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Seguir a Jesús

nunca fue fácil.


Caminamos
a contramano de
esta vida.
NO ES FÁCIL SEGUIR
A JESÚS
Los negocios del Padre
no son siempre los
negocios de esta
vida. La manera de
pensar del Padre, con
toda seguridad, no
es la manera de pensar
de este mundo.
No es fácil seguir a Jesús,
por causa de la intolerancia
del ser humano natural.
NO SOLO
SUFRIMIENTO
Mientras camine en
esta Tierra,
la vida del discípulo
estará salpicada de
lágrimas y dolor. Pero,
en medio del dolor,
Jesús traerá alivio al
corazón.
Nuestra verdadera recompensa está en el
cielo, pero eso no es motivo para creer que
la vida cristiana es sufrimiento
en esta Tierra.
LAS LUCHAS
DEL DISCÍPULO
La lucha del discípulo es
la lucha de la fe. La lucha
para ir a Jesús y
esconderse en él. La lucha
para estudiar la Biblia
todos los días, orar
diariamente y conducir
personas a Cristo.
“Por medio del debido ejercicio de la voluntad,
puede obrarse un cambio completo en vuestra
vida. Al dar vuestra voluntad a Cristo, os unís
con el poder que está sobre todo principado y
potestad. Tendréis fuerza de lo Alto para
sosteneros firmes, y rindiéndoos así
constantemente a Dios seréis fortalecidos para
vivir una vida nueva, es a saber,
la vida de la fe” (CC 49).
MALENTENDIDO
“¿Acaso ignoran que el cuerpo de
ustedes es templo del Espíritu Santo, que
está en ustedes, y que recibieron de parte
de Dios, y que ustedes no son dueños de sí
mismos?” (1 Corintios 6:19).
Cuando permites que
Jesús forme parte de
tu vida, y el Espíritu
Santo habita en tu
corazón, ambos pasan
a ser como una sola
persona.
LOS COSTOS
Seguimos a Jesús por amor,
no por cálculos
humanos, o beneficios de
parte de Dios. Pero, nuestra
naturaleza humana nos lleva
siempre a buscar lo que nos
conviene.
Esta vida es
corta y, como vivimos en
mundo de dolor, puede
haber sufrimiento
para el cristiano. Pero te
espera la vida eterna sin
dolor.
REALIDADES
“Por lo tanto, también nosotros, que tenemos tan
grande nube de testigos a nuestro alrededor,
liberémonos de todo peso y del pecado que nos
asedia, y corramos con paciencia la carrera
que tenemos por delante. Fijemos la mirada en
Jesús, el autor y consumador de la fe, quien por el
gozo que le esperaba sufrió la cruz y menospreció
el oprobio, y se sentó a la derecha del trono
de Dios” (Hebreos 12:1, 2).

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