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Muchas veces esta normatividad es vista como una limitante por los D.R.O.
en vez de tomarse como una herramienta de auxilio y una guía para poder
plantear soluciones que estén en concordancia a la zona en la que se
encuentran ejerciendo su quehacer profesional. Hacer arquitectura en un
contexto histórico como el de la ciudad de Oaxaca y su centro histórico
requiere compromiso del D.R.O. es por ello que pese a que la conservación
puede ser en muchos casos un tema de apreciación, el profesional debe por
lo menos conocer plenamente la normativa existente.
PROBLEMATICA
La clasificación de los D.R.O. por si sola no es suficiente para garantizar la
responsabilidad sobre las obras de intervención de inmuebles históricos; sin
embargo, debe entenderse como una condición per se paralelo a una figura
de D.R.O. corresponsable.
Tampoco es suficiente para dirigir proyectos de obra nueva dentro del
polígono de la declaratoria de zona de monumentos y del centro histórico.
El D.R.O. más que contar con conocimientos técnicos que le permitan
plantear soluciones que se integren de manera correcta a la fábrica existente
de los inmuebles históricos, es necesario que tenga un criterio adecuado y
pleno conocimiento del entorno histórico.
La mayoría de los ejecutores de los proyectos de intervención de inmuebles
históricos o los de obra nueva suelen no ser los mismos al D.R.O. trayendo
con ello, proyectos desligados, ajenos al entorno o poco compatibles con el
mismo.
CONCLUSIÓN
Es necesario contar con directores responsables de obra, que
cuenten con un criterio que les permita valorar en su justa
dimensión un inmueble histórico y por consecuencia desarrollar un
proyecto integral que sea respetuoso del mismo y a su vez responda
a las necesidades planteadas por el cliente.
Es responsabilidad de los D.R.O. orientar, guiar, ilustrar e incluso
implantar un correcto criterio del valor de un inmueble patrimonial,
al propietario de los mismos, ya que éste es el inicio de la
conservación ó destrucción de nuestro patrimonio arquitectónico.
Debemos pensar en la figura de un corresponsable en conservación
dada la delicada naturaleza del tejido urbano y la actual dinámica
de desarrollo que vive la ciudad.