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Crisis de valores en el mundo, causas que lo originan y sus consecuencias:

Los valores se refieren a un conjunto de principios o virtudes incalculables que les permiten
a las personas determinar sus conductas y la orientación de sus decisiones. Asimismo, se
definen como creencias básicas que llevan a los individuos a apreciar, preferir y elegir entre
una cosa u otra, así como entre comportamientos, y que les generan algún tipo de plenitud o
satisfacción.
La concepción que se tiene de los valores depende de cada persona, y también de la influencia
de su cultura o religión, pero, sobre todo, del núcleo familiar, que es donde son inculcados
desde la infancia.
Y es que de pequeños nos enseñan valores, por ejemplo, siendo las historias y fábulas uno de
los métodos preferidos por los adultos para transmitir un mensaje, no solo a los niños, sino
igualmente a personas de mayor edad. La efectividad de las mismas es porque se caracterizan
por ser relatos cortos, con una lectura sencilla que logra captar la atención de los lectores u
oyentes muy rápidamente.
Sin embargo, en la sociedad actual existe una realidad, y es que, con el paso del tiempo y la
aparición de nuevas generaciones, los valores se han ido perdiendo, lo cual puede afectar no
solo a la convivencia entre personas, sino también entre estas, la naturaleza y otros seres
vivos, siendo una de las causas principales de la crisis social por la que el mundo transita.
Los valores que se están perdiendo en los tiempos actuales son muchos que puede tener una
persona, sin embargo, hay valores esenciales para poder mantener una sociedad y un planeta
en armonía, con buena convivencia entre sus habitantes y los diferentes entornos:
Honestidad.
Tolerancia.
Respeto.
Responsabilidad.
Empatía.
La consecuencia de la falta de estos y otros valores se puede apreciar diariamente en las
conductas de las personas, en aquellos que se comportan con poca humanidad y de forma
antisocial, siendo indisciplinados, irrespetuosos, corruptos, insultando a los demás, robando
y hasta asesinando sin piedad.
Asimismo, los intereses de todo tipo apoyados en valores materiales o antivalores, éticamente
no buenos son los que mueven las relaciones entre las personas en todos los ámbitos locales,
nacionales y mundiales. Un factor casual desde mi punto de vista y que se relaciona con un
grave conflicto en el orden de importancia entre los valores fundamentales, que son la libertad
y el respeto a la dignidad del ser humano.
Ambos valores son fundamentales, son valores universales, la libertad es importante para el
ser humano, pues es básica para que los seres humanos se desarrollen a plenitud, sin embargo,
la libertad del ser humano en la sociedad esta condicionada por la misma libertad de sus
semejantes. Esta sencilla apreciación de la libertad lamentablemente no es comprendida, ya
que la libertad aislada de otros valores, es la que se destaca como valor principal a defender
y eso tiene a las sociedades en una profunda crisis de desigualdad, de pobreza y miseria, por
eso de denomina liberalismo libertas a toda costa hasta el libertinaje, que quizá la forma mas
adecuada de denominarla en la actualidad, para no perder privilegios y seguir manteniendo
las muy diversas situaciones de desigualdad, de honestidad de violencia y muchas otras que
tanto que hacen daño a la sociedad.
Asimismo, se puede añadir que el dominio que tiene la tecnología en la vida de las personas,
no solo ha hecho que las comunicaciones personales se desarrollen menos, sino también que
se esté perdiendo la capacidad de pensar de forma individual, ya que toman las ideas de
figuras públicas que ven en la televisión o en las redes sociales.
En el fondo de la crisis lo que hay es una falta de valores y una presencia poderosa de
antivalores. Al ponerse en primer plano el consumismo, el poder y el placer, cobran fuerza la
ambición, la codicia, la soberbia, la prepotencia, la opulencia, la vida superficial, la vanidad,
el egoísmo, etc. Y luego vienen las violaciones profundas a la ética: la corrupción, el
atropello a los derechos humanos, los atentados a la dignidad de la vida y la des
espiritualización de la persona.
Alternativas de solución:
Debido a que la pérdida de valores es un problema que se sufre a nivel mundial, combatirlo
es quizás una de las labores más arduas que tenemos en la actualidad, ya que no solo es algo
de las nuevas generaciones, sino también de muchas otras que las anteceden. A pesar de ello,
se puede decir que aún hay una oportunidad para crear mejores personas en la sociedad y en
todo el mundo, donde la educación desempeña un rol fundamental, pero no solo a nivel
escolar, sino principalmente en el hogar, que es donde se va forjando la personalidad de los
individuos y es el mejor lugar donde se puede aprender con el ejemplo desde temprana edad.
Crisis de valores en Bolivia, causas que lo originan y sus consecuencias:
A medida que avanzamos de generación en generación vemos como los valores han perdido
valor dentro de las sociedades, vemos como los jóvenes van perdiendo el respeto a sus
mayores y como les dan valor a temas tan excesivos como la moda, la vanidad, la
superioridad. Perdiendo así, el sentido de cooperación con sus semejantes todo esto juega un
papel protagónico en la crisis social por la que atraviesa el mundo entero y en especial nuestro
país. Debido a los altos índices de delincuencia, embarazos precoces, niños en situación de
calle, tráfico de drogas y prostitución, entre otros tantos males que nos agobian.
Aparejada a esta notable “crisis de valores”, donde prima mucho más el valor monetario,
podemos percibir una falta de respeto, no sólo verbal, sino también escrito, hacia nuestras
instituciones y personas individuales Infortunadamente, nuestras sociedades, no sólo
boliviana, sino latinoamericana, se encuentran en una franca decadencia. Es cuestión de
observar la televisión para darse cuenta cómo se están perdiendo los valores, principalmente
culturales, que antes formaban parte indisoluble de nuestras identidades. Hoy se han
enquistado, lamentablemente, en el cuerpo social de nuestro país, malas costumbres y
“culturas alienadas” importadas de otras naciones.
Alternativas de solución:
Alguna de las alternativas para la solución en conclusión es desde el núcleo familiar y la
escuela a través de la educación dar énfasis a la, ética y moral, valores deontológicos,
deberían ser asimilados con urgencia por nuestros jóvenes, quienes, en estos días, además de
divertirse, suelen cometer (no todos), muchos excesos que podrían tener impredecibles
consecuencias. Los adultos (padres de familia), estamos en la obligación de preservar la
conducta de nuestros hijos, inculcándoles valores de los que nunca se arrepentirán.

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