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Francoise Dolto

“El caso Dominique” ilustra su forma de realizar historias


clínicas.

Es muy activa en sus comunicaciones con sus pacientes y


familias.

Se centra frecuentemente en la importancia de la


comunicación, el encuentro con el otro a partir del lenguaje.
La historia clínica de Dominique comienza con
observaciones del paciente y una descripción de datos
clínicos. Su escritura es minuciosa en sus observaciones y
trata de ser lo más fiel al ilustrar lo sucedido en las
sesiones.

“ Dominique Bel es un muchacho de 14 años, al que se nos


remite para un diagnóstico y un consejo respecto a su
ubicación escolar. Es un muchacho púber desde hace un año y
que desde siempre lleva una vida escolar totalmente
aberrante”
Primeras impresiones
“El médico de un dispensario medicopedagógico que le ha seguido desde
hace varios años lo consideraba como un débil simple, pero después de su
pubertad teme una evolución hacia la esquizofrenia. Tal es también la
impresión de las peresonas experimentadas de la última escuela y también mi
primera impresión.”

“ Dominique tiene la apariencia de su edad; es alargado sin ser flaco,


moreno; tiene el pelo corto y muy espeso, la frente bastante baja y ya un poco
de vello alrededor de la boca. No se para derecho, sino un poco como un
primate. Tiene una sonrisa estereotipada y una voz “dulzona”, muy aguda y
bitonal. Como si no hubiera cambiado de voz todavía. Sigue a su madre con
los brazos encogidos y las manos caídas, como lo hacen con sus patas
delanteras los perros a quienes se han adiestrado a caminar sobre sus patas
traseras. El muchacho está completamente desorientado en el tiempo y el
espacio(…) Una sonrisa enigmática, con los ojos semicerrados, vaga por su
rostro congelado.”
Notas sobre rendimiento
escolar

“Ha llegado a leer, ya sabremos después cómo; eso es


casi todo. En cuanto al cálculo, a pesar de la
pedagogía más avanzada de que se dispone para los
cálculos, no comprende absolutamente nada y está
obsesionado por ello, repitiendo las tablas de
multiplicar con tanta aplicación como inutilidad.”
Socialización

“No tiene amigos, pero tampoco enemigos. En casa


juega un poco con autos pequeños, pero no se ocupa
en nada práctico. Empero, a decir de su madre, no
sería demasiado torpe con sus dedos; pero lo que más
le gusta es dibujar.”
Observaciones de la madre
“No parece tener ningun pudor ni ninguna curiosidad
por su sexo.”

“La madre declara que Dominique tiene una


excelente salud física. Ha padecido en forma muy
benigna las enfermedades infantiles que su hermano y
su hermana han tenido agudas. Tolera cualquier
alimento y soporta todas las interperies.”
Notas de la escuela

“Las notas de la escuela dicen también que el niño


era sano psíquica y caracterológicamente hasta el
nacimiento de su hermanita; que entonces tuvo
reacciones muy frecuentes de celos, a los que se
atribuyen los desórdenes de su conducta actual.”
“Los médicos que lo han visto –ha sufrido numerosos
electroencefalogramas en diversas consultas-, que lo
han seguido, así como en el seguro social, donde se le
examinó recientemente dos días seguidos , todo el
mundo dice lo mismo a la madre: no se comprende
este caso.”

“La señora Bel espera de mí en definitiva una


indicación sobre la ubicación escolar en un internado
especializado.”
Entrevista a los padres
1er parte: Profundiza en la historia familiar de ambos padres.

2da parte: Entrevista a Dominique solo.

Dolto: “Bueno , es verdad que tú deliras. Veo que te das


cuenta. Quizá te las das de chiflado para que no te regañen.”

Dominique: “¡Oh, debe ser eso! Pero, ¿Cómo lo sabe


usted?”

Dolto: “No lo sé, pero veo que te has disfrazado de loco o


de idiota y no lo eres, puesto que te das cuenta y quieres
cambiar.”
Primeras sugerencias:
“Explico a la señora Bel lo que pienso: No se trata en absoluto de un
débil simple, sino de un niño psicótico inteligente y en mi opinión no es
la escolaridad lo que constituye la dificultad, es su equilibro mental y
sus nulas posibilidades sociales en el porvenir. En mi opinión se debe a
toda costa intentar una psicoterapia antes de decidir meterle, dada su
edad, en un lugar que lo pueda acoger, es decir, no en una escuela, sino
algo así como un taller protegido del tipo de talleres especializados
para inadaptados; pero no habría que resolverse por esta colocación a
menos que fracase la psicoterapia que todavía se puede intentar, puesto
que acaba de alcanzar la pubertad y éste es un período favorable para
la psicoterapia. Es esta falta de contacto, su vida aparte dondequiera
que esté lo que constituye el verdadero problema y lo que, instruido o
inculto, lo hace inadaptable, por más que sea inteligente.”
“En terapia psicoanalítica los escritos clínicos, en el
sentido de protocolos de sesiones, son raros. La
documentación verbal y gráfica que Freud dejó de
algunos de sus casos nos presta una ayuda, sin
embargo, considerable, junto a las deducciones
teóricas que extrajo de ellas. Con ello abría Freud las
puertas a nuestra reflexión personal y a nuestras
críticas formadoras.”
“Por lo demás, he pensado siempre que la asistencia
de otros psicoanalistas al trabajo terapéutico podría
ser de un interés considerable en lo que respecta a este
trabajo específico: iluminarnos en cuanto a nuestra
orientación, que encuentra su sentido en la escucha
más afinada y el mayor respeto por todo lo que el
analizado expresa de su inconsciente. Se hace así
posible restituir al encuentro psicoanalítico su carácter
de autenticidad que siempre queda velado por nuestra
contratransferencia.”
“En consulta hospitalaria me di cuenta de que este
modo de trabajo (con testigos) no estorbaba al sujeto
en psicoterapia conmigo sino cuando la presencia de
los asistentes me estorbaban a mí misma en la
espontaneidad de mi atención y de mi receptividad.”
“En esta técnica así modificada del “encuentro”
analítico las reacciones transferenciales deben contar
con la presencia paralela que difracta a veces
visiblemente la transferencia o, más bien, sus
componentes emocionales: presencia y escucha de las
otras personas de la asistencia. Las intervenciones
del psicoanalista tienen en cuenta todo ello,
abiertamente.”
“Todos aquellos y aquellas que han asisitido a curas
en hospital saben qué enseñanza se puede extraer de
ello y qué desmistificaciones del analista y del
análisis, no sin reacciones contratransferenciales,
han permitido tal asistencia. Saben qué experiencia
personal han extraído de ahí sobre las modalidades
del narcisismo residual del analista,
permanentemente en tela de juicio durante el
encuentro psicoanalítico.”
“ A menudo nos hemos visto reducidos a redactar
relatos reelaborados y muy resumidos, tanto por
elección deliberada como por razones narcisistas que
unas veces nos permiten y otras nos impiden admitir
nuestra contratransferencia. Y siempre queda el
problema de transmitir con veracidad nuestras
experiencias de trabajo.”
“Pero se olvida a veces estas polémicas que si bien el
psicoanálisis abre nuevos caminos de estudio al
historiador, al sociólogo o al psicólogo, su máximo
interés, al que ningún médico puede ser indiferente,
es que el método psicoanalítico, surgido de la clínica,
tiene un fin terapéutico.”
“Por mi parte, siempre he pensado que el papel del
psicoanalista no se limita al tratamiento propiamente dicho, ni
a la capitalización egoísta de un conocimiento, sino que se
extiende, con sus raíces en la experiencia del sufrimiento
humano, más allá de su consultorio y de sus conceptos a sus
actividades sociales y públicas. A sus intervenciones
cotidianas. Las palabras y los escritos del psicoanalista deben
dirigirse, sobre todo, a aquellos que están en conflicto con la
vida real. Sus intervenciones deben estímular a los adultos;
empujarlos a buscar la correcta actitud –dinámica, flexible,
vivaz, siempre alerta, a la escucha, pronta a reaccionar de
acuerdo a la verdad-, una vez puesta en marcha puede
prevenir los trastornos, canalizar los intercambios simbólicos
hacia la creatividad y el desarrollo y no hacia estancamientos.
Y más vale prevenir que curar.”
“A mí entender, desde que Freud designó como
inconsciente a la fuerza del deseo que anima a todo
ser humano, el psicoanálisis se constituyó en una
práctica que desemboca, no ya en conclusiones y
conocimientos estereotipados, sino en cierto tipo de
cuestionamientos, de críticas y de convenciones.”
“En cuanto al niño, a veces son sólo los adultos quienes sufren a causa
de su estado; estado que, en realidad, no es más que una etapa
intermedia que es preciso respetar. En este sentido, el psicoanalista no
es, forzosamente, un terapeuta de los síntomas que el niño presenta. Hay
niños que, por ejemplo, presentan signos de inanición, de excitación, de
incomunicación y que, no obstante, llegan a los resultados que los padres
desean, Es necesario respetar las fases que el niño atraviesa, ya que de
ese modo prepara el pasaje a una nueva etapa.”

“Esta constituye una de las dificultades de nuestra labor de


psicoanalista: al atender a un niño con sus padres, debemos comprender
de entrada si se está defendiendo de una situación que no puede asumir
aún pero para la que se va a preparar o si ha llegado ya a tal pérdida de
confianza en sí mismo que está en trance de no hacer pie con relación a
su nivel de edad o a la cominicación consigo mismo y con los demás.
Pero actualmente existe la tendencia a utilizar el psicoanálisis para todo
servicio; así deviene a menudo un capricho, una moda, un esnobismo.”
Bibliografía
Dolto,F. (1974.) Psicoanálisis y pediatría. México:
Siglo XXI.

Dolto, F. (1973.) El caso Dominique. México: Siglo


XXI.

Dolto, F. ( 1991.) Autobiografía de una psicoanalista.


México: Siglo XXI.

Dolto, F. (1981.) La dificultad de vivir. Barcelona:


Gedisa.

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