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Infografía de Historia
Los escotes para los vestidos de noche se pronunciaron más Es en esta década cuando aparecieron los primeros miriñaques
y los hombros se redondearon, este es conocido como escote a de crin de caballo, lo que facilitó que las faldas se ensancharan sin la
la Berta (bordeado con volantes, frunces, encajes u otros necesidad de tantas enaguas de fondo. La cintura descendió y se
decorados). Las faldas se alargaron definitivamente, y no estrechó todavía más, bajando muchas veces en punta y con el
dejaban ver los tobillos y aumentaron su volumen, con artilugio de los corsés, cada día más sofisticados. La paleta de
muchas capas de enaguas internas. colores fue más oscura que en la década anterior abundando
los verdes y marrones o pardos.
En los últimos años este
No podemos dejar de mencionar la efecto se exageró con el uso de un
importancia del "chal", como complemento que armador llamado "porque estaba
volvió a estar de moda en esta década y no solo los de hecho de crin de caballo
cachemira, sino también los de Paisley.
También se siguieron usando los fichús así como
distintos tipos de capas o tapados.
Desde 1820 y hasta mediados de los 30, se mantuvo el legado del dandismo,
con cinturas muy ajustadas, colores brillantes, grandes colas en las chaquetas y los
calzones ceñidos. El redingote a partir de 1821 fue la pieza más importante del
guardarropa masculino, en azul o marrón, de cuello siempre enrollado y con las
ornamentadas botonaduras de alamares.
Hasta el inicio de 1830 imitaba las líneas femeninas: con faldones acampanados y
talle estrecho, incluso se usó con mangas jamón, pero éstas eran más comunes para
las damas y menos exageradas para los hombres
Los cambios en la moda masculina hasta mediados de los 30, Trajes de montar.
fueron menos llamativos que los de la moda femenina. A partir Estos atuendos tenían un aire masculino, de
de 1830 el redingote perdió la amplitud de sus faldones y su chaqueta entallada, sombrero de copa, cuello y
excesivo ajuste en la cintura. Los calzones también corbata de hombre, pero de cintura para abajo no
perdieron su exagerado entalle y se ampliaron en las perneras, podía ser menos práctico pues por lo
cambiando su apariencia y convirtiéndose en el pantalón. general tenían faldas tan largas, que casi
arrastraban por el suelo cuando la amazona se
encontraba al lomo del caballo.
A partir del reinado de Victoria, la indumentaria Las capas y el sobretodos tan utilizados por los Dandis
masculina tomó mayor sobriedad en forma y color. Los amplios en las décadas pasadas, abotonados con alamares y engalanados con cordones,
hombros, las cinturas ajustadas y los colores estridentes quedaron siguieron usándose en colores oscuros y con menos ornamentación. Los
relegados a favor de la discreción. El modelo a seguir dejó de ser el pantalones eran menos ceñidos que en la década anterior, de bota recta conocidos
Dandi y se impuso el estilo del respetable Burgués de elegante con el nombre Smart, en general eran confeccionados del mismo tejido que la
apariencia y mayor discreción. chaqueta, y eran muy populares las telas escocesas para el invierno y el dril para
Los llamativos colores pasaron a considerarse como extravagantes y se el verano. Los calzones ceñidos quedaron relegados para el uso en el campo o
impuso una paleta de tonos oscuros para la ciudad, entre los que para el traje de montar, y se confeccionaban de cuero o
resaltaron el azul marino y el negro. Londres se convirtió en el mayor lana.
generador de tendencias para los caballeros.
El sombrero de copa
o chistera, casi cilíndrico y forrado de felpa negra, otro icono
de la época, se extendió a todas las clases sociales y se
utilizaba en todo momento; al principio de la década
la copa era muy alta, pero progresivamente fue
disminuyendo de tamaño. En el campo, se usaba
a veces un sombrero informal de copa baja..
En 1856 el francés C. Amet patentó un armador estructurado que fue el más exitoso.
Se trató de una enagua fabricada con aros de alambre de acero, forrados en tela y
sujetos con fuertes cintas que formaban un armazón o esqueleto.
La Rational Dress Society (Asociación por la racionalidad en el vestir), fue creada en Londres en 1881 por la vizcondesa Haberton y Emily M.
King con la intención de revolucionar la moda femenina. La a predilección de la moda por el corsé había sido una constante en la moda victoriana.
Profundamente incómodo y poco higiénico, el corsé tenía según informes médicos, peligrosos efectos secundarios para la salud.
En 1884 el eminente zoólogo alemán Gustav Jaeguer, desarrolló teorías científicas sobre la higiene de la vestimenta y recomendó el uso
exclusivo de la lana para estar en contacto directo con la piel pues según él, las fibras de origen vegetal como el algodón y el lino eran altamente
perjudiciales para la salud, comparándolos con la ingesta de veneno. Jaeguer concedió una licencia bajo su nombre a una compañía británica de
confección. Esta compañía promovía el uso de pantalones y túnicas en lana de una sola pieza que
hacían innecesarias la camisa y la corbata o pañuelo para el cuello.
Nacimiento de la alta costura