0 calificaciones0% encontró este documento útil (0 votos)
42 vistas6 páginas
Juan Raúl Vélez comenzó vendiendo cinturones que fabricaba en su cama a los 22 años en Medellín, Colombia. Con el tiempo creció su negocio hasta convertirse en dueño de una empresa con más de 4,000 empleados y ventas anuales de más de $100 millones. Empezó vendiendo frutas de niño y nunca dejó de esforzarse para expandir su empresa de cinturones, la cual fundó oficialmente en 1986 llamada Vélez.
Juan Raúl Vélez comenzó vendiendo cinturones que fabricaba en su cama a los 22 años en Medellín, Colombia. Con el tiempo creció su negocio hasta convertirse en dueño de una empresa con más de 4,000 empleados y ventas anuales de más de $100 millones. Empezó vendiendo frutas de niño y nunca dejó de esforzarse para expandir su empresa de cinturones, la cual fundó oficialmente en 1986 llamada Vélez.
Juan Raúl Vélez comenzó vendiendo cinturones que fabricaba en su cama a los 22 años en Medellín, Colombia. Con el tiempo creció su negocio hasta convertirse en dueño de una empresa con más de 4,000 empleados y ventas anuales de más de $100 millones. Empezó vendiendo frutas de niño y nunca dejó de esforzarse para expandir su empresa de cinturones, la cual fundó oficialmente en 1986 llamada Vélez.
en la calle Juan Raúl Vélez Con apenas 22 años, todos los días fabricaba en su cama cinturones de reata y algodón que salía a vender por las calles de Medellín. Hoy en día es dueño de una empresa que fabrica productos en cuero, factura más de $100 millones de dólares al año, cuenta con más de 4.000 empleados y vende en 7 países de Latinoamérica. Su vida como emprendedor comenzó desde muy temprana edad, vendiendo frutas en el barrio donde vivía. Pronto consiguió un trabajo con un amigo que vendía correas. Luego de varios meses le debían aproximadamente unos $1.000 dólares en comisiones; Con las ganancias de sus comisiones adquirió materias primas para fabricar sus propios cinturones. Confecciones “El Cid” decidió hacer un pedido de 300 cinturones de cuero. Tras cumplir con el contrato satisfactoriamente, “El Cid” aumentó la cantidad del pedido a 500, luego a 1.500 y, posteriormente, al ver el compromiso de Juan Raúl, decidieron encargarle toda la producción. Para cumplir con la demanda, se vio obligado a crear su propia fábrica, y montó un pequeño taller que contaba con 100 empleados dedicados a crear más de 50 mil cinturones al mes, que posteriormente se convertirían en 50 mil cinturones al día. Así, en 1986 nace Vélez.
“Una gran parte del éxito o el fracaso de una
persona, es si ya todo lo tiene resuelto. Eso es un fracaso. Yo pienso que el hambre y la necesidad es muy importante, para que una persona sea exitosa.”