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La humanidad en la actualidad se encuentra sumergida en un mundo lleno de diversas

variables donde esta por encima el placer, lo material y lo somero. Los valores humanos
son la herencia que hemos arraigado de generación en generación, la crisis social que
atravesamos en cuanto al ambiente ético y moral deja en evidencia el retroceso en el que
nos encontramos, la modernidad nos ha arrebatado una gran parte de los valores
fundamentales. Si bien avanzamos a nivel tecnológico, social y cultural justificamos el
beneficio propio, el patrocinio de la guerra, y las insensatas decisiones políticas de nuestros
líderes.
Los valores indiscutiblemente hacen parte esencial del ser humano, fundamentan el
conjunto de virtudes que caracterizan e identifican a las personas. Sin embargo, estos han
pasado a un segundo plano donde no se les da la importancia necesaria desde el núcleo
familiar y escolar. De ahí cultivamos el respeto, la tolerancia, la honestidad, la
responsabilidad, la lealtad, la perseverancia, etc.
En nuestra etapa de crecimiento y madurez vamos aprendiendo los valores sociales, y
comenzamos a comprender en cuanto al respeto a nuestros semejantes, la solidaridad,
vocación de servicio, entre otros.
Sin embargo, actualmente parece ser que este proceso se ha detenido y ha dejado de
funcionar, hemos encontrado que estos valores se han dejado atrás, ya no se tienen en
cuenta y poco o nada influyen en las relaciones sociales. Esto reafirma la crisis social por
la que atraviesa la humanidad.
Los asesinatos recientes presentados en nuestro país reflejan una cruda realidad de la
inhumanidad, según un estudio de Indepaz (instituto de estudios para el desarrollo y la paz)
se han registrado 45 masacres en lo que va corrido del año. Más allá de una problemática
social en la que se ve inmerso el estado como responsable directo, se refleja que el respeto
por la vida ha perdido relevancia en la sociedad, esto se debe a la degradación que se le ha
dado a los valores humanos.
El incremento de la delincuencia de nuestra ciudad en la última década, es otro claro
ejemplo de ambas analogías, por un lado una problemática social sin control y por otro la
falta de oportunidades en educación que sin duda es un pilar fundamental en el desarrollo
del ser humano. El trasfondo de este ejemplo tiene que ver con una base que carece de
valores desde la crianza.

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