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Diversidad Fú ngica

Rozellidea o Cryptomycota
Rozellidea o Cryptomycotas son un pequeño grupo de hongos que son endoparásitos o
epibiontes de protistas, algas y otros hongos.
Se conocen únicamente tres géneros: Rozella, Paramicrosporidium y Nucleophaga.

Rozellidea o Cryptomycotas
Microsporidios
Los microsporidios son microorganismos
unicelulares e intracelulares obligados, se
consideran eucariticos, porque tienen un núcleo
verdadero y un sistema de membranas
citoplasmáticas, aunque carecen además de
otras estructuras típicas de los eucariontes.
El genoma de éstos organismos es muy
pequeño.

Morfología general Microsporidios


Clasificació n actual en los hongos

Filo Microsporidia, constituido por 144


géneros con más de 1,200 especies
identificadas, se encuentra ampliamente
distribuido en hospederos vertebrados e
invertebrados.

Hasta ahora, se consideran capaces de


causar patología en el humano algunos
géneros: Encephalitozoon, Enterocytozoon,
Microsporididum, Nosema (syn. Anncaliia),
Pleistophora, Trachipleistophora y
Vittaforma.
Ciclo de vida de los microsporidios
Encephalitozoon, parásito de vertebrados, su
desarrollo se produce en vacuolas parasitóforas
circundadas por una membrana, dentro de la célula
huésped. Especies:
E. Cuniculi, es la especie reconocida como el primer
microsporidio parásito ampliamente distribuido en
los mamíferos.
E. Hellem, se ha aislado en el epitelio corneal y la
conjuntiva.
E. Intestinalis, causa cuadros diarreicos importantes
causando gran daño en los pacientes con Sida.
conocido también como Septata intestinalis.
E. intestinalis
Enterocytozoon
E. bieneusi es la especie de microsporidio que con
mayor frecuencia produce patologías en el
humano; parasita los enterocitos del intestino
delgado provocando graves diarreas. E. bieneusi

Nosema
N. connori provoca una infección sistémica en
inmunocomprometidos. Su desarrollo se efectúa
en contacto directo con el citoplasma de la célula
hospedera (ausencia de vacuolas esporóforas).
Vittaforma
V. corneae, conocido previamente como Nosema
corneum, afecta el estroma corneal de personas
inmunocompetentes. Vittaforma
Pleistophora spp.
Se desarrolla en vacuolas esporóforas en el
citoplasma de las células hospederas. Es un parasito
de la musculatura esquelética.

Microsporididum spp.
Es el nombre dado para las especies cuyo género no
ha sido posible identificar. Se encuentran en el
estroma corneal
Pleistophora spp.
Patogénesis.
La infección por microsporidios se inicia
mediante la ingestión de las esporas cuyas
fuentes de contagio son directamente otros
humanos o animales infectados (fecalismo), o
secundariamente por consumo de agua y
comida igualmente contaminadas.

La infección puede ser adquirida por


trauma ocular directo, por soluciones
de continuidad de la piel.
Manifestaciones Clínicas.

Los signos y síntomas clínicos de la microsporidiosis son bastante variables


(oculares, renales, gastrointestinales, pulmonares, senos paranasales) tanto en
personas inmunocompetentes como inmunocomprometidas.

Las infecciones oculares pueden ser de tipo querato-conjuntivitis en casos de


inmunocompromiso o de queratitis estromal en inmunocompetentes y pueden
presentarse asiladas o como parte de una infección generalizada.
Diagnóstico.
Las muestras utilizadas para el diagnóstico microbiológico son heces, líquido intestinal,
secreción conjuntival, raspado corneal, fluido vítreo, secreciones en general, fragmentos de
tejido.
Tratamiento.
Microsporidiosis intestinal. Diversos fármacos han sido probados con resultados variables:
albendazol, un inhibidor del ensamblaje microtubular, es muy efectivo contra
Encephalitozoon intestinalis pero no suele ser tan contundente contra Enterocytozoon
bieneusi.
Microsporidiosis ocular. Isotionato de propamidina 0.1% tópica o itraconazol sistémico
pueden ser utilizados en casos de queratoconjuntivitis. Han sido usadas combinaciones de
neomicina, polimixina B, bacitracina y fumagilina (antibiótico insoluble secretado por
Aspergillus fumigatus) vía tópica.
Prevención.
El manejo adecuado de los fluidos corporales (excretas y secreciones) del paciente
junto con las medidas higiénicas básicas y la desinfección con cloro u ozono del agua
son indispensables para evitar la propagación de la enfermedad.

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