divina
en el tiempo, el punto nodal en el que confluyen todas las
intervenciones divinas que prepararon la venida de Jesús, y de donde
arrancan los nuevos signos portadores de la salvación Toda la historia
de la salvación está recapitulada en Cristo .
La encarnación significa que Dios se unió para siempre a la historia
humana y que la salvación, aunque en su realidad plena es
metahistórica y escatológica, ha de realizarse en el tiempo Cristo en el
tiempo es la gran señal de que el Reino de Dios ha llegado
definitivamente.
1 El misterio pascual, «ephápax» de la
salvación
La historia humana, contemplada a la luz de la fe, aparece sembrada
de acontecimientos que, ocurridos una vez, han supuesto una
intervención divina decisiva para el futuro Estos momentos se llaman,
en el lenguaje bíblico, kairoi —tiempos oportunos y favorables— y
responden a la economía divina de la salvación.
Ahora bien, los kairoi establecen una línea de continuidad a lo largo de
toda la historia, de manera que su carácter salvífico esta presente en
todos los momentos de la historia de la salvación, aun cuando cada uno
tenga su propia incidencia.
Surge entonces una característica de todos los kairoi, la de ser
irrepetibles, ephápax —de una vez para siempre.
2. Del acontecimiento a su celebración.
El Espíritu Santo, realizador del acontecimiento Cristo (cf Mt 1,18, Le
1,35) y del misterio pascual (cf Heb 9,14), es también el que lleva a cabo
en los hombres la adopción filial por la cual hemos venido a ser hijos de
Dios.
Los hombres son salvados al ser introducidos en la corriente del amor
divino que les hace hijos de Dios y herederos con Cristo Esta es la
misión de la Iglesia en la tercera etapa de la historia de la salvación
descrita antes.
«La liturgia cristiana no solo recuerda los acontecimientos que nos
salvaron, sino que los actualiza, los hace presentes El misterio pascual
de Cristo se celebra, no se repite, son las celebraciones las que se
repiten, en cada una de ellas tiene lugar la efusión del Espíritu Santo
que actualiza el único misterio»
3. El memorial
El memorial, en su concepto pleno, es un conmemoración real, no
meramente ideal o subjetiva, una representación de lo que se conmemora,
una presencia real de lo que ha sucedido históricamente y ahora se nos
comunica de una manera eficaz.
Los fundamentos del memorial es preciso buscarlos en los pasajes del
Antiguo Testamento que hacen referencia a la Pascua (cf Ex 12) y a la
institución de otras fiestas de Israel (cf Lv 23, Est 9,28, etc ).
El memorial es una acción sagrada, un rito, e incluso un día festivo para
que Dios «se acuerde» de su pueblo y de sus obras salvíficas, y en los que el
pueblo se vuelve hacia su Dios recordando estas obras.
El memorial aparece siempre en la Biblia como un signo que reúne en sí el
pasado y el presente (función rememorativa y actualizante) y garantiza la
esperanza en el futuro (función profética).

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