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El documento describe las dificultades y luchas de seguir a Jesús en este mundo, ya que su forma de pensar y actuar va en contra de la naturaleza humana y la vida mundana. Seguir a Jesús requiere esfuerzo diario a través de la oración, estudio bíblico y compartir el evangelio, aunque también traerá sufrimiento debido a la intolerancia humana. Sin embargo, los discípulos reciben fuerza de Dios para vivir una nueva vida a través de la fe y ser recompensados en el cielo.
El documento describe las dificultades y luchas de seguir a Jesús en este mundo, ya que su forma de pensar y actuar va en contra de la naturaleza humana y la vida mundana. Seguir a Jesús requiere esfuerzo diario a través de la oración, estudio bíblico y compartir el evangelio, aunque también traerá sufrimiento debido a la intolerancia humana. Sin embargo, los discípulos reciben fuerza de Dios para vivir una nueva vida a través de la fe y ser recompensados en el cielo.
El documento describe las dificultades y luchas de seguir a Jesús en este mundo, ya que su forma de pensar y actuar va en contra de la naturaleza humana y la vida mundana. Seguir a Jesús requiere esfuerzo diario a través de la oración, estudio bíblico y compartir el evangelio, aunque también traerá sufrimiento debido a la intolerancia humana. Sin embargo, los discípulos reciben fuerza de Dios para vivir una nueva vida a través de la fe y ser recompensados en el cielo.
Caminamos a contramano de esta vida. NO ES FÁCIL SEGUIR A JESÚS Los negocios del Padre no son siempre los negocios de esta vida. La manera de pensar del Padre, con toda seguridad, no es la manera de pensar de este mundo. No es fácil seguir a Jesús, por causa de la intolerancia del ser humano natural. NO SOLO SUFRIMIENTO Mientras camine en esta Tierra, la vida del discípulo estará salpicada de lágrimas y dolor. Pero, en medio del dolor, Jesús traerá alivio al corazón. Nuestra verdadera recompensa está en el cielo, pero eso no es motivo para creer que la vida cristiana es sufrimiento en esta Tierra. LAS LUCHAS DEL DISCÍPULO La lucha del discípulo es la lucha de la fe. La lucha para ir a Jesús y esconderse en él. La lucha para estudiar la Biblia todos los días, orar diariamente y conducir personas a Cristo. “Por medio del debido ejercicio de la voluntad, puede obrarse un cambio completo en vuestra vida. Al dar vuestra voluntad a Cristo, os unís con el poder que está sobre todo principado y potestad. Tendréis fuerza de lo Alto para sosteneros firmes, y rindiéndoos así constantemente a Dios seréis fortalecidos para vivir una vida nueva, es a saber, la vida de la fe” (CC 49). MALENTENDIDO “¿Acaso ignoran que el cuerpo de ustedes es templo del Espíritu Santo, que está en ustedes, y que recibieron de parte de Dios, y que ustedes no son dueños de sí mismos?” (1 Corintios 6:19). Cuando permites que Jesús forme parte de tu vida, y el Espíritu Santo habita en tu corazón, ambos pasan a ser como una sola persona. LOS COSTOS Seguimos a Jesús por amor, no por cálculos humanos, o beneficios de parte de Dios. Pero, nuestra naturaleza humana nos lleva siempre a buscar lo que nos conviene. Esta vida es corta y, como vivimos en mundo de dolor, puede haber sufrimiento para el cristiano. Pero te espera la vida eterna sin dolor. REALIDADES “Por lo tanto, también nosotros, que tenemos tan grande nube de testigos a nuestro alrededor, liberémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante. Fijemos la mirada en Jesús, el autor y consumador de la fe, quien por el gozo que le esperaba sufrió la cruz y menospreció el oprobio, y se sentó a la derecha del trono de Dios” (Hebreos 12:1, 2).