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Una de las ciencias a las que más comúnmente se recurre en los estudios
criminológicos es a la Psicología, que es la disciplina que se encarga de estudiar
los procesos mentales, las sensaciones, las percepciones y el comportamiento del
ser humano, en relación con el medio ambiente físico y social que lo rodea. La
psicología moderna se ha encargado de recopilar hechos sobre las conductas y
las experiencias de los seres vivos, organizándolos en forma sistemática y
elaborando teorías para su comprensión. Estos estudios permiten explicar su
comportamiento y hasta, en algunos casos, predecir sus acciones futuras.
Personalidad y conducta criminal
La personalidad es el conjunto de
características físicas, genéticas y sociales
que reúne un individuo, y que lo hacen
diferente y único respecto del resto. Tiene
referencia en el latín ”personalis”
compuesta por el vocablo ”persona”, que
implica la máscara apreciada
históricamente en el teatro, con referencia
también en el griego prósopon (literal
para máscara), y el sufijo ”-alis”,
traducido como "referido a".
Personalidad y conducta criminal
La personalidad es una sola. Si bien las características que la componen pueden ser
estudiadas separadamente, tal estudio arrojaría muy poca información respecto a la
personalidad a la que pertenecen. La personalidad solo puede ser entendida o
comprendida como un todo. Es una unidad. De igual forma, es pertinente señalar que la
personalidad es inmutable. Una vez formada, la personalidad siempre será la misma, y
aunque evoluciona en el transcurso de la vida del sujeto, su esencia no cambia.
Personalidad y conducta criminal
La teoría sugería que sería posible la determinación del tipo de conducta del
sujeto y su probabilidad de delinquir, dependiendo de la categoría dimensional en
la que pudiera enmarcarse, es decir, dependiendo de hacia cuál categoría se
inclinara más.
Personalidad y conducta criminal
Extraversión: Las personas extravertidas tienen un
nivel de activación cortical bajo, lo cual las lleva a
buscar estimulación constantemente; esto puede
asociarse con determinadas conductas delictivas,
como el consumo de sustancias, que a su vez
favorece el comportamiento antisocial. Asimismo
las investigaciones de este autor revelan que los
extravertidos tienen más dificultades para
condicionar estímulos y respuestas. Por tanto, en
estos casos los déficits en el condicionamiento de la
conducta moral podrían ser explicados en parte
desde una perspectiva biologicista. Tienen una baja
percepción de los riesgos, lo que se traduce en una
comportamiento desinhibitorio externo. Su sujeto es
del tipo sociable, vital, dominante y con una
búsqueda constante de sensaciones. Su opuesto sería
una persona reservada, distante, etc.
Personalidad y conducta criminal
Neuritocismo: Eysenck teorizó que las personas
emocionalmente inestables también tienen
dificultades para el condicionamiento, ya que
reaccionan de forma intensa y duradera a los
estímulos estresantes. Así, probablemente detectan
en menor medida la diferencia entre sus
reacciones fisiológicas normales y las que se
deben al condicionamiento aversivo. Un elevado
grado de neuroticismo implica una alta actividad
del sistema límbico, lo que significa que las
emociones se activen más rápido y tarden más en
disiparse. Presentan inestabilidad anímica. Se
relaciona con la disposición a padecer trastornos
del estado de ánimo. Destacan rasgos como los
sentimientos de culpa, ansioso, poca autoestima,
emotivo, etc.
Personalidad y conducta criminal
Psicotismo: recoge comportamientos hostiles y
agresivos a nivel interpersonal, de modo que no
es de extrañar que las personas con
puntuaciones elevadas en esta dimensión
temperamental cometan con mayor frecuencia
conductas delictivas, que además tienden a ser
más violentas y repetitivas. Como la
extraversión, el psicoticismo se relaciona con la
necesidad de estimulación continua. Son más
relevantes la impulsividad y la búsqueda de
sensaciones. Las personas que lo presentan se
caracterizan por ser frías, impersonales,
agresivas, antisociales, crueles y poco
empáticas. Sufren de perdida de contacto con la
realidad.
Personalidad y conducta criminal
De esto se podría inferir que toda personalidad se puede distinguir en dos tipos de
conductas, la interna y la externa, siendo el temperamento la primera de estas.
Personalidad y conducta criminal
Conclusiones
Algunos de los elementos más significativos en la formación de la personalidad
son la disposición y el patrimonio hereditario del sujeto.
Fin.